PORTAL CRONICAS DE CUCUTA: Estandarte cultural de historias, recuerdos y añoranzas cucuteñas…

PORTAL CRONICAS DE CUCUTA: Estandarte cultural de historias, recuerdos y añoranzas cucuteñas…

TERREMOTERO -Reconocimiento, enero 2018-

Apasionantes laberintos con inspiraciones intentan hallar rutas y permiten ubicarnos en medio de inagotables cascadas, son fuentes formadas por sudores de ancestros. Seguimos las huellas, buscamos encontrar cimientos para enarbolar desprevenidos reconocimientos en los tiempos. Siempre el ayer aparece incrustado en profundos sentimientos.

Corría finales del año 2008, Gastón Bermúdez sin advertir y sin proponerlo, inicia por designios del destino la creación del portal CRONICAS DE CUCUTA. Parecen haberse alineado inspiraciones surgidas por nostalgias. Gran cúmulo de vivencias, anécdotas, costumbres y añoranzas, fueron plasmadas en lecturas distintas.

Ya jubilado de la industria petrolera venezolana, recibió mensaje que expresaba una reunión de amigos en Cúcuta. Tenía más de cuatro décadas ya establecido de forma permanente, primero en la ciudad del puente sobre el Lago y después en la cuna del Libertador. Viajó ilusionado, acudió puntual a la cita desde Caracas. Encontró un grupo contemporáneo, conformado por amigos ex-jugadores de baloncesto y ex-alumnos del Colegio Sagrado Corazón de Jesús.

La tierra cucuteña levantada desde primeras raíces plantadas, siempre acompañó todos los hijos ausentes. Cuando encontramos distantes los afectos, creemos separarnos de recuerdos. Nos llevamos al hombro baúles de abuelos, cargamos con amigos del ayer, empacamos en maleta la infancia y juventud. Muchas veces una fotografía antigua, atrapa y confirma que nunca pudimos alzar vuelo.

Entonces por aquellos días apareció publicado ´La ciudad de antaño´, parido desde generosa pluma con sentido de identidad comprometida, fue el mártir periodista Eustorgio Colmenares Baptista dejando plasmados recuerdos de finales de los 50 y años 60. Sin querer, esas letras fueron presentación inaugural de CRONICAS DE CUCUTA. Los Inolvidables sentires viajaron al modesto grupo de amigos y abrieron compuertas para afianzar arraigos de infancia. Don Eustorgio culmina la crónica con frases retumbando las memorias: “Había muchos menos avances tecnológicos a disposición de la comunidad, pero vivíamos como si nada nos faltara. Nos bastaba con vivir en Cúcuta”.

Sentires intactos, ahora plasman recuerdos en calles transitadas por niños que fuimos. Nuevamente los arraigos hacen despejar las avenidas a los rieles del antiguo ferrocarril. Nos bastaba con vivir en Cúcuta. Asoman madrugadas entre indetenibles remembranzas y añoranzas.

Sin planificar nada, Gastón compartía vía internet las crónicas del Diario La Opinión aparecidas cada ocho días en lecturas dominicales. Sin saber, creció el portal CRONICAS DE CUCUTA. Cada acontecimiento recopilado se convertía en homenaje In Memoriam para hombres y mujeres que dejaron muy alto el Valle de Guasimales. Igualmente, exalta la dignidad con reconocimiento a grandes glorias del ámbito artístico, cívico, periodístico, religioso, deportivo, cultural, social y político.

Oficialmente se convierte en PORTAL WEB el 7 de octubre 2010. En forma admirable acumula ya 1.329 recopilaciones tipo crónicas, casi todas extractadas de periódicos y publicaciones locales, libros populares, escritos nacidos de historiadores, periodistas, inéditos autores y muchos escritores del Norte de Santander. El portal permite hallar el original ADN ancestral y ubica el sentido innato de pertenencia cucuteña. Llegó un día a la vida de todos los internautas, igual como aparecen las buenas nuevas, sin avisar, sigilosamente introduciéndose en las cortezas que somos y las venas que siempre fuimos. Su creador, nunca imaginó un buscador que tocara el alma y menos tallar imborrables despertares en ávidos ojos de lectura.

Aparece ahora como paso determinante para navegar en referencias de Cúcuta. Asegura a nuevas generaciones herramientas para afianzar valores jamás perdidos. La perspectiva futura para ámbitos históricos, culturales, sociales y deportivos, harán necesario considerar el Portal como insigne buscador de consulta e informativo. Importante archivo tecnológico para infantes en colegios y escuelas. Podrá acceder directamente cualquiera a profundos arraigos allí recopilados. Casi imperativo considerarlo como salvaguarda del sentido de identidad y pertenencia.

CRONICAS DE CUCUTA se convirtió en sugestivo repaso de acontecer histórico, recopilado en 19 capítulos o clasificaciones. Portal libre, siempre abierto a todo aquel deseoso por descubrir datos históricos, biografías, nombres de grandes personajes, fechas emblemáticas, sucesos de vida social, cultural, deportiva, religiosa, artística y política. Formidable vía adentrándose en acontecimientos del siglo XVIII hasta nuestros días. Todo expedicionario oriundo se encontrará representado en cada letra, apellido, dato, foto y fecha. Todos volverán a observar las luces de la gran ciudad en medio de rutas por hallar orígenes.

CRONICAS DE CUCUTA no debe tener como destino el olvido, deberá asegurar a nietos de nuestros nietos, inquebrantables lazos surgidos de nostalgias, recuerdos y añoranzas. CRONICAS DE CUCUTA es herramienta tecnológica para demarcar el hilo conductor entre hoy y ayer. Parece luz encontrada en días oscuros, nos abre el entendimiento. Pulsar la tecla nos lleva a destinos con encuentros pasados. Valiosa información contenida en páginas adornadas con sentimientos profundos.

CRONICAS DE CUCUTA garantiza el resurgir de valores originarios que parecían adormecidos por culpa del avasallante mundo moderno. CRONICAS DE CUCUTA llegó para quedarse, igual que mares inundados por recuerdos. CRONICAS DE CUCUTA confirmó la premisa donde las nostalgias se convierten en vehículos para transportar la historia. Una enciclopedia virtual presentada por nuestras gentes con sencillo lenguaje.

Anclados quedarán por siempre nuestros sentires, intactos los arraigos, despiertas las añoranzas y vivas las costumbres intactas. Ahora aseguramos el reguardo de raíces que retoñan desde cenizas del ayer. Dios jamás declaró desértico el Valle Arcilloso, siempre fue bendecido, tampoco declarado deshabitado para la vida del hombre.

Fueron creciendo raíces en medio de cenizas y milagrosamente reverdecieron los gigantescos árboles frondosos. CRONICAS DE CUCUTA reafirma lo que somos. Seguiremos siendo aquello que siempre fuimos, nada cambió, solo algunos pañetes y varios techos distintos.

Todo estará por volver, todo por crecer y todo por llegar. Nunca estaremos solos. Cada generación hará brotar nostalgias por siempre convertidas en historias llenas de arraigos.

Nos bastaba con vivir en Cúcuta…

viernes, 23 de septiembre de 2016

1006.- UNA ESMERALDA, MASCOTA DE BUENA SUERTE!



Gastón Bermúdez Vargas

El embrujo verde


Mi querida Estrellita:

Hace algún tiempo te escribí unas líneas haciéndote conocer mis sentimientos sobre los achaques de salud que han venido aquejándote. En estos días he vuelto a saber que tu salud no sigue bien, es decir, que no hay mejoría a medida que los días pasan.

En medio de tantas preocupaciones, las que se agigantan con el correr de los años Y la fatiga que trae el trajín diario, que lo va volviendo a uno un angustiado y con muchas bregas para el descanso y hasta para conciliar el sueño, he pensado en todos los de la familia y especialmente en ti y en tus achaque de salud.

Esto me ha llevado a recordar un poco épocas pasadas, tal vez tu madre no haya olvidado. Tú no tienes por qué acordarte, porque apenas estabas dando tus primeros pasos, si era que ya habías nacido.

En esta forma he recordado que tu tío Manuel, según los médicos de la época padecía de un mal entonces incurable, pues dizque era hemofílico. Y también lo fueron tu papá y tu tío Carlos. Enfermedad de reyes, pero muy dura de sobrellevar para los pobres.

En una de las recaídas de tu tío Manuel, tres médicos que entonces lo asistían y que en la noche de un viernes, no lo olvido aún, lo desahuciaron y le dijeron a mamá que se preparara para un desenlace fatal.

Hicieron entonces un último esfuerzo, casi desconocido en Cúcuta, como era una transfusión de sangre. No existía entonces en el comercio plasma ni cosa parecida. Los médicos eran los doctores Moncada, Lozano y Vera Villamizar, si la memoria no me traiciona. Dispusieron los galenos que entre los miembros de la familia se buscaría la sangre del tipo que sirviera a tu tío Manuel.

Y dispuso papá sin consultarlo a nadie, pues eran los tiempos que en la familia lo disponían todo, primero el padre y luego la madre. Dispuso, repito, que la sangre de todos fuera examinada hasta encontrar la que le conviniera a tu tío enfermo para la transfusión. Primero él se sometería a este examen, luego mamá y después se someterían todos tus tíos por orden de edad.

No olvido aún que uno de los médicos me miró a mí y luego a tu tía Graciela y dijo un poco burlonamente, al vernos tan pálidos, que nuestra sangre probablemente no serviría. Vino la prueba del primero, que era papá, y se la encontró aceptable y por esto ningún otro se sometió a la prueba.

La transfusión se hizo con el instrumento que prestó uno de los médicos, muy rudimentario si se le compara con los instrumentos de hoy. Papá acostado al lado de tu tío Manuel. Todo se hizo en horas de la noche y como la luz de Cúcuta no era de voltaje suficiente, se apeló a los reflectores que prestó un fotógrafo vecino y amigo de la familia, un señor Ospina, casado con una señora Rosas, que fue poco después la heredera del periódico El Trabajo, el más antiguo tal vez de Colombia, circunstancia que le facilitó a ese amigo Ospina a convertirse en uno de los jefes políticos de su partido en nuestro departamento, del cual también tu eres oriunda.

Recuerdo que se desperdició mucha sangre, tal vez por falta de pericia de los médicos o por lo rudimentario del instrumento con que se hacía la transfusión. Papá se retiró muy débil a su cama. Había dado bastante sangre. Pero como era un viejo roble, fuerte como hoy no se consiguen los hombres, se limitó a pedir que le pusieran un cigarrillo en la boca, aún cuando él no fumaba, y se quedó dormido.

Al amanecer del día siguiente no fue muy prometedor. Papá se levantó bien, pues ya había recuperado su sangre, pero tu tío Manuel despertó con mucho frío en el cuerpo. Los médicos llegaron muy temprano y no se mostraron muy optimistas.

Entonces papá consideró que la última prueba de la ciencia ya se había echado y optó por jugar su última carta. En ese año, creo era el 41, a los cuatro hijos mayores nos había regalado el día del aniversario en que llegábamos a la mayoría de edad, un anillo de esmeraldas y no los había colocado en el anular izquierdo como mascota de la buena suerte. Pero tu tío Manuel había perdido el suyo y esto había contrariado a papá.

En el desespero y como última esperanza, papá se despojó de su anillo que era una preciosa esmeralda, lo sacó de su dedo y lo puso en el de mi hermano mayor. No comentó con nadie nada. Rendía su orgullo ante el descuido de su hijo que no había cuidado la mascota de la buena suerte. Esa noche se retiró  otra vez a su cama sin cruzar palabra y volviendo a llevar un cigarrillo a la boca. Cuando regresaron los tres médicos, encontraron mejoría.

Asombrosamente al día siguiente encontraron una reposición inexplicable. Tu tío habló con todos y dijo que ya no sentía frío, que se sentía con fuerzas, la hemorragia había cedido, y la recuperación fue asombrosamente rápida. Todos explicaron la curación a la buena suerte que le había traído la sortija de esmeralda.

Tu enfermedad me ha hecho pensar en aquel grave momento que pasó tu tío desahuciado por los médicos. Y te he buscado un pequeño anillo de esmeralda, no muy valioso, pero sí merecedor de que lo guardes como una mascota de tu salud y tu buena suerte, y como un recuerdo de tu tío en ausencia de tu padre. Imagina que es él quien te lo quiere colocar en tu dedo izquierdo. Pero póntelo con fe. Yo estoy seguro que llevará mejoría a tu salud, sino es tu curación total. Buena suerte!

Posiblemente te lo enviaré con tu tía Katta, cuando ella venga, si es que no encuentro otro camino…

Fragmento de una carta enviada desde Bogotá por mi tío, Ventura Bermúdez Hernández (q.e.p.d.), a mi hermana Estrella en Maracaibo, quien sufría de una grave enfermedad terminal, misiva que no alcanzó a leer porque lamentablemente murió (1987) antes que llegara a sus manos, pero la recibió posteriormente mi madre junto con la sortija de esmeralda. Mascota de la buena suerte!  


miércoles, 21 de septiembre de 2016

1005.- LA VIA QUE COMUNICA A CUCUTA CON OCAÑA



Guido Pérez Arévalo


Fue inaugurada el 30 de julio de 1946, durante el mandato de Alberto Lleras Camargo  y se convirtió en un carreteable importante para la economía colombiana .

Por muchos años presentó problemas de derrumbes, por lo frágil de sus montañas. En varias ocasiones se le hicieron arreglos en pavimentación. La Curva, La Nevera, La Vijaguala, Sardinata y el Alto del Pozo fueron los sectores más afectados.

Pero en el 2013, se empezaron a ver los proyectos 4G en el departamento.

En La Vijaguala se construyó un puente con una inversión de $6.500 millones, se amplió la calzada y se pavimentaron 600 metros. El fondo de adaptación apoyó la obra con una inversión de más de $90.000 millones. A esto se suma, la construcción del viaducto La Nevera por un valor de $11.000 millones, el puente de La Curva por un valor de $6.000 millones, el viaducto en la curva del restaurante Lucy por $6.000 millones.

Hoy en día esta vía es la más transitada del departamento después de la de Pamplona. Conecta a Norte de Santander con los municipios del noroccidente y la costa Atlántica. Son 200 kilómetros que trajeron un avance vial para Norte de Santander.

Historia  

El 30 de julio de 1946, fue inaugurada solemnemente la carretera que serpentea sobre las estribaciones de la cordillera, como un pequeño río que busca el destino del mar.

Hubo pico y pala desde el 23 de febrero de 1920. Y fueron sacudidas las entrañas de la montaña para integrar el valle encantado de Ocaña a la capital del departamento.

Corrían entonces, sobre el lomo de aquellas tierras ariscas, justificados resentimientos por la poca atención recibida de la burocracia cucuteña.

La inauguración oficial lleva el sello del gobierno del doctor Alberto Lleras Camargo y registra un reconocimiento a la colaboración de los ministros de Obras Públicas, Álvaro Díaz y Luis García Cadena, y a uno de los directores de la obra, Guillermo Tejeiro Caro. La placa que recuerda el acto fue instalada en el Alto del Pozo.

Los periódicos regionales informaron sobre la visita “a esa apartada provincia” de importantes funcionarios, entre ellos, el gobernador Luis Alberto Lindarte, y sus secretarios, José Manuel Villalobos, César Lara Camargo, Ciro A. Osorio y Ciro Eloy Caballero; el alcalde de Cúcuta, Eleazar Pérez Peñuela, así como los comandantes regionales del Ejército y la Policía.

Viaducto La Nevera

La capital quedó íngrima. Doce horas se tomó la caravana porque en las poblaciones intermedias hubo demostraciones de gratitud y simpatía.

También asistieron los senadores, Luis Buenahora y Alberto Durán Durán y los señores Manuel Buenahora, Luis Alejandro Bustos, Carlos Julio Villamizar Girón y Rafael Canal Sorzano.

La junta de recepción fue integrada por Marcos Arenas Buenahora, rector del colegio Caro, Carlos Daniel Lemus, Luis Maichel, Manuel Guillermo Jácome, Blanco Ibáñez Díaz, Alejandro Prince, prefecto de la Provincia, Noel Prince, Pablo Jácome y Rafael Contreras, alcalde de la ciudad.

Hojita Parroquial, boletín de las parroquias de La Playa de Belén y El Cincho, dirigido por el presbítero Francisco Angarita, publicó el 23 de febrero de 1913, un artículo titulado, “Una importante vía”, de J. Z. A., sobre la conveniencia de comunicar las provincias de Cúcuta y Ocaña:

El derrotero—dice el escrito—, señalado por los prácticos, es el siguiente: De Cúcuta se toma la vía que conduce a Sardinata; de esta población se sigue pasando por La Victoria con dirección a El Cincho; y de este punto se toma la vía que conduce hasta aquí, para seguir con dirección a Ocaña aprovechando la nueva variante y el puente que pronto se concluirá sobre el río Algodonal.

Por esta vía han transitado partidas de recuas conduciendo harina, jabón, sal, petróleo y otros artículos, sin mayor dificultad.

Sobre el particular, cito un artículo del doctor Arminio Piñeres, ‘Marginalidad Vial del Departamento y la necesidad de su integración’, en el cual se refiere a la existencia de un proyecto (vía Cúcuta a Ocaña por La Playa de Belén), cuya financiación fue aprobada por el Banco Mundial.

Este trazado interconectaría con la Ruta del Sol, mediante el tramo nacional Ocaña –Aguaclara– Puerto Acapulco, que sería el primer puerto fluvial para transporte multimodal.

En junio de 1934, dice Luis Sánchez Rizo en su monografía de Ocaña, una comisión de ingenieros elaboró los trazados, con los cuales empezaron las obras en la segunda quincena de agosto del mismo año, bajo la dirección de Francisco Rueda Herrera. 

En febrero de 1936 “se trabaja con todo empeño y la carretera presta un correcto servicio hasta el caserío de La Ermita a 10 kilómetros de la ciudad”.

Don Benjamín Pérez Pérez, en una entrevista de 1974, me contó que los primeros en comunicarse por ruedas con Ocaña fueron, Convención, que figuraba como objetivo inmediato del programa “Carretera a los pueblos”; y Ábrego, en dirección inversa, privilegiadamente situado al paso de la Central del Norte (Sector 4o.). 

Viaducto en la curva del restaurante Lucy

“En aquel tiempo—dijo—, el recorrido a Cúcuta se realizaba en varias etapas que podían comprender una semana, así: de Ocaña a Gamarra, en cable aéreo, siete horas aproximadamente; de este puerto a Wilches, uno a dos días de navegación según el barco que acertara a subir. Los barcos de carga, por ejemplo, propulsando tres o cuatro planchones resultaban de una desesperante lentitud. De Wilches a Bucaramanga en autoferro, saliendo al amanecer para llegar por la tarde.

Y finalmente de esta ciudad a Cúcuta en bus, en una no muy confortable jornada de unas doce horas de duración, por una carretera destapada, frecuentemente obstruida por los derrumbes.

Por el camino de herradura el viaje se hacía en cuatro etapas: Una a Puente Reyes, la otra a El Placer, adelante de Villacaro —después de haber traspasado el páramo de Bucarasica— y la tercera a la población de Gramalote, donde al día siguiente tomaba muy temprano el bus que en tres horas lo conduciría a Cúcuta.

Constituía de verdad un riesgo cumplir este itinerario pues la ruta era muy escarpada, semejante en algunos trayectos a una escalera, el tiempo regularmente tormentoso y no había posada que no fuese increíblemente inmunda. Ojalá tuviera uno la fortuna de unirse a una caravana de arrieros.

De todas maneras se llegaba a la capital con ampollas en las plantas pues la enclenque cabalgadura que se lograra fletar no arriscaba a terminar la segunda etapa y había que devolverla con el correo que invariablemente se hallaba de regreso y siempre andaba de a pie con su fardo de correspondencia a las espaldas”.

No obstante la presencia de varios ministros de la región en el despacho encargado de las obras públicas nacionales, la vía hizo fama por los accidentes de tránsito, los derrumbes, los asaltos de la delincuencia común, los retenes guerrilleros y los contratos amañados. 

Hemos avanzado mucho durante los últimos años. Viaductos, puentes y otras importantes obras invitan a un viaje sin tantos sobresaltos. El puente de La Curva, inaugurado el 20 de febrero de 2013, tuvo una inversión de 6.500 millones de pesos y mide 72 metros. Reemplazó más de 400 metros de carretera que generaban grave peligro para transportadores de carga pesada.

Puente La Curva

La ministra Cecilia Álvarez, habló en aquella ocasión de obras por 140 mil millones de pesos, para la vía de 218 kilómetros.

La inversión es poderosa y los proyectos en ejecución prometen un viaje de tres o cuatro horas de placer sobre el superado camino de herradura.




Recopilado por: Gastón Bermúdez V.

lunes, 19 de septiembre de 2016

1004.- ASONADA RELIGIOSA EN SAN LUIS



Gerardo Raynaud

Desde el mismo comienzo de la conquista, la iglesia católica estuvo enquistada en la nueva sociedad, pues su misión, la encomendada por los reyes, era la de conquistar las almas para la gloria de Dios, claro, sin olvidarse de sus bienes materiales, esos sí, para el prestigio y el honor de la corona.

En toda misión era obligatorio incluir un monje y toda expedición iba acompañada de religiosos que serían instalados posteriormente como “curas de almas”, bautizando a cuantos “salvajes” se atravesaran en su camino, siempre y cuando éstos se dejaran convencer.

Por esta razón, el catolicismo expandió sus redes por toda la América hispana, circunstancia que no sucedió con los  vecinos nativos del norte, a quienes los anglosajones conquistaron ofreciéndoles una cultura diametralmente opuesta.

Por motivos como éstos, avanzado el tiempo e instaurada la independencia, la religión y especialmente la católica, tenían la mayor injerencia en los destinos de estas nuevas naciones, de manera que curas y obispos mantenían una supremacía en las decisiones políticas y sociales que los hacía verdaderos líderes, al punto que ninguna disposición, fallo o medida se tomaba sin su aprobación o consentimiento.

Pero a medida que avanzaba el tiempo, las políticas liberales fueron modificando las estructuras de la sociedad y nuevos cultos fueron apareciendo.

Estos nuevos escenarios comenzaron a generar angustias y desazón entre los representantes católicos, quienes desde el púlpito incitaban a sus fieles a combatir a sus rivales, llegando en ocasiones a provocar verdaderas amotinamientos, como lo sucedido en el año 1945 en el corregimiento de San Luis  de la calurosa villa de San José de Cúcuta y que paso a narrarles.

Se acercaba la hora del almuerzo del domingo 7 de enero, cuando se reunió a la salida del templo o de una casa vecina de la avenida segunda, una muchedumbre de parroquianos compuesta de hombres, mujeres y niños, en número de unos doscientos.

El corregidor Víctor Camacho, quien pasaba por el lugar, supuso que era uno de los llamados “ejercicios de primer domingo”, pero en un momento dado vio como la multitud se agolpó frente a la casa del señor Pablo Bello, a quien presumían “evangélico” y luego de arengas y una que otra palabra injuriosa, comenzaron a apedrearla.

Ante este hecho, el corregidor, decidió intervenir para calmar los ánimos y situándose frente a la casa  agredida logró apaciguar el descontento e impedir los oscuros propósitos de la turba. Posteriormente y previendo que la situación pudiera empeorar, decidió llamar a las autoridades municipales solicitando destacamentos de la policía municipal y nacional.

Y en efecto así sucedió, pues el tropel continuó su camino gritando vivas al cura párroco y a la virgen María, hasta llegar a la vivienda de otro personaje la cual apedrearon igualmente.

Para evitar que la situación se desbordara, el corregidor ordenó la requisa y desarme de los presuntos cabecillas a quienes remitió al Permanente Central.

Entre tanto y una vez disuelta la manifestación, el cura párroco José Rubén Rubio, llegó a las oficinas del corregidor para enterarse de lo sucedido. Luego del sucinto relato del funcionario, lo único que atinó a decir, con cierto asombro, el presbítero fue: “lo ocurrido está muy mal hecho”.

Esta fue la versión oficial de los acontecimientos, la que fue publicada en los medios locales con destacados titulares como “Asonada religiosa” o “Motín político”, sin embargo, un grupo de ilustres personalidades del lugar solicitaron la rectificación de la noticia, por cuanto consideraron que lo relatado no correspondía a la verdad y enviaron su versión de los hechos.

En su nota a la redacción de los periódicos, indicaron que los anteriores titulares no correspondían a la verdad y que lo sucedido en San Luis radicaba simplemente “que existe allí un foco muy peligroso de propaganda protestante, empeñado en desarraigar de la conciencia del pueblo católico sus creencias sacrosantas; los  católicos en legítima defensa del más grande ideal de nuestra nacionalidad y de nuestro pueblo salieron a las calles a hacer manifestación pública y pacífica de sus sentimientos, con el propósito muy patriótico por cierto, de encender y avivar más aún, la fe de nuestros mayores.

Efectivamente un grupo muy respetable de damas, niños y caballeros de la población, salieron en horas de la tarde a recorrer las calles elevando cánticos religiosos en honor de la Virgen y de nuestro único Dios, sin pretender con esto ofender a nadie.

Pero al pasar frente a la casa habitada por el señor Pablo Bello, lugar donde frecuentemente llegan los pastores protestantes a hacer sus reuniones propagandísticas, los manifestantes católicos fueron sorprendidos por la intervención del señor Bello, quien desde el interior de su casa se propuso llamarles la atención seguramente con el fin de formar desórdenes.

Como los manifestantes no atendieran ni respondieran a los llamados de dicho señor, sino que continuaran su marcha vivando a Cristo Rey, intervino el corregidor Víctor Camacho quien en forma atrevida se lanzó contra el señor Venancio Gómez, quien es una persona anciana y enferma, estrujándolo violentamente.

Ante semejante proceder los manifestantes necesariamente tuvieron que proceder, pero no con piedras ni con insultos como pretende hacerlo creer el corregidor, sino con la varonía y la entereza de quienes se ven ultrajados y perseguidos por las autoridades que debían garantizarles a todos sus derechos ciudadanos.

Es absolutamente falso que allí hubiera pedrea, ni que los manifestantes albergaran oscuros propósitos como lo afirma el corregidor.”

Al margen de las versiones, los sucesos ocurridos ese domingo, movilizó a todas las autoridades hasta el lugar de los acontecimientos, alcalde y gobernador incluidos, pues desde un principio se había creído que se trataba de uno de tantos enfrentamientos partidistas, toda vez que hubo un ataque adicional contra la vivienda de don Jorge Martínez, un honrado padre de trece hijos, todos bautizados por la Iglesia católica, pero que no acostumbraba a ir “fanáticamente al templo del padre Rubio” como él mismo lo aseguró y que el atentado contra él y su familia se debía a que era liberal.

Aprovechando la visita de los ilustres visitantes, los líderes del movimiento solicitaron o más bien, exigieron el inmediato cambio del corregidor, “por considerarlo elemento incapaz de desempeñar digna e inteligentemente el cargo y para evitar futuros desórdenes, ya que el citado  señor carece de las cualidades que amerita un buen funcionario.”

Esta fue una de las tantas protestas que continuaron presentándose en el municipio.



Recopilado por: Gastón Bermúdez V.