Son referencias a sucesos, personajes, sitios, historias, etc. traen recuerdos o dan enseñanzas del terruño. Transportan al pasado en forma agradable y entretenida. Se trata de actualizar el escrito original y/o adicionar párrafos o fotografías de otros autores o personales para complementar la narración. La intención es entretenernos con el pasado. RECORDAR ES VIVIR!... Nota- En artículos las fotos son ilustraciones colgadas por RECOPILADOR.
PORTAL CRONICAS DE CUCUTA: Estandarte cultural de historias, recuerdos y añoranzas cucuteñas…
PORTAL CRONICAS DE CUCUTA: Estandarte cultural de historias, recuerdos y añoranzas cucuteñas…
TERREMOTERO -Reconocimiento, enero 2018-
Apasionantes laberintos con inspiraciones intentan hallar rutas y permiten ubicarnos en medio de inagotables cascadas, son fuentes formadas por sudores de ancestros. Seguimos las huellas, buscamos encontrar cimientos para enarbolar desprevenidos reconocimientos en los tiempos. Siempre el ayer aparece incrustado en profundos sentimientos.
Corría finales del año 2008, Gastón Bermúdez sin advertir y sin proponerlo, inicia por designios del destino la creación del portal CRONICAS DE CUCUTA. Parecen haberse alineado inspiraciones surgidas por nostalgias. Gran cúmulo de vivencias, anécdotas, costumbres y añoranzas, fueron plasmadas en lecturas distintas.
Ya jubilado de la industria petrolera venezolana, recibió mensaje que expresaba una reunión de amigos en Cúcuta. Tenía más de cuatro décadas ya establecido de forma permanente, primero en la ciudad del puente sobre el Lago y después en la cuna del Libertador. Viajó ilusionado, acudió puntual a la cita desde Caracas. Encontró un grupo contemporáneo, conformado por amigos ex-jugadores de baloncesto y ex-alumnos del Colegio Sagrado Corazón de Jesús.
La tierra cucuteña levantada desde primeras raíces plantadas, siempre acompañó todos los hijos ausentes. Cuando encontramos distantes los afectos, creemos separarnos de recuerdos. Nos llevamos al hombro baúles de abuelos, cargamos con amigos del ayer, empacamos en maleta la infancia y juventud. Muchas veces una fotografía antigua, atrapa y confirma que nunca pudimos alzar vuelo.
Entonces por aquellos días apareció publicado ´La ciudad de antaño´, parido desde generosa pluma con sentido de identidad comprometida, fue el mártir periodista Eustorgio Colmenares Baptista dejando plasmados recuerdos de finales de los 50 y años 60. Sin querer, esas letras fueron presentación inaugural de CRONICAS DE CUCUTA. Los Inolvidables sentires viajaron al modesto grupo de amigos y abrieron compuertas para afianzar arraigos de infancia. Don Eustorgio culmina la crónica con frases retumbando las memorias: “Había muchos menos avances tecnológicos a disposición de la comunidad, pero vivíamos como si nada nos faltara. Nos bastaba con vivir en Cúcuta”.
Sentires intactos, ahora plasman recuerdos en calles transitadas por niños que fuimos. Nuevamente los arraigos hacen despejar las avenidas a los rieles del antiguo ferrocarril. Nos bastaba con vivir en Cúcuta. Asoman madrugadas entre indetenibles remembranzas y añoranzas.
Sin planificar nada, Gastón compartía vía internet las crónicas del Diario La Opinión aparecidas cada ocho días en lecturas dominicales. Sin saber, creció el portal CRONICAS DE CUCUTA. Cada acontecimiento recopilado se convertía en homenaje In Memoriam para hombres y mujeres que dejaron muy alto el Valle de Guasimales. Igualmente, exalta la dignidad con reconocimiento a grandes glorias del ámbito artístico, cívico, periodístico, religioso, deportivo, cultural, social y político.
Oficialmente se convierte en PORTAL WEB el 7 de octubre 2010. En forma admirable acumula ya 1.329 recopilaciones tipo crónicas, casi todas extractadas de periódicos y publicaciones locales, libros populares, escritos nacidos de historiadores, periodistas, inéditos autores y muchos escritores del Norte de Santander. El portal permite hallar el original ADN ancestral y ubica el sentido innato de pertenencia cucuteña. Llegó un día a la vida de todos los internautas, igual como aparecen las buenas nuevas, sin avisar, sigilosamente introduciéndose en las cortezas que somos y las venas que siempre fuimos. Su creador, nunca imaginó un buscador que tocara el alma y menos tallar imborrables despertares en ávidos ojos de lectura.
Aparece ahora como paso determinante para navegar en referencias de Cúcuta. Asegura a nuevas generaciones herramientas para afianzar valores jamás perdidos. La perspectiva futura para ámbitos históricos, culturales, sociales y deportivos, harán necesario considerar el Portal como insigne buscador de consulta e informativo. Importante archivo tecnológico para infantes en colegios y escuelas. Podrá acceder directamente cualquiera a profundos arraigos allí recopilados. Casi imperativo considerarlo como salvaguarda del sentido de identidad y pertenencia.
CRONICAS DE CUCUTA se convirtió en sugestivo repaso de acontecer histórico, recopilado en 19 capítulos o clasificaciones. Portal libre, siempre abierto a todo aquel deseoso por descubrir datos históricos, biografías, nombres de grandes personajes, fechas emblemáticas, sucesos de vida social, cultural, deportiva, religiosa, artística y política. Formidable vía adentrándose en acontecimientos del siglo XVIII hasta nuestros días. Todo expedicionario oriundo se encontrará representado en cada letra, apellido, dato, foto y fecha. Todos volverán a observar las luces de la gran ciudad en medio de rutas por hallar orígenes.
CRONICAS DE CUCUTA no debe tener como destino el olvido, deberá asegurar a nietos de nuestros nietos, inquebrantables lazos surgidos de nostalgias, recuerdos y añoranzas. CRONICAS DE CUCUTA es herramienta tecnológica para demarcar el hilo conductor entre hoy y ayer. Parece luz encontrada en días oscuros, nos abre el entendimiento. Pulsar la tecla nos lleva a destinos con encuentros pasados. Valiosa información contenida en páginas adornadas con sentimientos profundos.
CRONICAS DE CUCUTA garantiza el resurgir de valores originarios que parecían adormecidos por culpa del avasallante mundo moderno. CRONICAS DE CUCUTA llegó para quedarse, igual que mares inundados por recuerdos. CRONICAS DE CUCUTA confirmó la premisa donde las nostalgias se convierten en vehículos para transportar la historia. Una enciclopedia virtual presentada por nuestras gentes con sencillo lenguaje.
Anclados quedarán por siempre nuestros sentires, intactos los arraigos, despiertas las añoranzas y vivas las costumbres intactas. Ahora aseguramos el reguardo de raíces que retoñan desde cenizas del ayer. Dios jamás declaró desértico el Valle Arcilloso, siempre fue bendecido, tampoco declarado deshabitado para la vida del hombre.
Fueron creciendo raíces en medio de cenizas y milagrosamente reverdecieron los gigantescos árboles frondosos. CRONICAS DE CUCUTA reafirma lo que somos. Seguiremos siendo aquello que siempre fuimos, nada cambió, solo algunos pañetes y varios techos distintos.
Todo estará por volver, todo por crecer y todo por llegar. Nunca estaremos solos. Cada generación hará brotar nostalgias por siempre convertidas en historias llenas de arraigos.
Nos bastaba con vivir en Cúcuta…
viernes, 30 de marzo de 2012
151.- TURISMO CUCUTEÑO
miércoles, 28 de marzo de 2012
150.- LA FABRICA DE JUGUETES NACORAL
A finales de la década de los años sesenta y comienzos de los setenta un grupo de prestantes personalidades de la ciudad, en asocio con la entonces poderosa Federación Nacional de Cafeteros, a través del Banco Cafetero, se reunió para crear una institución que fomentara el desarrollo regional mediante el aporte de recursos y la promoción de actividades y empresas que generaran riqueza, aportaran puestos de trabajo y redujeran la dependencia del comercio como acción predominante de la economía regional. Operación parecida había desarrollado la misma Federación, en la zona cafetera del centro occidente del país, al incentivar a los caficultores a no depender exclusivamente del grano como fuente de ingreso como previendo un futuro incierto tal como ocurrió tiempo después. Las instituciones creadas fueron las corporaciones financieras de Oriente y Occidente respectivamente, que le aportaron a las regiones triunfos y fracasos, pero más de estos últimos, por lo menos en el caso de la Corporación Financiera del Oriente S.A. que fue el nombre dado a la financiera mencionada.
Independientemente de la evaluación de la gestión desarrollada durante los primeros años de su operación, la Corporación desplegó una gran actividad crediticia y fue muy cautelosa en la promoción de empresas, tanto así que fueron muy pocas las que fueron presentadas a consideración de su Junta Directiva. Una de esas empresas que generó gran expectativa entre los inversionistas privados locales fue precisamente la Fábrica Iberoamericana de Juguetes Nacoral S.A., empresa de origen español que buscaba desde hacía unos pocos años a un inversionista colombiano para montar una planta que abasteciera el mercado de la América Latina, pues desde la madre patria no era rentable hacerlo.
Pero antes de entrar en detalles sobre el proceso de conformación de la empresa debo necesariamente informar sobre las condiciones sociales, económicas y políticas del entorno dentro del cual se realizarían las operaciones de la nueva empresa para comprender las motivaciones que llevaron a la Corporación a emprender dicha aventura empresarial. Nacoral España era la empresa productora de juguetes más grande del país y buscaba expandir sus mercados a Iberoamérica mediante la instalación en una nación de la región excepto Venezuela que era la joya de la corona y a la cual proveía desde el viejo continente. De hecho, el contrato con la casa matriz le otorgaba a la nueva empresa la concesión sobre todo el mercado latinoamericano salvo Venezuela. Dos clases de juguetes elaboraba; el clásico juguete de plástico en polietileno, balones y pelotas, carritos de halar, bates, baldes, palas, muñecos y demás que se fabricaban con máquinas de extrusión simples; adicionalmente se ensamblaban algunos juguetes con motor y pilas, también elaborados en plástico. La otra línea era la de los modelos a escala en Zamac, una aleación con la que se fabrican o se fabricaban los coches, automóviles, aviones a escala y hasta los conocidos “soldaditos de plomo” que obviamente no eran de plomo sino de Zamac.
Corría el año 1973 y por otro lado el Pacto Andino estaba en ciernes y en proceso de consolidarse pues el Acuerdo de Cartagena constitutivo del Pacto tenía menos de cuatro años; políticamente los países que lo integraban tenían gobiernos dictatoriales a excepción de Colombia. Estaban gobernados por regímenes militares Ecuador, Perú, Bolivia y desde septiembre de ese año Chile que se retiró en octubre de 1976.
Esta fórmula era muy utilizada en esa época cuando las trabas a la inversión extranjera no permitían facilidades. Como las dificultades que se originaban en la oficina de Control de Cambios del Banco de la República eran tales que al inversionista extranjero le resultaba más fácil avalar un préstamo local con respaldo de sus activos en el exterior que traer sus dólares o realizar su inversión en especie, básicamente con maquinaria que era fácilmente verificable por las autoridades cambiarias. Así lo planteó Nacoral España y así fue aceptado por las partes. La escritura de conformación de la sociedad se firmó en la Notaría Primera y le correspondió el número 269 del 15 de febrero de 1973; con esos aportes se dio inicio a sus operaciones en un local en arrendamiento que era de propiedad de J.P. Lizarazo en la calle 10 No. 0-71; allí quedaba la entrada a las oficinas mientras que la entrada a la planta de producción se hacía sobre la avenida primera entre calles diez y once donde hoy existe un lavadero de carros. Hasta aquí la historia conocida.
Pues bien, qué pasó realmente para que el descalabro fuera tan estrepitoso? Varios elementos se conjugaron. En todo fracaso o éxito siempre existe una suma de factores que influyen en él. No es posible atribuirle a un solo elemento o factor el éxito o fracaso de un suceso o una acción; por eso voy a citar la sucesión de actos que hicieron presencia para que la empresa tuviera el final que tuvo. Desde el principio, los socios españoles no le jugaron limpio a la sociedad ya que la maquinaria que sirvió de aporte no fue la prometida. La maquinaria que se recibió era la que había sido desechada por el fabricante español cuando renovó su parque así que se inició operaciones con una maquinaria usada, obsoleta y por lo tanto productora de piezas de inferior calidad. Una vez instalada la planta el tropiezo continuó con el personal de producción pues en la ciudad no había operarios que tuvieran experiencia en los procesos de ensamble de piezas de esta clase así que se tuvo que apelar a capacitar gente que reuniera las condiciones de habilidad y destreza manual y las combinara con el detalle y el cuidado que requería el ensamblaje de la juguetería.
Recuerdo que después de la evaluación de la clase de personas que reunieran estas características se llegó a la conclusión que las más indicadas eran las operarias de costura así que se emprendió una fase de capacitación a estas mujeres y con ellas se inició la producción; más adelante les contaré cual fue el problema que esta decisión le generó a la empresa. Ya lista con todos los componentes y mecanismos dispuestos, la empresa comienza a laborar a tres turnos, las 24 horas. El departamento comercial se había esmerado tanto que los pedidos llegaban de todos los países del Pacto Andino y se despachaba a medida que los productos salían de la línea de producción sin mayores inconvenientes. Ecuador y Perú, si mal no recuerdo fueron los primeros destinos. En general, la juguetería se podía clasificar en dos variedades, una que se presentaba sellada, empacada al vacío y otra que permitía la inspección del producto sin necesidad de abrir el empaque. Esta descripción es necesaria para comprender el primer problema surgido a raíz de las devoluciones que cada vez se hacían más frecuentes pues los clientes recibían las quejas de sus compradores cuando los juguetes se descomponían y los regresaban. Los únicos que no se devolvían eran los sellados pues el argumento era simple: una vez destapado no se aceptaba la devolución.
Un problema adicional surgió con los pagos de la mercancía. En la entrega anterior hicimos alusión a la clase de gobierno que regía por entonces los destinos de los países a los cuales se exportaba, pues bien, surgieron problemas similares a los que hoy se tiene con Venezuela ya que los clientes no pagaron las importaciones que hicieron por los inconvenientes de divisas que se presentaron. Desde esa época se habla del “seguro a las exportaciones” que protegería al productor colombiano de esas vicisitudes propias del exportador pero que aún hoy no tiene solución.
La situación se tornó insostenible pues la empresa se había endeudado tanto con la Corporación Financiera como con el City Bank ofreciendo como garantía sus únicos activos representativos, la maquinaria, de manera que cuando se presentó la cesación de pagos éstos apelaron por embargarla complicando aún más la precaria condición de la compañía. Ante un evento tan embarazoso como la baja calidad de los productos siempre me pregunté por qué los administradores nunca buscaron opciones diferentes a la fabricación de juguetes cuando de muy buenas fuentes conocí que empresarios de otros sectores buscaban empresas que les fabricaran piezas de plástico que requerían para sus productos teniendo que comprarlos en el interior porque Nacoral nunca quiso diversificar su producción. Igual sucedía con la petición de fabricar botellas plásticas, cuando en Colombia muy pocas empresas tenían máquinas “sopladoras” que son las que se utilizan para tal fin y que requería de una mínima inversión adicional para acondicionarla para elaborar este producto, de gran demanda por entonces pues muchas empresas se estaban cambiando al embotellado en plástico. Con esto quiero mostrar el último factor, la visión miope de los administradores y directivos que aún con las limitaciones que le otorgaba la franquicia bien hubieran podido proponer un viraje antes que claudicar ante el fracaso.
Para terminar quiero retomar el problema del personal que había dejado pendiente por narrarles. Con lo que no contaba la empresa respecto del personal femenino fue el tenso ambiente que se generó entre ellas, por los chismes, las consejas, envidias, lambonería y demás, al punto que la productividad se vio afectada de tal manera que no se tuvo otra alternativa que prescindir de ellas y reemplazarlas por aprendices Sena, con mejor éxito.
En el 2002 la Superintendencia de Sociedades declaró por terminado el Concordato Preventivo Obligatorio y con ello la fecha oficial de su defunción, mayo 14.
lunes, 26 de marzo de 2012
149.- EN 50 AÑOS, DIEZ EMPRESAS SE MANTIENEN COMO LAS MAS FUERTES EN NORTE DE SANTANDER
sábado, 24 de marzo de 2012
148.- EL OCASO DE LA INDUSTRIALIZACION EN CUCUTA
La creación de empresas, su proyección, crecimiento y la visión futurista de quienes las promueven, es lo que hacen los inversionistas con la finalidad de impulsar el desarrollo y fortalecer la economía de una región y sobre esas perspectivas fundamentar el mejoramiento de las condiciones de vida de la comunidad.
Cúcuta, pionera
Desbarajustes
Los vaivenes de la economía han estado presentes en todos los momentos, dándole un giro de muchos grados a los planes y estrategias que se habían trazado. Los resultados suelen ser en su mayor parte de la actividad el punto de mayor incidencia que origina que se marginen los proyectos y claudiquen las iniciativas, como sucedió con la naciente industrialización de la región.
"Las que se fueron"
Figura en ese listado una de las empresas que tenía un gran impacto en la economía de la época. Se habla de la Fábrica Hilados y Tejidos del Norte, de Pedro Felipe Lara, conocida coloquialmente, en su tiempo, como los Telares Lara. Operaba en una antigua casona en la avenida 3 con calle 14. Su existencia no pudo resistir el empuje de las textileras de Medellín (Coltejer y Fabricato) cuyos representantes estuvieron en Cúcuta hablaron con don Pedro Felipe Lara y cerraron la negociación. Al poco tiempo desmotaron los telares y se los llevaron, en su totalidad, para la capital de Antioquia para reforzar los equipos de la naciente industria de los tejidos en esa localidad.
En lo referente a periódicos y empresas tipográficas quedó el recuerdo en su orden: La Imprenta de la Diócesis de Pamplona, las imprentas Departamental (de propiedad de la Gobernación de Norte de Santander) y Municipal (de la Alcaldía de Cúcuta); la Imprenta Parroquial, que manejaba el presbítero Daniel Jordán, el Semanario 'Comentarios' y Diario de La Frontera.
Emporio comercial
El auge del bolívar, que a partir del año 60, cuando el cambio estaba a $1.40 y comenzó a valorizarse, surgió un cambio de mentalidad y el deseo 'de hacer empresa' decayó para abrirle paso a la comercialización y Cúcuta pasó a convertirse en una vitrina vendedora de mercancías lo cual se extendió rápidamente y hoy capital de Norte de Santander se puede calificar como una tienda inmensa, con una sobre oferta impresionante, a la que se sumaron los Centros Comerciales abiertos en los últimos ocho años.
jueves, 22 de marzo de 2012
147.- 50 AÑOS DE DEPENDENCIA ECONÓMICA DE VENEZUELA
El compartir frontera con la República Bolivariana de Venezuela, país rico en recursos naturales de gran demanda internacional (petróleo, gas, hierro y aluminio, entre otros), ha sido para Cúcuta una gran oportunidad tanto para vender sus productos y servicios, como para comprar alimentos, vehículos, electrodomésticos y combustible a precios subsidiados. Esta situación ha generado una dependencia para nuestra ciudad durante varios años, especialmente desde 1961 como consecuencia del descubrimiento de grandes yacimientos de petróleo en el país hermano y el consecuente aumento de su riqueza, reflejado inicialmente en el poder adquisitivo de su moneda. Durante 22 años el bolívar fue una divisa de aceptación internacional (1 dólar= Bs. 4.30), un récord mundial inalcanzable. Pero ante la constante devaluación del peso colombiano, el precio del bolívar en la frontera fue en aumento desde $1.64 en 1961, hasta $17.30 en febrero de 1983. Esta diferencia cambiaria significó para nuestra región una bonanza, con un intercambio en continuo crecimiento, razón por la cual esta frontera se convirtió en una de las más dinámicas de América Latina. El auge económico permitió que las ventas hacia Venezuela por Cúcuta representaran ingresos netos por 137.5 millones de dólares en 1978 y de 226 millones en 1982, por citar solo algunas fechas. La industria de mayor desarrollo fue la del calzado, convirtiendo a nuestra ciudad en la líder en este sector a nivel nacional durante varios años. Le siguieron la arcilla, lácteos, cemento, textiles y minería. Los márgenes de utilidad eran considerables y la oportunidad para la recreación era amplia. Por ejemplo, de Cúcuta salía semanalmente un vuelo directo hacia Miami, motivo suficiente para que el Camilo Daza se ubicara en la categoría de Aeropuerto Internacional. La creciente afluencia de venezolanos en busca de productos y servicios, atrajo a la vez a muchos empresarios y trabajadores de Colombia, generando una gran demanda de locales comerciales y vivienda. Como respuesta se presentó un considerable auge en el sector de la construcción. De acuerdo con los informes de la Cámara de Comercio y con base en las cifras suministradas por planeación municipal, en 1980 se expidieron 92 licencias y se construyeron 97.985 metros cuadrados con una inversión de $1.022.391.000, mientras en 1982 las licencias expedidas fueron 132, los metros cuadrados construidos 678.926 y la inversión $1.183.608.000. Las tradicionales casas de familia, como las ubicadas en la calle 10 entre avenidas cero y catorce, se convirtieron en locales para negocios con elevados arriendos y cobro de jugosas primas. Según la Cámara de Comercio de Cúcuta, en 1980 el registro de nuevas empresas fue de 635, en 1982 llegó a 1.260 y en 1983 alcanzó las 1.485 empresas. Era común ver a visitantes de otras ciudades de Colombia, especialmente empresarios, ubicarse en lugares estratégicos de la ciudad para ver el desfile sabatino de carros novedosos en la época, como los Montecarlo, Mustang, Pontiac, Mercury, LTD, Cadillac, Buick, Mercury y Maverick, entonces muy escasos en el centro de nuestro país. Luego de las compras en los almacenes cucuteños y pamploneses en donde era muy común escuchar “está barato, dame dos”, los vehículos regresaban a Venezuela llenos de mercancías haciendo interminables colas. Ante la gran demanda y el deseo de satisfacer a los ricos visitantes, diversos centros de diversión abrieron sus puertas y dos zonas de tolerancia se hicieron famosas: La Ínsula y El Magdalena. Pero como no hay felicidad que dure tanto, la burbuja estalló y la divisa venezolana se vino al piso un día de no grata recordación para los cucuteños: el 18 de febrero de 1983. Aquel viernes negro el bolívar se desvalorizó un 65 por ciento, pasando de $17.30 a $6. Ese día se podía escuchar el ruido de una mosca y semanas después empezaron a verse los letreros “se vende” – “se arrienda”, síndrome de las crisis económicas. Sin embargo, la elevada inflación registrada en el país vecino en los años siguientes, 1987 (40%), 1989 (81%) y 1996 (103%), así como la devaluación represada de su moneda, se convirtieron en nuestras aliadas. Como consecuencia, el precio del bolívar inició nuevamente su ascenso: 1990 ($8.20), 1991 ($9.30) y 1992 ($10). Cuando todo parecía color de rosa y estábamos olvidándonos de que el comportamiento económico es cíclico, se presentó la crisis de mediados de los años noventa y nuevamente se revienta la burbuja y la divisa venezolana cae a $3 en 1995 y a $2.10 en 1996. Fiel al principio de que las crisis son una oportunidad para mostrar el liderazgo y la creatividad, durante los últimos 15 años del siglo pasado se celebraron varias ferias internacionales en la Zona Franca y El Bosque Popular. De acuerdo con la evaluación de los resultados, se alcanzaron los objetivos de atraer visitantes y abrir nuevos mercados para nuestros productos. La zona Franca de Cúcuta fue considerada la más dinámica de América Latina. El siglo XXI arrancó con un bolívar a $2.20 hasta caer a $1.15 en el 2005. En este quinquenio se celebraron algunas ferias en la sede asignada para esta clase de eventos, ubicada entre la urbanización Niza y el anillo vial. Pero las dificultades para desplazarse a este lugar y la incomodidad de sus instalaciones incidieron considerablemente en la disminución del flujo de visitantes, ocasionando considerables pérdidas a los expositores y el consecuente cierre de estas instalaciones. Desde entonces no se han desarrollado más eventos de esta categoría. Durante este mismo periodo se abrieron tres exposiciones binacionales de alta tecnología en las instalaciones de la Universidad Francisco de Paula Santander organizadas por la Incubadora de Empresas de Norte de Santander y con la participación de expositores de Universidades de Colombia y Venezuela. Pese a las dificultades generadas por el bajonazo continuo de la divisa del vecino país en estos últimos cinco años, los venezolanos siguieron llegando a nuestra ciudad en busca de productos y servicios. ¿La razón? La facilidad para acceder a los dólares a través de la tarjeta Cadivi, como consecuencia de la masiva entrada de dólares a las arcas venezolanas debido al alto precio internacional del crudo. Los resultados de esta bonanza se reflejan, en parte, en el reporte dado a conocer por la DIAN sobre el pago del IVA y el impuesto a la renta en Cúcuta durante los últimos 10 años. En $millones. Año Renta IVA 2000 $12.316 $20.239 2004 $22.341 $33.674 2005 $21.972 $39.775 2006 $32.492 $55.124 2007 $44.324 $66.761 2008 $65.844 $81.337 2009 $80.278 $86.491 Con base en un IVA del 16 por ciento se puede tener una cifra aproximada de las ventas: en el año 2000 pudieron ser $126.494 millones y el año 2009 $540.569 millones. En esta última década el IVA pagado tuvo un crecimiento del 327 por ciento, al pasar de $20.239 en el 2000 a $86.479 en el 2009, en tanto que y el impuesto sobre renta creció 552 por ciento. Estas diferencias son representativas, aún restándoles lo correspondiente a la inflación. Vale resaltar, igualmente, el progreso sin antecedentes en la Perla del Norte en los últimos años con el desarrollo de megaproyectos, la llegada de almacenes de cadena, la construcción de centros comerciales, incluyendo el centro comercial abierto, la remodelación del estadio General Santander para convertirlo en uno de los mejores de Colombia. Gracias a la gran actuación del Cúcuta Deportivo, hasta alcanzar el subcampeonato suramericano, muchos visitantes, la mayoría extranjeros, llegaron a nuestra ciudad. Pero así como ser vecino de un país rico en recursos naturales, y casi importador neto de servicios y alimentos, tiene sus ventajas, también tiene sus desventajas. Los cucuteños dependemos más de las decisiones del gobierno venezolano que de lo que suceda en Colombia. Basta recordar como luego de las compulsivas compras de los venezolanos ante el afán de gastar los cupos de las tarjetas CADIVI en los años 2007, 2008 y parte del 2009, estos desaparecieron ante las limitantes impuestas por el gobierno bolivariano debido a la crisis económica. Hoy, mientras Colombia celebra el aumento de las exportaciones en los primeros meses de este año en un 19 por ciento, en Cúcuta nos lamentamos de la caída de las ventas a Venezuela en un 75 por ciento. La situación es tan difícil que se está pidiendo la declaratoria de la emergencia económica y social para la región, porque hasta febrero 2010 el desempleo llegó a 16.4 por ciento y el subempleo a 31.5 por ciento. Además, la secretaría de hacienda municipal acaba de informar que hasta mayo solo se ha recaudado el 30 por ciento de lo calculado en impuesto de industria y comercio. Nuevamente se lee en algunas puertas y ventanales: “se vende”- “se arrienda”. Todo parece haber sido un sueño del que estamos despertando. Sin embargo, hay que seguir soñando porque soñar no cuesta nada y es el principio de todo proyecto exitoso. Al fin y al cabo el comportamiento de la economía es cíclico. Recopilado por : Gastón Bermúdez V. |