PORTAL CRONICAS DE CUCUTA: Estandarte cultural de historias, recuerdos y añoranzas cucuteñas…

PORTAL CRONICAS DE CUCUTA: Estandarte cultural de historias, recuerdos y añoranzas cucuteñas…

TERREMOTERO -Reconocimiento, enero 2018-

Apasionantes laberintos con inspiraciones intentan hallar rutas y permiten ubicarnos en medio de inagotables cascadas, son fuentes formadas por sudores de ancestros. Seguimos las huellas, buscamos encontrar cimientos para enarbolar desprevenidos reconocimientos en los tiempos. Siempre el ayer aparece incrustado en profundos sentimientos.

Corría finales del año 2008, Gastón Bermúdez sin advertir y sin proponerlo, inicia por designios del destino la creación del portal CRONICAS DE CUCUTA. Parecen haberse alineado inspiraciones surgidas por nostalgias. Gran cúmulo de vivencias, anécdotas, costumbres y añoranzas, fueron plasmadas en lecturas distintas.

Ya jubilado de la industria petrolera venezolana, recibió mensaje que expresaba una reunión de amigos en Cúcuta. Tenía más de cuatro décadas ya establecido de forma permanente, primero en la ciudad del puente sobre el Lago y después en la cuna del Libertador. Viajó ilusionado, acudió puntual a la cita desde Caracas. Encontró un grupo contemporáneo, conformado por amigos ex-jugadores de baloncesto y ex-alumnos del Colegio Sagrado Corazón de Jesús.

La tierra cucuteña levantada desde primeras raíces plantadas, siempre acompañó todos los hijos ausentes. Cuando encontramos distantes los afectos, creemos separarnos de recuerdos. Nos llevamos al hombro baúles de abuelos, cargamos con amigos del ayer, empacamos en maleta la infancia y juventud. Muchas veces una fotografía antigua, atrapa y confirma que nunca pudimos alzar vuelo.

Entonces por aquellos días apareció publicado ´La ciudad de antaño´, parido desde generosa pluma con sentido de identidad comprometida, fue el mártir periodista Eustorgio Colmenares Baptista dejando plasmados recuerdos de finales de los 50 y años 60. Sin querer, esas letras fueron presentación inaugural de CRONICAS DE CUCUTA. Los Inolvidables sentires viajaron al modesto grupo de amigos y abrieron compuertas para afianzar arraigos de infancia. Don Eustorgio culmina la crónica con frases retumbando las memorias: “Había muchos menos avances tecnológicos a disposición de la comunidad, pero vivíamos como si nada nos faltara. Nos bastaba con vivir en Cúcuta”.

Sentires intactos, ahora plasman recuerdos en calles transitadas por niños que fuimos. Nuevamente los arraigos hacen despejar las avenidas a los rieles del antiguo ferrocarril. Nos bastaba con vivir en Cúcuta. Asoman madrugadas entre indetenibles remembranzas y añoranzas.

Sin planificar nada, Gastón compartía vía internet las crónicas del Diario La Opinión aparecidas cada ocho días en lecturas dominicales. Sin saber, creció el portal CRONICAS DE CUCUTA. Cada acontecimiento recopilado se convertía en homenaje In Memoriam para hombres y mujeres que dejaron muy alto el Valle de Guasimales. Igualmente, exalta la dignidad con reconocimiento a grandes glorias del ámbito artístico, cívico, periodístico, religioso, deportivo, cultural, social y político.

Oficialmente se convierte en PORTAL WEB el 7 de octubre 2010. En forma admirable acumula ya 1.329 recopilaciones tipo crónicas, casi todas extractadas de periódicos y publicaciones locales, libros populares, escritos nacidos de historiadores, periodistas, inéditos autores y muchos escritores del Norte de Santander. El portal permite hallar el original ADN ancestral y ubica el sentido innato de pertenencia cucuteña. Llegó un día a la vida de todos los internautas, igual como aparecen las buenas nuevas, sin avisar, sigilosamente introduciéndose en las cortezas que somos y las venas que siempre fuimos. Su creador, nunca imaginó un buscador que tocara el alma y menos tallar imborrables despertares en ávidos ojos de lectura.

Aparece ahora como paso determinante para navegar en referencias de Cúcuta. Asegura a nuevas generaciones herramientas para afianzar valores jamás perdidos. La perspectiva futura para ámbitos históricos, culturales, sociales y deportivos, harán necesario considerar el Portal como insigne buscador de consulta e informativo. Importante archivo tecnológico para infantes en colegios y escuelas. Podrá acceder directamente cualquiera a profundos arraigos allí recopilados. Casi imperativo considerarlo como salvaguarda del sentido de identidad y pertenencia.

CRONICAS DE CUCUTA se convirtió en sugestivo repaso de acontecer histórico, recopilado en 19 capítulos o clasificaciones. Portal libre, siempre abierto a todo aquel deseoso por descubrir datos históricos, biografías, nombres de grandes personajes, fechas emblemáticas, sucesos de vida social, cultural, deportiva, religiosa, artística y política. Formidable vía adentrándose en acontecimientos del siglo XVIII hasta nuestros días. Todo expedicionario oriundo se encontrará representado en cada letra, apellido, dato, foto y fecha. Todos volverán a observar las luces de la gran ciudad en medio de rutas por hallar orígenes.

CRONICAS DE CUCUTA no debe tener como destino el olvido, deberá asegurar a nietos de nuestros nietos, inquebrantables lazos surgidos de nostalgias, recuerdos y añoranzas. CRONICAS DE CUCUTA es herramienta tecnológica para demarcar el hilo conductor entre hoy y ayer. Parece luz encontrada en días oscuros, nos abre el entendimiento. Pulsar la tecla nos lleva a destinos con encuentros pasados. Valiosa información contenida en páginas adornadas con sentimientos profundos.

CRONICAS DE CUCUTA garantiza el resurgir de valores originarios que parecían adormecidos por culpa del avasallante mundo moderno. CRONICAS DE CUCUTA llegó para quedarse, igual que mares inundados por recuerdos. CRONICAS DE CUCUTA confirmó la premisa donde las nostalgias se convierten en vehículos para transportar la historia. Una enciclopedia virtual presentada por nuestras gentes con sencillo lenguaje.

Anclados quedarán por siempre nuestros sentires, intactos los arraigos, despiertas las añoranzas y vivas las costumbres intactas. Ahora aseguramos el reguardo de raíces que retoñan desde cenizas del ayer. Dios jamás declaró desértico el Valle Arcilloso, siempre fue bendecido, tampoco declarado deshabitado para la vida del hombre.

Fueron creciendo raíces en medio de cenizas y milagrosamente reverdecieron los gigantescos árboles frondosos. CRONICAS DE CUCUTA reafirma lo que somos. Seguiremos siendo aquello que siempre fuimos, nada cambió, solo algunos pañetes y varios techos distintos.

Todo estará por volver, todo por crecer y todo por llegar. Nunca estaremos solos. Cada generación hará brotar nostalgias por siempre convertidas en historias llenas de arraigos.

Nos bastaba con vivir en Cúcuta…

jueves, 5 de enero de 2017

1057.- PROBLEMAS DE EMBOVEDAMIENTO



Gerardo Raynaud

No niego que el título sea un poco estrafalario, pero a mediados del siglo pasado, cuando empezaba a asomarse la modernidad en la ciudad, comenzaron a surgir problemas originados por las técnicas de construcción que se empleaban, en toda la ciudad sin excepción, lo cual llevó a las autoridades ambientales a tomar ciertas decisiones que originaron disgustos y desavenencias entre la población.

Desde que se inició la reedificación de la ciudad después del terremoto de 1875, las casas y demás construcciones siguieron las instrucciones que deban los ingenieros de la época y estas consistían en la utilización del bahareque, sistema del cual nadie se apartó y que puede constatarse, aún hoy, en las viejas residencias construidas en los barrios más tradicionales de la ciudad. El bahareque tenía varias ventajas, todas comprobadas empíricamente como eran, la seguridad que presta, la durabilidad y la garantía contra cualquier emergencia sísmica como la vivida y de la cual, nadie quería recordar.

Sin embargo, no faltaban los funcionarios recién aterrizados, hijos o no de esta villa de San José, que recién posesionados de sus puestos, posiblemente contagiados de ese prurito de la innovación y alejados de la superabundancia de hombres empleómanos, de esos que en sus ratos de ocio, viven pendientes “de ver la manera de maltratar la tranquilidad y el respecto a las propiedades  y sistemas económicos de sus conciudadanos”, decían algunos de los críticos a las normas que expedían, sin mayores fundamentos ni sustentos, aquellos noveles empleados públicos.

Se trataba de subalternos de la llamada ‘Dirección de Sanidad’, considerada en aquella época por quienes se sentían maltratados, debido a las pautas que continuamente se expedían,  como “la dirección de putrefacción pública”.

Pues bien, a mediados de 1943, les dio por expedir una famosa  resolución, mediante la cual se exigía el embovedamiento de todas las casas de la ciudad. La resolución era perentoria y su incumplimiento acarreaba unas sanciones bastante fuertes, que iban desde la retención de las propiedades, el decomiso de las llaves de entrada para impedir el acceso a la vivienda hasta multas por el  desacato a la norma.

¿En qué consistía el tal embovedamiento? Pues resulta que después de la destrucción de la ciudad en el siglo anterior y la subsiguiente reconstrucción, los techos de las casas continuaban al descubierto, especialmente las de las clases menos favorecidas, quienes vivían la vida al nivel de sus comodidades.

La norma del cubrimiento obligatorio de la vivienda se había establecido como medida preventiva de las enfermedades más comunes de ese momento, toda vez que la ciudad había sufrido los embates de las más mortíferas epidemias en los años transcurridos desde su restauración.

Las fluctuaciones del clima en los últimos cincuenta años, había expuesto a la población, incluidos todos sus elementos de habitación, a contagios que comenzaron con la fiebre amarilla, luego una epidemia de viruela, que posteriormente le dio paso a otra de fiebre tifoidea y finalmente, un azote de gripa con todas sus consecuencias de expurgación de vida.

Las autoridades sanitarias, conscientes de la necesidad de proteger a los habitantes
de estas plagas, hacían ineludible la llamada desinfección de las viviendas, operación que se cumplía con regularidad y era supervisada por los trabajadores de la Oficina de Higiene.

A pesar de estas contingencias, insuficientes debido a lo descubierto de las viviendas, los efectos de los programas de desinfección duraban muy poco y su eficacia era casi nula. Por esta razón, había que apelar a fórmulas más efectivas y tratar de “blindar” las casas, para que los parásitos tuvieran mayores dificultades en desarrollar su nefasto propósito; de ahí la propuesta de embovedamiento, que no era otra cosa, que cubrir la construcción para impedir el paso de alimañas nocivas a la salud de sus habitantes.

Es necesario anotar, que la desinfección, la que hoy llamamos fumigación, se hacía más como control de propagación del comején que de los zancudos, de los cuales aún no se conocían como agentes transmisores o vectores de enfermedades como las anteriormente mencionadas.

El problema surgió más por el procedimiento empleado, que por la finalidad que se buscaba, levantándose una polvareda de disgustos, inquietudes y angustias que llevaron a manifestaciones, particularmente entre los pobladores de los barrios más pobres pues consideraban carecer de los recursos necesarios para realizar las peticiones de la tal “resolución”.

En los estratos intermedios se procedió de manera más calmada pero igualmente provocadora, pues apelaron a los medios para hacerse sentir y promover acciones jurídicas en torno a las competencias y a los elementos procesales empleados en la expedición de la norma.

En los círculos sociales de los clubes y en las tertulias de los famosos cafés, era tema ineludible discutir el tema. Algunos se preguntaban: ¿existe alguna disposición que autorice ese adefesio sanitario? Ese mismo sistema, ¿es adoptado en otras ciudades del país, como por ejemplo, en Bogotá? Luego se trata de un abuso que es preciso denunciar ante las autoridades superiores.

Otros más acuciosos, argumentaban que “hasta ahora, que sepamos, nadie puede ser perturbado en la posesión de sus intereses, ni violado en la tranquilidad de sus personas y aquel ocio del empleado atrabiliario, viola todos los principios constitucionales que nos rigen y lo repetimos como siempre lo hemos hecho, es un abuso protuberante que está haciéndole daño a Cúcuta en forma escandalosa.”

En el caso de los más menesterosos, siempre salían en su defensa alegando “que en esas circunstancias, ha llegado la hora de reaccionar contra ese abuso repugnante y censurable, digno de sanciones del Código Penal, cuando se presente el caso de que porque a un pobre no pueda embovedar su casa, se pretenda expropiarlo, retenerle la posesión de sus propiedades o intimarlo a fuerza de amenaza, para hacerlo cometer el mayor de los errores, como arruinarse ejecutando una obra que va a demoler dentro de un no lejano día, los sacrificios de tantas vigilias para adquirir su vivienda y la de sus hijos, debe tenerse en cuenta que la Constitución de Colombia no ha sido reformada en el sentido de autorizar al gobierno de arrebatar derechos ajenos.”

Estos considerados atropellos, definitivamente no prosperaron y después de algunos “tires y aflojes”, con los funcionarios de la Oficina de Sanidad, el embovedamiento pasó al olvido y la tranquila villa continuó con su caluroso ritmo sereno y sosegado hasta una próxima “resolución”.



Recopilado por: Gastón Bermúdez V.

miércoles, 4 de enero de 2017

1056.- EMPRESAS DE AYER



Gerardo Raynaud

El ingreso al siglo XXI trajo grandes variaciones en la economía y en los sistemas financieros, tanto a nivel nacional como mundial. Muy pronto pasamos de una economía bipolar a una dispersión económica que globalizó el ambiente económico y financiero, de manera que la nostalgia por los productos, los servicios y las instituciones financieras que fueron conocidas en el pasado se fueron desplazando al rincón de los recuerdos o peor aún, al cuarto del olvido.

Quién no recuerda la Caja Colombiana de Ahorros, que en la ciudad estuvo ubicada en la calle novena entre avenidas cuarta y quinta; que se inició como una sección del Banco Agrícola Hipotecario en 1926 y algún tiempo después, en 1931, adquirió independencia, aunque su administración dependía de la Caja de Crédito Agrario, más conocida como Caja Agraria que fue durante muchos años, el banco de los campesinos y por qué no decirlo, de algunos políticos que se aprovechaban de sus recursos en beneficio de sus campañas y tal vez, de sus propios intereses; por eso y otras razones, tuvo que ser liquidada en 1999 y hoy simplemente la recordamos con nostalgia.

La Caja Colombiana de Ahorros fue en su época, la entidad financiera más grande del país, con una extensa red de oficinas que alcanzó a tener, en el año 1966, 610 oficinas en todo el país.

Pudo entonces, integrar la población urbana con la rural, habida cuenta que en muchos pequeños pueblos, era la única entidad bancaria en funcionamiento, de ahí que 15 de cada cien colombianos, eran depositantes de “ahorro puro”, como se conoce en términos económicos.

Se promocionaba el ahorro con peculiares estrategias, como aquella que invitaba a los potenciales ahorradores a asegurar el porvenir de sus hijos y no jugar con su dinero, “abriendo una cuenta en la Caja Colombiana de Ahorros”.

Dos grandes actividades promocionaban el crédito, entre grandes y chicos; el primero, la famosa alcancía metálica y blindada que se le entregaba a los ahorradores y que sólo podía ser abierta en sus oficinas para ser depositadas en sus respectivas cuentas y las estampillas de ahorros que se reunían como los conocidos “caramelos coleccionables” de hoy y que ofrecían beneficios financieros, especialmente durante el mes de octubre, establecido por ellos como “el mes del ahorro”.

La publicidad desplegada por ambas instituciones era bastante nutrida, frecuente y masiva, para que llegara a todos sus clientes potenciales o efectivos, como los muestran los avisos de prensa.

Por su lado, la Caja Agraria también promocionaba sus productos y servicios, especialmente dirigidos al sector agropecuario, ofreciéndole, no solamente los financieros, sino todos los demás vinculados a los avances tecnológicos que se presentaban y que beneficiarían a la población establecida en el entonces extenso campo colombiano.

Además de la maquinaria y de los insumos que ofrecían en sus almacenes de provisión agrícola, también brindaban la posibilidad de adquirir los más recientes adelantos en términos de comunicaciones, cuando a mediados de siglo vendieron radio-receptores de pilas, que podían instalarse en cualquier lugar del país, todo ello con el propósito que el campesinado tuviera la posibilidad de instruirse aprovechando los programas de la Escuelas Radiofónicas que se transmitían por las frecuencias de Radio Sutatenza, auspiciado por la Acción Cultural Popular, programa creado por el padre José Joaquín Salcedo y orientado a mejorar la vida de los hombres del campo, en los aspectos esenciales de su vida, incrementando sus conocimientos y mejorando las prácticas necesarias para su bienestar.

Siguiendo con los aspectos relativos a la actividad económica y financiera de aquella lejana época, otras actividades que aunque hoy se mantienen, entonces eran más habituales y tradicionales, además de tener menos controles, pero en términos generales más serias que las actuales. Esto en razón de las normas que exigían que se divulgaran los nombres de los ganadores, situación ahora desaparecida.

Era usual que personajes públicos venidos a menos, cuando por razones de política salían de sus puestos, tuvieran a apelar a ganarse la vida, de cualquier manera lícita y para ello apelaban a realizar labores como fue el caso del ex director de la policía secreta, don Pedro Medina Jácome, que para poder mantener su familia, una vez retirado de sus actividades oficiales se dedicó a promocionar rifas, como fue la reconocida Rifa Popular, que se sorteaba los fines de año.

La primera, era la rifa navideña que se sorteaba el día previo a la Navidad y la segunda, la de despedida del año, que jugaba antes de la terminación del año.  Como buen ejecutivo, don Pedro había establecido sus oficinas en un lugar estratégico, pues no se rifaba dinero, sino enseres para la casa a un precio sumamente módico para sus virtuales clientes.

El centro de sus actividades, lo tenía establecido a la entrada de la Feria del Juguete,  frente al Club del Mercado, en la avenida quinta entre octava y novena. Había establecido su propio sistema de boletería, sin series con cuatro cifras y su precio.

Los sorteos navideño y de final del año 53,   se realizaron los días 22 y 29 de diciembre y se rifaron en su orden; cuatro premios: (1) radio “Telefunken” de tres bandas, (2) juego de muebles de mimbre para sala compuesto de 6 piezas, (3) una bicicleta marca “Phillips” completamente equipada y para los niños, (4) un triciclo-bicicleta marca “Ferbedo”.

A fin de año, los premios eran cinco, (1) una máquina de coser marca “Targon”, (2) un radio “Telefunken” de tres bandas, (3) una bicicleta “creditario” de las que se vendían en la Caja Agraria, (4) una vajilla de loza americana de 8 puestos y como último premio, (5) otra vajilla pero de 6 puestos, también de loza americana.

Los clientes tenían la opción de fraccionar las boletas o comprar solamente el número por el premio que quisiera; es decir, que quien quisiera participar por el premio del radio Telefunken del sorteo navideño, pagaba cinco centavos ($0.05). Si no lo ganaba, podía participar en el sorteo de despedida de año, por lo cual solo pagaba cuatro centavos ($0.04).

La rifa Popular tuvo gran acogida entre el numeroso público, pues conocían la reputación y honorabilidad de su propietario y así duró varios años, tiempo durante el cual fueron muchas las ilusiones cumplidas.



Recopilado por: Gastón Bermúdez V.

lunes, 2 de enero de 2017

1055.- NORTE CAMPEON Y SUBCAMPEON DEL NACIONAL PASARELA DE BASQUETBOL, 2016



Jairo Andrés Navarro / Johan Manuel García


Una férrea disciplina táctica y la aplastante superioridad en los rebotes ofensivos; acompañadas por un inspirado Josué Camilo Vera Correa, fueron las claves de Norte de Santander en noviembre de 2016 en la final del Torneo Nacional Pasarela de Baloncesto, en donde se proclamó campeón después de derrotar en la final a la selección de Atlántico con marcador de 60-42.

Como en la definición por el título femenino, los dos primeros periodos del encuentro marcaron la ruta de todo el partido, dominado de principio a fin por la selección anfitriona, que para rematar su brillante campeonato además se adjudicó el título de manera invicta, demostrando un nivel superior al de sus rivales en todos los juegos.

Norte de Santander ganó los siete partidos que disputó durante todo el certamen, todos por más de 15 puntos de diferencia, asumiendo desde el primer momento el rótulo de favorito.

En la primera ronda vencieron a Casanare (63-26), Bogotá (68-43), Boyacá (60-35), Cundinamarca (56-39) y Atlántico (67-47).

En semifinales se enfrentaron nuevamente al combativo equipo boyacense, venciéndolo 61-44 y asegurándose el paso a la final.

En la definición por el campeonato, los nortesantandereanos no quisieron tomar riesgos y salieron a devorarse a sus rivales desde el salto inicial.

Josué Camilo, un líder natural

Norte fue un equipo avasallador de principio a fin. Supo controlar todos los partidos y siempre demostró ser tácticamente mejor que sus rivales.

Sin embargo, la selección rojinegra tuvo un plus que le cambiaba la cara cada vez que estaba en cancha. Se trata del alero Josué Camilo Vera Correa, que con 13 años coronó su actuación con el premio al mejor jugador del torneo.

“El juego estuvo duro al principio pero la metimos toda y ahora estamos celebrando el triunfo. La ventaja que tuvimos estuvo en marcar muy bien al jugador número 4 de ellos, que les hacía todo el partido”, dijo el basquetbolista que pertenece al club Champions del Este.

“Es un jugador muy completo, si tengo que dar un concepto lo defino como el jugador de corazón, el de entrega, el que nunca se rinde”, fueron las palabras que utilizó el técnico campeón, Orlando Guillén, para definir a su líder.

La nómina campeona estuvo compuesta por los jugadores Ángel Escalante, Dylan Chica, Edgar Rodríguez, Harold Escobar, Farid Angarita, Luis Miguel Serrano, Gerson Ibarra, Arturo Gutiérrez, Emmanuel Bermont, Santiago Gamboa, Josué Camilo Vega, Joan Sebastián Meneses; y el entrenador venezolano Orlando Guillén.

El mayor encestador del torneo fue David Ojeda, de Atlántico; y el máximo anotador de tres puntos se lo quedó Joan Meneses, de Norte de Santander.



Selección femenina de Norte perdió el título


La selección femenina de baloncesto de Norte de Santander, categoría pasarela, dejó escapar una inmejorable oportunidad de sumar un título para el departamento, al caer en el último juego del campeonato ante el representativo de Cundinamarca, que fue ampliamente superior al equipo local y supo sellar la victoria en los dos primeros cuartos, para terminar con un marcador final de 41-57.

La presión de estar jugando la final de un torneo nacional en casa, con sus familiares y amigos alentándolas desde la tribuna, y la ansiedad por conseguir el tan anhelado título de la categoría; les jugó en contra a las nortesantandereanas, que durante los dos primeros cuartos del partido lucieron desconectadas e imprecisas, como no se les vio en ninguno de los juegos anteriores.

Norte solo pudo anotar 13 puntos en los dos primeros periodos del partido, mientras que Cundinamarca convirtió 30 aprovechándose de las continuas pérdidas de balón de las jugadoras locales, que no lograban acomodarse dentro de la cancha, ni en defensa ni en ataque.

Fueron 20 minutos de absoluta dominación visitante, que le bastaron a Cundinamarca para sacar una ventaja bastante abultada, y preocuparse solo por defender esa brecha en los cuartos finales.

Anteriormente, Norte de Santander y Cundinamarca se habían enfrentado en un juego por la primera ronda, y la selección visitante le propinó una dura derrota a las nortesantandereanas con un resultado de 19-50.

“Fue un partido muy complejo. Cuando las enfrentamos y aunque ganamos por un buen marcador, hoy la localía pesó más, el clima y además el público hicieron este juego más reñido”, manifestó el entrenador de Cundinamarca, Rubén Noguera, emocionado por el triunfo de sus dirigidas.

A su turno, el técnico Eduard Agélvis, entrenador de la selección de Norte de Santander; destacó la actitud de sus niñas que nunca se dieron por vencidas, y asumieron el papel de locales y anfitrionas durante todo el torneo.

“Tuvimos un resultado negativo, pero son niñas y esto es un proceso que esperamos ajustar para que lleguen mejor a la próxima categoría. Nos equivocamos en algunos aspectos, y las niñas estaban nerviosas. Realmente no éramos los favoritos, nadie daba un peso por nosotros, solo la liga y el presidente John Bustamante que siempre nos ha apoyado, pero nunca dejamos de ser el anfitrión, y nos hicimos sentir hasta el final”, puntualizó el timonel de la selección local.

Cundinamarca además del título se llevó los trofeos de la mejor jugadora y la mayor encestadora del torneo. La basquetbolista que mejor rendimiento mostró fue Siona Reyes, y la que más puntos anotó fue Nicol Camargo.



Recopilado por: Gastón Bermúdez V.