sábado, 28 de mayo de 2016

940.- EL CRISTO DE LA PARADA



Juan Diego Gómez


En medio de la crisis fronteriza que afronta el departamento, un artista bogotano decidió crear en el corregimiento La Parada, en Villa del Rosario, una obra de arte que uniera a Colombia y Venezuela para dejar de lado las diferencias sociales y políticas.

Entonces construyó el primer Cristo de Corcovado en Norte de Santander.

Mientras residía en Chinácota, Héctor Gómez observaba las imágenes de miles de deportados que cruzaban el río, algunos eran niños con sus triciclos y mujeres de la tercera edad que cargaban animales domésticos.

Más adelante las noticias mostraron las penurias de cientos de personas hacinadas en coliseos: se avecinaba una de las peores crisis humanitarias en la historia de Cúcuta.

El muralista y escultor recordó sus reconocidas obras que se exhiben en los edificios de la ONU en Bogotá y otras en Medellín. No serviría de nada seguir observando la televisión, por eso empacó maletas y emprendió el viaje a Cúcuta.

En la capital nortesantandereana conoció a unos empresarios interesados en crear una obra única en la frontera, pero que  uniera a ambas naciones.

“Queremos crear un terreno de paz y felicidad y recibir a los venezolanos con los brazos abiertos”, explica el artista.

Tras decidir un presupuesto con los empresarios de entre 5 y 6 millones, Héctor, junto a Gilberto, especialista en metalurgia, iniciaron los cimientos de la escultura inspirada en el Cristo Redentor o de Corcovado, en Río de Janeiro, Brasil.

“Escogimos el Cristo de Corcovado porque representa la redención, la felicidad del hombre después de haber sido perdonado por Dios”.

Bajo un sol picante que generó deshidratación y pústulas en sus cuerpos, Gilberto y Héctor cimentaron la estructura de hierro.

A medida que trabajaban al aire libre, decenas de turistas y curiosos se acercaron a tomarse fotos y elogiar la obra. “Venían de Venezuela, de Estados Unidos y Europa”, asegura el escultor.

Finalmente, culminaron tres meses de trabajo y se levantó el coloso de rostro pálido e indiferente del Cristo Redentor.


Tras retoques de último minuto y refinamiento de capas externas para, como asegura su creador, generar un “estilo clásico” en aquella silueta humana, se resalta desde la distancia sobre el desolado paisaje polvoriento y abandonado aquella imagen de salvación.

Solo falta poner dos banderitas de Colombia y Venezuela en cada mano de la figura humana y un parque a su alrededor.

La obra del Corcovado ha sido replicada en diferentes países. Existen cerca de 32 figuras similares basadas a la de Río de Janeiro, la principal. En Colombia, con esta que acaba de ser terminada, hay 8.

Ahora, Héctor quiere seguir creando en la frontera. Piensa establecer una fundación cultural que permita que los jóvenes de La Parada inviertan su tiempo en aprender arte.

“Nuestros jóvenes se van a billar, a tomar cerveza y contrabandear, queremos que de alguna manera el arte se integre a ellos y se dicten talleres”, explica, invitando a la comunidad y a los organismos privados para que le ayuden a financiar su proyecto.

La historia del Cristo de Corcovado

Es una estatua de 38 metros de alto con la imagen de Jesús de Nazaret que abre los brazos sobre el cerro Corcovado en la ciudad de Río de Janeiro.

La idea de crear esta imagen gigantesca data de finales de siglo XIX. La sugerencia fue llevada por la princesa Isabel de Brasil, quien dio el visto bueno para desarrollar la obra que permitiría crear un punto de reunión en peregrinaciones y festejos religiosos.

Finalmente, la obra comenzó a construirse en 1921 con motivo de la celebración del centenario de la independencia. 

El Cristo invade espacio público

Es una orden: el Cristo Rey de La Parada debe retirarse. El anuncio de Nelson Barbosa, secretario de Gobierno de Villa del Rosario, se dio pocos días antes de la supuesta inauguración sobre la autopista Simón Bolívar.
 



Recopilado por: Gastón Bermúdez V.

No hay comentarios:

Publicar un comentario