Juan Manuel Ramírez (La
Opinión)
El 7 de agosto de 1919, el Secretario de Instrucción Pública de Norte de
Santander, don Julio Pérez Ferrero, abrió la Biblioteca creada por Ordenanza Nº
45 del 14 de abril de ese año con el nombre de Batalla del Puente de
Boyacá.
Bajo su orientación, con el reglamento que dictó y con la destinación de
los elementos necesarios para su funcionamiento, el Secretario de Instrucción
Pública dio inicio a las actividades de la biblioteca en un salón del primer
piso del edificio de la Gobernación.
A la sazón era Gobernador del Departamento el doctor Fructuoso
Calderón.
El investigador Luis Eduardo Suárez relata que en un comienzo la biblioteca
estaba dotada, entre otras cosas, de un estante con vidriera, una mesa grande
con 12 sillas, 350 libros y numerosos periódicos y revistas.
El horario que se estableció para la atención de los visitantes era de 7 a
9 de la noche los días jueves, y de 1:00 a 4:00 de la tarde y 7:00 a 9:00 de la
noche los domingos.
Suárez encontró que en 1921 ya se contaba con nuevos estantes, mesas y
sillas, y una lista de donantes que contribuyeron con 440 volúmenes.
También le fue anexado el museo que empezaba a formar el sacerdote eudista
Enrique Rochereau. El bibliotecario del museo fue don Neftalí Serpa.
A la muerte de don Julio ocurrida el 22 de abril de 1927, el gobernador del
Departamento, Don Luis Febres Cordero, decretó el cambio del nombre de la
biblioteca para que llevara el del ilustre desaparecido, razón por la cual
desde ese año se llama Biblioteca Julio Pérez Ferrero.
Como ocurre con frecuencia con las instituciones dedicadas a la cultura, la
biblioteca no tuvo siempre el apoyo gubernamental y fue desalojada varias veces
de sus instalaciones.
Entre 1930 y 1940 funcionó en los salones de la Escuela de Artes y Oficios
de Cúcuta, luego en el edificio Rudesindo Soto junto a la Escuela Industrial y,
finalmente, sus libros fueron depositados en una instalación oficial esperando
mejor destino.
En 1952, principalmente por gestión del presidente de la Sociedad de
Mejoras Públicas, Miguel García-Herreros Unda, se consiguieron recursos para
construir un edificio que albergara la Sociedad de Mejoras Públicas, el Centro
de Historia de Norte de Santander y la Biblioteca Julio Pérez Ferrero. El 7 de
enero de 1954 se inauguró el edificio.
En 1977, la biblioteca pasó a formar parte del recién creado Instituto de
Cultura y Bellas Artes de Norte de Santander, y en 1978 fue convertida en
organismo adscrito con autonomía administrativa. Pero no cesaron los cambios de
sede de la biblioteca y en agosto de 1987 la gobernación del departamento
ordenó su traslado a un local de la calle quinta con avenida segunda.
En 1998, la administración departamental de Sergio Entrena López sugirió la
dotación de una sede permanente para la biblioteca en las antiguas
instalaciones del Hospital San Juan de Dios. Y, luego, por convenio entre el
Ministerio de Cultura y la Gobernación del Departamento durante la
administración de Jorge García Herreros Cabrera se hizo la magnífica
restauración del viejo hospital.
Su inauguración se efectuó el 21 de diciembre del 2000, y el Ministerio de
Cultura lo catalogó como Bien de Interés Cultural Nacional encargando a la
Corporación Cultural Biblioteca Pública “Julio Pérez Ferrero” su custodia y
administración.
En junio del 2001 la biblioteca abrió sus puertas al público, y desde
entonces presta sus grandes servicios a la comunidad norte santandereana y
fronteriza bajo la Dirección de Julio García Herreros Prada quien ha adelantado
una extraordinaria labor, llevándola a ser considerada como una de las cinco
mejores bibliotecas de Colombia.
Recopilado por: Gastón
Bermúdez V.
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