La Opinión
La impopular tarea de meter maquinaria pesada en el cauce del río
Pamplonita es necesaria para evitar el desbordamiento del afluente y la
historia de desastres en la infraestructura de Cúcuta.
Aunque no hay fecha para empezar las
obras, las lluvias y el crecimiento de bosque ripario y bosque invasor obligan
a las autoridades a poner manos a la obra en un tramo de 9 kilómetros, 500
metros aguas arriba del puente San Rafael, hasta el río Táchira.
La premisa es no tocar el fondo del río, no ampliar el cauce ni
profundizarlo, por el riesgo que se corre en la regulación del agua, que
derivaría en mayor socavación de infraestructura estratégica.
Según Anelfi Balaguera, coordinador
del Consejo departamental de gestión del riesgo, las obras que se hagan no son
definitivas y requerirán un mantenimiento técnico constante.
El funcionario comentó además que los trabajos también tienen por objeto
generar reservorios para que las especies allí existentes pervivan, y no se
creen nuevos escenarios de riesgo.
El cálculo económico es difícil de
establecer aún, y según Balaguera, “solo remover el material vegetal costaría
unos 25 mil millones de pesos”.
Recordó además que si en este momento se tuviese el caudal de los años 2010
y 2011 el río no tendría la capacidad hidráulica y habría un desbordamiento por
el margen izquierdo, es decir, por el malecón.
Si se inician los trabajos, con base en los pronósticos que indican lluvias
“no tan fuertes”, y se trabaja hasta marzo de 2018, se salvarán parte de la
ciudad y el río en el que se prevé mejorar la calidad del suelo de sus
márgenes, con el compostaje de la materia orgánica que se retire.
No hay comentarios:
Publicar un comentario