Jeider Ría
Giraldo/Colprensa (La Opinión)
1ER. JUEGO
El equipo motilón
venció 1-0 en el estadio Sierra Nevada en el partido de ida por la Gran Final
del Torneo Águila.
El
Cúcuta Deportivo pegó primero. En un
estadio Sierra Nevada de Santa Marta con más de 15.000 personas en sus gradas,
el equipo de la frontera logró imponerse al Unión Magdalena (1-0) en el que fue
el partido de ida de la Gran Final del torneo Águila 2018.
Un gol del samario
Jeysen Núñez puso a celebrar a la hinchada motilona que, en la distancia, apoyó a un equipo que ya sueña
con levantar la copa en el estadio General Santander.
Queda un partido importante por delante. El equipo de
Lucas Pusineri tendrá la oportunidad de cerrar con broche de oro un año que
sería perfecto, porque aunque ya se haya conseguido el anhelado ascenso de
forma anticipada, solo lo será si se levanta la copa ante el otro histórico que
jugará el 2019 en la A.
Primer tiempo sin claridad
Las emociones no pudieron llegar en el primer tiempo
para ninguno de los equipos. Por el contrario de lo que se esperaba para los
primero minutos de la Gran Final, el duelo en el estadio Sierra Nevada fue más
trabado en el medio campo que vistoso con despliegue ofensivo.
Tanto motilones
como bananeros se volcaron al ataque, pero el nerviosismo hizo que las faltas
aparecieran desde el arranque. La
fricción fue protagonista y el trámite del juego se vio pausado.
La primera parte fue un choque de ida y vuelta en el
que los de Cúcuta intentaron vulnerar a los locales con ataques por las bandas,
mientras que los bananeros lo hicieron de forma frontal, apostándole a las
pelotas elevadas. La falta de efectividad no le dio mucho trabajo a los
cancerberos de ambos conjuntos.
Sobre los 39’ se reflejó lo que se había vivido durante
todo el encuentro. El
volante Jhojan Valencia del conjunto caribeño recibió una roja directa tras
ejecutar una maniobra peligrosa sobre el motilón Luis Miranda.
A partir de ese momento, el equipo de Lucas Pusineri
empezó a apoderarse del partido, aunque no pudo hacer mover el marcador.
Jonathan Agudelo, que esta vez fue alineado como único delantero por el timonel
argentino, aunque contó con tres volantes ofensivos a su servicio, poco pudo
hacer para convertir en gol las oportunidades que tuvo.
Fue un primer tiempo de muchas ganas pero de pocas
opciones claras en el Sierra Nevada de Santa Marta.
Sí hay arquero
Para el complemento y tras la charla técnica, el equipo
motilón salió a jugar con la ventaja en el bolsillo: un hombre de más con el
que articular el ataque. Pero, a pesar de eso, los que se vieron más
enchufados de cara al remate fueron los de Santa Marta. La garra de los
jugadores costeños se hizo notar, y es que no querían decepcionar a los más de
15. 000 espectadores que asistieron para celebrar una victoria en casa.
Los rojinegros respondieron, pero el equipo samario se
apoderó del balón y del área visitante.
En ese momento, cuando más enchufados estaban los locales, el que sacó la cara
por el equipo fue el portero uruguayo Jhonny Da Silva, que en
al menos tres oportunidades claras evitó que el Unión se llevara la ventaja.
Gol que da vida
Viendo ya el panorama complicado, Pusineri empezó a mover las fichas
en el banquillo gastando sus tres modificaciones. Salió Diego Chica, Luis
Miranda y Mateo Muñoz para darle paso a Jeysen Núñez, Jhon Vásquez y Carlos
Ramírez.
Y fue precisamente una de esas variables la encargada
de darle la victoria al equipo rojinegro. Cuando ya el reloj marcaba el minuto
91 y la gente empezaba a salir del estadio apareció el samario Jeysen Núñez
para sacudir el marcador.
En una jugada de pelota quieta, el lateral James
‘Taganga’ Castro remató a puerta y el cancerbero César Giraldo dio un rebote
que Núñez aprovechó a la perfección para enviar la pelota al fondo de la red.
El 1-0 fue definitivo y además histórico, porque fue la primera derrota del
Unión Magdalena –en casa- desde que se empezara a jugar en el nuevo estadio
samario.
“Fue un bonito gol.
Cuando entré el profe me dijo que iba a hacer gol y gracias a Dios se me dio. No lo celebré porque es el equipo de mis amores”,
declaró Núñez tras el pitazo final. “Sabíamos que el Unión era muy fuerte de
local. Estamos tranquilos. Falta la vuelta y hay que sacar el otro partido adelante”
agregó.
Por su parte Ricardo Márquez, que es el goleador del
equipo local, lanzó: “Esto no se ha acabado. Queda un partido y si ellos nos
ganaron en casa, por qué no les podemos meter dos allá”.
NOMINAS
Cúcuta
Deportivo
Jhonny Da Silva, James Castro, Johnny Mostasilla, Braynner
García, Robert Carvajal, Harrison Mancilla, Diego Chica, Mateo Muñoz, Luis
Miranda, Jhonathan Agudelo, Carlos Sinisterra.
Suplentes: Juan Chaverra, Darwin Carrero, Erick Montaño,
Jefferson Solano, Jhon Vásquez, Carlos Ramírez, Jeysen Núñez.
Director Técnico: Lucas Pusineri
Asistente Técnico: Rubén Tanucci
Preparador Asistente: Leonardo Díaz
Preparador Físico: Julio Chalares
Unión
Magdalena
César Giraldo, Cristian Cubero, Dixon Rentería, Julio
Murillo, Jhon Montaño, Aníbal Mosquera. Jhojan Valencia, Fabián Cantillo, Davis
Ferreira, Ricardo Márquez, Jhonner Riveros
Suplentes: Gustavo Sánchez, Diego Ruiz, Juan Pereira,
Erwin Carr, Fernando Batiste, Marcelo Vidal, Bairon Garcés.
Director Técnico: Harold Rivera
Asistente Técnico: Gonzalo Martínez
2DO. JUEGO
Cúcuta vence
2-0 a Unión Magdalena y se titula campeón. El partido final del Torneo Águila, con ambos equipos
ascendidos a la A, se disputó en el General Santander.
A las 7:30 de la noche del lunes 26
de noviembre saltaron a la grama del estadio General Santander rojinegros y
samarios, quienes buscaron dar la vuelta olímpica y alzar la copa del Torneo Águila
en la gran final.
El Cúcuta Deportivo, en casa, quiso darle esta alegría a la fiel hinchada, luego de haber ganado el partido de ida al
Unión Magdalena 1-0.
El entrenador de los motilones, el argentino Lucas Pusineri, quien se ha
convertido en un héroe de los seguidores del club, aseguró previo al juego que no están confiados en que sea un partido
fácil:
“En Santa Marta hicimos un partido
intenso e inteligente y el ambiente en la calle es muy positivo y eso nos
alienta, pero no nos hace tener tranquilidad, porque si queremos ser
campeones debemos jugar al máximo cada uno de esos 90 minutos”, dijo Pusineri a
La Opinión.
En el General Santander, el Cúcuta no conoce la derrota y ha logrado
mantener un rendimiento del 84 por ciento.
Iniciado el partido, el Cúcuta comenzó su trabajo ofensivo en busca de la
victoria y pasaron 23 minutos para que el tanto rojinegro abriera el marcador
del partido.
La anotación la definió Jonathan Agudelo, después de un pase de Jhon
Vásquez por derecha. Este es la diana número 17 de este jugador.
El primer tiempo terminó con el triunfo parcial de los rojinegros.
En la segunda parte, los de la frontera siguieron con el fuerte ataque
con la finalidad de sentenciar el partido.
Al minuto 71 llegó el segundo del Cúcuta, en los pies de Carlos Sinisterra,
desvaneciendo las esperanzas de los samarios.
CONVOCADOS
Cúcuta Deportivo:
Juan Chaverra; Henry Obando, Darwin Carrero, Braynner García, Mauricio Duarte,
Harrison Mancilla, Diego Chica, Mateo Muñoz, Jhon Vásquez, Jhonatan Agudelo y
Wilberto Cosme.
DT: Lucas Pusineri
Unión Magdalena:
César Giraldo; Cristian Subero, Dixon Rentería, Julio Murillo, Jhon
Montaño, Jhojan Valencia, Fabián Cantillo, Luis Aníbal Mosquera, David
Ferreira, Bairon Garcés y Ricardo Márquez.
DT: Harold Rivera.
Árbitro: Nicolás Rodríguez (Asocafa)
Cúcuta,
campeón del Torneo Águila
El Cúcuta Deportivo selló un año
increíble, en el que lideró siempre
y con ventaja la tabla a lo largo
del año.
El compromiso de la final ratificó lo que fue la temporada 2018 en el
Torneo, porque el Cúcuta acabó como el líder de la tabla de Reclasificación del
año y el Unión Magdalena fue el segundo, con dos ascensos de la mano del
argentino Lucas Pusineri en los Motilones y el ibaguereño Harold Rivera en el
Ciclón.
El juego de la final fue parejo, con
mayoría de opciones de gol de los visitantes, por la necesidad de buscar la
paridad en la serie, pero esa vocación ofensiva sin efectos de gol generó espacios en defensa
que los locales aprovecharon y de contra ampliaron la ventaja que ya tenía
desde la ida.
En una acción por derecha liderada por Wilberto Cosme, permitió el centro
para que en el área chica y anticipando a los defensas apareciera el goleador
de los cucuteños, Jonathan Agudelo, quien confirmó la fiesta para poner a
festejar a todos los hinchas nortesantandereanos.
El Unión reaccionó en busca del gol que le diera esperanzas de estar más
cerca del empate global, pero no estuvieron claros en la definición, lo que sí
tuvo el local, que a 20 minutos del final sentenció la serie con anotación de
Carlos Sinisterra para dejar el trofeo en Cúcuta.
Así selló el Cúcuta Deportivo un año increíble, en el que lideró siempre y
con ventaja la tabla a lo largo del año, para luego avanzar a la final desde el
Grupo A con solvencia y toda esa superioridad la volvió a demostrar en la
final, para vencer a otro histórico que regresa a la A, el Unión Magdalena.
Obando, oriundo de Tumaco, encontró en el cartagenero John Vásquez uno
de sus mejores aliados, convirtiéndose en una pareja realmente peligrosa. Las transiciones rápidas en defensa-ataque
protagonizadas por estos dos en el lateral derecho le permitieron al equipo
rojinegro tener siempre opciones claras de cara a portería. No
es gratis que este año la mayoría de goles del equipo llegaran desde ese
sector.
Figuras para lograr la hazaña
El 2018 de los motilones ya es historia, ahora se vienen las
vacaciones y luego a pensar en el gran reto que significará el 2019 en la A.
Pero antes, se hace
necesario recordar algunas de las figuras que permitieron, en lo deportivo,
lograr la hazaña.
Pusineri movió los hilos
El técnico motilón, de 42 años, y que dejó su vida en Argentina
para emprender una aventura en la ‘Perla del Norte’, no llegó con juegos. Desde
el arranque del campeonato goleó (3-1 al Deportes Quindío), y con su sistema de
rotaciones le dio un aire especial al elenco de la frontera.
Familiero, disciplinado y
visionario: ese es Pusineri Bignone, un timonel que, tras ascender, es
pretendido por más de un equipo. Ahora la
tarea es retenerlo para el 2019, como lo dice el mismo Gustavo Daza, gerente
del equipo. Una tarea que no será para nada fácil, pero que se puede lograr. “El deseo es seguir, lógicamente (…) Hay
muchas cosas por mejorar, muchas prioridades para hablar con José Augusto
(Cadena) para tratar de tener un equipo competitivo. Pero más que eso, hay que
corregir cosas”, declaró.
El argentino es un estratega, y en el campeonato supo leer con
precisión la mayoría de partidos. Eso le permitió, además de conseguir el
título y el ascenso, convertirse en otro de los ídolos que ya aparecen en las
pancartas del estadio General Santander.
Mancilla, un pilar en medio campo
Harrison Mancilla, de 26 años, se ganó un puesto a pulso en el
medio campo del elenco motilón.
El volante, nacido en Puerto Tejada, junto al vallecaucano Diego
Chica se encargó de aportarle seguridad a la zona media de los rojinegros. La recuperación, el drible y la eficacia en
los pases adornan su trabajo.
Aunque Pusineri no se ‘casó’ con ningún jugador, Mancilla se
mostró sólido y se fue ganando un lugar entre esos que poco se rotaron, en
especial en el remate del campeonato, donde no se podía arriesgar de más.
“Desde que llegamos nos trazamos
una meta. Se armó un gran grupo, un excelente equipo humano, excelentes
personas, y cuando se trabaja con gente así cosas como estas suceden”, dijo Mancilla, refiriéndose al ascenso y al título motilón. Sobre
su continuidad en el equipo, el mediocampista respondió: “Estoy muy contento
por el trabajo y por la recompensa. El día de mañana se verá lo que
sucede”.
Chaverra, el baluarte rojinegro
Aunque el equipo cuenta con un gran arquero como lo es el uruguayo
Johnny Da Silva, el cartagenero Juan Camilo Chaverra fue quien se adueñó del
pórtico rojinegro. Durante la mayoría de encuentros fue el exarquero del
Medellín quien se vistió de titular.
Chaverra, que tiene 25
años, respondió siempre por lo alto y, además, aportó mucho para que el equipo
terminara el año con la valla menos vencida (con 20 goles recibidos). El
segundo fue el Unión Magdalena (29).
El portero, que es uno de los jugadores más queridos por la
hinchada, ya hizo público su deseo de seguir con el equipo para el próximo año,
y lo más seguro es que así sea.
El plantel ya tiene un acuerdo con él para la compra de sus
derechos deportivos (se le ha pagado el 80%), por lo que seguramente se lo verá
vistiendo de rojinegro en la próxima temporada. “José Augusto (Cadena) se hizo cargo de mis derechos. Falta una
parte por completar de la compra, pero tiene toda la intención. Juan Camilo
Chaverra solo piensa en el Cúcuta y ya vendrá cada cosa a su tiempo”,
declaró el portero.
Cosme y su reivindicación
Tal vez el más criticado de los jugadores. Wilberto Cosme
Mosquera, nacido hace 34 años en Padilla (Cauca), llegó al Cúcuta Deportivo
luego del Mundial de Rusia, y aunque muchos criticaron que se le alineara por
la falta de ritmo, Pusineri siempre confió en él.
En la fase todos contra todos no
se lo vio en un buen nivel, pero Pusineri no dio el brazo a torcer. Ya en los cuadrangulares finales, el delantero empezó a callar
bocas respondiendo con goles decisivos. Marcó tres tantos en seis encuentros
que se jugaron, aportando su cuota para el tiquete del equipo rojinegro a la
final del Torneo.
En la final (ida y vuelta) el caucano no marcó, pero, en especial
en la vuelta, se le vio gran dinámica apoyando en el medio campo y aportando en
defensa. Tanto así que en el primer gol
del lunes –que marcó Jonathan Agudelo-, fue Cosme el encargado de armar la
jugada.
“Yo pienso que uno (a las críticas) debe responder en la cancha. Uno como jugador siempre dice que quiere
meterla. A veces las cosas no salen y así es el fútbol. Somos seres humanos y
nos podemos equivocar. Si no me equivocara yo creo que no estaría aquí”,
expresó el caucano tras levantar la copa de la B.
Obando, la explosividad en
persona
El trabajo de los laterales o carrileros es tal vez uno de los más
exigentes. Soltar carreras de hasta 70 metros para seguir una jugada, y tener
la capacidad para devolverse y apoyar en defensa no es ‘pan comido’.
El Cúcuta Deportivo tiene un gran
lateral y ese es Henry Obando, otro joven de 25 años que, partido tras partido,
se fue adueñando del sector derecho del campo. Es tanto liviano y ligero como
explosivo, y su tarea de desgaste la ha sabido cumplir a cabalidad.
Recopilado
por: Gastón Bermúdez V.
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