Gastón Bermúdez Vargas
(Preámbulo ´Recordemos Música Isleña y Caribeña´-Sergio Peña-.
Libro de la Fundación ´El 5 a las 5´)
Pacho Galán, gran exponente de la música colombiana.
Recordando
la época de los años 50 en Cúcuta e inicios de los 60, se oían en las fiestas de la ciudad los ritmos caribeños
compuestos por Pacho Galán cuando puso de moda el merecumbé, creación suya
mezclando el merengue del Atlántico con la cumbia, ya se había extendido por
gran parte de Venezuela y del Caribe, tal como Cosita linda, que le otorga fama
internacional y por el que pasó a ser conocido como 'El rey del merecumbé'.
También
se oían las adaptaciones de la cumbia y el porro del maestro Lucho Bermúdez con su orquesta, tales como San Fernando,
Prende la vela, Carmen de Bolívar, Arturo García, Caprichito, Pachito e´che,
Diana María, entre muchas; por cierto entre
los primeros 9 integrantes de esa orquesta en 1946, se encontraba el músico
nortesantandereano de Salazar de Las Palmas Luis Uribe Bueno, quien
posteriormente ocupó un importante lugar en el mundo musical, terminando como
Director de Arte de Sonolux.
Conversando
con uno de los ´cocacolos´ de los principios de los años 50, mi primo el
bacteriólogo Jorge Hernández Bermúdez, menciona que las fiestas en Cúcuta
cuando era joven estudiante, las hacían en casa de las amigas, donde se reunían
3 o 4 parejitas, y uno de los motivos,
por ejemplo, era bautizar un gatico o a hacer melcochas, y armaban la rumba con
la alcahuetería de las mamás, donde oían y bailaban en un ´pickup´ los discos
de 78 r.p.m. con los ritmos de porros, merengues y guarachas de moda, y
menciona en especial el porro Atlántico.
Este
porro fue compuesto en 1946 por el maestro nortesantandereano Víctor Vargas
Zambrano con la orquesta Vargas-Ojito en Bogotá. A manera de anécdota cuentan
que su socio Julio Ojito Mendoza de Polonuevo, Atlántico, una vez lo retó: Tú no eres capaz de hacer un porro".
Una madrugada al llegar al hotel el maestro Ojito, encontró una nota que decía:
"Ahí te dejo ese porro. Afmo.
Vargas". El porro Atlántico después
lo hizo famoso en forma instrumental el gran Pacho Galán.
También el reconocido oftalmólogo Carlos Vera Cristo cuenta lo
siguiente: "Por los tempranos sesenta, entre los muchísimos grandes bailarines y
bailarinas cucuteños asistentes a los bailes de los clubes Comercio y Tennis,
era un espectáculo ver a la gentil pareja formada por Manuel José (pepe)
Cabrera y María Lourdes Mutis D., bailando tanto valses como porros. Y
hacia principios de los sesenta se distinguió como gran parejo Rafael Moure de
Pamplona, en los bailes de los diversos clubes sociales. Por cierto que su
hermano menor, Gabriel, luego dedicado al teatro, a finales de los sesenta ganó
haciendo pareja con mi hermana Bolivia, dos años seguidos, los concursos de
baile de las fiestas navideñas del club Tennis".
Lucho Bermúdez, uno de los más importantes intérpretes
y compositores de música popular colombiana
Todo esto
me trae a la mente de esa época muy lejana, por ejemplo, no sé si de Maracaibo
o Cúcuta, o del ambiente de mis hermanos mayores en Cúcuta, El muñeco de la
ciudad, que investigando es un merengue venezolano cuyo autor es Adrián Pérez
un venezolano que según parece murió muy mal económicamente... pero lo puso de
moda Nelson Pinedo con La Sonora Matancera en esos años 50.
Posteriormente,
citando el artículo ´Bailado cucuteño´ de la revista Unicentro Cúcuta, el
cucuteño se enamora de los arreglos de música caribeña de las orquestas
venezolanas como la de Billo Frómeta con la orquesta Billo´s Caracas Boys y de
Los Melódicos de Renato Capriles, luego alternó con los Swing Melody, Los
Blanco, Casino de la Playa, Porfy Jiménez, Oscar de León, Nelson y sus
Estrellas, Súper Combo Los Tropicales, Nelson Henríquez, Orlando y su
Combo y la de Pastor López, y también con las orquestas colombianas Los
Corraleros del Majagual, Manuel Alvarado, los Black Stars, Los Hispanos,
Los Graduados, La Sonora Dinamita, y algunas otras más.
Paralelamente,
como nos dice el mismo artículo, en las cantinas cucuteñas se oye y baila lo último que estaba sonando en
Cuba, Puerto Rico, Nueva York, Santo Domingo y Caracas, con
rockolas que tenían las últimas canciones de Cortijo y su combo, con
Ismael Rivera, Benny Moré, Celia Cruz, el Gran Combo de Puerto Rico,
mucha Sonora Matancera, Willie Colón con Héctor Lavoe, Ricardo Ray
y Bobby Cruz (compusieron la canción Amparo Arrebato en homenaje a
una caleña que bailaba en Cúcuta), y Pérez Prado con su inmortal Qué
le pasa a Lupita. Y lo mencionado en este libro por el doctor Oscar Peña,
hermano del autor, sobre su experiencia con la música de cantina en Cúcuta,
donde también se oían canciones de despecho y amor de Daniel Santos y Alci
Acosta entre otras.
A
comienzos de los años 80, ya vinieron los ´disc jockeys´ y la rumba
se intensificó, hasta que el negro viernes del 18 de febrero de 1983,
Venezuela devaluó la moneda y disminuyeron las fiestas.
Pero la
música continuó sonando y con el mejoramiento de la tecnología los discos de
acetato desaparecieron, así como los carruseles de grabadoras y casetes de cinta,
los CD aparecieron. La tecnología continuó avanzando de manera acelerada,
aparecieron los microcomputadores dando traste prácticamente a las tiendas de
discos, y con la aparición de los ´ipod´ y dispositivo de almacenaje como los
´pendrive´ y nuevas aplicaciones en ´internet´ de música, se pudo tener acceso
a todo tipo de ritmo. Así que hoy día se escucha y baila en Cúcuta todo tipo de
ritmo dependiendo de los gustos de cada quien.
Según
personas conocedoras del ambiente bailable, actualmente en Cúcuta el reguetón es el ritmo que más gusta a
jóvenes y adultos, y el que manda la parada en las rumbas cucuteñas, peleando
con el vallenato que tiene en el ambiente como 20 años;
como lo eran al inicio el tecno-merengue y el merengue dominicano, que luego quedaron
rezagados. La Salsa también tiene un importante espacio.
Entonces se puede concluir que en los últimos 20
años el cucuteño es vallenatero por excelencia.
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