PORTAL CRONICAS DE CUCUTA: Estandarte cultural de historias, recuerdos y añoranzas cucuteñas…

PORTAL CRONICAS DE CUCUTA: Estandarte cultural de historias, recuerdos y añoranzas cucuteñas…

TERREMOTERO -Reconocimiento, enero 2018-

Apasionantes laberintos con inspiraciones intentan hallar rutas y permiten ubicarnos en medio de inagotables cascadas, son fuentes formadas por sudores de ancestros. Seguimos las huellas, buscamos encontrar cimientos para enarbolar desprevenidos reconocimientos en los tiempos. Siempre el ayer aparece incrustado en profundos sentimientos.

Corría finales del año 2008, Gastón Bermúdez sin advertir y sin proponerlo, inicia por designios del destino la creación del portal CRONICAS DE CUCUTA. Parecen haberse alineado inspiraciones surgidas por nostalgias. Gran cúmulo de vivencias, anécdotas, costumbres y añoranzas, fueron plasmadas en lecturas distintas.

Ya jubilado de la industria petrolera venezolana, recibió mensaje que expresaba una reunión de amigos en Cúcuta. Tenía más de cuatro décadas ya establecido de forma permanente, primero en la ciudad del puente sobre el Lago y después en la cuna del Libertador. Viajó ilusionado, acudió puntual a la cita desde Caracas. Encontró un grupo contemporáneo, conformado por amigos ex-jugadores de baloncesto y ex-alumnos del Colegio Sagrado Corazón de Jesús.

La tierra cucuteña levantada desde primeras raíces plantadas, siempre acompañó todos los hijos ausentes. Cuando encontramos distantes los afectos, creemos separarnos de recuerdos. Nos llevamos al hombro baúles de abuelos, cargamos con amigos del ayer, empacamos en maleta la infancia y juventud. Muchas veces una fotografía antigua, atrapa y confirma que nunca pudimos alzar vuelo.

Entonces por aquellos días apareció publicado ´La ciudad de antaño´, parido desde generosa pluma con sentido de identidad comprometida, fue el mártir periodista Eustorgio Colmenares Baptista dejando plasmados recuerdos de finales de los 50 y años 60. Sin querer, esas letras fueron presentación inaugural de CRONICAS DE CUCUTA. Los Inolvidables sentires viajaron al modesto grupo de amigos y abrieron compuertas para afianzar arraigos de infancia. Don Eustorgio culmina la crónica con frases retumbando las memorias: “Había muchos menos avances tecnológicos a disposición de la comunidad, pero vivíamos como si nada nos faltara. Nos bastaba con vivir en Cúcuta”.

Sentires intactos, ahora plasman recuerdos en calles transitadas por niños que fuimos. Nuevamente los arraigos hacen despejar las avenidas a los rieles del antiguo ferrocarril. Nos bastaba con vivir en Cúcuta. Asoman madrugadas entre indetenibles remembranzas y añoranzas.

Sin planificar nada, Gastón compartía vía internet las crónicas del Diario La Opinión aparecidas cada ocho días en lecturas dominicales. Sin saber, creció el portal CRONICAS DE CUCUTA. Cada acontecimiento recopilado se convertía en homenaje In Memoriam para hombres y mujeres que dejaron muy alto el Valle de Guasimales. Igualmente, exalta la dignidad con reconocimiento a grandes glorias del ámbito artístico, cívico, periodístico, religioso, deportivo, cultural, social y político.

Oficialmente se convierte en PORTAL WEB el 7 de octubre 2010. En forma admirable acumula ya 1.329 recopilaciones tipo crónicas, casi todas extractadas de periódicos y publicaciones locales, libros populares, escritos nacidos de historiadores, periodistas, inéditos autores y muchos escritores del Norte de Santander. El portal permite hallar el original ADN ancestral y ubica el sentido innato de pertenencia cucuteña. Llegó un día a la vida de todos los internautas, igual como aparecen las buenas nuevas, sin avisar, sigilosamente introduciéndose en las cortezas que somos y las venas que siempre fuimos. Su creador, nunca imaginó un buscador que tocara el alma y menos tallar imborrables despertares en ávidos ojos de lectura.

Aparece ahora como paso determinante para navegar en referencias de Cúcuta. Asegura a nuevas generaciones herramientas para afianzar valores jamás perdidos. La perspectiva futura para ámbitos históricos, culturales, sociales y deportivos, harán necesario considerar el Portal como insigne buscador de consulta e informativo. Importante archivo tecnológico para infantes en colegios y escuelas. Podrá acceder directamente cualquiera a profundos arraigos allí recopilados. Casi imperativo considerarlo como salvaguarda del sentido de identidad y pertenencia.

CRONICAS DE CUCUTA se convirtió en sugestivo repaso de acontecer histórico, recopilado en 19 capítulos o clasificaciones. Portal libre, siempre abierto a todo aquel deseoso por descubrir datos históricos, biografías, nombres de grandes personajes, fechas emblemáticas, sucesos de vida social, cultural, deportiva, religiosa, artística y política. Formidable vía adentrándose en acontecimientos del siglo XVIII hasta nuestros días. Todo expedicionario oriundo se encontrará representado en cada letra, apellido, dato, foto y fecha. Todos volverán a observar las luces de la gran ciudad en medio de rutas por hallar orígenes.

CRONICAS DE CUCUTA no debe tener como destino el olvido, deberá asegurar a nietos de nuestros nietos, inquebrantables lazos surgidos de nostalgias, recuerdos y añoranzas. CRONICAS DE CUCUTA es herramienta tecnológica para demarcar el hilo conductor entre hoy y ayer. Parece luz encontrada en días oscuros, nos abre el entendimiento. Pulsar la tecla nos lleva a destinos con encuentros pasados. Valiosa información contenida en páginas adornadas con sentimientos profundos.

CRONICAS DE CUCUTA garantiza el resurgir de valores originarios que parecían adormecidos por culpa del avasallante mundo moderno. CRONICAS DE CUCUTA llegó para quedarse, igual que mares inundados por recuerdos. CRONICAS DE CUCUTA confirmó la premisa donde las nostalgias se convierten en vehículos para transportar la historia. Una enciclopedia virtual presentada por nuestras gentes con sencillo lenguaje.

Anclados quedarán por siempre nuestros sentires, intactos los arraigos, despiertas las añoranzas y vivas las costumbres intactas. Ahora aseguramos el reguardo de raíces que retoñan desde cenizas del ayer. Dios jamás declaró desértico el Valle Arcilloso, siempre fue bendecido, tampoco declarado deshabitado para la vida del hombre.

Fueron creciendo raíces en medio de cenizas y milagrosamente reverdecieron los gigantescos árboles frondosos. CRONICAS DE CUCUTA reafirma lo que somos. Seguiremos siendo aquello que siempre fuimos, nada cambió, solo algunos pañetes y varios techos distintos.

Todo estará por volver, todo por crecer y todo por llegar. Nunca estaremos solos. Cada generación hará brotar nostalgias por siempre convertidas en historias llenas de arraigos.

Nos bastaba con vivir en Cúcuta…

martes, 31 de diciembre de 2024

2543.- BATALLA DE CUCUTA (28 DE FEBRERO DE 1813)

Red Cultural del Banco de la República


A comienzos del año 1813, casi tres años después de iniciados los movimientos de independencia, la Nueva Granada se encontraba sumida en intensos debates políticos entre federalistas y centralistas, que desencadenaron una guerra civil; esta situación llevó a algunas regiones a descuidarse frente a la amenaza de los ejércitos realistas que no querían perder estos valiosos territorios.

De tal suerte que, si bien algunas provincias y ciudades de la Nueva Granada estaban libres de la presencia española, otras aun eran ocupadas por tropas realistas. Tal era el caso de las poblaciones que ocupaban el valle de Cúcuta, lugar estratégico en la frontera nororiental con la Capitanía General de Venezuela, que desde junio de 1812 se encontraba dominado por los ejércitos realistas, al mando del coronel Ramón Correa.

Correa, con una expedición proveniente de Maracaibo, atacó el 13 de junio la villa de San Antonio de Táchira derrotando a los patriotas y tomando 200 prisioneros, sus armas y municiones; tras esta victoria se apoderó fácilmente de las poblaciones del valle de Cúcuta.

Esta dominación del ejército realista duró un poco más de ocho meses, hasta el 28 de febrero de 1813, fecha en que el ejército patriota al mando del coronel Simón Bolívar derrotó a Correa en lo que hoy se conoce como la Batalla de Cúcuta.

El joven coronel Simón Bolívar, que años más tarde sería reconocido como El Libertador de América, había salido de Caracas hacia Curazao tras la derrota y pérdida de Puerto Cabello, y de allí viajó a Cartagena en noviembre de 1812, donde se unió a las tropas patriotas al mando del francés Pedro Labatud, quien le encomendó la seguridad del pueblo de Barranca cerca al canal del Dique.

Estando allí Bolívar decidió iniciar sin autorización de Labatud la liberación de algunos pueblos de las riberas del Magdalena como Tenerife, Mompox, Guamal, Puerto Real de Ocaña (hoy Gamarra), y alrededor del 11 de febrero de 1813 ocupó Ocaña.

Para cumplir con una solicitud del coronel Manuel Castillo de acompañarlo en la defensa de la provincia de Pamplona y liberarla de la presencia realista, Bolívar partió de Ocaña con cerca de 400 hombres y algunos fusiles, por el “fragoso camino que atravesando la gran cordillera”, llegó a la ciudad de Salazar de las Palmas, donde los realistas tenían un fuerte destacamento de más de 100 hombres en el alto de La Aguada. Bolívar los derrotó sin utilizar las armas, valiéndose solamente de su ingenio militar: les hizo creer mediante falsos espías que el ejército patriota que venía a combatirlos era mucho más numeroso, sembrando el pánico entre los realistas quienes decidieron huir dejando sus armas. Bolívar, para darle credibilidad a la estrategia empleada, hizo que los persiguieran hasta que logró su dispersión y causó también la huida de los 200 hombres que se encontraban en la ciudad de Salazar de las Palmas y los que estaban en San Cayetano. Golpeado de esta manera el jefe del ejército realista, Ramón Correa, decidió concentrar sus tropas en la villa de San José de Cúcuta.

A los patriotas que llevaba Bolívar, se les unieron, en el camino que conducía a Arboledas, dos compañías del batallón del Coronel Manuel Castillo, enviadas desde Pamplona, al mando de los capitanes Lino Ramírez, Félix Uscátegui, y el teniente José Concha. Con estos refuerzos Bolívar decidió tomarse la Villa de Cúcuta. El 28 de febrero de 1813 a las nueve de la mañana, y luego de atravesar el río Zulia en canoa, se encontraba en un cerro al occidente de Cúcuta, desde donde se podía divisar la Villa.

Ante el inminente peligro, Correa decidió esta vez hacerle frente y envió su ejército al alto donde se encontraba el ejército patriota, apoderándose de la margen izquierda del cerro. La batalla, a tiro de fusil, duró aproximadamente cuatro horas, pero ante el agotamiento de las municiones, Bolívar ordenó a sus tropas atacar con la bayoneta, decisión que le aseguró la victoria. Las derrotadas tropas de Correa huyeron hacia la población venezolana de La Grita.

Así describió Simón Bolívar la batalla, en carta enviada al presidente del Congreso General de las Provincias Unidas: “El enemigo sobrecogido, en este momento de un terror pánico, se escapó precipitadamente dejando en nuestro poder, la plaza, artillería, pertrechos, fusiles, víveres y cuantos efectos pertenecían al gobierno español y a sus cómplices.

Hemos alcanzado la más completa victoria, aprovechándonos de sus fuertes posiciones y de estos floridos valles que ellos oprimían, matándolos e hiriéndoles una multitud de oficiales y soldados inclusive el mismo comandante Correa; siendo por nuestra parte la pérdida tan desproporcionada, que sólo tenemos que deplorar, dos hombres muertos y catorce heridos, entre ellos el valeroso teniente de las tropas de la Unión, el ciudadano Concha”.

Bolívar al frente de su ejército entró triunfal a la villa de Cúcuta, donde fue recibido con honores. Entre los hechos más significativos de este recibimiento está el obsequio de una casaca de paño azul bordada en oro y lentejuelas, elaborada por una costurera del valle de Cúcuta, conocida como Mercedes Ábrego Reyes, quien se convertiría, gracias al apoyo que dio a los ejércitos patriotas, en una de las mujeres que pasaría a la historia como símbolo del patriotismo en las guerras de independencia.

Esta batalla, más que importancia militar, tuvo una significación política de gran trascendencia en la campaña libertadora, pues el triunfo permitió despejar la ruta que llevaría a Bolívar a emprender la Campaña de liberación de Venezuela con el apoyo económico, político y militar del Gobierno General de la Unión, quien le otorgó el grado de Brigadier de los ejércitos de la Unión y el título de ciudadano de la Nueva Granada, en reconocimiento a esta victoria militar.

En solo 90 días, entre los meses de mayo y agosto, Bolívar liberó a Venezuela en una rápida y fulgurante sucesión de batallas, en lo que se conocería como la Campaña Admirable. Por los éxitos de esta campaña, Simón Bolívar fue aclamado por primera vez como Libertador, título oficial que le concedió la ciudad de Caracas en octubre de ese año y con el que sería universalmente reconocido.

Cuando, el 14 de mayo de 1813, Bolívar partió hacia Venezuela en la campaña Admirable, dejó al mando al joven militar (21 años de edad), sargento mayor del quinto batallón de línea, Francisco de Paula Santander, oriundo de esta región pues había nacido en Villa del Rosario.

Santander mantuvo el control del valle de Cúcuta y sus alrededores, con tan solo 260 soldados reclutados entre los habitantes de las poblaciones del valle de Cúcuta, la mayoría infantes, y 30 soldados de caballería. Con ellos triunfó en San Faustino y Capacho, contra las guerrillas realistas de Aniceto Matute e Idelfonso Casas.

Sin embargo, ocho meses después, la victoria patriota sobre el valle de Cúcuta se vio truncada por la derrota en el Llano de Carrillo el 18 de octubre de 1813.



Recopilado por: Gastón Bermúdez V.

domingo, 29 de diciembre de 2024

2542.- LONDERO'S, RESTAURANTE DE LUJO INVENTADO POR LONDERO

Gustavo Márquez (LAS 2’ORILLAS)


Tras haber sido uno de los máximos goleadores del fútbol colombiano, el argentino decidió radicarse en Cúcuta y hacerle un gol al hambre con sus parrilladas. El 21 de diciembre de 1981, un mes después de haberse retirado del fútbol, Hugo Lóndero inauguró en la ciudad de Cúcuta un restaurante que, a día de hoy, se ha alzado como uno de los más reconocidos de la capital de Norte de Santander. Con tres platos de cocina y una parrilla, uno de los máximos goleadores del fútbol colombiano dio inició a la historia de Londero's, un sueño que emprendió, con mucho temor, tras haber pasado varias noches sin dormir, reflexionando sobre qué sería de su vida después de las canchas de fútbol, el único oficio que había practicado hasta ese momento.

Y es que, como buen jugador, desde muy joven le entregó todo de sí a la pecosa. Inició en Argentina, de donde es oriundo, para luego llegar a Colombia y convertirse en ídolo de varios equipos como Nacional, Pereira y, por supuesto, Cúcuta Deportivo.

El futbolista era un astro en lo que hacía, a tal punto que se convirtió en el máximo goleador del fútbol colombiano en 1980, con el matecaña; pero de lo otro, de la vida afuera de las canchas, sabía poco y ese era su máximo susto, fracasar en el intento.

El joven Hugo Lóndero y su amor por las tierras colombianas

La historia de Hugo Lóndero inició en una pequeña ciudad argentina, perteneciente a la provincia de Córdoba, conocida como Colonia Caroya. En sus calles fue donde el jugador conoció el amor por el deporte y donde empezó a hacerse famoso como un goleador nato, logrando debutar en el fútbol profesional a los 21 años, en 1967, en Gimnasia y Esgrima La Plata.

Desde el inicio de su carrera, Colombia iba a estar presente y dos años después de su estreno arribó a América de Cali, club donde sacó todo su repertorio y quedó como goleador en apenas su primera temporada.

Sin embargo, y sin importar su buena actuación en el FPC, para 1970 decidió retornar a su país natal y a su primer club, y jugó allí durante ese año. Aun así, para 1971 la magia de Colombia lo volvió a seducir y llegó a formar parte de Cúcuta Deportivo, club del que se volvió hincha y en donde finalmente acabó su carrera en noviembre de 1981, no sin antes hacer mérito para ser recordado como uno de los mejores futbolistas en la historia del fútbol colombiano.

Hugo Lóndero militó en Cúcuta Deportivo en dos ocasiones. La primera de 1971 a 1972, y la segunda en 1981, año en el que decidió retirarse del balompié.

En esos 10 años jugando en tierras cafeteras, Hugo Lóndero militó en 3 equipos además del Cúcuta, siendo Atlético Nacional el más importante. En el club verdolaga no solo fue titular indiscutido durante los tres años que estuvo en la plantilla, sino que resultó campeón en dos ocasiones.

Después de eso, militó para el clásico rival, Independiente Medellín, y luego llegó al Deportivo Pereira, equipo en donde se convirtió en el máximo goleador en la historia del fútbol colombiano, después de superar a Jorge Ramírez Gallego con 202 goles. Su legado se mantuvo durante 23 años, cuando Iván René Valenciano lo batió, pero no hay duda que marcó una era.


El goleador del fútbol colombiano se hizo con la liga local en 1973 y 1976, vistiendo la camiseta de Atlético Nacional.

Su retiro y el inicio de la historia de Londero's, su restaurante

Tras haber jugado para Nacional, Medellín y Pereira, en 1981 el Cúcuta Deportivo volvió a llamar a Lóndero para que hiciera parte de su plantilla. Junto a su esposa, María Cristina, a quien conoció en su primera temporada en la Perla del Norte, decidió hacer maletas y volver al club que, podría decirse, lo vio nacer.

Con 35 años y una carrera plagada de éxitos, decidió que ese iba a ser su último club, y en noviembre de ese año decidió colgar los guayos, después de anotar 211 goles, ser máximo anotador en tres ocasiones y haber alzado dos copas.

En ese momento, y sin tener una idea de cómo iba a seguir manteniendo a su familia alejado de las canchas, decidió convertirse en un verdadero emprendedor y crear un restaurante.

“Siempre me gustó la parrilla, y sin tener conocimientos de cómo funcionaba profesionalmente un restaurante, decidí irme por el tema gastronómico”.

Así las cosas, el 21 de diciembre de 1981, Londero´s abrió sus puertas al público, lo hizo en la Avenida Libertadores, muy cerca a otros famosos restaurantes, y en un principio se convirtió en el lugar idóneo para comer carne a la parrilla y pizzas, siendo visitado, en su mayoría, por ciudadanos venezolanos.


Hugo Lóndero con el equipo fundador de Londero´s, el restaurante que creó después de retirarse del fútbol profesional.

La mudanza y reinauguración

Aun así, con el tiempo, el local donde se ubicó empezó a volverse pequeño, y como el dueño al que le tenían arrendado nunca quiso vender, entonces Hugo Londero decidió buscar un lote, ahí mismo en la Avenida Libertadores, y el 6 de febrero de 2006 reinauguró el restaurante. Para ese entonces sus platos ya eran mucho más variados, y se transformó en un lugar insignia de la capital del Norte de Santander.


Desde hace más de 15 años, Londero's Sur se ha convertido en uno de los restaurantes más reconocidos de Cúcuta.

Hoy, 43 años después, Londero’s sigue funcionando como el primer día. Ya no se ve al jugador atendiendo mesas, ni cocinando en la parrilla como antaño; pero de vez en cuando les da la bienvenida a sus comensales.

Según el goleador, lo que hace distinto a su restaurante es que es asequible para todas las personas y para todos los gustos, ofreciendo platos de muy buena calidad, a muy buenos precios.

En medio de su modestia, considera que el restaurante no es el mejor de Cúcuta, ni el más lujoso; pero para sus clientes, está muy cerca de serlo.




Recopilado por: Gastón Bermúdez V.

viernes, 27 de diciembre de 2024

2541.- CPC, CNP Y ACORD RECONOCEN LABOR PERIODISTICA J. R. GELVEZ

Revistacontraluzcucuta.co

Juan Ricardo Gélvez

Las organizaciones periodísticas con sede en Cúcuta y Norte de Santander lamentaron la muerte del “colega y amigo Juan Ricardo Gélvez”, ocurrida el 2 de octubre de 2023 en esta ciudad. Igualmente, reconocieron la vida y trayectoria del comunicador, nacido en Durania.

El Círculo de Periodistas y Comunicadores de Norte de Santander (CPC), el Colegio Nacional de Periodistas, seccional Norte de Santander (CNP) y la Asociación Colombiana de Periodistas Deportivos (Acord) expresaron tristeza y dolor por el fallecimiento de Gélvez Reyes.

“El paso de Juan Ricardo por diferentes medios de comunicación y el trabajo que también desarrolló en entidades públicas marcó su derrotero como uno de los periodistas de mayor reconocimiento en la región”.

Juan Ricardo Gélvez fue jefe de redacción del Diario de la Frontera, coordinó programas periodísticos en Colmundo Radio, estuvo al frente de la oficina de prensa en las administraciones de José Gélvez (municipal) y William Villamizar (departamental).

Creó la productora de televisión Norvisión y gerenció la Televisora Regional del Oriente Colombiano (TRO) y la Asociación de Televidentes Nortesantandereanos (ATN).

“Se reconoce su trayecto periodístico y su rol en la crítica de temas sociales y políticos”, escribió el CNP. Agregó que se caracterizó por formar una generación de periodistas en la ciudad. CPC, CNP y Acord enviaron voces de condolencias y resignación a sus hijas y familia.

“Elevamos nuestras plegarias al Todopoderoso por el eterno descanso y paz en su tumba recién abierta”. El oficio religioso fue, en la iglesia de Los Carmelitas.

Rafael Pabón: A Juan Ricardo Gélvez no lo conocí en la Universidad de la Sabana, sino acá en Cúcuta en pleno ejercicio del periodismo. En ese momento ejercía la jefatura de redacción del Diario de la Frontera, propiedad entonces de Félix Salcedo Baldión.

Era un tipo de agradable conversación, cargada de anécdotas, chistes, inventos literarios y vivencias. Si de política se trataba, mentaba a los cacaos con propiedad y defendía a su Partido Liberal.

Para demostrar que sabía de fútbol dirigió una revistica, para ponerse a tono en geografía hacía referencia a la natal Durania y si de Norte de Santander era la charla, repasaba con juicio cada municipio.

Una anécdota que invitaba a la risotada era aquella en la que un empleado del TRO le llegó con mentiras a la oficina. Lo increpó y en tono fuerte le dijo: Usted no puede decirme mentiras, porque soy el rey de los mentirosos. La repetía cuantas veces quería reír.

A las muchachas las asustaba con el sueño de la noche anterior, que narraba con total seriedad para hacer creíble la historia. Anoche soñé con usted. Estábamos en el mar, tendidos en la arena, desnuditos y cuando quise poseerla, desperté. La aludida no aguantaba la carcajada, ni preguntaba si el sueño tenía continuación.

Ese era el Ricardo que conocí. Desparpajado, prometedor incumplido, tranquilo, falaz, amigo de los amigos con los que compartió aventuras y desventuras, ex propietario de ‘Cubanísimo’ y buen cronista. Hoy no estará más entre nosotros el ‘Comandante Rintintín’.




Recopilado por: Gastón Bermúdez V.

miércoles, 25 de diciembre de 2024

2540.- SAN MIGUEL, LA CUNA DEL CALZADO CUCUTEÑO

Nicolás Mojica (La Opinión)


El legado de San Miguel en la ciudad, una industria que genera más de 35 mil empleos.

Sin lugar a dudas, el calzado es una de las industrias más destacadas históricamente en Cúcuta. Desde hace muchos años, comerciantes cucuteños manufacturan zapatos para luego venderlos a buen precio a compradores de la ciudad y (en algunos casos), a otras zonas del país.

Pese a que en toda la ciudad se pueden encontrar tiendas de calzado cien por ciento cucuteño, San Miguel destaca por encima del resto por el precio y la calidad en la fabricación.

Miguel Ángel Herrera, fundador de la Corporación de Industriales de Calzado de Cúcuta, relató cómo nació este oficio que con el correr de los años, se convirtió en una tradición.

Todo inició a mediados de la década de los 80´s, cuando un grupo de jóvenes empresarios incursionaron en dicha industria. “Teníamos la necesidad de llevar dinero a nuestros hogares”, aseguró.

Aunque el negocio les daba lo justo para vivir “todo cambió con el despertar de la economía venezolana y el auge del petróleo”, porque muchos europeos llegaron a ese país.

Miguel Herrera mencionó que empezaron a mirar el mercado extranjero, por lo que viajaron al vecino país para conocer la industria y las nuevas maquinarias, así fue que tuvieron la oportunidad de aprender cosas nuevas.

La ‘Calle del Calzado’

Fue así como los comerciantes pusieron en práctica todos los conocimientos adquiridos para crear ‘La Calle Mayor del Calzado’, ubicada en la calle 10 entre avenidas 14 y 15, la cual divide a los barrios San Miguel y Cundinamarca.

Actualmente, muchas personas procedentes de Venezuela llegan a barrios como San Miguel, Cundinamarca, López, Gaitán, Loma de Bolívar y Santander, para buscar una oportunidad laboral en esta industria.

“Concentramos toda la industria del calzado en un solo punto, eso fue lo mejor para nosotros y para los clientes. Ahora son los venezolanos los que vienen a conocer de nuestro método de trabajo y los hemos recibido con las puertas abiertas”, contó Herrera.

No obstante, el fundador informó que las administraciones municipales y el Gobierno Nacional han descuidado mucho la industria, siendo la razón por la que la venta de calzado disminuyó notoriamente.

Otro comerciante que lleva años vendiendo sus zapatos es Olimpo Peñuela, quien creó su propia marca hace más de 10 años y se convirtió en toda una referencia en San Miguel.

“El negocio logró darles empleo a muchas personas, detrás de nuestra marca hay artesanos, madres cabeza de familia y reinsertados. También realizaron talleres escuela para que las personas aprendan el arte de fabricar calzado y puedan trabajar allí”, dijo el empresario.




Recopilado por: Gastón Bermúdez V.

lunes, 23 de diciembre de 2024

2539.- HISTORIA DE LA 'CALLE DE LAS FLORES' EN CUCUTA

Nicolás Mojica (La Opinión)


Comprar flores en la Avenida Cero se volvió una tradición para los cucuteños desde hace más de 40 años (hoy 2024), esta es la historia de cómo empezó la historia de 'La Calle de las Flores'.

No cabe duda que la Avenida Cero entre calles 2 y 6, se convirtió, con el paso del tiempo, en el principal lugar, por excelencia, para la venta de flores en Cúcuta.

Por tal motivo, y gracias a la gran concentración de floristerías con las que uno se puede encontrar, este icónico lugar adoptó el nombre de ‘La Calle de las Flores’.

¿Pero cómo nació la tradición de la compraventa de flores en esta zona?, quizá la respuesta más acertada es el amplio flujo de personas que por allí transitan diariamente, aunque se pueden encontrar más motivos e historias de vida que hagan de dicho sitio como un patrimonio de la ciudad.

Otra de las posibles razones sobre la creación de este hábito para los cucuteños, la tiene Irene Gélvez Carrero, comerciante del sector desde 2011, quien asegura que la tradición nació aproximadamente hace 40 años, porque “la Avenida Cero es un punto céntrico de la ciudad, y queda al lado de la fuente luminosa”.

La comerciante aseguró que muchas personas llegan de Venezuela y Puerto Santander a la ‘Calle de las Flores’, a comprar sus productos para posteriormente llevarlos hacia sus poblaciones y venderlos.


¿Cómo inició el negocio?

Gélvez Carrero mencionó que empezó vendiendo rosas en la mitad de la calle, “ponía un balde, un paquete de rosas, las arreglaba y las vendía un poco más cara a como las compraba para ganar algo”.

Las rosas que vendía eran recompradas, porque una señora que había empezado antes y ya tenía su local se las vendía.

Aunque al comienzo fue difícil mantenerse en el negocio, Irene Carrero indicó que, “la clientela la hace uno a medida que van pasando los años”.

Hoy, ella cuenta con su local propio y con eso puede mantener a su familia, además conoce todo respecto a este negocio y compra sus productos al por mayor en Bogotá, Medellín y Pamplona.

“Hoy con la tecnología tenemos muchas más herramientas que antes no existían, y conseguimos clientes gracias a Instagram, Facebook, WhattsApp, Marketplace entre otros”, señaló.

Pese a que la venta de flores es un negocio rentable, los días que más ganan dinero los comerciantes son fechas especiales como el 14 de febrero (Día de San Valentín), 8 de marzo (Día Internacional de la Mujer), 29 de mayo (Día de la Madre), y durante todo septiembre y diciembre.




Recopilado por: Gastón Bermúdez V.

sábado, 21 de diciembre de 2024

2538.- 19 BARRIOS ANEXADOS AL PAISAJE URBANO DE CUCUTA

María José Salcedo (La Opinión)


En un estudio hecho en 2020 el Departamento Administrativo de Planeación Municipal identificó cerca de 200 nuevos asentamientos humanos en la ciudad.

Nueva Esperanza, La Primavera, Escalabrini, Alonsito, María Auxiliadora, Laureles, Camilo Daza, Brisas del Sinaí, Alonsito… ¿Los ha escuchado? Seguramente sí y capaz usted vive en alguno de estos lugares que hacen parte de los 19 asentamientos humanos, que, tras completar su proceso de regularización y legalización en los últimos 14 años, se anexaron como nuevos barrios de Cúcuta.

Así lo confirmó el Departamento Administrativo de Planeación Municipal, que entregó las últimas resoluciones de legalización de barrios en 2019, y corresponden a Laureles y Camilo Daza.

Por otra parte, un diagnóstico elaborado en 2020 arrojó que por lo menos 180 asentamientos humanos, entre consolidados y precarios, están en vías de formalización.

En este sentido, actualmente son 13 los asentamientos que adelantan su proceso, los cuales en su mayoría se ubican en la Comuna 8, donde se registran 10 comunidades, mientras que la Comuna 7 registra 2 y la 6, una.

La mayoría de estos nuevos barrios y asentamientos se encuentran en las cercanías del anillo vial, próximo a la ciudadela de Juan Atalaya, según Walter Cardona, presidente de la Asociación de Juntas Comunales de Cúcuta.

Estos datos dan cuenta del proceso de expansión que sufre la ciudad –especialmente por sus orillas oriental y occidental- que, por su ubicación geográfica y su vecindad con Venezuela, se ha convertido en puerto seguro para cientos de familias que por los efectos de la crisis social en ese país han migrado a este lado de la frontera.

Pero también Cúcuta es abrigó de ciudadanos colombianos, que producto del desplazamiento interno, como consecuencia del conflicto armado, buscan en esta capital oportunidades de progreso y sostenibilidad.

El trámite de la formalización

El tiempo que pueda tardar un asentamiento en consolidarse como barrio formal es tan relativo como incierto. Es un proceso que depende de ciertos factores, entre ellos condiciones del terreno y propiedad del mismo, que implican la aplicación de estudios específicos, por medio de los cuales se busca garantizar que los barrios que eventualmente vayan a consolidarse lo hagan en aptas condiciones.

En consecuencia, comunidades como Doña Nidia, Nuevo Horizonte, Doña Ceci, Caño Limón o Simón Bolívar, que se asumen popularmente como ‘barrios’, legalmente todavía no tienen ese estatus, sino que son asentamientos humanos desde hace más de 20 o 30 años, que, por sus características urbanísticas, entran en el tipo de consolidados.

Según datos de Planeación Municipal, de estos asentamientos hay 120 en Cúcuta y tienen acceso a servicios públicos, vías pavimentadas y cuentan con equipamiento urbanístico. Es decir, escuelas, iglesias, parques, entre otros. Su principal problema radica en la escrituración de terrenos, que pertenecen o a la alcaldía o a un privado.

Un paso más atrás están los asentamientos humanos informales precarios. Existen en promedio entre 55 y 60. Son comunidades de reciente desarrollo, que no tiene más de 12 años, con viviendas construidas en materiales precarios, con acceso a servicios públicos básicos, como agua por pila pública y energía provisional.

“Estos sectores son los que piden a gritos que se les dé urbanismo”, dijo el líder de Asocomunal, quien espera que desde el Departamento de Planeación Municipal se pueda avanzar con la tramitología pertinente, que les permita a las comunidades avanzar en procesos de nombramiento de juntas comunales y adelantar las mejoras a su sector.

De invasiones a barrios

Cúcuta cuenta con 800 barrios legalizados, la mayoría de los cuales comenzó como invasión a terrenos de privados, de modo que la consolidación de los asentamientos que están en proceso de formalización, habría una expansión cercana a los mil barrios.

“Aspiramos a que el municipio, como entidad territorial de la nación, sea el garante en la negociación con los dueños, a fin de poderle entregar la titulación gratuita, a todas esas personas que llevan años en esos sectores, y que ya tienen una posesión”, indicó el líder comunal.

Sobre esta necesidad y respecto al proyecto que reposa en el Concejo de Cúcuta relacionado con la enajenación y titulación gratuita de predios, impulsada desde la Secretaría de Vivienda, Cardona explicó que solo aplica para terrenos ejidos.

Respecto a los asentamientos en predios privados, “el municipio debe ser facilitador para que esas familias puedan obtener la legalidad de la tierra”, sostuvo el representante de Asocomunal.

¿Qué inspira el nombre de un barrio?

Un barrio guarda muchas historias, la principal está asociada con el nombre que lo identifica. Existen barrios con nombres de personalidades importantes de la ciudad, próceres, santos o que simplemente honran la voluntad de los pobladores.

Uno de los más populares de Cúcuta es la ciudadela de Atalaya, que debe su nombre a don Juan Atalaya Pizano, un español que en 1850 se convirtió en benefactor, al donar una extensión de tierra al cabildo de Cúcuta, para que se desarrollaran programas de viviendas para los más pobres.

El barrio Belisario, en la Comuna 8, debe su nombre a Belisario Betancur, presidente de Colombia entre 1982 y 1986; Doña Nidia se nombró así en honor a la esposa del presidente Alberto Lleras Camargo (1958-1962).

El nombre de Carlos Ramírez París -padre de Donamaris Ramírez, exalcalde de la ciudad- identifica al barrio en la Comuna 8. En vida fue periodista, de quien muchos recuerdan su obra, pero también su trágica muerte, en la redoma de San Mateo.

El barrio Juan Bautista Escalabrini lleva el nombre de un sacerdote italiano que durante la segunda guerra mundial dio asilo a varios migrantes, sobre todo a judíos y polacos, que huían del genocidio nazi. El espíritu de solidario y bondadoso de este religioso podría encontrarse entre los ciudadanos de esta comunidad.

La lucha de los habitantes del asentamiento La Fortaleza inspiró el nombre del lugar, construido sobre predios privados que han demandado temple para mantenerse indoblegables en la defensa de su posesión.

Mientras que El Talento se nombró de esa manera en reconocimiento a la virtud de quienes, con mano propia, han abierto vías y gestionado servicios básicos para garantizar mínimas condiciones de habitabilidad.



Recopilado por: Gastón Bermúdez V.

miércoles, 18 de diciembre de 2024

2537.- DEBACLE ADMINISTRATIVA Y FINANCIERA DEL CUCUTA DEPORTIVO

Sergio Peña Granados/ Gastón Bermúdez V.

Documento de constitución del Cúcuta Deportivo. 1949


Mediante Escritura 1460 del 28 de septiembre de 1949, en la Notaria Primera de Cúcuta, se funda el Cúcuta Deportivo S.A., con un capital inicial de $30.000, con capitalizaciones sucesivas a través del tiempo.

Se constituyó como una Sociedad anónima de carácter recreativo para “fomentar el deporte“ en todos los ramos mediante la organización técnica y moderna de un club, contratar entrenadores e instructores de las diversas ramas deportivas; importar y vender artículos y elementos deportivos; comprar y vender terrenos para la construcción de estadios y campos de deporte; organizar espectáculos públicos de orden cultural, físico y deportivo; fundar y sostener una sede social con servicios de restaurante, biblioteca, salones de juego y demás dependencias similares, y financiar y organizar publicaciones de carácter deportivo.

Su junta directiva inicial estaba constituida por los siguientes miembros: Principales, Manuel Blanco Suárez, Hernando Lara Hernández, Miguel Villa Valero, Juan B. González y Alejandro Sánchez Cuadros; y miembros suplentes: Juan E. Martínez, Luis E. Sanjuan, Alfonso Cuberos Porras, José Gonzalo Rangel y Rafael Reyes Acero. Se nombró gerente al doctor Joaquín Mansilla Chaustre, con suplencia de Dionisio Moros. Revisor fiscal principal Carlos José Jácome y suplente Pedro Moros López.

Con los dineros recaudados inicialmente se organizó el equipo temporalmente conformado por jugadores prestados de otras regiones del país y cucuteños, encabezados por Luis “Gallito” Contreras, el primero en hacerlo. Los uniformes fueron hechos por Rosalba Rodríguez.

Para 1951 los representativos de la Liga y del futbol aficionado se retiran de la junta directiva y asume la presidencia Hernando Lara Hernández y Pedro Moros López toma la gerencia general. El 20 de julio el club motilón nombra nueva junta. Presidente Sixto Jaramillo acompañado de Eusebio Granados, Gilberto Clavijo, Manuel Angel y Daniel Serrano; suplentes Alberto Duarte, Humberto Faillace, Víctor Pérez Peñaranda, Eugenio Sandoval Ferrero y Eugene Rhil. A finales de ese año hay preocupación por el pago por cancelación de contrato de Shubert Gambeta por suspensión de 17 fechas y por el pago de multas impuestas a varios jugadores uruguayos importantes. Por primera vez había saldos negativos en las finanzas que se agudiza por el regreso en febrero de 1952 a Uruguay de varios de jugadores.

Luis “Gallito” Contreras

Sin embargo, a principios de año 1952 se nombra otra nueva junta con Manuel Blanco Suárez, Guillermo Eliseo Suárez, Felice Torre, Pedro Nel Canal Ramírez y J. P. Lizarazo; suplentes Miguel Saikali, Elías Saad, Eustorgio Colmenares Baptista, Jorge Jordán, y Juan E. Martínez. Revisor Fiscal Arturo Mutis García y Gerente Benjamín Ochoa Rueda; se logra participar en el campeonato de ese año gracias a la incorporación y aporte de los nuevos miembros y reducción de costos en la nómina. Existía una crisis general en los equipos de la Dimayor. Pedro Nel Canal y Felice Torre aportaron 20.000 dólares para traer jugadores.

Para agosto de ese año 1952 la crisis era insostenible, entonces, en común acuerdo directivos y jugadores, aplicaron lo que llamaron la ‘natillera’, repartirse la taquilla 50% para los jugadores y 50% para el club, lo que permitió jugar el torneo hasta el final.

Para 1953 Carlos Ramírez París, José Rafael Mogollón, Jesús María Sepúlveda y más tarde Roque Mora, se comprometieron salvar el equipo. Se les ocurrió hacer una gira por Centroamérica que resultó económicamente exitosa para participar en el campeonato y lograr sanar temporalmente las finanzas. Pero para el campeonato de 1954, por acumulación de deudas, por mala organización administrativa y deportiva, “liquidaron el equipo” y, decidieron no participar en el campeonato, igual que Bucaramanga, Pereira, Junior, Sporting.

En 1955, reaparece el Cúcuta Deportivo, contando con el apoyo de la gobernación, alcaldía y Cámara de Comercio, se nombra la junta directiva presidida por Luis Figueredo Corrales; el padre José Manuel Calderón; Zoraida Trillos de Hernández tesorera; Antonio Jurado revisor fiscal; secretario Bernardo Ramírez Pineda; vocales Enrique López Rodero, Víctor J. Lindarte y Fernando Ramírez Jácome. Con ayuda de José Antonio Rubio, Marco A García Carrillo, Jorge Iván Villalobos compraron el pase de Rolando Serrano. Se logra continuar jugando en los campeonatos 1956, 57 y 58 pero al fin y al cabo con tropiezos deportivos y económicos.

Para 1958 en mayo, los directivos “decidieron constituir el club social y deportivo Cúcuta Deportivo, con derechos de afiliación de $20, y cuotas mensuales de $10 que le daban un derecho de descuento del 50% en las entradas de los partidos del equipo”. La Junta directiva fue encabezada por Eustorgio Colmenares y Enrique López Rodero, quienes gestionaron un auxilio de $5.000 del alcalde Aziz Colmenares Abrahim. Los resultados de buenas asistencias dejaron ganancias por $15.000 a mediados de junio, anunciando el gerente Víctor Chaustre que, se pondría al día con salarios y demás obligaciones.

Como al Cúcuta no era sujeto de crédito, a los directivos les tocó directamente tramitar a su nombre créditos ante las entidades bancarias y eran “ellos, quienes con su patrimonio respondían por las deudas”. Igualmente, el padre José Manuel Calderón motivaba a los fieles en sus homilías, para asistir al estadio con la siguiente frase: “en vez de estar tomando trago en las cantinas, asistan al estadio”.

En febrero de 1959 regresan los hermanos Lara Hernández a la sociedad del equipo. Presidente: Luis Figueredo Corrales, vicepresidente Enrique Lara Hernández, revisor fiscal: Antonio Jurado, asesor jurídico: Carlos Tulio Forero, vocales: José Antonio Rodríguez, Pablo Tarazona Pinto, Miguel Maldonado, Hernando Lara. Gerente tesorero: Prospero Fontalvo. A título personal consiguieron préstamo bancario por $20.000 pesos.

En 1961, se vende al América de Cali, el pase de Rolando Serrano por $20.000. Ese año se refuerza la dirigencia con la presencia de León Londoño Tamayo, José Urbina Amorocho, Reynaldo Omaña Lozada, Mario Patitucci, Marino Vargas y Francisco Pérez. 1963, lo que, para muchos, fueron los “años dorados” del equipo Motilón la Junta Directiva estuvo integrada por: Reinaldo Omaña, Marino Vargas, León Londoño Tamayo, Mario Patitucci, Giovanni Martín, Hernando y Enrique Lara, Álvaro Peralta Ochoa y Mario Seade.

El 9 de noviembre de 1967, Hernando Lara y Jorge Chaustre gerente, se declararon en quiebra y con posibilidades de vender la ficha del Cúcuta Deportivo a otra ciudad. Pero en ese momento se vendió a German ‘Burrito’ González al Deportivo Cali.

A mediados de junio 1968 el gerente Víctor Chaustre, anuncia que se aplicará una nueva ‘natillera’, los jugadores asumen el control del equipo en el torneo finalización y renuncian a prestaciones. Se acuerda tomar $10.000 de los partidos locales para pagos generales. El saldo se repartiría 80% para sueldos de jugadores y el 20% restante para el club, manejado por Hernando Lara y Giovanni Martín. A finales de agosto se nombra una Comisión Administradora.

1949 -Cúcuta Deportivo- Primer equipo profesional que jugó varios partidos amistosos antes de ingresar a la división profesional del fútbol colombiano. De pie de izquierda a derecha: Maximino Olivares, Pablo Mendoza, Juan Barbieri, Cristo Delly, “Cajurra” Díaz, “Gallito” Contreras, “Cholo” Rodríguez, Charles Silva, Edie Apolinar y Salcedo (masajista), Hincados: Marcos “Gorilo” Ortiz, Humberto Otero, Loret De Mola, Luís Orlando, Oscar Larraz y Luís “Terremoto” García.

En 1969 estalla una nueva crisis deportiva y financiera por escaso público asistiendo al estadio, por lo que el 15 de diciembre, la Asamblea de la Dimayor, “acuerda darle al Cúcuta un retiro de la ciudad por tres años”. Sin embargo, en 1970 Argelino Durán y Eustorgio Colmenares, gobernador y alcalde, en colecta pública reúnen $100.000 y gestionan recursos por $600.000. La ficha es para el Departamento, naciendo el Nuevo Cúcuta Deportivo.

Nuevamente para 1973 el presidente Humberto Vanegas manifestó que el déficit es de $1.500.000 y que el Departamento no gestiona los aportes acordados. Los jugadores anuncian que, si no les pagan, no juegan. El 19 de Julio, el gobernador Haddad Salcedo, anuncia que, “de común acuerdo con los directivos, el equipo no sale para finalización”.

En 1976 el Cúcuta Deportivo por ser el mayor accionista es vinculado directamente al gobierno departamental como un bien fiscal del Departamento. Germán Guerrero llega a la Presidencia del Cúcuta Deportivo gestionado por la gobernadora María Carmenza Arenas, integrando esta participación con Francisco Pérez Aranguren, Jorge Brahim, Jaime Cárdenas; Jorge Mora, Alberto Santaella.

Se empezaron a generar fricciones al interior de dicha entidad que en 1982 se intensificaron con la llegada de Cayetano Morelli y los reiterados requerimientos del Contralor Francisco Jordán de rendición de cuentas ante el ente departamental y su condición de bien fiscal productivo. Al interior se generaron dos grupos enfrentados con intenciones de tomar la Junta Directiva.

El gobernador Cayetano Morelli y Darío Santaella en representación del departamento, reclama ante la Dimayor la representación legal con documentos de los años 70’, pero no es aceptado.

Y en esta instancia Germán Guerrero afirma que “por negociación efectuada en 1972 y la reforma estatutaria de 1979’’, es él el representante legal, sin desconocer la propiedad del Departamento. El 19 de febrero de 1982 la Junta Directiva está compuesta por la Gobernación, Lotería de Cúcuta, Caja de Previsión y Licorera.

Joaquín Amado, Jorge García-Herreros, Carlos Tribín, Mario Patitucci, Reynaldo Omaña, Jairo Ontiveros, Yesid Sus, Alfonso Salas, Luis E. Casas y Marino Vargas, denuncia a la gerencia del equipo por “falsedad en ocultación” ante el Juzgado de Instrucción Criminal.

Mientras tanto el presidente Germán Guerrero vende a Octavio Piedrahita, dueño del Deportivo Pereira, a los jugadores Ricardo Viera y Sergio Santín, pero nunca fue recibido el pago. Todos los procesos interpuestos por el gobernador Cayetano Morelli, los perdió el Departamento.

Ese año 1982 en agosto asume la gobernación la doctora Margarita Silva y da respaldo a la junta que preside Francisco Pérez Aranguren y Yesid Sus, en ejercicio de la propiedad de la ficha.

El 8 de febrero de 1983 por acta en la Notaría 4 de la ciudad, Francisco Pérez, Jorge Brahim y Jaime Cárdenas, Jorge Mora, Alberto Santaella, protocolizan acuerdo de arreglo entre las partes y asume la Presidencia del Cúcuta Deportivo Francisco Pérez Aranguren acompañado de Jorge Brahim, Jaime Cárdenas y vinculan como inversionista a JJ PITA, que ya operaba legamente el chance con muy buenos prospectos.

El 4 de noviembre de ese año se realiza maratón radial para que se vendan 49.000 acciones, a $1.000, pero no fue posible, tan solo se vendieron 5.592.

El 21 de enero de 1984 anuncian que se necesitan 12 millones de pesos y el 2 de febrero se afirma que cada representante a la Cámara dará $2.000.000 y la Alcaldía $ 2.500.000, para recuperar el equipo.

Francisco Pérez Aranguren dirige el Cúcuta Deportivo los años 83 y 84 sin lograr buenos resultados deportivos, permaneciendo en la cola en el escalafón y frente a la gran presión de los hinchas y medios resuelven vender al Cambista Richard Alvarez, una persona reconocida y le ingresa los recursos para su recuperación, siendo su vocero el abogado Iván Clavijo, desafortunadamente fallece muy joven de un cáncer a fines del 86. Asume el reto de salvar la institución junto con Manuel Antonio Ruan, Jaime Cárdenas, Jaime Buenahora Febres-Cordero, Juan José Pita, Juan José Vargas y Rubén Darío Galvis. Ismael Becerra revisor fiscal.

En 1987 llegan oficialmente al Cúcuta Deportivo los hermanos Alvaro y Julio César Vélez Trillo, según Asamblea del 20 de marzo. Para principios de 1989 la Superintendencia de Sociedades investiga a varios equipos, entre ellos al Cúcuta Deportivo, que pierde el reconocimiento de Coldeportes. Pero el 10 de febrero logra subsanar las falencias. El 12 de abril, es autorizada como sede alterna del Cúcuta, a Ocaña, por los inicios de los trabajos de remodelación y ampliación del estadio General Santander por la alcaldía en cabeza de Margarita Silva de Uribe.

La alcaldesa Margarita Silva dando ejemplo para iniciar los trabajos de ampliación
y remodelación del estadio General Santander en 1989.

El 24 de julio, Julio Vélez renuncia manifestando que, “el equipo no tiene futuro, nadie ayuda ni colabora y no tengo dinero para seguir perdiendo”. Alvaro Vélez, asume la presidencia, llegando Guillermo Zuluaga y Elkin Correa, quienes adquirieron el 44% de las acciones, quedando Alvaro Vélez con el 56% de las acciones de Julio Vélez.

Al término del Apertura de 1993, Alvaro Vélez dice que, “el Cúcuta vale $350 millones, la ficha del equipo $240 millones y que vende”. Un comité provisional Pro defensa del Cúcuta hace oferta que no satisface, ante lo cual el equipo es vendido a “los Pachón”, el 9 de junio de 1993, quienes fueron acompañados de Atilio Di Gregorio y Juan Carlos Mortachi.

Desde el 1° de julio de 1995, se anda en negociaciones con el Departamento para unir esfuerzos que permitan recuperar el equipo y conseguir buenos resultados deportivos. El 29 de agosto se afirma, que el equipo regresa “a sus dueños naturales, los cucuteños”.

En 1996 vuelve Germán Guerrero al ser nombrado en la “Comisión Recuperadora” que constituye el gobernador Sergio Entrena López en conjunto con la Junta Directiva. Así mismo se crea una Comisión Técnica con Manuel Díaz Caro, Joaquín Figueredo y Hugo Horacio Lóndero.

En 1996 es grandioso para el negrirrojo porque obtuvo el campeonato de la B, pero al año siguiente la nueva directiva hace un reacomodo desfavorable y vuelve a caer en el descenso y los 3 años siguientes fue un verdadero calvario.

Germán Guerrero Vargas, presidente del club, junto con su hija
Andrea Guerrero. 8 de junio 1996.

El 29 de abril de 1999, Germán Guerrero dice que el Cúcuta no participará, porque la Corporación Nuevo Cúcuta no tiene reconocimiento deportivo de Coldeportes. En la Dimayor, es aceptado el Cúcuta 2001 presidido por Germán Guerrero Vargas.

El 18 de octubre de 2004, se anuncia que el alcalde Ramiro Suárez (sus hijas reciben por donación, el 30% de las acciones de Pachón Roncancio) junto con Inversiones Cúcuta, Onimex de Colombia Ltda., Aseo urbano, Sym Ltda., Municipio de Chinácota, J.J. Pita y Cía. Ltda., Constructora Arco Iris Ltda., Constructora Valle Hermoso, Pavimentos Ltda., Distasa y un grupo de personas naturales, eran los nuevos propietarios (Al margen: Germán Guerrero alguna vez dijo que había comprado a Efraín Pachón el 69% de los derechos deportivos en el Cúcuta, y que Pachón vendió sus derechos al grupo liderado por Ramiro Suarez por 1.000 millones en 2005, pero no quiso entrar en polémica por razones familiares).

Se destaca la pasión, el entusiasmo y el apoyo que logró despertar en el departamento y en especial en Cúcuta, Ramiro Suárez, quien junto con los Directivos entre quienes se encontraban Alvaro Torrado, José Gregorio Angarita, Iván Abreu, Josué Cristancho, entre otros, no solo lograron el apoyo de la hinchada, sino también se obtuvo una gran motivación en los jugadores, lo cual, llevó a ser Campeón al Cúcuta Deportivo en el año 2006, cosa que, durante años se había soñado obtener.

Desafortunadamente debido a situaciones judiciales del alcalde Ramiro Suárez, el buen camino que había tomado la divisa por lo menos deportivamente, y quizás por distracciones en la parte administrativa del equipo, se viene abajo nuevamente, y cae en una nueva crisis.

En noviembre de 2013 llega José Augusto Cadena, con pasos no muy aplaudidos en Bucaramanga y Patriotas y lo toma bajo la Ley 1116, enero del 2014, comprando en el proceso de reorganización, las deudas que eran 21 mil millones. Pero ya a los 15 días del ingreso, hubo una primera audiencia por incumplimiento en el acuerdo de reorganización, ante la Superintendencia de Sociedades.

Según el Diario La República, Cadena compra el 65% de las cuotas sociales por $4.790 millones. Como resultado del proceso de reorganización, se acuerda pagar deuda por $17.497 millones, en cuotas hasta el 2026.

El 27 de febrero 2014, se pacta, además de asumir las deudas antiguas, el nuevo socio deberá asumir obligaciones que suman $4.200 millones. Sin embargo, no hay forma que se normalice el cumplimiento de los compromisos, sino al revés, sigue acumulándose más deuda, que, afecta el manejo operativo del equipo, al extremo de hasta cambiar de sede, como sucedió al llevárselo a jugar en 2017 a Zipaquirá.

‘El burrito’ González y Jorge Luis Pinto.

El 20 de noviembre de 2019 la Superintendencia de Sociedades cita al Cúcuta Deportivo por incumplimiento al proceso aceptado e iniciado en el 2013. Es así que, para el 20 de enero de 2020 se invita a nueva audiencia por dejar de hacer pagos a Alcaldía Municipal y el IMRD, pero las audiencias fueron suspendidas por la declaración de pandemia del COVID-19.

El 25 de julio 2020, la asociación de futbolistas, denuncia que los jugadores del Cúcuta Deportivo, no han recibido pagos, por 3 o 4 meses, a pesar de rebajar el 50% del mismo. Igualmente, se solicitó al Ministerio del Deporte la suspensión del reconocimiento deportivo a la institución, y es concedido el 30 de julio 2020.

En agosto 2020 debe $5.500 millones al Instituto de Deportes de Cúcuta y 900 millones al Ministerio de Hacienda. Y en audiencia es desafiliado por la Dimayor; perdiendo el reconocimiento deportivo y el 11 de noviembre 2020, ingresa a proceso de liquidación judicial por incumplimiento al antiguo acuerdo y cualquier deuda de índole laboral y debe demostrar que cumplió con la DIAN, ICBF, COLPENSIONES y 5 exjugadores. El 18 de marzo 2021 la Federación Colombiana de futbol ratifica la desafiliación y además el 31 de marzo se vence el reconocimiento deportivo.

El 30 de julio 2021, el Ministerio del Deporte, notifica al liquidador, el levantamiento de sanción por cuanto las deudas de jugadores, fue pagada por la Fundación Amigos del Cúcuta Deportivo, presidida por Jorge Luis Pinto. Después de una audiencia desarrollada en la Superintendencia de Sociedades entre acreedores del equipo y el liquidador Rodrigo Tamayo Cifuentes el 23 de febrero de 2022, se logró confirmar el acuerdo de reorganización empresarial y dejar atras la liquidación judicial. Por nuevas gestiones, el 6 de julio 2022, ya con la afiliación del Cúcuta Deportivo a la Federación Colombiana de Fútbol por Resolución 4229 del 17 de mayo y Resolución 000786 del Ministerio del Deporte, por 5 años, el equipo vuelve a ser reconocido.

Es aceptado un nuevo proceso de reorganización, con acuerdo para reestructuración de deuda (13.000 millones de pesos) que debe ser pagado por cuotas hasta 2036. La Asamblea de Clubes acepta su regreso a la B y su afiliación de nuevo a la Dimayor. Para mayo 2024 según la Superintendencia de Sociedades, la deuda del Cúcuta Deportivo alcanza a 15.542 millones de pesos.

El Cúcuta Deportivo está en estos días cumpliendo 100 años desde su fundación y en estos momentos está sumida en una crisis económica desde hace ya más o menos 24 años y a partir del 2013 ha tomado las riendas del equipo un empresario deportivo, José Augusto Cadena, quien se ha comprometido a pagar una deuda considerable que hasta el momento parece no haber tomado rumbo su cumplimiento, quizá por la forma de gerenciar.

La historia del fútbol en Cúcuta desde sus orígenes, nos enseña que nació prácticamente en las calles y terrenos baldíos de la ciudad a principios del siglo XX. En muy poco tiempo se formaron una gran cantidad de clubes deportivos para la práctica y recreación de dicho deporte que fue acogido con pasión por niños y jóvenes. Los presidentes de dichos clubes junto con el gobierno municipal crearon la Asociación Deportiva Cucuteña para su organización en enero 1924 y casi simultáneamente por requerimiento del municipio, el 10 de septiembre del mismo año, se fundó el Cúcuta Foot-ball Club, que, era el nombre con el cual representaba al equipo de fútbol a la región, con los mejores jugadores. En 1928 se cambió el nombre a Cúcuta Deportivo. Hasta que se hizo oficial la Liga Nortesantandereana de Fútbol en 1939 encargada de la organización, reglamentación, apoyo y financiación de las actividades anuales de dicho deporte.

Pasa el tiempo y el club Cúcuta Deportivo continúa creciendo y participando en los campeonatos amateur hasta que por iniciativa de la Liga Nortesantandereana se funda el equipo profesional Cúcuta Deportivo S.A., de carácter recreativo, el 28 de septiembre de 1949, como representante de la región. Desde el principio lo que fue lo organizativo y deportivo no tuvo problema, pero en lo económico fue necesario atraer al proyecto a exitosos empresarios de la ciudad que les agradara el fútbol.

A través del tiempo podemos ver que no ha sido fácil su manejo financiero y se puede decir que las diferentes Juntas Directivas han luchado por no dejar colapsar económicamente el club y se han ideado diferentes estrategias de administrarlo sin lograr una estabilización financiera, donde cientos de cucuteños han aportado su granito de arena.

Así, en oportunidades el objetivo inicial se ha cumplido, de ser un equipo representativo de la región, recreativo y competitivo, como lo desea la afición, donde prima el sentido de pertenencia y lleva al cucuteño a vivir en su alma, tanto la alegría como el sufrimiento del cuadro motilón.

Pero también ha sucedido, como ocurre en todos los negocios, donde los objetivos, expectativas e intereses comerciales, a veces exagerados de los inversores, pierden el objetivo inicial ya mencionado, generándose conflictos que afectan al cuadro negrirojo. Como posiblemente sucede actualmente…

Es necesario hacer una mesa de trabajo, con un ‘’borrón y cuenta nueva’’ interno, y entre todos buscar los acercamientos para construir consensos, y se logren comprender todos los puntos de vista, en función de la cucutaneidad. ¡Además, da trasparencia y evita los comentarios sin soporte!

HAY QUE TENER PRESENTE SIEMPRE: ¡EL CÚCUTA DEPORTIVO ES DEL CORAZÓN DE LOS CUCUTEÑOS!



Fuentes: 1.-Cúcuta Deportivo, historia y anécdota. Miguel Alberto Palacios Cárdenas. La Opinión, Cúcuta, 2005. 2.-El Deporte cucuteño desde 1900 hasta el 2000. Alfredo Díaz Calderón. Cúcuta, 2007.

martes, 17 de diciembre de 2024

2536.- EN 2009 SE SUBASTO CENTRALES ELECTRICAS DE NORTE DE SANTANDER (CENS)

La Opinión


Durante el periodo de gobierno de Álvaro Uribe, unas 500 empresas pasaron a capital privado por un precio de $13 billones.

El 26 de febrero de 2009, en el auditorio de Fonade en Bogotá, se cumplió la subasta de tres electrificadoras de Colombia, entre ellas Centrales Eléctricas de Norte de Santander (CENS).

El ofrecimiento por CENS alcanzó, en aquel momento, los $180.000 millones, superando la propuesta del Gobierno Nacional, que fue de $165.000 millones, es decir, 9% más.

De esa forma, el grupo Empresas Públicas de Medellín (EPM) adquirió el 78% de las acciones de CENS, mientras que el 12,5 de las acciones pasaron a manos del Comité de Cafeteros de Norte de Santander y el 8% a la Gobernación.

Es válido anotar que, si la oferta se hubiera encontrado dentro de 90% del precio mínimo que fijó el Gobierno, hubiera sido necesaria una segunda ronda para elevar la oferta.

Según destacó el gobernador del departamento en aquel momento, William Villamizar Laguado, quien ocupa nuevamente este cargo para el periodo 2024-2027, los recursos se recibirían de tres fuentes: la primera, proveniente de la cuantificación de las inversiones que había hecho el departamento en ese aspecto; la segunda, la que se destinó a responsabilidad social; y finalmente, $10.000 millones pactados en pagos proyectados a 48 meses destinados para la parte rural.

“El negocio fue exitoso desde todo punto de vista para Norte de Santander”, manifestó Villamizar a La Opinión en el 2009.

Según lo anunciado en esa ocasión, los recursos resultantes de la venta de CENS y la Empresa Electrificadora de Santander (EESA), que ascendieron en su totalidad a $553.000 millones, se invertirían en la doble calzada Cúcuta-Bucaramanga.

La satisfacción de los gobernadores de Santander, Horacio Serpa Uribe, 
Cundinamarca, Andrés González Díaz y William Villamizar de Norte de Santander,
 fue evidente, como se aprecia en la imagen.

Electrificadoras de Santander y Cundinamarca

En la misma subasta en la que participó la Gobernación de Norte de Santander, EPM se hicieron a las energéticas de Santander por $373.000 millones. Asimismo, la EEB adquirió la de Cundinamarca, por $211.000 millones.

El precio mínimo fijado por el gobierno para la Empresa Electrificadora de Santander (Essa) era de $366.000 millones y $120.000 millones para la de Cundinamarca, lo que significa que en los dos casos las ofertas superaron el precio mínimo.

Previamente, el gobierno de Álvaro Uribe Vélez revisó la documentación para la venta de las empresas.

Los entonces ministros Hernán Martínez Torres y Óscar Iván Zuluaga, de Minas y Energía y de Hacienda, respectivamente, fueron los encargados de fijar el precio mínimo de las empresas.

Las ofertas fueron presentadas conjuntamente entre operadores estratégicos y gobernadores, es decir, EPM estuvo emparejado con los dos Santanderes, mientras que la Empresa de Energía de Bogotá (EEB) se alió con la Gobernación de Cundinamarca.


CENS

El 16 de octubre de 1952 y mediante la Notaría Octava de Bogotá, se constituyó la empresa Centrales Eléctricas de Cúcuta S. A., la cual inició operaciones el 3 de enero de 1953 y, posteriormente en 1955, cambió su razón social por Centrales Eléctricas del Norte de Santander S. A.

En 1961, la electrificadora adquirió las empresas de energía eléctrica de Pamplona y Ocaña.

En el marco de la Ley 142 de 1994, CENS se constituyó como Empresa de Servicios Públicos, siendo en ese entonces la Nación el principal accionista de la empresa, con el 78,98% de las acciones, y quedando a partir de esa fecha bajo la vigilancia y control de la Superintendencia de Servicios Públicos.

Durante el año 2007, el Gobierno promovió la venta de sus participaciones accionarias mayoritarias en las electrificadoras ESSA (Santander), CENS (Norte de Santander), EMSA (Meta), EBSA (Boyacá) y EEC (Cundinamarca) al sector público y privado. Dicho proceso fue terminado anticipadamente en febrero de 2008.

En febrero de 2009, las acciones de la Nación quedaron en manos de EPM Inversiones S.A. y, el 23 de julio de 2009, Empresas Públicas de Medellín, como accionista de EPM Inversiones, adquirió el 12,54% de las acciones de propiedad del Comité Departamental de Cafeteros, transacción con la cual el Grupo EPM pasó a ser el mayor accionista con una participación del 91,52%.

En 2008 la empresa transportó 1.049 gigavatios hora (GWh), que representan el 2.1% del mercado de comercialización de energía eléctrica del país.

Para ese año, sus ventas alcanzaron los 890 gigavatios hora-año (GWh-Año), para unos ingresos de cerca de $300.000 millones, en tanto que sus utilidades netas sumaron $15.225 millones.

Actualmente, la electrificadora ofrece la prestación del servicio de energía eléctrica a tres departamentos (Norte de Santander, sur del Cesar y sur de Bolívar), cinco subregiones (Pamplona, Tibú, Ocaña, Aguachica, Cúcuta) y a un total de 47 municipios.




Recopilado por: Gastón Bermúdez V.

domingo, 15 de diciembre de 2024

2535.- EL CINEASTA Y ESCRITOR EFRAIN VASQUEZ CORINALDI

Celmira Figueroa (La Opinión)

Frank Motta, Marcela Orduz y Efraín Vásquez Corinaldi.

El año pasado (2023) escribió el libro 'Cúcuta a través de la fotografía'. Y terminó el guión del largometraje 'La batalla del general Ruiz'. Trabajó en la Cámara de Comercio toda su vida.

Efraín Vásquez Corinaldi (01/07/1954) falleció en Cúcuta 20 de febrero 2024, en su casa, sentado en una mecedora, leyendo, como siempre lo hacía, según la artista Marcela Orduz, quien lo acompañaba en ese momento.

Vásquez fue un romántico del cine, sueño que hizo realidad después de trabajar 33 años en la Cámara de Comercio de Cúcuta como director de comunicaciones.

Se había mentalizado desde que era bachiller del colegio Andrés Bello y quiso darle forma estudiando comunicación social en la universidad Jorge Tadeo Lozano en Bogotá y cine en Los Ángeles, Estados Unidos, en el Columbia College. Sin embargo, no tenía los recursos para lanzarse al mundo del entretenimiento y por eso ahorró cuanto pudo.

Creó la empresa audiovisual Evacori (las siglas de su nombre) y producciones con el propósito de rodar el primer largometraje que había escrito hacía años: ‘El cumpleaños de Carla’.

Duró quince días rodando, en una sola locación, en el área metropolitana de Cúcuta, con cinco actores y trece jóvenes del equipo técnico y logístico. “Fue una experiencia innovadora” enfatizó al destacar el enjambre de talentos, la mayoría egresados de la Universidad de Pamplona.

También tuvo la oportunidad de dirigir la revista institucional de la Cámara de Comercio, editar un periódico para los empresarios y coordinar varios salones de artes visuales y exposiciones de pintura”.

Pero su otro mayor logro fue condensar en cuatro libros una investigación de la vieja Cúcuta a través de la fotografía. Un trabajo que lo llevó varios años en coleccionar las gráficas históricas en blanco y negro de este valle.

Algunas de las fotografías donde se perpetua el tiempo se las prestaron varias personas y otras las obtuvieron en la entidad.

“Se hicieron cuatro ediciones y considero que fue una gran obra determinante para que las generaciones actuales y venideras conozcan la historia de Cúcuta a través de la fotografía, desde el siglo XIX hasta el XXI”.

Incluso el último tomo lo sacó a finales del año pasado "Cúcuta, a través de la fotografía".


‘La suerte de Alex’

Durante la cuarentena obligatoria terminó el guion del largometraje ‘La suerte de Alex’ “que trata sobre personajes cucuteños que conviven en una ciudad que han perdido sus empleos, que tienen una problemática grave de vida y se encuentran en una situación que también la migración venezolana les afecta. Y se las ingenian para salir adelante.

Se hace una reflexión sobre cómo los afecta las redes sociales que día a día van hablando sobre la vida privada de las personas”.

En el cine encontró “una actividad que pude desarrollar una vez me pensioné y evitar así el aburrimiento cuando uno se jubila de no tener nada que hacer”.

Y ha aprovechado la coyuntura de la tecnología que no estaba en boga cuando empezó a laborar en la Cámara de Comercio.

EFRAIN VASQUEZ Y LAS FOTOS VIEJAS DE CUCUTA https://elateneista.blogspot.com/

Las fotos más viejas de la ciudad las tiene Efraín Vásquez Corinaldi. El Colsag en los años cincuenta llenos de muchachos jugando béisbol, el puente de San Rafael recién construido, el río Pamplonita embravecido a principios del siglo XX como si fuera un mar, un vendedor de periódicos en plena década del noventa voceando tal vez la última de las crisis económicas.

Río Pamplonita. Puente San Rafael. Década del 30

Si quieres viajar en el tiempo no necesitas de una máquina, tan solo con darse una vuelta por las imágenes congeladas, eternas del pasado y ya verás la villa que era este valle antes de 1875, las calles adoquinadas de la antigua ciudad partidas por la mitad por las cañerías improvisadas, la devastación que vino en la madrugada en que se movió la tierra y sólo dejó polvo a su paso, los hombres que tuvieron el coraje de levantarla de nuevo, la explosión cultural de los años 20.

Tertulia Callejera en Cúcuta. Década del 30

Todo está en los recuerdos que ha venido atesorando este hombre desde hace más de dos décadas, cuando emprendió la labor que a ningún alcalde de Cúcuta se le había ocurrido: recolectar la mayor cantidad de fotos históricas de la ciudad para al menos tener una imagen de lo que eramos, de cómo vestíamos, que comíamos, que tan ancho era el río.

Partido de básquet en el Sagrado Corazón. Década del 30

En el año 2001 salió el primer tomo de Cúcuta a través de la fotografía, uno de los libros más importantes que se han editado en este siglo en la ciudad. A falta de una historiografía firme y veraz están las fotos que recolectó Vásquez Corinaldi, en esas imágenes está todo lo que fue Cúcuta, lo que fue y lo que es. Ahora, 13 años después, Efraín ha continuado con la obra y usando las redes sociales nos deleita cada rato con algún retrato familiar tomado en los años treinta por alguno de sus antepasados.

Acueducto de Cúcuta. 1920

Sería maravilloso reemprender este proyecto y publicar masivamente las joyas que este hombre, sin ningún tipo de ayuda, ha sabido recolectar. En esta ciudad de mercachifles y de artistas mediocres una propuesta como esta suena ridícula, ¿a quién le va a importar un libro de fotos en blanco y negro?

Pero estamos en la obligación de mantener vivo el pasado así sea en estos retratos que se están descomponiendo con el paso de los años y que necesitan de una curaduría urgente. Ojalá la secretaría de cultura entendiera que cultura no son un par de peladitos bailando joropo en el parque Santander, ojalá alguna vez nos toque un secretario de cultura que de verdad sea culto o al menos inteligente.

Las fotos de Efraín necesitan ser exhibidas con urgencia, publicadas como alguna vez se hizo. ¿Para qué sirve un libro de fotos viejas? Podría decir uno de esos horrendos mercaderes que rigen nuestras vidas y nosotros podríamos responderle mirándolo a los ojos: para que esta villa nunca caiga en el olvido, amigo

CINE, FOTOGRAFIA Y ROCK AND ROLL EN CUCUTA MEDITERRANEA

Luis Armando Albarracín Pinto

Una sonrisa alivia un corazón que aflige…

Estoy esperando a un amigo…

Estoy esperando a un amigo…

No necesito alcohol…

Pero necesito a alguien a quien pueda llorar…

Necesito a alguien a quien proteger…

Es un juego para la juventud…

Pero no estoy esperando a una dama…

Estoy esperando a un amigo…

Estoy esperando a un amigo…


Canción: Waiting on a friend – Esperando a un amigo.
Artista: The Rolling Stones

En una tertulia, aparecen de izq. a der.: Marcela Orduz, Efraín Vásquez Corinaldi,
Luís Armando Albarracín e hija Violeta, Johanna Toro, Herney Velásquez Y Alvaro Ríos.

Cuando conocí a Efraín tenía yo casi 14 años. El era un muy buen amigo de mi mamá que le regalaba discos compactos, casetes de audio y video de Los Rolling Stones, Beatles, Bob Marley, entre otros artistas los cuales fueron unas joyas para mí en mi adolescencia y juventud.

Fui conociendo a Efraín como una persona de la Cultura de Cúcuta. Como todos saben, trabajaba en la Cámara de Comercio de Cúcuta coordinando Salones de Arte y Publicaciones.

Recuerdo cuando vi por primera vez el libro CÚCUTA A TRAVÉS DE LA FOTOGRAFÍA, CRÓNICA FOTOGRÁFICA DE LA CIUDAD DURANTE LOS SIGLOS XIX Y XX. Este libro cambió mi vida e inspiró incluso trabajos e investigaciones que he venido realizando sobre la recuperación del Centro Histórico y Tradicional de San José de Cúcuta.

También recuerdo el Cine Club en la Torre del Reloj donde íbamos con muy buenos amigos a disfrutar del Cine Arte.

Años más tarde, luego de mi graduación como arquitecto en la Universidad Nacional, me volví a reencontrar con Efraín y nos volvimos amigos. Y empezamos a conversar. Estas conversaciones realmente eran ejercicios de recopilación de la historia de Cúcuta.

Supe de lo importante de sus padres, la señora Yolanda Corinaldi de ascendencia italiana, quien llega a Colombia por las Antillas y el Caribe, familiar del artista Enrique Grau, primero llega a Cartagena y posteriormente a Cúcuta. Incluso el escritor Alberto Donadío Copello la cita en su libro LOS ITALIANOS DE CÚCUTA, PIONEROS DEL CAFÉ EN COLOMBIA.

El señor Efraín Vásquez Ronderos, su padre, fue un prohombre en la ciudad. Nacido en Durania, mucha gente lo recuerda por haber sido el Gerente del Banco Comercial Antioqueño, el cual le encargó al ingeniero Víctor Pérez Peñaranda (socio del ingeniero José Faccini Andrade y el arquitecto alemán Herbert Rauprich Jung), el diseño y construcción de la sede del banco en el parque Santander.

También me contaba sobre sus casas familiares en los barrios Latino y Colsag. Sus estudios de Comunicación Social en la Universidad Jorge Tadeo Lozano en Bogotá y cuando vivía en las Torres de Fenicia por allá en los años 70 del siglo XX. También sus estudios de Cine en la ciudad norteamericana de Los Ángeles y cuando asistió a un concierto de los Rolling Stones a principios de los 80.

Efraín fue un gran amigo. Con varios amigos disfrutábamos de noches de cine, con películas clásicas de Alfred Hitchcock, Woody Allen, Stanley Kubrick, François Truffaut, entre muchos otros directores de cine.

También cantamos y bailamos muchas veces los temas de los Rolling Stones. Era un placer hablar con Chicho de todos los álbumes, músicos, productores, carátulas y anécdotas de la mejor banda de Rock and Roll del mundo. Efraín seguro fue uno de los 10 mejores expertos de Rolling Stones en Colombia. Un momento muy recordado y emocionante que vivimos con Chicho fue, cuando fuimos a ver nuestra banda favorita en Bogotá en el 2014.

Su Paraíso California en la zona alta de LOS PATIOS siempre estará en nuestros recuerdos. Un bello paraje natural donde se divisaba partes de Chinácota, el Cerro de la Vieja, Venezuela, Cúcuta, y el Cerro Tasajero. Las tertulias que teníamos eran casi conversaciones de maestría en torno a la perdida historia de la ciudad y la región.

De Efraín muchos de sus amigos lo recordaremos por ser una persona muy especial y singular, una persona muy culta, muy respetuoso, muy amable, demasiado generoso en especial con el conocimiento, también como uno de los primeros rockeros de la ciudad.

Efraín te queremos mucho. Has dejado un gran legado para San José de Cúcuta. Muchas, muchas gracias.

Te vamos a extrañar, pero el recuerdo siempre vendrá con una sonrisa de todos los grandes momentos que disfrutamos contigo...

Leí las noticias hoy, oh, chico

Sobre un hombre afortunado que ganó la lotería

Bien, solo tenía que reírme

Vi la fotografía


Canción: A Day In The Life - Un Día En La Vida
Artista: The Beatles




Recopilado por: Gastón Bermúdez V.