La Opinión
Al momento de elegir los nombres para
los barrios, los cucuteños han sido bastante folclóricos. Novelas, personajes históricos, ubicación o simplemente juegos de
palabras han sido suficientes para inspirarlos.
Para 2017, Cúcuta tiene 192 barrios, de
los cuales, muy pocos le hacen honor a sus nombres, porque la mayoría han ido
cambiando con el paso de los años. Sin
embargo, argumentan que el progreso ha sido a paso lento.
Les
contamos el porqué de los nombres
de cinco de los barrios más curiosos, aunque en la ciudad hay otros como El
Progreso, sin mucho progreso, El Callejón, sin callejones; La
Laguna, sin agua y El Páramo, sin frío, entro otros.
Pero no
solo en Cúcuta existen nombres curiosos, por
ejemplo, en Barranquilla hay uno que se llama ‘Me quejo’, en Cali está ‘El
Hoyo’ y en Bogotá ‘El Cuco’.
A pesar de
no hacerle honor a sus nombres, las comunidades se muestran unidas para
hacer de sus barrios los mejores, aunque dicen que las dificultades más
grandes son la poca presencia de la administración local y la falta de
proyectos que inciten al progreso.
El Paraíso
En El Paraíso viven unas 1.500 familias
las que lo habitan, en casas que aún son de tabla.
Por el
nombre, se podría pensar que vivir en El Paraíso es sinónimo de bienestar
y comodidad. Sin embargo, este barrio de la Comuna 7, fundado hace 34 años con
la esperanza de ser el ‘paraíso perdido’ de quienes llegaron a la zona, aún
está lejos de esa realidad.
Para
llegar a él hay que bajar por la calle 14 de Motilones. Allí, una calle
agrietada, indica el camino.
Son cerca
de 1.500 familias las que lo habitan, en casas que aún son de tabla.
Los
andenes en este barrio no parecían ser importantes para quienes hicieron las
vías, pues no los dejaron; y como si eso no fuera suficiente, los niños desde
el 2011 se quedaron sin escuela en el barrio, pues fue declarada zona de alto
riesgo.
Pese a
estas dificultades los vecinos se las ingenian para mejorar el barrio, pues
para estas familias El Paraíso sí existe, solo que llevan más de 30 años
tratando de construirlo.
El Desierto
En El Desierto No hay puesto de salud,
la escuela está a medias, no hay rutas de transporte más allá
de los mototaxistas y ni a la Policía
le gusta ir por allá.
De los
cujíes y las tunas que inspiraron el nombre de El Desierto, no queda nada. Esos
espacios naturales fueron reemplazados por viviendas hechas en tablas y calles
de tierra.
Llevan más
de 35 años buscando dejar de ser un desierto para las autoridades.
Las
necesidades son muchas en este barrio que aunque físicamente no le hace honor a
su nombre, sí son muchas las insuficiencias que tiene.
No hay
puesto de salud, la escuela está a medias, no hay rutas de transporte más allá
de los mototaxistas y ni a la Policía le gusta ir por allá.
Dicen que
el peso de llevar este nombre les ha costado mucho, pues a estas 220 familias
la prosperidad se les convirtió en un oasis inalcanzable.
Siglo XXI
Siglo XXI tiene 15 años de formado y a
diferencia de la mayoría de los barrios de la ciudad,
no nació de una invasión, sino de un
proyecto de vivienda.
El siglo
XXI se caracteriza por el avance y expansión de la digitalización y el control
de la información a nivel global, pero en el barrio Siglo XXI de Cúcuta, este
significado no se adapta a la realidad.
Es un
barrio relativamente nuevo, tiene solo 15 años de formado y a diferencia de la
mayoría de los barrios de la ciudad, no nació de una invasión, fue un proyecto
de vivienda.
El nombre
fue puesto así, porque la constructora llevaba ese nombre.
Sin
embargo, el avance es mínimo a comparación con la evolución del siglo, ni Junta
de Acción Comunal tienen.
Sin
embargo, los vecinos dicen que la unidad y el tratar de estar a la vanguardia
los hará convertir el barrio en un sector que haga honor a su nombre.
La Esmeralda
Con 500 familias, La Esmeralda
es un barrio con muchas de sus casas de tabla
Las
piedras grandes, bonitas y perfiladas que encontraron los primeros pobladores
del sector, fue la inspiración para ponerle al barrio -que nació de una
invasión- .
Las cerca
de 500 familias que habitan el sector han luchado, como quien pule una piedra
preciosa, por lograr que su barrio brille.
Aún no
están en su máximo esplendor, sus calles no están todas pavimentas y solo
cuentan con un espacio para la recreación; también, muchas de sus casas
permanecen en tablas, pero aseguran seguir trabajando unidos por su
bienestar como si fuera una piedra preciosa, a la que cuidan, pulen, tallan y
protegen.
El Oasis
El Oasis tiene
220 familias y está en medio de El Desierto y Carlos Ramírez París.
Un oasis
hace referencia a un sitio con vegetación y manantiales en medio desiertos
arenosos, sin embargo, el nombre del barrio El Oasis no se dio por esta
semejanza.
Los
vecinos cuentan que la razón del nombre fue una novela que se encontraba en
furor hace 24 años, momento en el que invadieron esos terrenos; por eso, muchos
desconocen el origen del significado del nombre.
Las 220 familias que allí viven están en medio de El Desierto y Carlos
Ramírez; por eso creen que las administraciones no los ven nunca.
Recopilado por: Gastón Bermúdez V.
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