Pedro Jáuregui (La Opinión)
Ciro Andrés Duarte Alvarez.
Ciro Andrés Duarte Álvarez podría ser un millennials, pero no lo es porque
nació el 10 de octubre de 2001, es decir tiene 17 años, y los millennials
o generación del milenio o milénica son aquellos nacidos entre 1981 y 1996.
De niño jugó Halo (combate), un
videojuego de disparos de primera persona; y Empires, otro videojuego, donde se
maneja estrategia que se desarrolla en la edad media.
El ambiente de trabajo de su papá,
el entrenador de tenis Ciro Duarte, lo contagió. El virus inoculado durante las
largas horas sentado al lado de las raquetas para esperar a su padre y
regresar a casa lo envolvió y lo sedujo a salirse del molde de sus compañeros.
A los 6 años empezó a practicar tenis, aunque reconoce que jugó algo de
fútbol con sus compañeros de estudios del Instituto Salesiano, donde estuvo
hasta el octavo grado cuando decidió retirarse para hacer un entrenamiento
intensivo diario de cinco días. Los sábados los usó para continuar los
estudios académicos, los cuales concluyó el año pasado.
A los 11 años veía por televisión los Power Rangers, como la mayoría de los de su época, y series
de Discovery, Nat Geo, noticias de Colombia y como es apenas lógico, tenis.
Poco le interesa el fútbol, pero le agrada el Real Madrid y no olvida al
Cúcuta Deportivo.
Le agrada comer pastas y en época de Navidad degustar natilla y el pan
navideño.
El tenista
‘El Mono’ Duarte, el hijo de Ciro Alonso y Olga Lucía, es un jugador
diestro con un buen revés a dos manos que hace valer sus 1,81 metros de
estatura, los 68 kilogramos de peso y que le apuesta al primer servicio
aprovechando su potencia y ubicación.
Además de la estatura, una ventaja
para el medio nacional, es un jugador inteligente y aguerrido, que tiene a su favor el haber
crecido en el medio, observar una buena cantidad de jugadores de buen nivel y
haber asistido a la Academia Nick Bollettiere, lo que implica un hándicap alto
frente a otros exponentes del deporte blanco.
El cucuteño ganó en marzo de 2018 el Torneo UTR de Miami, en Florida
(Estados Unidos), categoría 18 años, en tres sets, además disputó un certamen
en Tupelo, Misisipi (Estados Unidos), en la misma categoría, pero fue eliminado
en cuartos de final. En este último certamen era el jugador más joven.
En su aspiración señaló que el pensar en inglés es un factor que tiene a su
favor lo mismo de manejar el espanglish, para una emergencia. También entiende
algo de alemán, gracias a unos amigos que le han enseñado varias palabras y su
pronunciación.
Por el momento alista maletas para
viajar por segunda vez a los Estados Unidos, en busca de su sueño dorado de ser tenista
profesional de primer nivel.
“Cuando uno sueña inconscientemente las cosas se van dando o uno las va
buscando para que los sueños se conviertan en realidad”, señala. “Mi gran
sueño es ser tenista profesional”, concluye el humilde y respetuoso deportista,
que sueña en grande y no se desacomoda mentalmente en los momentos cruciales de
la competencia.
Logros principales
2018
Campeón nacional, Copa Droguería Americana, categoría 18 años, Grado 3,
disputada en Cartagena, entre el 5 y el 11 de octubre. Venció en la final a
Nicolás Salazar (Quindío).
Campeón Torneo UTR de Miami, en Florida (Estados Unidos), categoría 18
años, en marzo.
2017
Campeón nacional, Copa Droguería Americana, categoría 16 años, Grado 3, en
Cartagena, disputado entre el 4 y el 10 de julio.
2015
Subcampeón nacional, categoría abierta, disputado en Cúcuta, entre el 16 y
el 22 de agosto, en el complejo Fabiola Zuluaga.
2011
Campeón de la “Copa Máster de San Antonio”, categoría 10 años, disputada en
San Antonio del Táchira (Venezuela), entre el 19 y el 25 de junio.
Ciro padre, un triunfador
Su padre Ciro Alonso nació el 25 de abril de 1966. Cursó la primaria en la
Escuela Francisco José de Caldas del barrio La Libertad; parte del bachillerato
lo estudió en el Instituto Inem y el resto lo validó en el desaparecido Centro
Grancolombiano.
Además de ser el papá de Ciro Andrés, también lo es de Ricardo Sebastián,
quien tiene licencia de piloto y habla, además de inglés, español.
En su juventud practicó fútbol, microfútbol, baloncesto, softbol, atletismo, golf, tenis, natación y tenis de mesa.
Con esta disciplina representó al departamento en varios certámenes nacionales.
Representando al Inem ganó medallas de oro y plata en natación, en los
estilos pecho y espalda.
El entrenador Ciro Alonso Duarte Moreno tiene en su historial los
principales logros del deporte blanco de la región. Ha dirigido a nueve
campeones nacionales.
Desde los nueve años está respirando el tenis al ingresar como caddy al
Club Tennis. Los primeros
conceptos los recibió de los profesores Héctor Buitrago y Édgar Muñoz, quienes
le inculcaron, además, disciplina y respeto por este deporte.
El cucuteño desde muy temprano enfiló baterías por la alta competencia. Se
dio a conocer al continuar la labor formativa de Fabiola Zuluaga Amado, que
inició Édgar Muñoz.
Ciro Alonso e hijo Ciro Andrés
Bajo su égida, Fabiola ganó invicta la Gira Cosat, 14 años, en 1993, y al
año siguiente la de 18 años, con 16, perdiendo solo una final. De esos momentos
reconoció que todo fue posible por el apoyo que le ofrecieron el presidente del
Comité de Tenis del Club Tennis, Hernando Gómez Sarmiento, y el presidente de
La Liga, German Guerrero Jr.
Con Mónica Pezzoti logró un
sudamericano disputado en Valencia (Venezuela) y fue capitán de un combinado de Colombia que incluía
a la cucuteña María Alejandra Galvis, campeona nacional en 2010.
En el pasado reciente ganó con María Camila Osorio, la medalla de plata en
los Juegos Nacionales del 2015 en Ibagué, donde perdió la final con Mariana
Duque; y en 2012, la presea de bronce, en dobles masculinos con Alberto Zárate
y William Jeanpierre Melano, en las justas disputadas en Cúcuta.
Su vida siempre ha sido de retos grandes, pero el más grande es el que
tiene ahora porque es dar el impulso a su hijo, Ciro Andrés, para que consiga
lo que ha ayudado hacer con otros, ser tenista profesional.
“Su sueño es el mío y lo quiero
ayudar a que alcancé lo que yo no pude conseguir”, acotó.
Recopilado por: Gastón
Bermúdez V.
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