viernes, 9 de octubre de 2020

1764.- UN AÑO DEL VENEZUELA AID LIVE


La Opinión


Alrededor de 300 mil espectadores asistieron al concierto Venezuela Aid Live que reunió
a unos 32 artistas de talla internacional en torno a la crisis en el país vecino.


Sin duda el Venezuela Aid Live, concierto liderado por el magnate británico Richard Branson, fundador del grupo Virgin, fue uno de los acontecimientos más sonados en 2019, no solo por el espectáculo musical que reunió a 32 artistas y que fue presenciado por más de 300.000 espectadores, sino por todas las reacciones que esto desencadenó.

Aunque el fin inicial del concierto, que se llevó a cabo hace un año sobre el puente internacional de la Unidad (Tienditas), en los límites entre Colombia y Venezuela, era recaudar 100 millones de dólares para paliar la crisis fronteriza, a la postre solo se recolectaron 2,3 millones.

El trasfondo político que se desató desde el siguiente día puso nuevamente a Norte de Santander a mojar los titulares de la prensa nacional e internacional.

El 23 de febrero de 2019 se profundizó la grieta, que desde hace cuatro años ha permanecido abierta desde el cierre de la frontera con Venezuela, ordenado por el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, luego de que 285 personas resultaran lesionadas por la represión que ordenó el mandatario en tres puentes internacionales para impedir el ingreso de los suministros alimentarios a Venezuela.

Por lo menos 40 toneladas de ayudas humanitarias (alimentos y medicinas) donados por Usaid fueron reducidos a cenizas, en las inmediaciones del puente Internacional Francisco de Paula Santander, en medio del caos y la confusión.

A esto se le sumó la deserción de 60 militares venezolanos que dejaron las filas y pasaron hacia Cúcuta en busca de asilo. 

El bloqueo del paso vehicular en la frontera agudizó la crisis en varios sectores económicos,
entre ellos el de transporte.

Al finalizar la jornada, Caracas endureció su cerco diplomático, decidió romper relaciones bilaterales con Bogotá y expulsó al cuerpo diplomático colombiano, una decisión radical que sacudió los fantasmas de la crisis fronteriza de 2015.

Cierre de consulados en Venezuela

Esta situación también desató el cierre de las oficinas consulares de Colombia en el vecino país, por lo que, a mediados de abril, el Ministerio de Relaciones Exteriores dio apertura a los Puntos de Atención Consular en Frontera, con el propósito de salvaguardar los derechos de los colombianos en Venezuela y brindar la atención y el debido acompañamiento a la población.

En Norte de Santander se habilitó uno de estos puntos en el puente internacional Simón Bolívar, que comunica a Villa del Rosario con San Antonio del Táchira.

Sigue flujo migratorio

Pese a este complicado panorama la migración de venezolanos hacia territorio colombiano sigue creciendo a diario, pues mientras que en febrero de 2019 había 167.958 venezolanos en Norte de Santander, el último informe de Migración Colombia, a corte del 31 de octubre de 2019, indica que el departamento alberga a 183.215 migrantes siendo el segundo departamento colombiano con el mayor registro de ciudadanos venezolanos.

Alrededor de 135.000 de estos migrantes están en el área metropolitana de Cúcuta según cifras del Dane. Además, se calcula que alrededor de 400.000 colombianos han retornado al departamento desde Venezuela. 

Víctor Bautista, Secretario de Fronteras y Cooperación Internacional de Norte de Santander, aseguró que por cada 10 migrantes se estima que hay 4 retornados en Norte de Santander. “Tenemos unos 800 mil retornados en toda Colombia y solo 20 mil registrados en el Registro Único de Retornados”, dijo.

La afectación llegó a los diferentes gremios

La crisis en la frontera venezolana, impactó dramáticamente la economía cucuteña y nortesantandereana en el último año. Entre los gremios que más registró afectación fue el de transporte, tanto el de carga pesada como el de servicio a pasajeros. 

El anterior gerente de la Terminal de Transporte de Cúcuta, José Flórez, explicó que la baja en las empresas fue un tema que preocupó, pues hace 5 años, antes de que se diera el cierre vehicular en la frontera, habían registradas 44 empresas de transporte en la terminal. Ahora solo quedan 26.

“Fueron 18 empresas que por una u otra razón salieron de la Terminal de Transporte y que muchas de ellas cubrían transporte al estado de Táchira entre otras zonas del vecino país, que evidentemente hoy ya no se cubren”, comentó Flórez.

Los terminales informales que se dieron con la necesidad de que migrantes llegaran a diferentes ciudades al interior del país, fue otro golpe a la economía de los transportadores que legalmente cumplían sus rutas en la terminal.

El gremio de transporte de carga pesada, también registró millonarias pérdidas, así lo dio a conocer Leonardo Méndez, gerente de Pronorco.

Las exportaciones en 2018 recibieron 42 millones de dólares en ingresos anuales, y esta cifra disminuyó dramáticamente en 2019, en donde solo se registraron unos ingresos por 6 millones de dólares. Sin contar que estos números han ido decreciendo en la última década.  Lo mismo pasó con las importaciones.

Después del 23F (Editorial La Opinión 23 de febrero 2020)

Lo único cierto es que pasaron los minutos, las horas, los días, las semanas y los meses y Maduro da la impresión de estar más atornillado que antes al solio en Miraflores.

Hace un año estaban en tierras cucuteñas los presidentes Miguel Piñera, de Chile; Mario Abdo, de Paraguay; Iván Duque, de Colombia, y el líder opositor de venezolano, Juan Guaidó, con ocasión de la jornada que en ese entonces contempló el Concierto Aid Live, el intento fallido de ingresar ayudas para el pueblo del vecino país y de acelerar el cambio del régimen que preside Nicolás Maduro.

Hoy están viviendo en Cúcuta 135.000 migrantes de los 185.000 asentados en Norte de Santander, todos ellos del total 1’630.000 que han llegado a Colombia, en el mayor éxodo nunca antes registrado.

La presión sobre los diversos servicios ha sido enorme, como lo muestra la deuda de $55.790 millones que el Gobierno Nacional tiene pendiente de pago con el Hospital Erasmo Meoz, por brindarles atención de salud a los migrantes. 

En medio de todo esto resulta muy diciente lo expuesto por el alcalde de Villa del Rosario, Eugenio Rangel Manrique: “Somos el municipio de Colombia más afectado por la crisis migratoria, pero también el más olvidado”.

Mientras el sector educativo departamental y municipal, igualmente, registra una ascendente matrícula de estudiantes venezolanos en primaria y bachillerato, el alto flujo de personas por los puentes internacionales fronterizos es la constante diaria, la mayoría de ellos para hacer mercado y compras de otros productos básicos y medicamentos en Cúcuta, mientras que otros toman a la ciudad como punto final de su largo periplo para escapar de los problemas que los agobian en su patria, producto de un coctel de factores internos y externos.

 Un año después del 23F de 2019, lo único cierto es que pasaron los minutos, las horas, los días, las semanas y los meses y Maduro da la impresión de estar más atornillado que antes al solio en Miraflores.

 Por algo será que hace pocos días el Grupo de Lima, una de las organizaciones más activas en el continente americano contra el régimen imperante, decidió darle un volantazo a las estrategias para buscar el cambio en las estructuras democráticas del otrora boyante vecino petrolero.

Se habla de convocar a la comunidad internacional para llevar a cabo los esfuerzos sin exclusión alguna, razón por la cual se ha convocado a Cuba para que ayude a la búsqueda de la ruta que permita solucionar la grave crisis en Venezuela.

Por la siguiente declaración entregada por el coordinador de este bloque de países americanos, Hugo De Zela: “Creemos que cada país puede ayudar. De hecho, hay tres miembros del Grupo de Lima hablando actualmente con los cubanos para ver si están dispuestos a ayudar”, se ve que hay un importante avance.

El papel de Cuba en la consolidación de una estrategia que permita ponerle fin a la tragedia venezolana es trascendental por su cercanía ideológica con el gobierno de Caracas, con el que además tiene lazos de diversa índole.

Es imperativo el trabajo conjunto de toda América Latina y el Caribe en buscar una “salida pacífica y democrática” al problema venezolano que a todos toca, por la gigantesca oleada migratoria que no cesa.

Hay que dejar de lado las posiciones ideológicas y las excesivas muestras de guerrerismo y las posiciones irreconciliables, puesto que, en nuestro caso, lo más importante sería, pensar en cómo empezar a restablecer relaciones, y buscar ese punto en el que se pueda hallar la fórmula para iniciar la transformación y la recuperación venezolana, alejada, por supuesto, del intervencionismo o la solución armada.




Recopilado por: Gastón Bermúdez V.

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