La Opinión
En épocas del año, algunas zonas de la ciudad se visten
de alegría y color, gracias al amarillo hermoso que se funde con el cielo por
los cañagüates florecidos que atrapan la vista de cualquier caminante.
Sin duda es un espectáculo, es mágico.
El panorama ofrece la sensación de estar inmerso en
una obra de arte.
Son adornos para esta época.
Este árbol se emplea como desinfectante natural de
suelos.
El cañagüate pertenece a la familia Bignoniáceas y su
nombre científico es Tecoma Spectabilis.
Recopilado
por: Gastón Bermúdez V.
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