sábado, 11 de noviembre de 2017

1215.- TERESA BRICEÑO DE ANDRESSEN MOLLER

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El solo nombre que encabeza estas líneas, tiene en sí una fuerza de emotividad conmovedora para todo corazón cucuteño. Raras veces se encuentran reunidas en una sola persona tantas y tan bellas condiciones, fueron el inicio de las palabras con las que Ramón Pérez Hernández describió a Teresa de Andressen Moller en una ceremonia póstuma.

Nació en Cúcuta, el 7 de noviembre de 1851. Sus padres fueron Jorge Briceño Chaveau (nacido en San Cristóbal, Venezuela) y María del Carmen Ramírez de Sotomayor (natural de San Cayetano). María Teresa Florencia fue el nombre con el que el sacerdote Domingo Antonio Mateus la bautizó, el 14 de noviembre del mismo año, en la villa de San José.

Antonio, Jorge Enrique, Pablo Emilio, Adán, Asunción y Eva, fueron sus hermanos.

El historiador Arturo Villamizar Berti afirmó que en Berlín se conocieron los que irían a ser más adelante los esposos Moller Briceño. Ella estaba en Berlín y era allí donde se organizaban los grupos de inmigrantes. La joven Teresa, con cerca de 20 años, se enteró de ese movimiento migratorio hacia Colombia y que buena parte de esa inmigración se efectuaría por la vía de Maracaibo con término en Cúcuta, quiso conocer y tratar a esos inmigrantes.

Se relacionó con el joven Andressen Moller, con quien contraería matrimonio el 1o de marzo de 1884. Cristian Andressen Moller fue un próspero comerciante que inicialmente se estableció en Maracaibo (Venezuela), con la Sociedad Comercial Minios, Breuer y Compañía.

Su vinculación al comercio de Cúcuta se efectuó al finalizar la década de los 70, del siglo XIX, años después del terremoto de 1875. En 1882, estaba el señor Andressen Moller en plena actividad comercial. En 1883, el 27 de diciembre, estableció junto a Werner Steinworth la sociedad Andressen Moller y Cia..

Cristian Andressen firmó, el 4 de agosto de 1887, la escritura 349 por medio de la cual adquirió cuatro solares; tres de estos pertenecían a la Sociedad Mercantil Minlos Breuer y Cia., que los había comprado en 1883, a Domiciano Gallegos, y, el cuarto solar, lo compró a George Hesselmann, quien lo había comprado a Hipólito y Ana Joaquina Rovira.

En este globo de terreno que para la época midió 7,065 metros cuadrados, construyó lo que desde entonces se llamó La Quinta Teresa, inaugurada en 1893.

En la Quinta Teresa, villa-residencia de los esposos Andressen Möller; En la imagen del patio central se logra identificar, a don Christian Andressen Möller y su esposa María Teresa Florencia Briceño (de la familia de doña Teresa, incluyendo sus 4 hermanos y 2 hermanas, solo Antonio tuvo hijos); La pintura- mural con paisajes de montañas y naturaleza que se observa alrededor del patio central,

era algo común de encontrarse en las casas de la época en Cúcuta. 

En los comienzos de 1899, los esposos Moller Briceño (no tuvieron hijos), viajaron a Stuttgart donde residía la familia de Don Andressen. Allí murió el 23 de abril de 1899. Tenía 51 años.

Teresa de Andressen Moller, como firmaba las cartas regresó a Cúcuta en 1906, por poco tiempo, solo el necesario para entregar y asistir a la bendición, el 31 de marzo de 1907, de la obra que unió más que nada a estos esposos: el Asilo Andressen. El asilo lleva el nombre en honor a su esposo y en el 2007 celebró el centenario cumpliendo los deseos de la fundadora, velar por la niñez desamparada de Cúcuta y dirigido por la comunidad de la Presentación.

A finales de 1907, regresó a Alemania y estuvo pendiente por la marcha del Asilo. El 14 de noviembre de 1910, regresó a la ciudad por corto tiempo. El 18 pe febrero de 1913, viajó nuevamente. Terminada la primera Guerra Mundial y menguados sus ahorros por las disposiciones fiscales de posguerra, decidió, en junio de 1919, enviar una carta al Cabildo de Cúcuta, explicando la situación y haciéndole ver que no podía seguir atendiendo de la misma forma el Asilo y pidiéndole que tomara las medidas del caso.

En 1920, regresó a su natal Cúcuta y se instaló en la Quinta Teresa. El 11 de agosto de 1926, firmó la escritura 810, por medio de la cual la propiedad pasaba al departamento Norte de Santander para destinarla a la educación.

El 1o de enero de 1927, la Quinta fue ocupada por el colegio Sagrado Corazón de Jesús. Doña Teresa residió algún tiempo en la Quinta Cogollo, llamada también Quinta Steinworth, socio principal de Cristian Andressen. Actualmente, es la sede de la Universidad Antonio Nariño.

Después pasó a residir en Villa Andressen (esquina nororiental de la calle 15 con avenida 5a). En esta residencia recibió, el 13 de diciembre de 1936, la Cruz de Boyacá.

A los 85 años, murió el 11 de enero de 1937, en Villa Andressen. Su cadáver estuvo en cámara ardiente en el salón de la Asamblea. El entierro fue una apoteosis. Sus restos mortales están en una cripta de la Catedral de San José.



Recopilado por: Gastón Bermúdez V.

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