martes, 30 de julio de 2024

2465._ ALVARO LOZANO, CORRIO 18 CLASICOS RCN

Omar Romero Güiza (La Opinión)

Álvaro Lozano ex-ciclista cucuteño tuvo su último Clásico RCN en el 2004.

El Clásico RCN de ciclismo, es la segunda carrera más importante del país, después de la Vuelta a Colombia. La competencia que nació un 1961, este año 2023 llega a su edición número 63, la cual comenzará el 23 de septiembre, y saldrá por tercera vez desde Cúcuta.

La primera vez que el Clásico Radial salió desde la frontera fue en 1996, y coronó como campeón al boyacense Israel ‘El Rápido’ Ochoa, el cucuteño Álvaro Lozano Moncada fue subcampeón y tercero se ubicó Jair Bernal.

La segunda vez que partió, se dio un 2 de octubre de 2005 y el campeón en ese entonces fue Libardo Niño.

El Clásico a través de loa 62 años de existencia, ha dado grandes campeones entre los que se destacan los cinco títulos del boyacense Rafael Antonio Niño (1971, 1975, 1977, 1978, 1979), los cuatro del jardinerito de Fusagasugá, Lucho Herrera (1982, 1983, 1984, 1986) y los cuatro del pedalista colombo-español Oscar Sevilla (2008, 2012, 2016, 2019) y los tres del también cundinamarqués Raúl Montaña en (1995, 1997, 1998), como los máximos ganadores de la emblemática carrera.

Muchos clásicos

No obstante, Álvaro Lozano Moncada hoy con 59 años estuvo cerca de ganar la carrera en 1996 en la que terminó de segundo a 1’37’’ del campeón Israel Ochoa.

“Ese Clásico no lo gané porque el equipo no me respondió”, rememoró Lozano Moncada, tras hacer una carrera maravillosa a lo largo de las ocho etapas que se disputaron.

El primer líder en el prólogo había sido el antioqueño Duván Ramírez.

La primera etapa se disputó entre Cúcuta y Bucaramanga sobre un trayecto de 210 kilómetros ganada por Ochoa y quien se apoderaría de la camiseta de líder, la cual conservó hasta el final de la prueba.

Con Ochoa, libraría una fuerte batalla por ganar la competencia de principio a fin, pero el boyacense contó con mejor suerte que el nortesantandereano.

“Fue un clásico de los más duros que corrí porque lo luché para ganarlo, pero reitero las cosas no se me dieron.

En ese entonces las etapas eran largas de más de 200 kilómetros, no como ahora que las han recortado y eso no le viene bien a los nuevos ciclistas si sueñan con algún día correr en Europa.

Claro, eran otros tiempos, pero nuestro ciclismo se ha devaluado en ese sentido y lo que necesitan los nuevos prospectos son kilómetros”, señaló el ex-corredor cucuteño.

Álvaro era ciclista del equipo Manzana Postobón y siempre se caracterizó por ser un guerrero haciendo honor a su estirpe motilona.

Tal vez muchos no lo sepan, pero el hombre del ‘corazón de fantasía’, como lo bautizara el fallecido comentarista Julio Arrastía Bricca, Lozano corrió 18 Clásicos RCN, del que él mismo se en orgullece en decir “es la segunda carrera más importante después de la Vuelta a Colombia.

Álvaro Lozano ex-ciclista cucuteño en su primer Clásico RCN en 1986, primero a la izquierda.

El campeón más veloz

Álvaro recordó que su primera participación en la prueba radial “fue en 1986, (tenía 22 años), esa vez gané el título de los jóvenes, y fue, cuarto en la segunda etapa entre Medellín y Riosucio, Caldas y tercero en la tercera, que llegó a Cali”.

Ese fue gran año para el mejor ciclista de todos los tiempos de Norte de Santander pues ese año fue también tercero en la clasificación de los jóvenes de la Vuelta a Colombia.

Dentro de las anécdotas que recuerda Lozano de ese clásico del 86 fue haber corrido al lado del pentacampeón del Tour de Francia el francés Bernard Hinault.

“Para esa época vino Bernard Hinault, fue una gran experiencia y fortuna, haber estado ahí, imagínese ya había ganado cinco Tours de Francia y tenerlo en Colombia fue grandioso y la anécdota es lo que le pudimos aprender, es quizás eso”.

Bernard Hinault sería tercero en la cronoe-scalada de 19 kilómetros, fracción en la que se impuso Lucho Herrera.

Gran protagonista

Pasarían varios años más y Álvaro de nuevo con su tenacidad volvería a ser protagonista en el Clásico. En 1990, corriendo con la escuadra Pony Malta-Avianca se coronaría campeón de las metas volantes.

Sin embargo, seis años más tarde llegaría el subtítulo del Clásico, dejándole un sabor agridulce, pero nunca dejó de correr esta competencia.

En la edición 39 del Clásico en 1999 Lozano fue segundo en la cuarta etapa que se disputó entre Madrid, Cundinamarca e Ibagué, fracción que fue ganada por el español y el nortesantandereano parcialmente fue segundo de la clasificación general.

Al año siguiente, Álvaro con el equipo Aguardiente Cristal-Chec fue gran protagonista, tercero en la primera etapa, segundo en la segunda fracción y en gran parte de la carrera se mantuvo entre los tres primeros de la general en la que finalmente se clasificó cuarto, a 1:43 del campeón Juan Diego Ramírez.

Para 2004, a los 40 años Álvaro Lozano le diría adiós al deporte de las bielas, corriendo su Clásico RCN número 18, que, arrancó en Bucaramanga un 17 de octubre y terminaría el 24 del mismo mes, en el famoso Alto El Escobero en Envigado y ganado por el santandereano Hernán Buenahora.

Lozano se despediría de la icónica carrera, ganando la tercera etapa de 191 kilómetros entre Soacha, Cundinamarca e Ibagué, en la que anunció el retiro ese año, del ciclismo competitivo.

Su última temporada con el equipo Gobernación Norte de Santander-Selle Italia, tuvo como compañeros a sus paisanos Freddy y Edison Paredes, Rolando Trujillo, Johnny Leal de quien se esperaba fuera su sucesor, pero el pamplonés se quedó a mitad de camino muy joven.

El resto del equipo lo complementaron Freddy González, Urbelino Mesa, Alexis Castro y el venezolano José Rujano.





Recopilado por: Gastón Bermúdez V.

domingo, 28 de julio de 2024

2464.- LA FIESTA DEL LIBRO

Juan Fernando Cristo (La Opinión)


Cúcuta se ha quedado atrás frente a otras capitales del país en la organización de eventos, ferias y convenciones, por carecer de un espacio adecuado para su realización.

Desde hace 20 años se habla de la construcción de un centro de convenciones y exposiciones que es necesario para una ciudad de la importancia, tamaño y ubicación geográfica que tiene la nuestra. Lamentablemente han pasado varias administraciones departamentales y municipales sin que se haya podido sacar adelante la iniciativa.

Las disputas locales, los egos de los gobernantes, los intereses particulares, las peleas de gobernadores y alcaldes al momento de definir el proyecto, su ubicación o su administración, han impedido que se concrete una obra vital para el turismo y el comercio de la región.

Por eso, es tan valioso para la ciudad el esfuerzo de los organizadores de la Fiesta del Libro que este año (2023) llegó a su 19 versión en la Biblioteca Pública Julio Pérez Ferrero, que se ha convertido en el único escenario para esta clase de eventos en la ciudad.

Cada año que pasa es mayor el éxito de esta fiesta cultural, crece la asistencia del público local y son más los escritores nacionales que llegan a la ciudad a presentar sus libros y participar en conversatorios que enriquecen la formación y cultura de los cucuteños.

Sin duda es una gran vitrina a nivel nacional con la presencia de escritores de la talla de Laura Restrepo, Mario Mendoza, Juan Carlos Botero, Roberto Pombo, Patricia Lara, María Jimena Duzán, Alejandro Gaviria, Laura Ardila, Humberto de la Calle, en fin, muchas más figuras nacionales del periodismo y la literatura, que confirman que la Fiesta del Libro de Cúcuta se consolidó y ya hace parte del circuito cultural nacional en el segundo semestre.

Además, cada año hay más interés de las distintas editoriales y el creciente número de visitantes de todas las condiciones sociales y económicas cuentan con una amplia oferta de libros, talleres y actividades que contribuyen a la formación y educación de nuestros jóvenes del futuro.

Sin duda la Fiesta del Libro abre un mundo nuevo a los estudiantes de la ciudad que tienen a su alcance la oportunidad de aprender, explorar las nuevas corrientes del pensamiento, soñar con la literatura, la poesía, la novela, la historia.


También brinda una oportunidad a los escritores locales de dar a conocer su obra y entrar en contacto con escritores y periodistas nacionales.

En las últimas décadas padecemos un letargo cultural que afecta en forma grave las posibilidades de desarrollo. Desaparecieron el debate público de las ideas, las tertulias literarias, el teatro y la música. Dejamos perder nuestro patrimonio histórico y cultural. Olvidamos la importancia de preservar nuestra identidad para proyectar el futuro y desarrollar el potencial turístico que tenemos como cuna de nuestra patria.

El ejemplo de los promotores de la Fiesta del Libro, que el año entrante llegará a su 20 edición, y el trabajo del equipo encabezado por Tania Manzano, se debe multiplicar en la ciudad para que recuperemos el amor por lo nuestro, aprendamos a cultivar nuestras raíces, impulsemos la cultura ciudadana en las nuevas generaciones.

Este es hoy el único evento institucionalizado de talla nacional en la ciudad y necesitamos muchos más en el ámbito cultural, educativo y empresarial.

Por estos días se anuncia de nuevo que ahora sí se hará el Centro de Convenciones, cerca al complejo histórico de Villa del Rosario.

Ojalá se haga realidad después de dos décadas de frustraciones. Es inaceptable que una ciudad como la nuestra aún no tenga un escenario digno que nos permita promocionarla a nivel nacional e internacional.

Todos los visitantes hoy se sorprenden de su progreso y se encantan con sus amplias avenidas, su arborización, su diseño urbano y la calidez, sentido del humor y espontaneidad de su gente.

Otras capitales con menos historia y menor tamaño han logrado construir alrededor de la cultura una marca de ciudad exitosa. Nunca es tarde para concentrarnos en esa tarea.




Recopilado por: Gastón Bermúdez V.

viernes, 26 de julio de 2024

2463.- EUSTORGIO COLMENARES BAPTISTA, FUNDADOR DE LA OPINION

La Opinión


Natalicio de Eustorgio Colmenares Baptista

El 17 de septiembre de 1924 nació en Cúcuta Eustorgio Colmenares Baptista. El fundador de La Opinión, quien primero sería odontólogo, profesión que ejerció con lujo de detalles para luego vincularse a la política.

Eustorgio fue formado en el hogar de Eustorgio Colmenares y Albertina Baptista. Ella, de nacionalidad venezolana, había llegado a Cúcuta desde su natal Maracaibo en 1921. ÉI, mayordomo de fincas en EI Zulia, le inculcó al hijo mayor el amor al campo.

Sus hermanos fueron Mercedes, Adriana, Teresa, Sofía, León, Alicia y Ana Luisa.

Eustorgio estudió la primaria y secundaria en colegios de Cúcuta, Pamplona y Bogotá. En la Universidad de Antioquia cursó sus estudios superiores y en 1949, recibió el título de odontólogo y contrajo matrimonio, antes de regresar a su ciudad natal e iniciar el ejercicio de su profesión, con la antioqueña Esther Ossa Montoya, alumna de la misma facultad.

Su paso a la política

Desde 1955, empezó a ejercer su profesión de tiempo completo en su consultorio, ubicado en el entonces Hospital San Juan de Dios.

En 1958, fundó La Opinión como publicación semanal, en compañía de Virgilio Barco, Eduardo Silva, León Colmenares y Alirio Sánchez Mendoza. Dos años más tarde, en 1960, se convirtió en el diario de Norte de Santander.

Para 1961, el entonces gobernador de Norte de Santander, Miguel García-Herreros, Io llamó a colaborar en su administración como titular de la Secretaría de Gobierno.

Por un tiempo siguió alternando su ejercicio profesional de odontólogo con el trabajo periodístico, este último en compañía de Cicerón Flórez Moya, a cuyo cargo estaba la jefatura de redacción de La Opinión.

Durante el gobierno de Carlos Lleras Restrepo (1966-1970) se desempeñó como alcalde de Cúcuta, para 1971, durante el gobierno del presidente Misael Pastrana Borrero fue sombrado secretario general del Ministerio de Comunicaciones, en 1978 fue elegido como Senador de la República.

Como su periódico La Opinión fue adquiriendo importancia nacional por la calidad del mismo fue elegido como presidente de la Junta Directiva de la Agencia Colombiana de Noticias (Colprensa).

Continuó dedicado a La Opinión le dio un decisivo impulso y llevó el periódico a un nivel de nueva tecnología al renovar los equipos y modernizar aspectos de la empresa.

Eustorgio Colmenares es recordado como un hombre sencillo y humilde, como su origen, abierto a la comprensión de hechos y problemas.

Vio llegar a la Presidencia de la República a su amigo y compañero de lides políticas, Virgilio Barco Vargas en 1986.

A quien ayudó, sin figurar, a gestionar varios de los proyectos destinados a impulsar el desarrollo regional.


En noviembre de 1991, fue asesinado su gran amigo y en varias de las empresas comerciales fundadas, Gustavo Ararat. Hecho que lo conmovió profundamente empezó a mostrar el grado de descomposición moral de Cúcuta en esa década.

El 12 de marzo de 1993, fue asesinado por sicarios al servicio del Eln, mientras departía en la terraza de su casa en Compañía de su esposa. Su muerte, como tantas otras en este país, quedó en la impunidad. El crimen fue repudiado por todos los sectores regionales y nacionales.





Recopilado por: Gastón Bermúdez V.

miércoles, 24 de julio de 2024

2462.- A SCALABRINI LE ARREBATARON SU 'CORAZON'

Nicolás Mojica (La Opinión)


En 2024 hace cinco meses atrás, en las inmediaciones del sector Juan Bautista Scalabrini, de la ciudadela de Juan Atalaya, se inauguró un megaproyecto por parte del Área Metropolitana de Cúcuta (AMC) con la administración municipal de Jairo Yáñez, denominado ‘Corazón de Barrio’.

Además del barrio Scalabrini, este proyecto se buscó replicar en otros sectores abandonados de la ciudad, como La Libertad, Estoraques-Progreso, Niña Ceci y el corregimiento de Banco de Arena.

Estas infraestructuras se hicieron con la finalidad de instalar dependencias de la Alcaldía de Cúcuta para que los residentes no tuvieran que trasladarse hasta el centro de la ciudad para hacer sus trámites.

Otro de los beneficios de los ‘Corazones de Barrio’ era que las comunidades disfrutaran de los lugares de esparcimiento que se construyeron alrededor de los mismos, como juegos infantiles, salones multipropósito entre otros.

Empezaron los problemas

Al principio, todo fue alegría para los más de 3 mil habitantes que conforman este sector de la Comuna 8 de Cúcuta, pues el ‘Corazón de Barrio’ era la sede de encuentros comunitarios e iniciativas realizadas, en articulación con diferentes asociaciones, a pesar de que la infraestructura estuviera vacía por dentro y en abandono por parte de la administración municipal, dueña del terreno.

“Pero desde hace 15 días, sin decirnos nada, vinieron a ponerle vigilancia a la construcción, y nos dijeron que ya no podíamos hacer uso del lugar, porque era propiedad privada”, comentó Yuleima Haro, presidenta de la Junta de Acción Comunal (JAC) de Scalabrini.

Para la lideresa comunal, esta situación no tiene mucho sentido, “pues se supone que hicieron un proyecto de alrededor de 24.000 millones de pesos, que se supone es para uso de los residentes, pero ahora no nos dejan ingresar”.

No se pueden ejecutar proyectos

Aunque la comunidad se comunicó con la Fundación Tinaja para realizar proyectos comunitarios en el salón multifuncional, como formación de programas para niños y niñas, emprendimientos para mujeres y la posibilidad de llevar algunas carreras técnicas al barrio a través de institutos, “no se han podido realizar porque las instalaciones no están en uso”, comentó Jhon Peña, miembro de la asociación.

Según Yuleima Haro, “estamos perdiendo la posibilidad de avanzar como barrio, a su vez de que nos estamos quedando rezagados en cuanto a los cursos y capacitaciones”, pero lo peor de todo es que nadie le da una explicación a la comunidad del por qué no se puede acceder al ‘Corazón de Barrio’.

Al ser consultados por la situación, Juan Carlos Cote, director del AMC, mencionó que el ‘Corazón de Barrio’ fue entregado al terminar la construcción a la Alcaldía de Cúcuta, a través de la Secretaría de Infraestructura.

Sin respuesta

A pesar de que La Opinión se comunicarse con la Secretaría de Infraestructura para conocer más sobre la situación, al cierre de esta edición no hubo respuesta alguna por parte de la entidad.




Recopilado por: Gaston Bermudez V. 

lunes, 22 de julio de 2024

2461.- N. DE S. Y TACHIRA, UNIDAS POR HISTORIA Y COMERCIO

La Opinión

El café fue el cordón umbilical para desarrollar el proceso de comercio e integración,
por eso Cúcuta tuvo el primer ferrocarril de Colombia, utilizando la ruta Cúcuta-Maracaibo.

Cúcuta “Portón de la Frontera”, justo título para esta ciudad que se abre a los estados del occidente venezolano y allende los mares, donde el viajero siempre se ha sentido en casa al pisar estos valles pletóricos de historia, cultura y belleza. La han llamado “Perla del Norte” porque es una joya de invaluable valor y su blasón de “Muy Noble, Valerosa y Leal Villa de San José de Cúcuta”, es un título real que premia su vocación agrícola y desarrollo comercial de sus productos insignes y exclusivos como fueron el café y el cacao.

La pujanza de esta la noble tierra de frontera, abierta al mundo, es la que le da su grandeza y la sitúa como la piedra angular de la integración de dos naciones hermanas, Colombia y Venezuela, unidas por la historia e indisolubles lazos familiares y buena vecindad.

Pedro Sayago, exdirector ejecutivo de la Cámara de Comercio de Cúcuta, nos dice que la gran característica de esta zona de frontera es que por aquí se desarrolló la industria petrolera en el Catatumbo, se desarrolló al mismo tiempo el cultivo del café en Salazar de las Palmas, lo que le permitió a Cúcuta integrarse con el resto del mundo.

Sayago, economista y autor de varios libros, el último de ellos ‘La historia económica de Norte de Santander’, sostiene que esta región por tradición y vocación siempre ha sido un gran atrayente de la inversión extranjera, “porque si uno mira, hasta la bandera de Norte de Santander tiene un símil con la bandera de Alemania, simplemente le quitaron el amarillo, porque aquí vinieron las grandes casas españolas, alemanas, suizas, asiáticas y al mismo tiempo de la parte de Turquía a la comercialización del café”.

Agrega que el café fue el cordón umbilical para empezar a desarrollar el proceso de comercio e integración, por eso Cúcuta tuvo el primer ferrocarril de Colombia, utilizando la ruta Cúcuta-Maracaibo mediante ese sistema de transporte para salir a Aruba, Bonaire y Curazao y después a Italia para la comercialización del café, y por allí entró todo el desarrollo de la industria y la comercialización de la nación, la región se convirtió en un gran distribuidor internacional para el resto del país, sobre todo para el centro de Colombia, porque para alguna parte se suministraba por Barranquilla y Cartagena.

“Siempre se ha desarrollado una vocación comercial, aunque la región es muy minera y muy del sector agropecuario, en términos de carbón y petróleo, por tener el primer pozo petrolero en el Catatumbo, en lo que se llamó la Fundación Barco, creada por el abuelo del presidente Virgilio Barco.

Todo ese proceso hizo que esta región siempre tuviera una relación, no solamente con los países suramericanos, sino con los países de Europa, relacionado con el principal cultivo que fue el café y con anterioridad también tuvimos una exclusividad y un fuerte desarrollo con el producto del cacao”.

Total, que se podría decir que, en los 200 años como república, además de participar en el proceso de emancipación de la República de Colombia y la primera Constitución de Villa del Rosario en mayo de 1821, ha sido esta una región de amplio protagonismo no solamente en la consideración económica, sino también política y social, explica Pedro Sayago.

Norte de Santander pertenece con Táchira, Mérida y Trujillo a lo que se denomina la cuenca del río Catatumbo y del Lago de Maracaibo.

En los esquemas anteriores de desarrollo en que no había tantas limitaciones en los cruces de frontera, se consideraban como un área completamente integrada, por eso el café se desarrolla no solamente en Salazar de las Palmas, en Norte de Santander, sino que se extiende a Táchira, Mérida y Trujillo, y también en los procesos de comercialización del carbón y la infraestructura vial mediante el ferrocarril.

En La Fría, municipio de Táchira, se unían tanto el Ferrocarril de Cúcuta como el Gran Ferrocarril del Táchira (inaugurado en 1895), y de ahí pasaban a Encontrados, para buscar finalmente Maracaibo movilizando grandes cosechas de café tachirense y de Norte de Santander.

Es así que la relación con Venezuela siempre ha sido eterna, se han tenido avances importantes en los procesos de integración, también muchas dificultades, porque la consideración fundamental de fronteras es que tiene una cantidad de inconvenientes como el contrabando, algunas formas ilegales de relaciones comerciales, algunos impedimentos y dificultades como ocurre en todas las fronteras del mundo, es el caso de la frontera entre México y Estados Unidos o entre Argentina y Chile, con las mismas connotaciones que la relación colombo venezolana por el lado de Cúcuta, el principal “Puerto Terrestre” de la República de Colombia, que era el eslogan de los años 60, nos dice Sayago.

Refiere que en Cúcuta, por su cercanía con Venezuela, siempre se ha trabajado con una consideración importante que es el diferencial cambiario, que hacía que el bolívar costara 17 pesos antes de febrero de 1983 (cuando ocurrió el llamado “viernes negro” y el bolívar cayó a 7 pesos), que dio uno de los grandes flujos y movimientos de compradores venezolanos, lo que permitió desarrollar un turismo eminentemente comercial de fin de semana, y eso catapultó a la ciudad.

Sayago recuerda que cuando era estudiante de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, en la capital del país, un profesor le decía que Cúcuta era equitativamente tan grande como Bogotá, en términos de relación de almacenes y otros establecimientos de comercio por número de habitantes.

Eso para connotar y enmarcar la importancia y el crecimiento tan grande de la actividad comercial en la región, aunque en su criterio ha sido importante igualmente la región minera con su desarrollo, petrolero, carbonífero, de la arcilla, la industria del calzado y un proceso nuevo de industrialización y desarrollo que está saliendo muy bien, que es el diseño de modas.

“Somos al fin y al cabo los mismos”

Luis Hernández, cronista de San Cristóbal, nos dice que el devenir comercial y la integración fronteriza “va más allá del aspecto mercantil, que engloba lo afectivo, lo cultural, la forma de ser nosotros, que somos al fin y al cabo los mismos”.

San Cristóbal, capital de Táchira es hija de Pamplona, toda vez que San Cristóbal fue fundada en 1561 como una villeta de paso por el capitán Juan Maldonado Ordoñez, por una orden del cabildo de Pamplona dada en 1560, siendo sitio de paso entre Pamplona y Mérida, lo que está establecido en la documentación y la historia, según el cronista.

Agrega que esos pueblos, lo que es Pamplona, lo que llegó a ser San Cristóbal, Mérida y Maracaibo con la salida hacia el Caribe, siempre estuvieron unidos en el vínculo comercial, lo que viene del Siglo XVI y se ha acentuado a lo largo de tantos años.

“Nos ha dividido desde el comienzo de la fundación de esta villeta, el río Táchira, pero eso tuvo mayor fuerza en el Siglo XIX, cuando ya Cúcuta tenía más o menos un siglo de estar caminando y cuando San Cristóbal ya había recibido dos veces la visita de Simón Bolívar: Primero el brigadier en 1813 y luego el Libertador, en 1820”.

En los Papeles del Concejo Municipal de San Cristóbal, está consignado que siempre se buscó a Cúcuta como sitio de alivio profesional para los enfermos. Siempre Cúcuta tuvo en esa época, mejores médicos que San Cristóbal y aparecen los anuncios de partes militares de oficiales que iban a tratarse con médicos en Cúcuta.

En ese orden se estableció esa relación comercial, esa relación mercantil, la Feria de San Sebastián de 1835, que es la fecha más tardía que tienen los documentos, demuestra que eso viene de una usanza colombiana, de los viajeros de Cundinamarca, Boyacá, Santander, de donde llegaba esa gente en caravanas con sus animales a estas Fiestas de Enero, como se llamaban, a hacer sus transacciones comerciales y esto llegó hasta los años 70 del Siglo XX.

“Los viajeros traían el batán y esos productos exquisitos como la ‘carne paipana’, el ‘queso reinoso’, los bocadillos de Vélez, llegaban con sus animales y se llevaban el buen café, el buen cacao que compraban hasta en Tovar y regresaban a Colombia con esas mercancías”.

El cronista refiere que figuran personajes del Siglo XIX que eran comerciantes granadinos -no se les decía colombianos aún para 1852- que se establecieron en San Cristóbal como Francisco Mejías, Toribio Pompeyo, Nepomuceno Botello, Marcelino Arias y “no sabemos quiénes fueron, pero aparecen registrados en los documentos”.

Luego vendrían los procesos después de la segunda mitad del Siglo XIX cuando se acentúa ese intercambio comercial de las grandes caravanas procedentes de Boyacá y los Santanderes, que se aposentaban en Táchira para participar de la Ferias de San Sebastián en enero, las Fiestas de Santa Rosalía de Palermo en Lobatera, entre el 4 y 9 de agosto, y seguidamente las Ferias y Fiestas de Nuestra Señora de la Consolación de Táriba, que se prolongaban hasta el 23 de agosto.

Todo un devenir comercial era lo que se desarrollaba allí, y eso se unió con familias y son innumerables las actas de bautismo de personajes nacidos en San Cristóbal hijos de granadinos, lo que está registrado en la historia. Los tachirenses no pueden echar dos o tres generaciones atrás, porque siempre van a conseguir un colombiano en la línea de sangre, según Hernández.

El cronista de San Cristóbal reitera que “para los tachirenses Colombia es una tierra hermana, somos los mismos en Norte de Santander y en Táchira, se han presentado disgregaciones manipuladas desde Bogotá y desde Caracas, y eso ha sido por siglos, pero aquí se han mantenido temas como las alcabalas, el contrabando, la alcabala de Peracal, la Aduana de San Antonio, esos elementos que fueron creados en la frontera, pero siempre hemos conseguido la manera de encontrarnos y de acercarnos y de ser los mismos”.




Recopilado por: Gastón Bermúdez V.

sábado, 20 de julio de 2024

2460.- LA CUCUTEÑA SARAY, ARTISTA REVELACION

Celmira Figueroa (La Opinión)


La joven cucuteña Saray Moros abrazó con mucha fuerza el galardón que le entregaron en la ceremonia Vive Nuestra Música 2023 en la categoría ‘Artista revelación’ reivindicando un sueño que ha perseguido desde que tenía ocho años.

Había tenido altibajos para mantenerse activa en esta carrera que la llena a plenitud. Recuerda que su potencial lo descubrió un profesor de música cuando pasó por su salón de clase del colegio María Reina y le advirtió de la calidad de su voz.

“Desde ahí empecé a ir a su academia donde aprendí, además, a tocar la guitarra”. También recibió clases de técnica vocal con el profesor Antonio Jamz.

Sin embargo, le dio prioridad a sus estudios de bachiller en el Instituto Salesiano San Juan Bosco sin dejar a un lado la música.


Participaba en los concursos de canto de los distintos colegios de Cúcuta y en el 2016 “tuve la oportunidad de ir a La Voz Teens Colombia” y en las audiciones a ciegas recibió el sí de Andrés Cepeda, Goyo y Gusi después de interpretar ‘Diamonds’ de Rihanna.

Pero fue en ese reality de Caracol donde “recibí mucho cyberbullying a tal punto que sentía que no servía para esto”. Y resolvió alejarse por un tiempo de la música.

En la universidad de La Sabana de Bogotá se dio cuenta “que extrañaba mucho cantar. Así que poco a poco fui dejándome reconquistar por la música otra vez, hasta que el año pasado, con el apoyo de mi familia, especialmente mi papá, decidí empezar mi proyecto musical”.


A Saray la cautiva mucho el género pop urbano, “las baladas románticas me encantan y también me gusta mucho cantar rancheras ya que así fue como empecé en la música”.

Este año se presentó en el American Fest, “y espero que en lo que queda del año me inviten a cantar en muchos eventos más”. Busca inspirarse en muchos artistas de la talla de Taylor Swift, Rosalía, Karol G, Dua Lipa, Natalia Lafourcade y “de toda la vida he admirado muchísimo a Rocío Dúrcal, Selena Quintanilla y Shakira”.

Le encantaría cantar con Karol G, María Becerra y Shakira porque “soñar no cuesta nada”.


Atesora el galardón de los Premios Vive Nuestra Música porque “ser Artista Revelación significa representar y apoyar a todos esos artistas que están empezando y que tienen mil sueños aún por cumplir. Para mí, significa una motivación extra para seguir creciendo en mi carrera y no darme por vencida hasta lograr ser una artista nacional e internacional”.

Ahora, con más madurez toca el ukelele, la guitarra y el piano. Y desde el 2021 empezó a componer. “Es algo catártico para expresar mis sentimientos a través de canciones con base en situaciones que me suceden de la vida”.

Actualmente su proyecto musical es en solitario. Y se encuentra promocionando ‘Patán’, ‘Mentiras’ y ‘Cúrame’ en las plataformas digitales, donde todos los días conquista seguidores con su voz, esa que quisieron apagar cuando solo era una adolescente.




Recopilado por: Gastón Bermúdez V.

jueves, 18 de julio de 2024

2459.- BANDA DEL MARIA AUXILIADORA TRIUNFO A NIVEL NACIONAL

La Opinión


Un grupo de 53 estudiantes de la Escuela Normal Superior María Auxiliadora de Cúcuta; junto a su director de banda, Hernando Mendoza, y algunos representantes, emprendieron un largo viaje a la Fiesta Nacional de la Agricultura en Palmira (Valle del Cauca) 2023, a más de veinte horas de Norte de Santander, con un solo objetivo: representar las bandas marciales de Norte de Santander de manera ejemplar y lo lograron.

Las estudiantes, además de representar el departamento, fueron merecedoras de premios por su rendimiento, disciplina, uniformes y coreografía, entre otros aspectos. Su participación dejó maravillados a los jueces del evento, en el que participaron más de 19 bandas del Valle del Cauca, haciéndolas ganadoras del premio a la mejor banda de toda la Fiesta.

La agrupación cucuteña compitió en la modalidad banda marcial clásica en donde consiguieron premios por su desempeño como: la mejor coreografía, grupo de platillos, uniformes, percusión y director de banda. Además de obtener el reconocimiento de los jurados, les obsequiaron algunos instrumentos musicales que ayudarán a que la banda se siga fortaleciendo a nivel nacional.

Habla el director de la banda

Hernando Mendoza, director de esta banda, explicó que recibieron la invitación por parte de la alcaldía de Palmira (Valle del Cauca) para competir y mostrar sus habilidades en el festival nacional. Dijo que aceptaron la invitación y emprendieron un largo viaje de más de 27 horas hacia el Valle.

Indicó que el viaje fue largo y difícil, pero valió la pena, ya que las integrantes de la banda se comportaron muy bien tanto en el viaje como en la competición. Comentó también que la competencia tuvo más de 20 bandas de Palmira, Caloto, Buga y Cerrito (Valle del Cauca) y obtuvieron los reconocimientos de mejor disciplina, banda y coreografía, entre otros premios que lo hacen sentir orgulloso del trabajo que realizan semana a semana en búsqueda de mejorar.

“Nosotros, debido a la estricta exigencia académica del colegio ensayamos los jueves de 4:00 a 6:00 de la tarde, pero contamos con la suerte de que las jóvenes son muy disciplinadas e inteligentes. Tenemos dos horas de trabajo realmente extraordinarias porque aprovechamos cada segundo de ese tiempo para mejorar nuestras habilidades como banda”, dijo Mendoza.


El director contó que para entrar a la banda del colegio se debe tener disciplina y mostrar amor por la banda marcial, pues no se aceptan integrantes que no tengan la disciplina necesaria. Destacó que las alumnas aman lo que hacen y se sienten como una familia tanto en las presentaciones como fuera de ellas.

Representar a Norte con orgullo

Mendoza declaró que desde un principio iban con la mentalidad de representar a Norte de Santander con orgullo y lo lograron hacer. También instó a las demás bandas del departamento a animarse a participar en estos eventos nacionales por la buena experiencia para los jóvenes.

“También quiero resaltar el apoyo fundamental que recibimos por parte de las directivas del colegio en cabeza de la rectora, Sorsol Maldonado, y la hermana Marlén que han sido incondicionales con la banda marcial”, comentó el educador.




Recopilado por: Gastón Bermúdez V.

martes, 16 de julio de 2024

2458.- LA ARAÑA DE ORO, UN ICONO CUCUTEÑO

Gerardo Raynaud (La Opinión)


La tradicional pastelería cucuteña La Araña de Oro, que por estos días cumple sus 71 años, fue fundada en 1952 por un ciudadano español oriundo de la ciudad de León en la provincia de Castilla y León.

Terminaba pocos años antes la Segunda Guerra Mundial y anteriormente, la Guerra Civil Española, lo que para los pobladores de la Madre Patria se había constituido en un problemático caos para su supervivencia, toda vez que el trabajo y los empleos escaseaban y los demás problemas económicos no permitían que su población lograra la tan ansiada independencia económica, algo natural después de un conflicto como el que había terminado en el Viejo Continente.

El referido protagonista de esta historia se llama Alejandro García. Desde muy joven se vinculó como aprendiz de pastelero-confitero en la muy reconocida confetería de la familia Pérez, llamada La Coyantina en su ciudad natal.

En esa época, principios de los cincuenta, la migración española se hizo evidente y muchos de los compatriotas viajaban en busca de nuevos horizontes a la promisoria América. Alejandro, ya con su experiencia y conocimiento en el ramo dulce de la repostería, en 1951 se dirigió a Brasil, donde no pudo desempeñarse en su oficio y para subsistir se dedicó a la cría de cerdos, otra de las ocupaciones muy ibéricas, pero al parecer y luego de corto tiempo, una serie de inconvenientes y problemas con sus vecinos hizo que terminara el negocio y se mudara a Venezuela, por aquella época muy atractiva para los inmigrantes europeos, particularmente los ibéricos, portugueses y españoles, principales extranjeros en ese entonces.

La ruta terrestre habitual, para quienes venían del sur del continente y se dirigían a Venezuela, Cúcuta era indudablemente el paso obligado y aquí llegó Alejandro, a comienzos de 1952, sin muchos pertrechos y poco dinero, pero luego del recibimiento que le prodigó uno de sus compatriotas, propietario del hotel Vasconia, y de sus otros paisanos, quienes lo presentaron al italiano Mario Santaniello, que a la sazón tenía un restaurante en la esquina de la calle novena con avenida quinta, terminó por contratarlo para trabajar en la cocina y adicionalmente, le permitió alojarse en una habitación de la casa contigua al negocio, que es precisamente la casa donde iniciaría su propia pastelería.

Con el pasar del tiempo y a medida que aumentaba la confianza con su patrón, Alejandro le solicitó el permiso de colocar una vitrina para exhibir y vender sus postres al comenzar la noche y una vez terminaba su jornada de trabajo.

Para esa época comenzó la construcción del Teatro Zulima y ya terminado a finales de 1954, los productos dulces de Alejandro se fueron haciendo famosos, especialmente por la divulgación que de ellos hacían sus principales clientes, los asistentes a las sesiones nocturnas del teatro insignia de la Lotería de Cúcuta, uno de los mejores y más modernos del país.

Así comenzaron a conocerse sus productos de pastelería, únicos en la ciudad y el auge y aceptación fueron tan manifiestos que Alejandro terminó por comprar la casa donde se alojaba, entonces de propiedad del médico Jesús Mendoza Contreras.

Me dicen sus actuales dueños, que el nombre de La Araña de Oro proviene de una vieja aspiración, o más bien de un sueño que Alejandro tenía, de trabajar en una pastelería, en Francia, que tenía ese nombre (pâtisserie l’Araignée Dorée) pero que, por fortuna, el destino le permitió tener su propia pastelería.

Con el pasar del tiempo y el progreso visible del negocio y un patrimonio que le permitía regresar a su tierra, Alejandro decide contactar un antiguo compañero para que continúe con la administración y de paso, expandirse abriendo una sucursal, lo que sucedió cuando hicieron lo propio en la avenida quinta, frente al entonces Banco de la República. El socio era Melquiades Martínez con quien había trabajado en La Coyantina. Luego de un tiempo, y antes de partir de regreso a su patria, Alejandro decidió vender ambos negocios a personas diferentes y dejando a Melquiades en la administración de la sede principal de la calle novena.

Con la apertura de la sucursal de la avenida quinta se abre otra imagen del negocio. Recordemos que, a principios del siglo pasado, en los puntos neurálgicos de la ciudad aparecieron los entonces tradicionales cafés, como el Rialto, Roma, El Comercio y luego el Cordobés y el Salón Astoria, entre otros. La costumbre era que estos cafés, eran en realidad tertuliaderos, donde los clientes se sentaban –durante horas- a beber la tradicional bebida, sin nada más de consumo.

Cuando abrió La Araña de Oro, un toque adicional se agregó, puesto que además de los servicios de café y té, se ofrecía una variada gama de repostería de la que sus propietarios españoles eran expertos. Nada que ver con la conocida expresión que se hizo popular entonces del Club del vaso de agua, con que se habían bautizado los establecimientos donde esta situación se había hecho habitual, y que a la larga les dio la partida de defunción.

Luego de la primera venta de esta sucursal que hiciera Alejandro García, fueron varios los dueños que no tuvieron nexos entre ellos a excepción que todos eran españoles, hasta que finalmente apareció Joaquín Colomer que, según las crónicas de la época, le puso un tinte de su personalidad.

Era un hombre sobrio, bonachón, tolerante, silencioso, nunca se le vio con mala cara, ni lo vieron regañar a sus empleados y, por lo tanto, el mismo trato les daba a sus eternos visitantes que siguieron con la tónica de venir a tomarse un café negro durante horas, hasta el cierre del negocio (para información de mis lectores, la hora de clausura, de casi todos los negocios de entonces, era la siete de la noche).

Sin embargo, a don Joaquín se le ocurrió que el nombre de La Araña de Oro, era también de su propiedad sin considerar que los verdaderos dueños seguían con el dominio y la posesión de la marca, toda vez que mantenían la actividad vigente en su dirección original. Llevado a litigio, don Joaquín tuvo que ceder en su intento, lo que finalmente hizo que el negocio cerrara sus puertas.

La original pastelería de la calle novena continuó su actividad luego que Melquiades le vendiera a su hermano Genaro Martínez y años más tarde, éste le cediera a su pariente Adelino Bouzas Martínez, el negocio del que sigue siendo su propietario todo un logro que pocos negocios logran hoy en día. En la actualidad, la pastelería es administrada por la cuarta generación empresarial y familiar en cabeza de Laura Bouzas, hija de Adelino.




Recopilado por: Gastón Bermúdez V.

domingo, 14 de julio de 2024

2457.- RECUERDOS EN GOTAS DE CUCUTA

Gastón Bermúdez Vargas


El doctor Carlos Vera Cristo envió el siguiente recuerdo de nuestra Cúcuta:

‘’Con mucho gusto intentaré ayudar a resolver algunas de las inquietudes que le respondes a Oscar Peña luego de que leyó el magnífico y documentado artículo del arquitecto Luis Armando Albarracín, cuya labor admiro, sobre la Villa Andressen, de que tanto hemos hablado.

Villa Andresen, esquina avenida 5 con calle 15.

Este es un pequeño comentario que ya envié: ‘Me revive un pedacito de todo lo que significó nacer en Cúcuta. Visité esa casa hacia mis 8 años para compartir con los hijos de Don Felice Torre. Pasé frente a esa casa camino del colegio 4 veces al día 6 días a la semana, sin interrupción, entre 1949 y 1956. Volví muchas veces para visitar al Cónsul Cárdenas y hacer diligencias para ir a Venezuela entre los 60’s y 70’s del siglo pasado. Y luego, por los 80’s y 90’s la visité para saludar a mis condiscípulas y colegas Colombia y Ofelia y la querida amiga Finlandia Méndez-God Contreras. Ojalá tuviera plata para comprarla. Pero por su historia y aspecto, sería una gran lástima que no la compre el gobierno o mejor aún una entidad que preserve el patrimonio cucuteño. Secundo la campaña de Gastón mil por ciento.

1.- Ahora, me complace contarte que tengo más nexos aún con la familia de Armando Cogollo, a quien te refieres, con la Villa Andressen, debido a que ellos fueron nuestros vecinos y queridísimos amigos los primeros 17 años de mi vida. En cuanto a amigos siguen estando entre los queridísimos’.

La casa de la Avenida 4ta. Calle 16, al frente de la quinta Teresa, es la verdadera Quinta Cogollo. Allí vivió Don Arturo con sus hijos y su esposa varios años, por los años 30’s y 40’s del siglo XX. Luego, cuando ya su hijo Armando era padre de familia y se había pasado a nuestra vecindad y sus otros hijos también estaban empezando a formar sus hogares, Don Arturo y su esposa Rebeca se pasaron a la que algunos llamaron y hoy llaman la Quinta Cogollo, en la avenida quinta, calle 16, al frente de la bomba mencionada en los escritos. Por esos años los conocí yo. Para calibrar a la increíble Doña Rebeca, baste decirte que, teniendo más de sesenta años, decidió que deseaba aprender a manejar. En esa época no muchas cucuteñas manejaban y ciertamente ninguna de cierta edad. Ante el escándalo de todos sus amigos que temían por su seguridad, aprendió y se convirtió por años en uno de los mejores choferes de Cúcuta. Don Arturo murió en esta segunda quinta Cogollo en la avenida 5ta, Calle 16, de avanzada edad.

El hijo mayor de Don Arturo, Armando, nuestro vecino, se casó con Ana Josefa Girón Durán, encantadora y bella dama, prima del presidente Virgilio Barco. Tenían 19 y 16 años cuando se casaron a escondidas. Sus hijos, nuestros queridos amigos, fueron en orden de edad, Rebeca, sobre cuyo trágico accidente escribieron hace poco. Armando, que vive en Bogotá. Beatriz, que vive en Costa Rica e Ivonne que vive en Bogotá. Armando padre no vivió en la Quinta Cogollo después de la muerte de sus padres Arturo y Rebeca. Construyó, en la Urbanización La Floresta, que eran terrenos en Sociedad suya con José Abrahim (que como dices construyó la Villa Yesmin donde está La Opinión) hermano de Asiz y con el Ingeniero Hugo Wittenzellner. Hugo es el padre de Eugenio, mi cuñado y a esa urbanización se trasladaron también mis padres. Carlos Vera Villamizar y Magibe Cristo Abrahim. Tanto Armando padre como mis padres, vivieron en esa urbanización hasta su muerte. La esposa de Armando, Doña Ana Josefa, se trasladó a Bogotá, hacia 1961 con sus hijos, en donde trabajó muchos años en el ministerio de guerra. Volvió al jubilarse a Cúcuta, ya todos sus hijos casados y vivía por el Centro y siguió siendo entrañable amiga de mis padres, cuyos últimos años alegró con sus frecuentes visitas. Finalmente se trasladó a Bogotá y terminó sus días, muy cerca de los 100 años, hace unos tres años, mimada por sus hijos y finalmente trasladada a una excelente casa de ancianos.

El hijo menor de Don Arturo, Arturito, padre del conocido Arquitecto Restaurador de hoy Arturo Cogollo, se casó con Doña Gladys Díaz, hermana del conocido médico Mario Díaz Rueda y vivieron, años después, también cerca de la casa de mis padres, en el barrio El Páramo. Don Arturo y Doña Rebeca tuvieron, además de Armando y Arturo, una hija, Myriam, que, si bien estuvo bastante vinculada a Cúcuta, pasó la mayor parte de su vida adulta en Bogotá.


El Arq. Arturo Cogollo Díaz hizo el siguiente comentario:

‘Interesante las aclaraciones que hicieron sobre la Quinta Cogollo y la otra casa donde Arturo y Rebeca vivieron después. A propósito, observé que había un poco de confusión con los nombres de las casas:

Quinta Cogollo, esquina avenida 4 con calle 16.

La primera de la que hablan, si es la “Quinta Cogollo”: Esta la compró don Arturo a don Werner Steinvorth, en noviembre de 1915; según escritura de compraventa que reposa en los archivos de la Academia de Historia del N. de S., por un valor de 5.000 pesos. Don Arturo era todavía soltero y vivió allá inicialmente con su hermana Blanca Cogollo, que quedó viuda joven, de don Mateo Jácome. Luego, hacia 1919, se casó don Arturo con doña Rebeca y siguieron allí hasta que mueven su residencia por unos años a Pamplona. En la época era común que señoras y niños de Cúcuta por motivo de embarazo o de salud, trasladaran su residencia a Pamplona, para temperar, evitando los rigores de las altas temperaturas de Cúcuta.

La 2da casa que mencionan (sobre la avenida 5ª, frente a la estación de gasolina de la esquina, de Don Emiliano Rodríguez’), se llamaba “Villa Rebeca”. Allí vivieron al regresar de Pamplona, hasta que murió Don Arturo y unos años más, hasta que Doña Rebeca se mudó a otra casita cerca de ahí, y luego a uno de los apartamentos del edificio Rosetal de Cúcuta. Extraordinario complejo arquitectónico, -muy avanzado para la época de los 60’s, años en que la Beneficencia del N. de S. lo construyó- con grandes y modernos locales comerciales, cinema y apartamentos. Los apartamentos eran amplios, duplex (de 2 pisos), con mezzanine; cada uno con terraza-jardín abierta, y totalmente climatizados con aire acondicionado que funcionaba las 24 horas. Calidad de vida y comfort que en la vivienda de hoy en Cúcuta ya no es asequible; en parte por las elevadas tarifas que años después aplicaron localmente al servicio de energía.

Después de lo anterior, doña Rebeca trasladó su residencia comprando una casa moderna de un piso diseñada por el arquitecto Shauki Brahim en el Barrio Blanco, frente al colegio Cardenal Sancha. Esta casa fue donde ella vivió el resto de sus años.


Continúa el doctor Vera:

2.- De la casa del Club del Comercio seguramente muchos se acuerdan. Como enseña la magnífica Crónica de Cúcuta 214, este club tuvo varias sedes muy buenas, que acogieron presidentes y otros grandes en los primeros de los más de 100 años que tiene.

Club Comercio, calle 11 avenida 4.

Pero desde los años treinta hasta principios de los sesenta estuvo en la que algunos recordamos, calle 11, esquina avenida 4, en donde también recibió muchos presidentes de Colombia y Venezuela. Con el paso del tiempo, cada vez vinieron menos, porque cada vez esta frontera fue perdiendo más importancia. Era del estilo republicano muy moderno, como muchas en sus cercanías, de un piso y con amplios salones. Primaban los colores blancos adentro y afuera. En nuestra niñez solamente íbamos con nuestros padres los 24 de Diciembre, desde finales de la tarde porque hacían una buenísima fiesta llena de postres, regalos y distracciones para niños y nos dejaban trasnochar hasta las 11 de la noche. En la adolescencia nunca volví excepto el 24 de Diciembre 1954 para acompañar a mis hermanos menores Leo y Bolivia. Luego, en 1956 me fui para Medellín y cuando venía a vacaciones de la universidad menos, porque la Billos y Manuel Alvarado venían era al Club Tennis y al Cazadores.’’

3.- Sobre la casa del fantasma nunca supe nada y me ha dado mucha risa conocer su historia por los audios de Beto Rodríguez. Menos mal que Beto es muy joven y para ese entonces seguramente yo ya estaba en Medellín. De lo contrario no habría vuelto a circular por la avenida quinta entre calles 15 y 18.

Casa del fantasma, esquina avenida 5 con calle 17.


Lo que menciona Beto Rodríguez sobre esta casa es lo siguiente:

‘La casa de los fantasmas está ubicada en la avenida 5 calle 17, actualmente pertenece a Juan Manuel Durán Rodríguez, primo del poeta Jorge Gaitán Durán, parece que esa casa perteneció al doctor Miguel Durán Durán y por cuestiones de herencia y de sucesión duró un tiempo cerrada, y el pueblo inventa cosas, por ejemplo, decían que, allí salía o escuchaban una mula, y otros decían, -mentirosos, mentirosos, no es una mula, es un ‘mulo’, mentirosos-, el pueblo se presta para todo, y personalmente hice una cantidad de historias sobre eso… Me imaginé ‘La hermandad del hueso sacro’, que, esa era la sede de la hermandad del hueso sacro y se reunían el 24 de junio en la época solsticiana, venían de todo el mundo invisibles, pero bien vestidos a sacrificar cabritos negros, y cantidad de cosas, como de caminar de para atrás desnudos y escupir el techo. El pueblo cree en todas esas ‘tochadas’. Yo soy feliz inventándoles fantasmas, porque el pueblo goza cuando lo asustan, por eso va a cine de media noche y eso que las películas valían el doble. También hablé que ahí había una fábrica de abortos. En esa casa vivió el político Hernando Ross Pérez. Es más, como por esa zona vivieron gringos de la Colombian Petroleum Company, como eran impíos evangélicos se bañaban desnudos y eso ofendía a Dios, y hacían el amor desnudos, eso ofende el doble a Dios, por lo cual esa gente tan pronto murió, vinieron a espantar a ese lugar. Ahí hace poco funcionó un restaurante, pero como es una construcción vieja con piezas altas y mal aprovechado el espacio, pues no es rentable. He inventado de todo, como que aparecía por cierta época el espíritu de un coronel, llamado Protacio Conde, el papá del escritor Conde, quien se ponía espuelas, porque era de la caballería, y cuando subía al segundo piso traqueaban esas tablas porque bailaba joropo o se montaba allí a caballo a bailar joropo con el caballo. Yo me paraba ahí, y observaba la gente que pasaba y miraban la casa, señalaban y comentaban sobre los espantos. La casa es hermosa, es bellísima, es más, tiene un sótano que desagua cuando llueve, en una toma que pasa por debajo de La Opinión, por ahí pasaba la toma'.


viernes, 12 de julio de 2024

2456.- MARIA CAMILA EN EL ROLAND GARROS, 2024

Gustavo Contreras Sabogal (La Opinión)


En su estreno, la cucuteña eliminó a la ucraniana Anhelina Kalinina. Avanzó a la segunda ronda.

Salvado tres puntos para partido, la tenista cucuteña Camila Osorio (77) certificó, el lunes 27 de mayo, su pase a la segunda ronda de Roland Garros tras el dejar en el camino a la ucraniana Anhelina Kalinina (48), quien se retiró.

La europea, cuando se disputaba el tercer set, pidió asistencia médica y al verse incapaz de continuar por sus dolencias físicas, optó por retirarse con el marcador estaba 4-1 a favor de Osorio.

El primer set fue para Kalinina con un contundente 6-3. En la segunda manga, con todo a su favor, la ucraniana no pudo cerrar su victoria desaprovechando tres match points y fue igualada en el tie break 7-5 (2).

“Ganar es divertido, pero salvar tres match points y avanzar en Grand Slam es aún más divertido”, sostuvo Camila en su cuenta de Instagram tras la victoria 3-6, 7-6 (7/2) y 4-1 y abandono de Kalinina.

En segunda ronda en un enfrentamiento disputado y lleno de emoción, la tenista colombiana María Camila Osorio cayó frente a la tunecina Ons Jabeur, quien actualmente ocupa el noveno puesto en el ranking mundial por la segunda ronda del Roland Garros. El partido, que se desarrolló con intensidad desde el primer set, culminó con un marcador de 3-6, 6-1, 3-6 a favor de Jabeur.

Osorio mostró una notable resistencia y habilidad en el segundo set, logrando imponerse con un contundente 6-1. Sin embargo, la experiencia y el talento de Jabeur prevalecieron en los otros dos sets, llevándose la victoria final.

Este encuentro representa un importante desafío en la carrera de Osorio, quien continúa demostrando su potencial en el circuito profesional. A pesar de la derrota, su desempeño en el segundo set y su capacidad para competir al más alto nivel, confirman el buen nivel de la cucuteña en la actualidad.

Esta era la tercera vez que Osorio y Jabuer se enfrentaban oficialmente. En la primera ocasión, en la segunda del US Open-2021, la jugadora del continente africano ganó 6-0 y 6-1; luego, también en ese certamen en 2023, en la ronda inicial, Ons sudó para sacar adelante el partido frente a la sudamericana, a la que venció 7-5 y 7-6(4).

Dobles femeninos

La aventura de la tenista colombiana María Camila Osorio en Roland Garros no ha terminado. la cucuteña sonrió en el certamen que se celebra en París tras clasificar a segunda ronda en la modalidad de dobles.

Tras un buen entendimiento con la rusa Elina Avanesyan triunfaron en su debut con parciales 6-3 y 6-0 ante la dupla local integrada por Estelle Cascino y Carole Monnet. Es la segunda vez que la represente sudamericana accede a la segunda fase de esta competición en dicha especialidad. La anterior ocasión fue en 2022, cuando haciendo equipo con la rumana Irina Begu dejaron en el camino a la japonesa Shuko Aoyama y a Hao-ching Chan, de China Tapéi.

María Camila Osorio y Eline Avanesyan cayeron en la segunda ronda del cuadro de dobles de Roland Garros. La colombiana se despidió del segundo grand slam del año en un partido que se definió en tres sets.

Sucedió la segunda salida de María Camila Osorio y la rusa Eline Avanesyan en el cuadro de dobles de Rolando Garros. La dupla se enfrentó a Ena Shibahara (Japón) y a Wang Xinyu (China), décimas favoritas al título.

El buen paso de la colombiana y la rusa arrancó con un quiebre en el segundo game, pero pronto las asiáticas respondieron para poner el 2-2, pero Avanesyan y Osorio volvieron a atacar, quebraron y pusieron el 4x2, abriendo una tanda de quiebres mutuos, que terminaron con la victoria 6-3 para la americana y la europea.

El segundo episodio arrancó con un quiebre por bando. Después de algunos games sin diferencias, volvieron los quiebres a ambos lados de la red, que dejaron el duelo 4-4 y luego, con sendos quiebres más, se determinó el 6-6, por lo que se jugó el tie break, en el Xinyu y Shibahara se impusieron con un 7-6 (4), igualando el partido.

Durante el tercer parcial los primeros 6 games se saldaron sin sobresaltos, hasta que la china y la japonesa quebraron para irse arriba 4-3, aunque pronto Osorio y Avanesyan igualaron de nuevo. Cuando parecía que habría un nuevo desempate, Xinyu y Shibahara volvieron a quebrar y con lo justo se llevaron la victoria 7-5.

Después de 2 horas y 30 minutos de acción, María Camila Osorio y Eline Avanesyan perdieron con marcadores 6-3 / 6-7 (4) / 5-7, señalando la eliminación definitiva de la colombiana en el torneo francés.

 

 

 

Recopilado por: Gastón Bermúdez V.

miércoles, 10 de julio de 2024

2455.- EL ESCANDALO DE RAMIRO SUAREZ EN EL MEOZ

La Opinión


El Reporte Coronell informó:

El 20 de julio 2023, hace un mes y tres días, un juzgado de ejecución de penas y medidas de seguridad le revocó al homicida Ramiro Suárez Corzo el beneficio de casa por cárcel de la que había gozado tres años.

El despacho judicial ordenó enviarlo a una cárcel por una serie de abusos cometidos durante la reclusión domiciliaria:

-Del 4 al 8 de octubre del año 2022, Suárez Corzo salió de su casa sin ningún permiso y no contestó llamadas. Se fue muy tranquilo y sin explicaciones.

-El 11 de agosto del 2022 también se había perdido. Se quedó sin batería el grillete electrónico que tiene la obligación de mantener cargado.

-En un traslado autorizado de Bogotá a Cúcuta se tomó cinco días. La defensa dice que la demora se explica porque viajó por tierra. El juzgado rechazó la explicación en estos términos “A menos de que hayan ocurrido eventos de fuerza mayor o caso fortuito durante el traslado por carretera, no hay forma de que un viaje de esa distancia tarde cinco días a un ritmo normal”.

-En junio de 2022, el condenado reportó que se había dañado el grillete electrónico porque se cayó de la cama. Sin embargo, los técnicos conceptuaron: “Se evidencia que hubo una transgresión por parte de un tercero”. Es decir, alguien le ayudó a dañar el brazalete para que no supieran donde estaba.

-El 25 de marzo también se había ido de la casa a las 7:00 de la noche y solamente volvió en la madrugada del 26. La explicación de Ramiro Suárez Corzo fue que estaba “bastante afectado anímicamente, sicológicamente, no conciliaba mi descanso, ni mi sueño”. No había excusa médica, ni nada.

Cuando después de todos estos antecedentes un juez le quitó la casa por cárcel y ordenó su traslado a una prisión vigilada, Ramiro Suárez Corzo se declaró enfermo.

El condenado exalcalde Ramiro Suárez Corzo sigue dando de qué hablar y todo por las presuntas acusaciones que se le endilgan por estar coordinando dos campañas políticas desde una suite del piso 11 del Hospital Universitario Erasmo Meoz (HUEM), a donde fue llevado hace más de un mes por afecciones de salud.

Una fuente del citado centro asistencial le dijo a La Opinión que, si bien Suárez tiene como enfermedad de base la diabetes, las incapacidades que se estarían expidiendo para mantenerlo recluido en dicha suite no tendrían sustento real.

Es más, la fuente le aseguró a La Opinión que el hospital procedió a retirar a un médico que se negó a firmar una incapacidad para Suárez “por no existir motivo científico”.

Días antes de este hecho, el Inpec también procedió a retirarle a Suárez de la suite 11 a la enfermera privada que contrató para que lo asistiera durante su hospitalización. “El tratamiento que debe recibir será el mismo que se da a los presos regulares”, habría dicho el citado instituto al momento de ordenar el retiro de la asistente del condenado exalcalde.

Pero el retiro de la enfermera fue posteriormente reemplazado por una enfermera del hospital que habría delegado el gerente del centro asistencial Tonino Botta, cuyo jefe político es precisamente Suárez.

“La misma fuente confirmó las denuncias hechas en la sección ‘El Reporte Coronell’ que tiene el periodista Daniel Coronell en la W Radio, en la que se afirmó que el condenado exalcalde Ramiro Suárez, desde la suite 11 del hospital Universitario Erasmo Meoz coordinaba las campañas 2023 a la gobernación de William Villamizar, y a la alcaldía de Cúcuta, Leonardo Jácome.


“Es cierto, pese a que existe restricción para el ingreso a la suite de Suárez, allá se cumple una romería de líderes, candidatos al concejo, asamblea y alcaldía en busca de orientaciones y apoyos para sus campañas”, dijo la fuente. Añadió que a esa suite se ha visto ingresar al candidato a la alcaldía de Cúcuta, Leonardo Jácome.

El pasado 19 de julio 2023, hace un mes y tres días, un juzgado de ejecución de penas y medidas de seguridad le revocó al homicida Ramiro Suárez Corzo, el beneficio de casa por cárcel de la que había gozado tres años.

A partir de esa fecha, Suárez, condenado a 27 años de cárcel por el homicidio de Alfredo Enrique Flórez, enfermó y buscó hospitalizarse justo en el Hospital Universitario Erasmo Meoz, donde precisamente funge como gerente Tonino Botta, cuota política suya y nombrado en esa posición en la actual administración del gobernador Silvano Serrano Guerrero.

Durante la Alcaldía de Suárez Corzo, el ahora gerente del hospital estuvo bajo sus órdenes como cabeza del Instituto Municipal de Salud de Cúcuta, Imsalud.

Suárez completó hasta ayer un mes y tres días hospitalizado en la suite #11, desde donde estaría coordinando las campañas de Jácome y de Villamizar.

El Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec), dijo que reforzará la guardia de la suite hospitalaria para impedir que el condenado exalcalde continúe haciendo política.

Lo que se rumora en los pasillos del Hospital es que Suárez habría conseguido que su subalterno Tonino Motta le ampliara la incapacidad para mantenerse en el confort de la suite del piso 11, al menos mientras se cumplen las elecciones del próximo 29 de octubre, esto debido que la incapacidad del condenado exalcalde estaba por treinta días y el plazo se venció, cuando el Inpec debió trasladarlo a la cárcel.

La Opinión acudió ayer al Hospital Universitario Erasmo Meoz en busca del gerente del centro asistencial, Tonino Botta, pero su jefe de prensa informó que él se iba a pronunciar a través de un comunicado.

La relación de Botta y el homicida exalcalde data desde mucho antes de que este último fuera alcalde de Cúcuta en el periodo 2004-2007.

La Opinión buscó a los candidatos a la gobernación y la alcaldía de Cúcuta, William Villamizar y Leonardo Jácome, respectivamente, para indagarlos por las denuncias que se hicieron sobre que Ramiro Suárez les manejaba sus campañas desde el Hospital Universitario Erasmo Meoz, pero solo el primero respondió que este año no ha ido al Hospital Erasmo Meoz y que su campaña la manejaba él, no Ramiro Suárez.

Habla Tonino Botta


El director del Hospital Universitario Erasmo Meoz, Tonino Botta, en torno a las visitas que recibe en su suite el condenado exalcalde, respondió ayer en un comunicado que corresponde al Juzgado Sexto de Ejecución de Penas y Medidas de Seguridad de Cúcuta, la ejecución y vigilancia de la pena privativa de la libertad impuesta por la justicia penal al señor Ramiro Suárez.

Indicó que las labores de monitoreo, seguimiento, control, custodia y vigilancia Suárez se encuentran asignadas al Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (INPEC) y se encuentra sujeto al reglamento interno de cada establecimiento de reclusión.

En cuanto a los señalamientos que hablan de que el condenado excalcalde tiene convertida la suite del hospital en directorio político, Botta respondió que “la autorización para visitas y acompañamiento del personal privado de la libertad, corresponde al director del Complejo Carcelario y Penitenciario de Media Seguridad de Cúcuta.

Asimismo, desmintió que en el Erasmo Meoz existan habitaciones VIP para la atención de pacientes hospitalizados.

A la pregunta que le hizo este diario sobre el retiro de un médico que se negó a firmar una incapacidad para Suárez Corzo, Botta se limitó a responder que en cuanto a las incapacidades esto hace parte de la historia clínica de los pacientes y legalmente no se puede hablar de lo que conlleva la historia clínica del paciente, donde reposa la información del diagnóstico, tratamientos o incapacidades.

Este diario llamó ayer en reiteradas ocasiones al director de la Cárcel de Cúcuta, Ángel Torrado, para conocer su posición respecto de las denuncias que se hicieron del lugar donde es mantenido bajo atención medica el condenado exalcalde, pero no respondió a las llamadas.


El periplo del condenado exalcalde por la cárcel

El largo camino que Ramiro Suárez Corzo ha tenido que afrontar ante la justicia comenzó en junio del 2004, apenas seis meses después de haberse posesionado como alcalde de los cucuteños con 127.261 votos y una popularidad que aún mantiene.

A las 5:00 de la mañana de ese 24 de junio una comisión de la Fiscalía General de la Nación llegó a la casa del exgobernante para hacer efectiva una orden de detención en su contra.

La razón fue que meses antes, dos presuntos miembros de las AUC que decidieron colaborar con las autoridades, declararon que el asesinato del exasesor jurídico de la Alcaldía Alfredo Enrique Flórez se ejecutó como un favor que los comandantes paramilitares quisieron hacerle a Suárez Corzo. Tiempo después, estas mismas personas se retractaron de sus afirmaciones.

Tras dos meses de permanecer recluido en la cárcel La Picota de Bogotá, Ramiro Suárez Corzo fue trasladado por el Inpec a Cúcuta, acatando un fallo de tutela. El exalcalde fue recluido en la cárcel del Chofer de donde salió libre siete meses después (el 4 de marzo de 2005).

Posteriormente, un fiscal delegado ante el Tribunal Superior de Bogotá revocó la resolución de acusación tras considerar que existieron dudas razonables sobre las presuntas sindicaciones de colaboración con grupos paramilitares, retractación de testigos y falta de elementos nuevos para fundamentar los cargos.

Sin embargo, luego de permanecer dos años en libertad y cuando todo parecía retornar a su normalidad, la sombra de las autodefensas apareció nuevamente en la vida de Ramiro Suárez Corzo y el 7 de septiembre fue vuelto a capturar por orden de la Unidad de Derechos Humanos de la Fiscalía.

El 3 de abril del 2009 recobró su libertad una vez más.

El 12 de agosto de 2011, en plena campaña electoral de autoridades locales y regionales y cuando se alistaba para participar en un acto proselitista en el colegio La Salle, Ramiro Suárez Corzo fue capturado nuevamente por las autoridades, luego de que revocaran la sentencia de primera instancia del Juzgado Octavo Penal Especializado de Bogotá, que el 2 de abril del 2009 lo había absuelto.

El 24 de julio de 2020 abandonó la cárcel La Picota de Bogotá, después de que le otorgara medida de aseguramiento con detención domiciliaria en la capital del país.

Finalmente, el 9 de agosto de 2022, y después de varios intentos fallidos, el exalcalde logró su traslado a Cúcuta para continuar pagando la condena de 27 años de prisión.

La fiesta con 800 invitados (Las Dos Orillas)


El año empezó para el condenado Ramiro Suarez con fiesta. El 22 de enero de 2023 hubo una fastuosa reunión en el exclusivo conjunto Vegas del Río justo en la casa donde pagaba su pena de 27 años el exalcalde de Cúcuta.

Los vecinos, a pesar de la distancia que había entre una casa y otra, veían cómo los vidrios de sus ventanas vibraban por el volumen de la música. Parranda vallenata incluida, mujeres de trajes ceñidos, guayaberas de lino, escoltas y políticos. La celebración tenía motivo: el cumpleaños 63 de Leonardo Jácome, el pupilo de Ramiro Suárez que busca sucederlo en la alcaldía de Cúcuta.

En esa fiesta del 22 de enero hubo tres invitados importantes: el destituido Rector de la Universidad Francisco de Paula Santander, Héctor Parra, quien por casi treinta años dominó a punta de contratos la Institución Educativa más importante del Departamento; Jácome, el agasajado, y el ex gobernador de Norte de Santander, William Villizamizar, quien en su última administración fue destituido por hacer contratos por más de 10 mil millones de pesos de manera ilegal. El festejo dejó cocinadas los dos candidatos a los que apoyaría Suarez en las elecciones de octubre.

La fiesta no paró allí. Dos días después, Ramiro Suárez realizó una reunión en una cancha sintética dentro del Conjunto residencial a donde asistieron 800 personas. El evento estuvo organizado por uno de sus empresarios más fieles, el gerente de Trasan, Andrés Acevedo.

En el evento hubo mariachis y juegos pirotécnicos. Además, allí quedó claro el apoyo del actual gobernador, Silvano Villamizar, ya que varias de sus funcionarias asistieron. Desde entonces, Ramiro Suárez se ha visto campante en la ciudad y la fiesta le duró seis meses más.

Tanto abuso llevó a que, en junio de este año, un Juez decidió revocarle el beneficio de casa por cárcel y mandarlo de nuevo a la cárcel. Las razones fueron múltiples.

La respuesta del Inpec fue trasladarlo de nuevo a la Cárcel Modelo de Cúcuta, pero la defensa de Suárez Corzo adujo problemas de salud y a finales de julio, terminó fue en el piso 11 del Hospital Erasmo Meoz en donde busca alargar la estadía lo que más pueda para maquinar desde allí las candidaturas por las que ha apostado: Leonardo Jácome para la Alcaldía y William Villamizar para la gobernación.




Recopilado por: Gastón Bermúdez V.