sábado, 9 de febrero de 2019

1445.- EL GRAN SANTANDER (I), UNA REGION, DOS CIUDADES



Alvaro Villamizar Suárez

Cúcuta

Bucaramanga

El 25 de julio de 2010 se cumplieron 100 años de la segregación de la parte norte del gran departamento de Santander (históricamente Estado Soberano de Santander) para formar dos entidades territoriales: el departamento  que se continuó llamando Santander capital  Bucaramanga y el departamento Norte de Santander capital Cúcuta.

Este muy importante aniversario  no fue objeto de mayores conmemoraciones y comentarios en Norte de Santander.  Solo se conocen unos pocos artículos que los periódicos de esos años registraron sobre la separación de Cúcuta y su provincia, para constituirse en un nuevo ente territorial.

Existe un importante artículo que nuestro historiador y gran cucuteño Gastón Bermúdez publicó en su blog CRONICAS DE CUCUTA y que dice: “2010 es el año de la celebración del Centenario del Norte de Santander, y la historia cuenta las razones por las cuales el Gran Santander, territorio madre, rico, guerrero, autónomo, terruño de hombres y mujeres inteligentes, con liderazgo y reconocimiento nacional, poderosos políticamente, fuertes en lo económico, buenos negociantes y emprendedores, agresivos en lo social y con fuerte arraigo cultural; con una élite educada, fue partido en dos territorios de acuerdo a los intereses de los dirigentes liberales y conservadores del momento.

Cuál fue el camino que siguió cada porción del territorio, qué los volvió tan diferentes y cómo y por qué perdieron ese empuje y tesón que les era propio, requiere conseguir que los estudiosos y conocedores de los tiempos y sucesos aporten las respuestas que nos llevarán a entender por qué celebramos estas efemérides.

El Norte de Santander debe responderse estas preguntas, para así mirar el futuro con el orgullo de reconocerse a sí mismo como un departamento lleno de posibilidades en todos los aspectos y con muchos sueños por definir y cumplir, de manera que los próximos 100 años sean de desarrollo, identidad y progreso.”

Entretanto, en Bucaramanga, los historiadores bumangueses Alfonso Amaya Parra, Camilo Villamizar Hernández,  José Ricardo Puyana Valdivieso y Santiago Gómez Mejía con el patrocinio del Observatorio de Políticas Públicas de Bucaramanga – DEMÓQUIRA-, presentaron en 2007 un importante trabajo titulado “Causas y efectos de la separación del Gran Santander”, en el cual se analiza desde todos los aspectos la evolución del que hoy llamamos, a veces con  nostalgia, “el Gran Santander” y las circunstancias que llevaron a la separación del Norte de Santander.

El tema de los dos Santanderes o el Gran Santander, como región, se debe revivir y el momento es oportuno, pues el parlamento ahora renovado y con un nuevo gobierno, podrá discutir el tema de las Regiones Administrativas y de Planificación previstas en la Constitución y de las cuales ya existe la del Caribe, y se tramita la del Eje Cafetero o antiguo Caldas.

Buena parte de este artículo se ha documentado en el estudio de los historiadores bumangueses ya citados al cual recurriré mediante citas textuales que incorporo reconociendo su autoría.

El documento a que me remito comprende los siguientes capítulos y temas: Un siglo de vida jurídica. La economía exportadora y el fraccionamiento del Estado de Santander en la segunda mitad del siglo Por Alfonso Amaya Parra. La economía y el distanciamiento entre el sur y el norte de Santander. La riqueza de Cúcuta y su preeminencia económica respecto de otras localidades. La superioridad demográfica de Cúcuta en el Estado de Santander. La política pública de división territorial (1886-1910) por Camilo Villamizar Hernández. La desmembración del “glorioso” Departamento de Santander por José Ricardo Puyana Valdivieso. Hacia la escisión del Gran Santander. De cómo se dividió el Gran Santander y la Conclusión. Los efectos de la separación de norte y sur de Santander por Santiago Gómez Mejía.

El estudio se inicia expresando que “El Departamento del Norte de Santander, …, nació a la vida jurídica …, dejando como resultado la escisión del antiguo Santander; principal hito del nororiente colombiano durante el siglo XIX. La determinación legal de erigir a dicho territorio como entidad departamental, proferida el 14 de julio de 1910, fue producto de un proceso largo y complejo donde confluyeron una serie de intereses económicos, políticos y sociales. Son precisamente estas razones el objeto de análisis del presente estudio, cuyo fin principal es dar una luz sobre lo acontecido hace casi cien años en el territorio que hoy administran Bucaramanga y San José de Cúcuta.

Al respecto, vale preguntarse: ¿qué motivos animaron la separación de los Santanderes? ¿Qué objetivos buscaban quienes promovieron la medida? ¿Qué papel jugaron los partidos políticos? ¿Qué rol desempeñó el entonces presidente de la República? ¿Quién fue el ideólogo de la escisión? ¿Qué efectos tuvo sobre el desarrollo del país y la región?”

Me hago además otras preguntas: Porqué reconociéndose, los del norte y los del sur como una Región, terminaron los del  norte pidiendo la separación?  ¿Qué papel jugaron los intereses comerciales de las dos ciudades Bucaramanga y Cúcuta en la separación?

El tema me resulta apasionante pues desde mi lejana niñez chinacotera, en las charlas de sobremesa, los viejos rememoraban los años en que éramos un solo y grande Santander y las polémicas y negociaciones con  los pamploneses que se oponían  a la separación.

Antecedentes. La formación de una Región

El origen político de las regiones de la América española se remonta a las disposiciones dictadas por la corona española para sus colonias, las grandes divisiones territoriales en Gobernaciones, Audiencias, Capitanías Generales, Virreinatos, que más o menos se corresponden con las repúblicas de hoy. Luego, las subdivisiones regionales por  provincias, villas, parroquias, con jurisdicciones que no siempre atendían a circunstancias geográficas y humanas. Era explicable en años en  los cuales se carecía de  mapas confiables, y en donde los asentamientos humanos aún no se habían caracterizado pues apenas se terminaba la conquista y se iniciaba la colonización, fundación  de pueblos y caracterización de comunidades procedentes de todas las regiones de España y del mestizaje con diversas tribus indias.

Las disposiciones coloniales atribuían a las ciudades y villas o parroquias más importantes, la jurisdicción sobre enormes extensiones de tierra, adscribiéndoles pueblos situados a grandes distancias de la ciudad. Así ciudades como Santa Marta ejercían jurisdicción sobre Ocaña, y otras ciudades Cartagena, Santa Fe, Tunja, Popayán, Pamplona, Socorro, fueron sede de gobiernos regionales.

Igualmente el deslinde entre la Capitanía General de Venezuela y el Virreinato de la  Nueva Granada  no era muy claro, por lo cual la jurisdicción  de Pamplona en algunos años llegaba a San  Cristóbal y Mérida.

Las disputas entre estos pueblos y parroquias por el alcance del mando de sus alcaldes y regidores se resolvían en Santa Fe.

Poco a poco se fueron definiendo regiones caracterizadas por coincidencias de procedencia, carácter de sus gentes, su topografía, ríos, clima.

Con los años se fue formando la región que hoy llamamos Gran Santandereana con sus provincias Socorro-San Gil, al sur, la de Soto en  el centro, y al norte Pamplona, los  Valles de Cúcuta (como región no como ciudad), la provincia de Ocaña, además de las selvas que durante  muchos años fueron  impenetrables: el Carare, el Sarare y el Catatumbo.

Promediado el siglo XVII, se identificaban para efectos gubernamentales ciudades dominantes: El Socorro, San Gil y Pamplona. Para esos años Bucaramanga carecía de importancia tanto demográfica como económica y Cúcuta aún no existía como villa o poblado.  Cúcuta solo era el nombre de una región: “Los valles de Cúcuta” que eran  los valles de los ríos Táchira,  Pamplonita y el Zulia, región de ricas haciendas y lugar de cruce de caminos. Los asentamientos urbanos eran la Villa del Rosario de Cúcuta, al occidente del rio Táchira y San Antonio al oriente.

Como ya es bien sabido, solo en las primeras décadas del siglo XVIII los hacendados del valle del río Pamplonita  que tenían sus viviendas dispersas, vieron  la necesidad de vivir en un conjunto urbano que les permitiera defensa contra los asaltos que periódicamente sufrían por parte de los difíciles indios, y además tener parroquia y escuela.

En 1733 Doña Juana Rangel de  Cuellar rica hacendada atendió la solicitud de sus vecinos hacendados, y ofreció donar una extensa superficie de su hacienda para que se establecieran como un poblado. Así nació San José de Guasimal, el San José de Cúcuta de hoy, como un acto notarial de generosa donación. A partir de ese año, se inicia el crecimiento y prosperidad de una población que por su situación geográfica de cruce de caminos y de fácil salida al mar le generaba una vocación eminentemente comercial y extrovertida, soñadora y ejecutora de caminos.

Una sola región. Surgen dos ciudades competitivas 

En el siglo XVIII,  Socorro, San Gil y Pamplona, eran las ciudades que rivalizaban entre sí por ser la sede del poder político colonial. Ni Cúcuta, ni Bucaramanga tenían pretensiones de liderazgo o preeminencia política.

Sin embargo el poblado de San José de Cúcuta progresaba aceleradamente. El cacao entre otros productos de exportación enriqueció a sus habitantes. Su evidente desarrollo le hizo acreedora a que el Rey, Carlos IV mediante Cédula Real de 1792 le concediera el Título de "Muy Noble, Valerosa y Leal Villa”. Este es el punto de partida de la imparable pujanza de la Villa.  Por la misma época Bucaramanga crecía más lentamente.

El siglo XIX se inicia con la independencia de las colonias españolas y la constitución de nuevos estados bajo el régimen de repúblicas. En el Congreso Constituyente de 1821 reunido en la Villa del Rosarlo de Cúcuta se proclamó la que se llamó República de Colombia, (que nunca se llamó Gran Colombia) como república soberana con su propia constitución, y sus leyes.  Sin embargo, ante la imposibilidad de dejar sin vigencia las leyes existentes, establecieron en el Artículo 188: “Se declaran en su fuerza y vigor las leyes que hasta aquí han regido en todas las materias y puntos que directa o indirectamente no se opongan a esta Constitución ni a los decretos y las leyes que expidiere el Congreso.” 

Por esta razón la división territorial del régimen colonial de Provincias, continuaba igual. Además los neogranadinos aceptaban la existencia tanto política como geográfica de las Provincias, es así que en 1810 los precursores de la independencia constituyeron lo que llamaron “Las Provincias Unidas de la  Nueva Granada”, reconociéndose la existencia de esas Provincias, con sentido de pertenencia, que hoy continúa vigente, como regiones que hoy aglutinan a dos o más departamentos.

Solo promediado el primer siglo de vida republicana independiente, Bucaramanga inicia el repunte comercial y político, en competencia con El Socorro, San Gil, y Pamplona. Curiosamente Cúcuta no había expresado deseos de figuración política, sus ciudadanos se dedicaban preferencialmente a la empresa, al comercio y dejaban las aspiraciones administrativas a Pamplona y a Bucaramanga. Finalizando el siglo XIX las gentes de Cúcuta empiezan a interesarse en tener reconocimiento y jerarquía administrativa.

A partir de la segunda mitad del siglo XIX, Bucaramanga adquiere jerarquía de capital de lo que fue el Estado Soberano de Santander, y luego desde 1886, el Departamento de Santander.

Las capitales de Santander

Hasta la mitad del siglo XIX las ciudades con pretensiones de jerarquía jurisdiccional eran Socorro, San Gil y Pamplona.

La primera capital del estado soberano de Santander fue Pamplona (mayo de 1857), en donde se reunió la Asamblea Constituyente, luego por disposición de la Asamblea Constituyente pasó a ser Bucaramanga, en diciembre de 1857, pero el 14 de septiembre de 1861 otra asamblea trasladó la capital al Socorro.

Pamplona alegaba tener el derecho de ser capital, pero sus reclamos no fueron oídos ya que para ese momento “El Socorro se acreditaba como la cuarta ciudad más importante de la Confederación Granadina.

Finalmente el 14 de Marzo de 1886, cuando la decadencia del Socorro era innegable y en cierta medida irreversible, Bucaramanga fuera nuevamente designada como la capital de Santander.”

La constitución de 1886 puso fin al federalismo y la nación se llama en adelante República de  Colombia. La misma constitución creó el Departamento de Santander, con capital Bucaramanga, y conformado por el territorio del antiguo estado Soberano, que hoy llamamos el Gran Santander.

Finalizando el siglo XIX era reconocida  la supremacía económica, demográfica y comercial de Cúcuta, pero la preeminencia gubernamental era de Bucaramanga. Se iniciaba la marcada diferencia de intereses y aspiraciones de las gentes de Cúcuta al norte y  Bucaramanga al sur.




Recopilado por: Gastón Bermúdez V.

No hay comentarios:

Publicar un comentario