Ana María Rueda (La Opinión)
A Jaime Alonso Vásquez Giraldo denunciar presuntos casos de corrupción en Norte de Santander, le costó la vida. Su muerte se suma a la racha violenta que afronta Cúcuta y su área metropolitana.
El domingo 14 de abril 2024, sicarios que se movilizaban en una motocicleta, le pusieron la lápida al veedor y abogado reconocido en la capital nortesantandereana. El crimen se registró a las 8:40 de la mañana, cuando Vásquez llegó a un establecimiento comercial ‘Pastelucho’, ubicado en la calle 10N con avenida 9-54, del barrio La Riviera.
“Él llegó solo al lugar, compró un pastel y se sentó afuera a comérselo, como dando la espalda a la calle. Ahí llegaron un hombre y una mujer en una motocicleta Suzuki GN, de color azul, el hombre se bajó y empezó a disparar”, comentó un testigo del hecho. La víctima recibió un tiro y alcanzó a correr al interior del establecimiento, hasta donde lo siguió el pistolero. “No me dejen morir, me vienen a matar, ayúdenme”, fue el grito de auxilio que le escucharon a la víctima mientras corría por su vida.
El asesinato quedó registrado en la cámara de seguridad, allí se evidencia que un hombre, de contextura gruesa, que vestía camisa negra, tenía el casco puesto y, al parecer, con una discapacidad en una de sus piernas, lo correteó y le propinó dos balazos más, luego huyó del sitio.
“Lo que alcanzamos a ver es que iba manejando una mujer, pero del susto tan grande lo que buscábamos era cómo refugiarnos. Cuando pasó el ataque, vimos al señor tirado en el piso, sangrando y todavía vivo”, relató el hombre.
Aunque Vásquez gritó para que lo ayudaran y no lo dejaran matar, nadie pudo reaccionar y finalmente él terminó gravemente herido en el piso. El asesino se marchó rápidamente con su acompañante. Según testigos, Jaime Alonso, aún consciente, comenzó a rezar el rosario y a pedirle a Dios que no lo dejara morir, luego algunas personas lo subieron a un carro y lo trasladaron a una clínica cercana, donde finalmente, falleció tres horas después.
Quienes presenciaron el ataque, inmediatamente levantaron al veedor y lo trasladaron en uno de los vehículos hacia el centro asistencial más cercano, en donde fue atendido de urgencia en la clínica Santa Ana.
“Entró a cirugía, oremos por su vida”, pedían algunos familiares y amigos de Vásquez, a la par del consejo de seguridad que se adelantaba en el comando de la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc).
Mientras las autoridades municipales y departamentales se reunían a ofrecer recompensas de hasta $70 millones por información que apuntara a los responsables del hecho, la muerte de Jaime se confirmó sobre las 11:30 de la mañana.
Llama la atención que la víctima tenía un esquema de protección que debería velar por su seguridad, sin embargo, justo el día de su muerte, no lo acompañaban. Ante esto, la Unidad Nacional de Protección (UNP), aseguró que se adelantarán las investigaciones pertinentes para determinar por qué Jaime, quien recibió amenazas en el 2021, estaba solo cuando lo mataron.
La Unidad Nacional de Protección (UNP) dio a conocer que Jaime Vásquez Giraldo tenía asignado un escolta, un chaleco antibalas y un celular, desde enero de 2023. Pero ese día del hecho, el escolta no estaba con él, porque, supuestamente, Vásquez le habría dicho que no saldría de su casa ese domingo, por ende, que descansara, que se volverían a ver el lunes, porque él tenía que viajar a Bogotá, donde se encontraría con una fiscal anticorrupción para entregarle unos documentos que inculparían a varios políticos de la región con malos manejos de dinero en la contratación.
La búsqueda de la verdad
A sus 64 años, sus videos sobre las investigaciones y denuncias que adelantaba respecto a las presuntas irregularidades en el departamento, lo catapultaron en las redes sociales por su incansable búsqueda de pruebas.
Al parecer, Vásquez tenía prevista una reunión el lunes 15 de abril en Bogotá con una Fiscal Anticorrupción para denunciar hechos irregulares que se estarían presentando con relación al Programa de Alimentación Escolar (PAE), en Norte de Santander, y entregar unos documentos que involucrarían a la clase política de la región.
“Jaime se convirtió en la piedra en el zapato de más de un dirigente político de la ciudad y del departamento. Su liderazgo e investigación estuvo encaminado a destapar ollas que, por años han desangrado los recursos públicos”, comentó una persona cercana a la víctima. Afirma Cicerón Flórez en un escrito: “Sin duda, aportó verdades, aunque no siempre consolidó pruebas definitivas que pudieran llevar a la judicialización de los acusados”. Y se agrega que, muchas veces era rechazado por los ciudadanos, por su forma grosera y ofensiva de controvertir con sus señalados.
Recompensa por información
Tras terminar el consejo de seguridad y al confirmarse el deceso del veedor, las autoridades municipales lamentaron la pérdida y anunciaron una suma de dinero por información que conlleve a los responsables de este asesinato.
“Con mucha tristeza y sentimiento de ciudad, quiero enviar un mensaje de condolencias a los familiares de Jaime y de todas las víctimas de esta ola de violencia que afrontamos. La Alcaldía de Cúcuta junto con la Gobernación, ofrecen una recompensa que asciende a los $70 millones”, aseguró el alcalde, Jorge Acevedo.
Asimismo, el mandatario invitó al ministro de Defensa y al ministro del Interior a un consejo de seguridad metropolitano por los recientes hechos que se registraron, los cuales dejaron como saldo, nueve muertos en dos días.
El rechazo nacional
La muerte de Jaime Vásquez se dio a conocer de manera inmediata a nivel nacional, tanto así que el presidente Gustavo Petro, se pronunció a través de sus redes sociales.
“Su oficio era denunciar la corrupción. Espero de @FiscaliaCol la más profunda investigación que debería incluir el examen forense de la información de su celular que, al parecer, fue manipulado por funcionarios después de su muerto”, escribió Petro en la red social ‘X’.
Asimismo, Wilmer Guerrero, Representante a la Cámara por Norte de Santander, escribió: “Pedimos a las autoridades capturar a los sicarios y esclarecer este asesinato. No puede quedar impune”.
La también Representante, Catherine Juvinao, se sumó a la voz de rechazo, “¿Quiénes tenían la intención de silenciar al veedor ciudadano Jaime Vásquez? Los criminales que desde hace años tienen apresada a Cúcuta y al departamento. Ojalá este no sea un caso más en que los corruptos asesinos de la región se salen con la suya. Qué impotencia”.
Por su parte, la Fiscal Anticorrupción, Angélica Monsalve, no dudó en recriminar la muerte, asegurando que fue “víctima de la realidad colombiana, donde quien levanta la voz contra las mafias enquistadas, será callado hasta con bala. Queremos un sistema legítimo, honesto y con fuerza para derrotar a los delincuentes, azotes de nuestra esperanza por un mejor país. Hoy mi corazón está en un profundo luto”.
Fiscalía dispuso un grupo especial
Ante este hecho que ha causado conmoción en el país, la Fiscalía General de la Nación dio las primeras declaraciones.
Por medio de la red social X, la entidad afirmó que, "se adelantaron los actos urgentes y se destacó un equipo interinstitucional de la Brigada de Homicidios y un fiscal delegado de la Unidad Especial de Investigación, para realizar todas las acciones investigativas que permitan esclarecer el crimen de Jaime Vásquez".
Celular y computador de Jaime Vásquez, pistas claves
Ante este hecho que ha causado conmoción en el país, la Fiscalía General de la Nación dio las primeras declaraciones.
“La investigación del asesinato de Jaime Alonso Vásquez Giraldo, va por muy buen camino”, esta es la afirmación que se escucha por parte de las autoridades judiciales cada vez que se les pregunta cómo van las pesquisas de este crimen, que se cometió la mañana del domingo14 de abril, en el barrio La Riviera.
Los investigadores pretenden saber si el sicario y su cómplice, una mujer, lo siguieron desde que salió de su residencia hasta el sitio donde lo asesinaron, además, que también establecerán si habría más gente implicada. “Este no es un homicidio común, hay que saber si a la víctima se le hizo un seguimiento previo o si alguien se encargó de ponerlo en ese sitio y luego llamó al sicario para que cometiera el hecho. Acá no se puede descartar nada”, comentó una fuente judicial.
“En las imágenes se ve que desde que el homicida se baja de la moto tiene un problema al caminar, no se pegó un tiro, como dijeron algunas personas, además, la mujer que lo acompañaba, en ningún momento manejó la motocicleta. Todo eso nos está ayudando a identificar al sicario”, señaló la fuente judicial.
Una vez obtuvieron esos videos y los testimonios, los investigadores siguieron con la recolección del celular y el computador que pertenecían a Jaime Vásquez, los cuales usaba a diario.
Se conoció que el teléfono que le encontraron a la víctima, tras recibir los disparos, fue sometido a la cadena de custodia y dejado a disposición de la Unidad de Reacción Inmediata (URI) de la Fiscalía para su análisis. “El celular fue metido en un sobre y sellado con cinta, como ordena los protocolos criminalísticos y dejados a disposición de un fiscal, en ningún momento se manipuló como se dijo al principio”, comentó otra fuente judicial.
Horas después, los funcionarios judiciales les solicitaron a los familiares de Vásquez Giraldo que entregaran el computador que él siempre usaba y así lo hicieron.
Ya con estos dos equipos, la Fiscalía decidió entregarlos al grupo de Bogotá, bajo la cadena de custodia, para que unos peritos especializados en informática les hagan los análisis pertinentes y así extraer la información que les ayude a establecer por qué mataron a este veedor ciudadano que venía denunciando corrupción en varias entidades gubernamentales de Norte de Santander.
¿Cómo será el análisis?
Se conoció que el celular será sometido a un análisis con un programa especializado que le saca una copia ‘espejo’ de todos los archivos, llamadas y mensajes que tenga, así hayan sido borrados. Además, podrán establecer si el aparato fue manipulado cuando ya estaba en manos de la Policía o de los investigadores.
“El sistema organiza toda la información lógica y física, y recupera los archivos borrados. Con eso, se puede empezar a revisar la información, conversaciones, llamadas y demás, para poder relacionar los eventos”, manifestó otra fuente judicial.
Ese análisis también ayudará a establecer con qué personas habló Jaime Vásquez antes de ser asesinado y todos los mensajes que recibió.
El computador también será sometido a un análisis parecido, pero con lo encontrado, las autoridades podrán fortalecer otras investigaciones que adelanta una fiscal anticorrupción, pues antes de ser asesinado, el veedor alcanzó a entregarle algunas pruebas sobre mal manejo de dineros en contratos del departamento y otros hechos ‘oscuros’ que habrían provocado su muerte.
“El computador es analizado minuciosamente, pues se sabe que él (Jaime Alonso) tenía mucho material que sirve para las investigaciones que se adelantan, además, de ahí se puede tener una idea de quién o quienes podrían estar vinculados con el crimen”, explicó otro funcionario judicial.
Captura y audiencia del sicario
Alejandro José Arias Alejos
Ya con todos los datos del sicario, las autoridades comenzaron a ubicar la residencia de alias ‘Cojo’, enterándose que estaba viviendo en Los Patios, por eso una vez obtuvieron su ubicación exacta, decidieron seguirlo e interceptarle el celular.
Poco a poco, y de manera rápida, los investigadores recopilaron las pruebas contundentes para que un fiscal especializado solicitara el aval para la orden de captura, pero mientras esto se daba, las autoridades vieron que Alejandro José Arias Alejos decidió irse a esconder en Bucaramanga, donde viviría uno de sus hermanos.
Pero con lo que no contaba el presunto homicida, es que el grupo élite le seguía de cerca sus pasos y fue así como el jueves 25 de abril, cuando el juez avaló la orden de captura, se organizó el operativo y , lo detuvieron en Bucaramanga y lo trasladaron a Cúcuta.
El temor que sentía desde hace unos meses Jaime Alonso Vásquez Giraldo, de que tenía una sentencia de muerte por denunciar unos graves actos de corrupción en Norte de Santander, se hizo realidad. Y eso quedó confirmado este fin semana durante las audiencias concentradas que se dio, ante la jueza Primera Penal Municipal con Función de Control de Garantías, Vivian Polanía, en las que se ratificó que al abogado y veedor ciudadano lo asesinaron por investigar y denunciar actos de corrupción. Así lo repitió una y otra vez el fiscal Edwin Carvajal, adscrito a la Unidad Especial de Investigación de Cúcuta, mientras exponía el material probatorio que tiene en contra de Alejandro José Arias Alejos, el presunto sicario que habría sido contratado para matar a Jaime Vásquez.
En la audiencia también se reveló que a quien habrían contactado para orquestar el homicidio de Jaime Alonso fue a Jhoswar Saúl Hernández Sanabria, alias Saúl, el líder de la banda criminal ‘Los AK47’, que hoy se encuentra recluido en una prisión del estado Carabobo de Venezuela y desde allá sigue dando órdenes a esa organización ilegal que delinque en Cúcuta.
Según se escuchó en las diligencias, un informante le contó eso a la Fiscalía y agregó que a Alejandro Arias, conocido con los alias ‘Cojo’, ‘Chueco’ o ‘Pure’, una vez cometió el asesinato, también lo iban a matar, pues no querían dejar algún rastro que llevara a quien pagó por ese hecho violento.
Pero los dos informantes fueron fundamentales para que las autoridades lograran saber todo sobre el ‘Chueco’, pues al enterarse de la recompensa y ver los videos que circularon por redes sociales del crimen de Vásquez, decidieron ir a la Fiscalía y revelar que a quien estaban buscando era a Alejandro Arias, un presunto sicario que delinquía en Cúcuta, Los Patios y Villa del Rosario.
Arias Alejos, según contó la Fiscalía en las audiencias, era el segundo al mando de la banda criminal ‘Los AK47’, que tiene su accionar en la zona céntrica de la capital de Norte de Santander, donde maneja el microtráfico, las extorsiones y los asesinatos por ajustes de cuentas.
A pesar de todo esto, Alejandro Arias decidió no aceptar los cargos e irse a un juicio para demostrar que no tienen nada que ver en este hecho, o hay quienes aseguran buscará la forma de llegar a un acuerdo con la Fiscalía para acogerse a un principio de oportunidad para tener una rebaja de la condena.
Los investigadores también pudieron recopilar videos que muestran que a Jaime Vásquez lo comenzaron a seguir desde las 6:30 de la mañana, de ese domingo 14 de abril, cuando salió de su apartamento, ubicado en el barrio Ceiba II.
Lo primero que mostraron en las audiencias de imputación de cargos e imposición de medida de aseguramiento es que Vásquez Giraldo salió muy temprano en la mañana, el 14 de abril, con rumbo a la iglesia Domingo Savio, que está a dos cuadras de donde él vivía. Esto basado en unos videos.
En las imágenes de video, según el ente investigador, han podido ver que a la víctima la comenzaron a seguir una vez sale del edificio en el que residía. Hacia las 8:00 de la mañana, cuando terminó la misa, Jaime Vásquez salió de la iglesia con rumbo al local de La Riviera, donde lo asesinaron. El veedor llegó en su camioneta blanca y luego de estacionarse, se bajó, caminó hacia adentro del establecimiento y pidió unos pasteles, para luego salir y sentarse en una mesa de la parte externa a comérselos.
En los videos también se pudo ver que el sicario y su acompañante pasaron y al corroborar que su objetivo estaba ahí, dieron una vuelta, y al regresar, se estacionaron, el sicario sacó un arma y se acercó a Jaime Vásquez, disparándole de inmediato.
El veedor, al ver que lo atacaban, salió corriendo hacia la parte de adentro y el pistolero siguió persiguiéndolo, hasta que lo alcanzó y lo remató. De los seis disparos que le hizo, le propinó cuatro.
Una vez cumplió con su cometido, el sicario regresó a la moto y se subió, dejando a la mujer delante de él y manejando el vehículo. Tres cuadras más adelante frenó y le ordenó a su acompañante que pasara para la parte de atrás. Una vez se ubicaron, siguieron la ruta de escape por la Diagonal Santander, continuando por la calle 11 en contravía y así llegaron a la zona céntrica. Finalmente habrían arribado a un callejón en el barrio Carora, donde guardaron todo. Al otro día, Alejandro Arias se habría marchado para Bucaramanga a esconderse en un apartamento que alquiló en el barrio Keneddy y les pidió a unas amigas que le recogieran todas sus cosas que tenía en una casa en Betania de Los Patios y se las mandaran a la capital de Santander.
Su legado familiar
Jaime Alonso Vásquez Giraldo, de 64 años, era oriundo de Medellín y criado en Barrancabermeja. Estudió su bachillerato en el Seminario San Pedro Claver y se graduó como abogado de la Universidad Santo Tomás, de Bucaramanga.
Hijo de Flavio Vásquez Vásquez y Marieta Giraldo de Vásquez; hermano de Flavio, Cecilia, Ramiro, Gonzalo, Óscar, Gustavo, Carlos y Luis; y padre de dos hermosos hijos.
Tuit enviado por su amigo Jhon Jácome
Recopilado por: Gastón Bermúdez V.
Cúcuta tiene el privilegio de ser una plaza dónde asesinar periodistas se paga con impunidad, donde el alcalde manda a matar, donde la corrupción es la norma y la honradez la aexcepción.
ResponderEliminar