Carlos
Eduardo Orduz
Cúcuta
¨Recordar es vivir¨ dicen muchos, ya que nos permite
solazarnos con los aspectos agradables que influyeron en nuestra niñez y
juventud, nos apegamos a ellos y luego los cambios nos mortifican cuando no aportan
nada memorable a la tradición de nuestro pueblo.
Los domingos se comía un delicioso mute, ahora se nos
ofrece un mondongo. Se disfrutaba pasear por los parques, ahora nos asoleamos
en plazoletas.
Fiábamos en la tienda de la esquina, ahora compramos
en los supermarkets.
La ciudad tenía famosos almacenes, ahora muchas
boutiques. Invitábamos a ir al teatro, ahora se asiste a los cinemas.
En la cocina se utilizaba el molinillo, pasó de moda
para dar paso a la licuadora.
La mayoría sabía cumplir sus deberes, actualmente todo
el mundo exige solo derechos.
Cuando se enfermaba, se acudía a la botica para que el
farmaceuta nos indicara algún remedio, ahora se va al especialista y en las
´drugs store´ se compran las medicinas.
Se gozaba en los bailaderos, fueron reemplazados por
las ruidosas discotecas a media luz.
Los vestidos los guardábamos en el escaparate, hoy
utilizamos los ´closets´. Los restaurantes tenían sus cocineros, ahora se
requiere un ´chef´.
A la Garita se iba a comer cucas con queso, ahora toca
solicitar paledonias para no ser mal interpretados.
Qué sabrosos los roscones nuestros, ahora los jóvenes
piden ´donuts´.
Los escolares se deleitaban con los deliciosos
poscicles, actualmente piden ´sundaes´.
En las iglesias daba gusto oír las melodías que salían
de los armonios o de los órganos, actualmente nos colocan bulliciosas minitecas
que hieren los oídos.
Las citas amorosas se concretaban por teléfono, ahora
por celular o chateando.
Para la sarna o el carranchín nos untaban pomada Rayo,
ahora es alergia y se medican antihistamínicos.
Vivir en casona o mansión era lo elegante, ahora se
reside en ´dúplex´ o en ´penthouse´.
Antes las familias eran de 8 hijos o más, en el
presente es mejor tener una mascota para sacarla a pasear para que haga sus
necesidades en el parque.
En la óptica Caraciola Vega nos adaptaban las gafas,
en la actualidad nos ponen lentes de contacto de colores diferentes..
¡Cómo cambian las costumbres y las cosas! ¿Verdad?
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