PORTAL CRONICAS DE CUCUTA: Estandarte cultural de historias, recuerdos y añoranzas cucuteñas…

PORTAL CRONICAS DE CUCUTA: Estandarte cultural de historias, recuerdos y añoranzas cucuteñas…

TERREMOTERO -Reconocimiento, enero 2018-

Apasionantes laberintos con inspiraciones intentan hallar rutas y permiten ubicarnos en medio de inagotables cascadas, son fuentes formadas por sudores de ancestros. Seguimos las huellas, buscamos encontrar cimientos para enarbolar desprevenidos reconocimientos en los tiempos. Siempre el ayer aparece incrustado en profundos sentimientos.

Corría finales del año 2008, Gastón Bermúdez sin advertir y sin proponerlo, inicia por designios del destino la creación del portal CRONICAS DE CUCUTA. Parecen haberse alineado inspiraciones surgidas por nostalgias. Gran cúmulo de vivencias, anécdotas, costumbres y añoranzas, fueron plasmadas en lecturas distintas.

Ya jubilado de la industria petrolera venezolana, recibió mensaje que expresaba una reunión de amigos en Cúcuta. Tenía más de cuatro décadas ya establecido de forma permanente, primero en la ciudad del puente sobre el Lago y después en la cuna del Libertador. Viajó ilusionado, acudió puntual a la cita desde Caracas. Encontró un grupo contemporáneo, conformado por amigos ex-jugadores de baloncesto y ex-alumnos del Colegio Sagrado Corazón de Jesús.

La tierra cucuteña levantada desde primeras raíces plantadas, siempre acompañó todos los hijos ausentes. Cuando encontramos distantes los afectos, creemos separarnos de recuerdos. Nos llevamos al hombro baúles de abuelos, cargamos con amigos del ayer, empacamos en maleta la infancia y juventud. Muchas veces una fotografía antigua, atrapa y confirma que nunca pudimos alzar vuelo.

Entonces por aquellos días apareció publicado ´La ciudad de antaño´, parido desde generosa pluma con sentido de identidad comprometida, fue el mártir periodista Eustorgio Colmenares Baptista dejando plasmados recuerdos de finales de los 50 y años 60. Sin querer, esas letras fueron presentación inaugural de CRONICAS DE CUCUTA. Los Inolvidables sentires viajaron al modesto grupo de amigos y abrieron compuertas para afianzar arraigos de infancia. Don Eustorgio culmina la crónica con frases retumbando las memorias: “Había muchos menos avances tecnológicos a disposición de la comunidad, pero vivíamos como si nada nos faltara. Nos bastaba con vivir en Cúcuta”.

Sentires intactos, ahora plasman recuerdos en calles transitadas por niños que fuimos. Nuevamente los arraigos hacen despejar las avenidas a los rieles del antiguo ferrocarril. Nos bastaba con vivir en Cúcuta. Asoman madrugadas entre indetenibles remembranzas y añoranzas.

Sin planificar nada, Gastón compartía vía internet las crónicas del Diario La Opinión aparecidas cada ocho días en lecturas dominicales. Sin saber, creció el portal CRONICAS DE CUCUTA. Cada acontecimiento recopilado se convertía en homenaje In Memoriam para hombres y mujeres que dejaron muy alto el Valle de Guasimales. Igualmente, exalta la dignidad con reconocimiento a grandes glorias del ámbito artístico, cívico, periodístico, religioso, deportivo, cultural, social y político.

Oficialmente se convierte en PORTAL WEB el 7 de octubre 2010. En forma admirable acumula ya 1.329 recopilaciones tipo crónicas, casi todas extractadas de periódicos y publicaciones locales, libros populares, escritos nacidos de historiadores, periodistas, inéditos autores y muchos escritores del Norte de Santander. El portal permite hallar el original ADN ancestral y ubica el sentido innato de pertenencia cucuteña. Llegó un día a la vida de todos los internautas, igual como aparecen las buenas nuevas, sin avisar, sigilosamente introduciéndose en las cortezas que somos y las venas que siempre fuimos. Su creador, nunca imaginó un buscador que tocara el alma y menos tallar imborrables despertares en ávidos ojos de lectura.

Aparece ahora como paso determinante para navegar en referencias de Cúcuta. Asegura a nuevas generaciones herramientas para afianzar valores jamás perdidos. La perspectiva futura para ámbitos históricos, culturales, sociales y deportivos, harán necesario considerar el Portal como insigne buscador de consulta e informativo. Importante archivo tecnológico para infantes en colegios y escuelas. Podrá acceder directamente cualquiera a profundos arraigos allí recopilados. Casi imperativo considerarlo como salvaguarda del sentido de identidad y pertenencia.

CRONICAS DE CUCUTA se convirtió en sugestivo repaso de acontecer histórico, recopilado en 19 capítulos o clasificaciones. Portal libre, siempre abierto a todo aquel deseoso por descubrir datos históricos, biografías, nombres de grandes personajes, fechas emblemáticas, sucesos de vida social, cultural, deportiva, religiosa, artística y política. Formidable vía adentrándose en acontecimientos del siglo XVIII hasta nuestros días. Todo expedicionario oriundo se encontrará representado en cada letra, apellido, dato, foto y fecha. Todos volverán a observar las luces de la gran ciudad en medio de rutas por hallar orígenes.

CRONICAS DE CUCUTA no debe tener como destino el olvido, deberá asegurar a nietos de nuestros nietos, inquebrantables lazos surgidos de nostalgias, recuerdos y añoranzas. CRONICAS DE CUCUTA es herramienta tecnológica para demarcar el hilo conductor entre hoy y ayer. Parece luz encontrada en días oscuros, nos abre el entendimiento. Pulsar la tecla nos lleva a destinos con encuentros pasados. Valiosa información contenida en páginas adornadas con sentimientos profundos.

CRONICAS DE CUCUTA garantiza el resurgir de valores originarios que parecían adormecidos por culpa del avasallante mundo moderno. CRONICAS DE CUCUTA llegó para quedarse, igual que mares inundados por recuerdos. CRONICAS DE CUCUTA confirmó la premisa donde las nostalgias se convierten en vehículos para transportar la historia. Una enciclopedia virtual presentada por nuestras gentes con sencillo lenguaje.

Anclados quedarán por siempre nuestros sentires, intactos los arraigos, despiertas las añoranzas y vivas las costumbres intactas. Ahora aseguramos el reguardo de raíces que retoñan desde cenizas del ayer. Dios jamás declaró desértico el Valle Arcilloso, siempre fue bendecido, tampoco declarado deshabitado para la vida del hombre.

Fueron creciendo raíces en medio de cenizas y milagrosamente reverdecieron los gigantescos árboles frondosos. CRONICAS DE CUCUTA reafirma lo que somos. Seguiremos siendo aquello que siempre fuimos, nada cambió, solo algunos pañetes y varios techos distintos.

Todo estará por volver, todo por crecer y todo por llegar. Nunca estaremos solos. Cada generación hará brotar nostalgias por siempre convertidas en historias llenas de arraigos.

Nos bastaba con vivir en Cúcuta…

miércoles, 31 de mayo de 2023

2252.- LA ACADEMIA DE HISTORIA Y EL ESCUDO DE CUCUTA

Gerardo Raynaud (La Opinión)


LA ACADEMIA DE HISTORIA

En 1935, el gobernador Manuel José Vargas y el director de Educación Pública Felipe Ruan, firmaron el Decreto 673 de ese año mediante el cual se daba curso a lo establecido en la Ordenanza 42 de 1934, en la cual se ordenaba la creación del Centro de Historia del Norte de Santander.

En virtud de ese decreto, el gobernador, en uso de sus atribuciones legales expidió el decreto que se publica a continuación:

“…artículo primero. Créase en la capital del departamento, el Centro de Historia del Norte de Santander.

Artículo segundo: Las funciones de este Centro serán las mismas que le asigna el artículo 1° de la Ordenanza 42 de 1934.

Artículo tercero: Nómbranse miembros de número del Centro de Historia del Norte de Santander a los señores doctor Francisco A. Torres, doctor Rafael Espinosa, doctor Teodoro Gutiérrez Calderón, doctor Ciro Alfonso Gómez, doctor José María Vesga Villamizar, don Luis Eduardo Pacheco, don Luis Gabriel Castro, don Luis Eduardo Romero, doctor Bernardo J. Hernández, doctor Miguel Durán Durán, don León García-Herreros y don Arturo Villamizar B. Artículo cuarto: Mientras se dispone de la partida necesaria para el pago del Secretario del Centro, desempeñará gratuitamente sus funciones el Oficial Mayor de la Dirección de Educación Pública. Artículo quinto: El órgano periodístico del Centro se editará mensualmente en la imprenta oficial.

Después de las firmas respectivas se expidió con fecha del 27 de noviembre y se dio a la publicidad en los diferentes medios de la ciudad.

Los objetivos que debía cumplir el Centro de Historia eran entre otros, investigar e ilustrar la historia nacional y especialmente la del departamento en sus diversos ramos: arqueología, bibliografías, memorias, monografías; velar por la conservación de los archivos, monumentos públicos y reliquias históricas; coadyuvar a la solemne celebración de las fiestas nacionales; propagar por medio del libro, el folleto y la prensa periódica los valores culturales, patrióticos y cívicos del Norte de Santander en sus varios aspectos; colaborar con el desarrollo de las ciencias, las letras y las artes.

También se estableció que fueran miembros honorarios, el señor gobernador y el Director de Educación Pública.

A raíz de este suceso, las expectativas que surgieron en torno a esta nueva institución, se vieron plasmadas en variadas publicaciones que manifestaban su satisfacción toda vez que constituía un gran avance cultural no sólo para la ciudad sino para toda la región fronteriza, entre otras razones porque Cúcuta era una de las tres capitales de departamento que carecían de esta clase de instituciones.

La instalación solemne se cumplió el 2 de abril de 1936, en el Templo Histórico de la Villa del Rosario y los diplomas de designación de los miembros de número fue entregado por el mismo Gobernador Manuel José Vargas, a cada uno de los doce primeros integrantes. El primer orador fue el doctor Felipe Ruan, entonces Director de Educación Pública, quien expuso sobriamente la posición del gobierno sobre los criterios y preceptos que esperaban siguiera esa ilustre institución.

Seguidamente se dispuso la elección del presidente, honor que recayó en la persona del doctor Rafael Espinosa, siendo además elegidos como vicepresidente, don Luis Eduardo Pacheco y secretario Luis Eduardo Romero. En sus palabras de agradecimiento, el presidente, resaltó las cualidades de todos los integrantes y manifestó su disposición de cumplir a cabalidad con los propósitos para los cuales habían sido nombrados.

La iniciación de labores se cumplió tres semanas más tarde, una vez la sede había sido adjudicada y dotada.

Aunque el Centro de Historia se transformó en Academia de Historia por disposición de la Ley 43 de 1973, durante el tiempo transcurrido hasta esa fecha, muy variadas e importantes fueron las actividades por ella desarrolladas, la primera fue el traspaso de la Biblioteca Julio Pérez Ferrero como dependencia del Centro de Historia, quedando como ‘bibliotecario’ el secretario del Centro.

Posteriormente se reglamentó la administración de las bibliotecas departamentales, otorgándoles su condición de autonomía y su dependencia del Ministerio de Cultura.

EL ESCUDO DE CUCUTA

Otro hito que me parece importante dar a conocer es el relativo al escudo de armas de la ciudad de Cúcuta, por el cual el entonces Centro de Historia tuvo una destacada participación.

En 1958, las autoridades locales y regionales discutían sobre el hecho que la ciudad, a pesar de su antigüedad, pues ya habían transcurrido 225 años desde su fundación, aún no existía un emblema que la identificara.

Fue así como reunidos el gobernador Jorge Ordoñez Valderrama, el alcalde Asiz Colmenares Abrahim, y los secretarios municipales de gobierno, hacienda y obras públicas, Carlos Pérez Escalante, Gustavo Rodríguez Duarte y Arturo Mutis Duplat respectivamente, solicitaron al Centro de Historia para que investigara si existía un posible escudo de armas, hasta ahora desconocido y en caso contrario que propusiera el diseño de uno que representara a la ciudad y la región.

El Centro de historia puso manos a la obra y luego de una exhaustiva investigación no encontró escudo de armas que hubiera sido expuesto ni antes ni después de la independencia, por lo cual, el Centro proyectó uno que sometido a consideración de las distintas instancias fue adoptado mediante decreto 32 del 3 de febrero de 1958.

Las características del escudo son: su forma es cuadrilonga, es decir rectangular en su parte superior y redondeada en la inferior, lleva por divisa en una bordura de color plateado el título conferido por cédula real del emperador Carlos IV de “Muy Noble, Valerosa y Leal Villa de San José de Cúcuta”.

El escudo posee dos divisiones, en la superior está el escudo de armas de doña Juana Rangel del Cuéllar, cinco flores de lis en forma de aspa de color plata y rojo con fondo de oro.

En la inferior, las armas que en 1821 adoptó el Congreso de la Gran Colombia reunido en la Villa del Rosario y que hoy son el escudo de armas del Norte de Santander, un hacecillo de lanzas con hacha atravesada, arcos y flechas atados con cinta tricolor, acompañado de dos cornucopias llenas de flores y frutos. Cada uno de estos elementos tienen su significado:

Un arco, hacha y flechas cruzadas: Están ubicadas en el medio del campo del escudo atado por una cinta. Estos tipos de símbolos son llamados fasces. Las lanzas rinden tributo a los cónsules romanos y representan la fuerza, la fortaleza, la prudencia, la unión y el valor militar de sus habitantes. El hacha representa el derecho a la vida o la muerte y la justicia rápida, el arco y las flechas rinden tributo a las razas indígenas.

Las cornucopias son dos cuernos color oro que están ubicados del lado izquierdo y derecho dentro del campo del escudo. Simbolizan la abundancia y la prosperidad, las riquezas, el esplendor, la constancia en el campo laboral de sus habitantes, la luz y el poder.

Dentro de los cuernos se encuentran flores y frutos. Están ubicadas dentro de las cornucopias y representan los lugares fríos y cálidos de sus tierras. Las flores simbolizan la pureza agropecuaria, la riqueza, las religiones, los corazones valerosos de sus habitantes, la victoria y la humildad. Los frutos simbolizan la estabilidad, el amor, la unión de las familias, el cooperativismo, la abundancia, el trabajo, las siembras y el agradecimiento por los alimentos de cada día.





Recopilado por: Gastón Bermúdez V.

lunes, 29 de mayo de 2023

2251.- PARQUE LINEAL DE SEVILLA

La Opinión

El proyecto incluyó el diseño y construcción del primer skate park de la ciudad.

El Parque Lineal de Sevilla, uno de los proyectos de esparcimiento y recreación más ambiciosos que se hayan construido en la zona céntrica de la ciudad, fue entregado oficialmente el 30 de julio de 2022.

Aunque los trabajos finalizaron el 26 de abril, la contratista con el apoyo de la interventoría realizó ajustes a las observaciones hechas por el Área Metropolitana de Cúcuta para la apertura oficial de la obra que pertenece a la Alcaldía.

Con una inversión de $5 mil millones de pesos, se ejecutó la fase 1 del proyecto integrado de la alcaldía en convenio con el Área Metropolitana de Cúcuta. En esta etapa se habilitó el sector que va desde el viaducto Faro del Catatumbo, junto a la terminal de transportes, hasta la cancha de fútbol.

En el lugar se construyeron canchas múltiples con graderías, un patinadero, espacios artísticos y para los aficionados de los deportes extremos, se creó el primer skate park de la ciudad.

El espacio que había quedado en el olvido, convertido en un foco de inseguridad por el permanente deterioro de sus áreas y la presencia de habitantes de la calle, a pesar de su proximidad con el intercambiador del Faro del Catatumbo que construyó la administración pasada, pero se entregó en la gestión del alcalde Jairo Yáñez.

El Centro de Pensamiento Urbano del Área Metropolitana estuvo a cargo del diseño de la obra para darle continuidad a ese proyecto, con la recuperación del espacio desde el separador hasta la redoma de Berlinas.

Miguel Peñaranda, director del Área Metropolitana de Cúcuta, explicó que también, cuando se socializó el proyecto con la comunidad, tuvieron que hacer modificaciones porque, por ejemplo, los vecinos se opusieron a la instalación de grama sintética en el estadio por temor a que su mantenimiento se cargara a costo de los habitantes o se privatizara el predio.

Por otro lado, les preocupaba que la administración de las canchas quedara sujeta a particulares, pero la Alcaldía informó que esa responsabilidad estará a cargo del Instituto Municipal para la Recreación y el Deporte (IMRD).


Pruebas de diseño

En los diseños originales del proyecto estaba la construcción de un Comando de Atención Inmediata (CAI) armónicamente ubicado y con propiedades muy estéticas, pero que resultaron inapropiadas en estándares de protección.

Peñaranda explicó que existen algunas consideraciones que se deben seguir para garantizar la seguridad de los funcionarios y que no se contemplaron en los planos.

Estas fueron algunas razones por las cuales, por el momento, la seguridad en el Parque Lineal Sevilla es responsabilidad de un CAI móvil.

Inseguridad y papeleras

Aunque el Parque Lineal de Sevilla no ha sido entregado ya está abierto para el uso de la comunidad. Algunos vecinos ven con preocupación que de manera intermitente se comienzan a ver habitantes de la calle y algunos jóvenes llegan allí a consumir sustancias ilícitas.

“Yo he pasado por las noches y el CAI móvil no está, entonces los indigentes se meten a dormir aquí y a veces uno ve gente aquí consumiendo droga. Queremos que estén aquí día y noche”, pidió María Eugenia González.

Por otro lado, consideran que la administración debe colocar papeleras para que los usuarios no depositen en el suelo la basura.

Galería de fotos

En la primera fase del proyecto ‘Parque Lineal Avenida Sevilla’
se invirtieron $5.030.547.215.

En total, se intervinieron 19.662 m2 en la primera fase.

La obra representa una apuesta por el desarrollo urbano de la ciudad.

El proyecto es liderado por la administración municipal, 
mediante un convenio suscrito con el AMC.

Panorámica del parque.

La segunda fase

El alcalde Jairo Yáñez dijo con la segunda fase del proyecto, que inició el 7 de marzo, permitirá la adecuación del espacio público y conectará la cancha de fútbol de tierra con la parroquia Nuestra Señora de la Candelaria. Para eso habrá una intervención de 6.560 m2.

“Además de zonas verdes, el sector contará con adecuaciones en iluminación, cafetería, parqueadero, pasos peatonales, fuentes de agua y obras de urbanismo para complementar los trabajos de la fase 1”, expresó.

Esta fase tendrá una inversión de $2.446.998.624 y culminará, de acuerdo a la programación de obra, en septiembre del presente año.




Recopilado por: Gastón Bermúdez V.

sábado, 27 de mayo de 2023

2250.- LA QUINTA TERESA, IRRADIADORA DE CULTURA

Ramiro Pinzón Martínez (Hno. Rodulfo Eloy)


Durante muchos años, por lo menos antes de la fundación de la Universidad Francisco de Pauta Santander, fue el Colegio del Sagrado Corazón de Jesús el centro cultural más importante de la capital del Norte de Santander. Por medio de él, la Quinta Teresa se convirtió desde el 1° de enero de 1927 en gran centro irradiador de cultural.

Vamos a fijarnos en algunos de los aspectos más destacados de esta irradiación. El patio central de la Quinta, al cubrirse, se convirtió en salón para diversos actos culturales. Allí se llevaron a cabo muchas representaciones artísticas. Era un salón múltiple. Funcionaba como capilla. El santísimo se conservaba donde funciona hoy la Consejería del Plantel. Un cancel de la misma anchura del corredor occidental lo separaba y al tiempo lo unía al salón principal.

La salita de espera de la actual Consejería, era el oratorio de los Hermanos. Las celebraciones litúrgicas, parte muy importante del horario, se efectuaban en el altar de esta capillita. Cuando comenzó a celebrarse la misa cara al pueblo, se dispuso de un altar portátil que se colocaba sobre una tarima en mitad del corredor occidental.

En el corredor oriental, al lado del comedor, en el espacio entre la 2a. y 3ra. columnas, es decir, en la mitad del corredor, se hallaba un proscenio de madera a un metro sobre el nivel del piso, con bambalinas y demás implementos usados en estos menesteres. Para su boca pintó, en 1940, un telón el Maestro Luis Eduardo Ramírez Villamízar, que cursaba entonces su último año de bachillerato. Este telón desapareció, pero queda de él, para dar una idea, una fotografía que sacó el Hermano Alfonso Juan, ya que este telón formaba parte de una exposición escolar verificada con motivo del primer centenario de la muerte del General Santander. Esta exposición fue también de las más completas que se hicieron en ese salón.

Una de las ocasiones que tenía el público para acudir a la Quinta Teresa era la de ver y apreciar las exposiciones escolares que año tras año ponían de manifiesto la actividad e iniciativa de los alumnos del colegio. Naturalmente con este proscenio en el salón, adquiría este carácter de teatro y como tal era utilizado.

Después de la llegada de los Hermanos en 1929, varias veces al año, sobre todo el 15 de mayo, fiesta del Fundador Juan Bautista de La Salle, se representaba algún drama. Siempre se contó entre los miembros de la comunidad que atendía al colegio, algún Hermano sobresaliente en esta actividad; ya cuando estaba para perderse esta costumbre la mantuvieron extraordinariamente viva, los Hermanos franceses Francisco y Félix.

No sobra recordar, como dato interesante y a la vez curioso, cómo se distribuían los puestos de los asistentes a la representación dramática. Había en el salón algunas bancas que prestaban servicio en las ceremonias religiosas y reuniones de tipo escolar; para el momento de la presentación se sacaban y eran reemplazadas por las sillas que iban enviando las familias invitadas y se colocaban en sitios señalados por el Hermano Julio, gran conocedor del ambiente social de la ciudad. Sobra decir que el salón se llenaba en estas representaciones que se repetían varias veces en la temporada.

El pueblo acudía con gran gusto a ellas y por su medio la Quinta Teresa difundía cultura en forma de noble distracción. Ese escenario fue empleado no sólo para representaciones dramáticas, sino para actos artísticos de diversa índole: recitales de música, verso y canto; imposible olvidar la actuación en ese escenario de la Quinta Teresa de los niños Laurita Villalobos y su hermano Manuel, alumno de ese entonces del colegio: La niña Laurita es hoy Presidente de la Academia de Historia del Norte de Santander y Manuel, oficial retirado del ejército en que llegó a ser jefe destacado como militar de carrera, en Bogotá.

Representación en día de San Juan Bautista de La Salle 6º Bto. 1966.
Guillermo Toscano, Jos Leconte, Carlos Rodríguez y Gastón Bermúdez.

Fundado en 1937, el Colegio de Santa Teresa, ahí pudimos disfrutar de sus elegantes representaciones, antes de su traslado a la hermosa sede que por esas épocas estaba construyendo. El señor Salvador Valera, pariente del célebre don Juan Valera, estrenó en el salón de la Quinta uno de sus dramas y doña Helena, su esposa, y otras damas virtuosas del piano, dieron selectos conciertos.

Otro centro de atracción e irradiación cultural fue el museo de Ciencias Naturales, a veces bastante visitado sobre todo por entendidos. Fue fruto de la actividad científica del Hermano Nicéforo y otros Hermanos, y era muy rico en ejemplares de fauna, flora y fósiles regionales. Muchos de esos ejemplares, sobre todo de la fauna y de la flora, se han perdido irremediablemente con la destrucción de las selvas de Tibú y el Sarare.

Desfilaban con frecuencia las gentes hacia la Quinta Teresa a presenciar partidos de básquet, ya que en este deporte fue también centro de atracción la hermosa Quinta. Allí estaba la cancha de básquet, construida en 1937, para el campeonato nacional de ese año ganado por el Norte. Contaba esta cancha con unas tribunas de madera construidas hacia el oriente del patio principal. La primera cancha iluminada para encuentros nocturnos, se estableció en la Quinta Teresa, donde hoy está el Coliseo.

Algunos clubes y entidades tuvieron naturalmente sus canchas deportivas, pero con uso limitado y no popular, como lo eran las del colegio de la Quinta Teresa. Cuando después de 1953, se construyó la cancha Rojas Pinilla pasaron a segundo plano las canchas paniculares, inclusive la de la Quinta Teresa; el nombre del General fue sustituido, a la caída de este, por el de Toto Hernández, nombre deportivo de Antonio José Hernández, bachiller de la sexta promoción del colegio en 1939, muerto trágicamente varios años después.

Empero la mayor gloria cultural de la Quinta Teresa está en esos 3.066 bachilleres, distribuidos en 59 promociones que ocupan hoy el Salón Centra. "Al entrar hoy (1993) al patio interior de la Quinta Teresa, decíamos en recuerdos y glorias, no se ve ya, como en 1938, cuando por vez primera conocimos la hermosa Quinta, esa fuente que refrescaba los calores del día y, en el silencio de la noche, invitaba al sueño con monótono ruido; hoy roba la atención algo muchísimo más impresionante: Esa galería admirable de mosaico de bachilleres. Eternizan ellos un instante definitivo de numerosos jóvenes.

Mucho de los alumnos y profesores recordados ahí, por medio de fotografía ya han muerto; otros son hoy destacadas figuras de la sociedad y todos servidores de la humanidad y justificación plena de la existencia de un colegio como este. Las construcciones materiales sólo adquieren su real significado cuando se ponen así al servicio de la niñez y de la juventud. ¡Cuánto valor humano representan estos grupos de Bachilleres! ¡Cada uno de estos mosaicos podría dar tema a un capítulo especial de la historia del colegio! Si sólo un reducido porcentaje de los alumnos que inician el bachillerato, logran terminarlo, cada uno de estos grupos capitanea una legión invisible de compañeros estudiantes, formando la verdadera, grandiosa e incontenible corriente vital del colegio. Y, como bastantes han muerto ya, esa corriente vital, iniciada en el tiempo, va lentamente desembocando en la eternidad.

Bachiller Luis Raúl Rodríguez, 1948

En la historia legendaria de la antigua Roma se cuenta el caso aquel, siempre aleccionador de la madre de los Gracos. Cuando las damas, sus compañeras, hacían alarde de joyas y vestidos, esta sublime mujer, tomando a sus dos hijos de la mano, decía: "Estos son mis mejores joyas". Este colegio del Sagrado Corazón de Jesús, alma mater de la educación en Cúcuta, como la ilustre matrona romana, mostrando los mosaicos de bachilleres que guarda en su patio central la Quinta Teresa, puede decir: "Ved ahí mis verdaderas joyas y mi viviente expresión de cultura".

Hoy podemos añadir que eso mismo que decía la madre de los Gracos, lo podría decir airosamente esa otra grande y admirable mujer, doña Teresa Briceño de Andresen Moller; "Estos mosaicos de bachilleres, son no sólo el adorno más valioso de mi Quinta Teresa, sino su verdadera gloria que me hace sentir orgullosamente realizada al haber facilitado al Departamento la compra de esta Quinta para que se convirtiera en tan eficiente centro educativo". Doña Teresa había deseado ver funcionando un colegio para varones dirigido por una comunidad religiosa: Eso era el Colegio del Sagrado Corazón de Jesús.

Cuando ella murió ya habían salido 23 bachilleres en tres promociones, cuya marcha ya no se iría a detener. En cada una de las 59 promociones que lleva el colegio al cumplir cien años la Quinta Teresa, se destacarán en el futuro como ya lo han hecho en el pasado muchos de esos bachilleres.

Vamos a destacar de ese pasado tres promociones en las cuales alguno de los bachilleres logró sobresalir del ambiente y poner en alto el prestigio del colegio. Son estas, la tercera, la séptima y la quinceava. Entre los 11 bachilleres de la tercera promoción, la de 1936, uno logró subir hasta la cima del poder y ocupar el trono de Bolívar: Virgilio Barco Vargas. No todo Colegio tiene la gloria de que uno de sus egresados llegue a la Primera Magistratura. Él, al cumplir los cincuenta años de egresado, recibió su consagración presidencial.

El alumno más destacado de los 34 de la promoción quinceava, la de 1948, fue Luis Raúl Rodríguez. En su corta existencia logró sobresalir como gran urbanista. En la capital del país ayudó a resolver acertadamente varios de esos problemas que surgen cuando se trata de empalmar un nuevo puente con las vías que trata de complementar. En Cúcuta fue el remodelador del Parque de la Gran Colombia, en la Villa del Rosario, cuando se celebró en 1971 el sesquicentenario del Congreso de 1821, creador de la Gran Colombia. Era Gobernador entonces otro bachiller del colegio, Hernando Ruan. En los planos para las construcciones de la Universidad Francisco de Paula Santander, trascendió que fue él, en rapto enorme de cultura, desconocido en el ambiente de Cúcuta y acaso de todo el país, antes de colocar los edificios, levantó el plano topográfico de los árboles, con lo cual la Universidad iría a quedar en ambiente admirablemente arborizado.

Telón de boca para el teatro del colegio.

La figura quizás más brillante entre los egresados del Colegio, cuya sede ha sido la Quinta Teresa, fue Luis Eduardo Ramírez Villamizar. A los 17 años recibió su bachillerato en el Colegio del Sagrado Corazón, en la promoción séptima. Ya hemos dicho que el telón de boca del teatro del Colegio fue tal vez una de las primeras expresiones de su genio. Una fotografía tomada por el Hermano Alfonso Juan en la Exposición de este año, da una idea de esta obra desgraciadamente desaparecida. Llevado por su irresistible vocación artística, adelantó estudios en Colombia y por dos veces estuvo en París, dedicando años al estudio del arte. Ha hecho exposiciones de sus obras en Europa y en Estados Unidos, así como en Colombia. En Pamplona, su ciudad natal, se le dedicó un museo con su nombre en donde se recogen algunas de sus esculturas de arte abstracto, a que dedicó su asombroso genio artístico.

El telón quería obre todo evocar el recuerdo de Santander en el Centenario de su muerte. Su presencia en el Congreso de Cúcuta, fue momento estelar en la vida del héroe. La Gran Colombia nacía en el Rosario, donde él mismo había nacido 29 años antes. La tendencia a sintetizar que llevó al Maestro Ramírez Villamizar al arte abstracto, se nota en este primer cuadro resumiendo la idea de Patria Colombiana en la unión de las armas y las leyes: Bolívar y Santander con otros congresistas. Las armas sin las leyes, engendrarían dictaduras; las leyes sin las armas podrían convertirse en anarquía y desorden legalizados en apariencia. La torre de la antigua Iglesia del Rosario donde sesionó el Congreso, destruida en el terremoto de 1875, sitúa en la historia y señala un sitio en la geografía. Las dos palmeras son nobles y esbeltos símbolos de la ecología regional.





Recopilado por: Gastón Bermúdez V.

jueves, 25 de mayo de 2023

2249.- CUCUTA DEPORTIVO Y UN REGRESO AGRIDULCE

La Opinión

El conjunto motilón cayó 2-1 ante Boca Juniors de Cali en su regreso al profesionalismo.

La fiesta en las tribunas no se vio reflejada en la cancha. El Cúcuta Deportivo, en su regreso al profesionalismo, perdió 2-1 ante Boca Juniors de Cali en el estadio General Santander ante más de 20 mil hinchas.

Hassan Vergara fue el autor del tanto cucuteño (55’), mientras que por la visita marcaron José Sanabria (16’) y Jhon Pájaro (46’).

El delantero Jhonatan Agudelo, quien fue capitán, se mostró insistente en la primera parte, pero su peso en el ataque no se sintió por la misma razón de la escasez de creación.

Boca Juniors inició ganando al minuto 16 por gracias a un penal ejecutado por José Sanabria producto de una mano del volante antioqueño Sebastián Macías.

El conjunto motilón se mostró sin asociaciones y con poca creación ofensiva durante el primer tiempo, en el que Aquivaldo Mosquera sustituyó al lateral Santiago Guzmán por el atacante Domingo Ortiz (32').


En el primer minuto de la segunda parte, la visita ampliaría la ventaja con un gol de Juan Pájaro, quien definió a la perfección un centro a ras de piso.

La línea defensiva de tres le costó al Cúcuta y Boca aprovechó esos espacios para atacar las bandas del rojinegro.


El descuento del motilón llegaría al minuto 55', cuando Hassan Vergara remató de media distancia dejando sin opciones al veterano Nelson Ramos. A pesar de tomar un envión anímico tras el gol, el Cúcuta no fue eficiente a la hora de buscar el empate.

Durante el segundo tiempo ingresaron Héctor Solano, Cristian Díaz, Andrés Palacios y Jefry Zapata.

Síntesis:

Cúcuta Deportivo:

Wilder Mosquera; Winston Ramírez, José Orlando Pérez y Santiago Guzmán (D. Ortiz, 32’); Yaliston Martínez, Sebastián Macías (A. Palacios, 81’), William Parra (C. Díaz, 66’), Julián Rojas (H.Solano, 66’); Joan Cortés (J. Zapata, 81’); Jhonatan Agudelo y Hassan Vergara. DT: Aquivaldo Mosquera

Gol: Hassan Vergara (55’). Amonestados: S. Macías (13’) y J. Pérez (45+1). Expulsado: Winston Ramírez (75).

Boca Juniors:

N. Ramos; A. Ballesteros, Juan Deusa, K. Sandoval y J. Sadovnik; J. Pájaro, Giraldo, J. Lucumí, J. Domínguez; R. Angulo y J. Sanabria. DT: Alejandro Guerrero.

Goles: J. Sanabria (16’) y J. Pájaro (46’). Amonestados: Domínguez, Pájaro, Sanabria, Angulo, Balanta y Giraldo.




Recopilado por: Gastón Bermúdez V.

martes, 23 de mayo de 2023

2248.- NUEVA ESCUELA DE COMERCIO, 1935

Gerardo Raynaud (La Opinión)

Por los decenios de los treinta y los cuarenta del siglo pasado, los empleados del sector público del departamento desarrollaron una intensa labor social, tanto para beneficio propio como para la comunidad.

En el ámbito deportivo organizaron un poderoso equipo de fútbol que bautizaron con las siglas que los identificaban, FENS, y a finales del 1935, en octubre, la Dirección de Educación Pública del departamento, bajo la dirección de Felipe Ruán, dio su aprobación para iniciar el plan de estudios de la Escuela de Comercio de la Federación de Empleados del Norte de Santander, institución de educación y capacitación que tendría su primer semestre del primero de noviembre de 1935 al 30 de junio de 1936 y cuyo prospecto fue dado a conocer por prensa, radio y volantes repartidos en todas las dependencias oficiales del departamento.

Un prospecto fue distribuido para promocionar la nueva escuela de comercio que en ese momento competía con algunos cursos que dictaba la Sociedad de Artesanos Gremios Unidos, a los trabajadores independientes en horario nocturno para que pudieran asistir sin restricciones.

El prospecto iniciaba con un premio bien sofisticado con el que se pretendía motivar a los potenciales asistentes a la Escuela, para que se inscribieran en cualquiera de los cursos que brindaba, con el objetivo más que de adquirir conocimientos, el de acrecentar su capacidad lucrativa.

Establecieron la ‘Misión de la Escuela’ así:

“…La Escuela de Comercio de la Federación de Empleados Nortesantandereanos, lo invita ahora que se capacite por medio del estudio, sin ningún esfuerzo económico para usted. No espere a que sea demasiado tarde para la realización de sus anhelos.

Recuerde que los que siempre fracasan son los que dicen ‘mañana’ o ‘después’ y no ponen empeño, perseverancia ni voluntad en ninguna obra. Antes se creía que no era necesario estudiar para ciertas profesiones, como la del comercio, la agricultura, etc., ahora se ha llegado a la conclusión irrefutable de que toda profesión debe estudiarse; de que el individuo preparado prevalece necesariamente sobre los impreparados.

Materias como aritmética comercial, cálculo mercantil, contabilidad, redacción, propaganda, ética comercial, legislación, mecanografía, etc., son hoy objeto de una cuidadosa enseñanza, porque el desarrollo de las aptitudes debe ser paralelo al desarrollo de los negocios y porque los distintos oficios piden hoy hombres más calificados que los que demandaban hace pocos años”.

Las condiciones de matrícula fueron establecidas bajo los siguientes términos:

1) Ser federado.

2) Tener nociones de lenguaje, escritura y urbanidad.

3) Demostrar fuerza de voluntad para la asistencia puntual a las clases y aprovechar las facilidades que brinda la entidad para la instrucción de sus afiliados.

Algunas advertencias se les hacían a los interesados para su conocimiento antes de inscribirse y matricularse, en lo que hoy se llama el reglamento académico, tales como las siguientes:

1) En la Escuela podrán matricularse alumnos de ambos sexos.

2) Diez faltas de asistencia sin excusa o con ella, restan una unidad a la calificación de cada materia del programa; treinta faltas de asistencia con o sin excusa, determinan la pérdida del curso en la asignatura o asignaturas correspondientes.

3) La falta habitual de interés por el estudio, la indisciplina, el irrespeto a los profesores son causas suficientes para que la Directiva de la Escuela pueda disponer el retiro de un alumno.

4) La Escuela será regida por una Junta Directiva compuesta del Presidente de la Federación de Empleados, de un federado designado por la Directiva de la Federación y por el Inspector Escolar de la zona de Cúcuta. El Director de Educación es el director innato de dicha Junta.

5) Los federados pueden matricularse en una o dos materias, pero ajustándose a sus exámenes en las materias que no estudió en la Escuela de la Federación.

Según la Ordenanza 32 de 1935, se aplicarán los siguientes artículos:

Art. 2°, el personal docente de la Escuela será nombrado por el gobierno dentro de las ternas que la Junta Directiva de la Federación presentará al efecto.

Art. 4° Los alumnos deberán presentar examen para optar el título de capacidad correspondiente que será visado y reconocido por el Gobierno Departamental.

La Escuela de Comercio iniciará sus actividades con la inscripción y matrícula al Curso Medio, durante el cual se impartirán los cursos de:

1) Aritmética Comercial

2) Contabilidad

3) Lenguaje

4) Inglés

Para el año lectivo siguiente, la Escuela de Comercio de la Federación de Empleados Nortesantandereanos abrirá el Curso Superior con las siguientes asignaturas:

1) Taquigrafía

2) Mecanografía

3) Materias legales

4) Inglés superior y

5) Práctica mercantil

Los estudiantes que cumplan con todos los requisitos y aprueban los exámenes correspondientes obtendrán un certificado de capacitación en Comercio.





Recopilado por: Gastón Bermúdez V.

sábado, 20 de mayo de 2023

2247.- A LOS LAURELES LO OPACA LA FALTA DE OBRAS

La Opinión

Se fundó como una invasión, pero con una buena gestión llegó a barrio.

En ese barrio de la Comuna 6 apenas hay 135 viviendas, las cuales no son ni la sombra de los ranchos de tablas y plásticos y costales, con los que se formó hace 34 años.

Precisamente, varias familias de escasos recursos invadieron ese terreno, ubicado al lado de algunas bodegas y poco a poco fueron construyendo sus casas.

Blanca Nidia Guzmán, lideresa comunal de Los Laureles, recordó que las familias se unieron para darle paso a las vías, a las cuales les echaron restos de material que quedaba de algunas fábricas de ladrillos y tabletas para evitar el lodo, la tierra y el polvo.

“La gente llegó con necesidades y se acomodaron. Se armó una especie de Junta de Acción Comunal para que la gente delimitara los lotes que les correspondía. También para ir construyendo las vías”, comentó la mujer.

La llegada del acueducto

Pese a que Los Laureles obtuvo su estatus de barrio apenas en 2021, cuando algunos funcionarios de la Alcaldía de Cúcuta llegaron a la zona se sorprendieron, porque allí ya contaban con alcantarillado, acueducto, electricidad y alumbrado público.

Y es que la comunidad se enfocó durante años a gestionar mediante recolectas el dinero para construir el alcantarillado y acueducto, mientras que la luz y los postes con luminarias los consiguieron hace poco.

“Nosotros instalamos unos tubos que pasaban el agua potable de otros barrios y descargaba las heces fecales en un canal de aguas negras. La energía eléctrica, antes que la instalaran, nos la robábamos de unos cables de la Avenida Camilo Daza”, añadió Guzmán.

No hay obras

Que Los Laureles solo tenga alrededor de seis manzanas ha sido un obstáculo para la construcción de obras como colegios e iglesias. A los niños y jóvenes estudiantes les toca ir a instituciones educativas de otros barrios cercanos.

No hay un lote delimitado para que allí se construya una iglesia, por eso, muchos vecinos se desplazan cada domingo hasta otros sectores.

“Donde oran dos o más personas, está Dios. No se requiere tener una iglesia gigantesca para mantener la fe que nos ayudó a pasar de una invasión a un barrio”, indicó Johana Rojas, habitante de este sector.

En la calle 21 con avenida 11B debería funcionar un parque infantil, pero solo es un espacio que se presta para que los consumidores de droga se escondan a hacer de las suyas.

Mientras que el salón comunal es una obra que ‘quedó en veremos’, pues los habitantes esperan hacer rifas y bazares para seguir construyéndolo, hace años pusieron los primeros cimientos, pero por falta de recursos no continuaron.

La seguridad

Los vecinos no niegan que la zona es peligrosa, debido a que los delincuentes cuando roban en otros barrios se esconden en los lotes abandonados que hay alrededor de Los Laureles.

“En un lote ubicado en la calle 19 con Avenida Los Libertadores la vez pasada, al parecer, robaron y casi violan a una joven. La víctima se habría bajado de la buseta y cuando pasó por esa desolada calle, que ni alumbrado público tiene, los antisociales aprovecharon”, comentó una vecina.

Allá no hay cámaras de seguridad ni alarmas comunitarias y mucho menos frentes de seguridad.

Las vías

Los vecinos han luchado durante años para tener unas calles en buen estado, pues saben que en la ciudad es difícil que la Alcaldía de Cúcuta acepte pavimentar las vías que a diario se deterioran.

“Acá las vías están bien porque cuando medio se dañan, les echamos cemento. Pero hay unas que sí se han deteriorado y no hemos podido hacer nada”, indicó la lideresa comunal.




Recopilado por: Gastón Bermúdez V.

viernes, 19 de mayo de 2023

2246.- JUGADORES LOCALES CON CUCUTA DEPORTIVO 2022

Gustavo Contreras Sabogal (La Opinión)


Son seis los futbolistas locales que actuarán con el motilón en su regreso al profesionalismo colombiano tras 19 meses.

La hinchada ya cuenta las horas para el regreso del Cúcuta Deportivo luego de rozar su disolución como equipo y estar apartado del profesionalismo 19 meses por sus problemas financieros -generados por una mala administración- que lo tuvieron en estado de liquidación judicial y desafiliado de la Dimayor.

El 10 de julio 2022, ante Boca Juniors de Cali en el General Santander, el rojinegro iniciará su camino desde a la segunda división de la cual fue campeón previamente en cuatro ocasiones.

Dirigido por Aquivaldo Mosquera y con experimentados como Jhonatan Agudelo, César Arias, Henry Obando, Jeysen Núñez, los argentinos Ezequiel Mastrolía y Maximiliano Coronel, el Cúcuta retorna en un ambiente de alegría, expectativa y escepticismo por el manejo que le puedan dar a la institución de la que José Augusto Cadena es el máximo accionista.

En la nómina de jugadores el cuerpo técnico y la gerencia deportiva apostaron por tener seis futbolistas de la región tres defensas, un volante y dos atacantes. De ellos, cinco debutaron con el Cúcuta mientras que uno tendrá la oportunidad de vestir la casaca rojinegra por primera vez.

Darwin Carrero: experiencia en la zaga defensiva

El mayor de los cucuteños es Darwin Carrero. El defensor central de 28 años debutó en con el fronterizo en 2012 y a sus espaldas cuenta con los ascensos de 2015 y 2018, además de portar la cintilla de capitán en algunos compromisos.


“Sé que llego con un peso importante. Quiero aportar la mejor experiencia a los jóvenes. Es un orgullo ponerme estos colores. El Cúcuta es el equipo que amo, del que soy hincha”, le dijo Carrero a La Opinión el pasado junio.

El central jugó en el motilón entre 2012 y 2019, luego fue a Patriotas Boyacá y estuvo seis meses en el fútbol de Kuwait con el Yarmouk.

José Orlando Pérez: un joven líder

Otro de los centrales es José Orlando Pérez. Debutó con el Cúcuta en Copa Colombia del 2018 bajo las ordenas de Lucas Pusineri y estuvo en las campañas de 2019 y 2020. Fue capitán del equipo Sub-20 en el subcampeonato 2018 y el uruguayo Jorge Artigas le delegó la cintilla en 2020.


Tras la crisis del fronterizo, Pérez iría a jugar un año y medio en Jagures de Córdoba donde ganó mayor experiencia.

“Es un motivo de orgullo y satisfacción. Espero volver y aportar mi grano de arena para que vuelva al lugar donde siempre debe estar”, comentó el central de 25 años con experiencia formativa en Atlético Nacional.

Winston Ramírez quiere ser dueño del lateral derecho

Winston Ramírez complementa a los jugadores de la región en la zaga defensiva. El patiense de 21 años es lateral derecho y se estrenó en 2020 bajo la batuta de Artigas.


Alcanzó a jugar 10 partidos antes de la exclusión del rojinegro. En 2021 se entrenó en la ciudad con el grupo que dirigió Braynner García y se uniría al plantel de Aquivaldo en febrero.

Su formación la inició en el club Sports Juniors con el que pudo dar el paso a distintas selecciones Norte y ser subcampeón nacional con el Cúcuta en 2018.

Héctor Solano: creativo con vocación defensiva

En el mediocampo estará el cucuteño Héctor Solano. El volante, hermano de Jefferson Solano, se ha desempeñado como 10, aunque desde la llegada de Mosquera se le han pedido mayores aportes defensivos.


Debutó en 2020 con el Cúcuta y pasó a la temporada 2021 al Patriotas en el que pudo marcar tres goles. En febrero se unió al grupo que entrenaba en Medellín y Aquivaldo le expresó su idea de juego en la que se le exige ayuda en la recuperación.

“El equipo tiene que estar en la A, Cúcuta Deportivo es un equipo de primera. Daré todo por aportar con asistencias y goles”, dijo el volante de 23 años formado en Aniversario y también subcampeón de Súper Copa Juvenil.

Julián Rojas, una variante en el ataque

Julián Rojas, a sus 21 años, espera poder aportar al ataque del Cúcuta Deportivo. Debutó en un partido de Copa durante 2019 y actuó en 2020 en cuatro juegos dejando un gol. En la campaña 2021, se entrenó con Braynner García y en febrero se unió al plantel en Medellín.


Rojas se puede desempeñar como extremo izquierdo y delantero centro. Con Artigas, tuvo minutos hasta de lateral.

En su pasado estuvo en la Sub-20 del Cúcuta, Aniversario y el equipo Sol de América de Medellín.

Domingo Ortiz, revelación en la pretemporada

El centrodelantero Domingo Ortiz, cucuteño de 25 años, fue la revelación del equipo en los juegos de pretemporada. Llegó al motilón por primera vez en este 2022 tras haber debutado con La Equidad en 2016, actuar con Tigres y Llaneros de la B, y Esmoriz y Benfica Sub-23 en Portugal.


Ortiz anotó 2 goles en la pretemporada, uno de ellos de tiro libre, además de aportar dos asistencias.

“Como todo jugador cucuteño siempre quise estar en el equipo. Creo que estar ahí, en el Coloso de Lleras con lleno total, es un sueño”, comentó Domingo.



Recopilado por: Gastón Bermúdez V.



miércoles, 17 de mayo de 2023

2245.- LAS GITANAS DEL PARQUE SANTANDER Y LA ‘SUERTE’

Eduardo Bautista (La Opinión)

Expertas en la práctica de la quiromancia.

El Parque Santander fue por décadas el espacio donde las gitanas ofrecían leer la suerte en las líneas de la mano a distraídos transeúntes camino a sus trabajos o diferentes diligencias en el corazón comercial de la muy noble ciudad de Cúcuta.

Expertas en la práctica de la quiromancia era habitual verlas ataviadas de vaporosos trajes de mucho colorido, collares y pulseras que junto a un maquillaje acentuado le daban un aire de misterio y sensualidad.

Ese era el gancho para que las gitanas, algunas mayores y otras muy jóvenes y hermosas, atraparan la atención de sus clientes, hombres y mujeres que no resistían la tentación de conocer un poco lo que les depararía el futuro en asuntos de dinero y amor.

Las gitanas del parque estuvieron muy activas especialmente durante los años de la bonanza del bolívar, cuando los venezolanos venían a gastar a manos llenas, figurando entre sus principales clientes, a quienes además de leer las líneas del corazón, de la cabeza, de la vida, del destino y línea de marte, les vendían esencias para mejorar la suerte y atraer a la pareja deseada.


Ellas hacían parte de los gitanos llegados a la frontera hace más de medio siglo, que un día decidieron cambiar las carpas donde pasaban sus días y noches de vida nómada, para asentarse, inicialmente en el barrio San Luis y cuando se empezó a poblar el occidente, en la primera etapa de Atalaya, estando entre los primeros habitantes de lo que en la actualidad es una pujante ciudadela de Cúcuta.

Se organizaron como comunidad, descendientes como son de los romaníes, un pueblo al que los estudiosos del tema señalan como lugar de origen la zona noroccidental de la actual India, cuyo idioma está dentro de la familia del sánscrito, quienes, en una primera oleada, hacia el Siglo IX, migraron por la invasión musulmana a India, y una segunda migración se produjo hacia el Siglo XIII, como resultado de las conquistas del pueblo mongol.

Expertos indican que los gitanos o romaníes acosados por las hambrunas, las invasiones y las guerras, además del deseo de mejores oportunidades, llegaron a Europa a finales del Siglo XIV y de allí migraron a otros países, e inclusive a América por la persecución de las monarquías en el Viejo Continente.

Otros estudiosos consideran que los gitanos que llegaron a Europa no habrían salido de la India como un grupo uniforme, sino que hacían parte de distintas tribus que se casaron entre sí, después se mezclaron en Persia y allí formaron un pueblo denominado Dom o Rom, y gran parte de ellos prosiguieron el desplazamiento hacia tierras europeas, un camino lleno de obstáculos al ser víctimas de rechazo, racismo, represión, esclavitud y ser asesinados en masa durante el holocausto nazi.

En la actualidad se dice que hay 12 millones de gitanos en el mundo en países de Europa, América y algunas partes de Asia y Oceanía. En Latinoamérica las comunidades de gitanos más conocidas están en Brasil, Argentina, México, Colombia y Chile.


EN CUCUTA

En Colombia hay unos 6.000 gitanos aproximadamente, quienes se han desplazado por diferentes regiones del país vendiendo sus artesanías, negociando con caballos, instalando sus tiendas o carpas donde se lo permitían, algunos dejando paulatinamente la vida nómada de sus antepasados para instalarse y echar raíces en pueblos y ciudades por diferentes razones, entre ellas la violencia.

Viven en casas arrendadas, como en la primera etapa de Atalaya, porque “los gitanos no compramos casas”, dice Juan Ernesto Gómez, uno de los patriarcas de esta comunidad Rom, representante legal de la ‘cumpaña (comunidad) gitana de Cúcuta’, quien los lidera ante el Gobierno nacional en razón a tener Plan de Desarrollo propio y estar constituidos y reconocidos como grupo étnico desde 2011.

Juan dice que, según un censo, aplicado por el Ministerio del Interior, hay 297 personas, pero además se integran otros gitanos que llegan por la condición de frontera de Venezuela y se instalan en Cúcuta, Villa del Rosario y Los Patios, por lo que llegan a ser alrededor de 350 gitanos.

“El trabajo de nosotros es el negocio informal, con ventas en la calle de artesanías, sombreros, bolsos, correas, y salimos a trabajar todos los días a buscar el sustento, viajando algunos a los pueblos y otras ciudades”.

Confiesa que sus antepasados eran errantes, “ya no lo somos, hace algún tiempo dejamos de serlo y estamos establecidos en esta ciudad. Aquí llegaron hace más de 40 años unas personas gitanas, al barrio San Luis y Atalaya, prácticamente fundadores de esa primera etapa del barrio”.

El representante legal dice que se ha ido perdiendo parte de la cultura ancestral, como la lectura de la suerte, que tuvo arraigo en Cúcuta y que aún se hace en algunos lugares del país, y van quedando rezagados oficios como la fabricación de pailas y otros elementos de cobre, la compra y venta de caballos y mulas especialmente en zonas rurales, y se mantienen trabajos como calzado, marroquinería y algunas confecciones.

Sin embargo, los gitanos tienen características que los distinguen como un dialecto propio, el apego al trabajo, vivir en comunidad como lo hacían cuando eran nómadas y dormían en carpas o bajo las estrellas, logrando integrarse a las demás comunidades sin ningún conflicto por ser personas de paz.

La difícil situación económica en Venezuela obligó a muchos gitanos a migrar hacia Colombia, desde ciudades como Valencia, Barquisimeto y la población tachirense de Rubio, donde algunos se dedicaban al negocio de los carros usados.

TRAS EL ENCIERRO

La pandemia por la COVID-19 también los afectó “porque nosotros somos personas libres, que no estamos acostumbrados al encierro y al no poder salir a trabajar la situación económica nos dio muy duro y la ayuda del Gobierno fue muy poca”, dice Juan.

En la actualidad están interactuando con entidades de la Alcaldía de Cúcuta y la Gobernación de Norte de Santander, buscando la atención para la comunidad que se traduzca en una mejor oferta de salud, para una población con el mayor porcentaje de adultos que sobrepasan los 50 años, los más jóvenes que requieren oportunidad de trabajo y los niños que son la generación de relevo, por lo que reclaman mayor inclusión en educación y en la implementación de programas económicos que ayuden a la economía familiar de la comunidad gitana.

UNA CELEBRACIÓN ESPECIAL

Los gitanos de Cúcuta se suman cada año a la celebración, el 8 de abril, del Día Internacional del Pueblo Gitano, para mostrar el orgullo de su etnia y reivindicar el derecho al reconocimiento y a la igualdad.

Ese día se reúne la ‘cumpaña’, dando inicio a los actos protocolarios entonando el Himno Nacional Gitano y el Himno Nacional de la República de Colombia, palabras alusivas a la conmemoración y una fiesta que incluye comida y bailes autóctonos que recuerdan la grandeza del pueblo romaní.

Las familias comparten platos especiales de su gastronomía como cerdo al horno, una comida ancestral; la sopa de tomate que acompañan con carne de cerdo; el sarmi que es un preparado con carne molida en pimentón o en repollo y azafrán.

De postre sirven el sabiaco que es un pan especial preparado por personas de la comunidad y que lleva queso, mantequilla, crema de leche, arequipe, uvas pasas, que hace la delicia de los niños, mientras los adultos se entregan al baile flamenco, que ejecutan las mujeres usando sus atuendos típicos como vestidos largos y prendas doradas, todo en un ambiente de alegría y camaradería gitana.



Recopilado por: Gastón Bermúdez V.

lunes, 15 de mayo de 2023

2244.- LLEGO DON JULIO AL ALMACEN LEY

Gustavo Gómez Ardila (La Opinión)


Tuve una infancia afortunada, al lado de mi tío Santos Ardila que, en ese tiempo, era un solterón empedernido y no tenía hijos. Yo era su sobrino favorito y en mis vacaciones él cargaba conmigo para todas partes. Era comprador de café y de cacao y le gustaba que yo lo acompañara a Cúcuta, a vender las cargas de grano que les compraba a los cultivadores.

Me gustaba diciembre porque mi tío me llevaba al Tía, un almacén que yo consideraba inmenso, acostumbrado a las tiendas del pueblo, con un estante lleno de productos, un mostrador de madera y dos taburetes. Tiendas donde vendían enjalmas, cotizas, jarabes para las lombrices, ollas de aluminio, escopetas de cacería, machetillas, y sal, velas y jabón.

Era un espectáculo fascinante para un niño de diez años, entrar al Tía decembrino, lleno de juguetes y adornos navideños, y luces de colores, y casitas para los pesebres. Muñecas y ollitas para las niñas, y carros y caballitos de palo para los niños. Arbolitos de navidad, bolas de colores, bombillitos, cintas, nieve, papel para montañas y lagunas con patos y cocodrilos.

Yo miraba extasiado aquel mundo de fantasía, que comparaba con los pesebres del pueblo, hechos de aserrín, musgos y chamizos, y casas de cartón viejo. Ir a Cúcuta en diciembre era un regalo de la divina Providencia, siempre tan generosa conmigo.

En el mes de julio era nuevo viaje a la capital, por cuenta del tío bueno. Pero entonces el destino era otro almacén, situado al frente del Tía. Íbamos al Ley, deliciosa maravilla de la creación de Dios, más grande si se quiere y más iluminado, pero con distintas mercancías y un gran atractivo: el de las rebajas.

“Don Julio llegó al Ley, cargado de descuentos”, decía la propaganda y la gente corría a aprovechar las gangas del mes, antes de que se agotaran las existencias. No sólo de los barrios, sino de los pueblos, los compradores acudían porque allí –tal vez era cierto- las rebajas valían la pena.

Pero don Julio, un señor muy serio, bigotudo, de sombrero de copa alta, corbatín y saco a pesar del calor cucuteño, era muy estricto: Llegaba al almacén el 1 de julio, se instalaba con todas la de la ley, y permanecía otorgando rebajas y haciendo promociones hasta el 31 de ese mismo mes. Ni un día más, ni un día menos.

Y mi tío y yo aprovechábamos las oportunidades, de las cuales decían que eran calvas, es decir, escasas. Digo “decían”, porque hoy los calvos abundamos. Ahora lo escaso es encontrar gente no calva.

Mi oficio, al lado de mi tío, era ayudarle en sus cuentas. Como yo ya había cursado quinto de primaria, mi tío suponía –quizás con alguna ingenuidad- que yo sabía muy bien las tablas de multiplicar y que sabía restar llevando, y hasta dividir por dos cifras.

Hoy, con las calculadoras en el bolsillo y en los celulares, yo no me habría ganado ningún viaje como auxiliar de contabilidad. Ya ni siquiera los cuadernos traen en la contracarátula las tablas de multiplicar como antes. Ya nadie las necesita. Para eso están los aparatos, que piensan y hacen las operaciones sin riesgo de errores aritméticos o de lenguaje.

Se acabaron los almacenes Ley y Tía, como se acabó la Araña de Oro, una cafetería famosa, en la misma cuadra del Tía, a donde llegaban políticos y vagos, que son de la misma especie, a tomar tinto, leer el Diario de la Frontera, contar chismes, y hablar de la Sorda y sus últimas adquisiciones.

¡Los tiempos cambian!




Recopilado por: Gastón Bermúdez V.

sábado, 13 de mayo de 2023

2243.- EL DIA QUE MURIO EL GOBERNADOR COTE LAMUS

Celmira Figueroa (La Opinión)


El poeta Eduardo Cote Lamus venía recitando fragmentos de la poesía de Jorge Gaitán 'Hasta que llegue la muerte'.

"Eduardo Cote Lamus venía acostado, en el puesto de atrás del carro, en posición fetal. Dormía y cuando estábamos a punto de llegar al corregimiento La Garita despertó y empezó a recitar el fragmento de la poesía de Jorge Gaitán 'Hasta que llegue la muerte'. Creo que 30 segundos antes de chocar contra el árbol decidí subir el vidrio, y tal vez eso me salvó. Me recosté, estiré las piernas, le pasé el brazo a mi mujer que estaba embarazada y me quedé dormido. Cuando desperté, al otro día, me encontraba en el hospital San Juan de Dios".

Así recordó Silvio Enrique Ramírez Villamizar los últimos momentos que pasó con el poeta y gobernador en 1962. En el 2004 aceptó regresar a La Garita y reconstruir ese amargo episodio que interrumpió, de manera abrupta, el amanecer en ese sector del municipio Los Patios.


El economista Silvio Ramírez Villamizar y dedicado al comercio en ese entonces, llegó hasta La Garita, 40 años después, para reconstruir esas horas que antecedieron el fatal accidente de esa madrugada del lunes 3 de agosto de 1964. Incluso aceptó recorrer las curvas de la carretera que dan acceso al puente de La Garita. Segundo a segundo fue recordando. Él era muy cercano al también secretario de Educación departamental, Representante a la Cámara y Senador, Cote Lamus.

Recuerda que el sábado el gobernador Eduardo Cote Lamus visitó, en una correría, a Silos y Mutiscua y el domingo, de bajada, se quedó en Pamplona para bautizar a su sobrina Nidia Rincón, quien después fue profesora de la Universidad Libre.

"A las 5:00 de la tarde, en la iglesia de El Carmen, fue la ceremonia. La fiestecita fue netamente familiar. Cote Lamus estuvo alegre, bailó incluso un pasodoble con la muchacha del servicio. Yo tenía siete meses de casado y no sentía ganas de tomar ni de fumar, eso que me considero un empedernido fumador. Ni siquiera me tomé la champaña, solo me comí la torta. De pronto, era como un instinto de conservación".


"El conductor asignado para la correría fue Ramiro Acevedo, quien soportó trasnochos, estaba cansado y muy seguramente hasta mal comido. Siempre estuvo atento a las órdenes del gobernador. Nunca se fue a descansar.

Entonces faltando más o menos un cuarto para la 1:00 de la madrugada emprendimos el viaje de retorno. Mi esposa Ana Cecilia y yo veníamos en el puesto de atrás, era de esos carros con una sola silla, larga. Bajando la carretera, a la altura donde quedaba Radio Pamplona, Eduardo pidió que parara.

Se bajó a orinar y aprovechamos para pasarnos al puesto de adelante. El Gobernador entró y se acostó, en posición fetal, en la parte de atrás y nos vinimos. Hacía mucho frío y todo estaba oscuro. Cote Lamus venía recitando fragmentos de poesías a de Jorge Gaitán.

En una de las curvas, muy cerca de La Garita, el carro se fue derecho, pero el chofer pudo agarrar nuevamente la dirección, es un trayecto que le llaman 'La serpiente' por la cantidad de ondas. La carretera no era destapada, sino angosta".


"Cote Lamus venía recitando, en medio de su cansancio y embriaguez: Y sí llegare de golpe, amigo mío, y si llegara. Y encontrara que en la balanza inexorable/ No tuviera más peso que el vacío desesperado/ Ni más libre que mi soledad inexpugnable/ Ni más grito que mi canto y mi dolor. Ese era un fragmento de ‘Hasta que llegue la muerte’. "Muerte, maldita muerte", eso fue lo último que exclamó, faltando unos 20 minutos para encontrar la muerte, en ese fatídico accidente.

Faltando 30 segundos, exactamente, para llegar al árbol de guásimo, que uno pasa del frío al calor y siente modorra, decidí subir el vidrio, y tal vez por eso me salvé. Me recosté, estiré las piernas, le pasé el brazo a mi mujer y me quedé dormido y cuando me desperté, al otro día, me encontraba en el hospital San Juan de Dios.

Me quedé con una pierna de platino, porque en ese tiempo no había fisioterapia ni ortopedista. Jesús Villamizar y Jorge Cristo fueron los que me atendieron esa madrugada del 3 de agosto", dijo Ramírez Villamizar.


Silvio Ramírez no asistió al sepelio. Lo incapacitaron durante seis meses. Se enteró, de los pormenores del accidente y del sepelio por medio de los periódicos y la radio.

El cuerpo de Cote Lamus permaneció en cámara ardiente en el palacio de la Gobernación y después fue trasladado a Pamplona, porque su esposa, la española Alicia Baraibar, hizo cumplir su voluntad: "Cuando yo me muera quiero que me entierren en Pamplona".

Y según se consigna en la prensa, en alguna oportunidad le comentó que moriría joven y en un accidente. Cote Lamus tenía 36 años de edad y pereció en ese choque donde quedó atrapado en la parte trasera del carro de la Gobernación.

La despedida fue indescriptible. Desde las 11:00 de la mañana la gente se tomó las calles. En la Catedral San José, el obispo de la Diócesis de Ocaña, monseñor Rafael Sarmiento Peralta, ofició una solemne misa.

El obispo de Cúcuta, monseñor Pablo Correa León se encontraba en Bogotá y se regresó para asistir al entierro.

Ocho discursos se pronunciaron al momento de darle cristiana sepultura en Pamplona, entre ellos el del Ministro de Gobierno, Aurelio Camacho Rueda. Se decretaron tres días de duelo y el presidente Guillermo León Valencia envió un mensaje de condolencias a su familia


Eduardo Cote Lamus terminó Derecho en la Universidad Javeriana de Bogotá. Fue diplomado en Filología Hispánica en la Universidad de Salamanca, España, país donde ganó en 1950 el premio de poesía 'A la joven literatura' por su libro Salvación del recuerdo.

En 1954 fue nombrado Cónsul Auxiliar de Colombia en Frankfurt, Alemania, donde vivió tres años y aprovechó para estudiar Filosofía y publicar su tercer libro de poemas 'Los sueños'.

Acompañó a Leonor Duplat Sanjuan, quien se convirtió en Señorita Colombia el 12 de noviembre de 1963. Allá en Cartagena pronunció un discurso.

"El viento suena, suena el viento. Cartagena navega tierra y agua y fuego y mar adentro. Saltan ocultas conchas desde el agua. El golpe de las olas pule las arenas y los acantilados. Una bandada de palmeras aparece en lontananza y por en medio de la naturaleza, crecen las murallas, se tornan gigantes las fortalezas de mil ojos y los galeones se toman por asalto el agua. El oleaje del cielo es azul y se hace sombra para descansar como el pecho de un negro".


Silvio Ramírez estrechó la mano de Joaquín Herrera, 40 años después del accidente, en señal de gracias por haberlo rescatado de las retorcidas latas del Chevrolet negro.

Su amistad con Cote Lamus empezó en Pamplona, de donde es oriundo, y a pesar de las discrepancias política (un radical liberal) primaba la amistad. Por eso lo nombró inspector de obras públicas y le había prometido convertirlo oficialmente en su secretario privado, aunque en la práctica lo era.

Un día antes del accidente le reveló que el presidente Guillermo León Valencia le había dicho que era inminente su nombramiento como Ministro de Educación y "me dijo que también me iría con él para Bogotá". Pero la muerte se interpuso, esa madrugada del 3 de agosto de 1964 y los sueños de Cote Lamus también se sepultaron.




Recopilado por: Gastón Bermúdez V.