domingo, 29 de junio de 2025

2633.- BARRIO 28 DE FEBRERO ENTRE LA OSCURIDAD Y LA CONTAMINACION

Nicolás Mojica (La Opinión)


Los comienzos del barrio 28 de Febrero se remontan a hace 45 años, cuando un par de personas dieron inicio a una masiva extensión urbanística en ese terreno baldío de la Comuna 9.

Según la historia, a la entonces invasión se le bautizó con ese nombre porque en esa parte alta de la ciudad, donde se puede apreciar casi por completo el área metropolitana, se llevó a cabo la ‘Batalla de Cúcuta’, que se dio un 28 de febrero de 1813, dejando victoriosas a las tropas comandadas por Simón Bolívar.

Paulatinamente se empezaron a construir las primeras viviendas con diferentes materiales, y aunque la mayoría de ellas han sido modificadas, algunas se mantienen entres las calles destapadas que rodean al barrio.

Como en toda invasión, acceder a los servicios públicos era una tarea muy complicada, pues según los residentes más antiguos, para conseguir agua les tocaba caminar durante 10 minutos hasta los barrios más cercanos, esperar una larga fila de personas y transportar el preciado líquido en grandes baldes hasta sus casas.

En lo que respecta a la energía eléctrica, durante muchos años la comunidad vivió a oscuras y solamente se alumbraban con velas; por otro lado, al no tener servicio de gas, la comunidad cocinaba con gasolina o leña.


Para 2002, luego de una ardua lucha por más de veinte años, bajo la resolución 095 del Concejo de San José de Cúcuta, la Alcaldía de ese entonces le otorgó el estatus de barrio legalizado al 28 de Febrero.

Previamente ya se habían construido monumentos importantes, el más relevante quizás, el de la Loma de Bolívar, que antes era solamente la columna de cinco metros de alto, pero la comunidad, en articulación con las administraciones municipales, y lo adecuaron.

La capilla ‘El Calvario’ fue una obra donada por Armando Durán, líder comunal de ese entonces, pero al estar ubicada en la parte más alta del cerro, los constructores tuvieron que subir los materiales como la arcilla, cemento y arena, a pie.

El hecho que hace al 28 de Febrero un barrio tan importante para la Comuna 9, radica en el inicio de la extensión urbanística en dicha zona de la capital nortesantandereana.

De acuerdo a lo expresado por Leonardo Gómez, presidente de la Junta de Acción Comunal (JAC), la gente es bastante unida y colaboradora cuando se realizan actividades en la cancha entechada del barrio.


Son diversos los desafíos que afrontan las 2 mil personas que residen allí, pues existen problemas con el acueducto, calles en mal estado e inseguridad con la desmedida presencia de habitantes de calle.

Pero Leonardo Gómez señaló que una de las principales problemáticas que afronta la comunidad gira en torno al escaso alumbrado público, debido al daño en las luminarias.

El deterioro en los postes de luz se debe a dos motivos, la falta de mantenimiento o la mano de los habitantes de calle hacia estos, pues dañan a propósito las luminarias para consumir sustancias alucinógenas y generar zozobra en el lugar.

En diálogo con La Opinión, el Consorcio de Alumbrado Público San José de Cúcuta (SJC), informó que los proyectos ejecutados por la entidad durante este año ya finalizaron, y se está a la espera de nuevas aprobaciones de la Alcaldía para 2025.

Sin calles buenas

Para la comunidad, otra problemática que afecta su convivir es el estado intransitable de las calles que rodean al barrio, pues a pesar de que la calle 6, que es la vía principal que divide al barrio en dos, se encuentra en buenas condiciones, las demás son unas auténticas trochas.


Durante la construcción del barrio, se dejó un espacio para hacer un escenario deportivo que hoy se conoce como la cancha ‘Mirella’, que ha albergado torneos de fútbol en el barrio y también practican academias de dicha disciplina.

Como afirmó Jair López, profesor de la escuela deportiva, la cancha, pese a brindar su buen servicio a jóvenes y adultos, tiene un problema de contaminación, pues hay pozos sépticos en los laterales del escenario.

Lo anterior, ante la falta de canalización en las viviendas que rodean a la cancha Mirella, pero las entidades correspondientes no han realizado la debida gestión, pese a que este problema lleva presentándose hace varios años.

“Los niños ya casi no quieren venir a entrenar porque los pozos emanan malos olores, lo que dificulta la buena práctica deportiva”, comentó Jair López.

Otro problema con la cancha, según lo expresó Leonardo Gómez, es una luminaria que, debido al deterioro, está a punto de caerse, una situación que genera zozobra tanto para los jóvenes como para los residentes aledaños.




Recopilado por: Gastón Bermúdez V.

viernes, 27 de junio de 2025

2632.- VIRGILIO BARCO, ORGULLO Y PATRIMONIO DE LOS NORTESANTADEREANOS…

Juan Pabón Hernández (Revista Semillas)

En acto oficial.

El doctor Virgilio Barco Vargas nació en Cúcuta, en un hogar digno, destacado por sus labores petroleras y, desde joven, arraigó en su alma principios liberales que nunca habría de abandonar, heredados de su madre, Doña Julieta Vargas, de su abuelo el General Virgilio Barco y de su padre Jorge Enrique Barco, quienes, a pesar de su ideología conservadora, representaron para él un modelo de nacionalismo.

Estudió el bachillerato en el Colegio Sagrado Corazón de Jesús en Cúcuta y se fue a Bogotá a estudiar ingeniería civil en la Universidad Nacional. Luego, partió detrás de una ilusión académica mayor a MIT, Massachussets Institute of Technology, en Cambridge, donde recibió el título de Ingeniero Civil en 1943 y, además, comenzó a formarse en los principios demócratas del gobierno de Franklin Delano Roosevelt, en la época de la alianza del mundo contra el fascismo y el nazismo.

Biblioteca Virgilio Barco en Bogotá.

De seguro, el destino gestaba en él las nociones elementales para involucrarse de lleno en la política de Colombia y, por ello, retornó al país en 1943, a su departamento, a comenzar su experiencia administrativa en el gobierno, desempeñando el cargo de Secretario de Hacienda de Norte de Santander.

Así, empezó a ocupar diferentes posiciones, tanto departamentales como nacionales, y a conocer de cerca el sectarismo que determinó la finalización del partido liberal en el poder y degeneró en una absurda violencia.

Divirtiéndose.

Se hizo cargo del Directorio Liberal y obtuvo su elección al Congreso, en 1949, pero hubo de abandonar el país en 1950, por amenazas, lo cual aprovechó para continuar sus estudios, esta vez de especialización en Economía, en la misma MIT, obteniendo un máster en 1952 y un Doctorado en Economía en la Universidad de Boston en 1954.

En 1950, contrajo matrimonio con doña Carolina Isakson, quien habría de acompañarlo -fielmente- hasta el final de su vida, compartiendo las viscicitudes que conlleva el activismo político.

Fue elegido senador en 1958, durante el Frente Nacional, y asumió el Ministerio de Obras Públicas, en el gobierno de Alberto Lleras Camargo. Junto con el Dr. Eustorgio Colmenares Baptista y otros importantes dirigentes, fundó el periódico La Opinión, en Cúcuta.

Trabajando.

El Dr. Barco logró la realización de magnas obras para celebrar el Sesquicentenario de la Independencia Nacional, al presentar al Congreso de la República el correspondiente proyecto de ley que las hizo posibles.

Fue Embajador de Colombia en Inglaterra, en 1961, Ministro de Hacienda y Ministro de Agricultura, desempeñádose con lujo de competencia en sus cargos, y Alcalde de Bogotá, de 1966 a 1969, donde fue pionero de notables transformaciones y ejecutor de obras de infraestructura y modernización, sin precedentes.

De 1986 a 1990 fue Presidente de la República, con destacadas acciones para disminuir la pobreza, fortalecer las regiones del país, recuperar el patrimonio biodiverso, construir vías, promover el progreso y preservar el orden público.

La historia lo recuerda como un mandatario vibrante, honesto y de gran valor, para superar los momentos más críticos de la violencia nacional. Murió el 20 de mayo de 1997 en Bogotá.



Recopilado por: Gastón Bermúdez V.

miércoles, 25 de junio de 2025

2631.- CUCUTA, “LA CASA DEL DUENDE” …

Juan Pabón Hernández (Revista Semillas)


Rafael Eduardo Ángel Mogollón nos enseñaba muchas cosas y, con esa intelectualidad que brotaba de su mente estudiosa, nos contaba de la historia de Cúcuta con una fluidez, tal, que quedábamos convencidos de que -en realidad- era “La Casa del Duende” y que, siempre, surgía de sus propias cenizas. Nos invitaba a repasar y a aficionarnos a la historia.

Orgullo ancestral


La región se formó de dos troncos étnicos, los chitareros y los hacaritamas. Los primeros habitaron desde el río Chicamocha hasta el Táchira y, los segundos, por toda la Provincia de Ocaña y el oeste del Catatumbo.

Los motilones, o cualquiera de las poblados y cacicazgos que se escondían en la selva constituyeron una etnia formada por grupos de indígenas que vivían en las cuencas, Catatumbo, Zulia, Chopo, Pamplona, Capacho, Táchira, Iscalá, en fin, en territorios que cobijaron a nuestros ancestros los indios Cúcuta.

Con la fundación de Pamplona, matrona de ciudades, en 1549, los valles de Cúcuta -su nombre deriva del Cacique Cúcuta- pasaron a ser terrenos ejidos de una gran jurisdicción centrada en la explotación agrícola y ganadera.​

Pedro de Ursúa y Ortún Velasco, bajo las órdenes de Hernán de Pérez de Quesada, llegaron a un hermoso valle y allí fundaron la ciudad homónima de la española. Comenzaron a llegar pobladores de distintas partes, atraídos por el clima y las riquezas, especialmente el oro, que caracterizaban su territorio.

Pero antes, muchos conquistadores, camino de la leyenda de El Dorado, como Ambrosio Alfinger (quien vino de Venezuela), en 1530, había pasado por acá, arrasando o sometiendo tribus que aprendieron a combatir por su dignidad, como los chimilas o aquellos chitareros, quienes le dieron muerte en Chitacomar.

La fundación de la ciudad


El modelo de encomiendas impuesto por España, en el siglo XVI, transformó las costumbres indígenas, confinándolos a los resguardos y, por supuesto, esto afectó a los indios Cúcuta y a las comunidades que se estaban formando en la recién creada Provincia de Pamplona, buscando crear en los valles de Cúcuta una especie de república de indios. Así, surgió el poblamiento de indígenas sobre la margen derecha del río Pamplonita, actual San Luis, en donde se hizo una demarcación de tierras para dar fundamento al resguardo.

Se ha tomado como fecha oficial de fundación de la parroquia el 17 de junio de 1733, aunque existen juiciosos estudios, como el del Académico de la Historia Silvano Pabón, los cuales presentan otras alternativas y asignan cronologías diferentes, pero, en esta breve reseña, continuaremos con la usual del 17 de junio.

Un polo de desarrollo

Juana Rangel de Cuéllar, vecina de Pamplona radicada en estos valles denominados de San José de Guasimales, donó media estancia de ganado mayor para dar soporte a la iniciativa de un grupo de blancos y mestizos. Su nombre Cúcuta, o Kuku-ta (en honor a los indígenas), cambió a San José de Cúcuta.

A partir de entonces se convirtió en polo de desarrollo del Oriente de la Nueva Granada y, por supuesto de lo que sería la Gran Colombia, con un especial liderazgo ejercido durante la época virreinal, por su geografía estratégica, la vecindad del Lago de Maracaibo, la fertilidad de sus tierras y, sobre todo, de un maravilloso liderazgo de los primeros pobladores. Había sido llamada San José de Guasimales, hasta que en 1792 el rey Carlos IV de España le otorgó por cédula real el título de “Muy Noble, Valerosa y Leal Villa”.

La Bandera


 

La Bandera de Cúcuta está compuesta por dos franjas horizontales equidistantes, una negra superior y una roja inferior. El color negro simboliza la riqueza escondida del suelo al igual que la riqueza latente del pueblo cucuteño, mientras que el color rojo simboliza la sangre de los mártires de la Independencia, el sacrificio y la tenacidad de los reconstructores de la ciudad. La bandera lleva, en su centro, el escudo de la ciudad. Nuestro recordado alcalde, Carlos A. Rangel la oficializó mediante decreto el 3 de mayo del año 1988.

El escudo


La forma del escudo es rectangular en su parte superior y redondeada en la parte inferior, llevando por divisa -en una bordura de color plateado- el título conferido a la ciudad por Cédula Real del Rey de España Carlos IV de “Muy noble, Valerosa y Leal Villa de San José de Cúcuta”. Posee dos divisiones: en la superior, se ubican las armas de doña Juana Rangel de Cuéllar, las cuales eran 5 flores de lis en forma de aspa, de color plata y rojo en fondo de oro; en la inferior, las armas que por Ley del 6 de octubre de 1821 adoptó el Congreso de 1821 para la Gran Colombia, adoptadas por el Norte de Santander, un hacecillo de lanzas, con hacha atravesada, arcos y flechas, atados con cinta tricolor, lanzas simbolizando los atributos de los cónsules romanos, el hacha, símbolo del derecho de la vida o la muerte y el arco y las flechas, atributo de la raza indígena.

Las Comunas de Cúcuta

La ciudad está dividida en 10 comunas, con aproximadamente 800 barrios, administradas por Juntas Administradoras Locales, con 5 a 9 integrantes, depende de su población, elegidos por períodos de cuatro años.


COMUNA 1, Centro: El Contento, El Páramo, Centro, La Playa, Latino, El Callejón, Sector la Sexta.

COMUNA 2, Centro Oriental: La Rinconada, El lago, Club tenis, Comercial Bolívar, El rosal, Barrio blanco, Los caobos, Quinta Vélez, La Riviera, Colsag, Popular, La ceiba, Quinta oriental, Quinta Bosch, La Castillana, La Capillana, Los pinos, Santa Lucía, Los Acacios, Prados I y II, Prados club, Brisas de Pamplonita, Rincón del prado, Valparaíso Suite, las aAlmeydas, La Primavera, Manolo Lemus, Condado de castilla, CASD, UFPS.

COMUNA 3, Sur Oriental: Boconó, Santa Ana, la Unión, Valle Esther, Policarpa, Las margaritas, Aguas Calientes, La Libertad, San Mateo, Bogotá, Bellavista, la Carolina.

COMUNA 4, Oriental: Nuevo Escobal, La quinta, El Escobal, El portal del Escobal, Isla de la Fantasía, La Alameda, El Niguerón, Barrio San Martin, Urb. San Martin, Alto Pamplonita, Sector chiveras, San Luis, Santa Teresita, Torcoroma, Urb. San José, Urb. Aniversario, Nueva Santa Clara.

COMUNA 5, Nor-Oriental: Lleras, La Merced, Colpet, Pescadero, Zona Industrial, Urb. El Bosque, Prados del Norte, Tasajero, Niza, Zona Franca, Santa Helena, ZuIima, I, II, III, IV Etapa, Gratamira, La Mar, Ciudad Jardín, Guaimaral, Ceiba II, San Eduardo, Gualanday.

COMUNA 6, Norte: Virgilio Barco, Porvenir, Alonsito, San Gerardo, Aeropuerto, Panamericano, El Salado, La ínsula, Colinas de la Victoria, Sevilla, Cerro Norte, Cerro de la Cruz, Las Américas, Camilo Daza.

COMUNA 7, Nor Occidental: El Rosal del Norte, Chapinero, Comuneros, EL Claret, Tucunaré, Motilones, la Florida, La primavera, Ospina Peréz, Buenos Aries, la Hermita, Paraíso, Camilo.

COMUNA 8, Occidental: El Progreso, Antonia, Cerro pico, Palmeras, Belisario, talaya, I, II y II etapa, Cúcuta 75, Los Almendros, Carlos Ramírez París, Doña Nidia. La Victoria, Kennedy, El Rodeo.

COMUNA 9, Sur Occidental: Divina pastora, Belén, Rudensindo Soto, Gaitán, Barrio Nuevo, La Aurora, las Colinas, Cundinamarca, San Miguel, Loma de Bolívar, Los Alpes, Carora, Pueblo Nuevo.

COMUNA 10, Cementerio: Cementerio, San José, Circunvalación, Camilo Torres, la Cabrera, Puente barco, Santo Domingo, San Rafael, Alonso López, Galán, Santander, Las Malvinas, El cortijo, grupo Maza, Coca-cola.




Recopilado por: Gastón Bermúdez V.

lunes, 23 de junio de 2025

2630.- EL BALONCESTO SUB-15 DE NORTE, 2023

Omar Romero Güiza (La Opinión)


El baloncesto nortesantandereano cierra, su temporada 2023 con la participación en el Campeonato Nacional Sub-15, que se disputa en Villavicencio, con 14 departamentos y 20 equipos que buscarán el título, que dejó vacante Valle, quien no participó en este este año.

El quinteto de Norte de Santander dirigido por el técnico Denis Osorio se preparó durante tres meses con la esperanza de hacer un buen torneo e intentar clasificarse entre los cuatro finalistas.

La escogencia de la selección fue compleja pues se presentaron más de 30 jugadores para seleccionar 12 basquetbolistas de los que consideró la Liga son los de mejor momento.

Jhon Guerrero, miembro del comité ejecutivo de la Liga y delegado del seleccionado rojinegro, en charla con La Opinión se mostró contento con la asistencia al campeonato en el cual fue encuadrado en el Grupo B, junto con Bogotá A, Meta B, Atlántico y Cundinamarca.

Vamos a dar la pelea

Sobre lo que se prevé y como se avizora el torneo, Guerrero dijo que desde que llegaron a Villavicencio a las demás ligas participantes les ha llamado la atención el grupo de jugadores “porque los conocen porque vienen de un proceso anterior que es el Sub-14 y han visto la evolución física que hemos tenido”, comentó el delegado.

Jhon Guerrero hace referencia a que el promedio de altura de los basquetbolistas de la selección es grande en comparación de otros que han llevado y por ende los entrenadores de las delegaciones se han visto sorprendidas con el biotipo de los nortesantandereanos para este campeonato y desde ahora es tenido en cuenta para dar la pelea por el título.

“Teníamos bastante tiempo de no contar con un equipo tan alto, con jugadores promedio de 1.80 y 1.95 en promedio”, afirmó Jhon Guerrero.

Indagando, entre los jugadores de más talla se destacan: Emanuel Sánchez 1.97, Samuel Camargo 1.98, Leonardo Omaña 1.85 y Ángel Hernández 1.93.

En cuanto a la preparación que tuvo el equipo para ir a afrontar el certamen, el directivo dijo que fueron tres meses largos de preparación, en el que inicialmente se hizo un torneo interno para escoger la preselección y luego el grupo de los 12 jugadores que componen hoy la selección.

Y sobre chequeos que haya tenido el grupo para llegar con ritmo de competencia, el delegado precisó que “durante los últimos ocho días previos al viaje a Villavicencio se jugaron varios encuentros con equipos de la categoría Sub-17, el balance fue positivo (con respecto a lo físico y técnico)”.

Jhon Guerrero fue enfático en decir que la expectativa es quedar entre los cuatro primeros del torneo, pero “sin llegar a ser triunfalista, queremos ser campeones del torneo”.

Los fuertes aspirantes al campeonato son Antioquia, Bogotá, Meta (equipo anfitrión), Santander y Atlántico. El año pasado Valle fue el campeón, Antioquia el subcampeón, Bogotá tercero y Santander cuarto.

Selecciones como Meta y Antioquia son los de mejor proceso según lo explicado por Guerrero.

La selección rojinegra hará hoy su debut a las 12:30 del mediodía ante Cundinamarca. El torneo arrancó ayer con ocho partidos.

Esta es la selección

1.-Emmanuel Jesús Sánchez Fernández (Baqueros)

2.-Nicolás Andrés Castañeda Esquivel (Cazadores)

3.-William Stiven González Navarro (Cúcuta Norte)

4.-Carlos Fernando Caballero Mendoza (Cúcuta Norte)

5.-Leonardo Omaña González (Halcones)

6.-Yansem Smith Caicedo Orozco (Halcones)

7.-Ángel Miguel Hernández Delgado (Bravos)

8.-Cristian David Cruz Moncada (Halcones)

9.-Samuel Stiven Camargo Chona (Halcones)

10.-Samuel Bedoya Riveros (Baqueros)

11.-Samuel Suárez Hernández (Cúcuta Norte)

12.-Brayan Andrey Becerra Rondón (Baqueros)

DT: Denis Osorio

AT: Daniel Gómez

Delegado: Jhon Guerrero

Buena presentación cumple la selección

La selección Norte Sub-15 de baloncesto masculina, que dirige el entrenador cucuteño Denis Osorio, se ha destacado en las primeras tres fechas del Nacional Interligas que disputa por estos días en Villavicencio, certamen en el que participan 20 quintetos de 14 departamentos.

El conjunto fronterizo en sus tres primeras presentaciones ha sorprendido en el campeonato al mantenerse invicto y líder del Grupo B, en el que se encuentra ubicado junto con Bogotá A, Cundinamarca B, Meta B y Atlántico.

En su tercera salida, los rojinegros vencieron este miércoles 6 de diciembre 2023 65-47 a Bogotá A, uno de los fuertes aspirantes al título.


El martes, en la segunda jornada, había derrotado a Atlántico 54-45 y el lunes en su estreno en el torneo canasteó 93-10 a Cundinamarca B.

El equipo nortesantandereano ha mostrado un buen nivel de juego, no solo por la contundencia de los marcadores, sino por el trabajo desempeñado en la cancha por todos los jugadores, que es lo que deja tranquilo al técnico Osorio.

El quinteto motilón, que probablemente terminará primero de su grupo venciendo este jueves a Meta B, esperará al segundo clasificado del A, que puede ser Huila o Guaviare, de acuerdo a lo manifestado por Denis Osorio.

El buen inicio de la primera fase del campeonato ilusiona a los nortesantandereanos de llegar a la gran final, pero van a paso a paso para alcanzar ese objetivo.

En 2015, Norte fue subcampeón de la mano de Osorio en esta categoría en el torneo que se celebró en Buga, Valle del Cauca, donde perdieron el título ante Antioquia. Ahora se presenta una gran oportunidad de soñar con el campeonato.

Equipo maduro

Sobre lo que ha sido el buen comienzo en el certamen basquetero, Denis Osorio, en diálogo con La Opinión, señaló que se siente más que conforme, entendiendo que apenas se ha dado un paso importante y consideró que lo más difícil son los cuartos de final, con cualquier rival que les toque enfrentar, pues el que pierda sale del campeonato, por eso junto con sus pupilos tienen los pies sobre la tierra.

“Creo ha sido bastante positivo los tres primeros juegos que hemos tenido, en los cuales Cundinamarca B nos mostró ser un equipo débil (en lo deportivo), quedando demostrado en el marcador, donde ganamos por más de 80 puntos. Luego venían unos rivales directos como Atlántico y Bogotá A, a los que se les ganó mostrando un gran trabajo defensivo”, afirmó el entrenador de los rojinegros.

Asimismo, Osorio destacó que tanto la parte defensiva como ofensiva y la concentración del grupo de jugadores ha sido clave para estar al frente de la clasificación y avanzar a la siguiente fase.

“De acuerdo a las características que presenta cada juego, hemos fundamentado el ataque rápido haciendo cosas básicas y jugando dentro de la pintura, aprovechando esa ventaja de talla que tenemos de nuestros jugadores”, acotó.

Si esperaba un poco más de exigencia de los bogotanos y atlanticenses por el alto nivel que manejan estas categorías, Osorio precisó que más allá de eso acá “lo importante es la parte mental. Ejemplo, hoy los muchachos están bien, pero al día siguiente no se sabe, que no le puedan salir las cosas y ante eso lo que hay que hacer es controlarles las emociones”, insistió el entrenador.

El técnico consideró que se ha basado en la intensidad de juego y en la capacidad para resolver situaciones en la cancha, tomando decisiones para defender e ir al ataque.

Pero quizás uno de los puntos que Osorio resalta de todo el grupo de basquetbolistas es el carácter para afrontar cada uno de los encuentros y la unión para salir adelante.

“Aunque comenten errores, la madurez que tienen estos jugadores es impresionante. Esto se debe a la cantidad de competencias que han tenido con sus clubes, como Cúcuta Norte, Baqueros, Halcones, Cazadores, Cañoneros, Bravos y demás que vienen compitiendo y haciendo intercambios y eso les ha dado una gran ventaja a estos jóvenes”, dijo Osorio.

Con respecto a cuáles han sido los jugadores más destacados en lo que va del campeonato, Osorio sostuvo que resalta el trabajo de todo el equipo, pero reconoce que ha habido baloncestistas con alto nivel de juego como el armador Carlos Caballero Yamsen Caicedo, William González y Emanuel Sánchez.


Tercero en el Interligas

El 9 de diciembre 2023 en Villavicencio terminó el Campeonato Nacional Sub-15 masculino de baloncesto, certamen que coronó campeón a Santander, tras vencer en la final a Atlántico. El tercer puesto fue para el quinteto de Norte de Santander al derrotar (60-47) a Caldas.

Los nortesantandereanos hicieron una buena fase de grupos, terminando de primeros en el Grupo B e invictos, tras dejar en el camino a Meta B (50-16), a Bogotá (65-47), Atlántico (54-45) y Cundinamarca (93-10).

En la siguiente ronda de cuartos de final sufrió para vencer a Guaviare (49-46), y en la semifinal, donde volvió a enfrentar a Atlántico, selección a la que le había ganado en la ronda de grupos, esta vez no pudo conseguirlo al perder (60-47) y resignar la posibilidad de llegar a la final para enfrentar a Santander, a la postre el campeón.

No se entendió qué pasó en los dos últimos juegos, pues el equipo jugó bien la eliminatoria, pero mentalmente perdió un poco el rumbo y se dejó llevar por la ansiedad y el nerviosismo en cuartos y en semifinal.

El técnico Denis Osorio había señalado en el inicio del torneo que era un buen equipo, con el que se podía pelear el título, pero había que ir paso a paso, sin triunfalismo, más en estas categorías menores en las que las expectativas son grandes y los rivales difíciles.

La esperanza en esta competencia era tratar de igualar lo hecho en Buga 2015, cuando el seleccionado nortesantandereano fue subcampeón, al caer en la final ante Antioquia.

Buena participación

Osorio reconoció que en la semifinal ante Atlántico pudo haber un exceso de confianza por el hecho de haberle ganado en la primera parte del torneo, pero a la vez el rival le neutralizó el juego y Norte no logró completar lo que había planificado.

No obstante, el entrenador resaltó el tercer lugar, tras ocho años de no ser protagonista.

“Considero que el balance fue bastante positivo, con respecto a la participación del equipo en esta competencia nacional. Jugamos siete partidos y perdimos uno (la semifinal) y ello nos llevó a obtener la medalla de bronce ante Caldas”, dijo Osorio.

El estratega de los motilones sostuvo que “se hizo una buena ronda eliminatoria, nos correspondió creo el grupo más difícil, donde teníamos a Bogotá, Atlántico (como los más fuertes)”.

Con respecto al juego de cuartos de final en el que no se sabía si era Guaviare o Huila, finalmente les tocó enfrentar a los guaviarenses, en un partido que fue duro y desgastante.

“En el partido de cuartos contra Guaviare no fue fácil, prácticamente era otra selección Meta (jugadores prestados) tenía cuatro jugadores interesantes, empezamos bien, con buena actitud como les pedimos a los muchachos, ganando por una buena diferencia de puntos, pero en tercer cuarto el equipo se desconcentró y Guaviare nos emparejó el juego. Luego cuando se fueron arriba, nos llegó la ansiedad, inseguridad y nos tocó remar contra eso, para poder sacar el juego adelante”, confesó Osorio.

Tras sufrir contra los de la Orinoquía, se esperaba que, en el compromiso de la semifinal, el equipo retomara el estilo de juego y el buen ritmo que traía.

“En el encuentro contra Atlántico sufrimos las bajas de dos jugadores importantes: Ángel Hernández y Leonardo Omaña González, por eso nos tocó hacer unos ajustes para tener un equipo competitivo, pero de nuevo entramos en inseguridades, desconcentraciones, no se siguió el plan de juego establecido, se cometieron errores defensivos y ofensivos, la intensidad no fue la mejor y todo eso nos llevó a perder el juego y la posibilidad de ir a la final”, remarcó Osorio.

Independiente de lo que fue el epílogo del torneo, para el técnico cucuteño quedaron cosas positivas del equipo y que se deberían mantener.

“Lo positivo de este equipo es que tenemos jugadores con mucho talento, buena capacidad y fundamentación, es una reserva deportiva que debemos preservar. Y por mejorar, la condición muscular y la parte física, tenemos un equipo con buena estatura y si llevamos bien este proceso a futuro tendremos buenos resultados”, señaló Denis Osorio.




Recopilado por: Gastón Bermúdez V.

sábado, 21 de junio de 2025

2629.- LA LEGALIZACION, ES UNA UTOPIA EN INVASION ARNULFO BRICEÑO

Nicolás Mojica (La Opinión)


A finales de los años 80 del siglo pasado, una nueva invasión surgió en las inmediaciones de la Comuna 9 de Cúcuta, al asentarse allí un vasto grupo de familias provenientes del barrio San Miguel.

En honor a uno de los músicos más grandes que ha dado Norte de Santander, los habitantes decidieron bautizar el asentamiento como Arnulfo Briceño, donde comenzaron con la expansión y construcción de las viviendas.

Misión imposible

Según los recuerdos evocados por Aníbal Mogollón Moncada, residente fundador, era complejo acceder a los servicios públicos, más aún, conseguir agua era lo más difícil para la comunidad, porque era necesario recorrer grandes distancias hasta barrios aledaños con potes y baldes, para llevar un poco de agua a sus hogares.

De no ser así, los habitantes debían aguardar a que un carro-tanque los abasteciera en sus viviendas, situación que prevaleció durante muchos años, hasta la llegada de las pilas públicas.

Para tener un buen servicio de acueducto, se decidió distribuirse en varios sectores, y mediante turnos semanales, fue delimitado el acceso al agua, un hecho que, supuso el buen servicio para Arnulfo Briceño.

Desde su fundación hasta la fecha, la comunidad de Arnulfo Briceño ha hecho esfuerzos sobrehumanos para sacar adelante a la invasión, a pesar de no contar con el apoyo de las entidades municipales, debido a ser un barrio no legalizado.

Pese a esto, se ve reflejado un avance significativo en la invasión, como la pavimentación de muchas de sus calles incluyendo la vía principal y la construcción de la pequeña capilla Las Lajas, que fue erigida gracias a las actividades comunitarias.

La creación de la Junta de Acción Comunal (JAC) a mediados de 2007, hizo que la invasión tuviera eco dentro de los despachos municipales, y un año después comenzó el sueño de la legalización. Pero han pasado 16 años sin lograrlo, por consiguiente, ha sido imposible conseguir el arreglo de las 10 calles que conectan a las 400 viviendas de Arnulfo Briceño, una situación que para la comunidad es otra muestra del abandono gubernamental.

Al borde de la resignación, la comunidad sigue luchando porque Arnulfo Briceño sea un barrio, en aras de que la inversión y el apoyo ‘toquen las puertas’ de las humildes casas en dicho sector de la Comuna 9.

Sin embargo, la falta de legalización no ha sido impedimento para que, gracias a las gestiones de la JAC, se puedan construir escenarios que incentiven la recreación en la zona como un pequeño parque o la cancha principal.


Además, ante la falta de aval municipal, hay varias necesidades que aquejan a las más de mil personas que residen en Arnulfo Briceño, como es la falta del acompañamiento de la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc). Este hecho genera inseguridad en la zona, incrementada por la presencia de habitantes de la calle, quienes no desperdician la oportunidad para ‘hacer de las suyas’, y -según los residentes- estos consumen sustancias alucinógenas en algunas zonas de la invasión.

A través de la estrategia ‘Cúcuta Territorio Seguro’, la Mecuc, en articulación con la administración municipal, buscará mitigar los hechos delictivos en toda el área metropolitana, en aras de brindar una mayor seguridad. Una estrategia que al parecer no ha podido llegar a las calles de Arnulfo Briceño.

“Diariamente vemos gente extraña transitar por las calles y nos preguntamos qué estarán haciendo por acá”, indicó un habitante que prefirió no dar su nombre, al ser abordado por la situación.

En vano

En lo que respecta a la legalización, desde el Departamento Administrativo de Planeación Social informaron que no hay una solicitud formal de parte de la comunidad de Arnulfo Briceño. Dicha afirmación contrasta con las opiniones de los habitantes, quienes afirman que este proceso lleva mucho tiempo andando, por consiguiente, las solicitudes y derechos de petición, aparentemente quedaron en vano.

Riesgo en varios sentidos

De acuerdo con lo mencionado hace un tiempo por Aníbal Mogollón, hay varios riesgos que rodean a Arnulfo Briceño por la ubicación geográfica que rodea a esta invasión: “riesgo alto, el que está bajo las cuerdas de la torre eléctrica; riesgo medio por los taludes y riesgo bajo hacia las calles”.

Por ello, varios proyectos que tiene la comunidad se quedaron en sueños, como el entechado de la cancha principal, ya que, al colindar con la torre eléctrica, las cuerdas de alta tensión imposibilitan la materialización de este proyecto.

Sin salón comunal

La construcción del salón comunal no se ha podido completar, pero no porque suponga algún riesgo, sino por falta de recursos, pese a contar con el lote para dar inicio a la obra. El dinero ha sido un impedimento.

“Queremos construir el salón comunal para brindar un mejor servicio a la comunidad, y organizar bazares, rifas y demás iniciativas en tal espacio, pero hacerlo cuesta demasiado dinero, cosa que no tenemos”, señaló un habitante de la comunidad.

Para la comunidad, el no contar con un salón comunal, significa dejar pasar la oportunidad de certificarse en los cursos que realiza el Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA), en los barrios e invasiones en toda la ciudad.




Recopilado por: Gastón Bermúdez V.

jueves, 19 de junio de 2025

2628ALVARO SALGAR, PRIMER GOBERNADOR POR VOTO POPULAR

Lucy Araque (La Opinión)


Álvaro Salgar Villamizar nació en Lourdes el 11 de febrero de 1946. Hijo de Carlos Salgar, comerciante, e Hilda Villamizar, era el segundo de siete hermanos. Se casó con Piedad Valero, con quien tuvo dos hijos: Álvaro Andrés y Juliana.

Estudió su bachillerato en el colegio La Salle de Cúcuta donde se graduó en 1963. Se formó como ingeniero civil en la Universidad Javeriana, de Bogotá, y aunque los inicios de su carrera profesional estuvieron ligados a la construcción y al desempeño de su oficio, como buen liberal, pronto se dejó seducir por el ejercicio de la política y, de la mano de grandes dirigentes de la ciudad como León Colmenares, terminó metido de lleno en ella.

Tanta fue su entrega y pasión que, en octubre de 1991, Álvaro Salgar, a sus 45 años, se convirtió en el primer gobernador de Norte de Santander elegido por voto popular, con el respaldo de 54.568 electores. El dirigente liberal se impuso sobre el conservador Luis Vicente Serrano, quien sumó el apoyo de 31.301 votantes.

La consigna con la que logró elegirse en esa oportunidad, para el periodo 1992-1994, fue liderar una “administración ejemplar, honesta e independiente” y es ese el legado por el que muchos lo recuerdan hoy.

“Hoy quiero ratificar nuevamente esos compromisos que adquirí con mis coterráneos durante la campaña política. Planteaba en el comunicado de lanzamiento de mi candidatura que mis propósitos al ganar las elecciones estarían fundamentados en realizar, con el respaldo de todos, una administración ejemplar, honesta, independiente y eficiente, que nos permita avanzar en forma franca y categórica por los senderos que conducen al desarrollo, la paz, y el mayor bienestar posible”, fueron las palabras de Salgar el día de su posesión.

Durante su paso por la Gobernación de Norte de Santander, uno de los mayores logros que se le reconoció fue la construcción del actual Coliseo Eustorgio Colmenares, en donde se han formado las grandes promesas de la gimnasia colombiana, entre ellas el campeón olímpico Ángel Barajas.


Pero antes de escalar a esta posición, Salgar experimentó y tuvo un marcado protagonismo en el Concejo de Cúcuta, donde participó en dos oportunidades, siempre en representación del liberalismo. También estuvo en la Asamblea del departamento en un periodo y en 1990 se convirtió en suplente en el Senado de Carlos Celis Carrillo.

Su trayectoria en la vida pública la inició como jefe de intervención de la Contraloría del departamento, luego dio el salto a la Secretaría de Obras Públicas de Cúcuta y hasta fue alcalde encargado del municipio, en 1972. Entre 1979 y 1981 gerenció la Beneficencia de Norte de Santander.

En el sector privado promovió, con otros empresarios, iniciativas de gran envergadura para la ciudad y la región como la creación de Cerámica Italia y la fundación de la Clínica San José, que inicialmente prestaba solo el servicio de urgencias y posteriormente se convirtió en un gran centro médico, inaugurado por el presidente de la época Virgilio Barco, en 1989.

El Partido Liberal siempre fue el bastión de su carrera política y tanto se encargó de que sus postulados personales también se aplicaran en el seno de la colectividad, que durante muchos años ejerció como su veedor.

Y aunque el liberalismo al momento ya no fuera el mismo que en esencia representó, no dejó de ondear su bandera roja.

En sus últimos años, Álvaro Salgar estuvo dedicado mucho más a sus negocios familiares, como gerente de la Clínica San José.

Profunda tristeza y pesar causó el fallecimiento el 30 de agosto 2024 del reconocido dirigente político y empresario de Norte de Santander, Álvaro Salgar Villamizar, luego de permanecer varios días recluido en la Unidad de Cuidados Intensivos de la Clínica San José. Salgar, de 78 años, había sido sometido a una cirugía cardiovascular hacía una semana, y su estado de salud era delicado.


El recordado exdirigente liberal dejó una huella imborrable no solo en el escenario político local, sino que sus aportes y liderazgo fueron valiosos para el desarrollo de la región en campos como el de la salud, la construcción, la ingeniería, la industria, entre otros.

El gobernador de Norte de Santander, William Villamizar, no solo exaltó sus cualidades personales, sino que destacó el trabajo que adelantó en favor del progreso del departamento.

Muchos fueron los mensajes expresados por dirigentes políticos, empresarios, gremios, instituciones públicas, entidades privadas, que reconocieron en Salgar no solo su don de gentes, sino su vocación de servicio y su sentido de pertenencia por Norte de Santander.

Alejandro Carlos Chacón
Senador liberal

“Nuestro compañerito Álvaro Salgar fue el mejor padre, el mejor hijo, el mejor esposo, el mejor abuelo. Era un hombre bueno, gentil, voluntarioso y servicial con todo el que lo necesitara. Le hace falta Álvaro, a nuestro Partido Liberal”.

Andrés Cristo
Exsenador Liberal

“Sin dejar de lado los cargos, partido político o ideas defendidas, Álvaro Salgar fue un gran amigo y por encima, encima de todo, un hijo ejemplar de Norte de Santander. Será extrañado por muchos”.

Edgar Díaz
Senador de Cambio Radical

“Norte de Santander tuvo la pérdida de un gran líder y empresario como lo fue Álvaro Salgar Villamizar. Preocupado por el desarrollo social y económico del departamento; hombre de ideas liberales y gran conciliador”.


Jaime Marthey
Exconcejal y exdefensor del Pueblo

Veedor del Partido liberal, exgobernador Álvaro Salgar Villamizar, prohombre visionario por la región y pionero de avances en el sector salud y la construcción para el beneficio social. Tuve el honor de reconocerle en vida todas sus ejecutorias”.

Juan Felipe Corzo
Representante del Centro Democrático

“Álvaro Salgar, dedicó su vida al desarrollo y bienestar de nuestra tierra. Gobernador, alcalde, ingeniero civil y cofundador de la Clínica San José, su legado como servidor público y empresario será siempre recordado”.

En la Iglesia Los Carmelitas, se efectuaron sus exequias y diferentes autoridades de Cúcuta y la región, así como la dirigencia política y las directivas del Partido Liberal rindieron homenaje, por el legado que el exgobernador dejó a una región que siempre le preocupó y por la que trabajó para que el desarrollo y progreso no le fueran esquivos.




Recopilado por: Gastón Bermúdez V.

martes, 17 de junio de 2025

2627.- ‘NUEVO HORIZONTE’ LLENO DE PROBLEMATICA

Nicolás Mojica (La Opinión)


El 26 de febrero de 1998, decenas de personas que venían de algunas veredas, corregimientos y barrios cercanos de la ciudadela Juan Atalaya, llegaron a unos terrenos baldíos en la Comuna 8. Con la necesidad de tener un espacio donde construir un hogar, se levantaron las primeras viviendas de Nuevo Horizonte.

Los servicios públicos llegaron tiempo después, cuando las empresas notaron la gran extensión de residencias.

La comunidad de este barrio es un ejemplo de unidad, pues desde el principio le apostaron al deporte y por ellos construyeron una cancha de fútbol para celebrar campeonatos.

Años atrás, el escenario recibió apoyo municipal y se transformó en un polideportivo, trayendo graderías, gimnasio biosaludable y canchas de microfútbol, las cuales han sido mantenidas en buen estado por los habitantes de Nuevo Horizonte.


Surgida como una necesidad de los residentes católicos del barrio para celebrar las actividades religiosas, el 20 de marzo de 2001 se terminó la construcción del templo Cristo Camino, una obra hecha con el apoyo de la Diócesis de Cúcuta como de la comunidad.

La infraestructura tardó varios años en terminarse de construir, pues mientras que la Diócesis conseguía sus propios recursos, la comunidad hacía lo propio a través de rifas, bazares e integraciones.

No está terminada

En diálogo con los residentes aledaños al templo, se conoció que, pese al buen servicio brindado por la parroquia, la infraestructura de la misma no está terminada aún, pues falta pintarla por completo.

Según Gloria Narváez, habitante de Nuevo Horizonte, “estamos orgullosos de haber aportado nuestro ‘granito de arena’ en la construcción de este templo, que es bastante frecuentado por la comunidad”.

En lo que respecta a la iglesia, su párroco es José Francisco Omaña Pereira, y la infraestructura tiene una capacidad para albergar a más de 100 feligreses, que en su mayoría se llena los domingos durante las eucaristías.


Desde hace varios años la infraestructura del salón comunal se ha venido deteriorando, a tal punto que, a la fecha, ya no es utilizado por la comunidad.

Según se conoció, el salón tenía un proyecto de ampliación por medio de un lote aledaño, pero nunca se ejecutó por falta de recursos, -y para algunos residentes-, por falta de la gestión adecuada de la Junta de Acción Comunal (JAC).

Foco de drogas y contaminación

De acuerdo a la opinión de varios habitantes, el lote fue tomado como vertedero de basuras, generando gran contaminación en la zona, a la par de que, durante las noches, los habitantes de calle y personas externas al barrio llegan a consumir sustancias alucinógenas.

“Es muy triste ver un espacio que debería ser utilizado por el bien de la comunidad, sumido en el polvo, el deterioro y las drogas”, afirmó Alejandro Contreras, residente del barrio.

No hay presidente

En vista de las afirmaciones de la comunidad sobre la mala gestión de la JAC en el barrio, La Opinión pudo conocer que a la fecha no hay un presidente comunal.

Por ende, la comunidad espera realizar unas elecciones extraordinarias para designar a un nuevo presidente, en aras de solucionar lo más pronto este y los otros desafíos que afronta el barrio.


Sin duda alguna, el estado de las vías de Nuevo Horizonte es la principal problemática para la comunidad, quienes desde sus inicios han solicitado el apoyo de las diferentes administraciones municipales.

Para 2016, la empresa Tecnologías Constructivas del Norte quiso contribuir al desarrollo del sector y donó la pavimentación de la vía principal, un gesto que en su momento fue agradecido por la comunidad, pues era la única vía transitable en Nuevo Horizonte.

“La comunidad solo tuvo que aportar la mano de obra y la construcción de los sardineles, de los demás materiales se encargó la compañía, porque queríamos hacerle un regalo a una comunidad humilde de Cúcuta”, expresó en su momento Pablo Antonio Mojica Mendoza, gerente de la fundación.

Pero recorrer Nuevo Horizonte es un desafío grande, pues las calles destapadas dificultan la movilidad, sobre todo en la doble vía que se encuentra como una verdadera trocha.

“Esperamos que esta nueva administración municipal nos ayude, ya que es una situación que venimos pidiendo desde hace años”, destacó una habitante del barrio, al ser consultada por el estado de las vías.




Recopilado por: Gastón Bermúdez V.

domingo, 15 de junio de 2025

2626.- R.P. VARIARA, NUESTRO BEATO OLVIDADO

Gerardo Raynaud (La Opinión)

Fotografías del Beato Luis Variara tomada poco antes de su muerte, en compañía de la familia Faccini en 1922, recibido en su casa de la esquina de la calle 11 con avenida segunda, frente a la tienda de Mojica.

Las personas son: la niña a la izquierda es Josefina Faccini Andrade, a su lado, su mamá María Andrade de Faccini (hija del ingeniero Francisco de Paula Andrade). Le sigue, el padre Luis Variara y detrás de él Mercedes Faccini Andrade, quien se dedicó a cuidarlo durante los últimos meses de su vida; a la derecha del padre Variara, Eugenia Faccini. Los dos hombres de pie a la derecha atrás, son el ingeniero José Faccini y su hermano Luis Faccini. Unico por identificar primer hombre de pie a la izquierda de la foto.

En un país tan devoto como Colombia y una región tan católica como esta frontera oriental de la patria llama la atención el olvido en que se encuentra, tal vez el próximo y único santo de la iglesia católica que vivió y murió en esta ciudad.

No se visualizan los tumultos ni las manifestaciones que se viven en otras regiones y ciudades del país y en mundo en torno a las expresiones propias de la cultura religiosa más cuando se trata de pedir la ayuda divina con la intermediación de sus santos.

Posiblemente sólo algunos pocos fervorosos creyentes tendrán una noción clara del padre Luis Variara, de quien podríamos decir hoy, que se trataba de un religioso de muy bajo perfil, como se supone que por humildad debía ser característico de aquellos que por designios divinos estaban llamados a cumplir su labor terrenal y que próximamente será elevado a los altares del catolicismo.

Al padre Variara es probable que se le recuerde, en esta ciudad, por su trabajo en el campo la educación de niños y jóvenes, cuando por intermedio de la comunidad que fundó, las Hermanas de los Sagrados Corazones, establecieron sus instituciones comenzando por el conocido como El Salesianito que luego cambió su nombre adoptando el de su inspirador y orientador; este colegio que habiéndose iniciado frente al colegio Salesiano cuando recién fuera construido a mediados del siglo pasado, se trasladó a la casa de la familia Faccini, en la esquina de la calle once con avenida segunda y que luego de varios años de funcionamiento, mudó sus instalaciones a una construcción campestre en El Escobal.

Esa nueva ubicación coincidió con el terreno donde funcionó hasta 1966 el antiguo restaurante Don M. El colegio, hoy se conoce con el nombre del beato Luis Variara.

Pero, ¿quién era el padre Variara?

En un breve relato, extraído del libro escrito por el sacerdote y educador salesiano Jaime Rodríguez, se lee que la familia Variara era originaria de un pueblito del norte de Italia llamado Viarigi. No eran ricos propietarios, pero sí muy trabajadores, logrando un nivel socioeconómico promedio en su país. Su padre Pedro había enviudado y en segundas nupcias desposó a Livia Bussa, madre de nuestro protagonista.

Fue primogénito de esta unión. Nació el 15 de enero de 1875 a las 3 de la tarde, en el momento más crudo del invierno europeo y se dice que por las circunstancias de su nacimiento, viéndolo su partera, en peligro decidió bautizarlo “de emergencia”, de modo que este inicio a la vida católica, milagro de la gracia, tuvo el hogar como templo y dos días después, los ritos bautismales se completaron en la parroquia del pueblo, siendo sus padrinos su tío paterno Alejandro y su medio-hermana quinceañera Juana. En el registro quedó grabado su nombre Luigi Sebastiano Morizio (Mauricio), que según la tradición son los santos tutelares de su vida.

No se tienen detalles de sus primeros años, pero se presume de una niñez ordinaria envuelta en la monotonía de los pequeños pueblos del norte italiano. A los doce años de edad entró al Oratorio Festivo y en 1891 al noviciado.

Poco tiempo después de hacer sus primeros votos, se trasladó a Colombia siendo su primer y principal destino el lazareto de Agua de Dios donde acompañó al sempiterno padre Unía, apóstol de los habitantes del lugar. El padre Variara cantó su primera misa en el lazareto y a partir de entonces dedicó toda su vida al servicio de los seres más desgraciados de la humanidad: los leprosos y particularmente los niños leprosos.

Conmovido por la suerte de los niños enfermos, con grandes pobrezas, centavo por centavo, levantó en Agua de Dios un Oratorio Festivo y vio surgir el Asilo Unía donde los hijos del infortunio tenían pan, techo, ropa, banda de música, teatro entre otras comodidades; para lograr la completa dotación del asilo, hizo un viaje a Italia, logrando interesar a la Reina Margarita para que ayudara en su culminación.

Así era su espíritu apostólico, su caridad y su amor por los pequeños leprosos, que cuando alguno de los niños no lograba tocar bien en los ensayos de la banda, con el mayor gusto les enseñaba utilizando, sin inconveniente, el instrumento de los chiquillos enfermos.

Para el cuidado de los leprosos e hijos de leprosos fundó la Comunidad de Hijas de los Sagrados Corazones, única en el mundo, a la cual pueden ingresar enfermas de lepra e hijas de enfermos y en donde se admite también a las religiosas de cualquier comunidad y de cualquier parte del mundo que teniendo lepra quieran terminar su vida ingresando a dicha comunidad.

En la actualidad, estas condiciones han cambiado, aunque permanezcan en sus estatutos, debido al avance que se ha tenido en la prevención, control y cura de esa enfermedad. En 1921, el padre Variara fue trasladado al colegio Salesiano de Táriba en el venezolano estado de Táchira, de donde salió 22 meses después, debido a su precaria condición de salud, radicándose en Cúcuta a finales de 1922, donde el clima caliente de la ciudad aliviaba las dolencias de su grave afección renal.

Ya en la ciudad, fue acogido en la casa de sus paisanos, la familia Faccini, en donde se hizo un altar para que oficiara la santa misa a la que asistían todos los miembros de la colectividad italiana de la ciudad. Durante su convalecencia, su ángel guardián fue doña Mercedes Faccini de quien aseguró que en su casa no se había sentido como un extraño sino como un hijo más.

No se le quitaban de la mente los niños y enfermos de Agua de Dios a los que les había entregado su vida; “imposible olvidarme de Agua de Dios”, dijo en sus últimos momentos. El 31 de enero, 35 años después del tránsito de don Bosco al cielo, el padre Variara estaba en sus últimas horas. “No hablaba sino de Jesús y del cielo con una unción que estremecía” según escribía Mercedes Faccini, su enfermera y acompañante, y agregaba “era verdaderamente un santo, qué gracia haberlo tenido en nuestra casa”.

Hacia la medianoche entró en agonía y debido al sofoco, se hacía trasladar de la cama a la poltrona y viceversa. Pero desbordaba en la tranquilidad de los santos, así los expresaban los cuatro sacerdotes salesianos y toda la familia Faccini que lo rodeaba.

En los segundos finales de su existencia fueron llegando más personas de la familia salesiana, se hizo pasar a la poltrona aún consciente, luego palideció y perdió el habla. A las 3 y 15 de la madrugada del primero de febrero de 1923, entregó su alma al creador.





Recopilado por: Gastón Bermúdez V.