1632.- HABLADO NORTESANTANDEREANO: ´OYEYE´

Juan Carvajal Franklin  (Imágenes)

El trabajo de investigación lingüística, El Español hablado en el Departamento del Norte de Santander. Datos y observaciones, dirigido por Luís Flórez, del Instituto Caro y Cuervo, es una profusa colección de usos y fenómenos del habla popular, compilada para el levantamiento del Atlas Lingüístico Etnográfico del país.

Publicado en 1969, este grueso tomo es pionero en este tipo de investigaciones y una gozosa cantera de materiales léxicos, igual para el estudioso que para el artista o el lector general.

El difícil arte del insulto tiene asiento en la cultura popular, propende una atmósfera de libertad y se distancia radicalmente del lenguaje oficial.

Echémosle sin más un repaso para comprobarlo:

Nombres humorísticos de la cabeza: la porra, la mula, la motola, la pensadora, el coco, el pote, la moya, la mollera y el casco.

Calvo: pelao, coquipelao, bolebillar, cabecebombillo y cuatropelos.

Insultos:

a) Nacimiento irregular: malparido, hijuepuerca; b) Estupidez: guevón, cabrón, toche; c) Repulsividad: zurrón, arrastrado, jediondo, comemierda.

Insultos a mujeres: ponelona, quitamaridos, persiguemachos.

Pechos de la mujer: cuchupas, toronjas, guanábanas, limoncitos y, como no, tetas.

Intestino: tripero, mondongo.

Orinar: miar, cambiarle el agua al pájaro, al palo, al caño.

Evacuar el vientre: cagar, ensuciar, hacer del cuerpo, descomer.

Nalgas: sentaderas, trasero, cachetes, culo, tutancamen.

Ano: jopo, cagalera, chiquito, ojoelculo, anillo, ojuetiple, culo, repto, y el que da título a esta nota, oyeye.

Miembro viril:

a) Comparado con pájaros: toche, tórtolo, vichiro, quincha; b) Con objetos alargados: palo, machete, plátano, maduro, morcilla, surrajo; c) Características externas: el calvo, el sinorejas, pelao, escoronao, trompiliso, la mondá, cabecipelao; d) No motivados o imprecisos: verga, carlitos, chimbo, pipí, guevo, tilingo, zoco, guaímaro y don Carlos.

Vulva:

a) Comparado con comestibles: bizcocho-a, panocha, cuca, panuestro, papaya; b) Con animales: paloma, chucha, conejo, tórtola, mico, surrucuco, sapo; c) Funciones: ganaplata, ganavida, metedero, garremiar y la viciosa; d) Características externas: raja, caritapao, boquepito, la peluda, pezuña y visagra; e) Comparación con objetos: cachimba, churumbela, concho, quimba y papo; f ) Inmotivados o imprecisos: chimba, chocha, juana y la hacienda.

Menstruación: treintaiuno, fin de mes, reglamento, lunabrava, derrame y visita.

Testículos: turmas, bolas, guevas, pelotas, papas, muchilas, cojones y nísperos.

Realizar el coito: jalar, tirar, culiar, coger, echar un polvo, meterlo, embocinar, apretar, montar, pichar, joder y fornicar.

Orgasmo: emoción, arrechera, sensación y complacencia.

Semen: leche, polvo, almidón y mico.

Virgen: cartucha, señorita, honrada, entera y virgo.

Desforar: descartuchar, desvirgar, romper, dañar, perjudicar y joderla.

Hombre grueso y pequeño: turro, saporreto, choncho, culibajito, pipón, recortao y mediometro.

Mujer atractiva: hembra, buena, penca y palo.

Tacaño: bolseyerro, tenido, económico y michicato.

Cornudo: pendejo, cabrón, marico, rayao y aguantacacho.

Borracho: rascado, jarto, ajumao, jincho, picho, tomado y alcoholizado.

Borrachera: perra, rasca, juma, jartera, turca y jala.

Prostituta: vagamunda, mamasanta, coya, burra, callejera y guaricha.

Burra en celo: dispuesta, albriscada, alborotada, entiempada, caliente, espuesta, con burrera.

Creencias relacionadas con el embarazo: Estomago “puyudo”, indicio de varón; caderona y estomago pequeño, va a ser hembra.

En Villa del Rosario: la criatura sale “fenómeno” o con manchas en la cara, o “lunático”, si la mujer encinta sale a mirar la luna en menguante.

En Cúcuta: acostarse o sentarse frente a la luna puede hacer nacer las criaturas con lunares. Si no se satisface un antojo, el niño nacerá con la boca abierta. No pueden podar matas porque la mujer encinta las seca.

En Herrán, si mira a personas con defectos físicos, el niño va a nacer igual. Ir al cementerio cuando se está esperando es malo porque el niño recibe “ese yelo” y puede nacer extenuado, raquítico.

Recopilado por: Gastón Bermúdez V.