PORTAL CRONICAS DE CUCUTA: Estandarte cultural de historias, recuerdos y añoranzas cucuteñas…

PORTAL CRONICAS DE CUCUTA: Estandarte cultural de historias, recuerdos y añoranzas cucuteñas…

TERREMOTERO -Reconocimiento, enero 2018-

Apasionantes laberintos con inspiraciones intentan hallar rutas y permiten ubicarnos en medio de inagotables cascadas, son fuentes formadas por sudores de ancestros. Seguimos las huellas, buscamos encontrar cimientos para enarbolar desprevenidos reconocimientos en los tiempos. Siempre el ayer aparece incrustado en profundos sentimientos.

Corría finales del año 2008, Gastón Bermúdez sin advertir y sin proponerlo, inicia por designios del destino la creación del portal CRONICAS DE CUCUTA. Parecen haberse alineado inspiraciones surgidas por nostalgias. Gran cúmulo de vivencias, anécdotas, costumbres y añoranzas, fueron plasmadas en lecturas distintas.

Ya jubilado de la industria petrolera venezolana, recibió mensaje que expresaba una reunión de amigos en Cúcuta. Tenía más de cuatro décadas ya establecido de forma permanente, primero en la ciudad del puente sobre el Lago y después en la cuna del Libertador. Viajó ilusionado, acudió puntual a la cita desde Caracas. Encontró un grupo contemporáneo, conformado por amigos ex-jugadores de baloncesto y ex-alumnos del Colegio Sagrado Corazón de Jesús.

La tierra cucuteña levantada desde primeras raíces plantadas, siempre acompañó todos los hijos ausentes. Cuando encontramos distantes los afectos, creemos separarnos de recuerdos. Nos llevamos al hombro baúles de abuelos, cargamos con amigos del ayer, empacamos en maleta la infancia y juventud. Muchas veces una fotografía antigua, atrapa y confirma que nunca pudimos alzar vuelo.

Entonces por aquellos días apareció publicado ´La ciudad de antaño´, parido desde generosa pluma con sentido de identidad comprometida, fue el mártir periodista Eustorgio Colmenares Baptista dejando plasmados recuerdos de finales de los 50 y años 60. Sin querer, esas letras fueron presentación inaugural de CRONICAS DE CUCUTA. Los Inolvidables sentires viajaron al modesto grupo de amigos y abrieron compuertas para afianzar arraigos de infancia. Don Eustorgio culmina la crónica con frases retumbando las memorias: “Había muchos menos avances tecnológicos a disposición de la comunidad, pero vivíamos como si nada nos faltara. Nos bastaba con vivir en Cúcuta”.

Sentires intactos, ahora plasman recuerdos en calles transitadas por niños que fuimos. Nuevamente los arraigos hacen despejar las avenidas a los rieles del antiguo ferrocarril. Nos bastaba con vivir en Cúcuta. Asoman madrugadas entre indetenibles remembranzas y añoranzas.

Sin planificar nada, Gastón compartía vía internet las crónicas del Diario La Opinión aparecidas cada ocho días en lecturas dominicales. Sin saber, creció el portal CRONICAS DE CUCUTA. Cada acontecimiento recopilado se convertía en homenaje In Memoriam para hombres y mujeres que dejaron muy alto el Valle de Guasimales. Igualmente, exalta la dignidad con reconocimiento a grandes glorias del ámbito artístico, cívico, periodístico, religioso, deportivo, cultural, social y político.

Oficialmente se convierte en PORTAL WEB el 7 de octubre 2010. En forma admirable acumula ya 1.329 recopilaciones tipo crónicas, casi todas extractadas de periódicos y publicaciones locales, libros populares, escritos nacidos de historiadores, periodistas, inéditos autores y muchos escritores del Norte de Santander. El portal permite hallar el original ADN ancestral y ubica el sentido innato de pertenencia cucuteña. Llegó un día a la vida de todos los internautas, igual como aparecen las buenas nuevas, sin avisar, sigilosamente introduciéndose en las cortezas que somos y las venas que siempre fuimos. Su creador, nunca imaginó un buscador que tocara el alma y menos tallar imborrables despertares en ávidos ojos de lectura.

Aparece ahora como paso determinante para navegar en referencias de Cúcuta. Asegura a nuevas generaciones herramientas para afianzar valores jamás perdidos. La perspectiva futura para ámbitos históricos, culturales, sociales y deportivos, harán necesario considerar el Portal como insigne buscador de consulta e informativo. Importante archivo tecnológico para infantes en colegios y escuelas. Podrá acceder directamente cualquiera a profundos arraigos allí recopilados. Casi imperativo considerarlo como salvaguarda del sentido de identidad y pertenencia.

CRONICAS DE CUCUTA se convirtió en sugestivo repaso de acontecer histórico, recopilado en 19 capítulos o clasificaciones. Portal libre, siempre abierto a todo aquel deseoso por descubrir datos históricos, biografías, nombres de grandes personajes, fechas emblemáticas, sucesos de vida social, cultural, deportiva, religiosa, artística y política. Formidable vía adentrándose en acontecimientos del siglo XVIII hasta nuestros días. Todo expedicionario oriundo se encontrará representado en cada letra, apellido, dato, foto y fecha. Todos volverán a observar las luces de la gran ciudad en medio de rutas por hallar orígenes.

CRONICAS DE CUCUTA no debe tener como destino el olvido, deberá asegurar a nietos de nuestros nietos, inquebrantables lazos surgidos de nostalgias, recuerdos y añoranzas. CRONICAS DE CUCUTA es herramienta tecnológica para demarcar el hilo conductor entre hoy y ayer. Parece luz encontrada en días oscuros, nos abre el entendimiento. Pulsar la tecla nos lleva a destinos con encuentros pasados. Valiosa información contenida en páginas adornadas con sentimientos profundos.

CRONICAS DE CUCUTA garantiza el resurgir de valores originarios que parecían adormecidos por culpa del avasallante mundo moderno. CRONICAS DE CUCUTA llegó para quedarse, igual que mares inundados por recuerdos. CRONICAS DE CUCUTA confirmó la premisa donde las nostalgias se convierten en vehículos para transportar la historia. Una enciclopedia virtual presentada por nuestras gentes con sencillo lenguaje.

Anclados quedarán por siempre nuestros sentires, intactos los arraigos, despiertas las añoranzas y vivas las costumbres intactas. Ahora aseguramos el reguardo de raíces que retoñan desde cenizas del ayer. Dios jamás declaró desértico el Valle Arcilloso, siempre fue bendecido, tampoco declarado deshabitado para la vida del hombre.

Fueron creciendo raíces en medio de cenizas y milagrosamente reverdecieron los gigantescos árboles frondosos. CRONICAS DE CUCUTA reafirma lo que somos. Seguiremos siendo aquello que siempre fuimos, nada cambió, solo algunos pañetes y varios techos distintos.

Todo estará por volver, todo por crecer y todo por llegar. Nunca estaremos solos. Cada generación hará brotar nostalgias por siempre convertidas en historias llenas de arraigos.

Nos bastaba con vivir en Cúcuta…

lunes, 31 de octubre de 2011

94.- EL PERIODISMO EN LA HISTORIA DE NORTE DE SANTANDER Y LOS 50 AÑOS DE LA OPINION

Gustavo Rojas Pérez

La Opinión se consolida como el medio de comunicación impreso de mayor importancia en la frontera colombo – venezolana y el oriente del país; se constituye, además,  como el hecho más relevante en los últimos cincuenta años de la historia de Norte de Santander y en un orgullo para la región.
 
La Opinión fue el producto de la consolidación del esfuerzo y la voluntad de Eustorgio Colmenares Baptista, Alirio Sánchez Mendoza, Eduardo Silva Carradini y Virgilio Barco Vargas, quienes decidieron sumarse a ese grupo de quijotes del periodismo, haciendo frente a un reto en el que se empeñaron en dotar a Cúcuta de un periódico, que además de llevar la vocería de la región, tuviera la misión de divulgar el ideario del Partido Liberal e impulsar sus iniciativas y programas.
 
La Opinión nació en un momento en que se abría una etapa de transición en los periódicos que se editaban en Cúcuta. Formaba parte de esa historia el Diario de La Frontera, cuya circulación cubría gran parte de los municipios del departamento y algunas regiones vecinas del estado Táchira.
 
Cúcuta tenía varias publicaciones con trayectoria histórica, cuyas raíces estaban al final del siglo XIX. Todos se destacaban por el deseo de defender los intereses regionales y promover e impulsar programas y proyectos de beneficio para el futuro.
 
Para los periódicos que circulaban antes de comenzar la segunda mitad del siglo XX, aunque sustentaban una destacada trayectoria y se reconocían como voceros de la región, el ocaso comenzaba a pesar sobre su futuro debido a las dificultades económicas que arrastraban desde años atrás.
 
Nace la Opinión

En 1960 Eustorgio Colmenares Baptista y sus compañeros de aventura le dieron vida a La Opinión, que fundaron en un principio como semanario. La primera edición salió a mediados de marzo de 1960. Meses después se convirtió en una publicación interdiaria y finalmente pasó a ser de circulación diaria.
 
Así se fue consolidando y fortaleciendo en el campo regional y nacional y al cerrar su ciclo el Diario de La Frontera, en el 2002, se erigió como el único medio de información regional que se mantiene como un periódico de circulación diaria, que hoy con orgullo llega a sus Bodas de Oro, como uno de los medios de comunicación impreso más importante de Colombia.
 
La Opinión hoy en día tiene una planta de periodistas de trayectoria. En el campo de la tipografía utiliza modernos equipos dotados con la tecnología de la época y en su conducción está la voluntad férrea de su director José Eustorgio Colmenares Ossa, siguiendo el ejemplo del fundador Eustorgio Colmenares Baptista, quien murió el 12 de marzo de 1996, víctima de la violencia que azota a Colombia.
 
La Opinión es una empresa que avanza vertiginosamente en su desarrollo, acorde a las exigencias cotidianas y con el apoyo de los recursos y de los avances técnicos que el periodismo ha alcanzado en el mundo, se suma a quienes están impulsando el mejoramiento de las condiciones de vida de la humanidad.
 
El periodismo en la historia regional

La historia del periodismo en Norte de Santander está colmada de hechos de trascendencia que han incidido en el desarrollo y el fortalecimiento del futuro regional.
 
En Norte de Santander y en Cúcuta el periodismo tiene su punto de partida en los albores de la independencia. En Villa del Rosario, bajo la dirección de Don Antonio Nariño salió a la luz pública ‘La Bagatela’, convertido en un importante vocero en la formación de la República de Colombia. También en Villa del Rosario se editó la Gaceta de la Nueva Granada, comenzando así el desarrollo de la actividad del periodismo informativo, cultural y político.
 
A partir de allí, se desencadena el entusiasmo por el periodismo, por ese medio en que la comunidad encuentra un mecanismo apropiado para librar las batallas contra las dictaduras, la injusticia social y para redimir las dificultades y necesidades que se generaban en la época. Hermes García fue uno de los bastiones de la humanidad en ese espacio, de quien la historia quizás poco se acuerda. Los periódicos en Cúcuta tuvieron su comienzo en 1890, cuando Justo A. Rosas fundó El Trabajo, de orientación conservadora, que se mantuvo hasta finales de 1952.
 
Los periodistas de épocas pasadas –así como en el presente– tuvieron que afrontar dificultades que llegaron hasta el confinamiento en una cárcel, como le sucedió a Pedro Barrios Bosch, que era considerado venezolano y por esa razón, en Ocaña fue llevado tras las rejas.

En los principios del periodismo regional se citan publicaciones como La Tarde, de Roberto Sanjuán; El Día, de Francisco A. Torres y La Mañana, de Sixto Epímedes Sarmiento.
 
En 1929 se funda ‘El Liberal’, que logró poner en circulación 56 ediciones. José Manuel Villalobos fundó ‘Comentarios’, de circulación diaria para difundir las ideas del Partido Liberal y promover campañas en favor de la región. Se mantuvo hasta la década de los 70. Antes de cumplirse la mitad del siglo XX, circularon otras publicaciones, entre las cuales figuraron El Demócrata, El Observador y Ecos Mundiales, dirigidos por Luis Morales Berti, con la colaboración de Raúl Matheus Briceño como redactor.
 
Ecos del Norte, de Carlos Jácome; Ecos de Cúcuta, de Ricardo Jordán y Cine Gráfico, de Agustín Berti, más ‘El Diarito’ de Luis César Carrasco, “La Voz del Norte” y “Bronce”, fueron publicaciones con relevancia regional. Se destaca también a Marco A. Ramírez y Roberto Sanjuán en la organización de la empresa El Quijote, en la cual editaron el periódico del mismo nombre y desarrollaron publicaciones literarias.
 
El Granito de Arena y El Popular, formaron parte de los semanarios y publicaciones de carácter político que tuvieron gran acogida y alcanzaron progresos inmediatos y excelentes. En el año 1948 circulaban los periódicos Hoy, dirigido por Eleazar Pérez Peñuela y Sagitario, bajo la dirección de Montegranario Sánchez. Circularon hasta los años 1951 y 1952.
 
Desaparecido Sagitario, lo remplazaron en los mismos talleres Oriente Liberal, que seguía las orientaciones del dirigente liberal, Nicolás Colmenares. Sus directores fueron José Gregorio Acevedo, Elías Jaimes Castillo y Fermín Delgado Suárez. Bronce, dirigido por Justo Pastor Castellanos, llenó el vacío que dejó Oriente Liberal.
 
El periodismo religioso

En el ámbito religioso, durante la vida del presbítero Daniel Jordán, se editó la hoja dominical ‘El Granito de Arena’, famoso por la forma como los vendedores promocionaban su circulación. “El Granito de Arena, el que no lo compre se condena”, era el pregón callejero. El expendio era en las iglesias y lo hacían durante las misas dominicales. Era de obligatoria adquisición.
 
De nuevo, en el decenio de los años 60, el padre Jordán, párroco de la Iglesia de San José –hoy Catedral de San José de Cúcuta–, se puso al frente del periódico La Verdad, el cual se mantiene como el medio de comunicación impreso de la Diócesis de Cúcuta. En Pamplona, en la Imprenta de la Diócesis, editaban la ‘Unidad Católica’, con cubrimiento en la región oriental de Colombia. La publicación llegó hasta mediados de la segunda parte del siglo XX.
 
Los nuevos medios

A partir de 1950 comenzaron a registrase en Cúcuta nuevos movimientos intelectuales e informativos y se sentaron las bases para la aparición de nuevas publicaciones periódicas. El 17 de febrero de 1951, sale a la luz pública ‘Diario de La Frontera’, dirigido por el abogado y dirigente conservador pamplonés, Luis Parra Bolívar, periódico que poco a poco se consolidó y abrió una nueva etapa en la información noticiosa regional y de la frontera con Venezuela.
 
Este periódico tiene como hecho particular que dos veces cambió de orientación política. Era una publicación de las ideas conservadoras, pero a finales de 1988 lo adquirió el entonces Senador Félix Salcedo Baldión, fundador y máximo dirigente del Movimiento de Unidad Liberal y del azul pasó al rojo.
 
En 1995 la familia Salcedo decide marginarse de las actividades empresariales periodísticas y lo venden a Mario Javier Pacheco García, intelectual de Ocaña y desde el 15 de diciembre regresa a su condición de medio de información de orientación conservadora. Figuró hasta el 2002, después de cumplir 50 años de fundado.
 
En 1953, Carlos Vesga Duarte y Ramón Cárdenas Silva, fundaron el 'Diario del Norte', que seguía las orientaciones del dirigente conservador Silvio Villegas. Fue el vocero en Norte de Santander del Gobierno 'Pueblo - Fuerzas Armadas', que encabezó el general Gustavo Rojas Pinilla. A finales de 1957, María Elena de Crovo, fundó 'Bronce', con una existencia efímera.
 
A finales del decenio de 1960, un grupo de conservadores encabezados por el dirigente Argelino Durán Quintero fundan el diario 'Cosmos', con poco tiempo de existencia, debido a las diferencias de criterios entre los socios. Posteriormente salió ‘Diario del Comercio’, bajo la dirección de Helí Abel Torrado. Duró poco tiempo.
 
Finalmente, el senador Jorge Cristo Sahium y otros miembros de su movimiento político, fundaron ‘La Noticia’, periódico que sostuvieron durante las campañas políticas. Hoy es otro de los recuerdos del periodismo nortesantandereano.
 
La odisea de hacer un periódico

En los tiempos del nacimiento del periodismo, hacer un periódico era una verdadera hazaña, en razón de que los medios y los equipos eran muy limitados.
 
El periódico se hacía con unos mecanismos rudimentarios y manuales, la tecnología estaba muy atrasada. Los textos se levantaban en el llamado sistema de chibalete y caja, con tipo (caracteres) suelto, de la tipografía de Gutenberg, o sea las cajas divididas en 72 cajetines, que contenían las fuentes (letras) una a una. La composición de las palabras se hacía letra por letra, que después de impreso el periódico volvían a su respectivo cajetín, a manos de un operario que se conocía como distribuidor.
 
La impresión era manual, en máquinas verticales, de un cuarto de pliego o planas de medio pliego. Armar era verdaderamente un arte porque en cualquier descuido se podía perder el trabajo de muchas horas. La estereotipia, fundida en plomo derretido, era una de las dificultades.
 
Después vino la era del linotipo, o sea, el sistema de tipografía caliente, ya no era letra por letra sino que se formaban las líneas en barras de plomo y la impresión en máquinas rotativas. Más tarde se impone el sistema offset, o sea, la tipografía en frío. Hoy la tecnología impone nuevos retos pero facilita la tarea de los periodistas, que escriben las noticias en computador.
 
La fotografía, la armada y demás procesos se simplifican, porque la tipografía se hace con el apoyo de los computadores y el tiraje en modernas rotativas que imprimen simultáneamente un número considerable de páginas, con apoyo de las policromías y de los avances tipográficos de última tecnología.

Otros Comentarios

Gustavo Rojas Pérez no menciona otros periódicos que circularon sobre todo por los años 1930´s  y 1940´s  tales como :

EL NORTE, diario matutino fundado en diciembre de 1938

DIARIO LIBERAL, dirigido por José León Bohórquez y ubicado en el Edificio Mutuo Auxilio, Av. 5ª Nº 9 – 58.

EL COMBATE, dirigido por David Maduro Pernía, y fundado el 5 de febrero de 1936.

PLUMA LIBERAL, dirigido por Jorge E. Santos N. y Ramón E. Tolosa.

LA TRIBUNA, dirigido por Luis A. Beltrán, un bisemanario fundado en 1932 y ubicado en Calle 12 entre Avenidas 9 y 10.

AIRE LIBRE, administrado por Sara de Villalobos y por Marco A. Orozco, también fundado en 1932 y ubicado en Calle 15 Nº 3- 64.



Recopilado por : Gastón Bermúdez V.

sábado, 29 de octubre de 2011

93.- LA RADIO EN CUCUTA

Gustavo Rojas Pérez / Huellas, Hechos Y Anécdotas Nortesantandereanas



En la imagen, La Voz de la Gran Colombia creada en 1956. 

 
El avance de la radiodifusión en Cúcuta ha sido extraordinario. La capital de Norte de Santander está a la altura de las principales ciudades del país en esta materia y eso que le permite a los usuarios seleccionar los estilos y programas de preferencia y oírlos en las frecuencias de amplitud modulada (AM) o en la Frecuencia Modulada (FM), que se está imponiendo por la nitidez del sonido y la selección de la programación.

Algunos historiadores de Cúcuta señalan que el inicio de la radiodifusión en la ciudad se remonta al 10 de octubre de 1930, cuando don Rafael Mejía, Personero de Cúcuta, ordenó que fueran instalados diversos parlantes en los parques de la ciudad, para que los cucuteños pudieran disfrutar de la alegre música que se transmitía. La gente acudía a los parques Santander, Mercedes Abrego y Colón), a enterarse de las noticias y también se divertían escuchando la música. Este hecho marcó la partida de la radio en Cúcuta ya que fue evidente que había un público ávido de información y recreación, elementos congruentes en la radio.

Para otros, la historia de la radiodifusión en Cúcuta se remonta a 1933, con la llegada de los hermanos Alejandro y Pompilio Sánchez Cuadros a la capital de Norte de Santander. El primero era empresario y el segundo ingeniero electrónico, quienes decidieron dotar a Cúcuta de un sistema de información y recreación por intermedio de las ondas hertzianas.

De la iniciativa y decisión de los hermanos Sánchez Cuadros nació la primera emisora que tuvo la región el 28 de octubre de 1933. La dieron el nombre de la Voz de Cúcuta y la primera sede estuvo en un espacio que les facilitó la Gobernación de Norte de Santander. Los equipos los instalaron debajo de la escalera que por el sector norte comunica con el segundo piso de la casa de Gobierno, y los estudios en donde está hoy la Secretaría de Planeación y Desarrollo Territorial, durante el gobierno de Benito Hernández Bustos.

Entre las primeras personas que intervinieron en la radiodifusión de Cúcuta, hay que incluir a don Carlos Luis Jácome Garbiras. Su fina personalidad dejó un recuerdo de grata memoria entre las generaciones de la primera mitad del siglo XX. Don Carlos fue hijo de otro eminente cucuteño de igual nombre que se desempeñó con brillo en la política, el periodismo y la administración pública de su Cúcuta, pues fue alcalde, concejal y diputado.

Carlos Luis Jácome se desempeñó como director de noticieros y locutor de aquellos lejanos tiempos de los años treinta. Algunos testigos presenciales de aquella época narran su acuciosidad, durante los actos públicos que con motivo del centenario de la muerte del general Francisco de Paula Santander en mayo de 1940, se realizaron en la ciudad.

 Radio teatro de La Voz de Cúcuta. Década del 40.

El nacimiento de la radiodifusión en Cúcuta y por ende, en Norte de Santander, causó gran interés y curiosidad entre la comunidad. De la Gobernación, en 1949, trasladaron los estudios al antiguo local de la Escuela Industrial en la calle 13 entre avenidas 5ª y 6ª, posteriormente a la avenida 5ª con Calles 10 y 11. En 1956 los llevaron al 4 piso del edificio Maxvill, en la avenida 5ª con calles 8 y 9, donde estuvieron hasta mediados del 60. Otra  sede fue en la calle 10 con avenidas 3ª y 4ª, donde permaneció por varios años, hasta llegar a la sede que ocupa en la actualidad, en la calle 12 con avenida 4ª y 5ª.

La segunda emisora de Cúcuta fue Radio Victoria, fundada por J. H. Maldonado y Luis F. Rodríguez el 30 de septiembre de 1948. Operó al comienzo en el Edificio Rosaver, calle 10 con avenida 5ª. A mediados del año 1949,  la adquirió Manuel Jordán Pabón, como un medio de difusión de la política conservadora. Además del cambio de propietario o concesionarios, se determinó cambiar también el nombre o la razón social y se llamo La Voz del Norte. En razón de las dificultades que se presentaban por la falta de espacio para los programas de radio teatro, se trasladó a una casona, en la calle 9 con avenidas 5ª y 6ª. Años más tarde se ubicó en la Avenida Cero con calles 10 y 11, ya bajo la administración del entonces senador Gustavo Sánchez Chacón.

El tercer medio radial fue Radio Guaimaral 'La Chica para Grandes Cosas', fundada por Carlos Ramírez París, el 13 de marzo de 1952. Entre las muchas anécdotas de esta emisora está la del programa semanal que dirigía monseñor Luis Pérez Hernández, primer obispo de Cúcuta. En ese espacio radial se hizo famosa la frase: ´Que bello es nacer en Cúcuta, vivir en Cúcuta, trabajar por Cúcuta y morir en Cúcuta´, que con frecuencia repetía el prelado cucuteño. Entre los programas que los cucuteños recuerdan de esta emisora están Meridiano, Atalaya Social y Deportiva, y Dos Boleros para Tí.

 Periodistas en el aeropuerto Cazadero de Cúcuta preparándose para una transmisión de radio. Década del 50.

Su primera sede estuvo en la Avenida Gran Colombia en la urbanización Rosetal (hoy barrio Popular). También estuvo ubicada en la calle 9 entre avenidas 3ª y 4ª en frente del Palacio Nacional.  Después de la muerte de Carlos Ramírez París, al que los cucuteños conocieron como ´Trompoloco´, la emisora mantuvo su regularidad hasta que en los ochenta  la adquirió una organización religiosa.

Ramírez París también fundó la Voz del Río Zulia, en El Zulia. La trajo a Cúcuta y se convirtió en Radio Frontera. Más tarde la adquirió la cadena Caracol y la sumaron al sistema Radio Reloj. Actualmente pertenece a La W en Cúcuta.

En Pamplona, en 1958, el presbítero Evaristo Peinado Peinado, fundó la Voz de Pamplona, que es la emisora cultural de la Arquidiócesis de Pamplona.

El 12 de octubre de 1958, el mayor (r) Luis Fernando Luzardo, su esposa Rosa Melguizo de Luzardo y Luis Eduardo Mantilla San Miguel, fundaron la Voz de La Gran Colombia con sede en Villa del Rosario. Años más tarde, pasó a un local del antiguo edificio de la Lotería de Cúcuta en la calle 9 entre avenidas 5ª y 6ª, de ahí al segundo piso del edificio de la Beneficiencia de Norte de Santander en la avenida Cero, y desde 1978, funciona en la avenida 0A con calles 12 y 13. Se destacaba por la presentación: 'Desde el campanario de la libertad, transmite la Voz de la Gran Colombia'.

En 1959, el presbítero Evaristo Peinado Peinado, funda: Radio Pamplona, que más tarde se convirtió en Radio Cariongo.

Otro hombre de radio fue el pamplonés Luis Eduardo Mantilla Sanmiguel, conocido con el seudónimo de ´Lemas´, fundador de Radio Internacional, en 1963, que posteriormente se convirtió en la emisora básica de RCN en Norte de Santander. En 1970 abrió La Voz del Progreso que pasó al sistema nacional deportivo de RCN como Antena Dos, hoy convertida en La Cariñosa. Fue vicepresidente nacional de RCN y Todelar, además de ser en ésta última, socio fundador con Eduardo Tobón de La Roche.

Los locuteros Roque Mora y Carlos Ramírez París entrevistando al doctor Guillermo León Valencia. Década del 60.

Luis Alberto Tobito Acevedo, un hombre vinculado a la actividad radial, fundó en 1968 a Radio Tasajero, emisora que años más tarde la adquirió una organización religiosa y bajo esa administración cerró sus micrófonos.

En 1973 Luis Vicente Serrano Silva fundó Radio Tonchalá, que se convirtió en Radio 24 y que hoy es la emisora diocesana Vox Dei.

También en 1973, Guillermo Camargo Navas, abogado e historiador, funda Transmisora Universal, originando desde Villa del Rosario. Hoy se conoce como Radio Zulima.

En 1974 nació Radio Monumental en la cual tuvo participación el desaparecido senador Jorge Cristo Sahium.

Luis Eduardo Mantilla San Miguel despierta otra vez su inquietud de hombre de radio y funda Radio Punto, que con el correr del tiempo tuvo los nombres de Radio Recuerdos, La Vallenata y Oxigeno.

La primera emisora en Frecuencia Modulada fue Radio Fascinación F.M, de José Neira Rey, que comenzó a operar en 1981. Después la adquirió RCN y se llamó Rumba Estéreo. Hoy es Radio Uno. Para ese momento ya José Neira Rey había adquirido La Voz de La Gran Colombia. José Neira fue el mayor exponente de la vocación empresarial radiodifusora de su familia, compuesta entre otros por Benito (padre), Gabriel, Rafael, y María Elena (hermanos).

En el mismo año, Luis Vicente Serrano Silva obtuvo la autorización del Ministerio de Comunicaciones para Radio Tonchalá Estéreo, que más tarde, al cambiar de propietario tuvo los nombres de Radio Olímpica y Radio Tiempo, con el cual se conoce hoy. En 1982  La Cadena Radial Colombiana (Caracol) entra en Cúcuta al sistema F.M. con Caracol Estéreo.

Otro de los operadores de radio en la ciudad fue José Urbina Amorocho, quien fundó Radio San José de Cúcuta, la cual mantiene su nombre y es de propiedad de la Universidad de Pamplona. En el campo político, en 1983, el entonces senador Félix Salcedo Baldión funda Radio 900, que al pasar a una nueva administración se llamó Radio  Súper y hoy se conoce como Radio Fiesta.

En 1986, Mantilla Sanmiguel dejó una vez más para Cúcuta otra emisora, Radio Mil.

Las emisoras comunitarias

En los últimos años se despertó el interés por las Emisoras Comunitarias que se han extendido a todo el departamento.

Figuran en ese sistema radiodifusoras en Los Patios, Salazar de las Palmas, Sardinata, Toledo, Ragonvalia, Cucutilla, El Carmen, Ocaña, Chinácota, Villa del Rosario, La Playa, Villacaro, Labateca, Convención, Cúcuta, Durania, Gramalote, Herrán, Tibú, Mutiscua, San Calixto, Ábrego, El Zulia, Pamplonita, Arboledas, Lourdes, El Tarra, Pamplona,  Bochalema, San Cayetano, Bucarasica, Chitagá y Cácota.


En FM Estéreo

En el sistema FM Estéreo emiten señal las Emisoras de la Policía, Ejército, Caracol, Universidad Francisco de Paula Santander, Universidad de Pamplona, RCN Radio Uno, Radio Tiempo (Olímpica), Ocaña, Chinácota, Pamplona, Convención, Comunitaria de Cúcuta, Villa del Rosario, RCN La Mega, Caracol Tropicana, RCN La F.M. y RCN Rumba Estéreo.




Recopilado por : Gastón Bermúdez V.

jueves, 27 de octubre de 2011

92.- MEMORIAS BARRIO LA MERCED III

PARTE III/III

ORLANDO CLAVIJO T.

El sitio preferido para patinar en patines de hierro era el canal Bogotá por su perfecta pavimentación. A propósito del canal, quedaba por allí el grill Canaima, el lugar de “perversión” del barrio pero con cierto aire de elegancia, que ofrecía pista de baile, bar con variados licores y habitaciones exclusivas para los goces amatorios.
     
Evocan, mi sobrino Francisco Fernando Rincón Clavijo, desde Bucaramanga, y el doctor Edgar Eduardo González Durán, desde Bogotá, otro cúmulo de episodios y nombres de familias cada una con mucha significación. Aun en aquella época, no muy lejana, nadie se traumatizaba como hoy porque lo corregían con un reglazo en la mano y lo paraban detrás del tablero por indisciplina, cual lo estilaba doña Tina en su liceo. De otra parte, no  era este el único establecimiento de educación privado: igualmente existía una Academia de Comercio de doña Olga de Urdaneta.

En anterior Croniquilla hablé de la familia alemana cuyo  jefe de hogar tenía el apellido Kreutser – no Klausen - , padre de Erick, Manfredo y unas preciosas niñas que preferían de novios a los jugadores uruguayos como Agustín Latorre y Luis Decevo. Sin embargo, conste que no eran ellos los únicos extranjeros ya que estaban también los Pozoni con su prole de Marita, Bunny, Chandor y Mito.

Hablando de fútbol, es digno de rememorar que las calles servían de canchas, por algún tiempo fungió de animador el joven Kiko Urbina, afectado de demencia, y los rivales los “equipos” de Juana Rangel y Pescadero. Hubo un tiempo en que no cesaban las derrotas frente a Pescadero. Gracias a que se hallaba en la ciudad de descanso el famoso jugador “Burrito” González – por entonces integrante del Deportivo Cali, novio de Ema González, nieta del periodista Montegranario y hermana del no menos célebre “Tuco”- , y a la mediación de su primo Pablo Pérez y del destacado miembro de la selección de básquet  Darío Pinzón Rodríguez,  accedió el “Burrito” a reforzar al glorioso conjunto de La Merced que por fin ese día le propinó a Pescadero una solemne goleada.

¿Quién no reconocía a los muchachones de la década 1960 – 1970 generalmente no por sus nombres sino por sus graciosos apodos? ¿A los mellizos Duarte, al “Gorila Cote”, a Kirika o Ricardo Ojeda, a Tripa o Pablo Pérez, a Matachulo o Jorge Ramírez , al gordo Gustavo Barroso, a Tonina o Hugo Pérez, al Tuerto o  Darío Pinzón , a Tuco o  Montegranario Sanchez III, a Moco de Pisco o Luis Casanova cuyo hermano Sergio se salvó de algún mote, quien ha brillado como psiquiatra, a Felipillo (Luis Felipe Dávila, hijo) y su hermano Polilla, a Néstor Miranda, quien según el doctor González Durán es un pensador de talla nacional, sin remoquete como los Durán Porto y Régulo y León García Herreros, así como don Polo era simplemente don Polo, el de la tienda de la esquina con el canal?
 
Terminemos con un recuerdo nostálgico por algo indescriptible como las novenas navideñas en el parque Juana Rangel de Cuéllar que congregaban no solo a La Merced sino a los barrios circunvecinos, celebraciones tan esperadas y sumamente animadas.




Recopilado por : Gastón Bermúdez V.

91.- LOS TIEMPOS DE ENTONCES...Y LA LLEGADA DE LA RADIODIFUSION A CUCUTA II

PARTE II/II

El Rialto, El Delka, la Cervecería de Cúcuta, la Casa de Mercado con techo metálico y la cual era muy ordenada y abundante, y ocupaba toda la manzana que hoy tienen las oficinas de las E. E. M. M., que desapareció en pavorosa conflagración en 1.949. De los colegios Sagrado Corazón de los Hermanos Cristianos, San José, de Don León García-Herreros distinguido historiador, pedagogo, escritor, lingüista, académico y gran señor; otro de un notable educador de nombre Don Luís Salas.

Existía desde luego el “desnucadero” (“desnuquin room”), en lenguaje privado que lo era el Barrio La Magdalena, años después trasladado a La Insula; su “sucursal era el bailadero King Kong, hoy Convento de Monjas de Clausura. El Cementerio Central. El Cúcuta de La Aduana de la avenida séptima cuya estructura metálica, famosa por su tamaño y belleza llegó equivocadamente a la ciudad y sirvió corno símbolo de arquitectura moderna; se dice que su destino era para Calcuta, en la India; hace apenas pocos años (Administración del Alcalde Don Pauselino Camargo) desapareció y no se sabe quién la tiene. Las Librerías de Don Alfonso Rojas, Don Luis Gabriel Castro, Don Luis Uribe Acevedo, Don Manuel V. Hernández. También cabe recordar la Botica Alemana, la Botica Americana de Don Numa Pompilio Guerrero, primer Químico Farmacéutico graduado en la Universidad Nacional. La Farmacia de Don Roque Peñaranda, quien jugaba ajedrez en la puerta de su establecimiento, 7 de las 8 horas de trabajo diario y cuando alguien preguntaba por un medicamento le decía: “entre fíjese si lo encuentra”.

Las inundaciones eran conocidas y temidas y hubo ocasiones en las cuales el agua del Río Pamplonita llegó hasta el Parque Colón. Las casas de todo este sector tenían unos parapetos o protecciones a la entrada de sus puertas para evitar la inundación por las aguas. El acueducto era sencillamente la “toma pública” y sus tanques principales estaban en la calle 17 entre 4 y 5, donde hoy está La Opinión. El agua era en el 80% de los casos, una verdadera mazamorra y había oportunidades en las cuales salían lombrices por los grifos.

Las enfermedades parasitarias en niños y adultos eran el fuerte de la consulta de los médicos de la época, que eran los doctores José María Forero Cote, Jesús Mendoza Contreras, Luis E. López, Alberto Durán Durán, Félix Patiño Camargo, Rafael Lamus Girón, Miguel Roberto Gelvis, Félix Enrique Villamizar, Rodolfo Luzardo, Luis Felipe Herrera, Miguel Isaza Restrepo, Carlos Ardua Ordoñez, Pablo E. Casas, Santiago Uribe Franco, Luis U. Lozano, Roberto Gómez Parra, Epaminondas Sánchez, Agustín Becerra, Luis E. Moncada, Wilfrido Ramírez, Carlos Vera Villamizar, Gabriel Gómez, Dario Hernández Bautista, Fructuoso Calderón, Fernando Troconis, Alfonso Meisel y los Bacteriólogos Universitarios Luís Humberto Duplat y Jesús Cortes Velandia y también Don José A. Urdaneta, quien fue el primer Laboratorista “práctico”, en Cúcuta. Había dos Puentes principales: El Puente de San Rafael, cuya primera mitad era colgante y en la cual había que pagar, por pasar 1 centavo por persona. 2 por animal cargado y 5 por vehículo; el otro era el Puente de San Luis, ya referido.

Era esa Cúcuta hermosa y tranquila, trabajadora y honesta y en la cual circulaba como moneda colombiana el Peso llamado “fuerte’, el centavo, los 2 centavos, los 5, los 10 y los 20, hoy prácticamente desaparecidos y circulaba también la “puya”, la ‘locha”, el “medio”, el “real” y el “fuerte” venezolano, a un precio muy por debajo del Peso colombiano. Cuando las consignaciones en los pocos Bancos que había en la ciudad, se hacían casi a la “tapada” y bajo la palabra del depositante. El cajero preguntaba simplemente: “cuanto viene acá”, y la respuesta debía ser exacta a lo entregado, pues el depositante se “exponía” a que al otro día le buscaran y le llamaran la atención. Eran sólo dos Bancos: el “Banco Bogotá”, cuyo Gerente Don Jorge Soto Franco dejaba gran parte de su oficio en manos de Don Carmelo Díaz Acevedo, Secretario Ejecutivo. El otro era el “Banco Colombia”, gerenciado por Don Luciano Jaramillo, General de la “Guerra de los Mil Días”, su Secretario era Don Marco Antonio Muñoz Delgado.

LA LLEGADA DE LA RADIODIFUSIÓN A CÚCUTA

En ese Cúcuta, decía, se rompió con la espectacularidad y resonancia de los truenos y de los rayos del Faro Natural del Catatumbo, y con la tranquilidad del silencio, cuando apareció por primera vez lo más moderno que la gente conocía, una Estación Radiodifusora. Esa maquinaria misteriosa, complicada, y, claro, sorprendente, se inició con la Voz de Cúcuta en el año de 1.933, cuando a Don Alejandro Sánchez Cuadros y a su hermano el Ingeniero Pompilio, venido de Tunja, les dio por traer, armar y poner en uso el maravilloso complejo eléctrico. Sus equipos se instalaron debajo de la escalera que conecta el 1° con el 2° pisos de la Gobernación, contiguos al Salón de la Asamblea, y los Estudios, quedaban exactamente en la pieza de en frente, hoy ocupada por la Secretaría de Desarrollo. La gente desfilaba constantemente para admirar las instalaciones y se decía que nadie podía acercarse a menos de 7 mts. de los mágicos aparatos porque quedaba carbonizado como un chicharrón. Poco a poco se fue desvirtuando esta sentencia y nadie atendía la prohibición.

Al frente de la Gobernación por la Avenida 5, estaba el Hotel Real, más o menos donde hoy está la oficina de Telecom, el cual tenía un gran patio en el que se instaló una tarima de madera de unos 3 metros en cuadro que fue el nacimiento del “TEATRO DE TODOS Y PARA TODOS”, dirigido por Don Roberto Fuentes París, pionero de las comunicaciones radiales, también. Mucho tiempo estuvo este radioteatro allí. Más tarde los Estudios pasaron a una casa grande situada en la calle 8 entre avenida 6 y 7 al frente de donde funciona hoy el Colegio de la Presentación; luego, los Estudios fueron trasladados a una casa situada en la calle 9 entre avenida 5 y 6, donde hoy está la panadería la Araña, más tarde fueron pasados al Edificio Rosaver, hoy Mara - Maracay y Maracaibo. Fue locutor oficial durante mucho tiempo el distinguido cucuteño, artista y hombre de tertulias Don Luís María Díaz Mateus, pero también lo fueron, Doña María Vera de Marcucci y otros más entre los cuales figuró en sus comienzos un poeta, caballero también de tertulias y tenidas bohemias, a quien se le conoció con el apodo de “Don Pereque” (no recuerdo su nombre).

Antes de trasladarse los Estudios a la calle 8, estuvieron en lo que hoy es el Aire Libre y allá seguía sus labores Don Roberto Fuentes París, ya nombrado, y ahí empezó su famoso programa “BUSCANDO UNA ESTRELLA”. Este programa tuvo crecida audiencia y dio oportunidad a muchas personas, niños, jóvenes y viejos para que pusieran a prueba sus condiciones artísticas y logró ser una verdadera “escuela” de vocaciones. Varios de sus participantes tomaron más tarde el camino artístico consagrado, pero hubo una pareja que ocupó puesto nacional e internacional que fue el “DUETO DE LAS HERMANITAS PÉREZ”, que nació bajo la iniciativa y protección de Roberto. Procedente de la Provincia de Ocaña, fue padre en ese hogar Don Benjamín Pérez Pérez, hombre de modestia singular, gran señor, escritor, poeta y letrado quien fuera Director de Educación en el Departamento y terminó como Secretario Privado del Ministro de Gobierno, en Bogotá. Vale la pena recordar que Fuentes París premiaba a los concursantes con unos obsequios - sorpresas que consistían en cinco pesos y un “micro - mercado” que comprendía un kilo de café, un kilo de azúcar, un kilo de arroz, una libra de mantequilla y una paca de pan. La labor de Roberto Fuentes París fue verdaderamente admirable. Tenía en su programación una parte cómica a cargo de un payaso que hacía el deleite de los asistentes y a quien llamaban Don Pomponio y que era nadie menos que el distinguido señor, muy notable músico y hombre dedicado a la electrónica, Don Hermes Suárez.
 
Posteriormente aparecieron otras Estaciones y la segunda fue La Voz del Norte, después Radio Guaimaral, la Voz de la Gran Colombia, Radio Internacional, Radio Tasajero. Las otras, entre las 22 que hay actualmente (1.950), pertenecen ya a una época muy reciente. Otro personaje fundamental en nuestro mundo de la Radio, fue Don Carlos Ramírez París, quien también fuera, además, un verdadero exponente cívico y en consecuencia, líder y servidor ejemplar en funciones ciudadanas oficiales y privadas. Fue Alcalde de la ciudad y murió trágicamente en un oscuro crimen a una cuadra de los Cuarteles de la Policía. Al lado de estos iniciadores se debe consagrar un recuerdo muy especial a los Locutores, Doña María Vera de Marcucci, Don José Rafael Mogollón (conocidísimo por su célebre sentencia : “allá estaremos”), Don Roque Mora y Don Alvaro Barreto, el célebre “Mocho Barreto”, tal vez el más clásico de ellos y quien todavía ejerce su magnífica condición profesional.
Esta breve reseña no está completa; por eso es breve, pero tiene por objeto recordar un momento especial en el desarrollo cultural de nuestra ciudad y para el autor de estas líneas la oportunidad, especial y muy apreciada, de rendir un tributo de admiración a otra de las fuertes columnas de la radiodifusión en nuestro Departamento, el Doctor José Neira Rey, abogado, letrado, también escritor y hombre de gran cultura, cuya tenaz actividad, con las consiguientes dificultades y decepciones sobrellevadas con cívico entusiasmo, le han permitido celebrar los 42 años de su Voz de la Gran Colombia, lanzada al aire el 12 de octubre de 1.959.




Recopilado por : Gastón Bermúdez V.