PORTAL CRONICAS DE CUCUTA: Estandarte cultural de historias, recuerdos y añoranzas cucuteñas…

PORTAL CRONICAS DE CUCUTA: Estandarte cultural de historias, recuerdos y añoranzas cucuteñas…

TERREMOTERO -Reconocimiento, enero 2018-

Apasionantes laberintos con inspiraciones intentan hallar rutas y permiten ubicarnos en medio de inagotables cascadas, son fuentes formadas por sudores de ancestros. Seguimos las huellas, buscamos encontrar cimientos para enarbolar desprevenidos reconocimientos en los tiempos. Siempre el ayer aparece incrustado en profundos sentimientos.

Corría finales del año 2008, Gastón Bermúdez sin advertir y sin proponerlo, inicia por designios del destino la creación del portal CRONICAS DE CUCUTA. Parecen haberse alineado inspiraciones surgidas por nostalgias. Gran cúmulo de vivencias, anécdotas, costumbres y añoranzas, fueron plasmadas en lecturas distintas.

Ya jubilado de la industria petrolera venezolana, recibió mensaje que expresaba una reunión de amigos en Cúcuta. Tenía más de cuatro décadas ya establecido de forma permanente, primero en la ciudad del puente sobre el Lago y después en la cuna del Libertador. Viajó ilusionado, acudió puntual a la cita desde Caracas. Encontró un grupo contemporáneo, conformado por amigos ex-jugadores de baloncesto y ex-alumnos del Colegio Sagrado Corazón de Jesús.

La tierra cucuteña levantada desde primeras raíces plantadas, siempre acompañó todos los hijos ausentes. Cuando encontramos distantes los afectos, creemos separarnos de recuerdos. Nos llevamos al hombro baúles de abuelos, cargamos con amigos del ayer, empacamos en maleta la infancia y juventud. Muchas veces una fotografía antigua, atrapa y confirma que nunca pudimos alzar vuelo.

Entonces por aquellos días apareció publicado ´La ciudad de antaño´, parido desde generosa pluma con sentido de identidad comprometida, fue el mártir periodista Eustorgio Colmenares Baptista dejando plasmados recuerdos de finales de los 50 y años 60. Sin querer, esas letras fueron presentación inaugural de CRONICAS DE CUCUTA. Los Inolvidables sentires viajaron al modesto grupo de amigos y abrieron compuertas para afianzar arraigos de infancia. Don Eustorgio culmina la crónica con frases retumbando las memorias: “Había muchos menos avances tecnológicos a disposición de la comunidad, pero vivíamos como si nada nos faltara. Nos bastaba con vivir en Cúcuta”.

Sentires intactos, ahora plasman recuerdos en calles transitadas por niños que fuimos. Nuevamente los arraigos hacen despejar las avenidas a los rieles del antiguo ferrocarril. Nos bastaba con vivir en Cúcuta. Asoman madrugadas entre indetenibles remembranzas y añoranzas.

Sin planificar nada, Gastón compartía vía internet las crónicas del Diario La Opinión aparecidas cada ocho días en lecturas dominicales. Sin saber, creció el portal CRONICAS DE CUCUTA. Cada acontecimiento recopilado se convertía en homenaje In Memoriam para hombres y mujeres que dejaron muy alto el Valle de Guasimales. Igualmente, exalta la dignidad con reconocimiento a grandes glorias del ámbito artístico, cívico, periodístico, religioso, deportivo, cultural, social y político.

Oficialmente se convierte en PORTAL WEB el 7 de octubre 2010. En forma admirable acumula ya 1.329 recopilaciones tipo crónicas, casi todas extractadas de periódicos y publicaciones locales, libros populares, escritos nacidos de historiadores, periodistas, inéditos autores y muchos escritores del Norte de Santander. El portal permite hallar el original ADN ancestral y ubica el sentido innato de pertenencia cucuteña. Llegó un día a la vida de todos los internautas, igual como aparecen las buenas nuevas, sin avisar, sigilosamente introduciéndose en las cortezas que somos y las venas que siempre fuimos. Su creador, nunca imaginó un buscador que tocara el alma y menos tallar imborrables despertares en ávidos ojos de lectura.

Aparece ahora como paso determinante para navegar en referencias de Cúcuta. Asegura a nuevas generaciones herramientas para afianzar valores jamás perdidos. La perspectiva futura para ámbitos históricos, culturales, sociales y deportivos, harán necesario considerar el Portal como insigne buscador de consulta e informativo. Importante archivo tecnológico para infantes en colegios y escuelas. Podrá acceder directamente cualquiera a profundos arraigos allí recopilados. Casi imperativo considerarlo como salvaguarda del sentido de identidad y pertenencia.

CRONICAS DE CUCUTA se convirtió en sugestivo repaso de acontecer histórico, recopilado en 19 capítulos o clasificaciones. Portal libre, siempre abierto a todo aquel deseoso por descubrir datos históricos, biografías, nombres de grandes personajes, fechas emblemáticas, sucesos de vida social, cultural, deportiva, religiosa, artística y política. Formidable vía adentrándose en acontecimientos del siglo XVIII hasta nuestros días. Todo expedicionario oriundo se encontrará representado en cada letra, apellido, dato, foto y fecha. Todos volverán a observar las luces de la gran ciudad en medio de rutas por hallar orígenes.

CRONICAS DE CUCUTA no debe tener como destino el olvido, deberá asegurar a nietos de nuestros nietos, inquebrantables lazos surgidos de nostalgias, recuerdos y añoranzas. CRONICAS DE CUCUTA es herramienta tecnológica para demarcar el hilo conductor entre hoy y ayer. Parece luz encontrada en días oscuros, nos abre el entendimiento. Pulsar la tecla nos lleva a destinos con encuentros pasados. Valiosa información contenida en páginas adornadas con sentimientos profundos.

CRONICAS DE CUCUTA garantiza el resurgir de valores originarios que parecían adormecidos por culpa del avasallante mundo moderno. CRONICAS DE CUCUTA llegó para quedarse, igual que mares inundados por recuerdos. CRONICAS DE CUCUTA confirmó la premisa donde las nostalgias se convierten en vehículos para transportar la historia. Una enciclopedia virtual presentada por nuestras gentes con sencillo lenguaje.

Anclados quedarán por siempre nuestros sentires, intactos los arraigos, despiertas las añoranzas y vivas las costumbres intactas. Ahora aseguramos el reguardo de raíces que retoñan desde cenizas del ayer. Dios jamás declaró desértico el Valle Arcilloso, siempre fue bendecido, tampoco declarado deshabitado para la vida del hombre.

Fueron creciendo raíces en medio de cenizas y milagrosamente reverdecieron los gigantescos árboles frondosos. CRONICAS DE CUCUTA reafirma lo que somos. Seguiremos siendo aquello que siempre fuimos, nada cambió, solo algunos pañetes y varios techos distintos.

Todo estará por volver, todo por crecer y todo por llegar. Nunca estaremos solos. Cada generación hará brotar nostalgias por siempre convertidas en historias llenas de arraigos.

Nos bastaba con vivir en Cúcuta…

miércoles, 5 de diciembre de 2012

297.- POR QUE SE FUERON LOS ALEMANES?


Gerardo Raynaud

 Botica Alemana.1874

Aunque el país no ha sido atractivo para las migraciones colectivas como ha sucedido con otras regiones de América; se han presentado varias en Colombia, desde que los conquistadores españoles recorrieron la geografía continental. Además de la necesaria colonización española, recordemos que durante el reinado de Carlos V, en el siglo XVI, el imperio español abarcaba buena parte de Europa y ya finalizando esa centuria, su hijo Felipe II supo llevar al apogeo el Siglo de Oro español, extendiendo la soberanía hispánica desde Portugal hasta la frontera de la Rusia de los Zares; por esta razón, es conocida la aventura de ciertos conquistadores alemanes que visitaron estos contornos y que por motivos circunstanciales perecieron en la andanza como sucedió con Ambrosio Alfinger, conocido de marras por la región nordeste del país, toda vez que resultó asaeteado por los feroces aborígenes locales, quienes no aguantaron sus pesados modales y requerimientos en demanda de condiciones insostenibles de trabajo y recursos. Es de común ocurrencia entre los campesinos de esta región, los ojos claros y el cabello rubio, que se dice desciende de estos audaces exploradores.

Volviendo al tema que nos incumbe, a mediados del siglo XIX se genera, en la Alemania del príncipe Otto von Bismarck, un gran despliegue económico al producirse la consolidación del imperio alemán, lo que induce a la nación a buscar las materias primas necesarias para abastecer su aparato productivo. A mediados de ese período, un grupo relativamente numeroso de jóvenes decide emigrar y establecerse en América, no solamente en busca de fortuna, sino de un plan de vida que le permita escapar de las inclemencias y las incertidumbres que se cernían sobre la población del viejo mundo, agobiado por las guerras y las rencillas entre las distintas naciones, producto del régimen feudal reinante durante siglos. Hacia 1850 ya se tenían avanzadas las relaciones comerciales entre las dos regiones, pues casas comerciales alemanas se habían instalado en América, específicamente en Venezuela como cabeza de lanza para vender sus mercancías manufacturadas y a la vez, intercambiarlas por los bienes primarios que ofrecía el nuevo mundo. No es necesario adivinar la causa por la cual se escogió la ciudad de Maracaibo como la sede americana de las casas de comercio alemanas, pues además de ser el mayor puerto continental después de Cartagena de Indias, era el camino más corto, tanto para penetrar a tierra firme como para trasladarse desde el viejo continente. Así pues, comenzó la inmigración alemana a la Nueva Granada confirmación hecha, por demás, en el magnífico texto de Horacio Rodríguez Plata, historiador santandereano, conocedor del tema y explicado con lujo de detalles en su libro “La inmigración alemana al Estado Soberano de Santander en el Siglo XIX”. Los alemanes se irrigaron por la región conocida hoy como el Gran Santander, primero en Cúcuta y luego a Bucaramanga. Algunas otras poblaciones fueron atendidas, digamos que con menos entusiasmo, como San Cristóbal, en Venezuela y la villa de El Socorro en Santander. En Cúcuta, fueron especialmente dinámicos en las compras de cacao y café, así como en la venta de sus productos para la industria y el hogar. Alrededor del parque Santander se ubicaron las casas de comercio, que eran establecimientos de venta, tanto al detal como al mayoreo y baste decir que cada día crecían económica y socialmente, al punto que de las cinco casas de dos pisos que había el día del terremoto, tres eran de propiedad de alemanes y una, la Botica Alemana, quedó en pie después de las sacudidas que fueron del orden de los nueve grados, en la escala de Mercali.

Sin embargo, después de tantos años transcurridos no quedan vestigios del paso de estos notables comerciantes, salvo algunas esporádicas menciones que no tienen relación con la actividad que ejercieron sino con el altruismo que manifestaron, como es el caso del Asilo Andresen que fue más una decisión de su viuda que de él en particular, sin quitarle los méritos que lo rodearon.

Siempre creí que la partida de los germánicos se había producido a comienzos del siglo XX, particularmente por la declaratoria de guerra en su contra por parte de Colombia a raíz de la Primera Guerra Mundial, pero no. El problema se remonta muchos años antes y la historia es mucho más apasionante que el desarrollo de las atrocidades que se presentaron durante esa denominada “Gran Guerra”.

Para ambientar el tema, comencemos por anotar que los migrantes alemanes no tenían características comunes sino que se habían conformado grupos con intereses similares, los cuales se fueron identificando y consolidando a medida que lograban sus propósitos. Por esta razón, las comunidades locales habían identificado las diferencias entre los grupos que se ubicaban en una ciudad con respecto a las demás. Se supo, posteriormente claro está, que los más notables y los de mayor prestancia estaban residenciados en Maracaibo y sólo de manera esporádica viajaban a las sucursales de las ciudades del interior, como Cúcuta o Bucaramanga a realizar operaciones o controles para mantener la vigilancia de sus transacciones. Hay que considerar, que de todas formas, las condiciones de viaje eran completamente diferentes a las que estaban acostumbrados en Europa y no era atractivo y además de peligroso, cualquier incursión por fuera de los límites de las ciudades. En Cúcuta, el grupo de ciudadanos alemanes, en su mayoría eran de los países conquistados por el imperio, como Dinamarca por ejemplo, además que eran pocos en número, pues la mayoría estaba más interesada en regiones de mayores desarrollos y de mayor potencial por lo cual, gran parte de estos europeos prefirió establecerse en Bucaramanga. Allí se pudieron identificar dos grupos de alemanes, uno con una clara tendencia a las actividades mercantiles, a quienes los locales llamaron “el comercio” y otro, más académico, con inclinación científica que se dedicó a promover la investigación y a encontrar alternativas de solución a problemas que para ellos eran desconocidos y que constituía un estímulo a sus capacidades innovadoras y creadoras.

Explicadas brevemente las diferencias, veremos cómo ellas influyeron definitivamente en la partida de nuestros personajes y en el desvanecimiento de logros tan importantes en la consolidación de la región.

Habíamos reseñado anteriormente, el beneficio que el comercio de fines del siglo XIX, entre la nueva Colombia y el viejo mundo, había producido para el desarrollo de la incipiente comunidad que apenas comenzaba a formarse, a pesar de las luchas intestinas que, por lo general, se presentan en los países que recién comienzan a consolidarse democráticamente. También decíamos que Colombia no había sido un país atractivo para la inmigración ni la había patrocinado, como sí lo hicieron algunos países de América desde el Canadá hasta la Patagonia.  Sin embargo, alcanzaron a presentarse algunas “oleadas” y entre éstas, la primera, después de la necesaria hispánica, fue la alemana de mediados del siglo 19, específicamente en el año 1851. La iniciativa del Canciller alemán von Bismarck, de irrigar por el nuevo mundo, jóvenes germanos en busca de los recursos primarios para abastecer su industria, fue recibida con gran entusiasmo por cientos de ellos quienes, algunos con apoyo financiero y otros sin él, se aventuraron por las inhóspitas tierras del norte del subcontinente, iniciando su aventura, unos desde la ciudad de Maracaibo hacia el sur, siguiendo la ruta que en años anteriores habían realizado sus paisanos Alfinger y Federman y otros, desde Cartagena y siguiendo las aguas del río Grande de la Magdalena se adentraron hasta las inexploradas tierras de lo que hoy es el Magdalena Medio Santandereano. El hecho es que algunos se establecieron en las tierras santandereanas y un gran número de ellos en Bucaramanga. Digo, un gran número, pues cuando llegan a un pueblo pequeño, alrededor de cincuenta extranjeros, alemanes, jóvenes, bien presentados y solteros, sociológicamente hablando se presenta una alteración de las costumbres, tanto en los negocios como en la política y qué decir del entorno social y la vida galante, todo dependiendo del grado de integración que logren y como tal lo hicieron, a diferencia de otros lugares donde se instalaron como el caso de la Colonia Tovar en Venezuela donde por el contrario, se aislaron del medio, manteniendo sus costumbres y se encerraron de forma que sus hábitos y tradiciones permanecieron impermeables a las del entorno que la rodeaba.

Es interesante conocer el desarrollo de comunidad alemana en Bucaramanga, pues la evolución que allí se presentó, se diferenció de las de otras ciudades y regiones. Pareciera que hubiera sido al revés y que fueron los hábitos y costumbres locales las que permearon a los alemanes, pues aprendieron todas las artimañas, picardías, supercherías y trampas, muy probablemente adquiridos durante la larga ocupación hispánica y que se fue acentuando una vez se logró consolidar la independencia.


La colonia alemana de Bucaramanga estaba claramente diferenciada en dos grupos, bastante disímiles, pues mientras que unos se dedicaron a cultivar las ciencias, las artes y en general, la cultura y su divulgación, el otro grupo se inclinó por el comercio que había sido el verdadero objeto de su presencia en esas tierras. De hecho, el pueblo los conocía e identificaba como “El comercio” al referirse a ese grupo en particular y lo hacían con desprecio, pues los culpaban del monopolio de la riqueza junto a sus socios locales.  Claro que esta animosidad se acrecentó con la aparición de las sociedades de artesanos, que comenzaron a formarse alrededor de la década de 1860 y en las cuales se predicaban las teorías socialistas políticas y económicas, además combatían las tesis del libre cambio y solicitaban al gobierno de turno el regreso al proteccionismo y la implantación de políticas nacionalistas que generaran igualdad social.  Era, en realidad, el producto del surgimiento del movimiento de las clases trabajadoras motivadas por las nuevas teorías esbozadas por el Manifiesto que habían escrito Marx y Engels ante el florecimiento de lo que se llamó la “Revolución Industrial”.

En 1864 se conformó la Sociedad de Artesanos, así a secas, pero que sus adversarios denominaban “Culebra Pico de Oro”, peyorativamente, que buscaba el mejoramiento de las condiciones económicas de sus afiliados pero que adicionalmente perseguía privilegios y ventajas políticas, pero además y con cierto resentimiento social y un poco de preservación de las antiguas costumbres, atribuía a los alemanes y a sus asociados el deterioro de las relaciones dado el grado de hostilidad y antagonismo que se generaba entre los dos grupos. Para 1879 la situación se había tornado insostenible y explosiva, toda vez que el enfrentamiento no era ya entre las clases educadas y las menos educadas sino entre pobres y ricos o mejor dicho, entre las clases económicamente fuertes y las económicamente débiles.

Contradictores de los alemanes los tildaban, entre otras cosas, de obscenos por cuanto, decían, las paredes estaban llenas de láminas que presentaban “lúbricas escenas que ni la imaginación más atrevida alcanza a imaginar, para mantener latente a todas horas la pasión de la lujuria que los domina”; tales cuadros, se supo más tarde y que tanto ofendían el pudor, eran reproducciones de desnudos de la pintura clásica que no podían aceptar gentes acostumbradas a adornar sus casas con vitelas religiosas o románticos cuadros de escenas de caza. En otros hechos que consideraban lesivos para las buenas costumbres era la costumbre de ofrecer licores, una práctica muy europea, cuando se trataba de iniciar una conversación referente a un negocio pues se consideraba que era una forma de influir en las gentes, es decir de comprarlos o comprometerlos.

Mencionados estos antecedentes y conocedores de las intervenciones que los extranjeros hacían en la política parroquial, quienes no se privaban de ello, haciéndolo abiertamente para adquirir ventajas e influencias en los círculos de poder, se presenta un hecho que aunque fortuito y aislado repercutirá algunos días más tarde, en los hechos que serían conocidos como los “sucesos del 7 y 8 de septiembre”. En agosto de 1879, el coronel Pedro Rodríguez, jefe departamental de la Provincia de Soto tuvo un altercado con el ciudadano alemán Albert Fritsch por una deuda que el político no quería reconocer y quería que se le condonara dada su condición de gobernante. Después de una acalorada discusión se fueron a las manos y aunque no pasó a mayores, si se produjo un ambiente enrarecido que duró hasta el día de los sucesos arriba mencionados. Parece que la deuda no se pagó y este hecho mantuvo la situación tirante hasta el 7 de septiembre, día de elecciones de Presidente de la Unión y de Cabildantes. A continuación, los detalles del trágico acontecimiento que generó gran preocupación entre las autoridades nacionales, por las serias implicaciones que se suscitaron en las relaciones con el Imperio Alemán.

Los seguidores de la Sociedad de Artesanos conocida como Culebra Pico de Oro culpaban a los alemanes de la relajación de las costumbres que se habían popularizado entre la juventud, especialmente el incremento de la embriaguez, particularmente entre aquellos que laboraban en las casas de comercio de su propiedad; sin embargo, estas actitudes no eran más que excusas por lo que se consideraban como las inapropiadas prácticas que causaban desasosiego en una sociedad pacatamente patriarcal y vocacionalmente católica. Estas situaciones caldearon un ambiente de violencia cuyo detonante se produjo el día de elecciones del 7 de septiembre de 1879. Ese domingo se efectuaban los comicios que elegirían al Presidente de la Unión, cuya importancia era mínima entre los habitantes de la ciudad, pues todo el interés estaba se centraba en la elección de los Cabildantes, equivalentes a los concejales de hoy y quienes detentaban el poder local en materia de autoridad y economía. Como era de esperarse cada uno de los bandos tenían sus candidatos, los democráticos apoyados por la Sociedad de Artesanos y los de El Comercio; ambos concurrieron con todos sus efectivos y la jornada fue extremadamente agitada pero al final ganaron los democráticos. A pesar de la victoria, éstos alegaron que habían logrado imponerse aún en contra de “las buenas cantidades de dinero para comprar las conciencias de los electores y no poco aguardiente para entusiasmar a sus partidarios en la lucha”, según narraciones de los cronistas de la época. Pasado el debate y mientras festejaban ruidosamente, se produce un incidente frente a la iglesia de San Laureano en el cual resulta asesinado el señor Obdulio Estévez, uno de los candidatos del bando de los democráticos, padre de familia ejemplar, querido por el pueblo y la sociedad bumanguesa, general de las Guerras Civiles y afiliado al partido conservador. Aunque no hubo testigos presenciales, varios fueron considerados sospechosos debido a ciertos antecedentes según los cuales habrían sido amenazados por Estévez.

Para abreviar la historia, al día siguiente, a las cuatro de la tarde, durante los oficios religiosos se producen unos hechos de sangre dentro de la misma iglesia, sucesos que desencadenan una serie de amotinamientos en toda la cuidad. Fue una verdadera lucha sin cuartel la que emprendieron los dos bandos en la que resultaron muertos y heridos varios de los más ilustres personajes de la política y la economía. Las calles aledañas a la iglesia eran un campo de batalla mientras que en el resto de la ciudad las señoras clamaban por sus esposos y sus hijos, las gentes corrían en diferentes direcciones sin que se les pudiera detener para que dieran razón de lo ocurrido. Entre tanto, el Alcalde Pedro Collazos, avisado por sus amigos, enviaba un grupo de policías a detener el motín, mientras que un grupo de enfurecidos “democráticos” atacaba la residencia de Albert Fritsch, quien según nuestro relato anterior, había tenido un altercado con el Jefe Departamental Pedro Rodríguez por una deuda, y quien no se encontraba en la ciudad, pues había sido invitado de honor como padrino a la boda de un familiar en la vecina Tona. El asalto a la casa del alemán pudo ser controlado con la ayuda de unos amigos quienes lo apoyaron pero no sucedió lo mismo con los asaltos y saqueos que la turba enfurecida realizó en las casas de algunos otros alemanes y varios de los socios de El Comercio y las de algunos almacenes entre ellos, los de Koppel & Schrader, así como el del respetable señor Lengerke, quien era considerado el fundador de la actividad comercial alemana en Bucaramanga y que milagrosamente resultó ileso del ataque. Sin embargo, en desarrollo de estos acontecimientos, dos ciudadanos alemanes resultaron muertos, Cristian Goelkel y Hermann Hederich, el primero, comerciante de alta credibilidad, quien fue asesinado defendiendo sus propiedades y el señor Hederich que en ese momento ocupaba el puesto de Director del Banco de Santander. Tanto el banco como el consulado alemán, según las crónicas de la época, no fueron atacados, pero es difícil de creer, por cuanto el escudo del Imperio resultó abollado, según dicen, por algunos pedruscos que se desviaron en el fragor de la protesta.

El representante alemán, embajador del momento, redactó una acalorada protesta al gobierno del Estado Soberano de Santander, así como al Gobierno de la Unión, por la aleve agresión que sufrieron los súbditos del Imperio y los símbolos de esa nación. Afortunadamente, la situación se calmó y la representación del Imperio aceptó las disculpas del gobierno. Localmente, se tomaron medidas estrictas, primero respecto de las autoridades locales que fueron incapaces de mantener el orden y quienes fueron destituidos de sus cargos, el alcalde Collazos y el Jefe Departamental Pedro Rodríguez, así como, los responsables de las acciones delictivas a quienes apresaron y posteriormente condenaron.

La breve reseña de los sucesos del 7 y 8 de septiembre de 1879 nos ilustra sobre el primero de los motivos que llevaron a la deserción de los alemanes del país. Los hechos narrados, aunque sucedieron de manera aislada en Bucaramanga repercutieron en todas las ciudades del país e incluso en Venezuela.

Los cronistas hacen el siguiente relato sobre las consecuencias de lo sucedido: “…la ciudad se vio entregada a un movimiento fatal de retroceso, los negocios se paralizaron, las empresas de todo género decayeron considerablemente y las familias que contaban con facilidades pensaron en domiciliarse en otros lugares y algunas así lo hicieron. El Banco de Santander acordó llevar a cabo su liquidación y lo propio hicieron algunas casa de comercio importantes; los alquileres de las habitaciones y tiendas bajaron hasta más de la mitad del precio que tenían antes, los trabajadores no encontraban nada en qué ocuparse y todo quedó entregado a la inacción.” Las nuevas inmigraciones que se estaban planificando quedaron definitivamente suspendidas y termino citando a Horacio Rodríguez Plata, “Valedera queda pues, la tesis de que los sucesos de Bucaramanga, más que de orden político lo fueron de carácter social y económico, de pugna de clases, toda vez que en ellos no se disputaron intereses de liberales o de conservadores, sino la preeminencia de grupos económicos, dentro de un ambiente cargado de lucha social.” Con el pasar de los años y el desarrollo de los eventos que se fueron presentando en el viejo mundo con la ambición expansionista del Imperio en mención, paulatinamente fue desapareciendo la presencia germana en nuestro medio.




Recopilado por : Gastón Bermúdez V.

lunes, 3 de diciembre de 2012

296.- EL PODER DE LA RADIO Y RECUERDOS EN CUCUTA


Jorge Enrique Báez Vera

Desde siempre  he sido una fanático de la radio  y lo sigo siendo, mas ahora, cuando la tecnología nos permite,   acceder a cualquier emisora de radio del mundo, sin tener que sufrir, las incomodidades de la otrora onda corta, cuando ávidos de información internacional, tenia uno a determinadas horas del día, que  localizar a la BBC de Londres, emisión en español o Radio Habana, para tener las dos versiones del acontecer mundial y entre pitos e interrupciones  oír noticieros internacionales.

Como fui, el menor de la familia, me crié solo  y en  la casa, donde antes del televisor, era el radio el mejor compañero de la soledad, y como muchos de mi generación era fiel oyente de la Hora Pilliphs, programa musical donde Jesus David Quintana, El Motilón de Oro, fue el primer ganador de la Orquídea De Plata, y en donde casi repetimos con el Cura Sanabria, sacerdote que se atrevió a combinar sus ministerios con el canto, y a bien que lo hacía. En ese radio me divertí con Victor, Mario y  Augusto, Los Chaparrines, con Hebert Castro el Coloso del Humorismo, y naturalmente con Montecristo y Los Tolimenses.

En noticias, nacionales el líder era El Reporter Esso y la Ultima Hora de Caracol, y a nivel local, en las mañanas cuando nos alistábamos para el colegio, escuchábamos a José Rafael Mogollón, el Pájaro Madrugador, que tenía una forma coloquial y muy especial de dar las noticias y promocionar toda clase de eventos populares como, campeonatos, bazares, bailes, reuniones, a cuya invitación remataba con el clásico….”allá estaremos”, tan popular era ,  que fue común en Cúcuta, cuando a uno le invitaban a algo, se contestara  : “ ...allá estaremos como dijo Mogollón”.



Ni que decir del carismático Trompoloco…..CRP y su Chica para Grandes Cosas…Radio Guaimaral y Carlos Ramírez Paris fueron fundamentales en nuestras formación como cucuteños preocupados por nuestra ciudad. Marcó también la historia de la radio cucuteña, el Loco Mantilla con su Radio Internacional, que además de un buen lugar en el dial, fue la primera emisora local con contar con sede propia y especialmente diseñada y construida para el efecto, ahí en la calle 5, entre 0 y 0 A, hoy RCN, si aun está ahí. En Radio Internacional, su noticiero SUSPENSO, Principio y Fin de La Noticia, fue un muy buen espacio noticioso, al que antecedía de 12:00 a 12:30, ANTORCHA DEPORTIVA - PRINCIPIO Y FIN DE LA AFICION - dirigida y leída por el “negro” GILBERTO MALDONADO MORENO, en el que nos enterábamos de todo lo relativo a nuestro  DOBLEMENTE GLORIOSO CUCUTA DEPORTIVO.

Los domingos cuando jugaba el Cúcuta, la sintonía en el  destartalado General Santander se la disputaban el Negro Gilberto Maldonado, no recuerdo quien lo acompañaba en  los comentarios, la Voz del Norte con el Mochito Barreto y Roque Mora y la Voz de Cúcuta con Mauro Mejía Montoya y Ever Cativiela.

La radio en Cúcuta llegó a sitial de preferencia gracias también a sus muy buenos empresarios y directivos, como  el Dr. José Neira Rey, quien continua activo y vigente, Don Carlos Pérez Ángel, el mismo Luis Eduardo Mantilla Sanmiguel y el incansable Carlos Ramírez, y algunos políticos que la utilizaron para sus fines como Gustavo Sánchez Chacón y su Voz del Norte, y Félix Salcedo Baldión y Radio 900, sin dejar de mencionar a la Fundación Pro-defensa de Cúcuta, liderada por don José Urbina que sostuvo por un tiempo la Radio San José.

Carlos Pérez Ángel

Mucho le debo a la radio, y en la cucuteña dejé y espero seguir teniendo muy buenos amigos, que no enumero por temor a dejar alguno sin nombrar, pero son muchos, y a quienes los 30 de octubre, rindo homenaje cuando recuerdo que un día como ese, fue cuando por primera vez en la historia se mostró cual y cuanto es el poder de la radio.

El 30 de octubre de 1938Orson Welles (1915-1985) y el Teatro Mercurio, bajo el sello de la CBS, adaptaron el clásico La guerra de los mundosnovela de ciencia ficción de H.G. Wells, a un guión de radio.

La historia es una adaptación del libro. Los hechos se relataron en forma de noticiario, narrando la caída de meteoritos que posteriormente corresponderían a los contenedores de naves marcianas que derrotarían a las fuerzas norteamericanas usando una especie de “rayo de calor” y gases venenosos.

En la emisión de La Guerra de los Mundos,  Welles interpretaba al profesor Pierson, el científico que explicaba lo ocurrido, mientras que también participaba un actor imitando al periodista Carl Phillips.

Los oyentes que sintonizaron la emisión y no escucharon la introducción, pensaron que se trataba de una emisión real de noticias, lo cual provocó el pánico en las calles de Nueva York y Nueva Jersey (donde supuestamente se habrían originado los informes). La comisaría de policía y las redacciones de noticias estaban bloqueadas por las llamadas de oyentes aterrorizados y desesperados que intentaban protegerse de los ficticios ataques con gas de los marcianos.

Al día siguiente saltaron protestas exigiendo responsabilidades y una explicación, de modo que el propio Orson Welles pidió perdón por la broma de Halloween, considerada una burla por los oyentes.

La histeria colectiva demostró el poder de los medios de comunicación de masas, y este curioso episodio también catapultó a la cima la carrera de Welles.

De ahí en adelante el mundo comprendió cual y cuanto es el poder de la radio.




Recopilado por : Gastón Bermúdez V.


domingo, 2 de diciembre de 2012

295.- TEODORO GUTIERREZ CALDERON


Luís A. Medina S.
DATOS BIOGRÁFICOS

Teodoro Gutiérrez Calderón, nació en San Antonio del Táchira, Venezuela, en el año 1890 y bautizado en San Cayetano del Norte de Santander, donde se formó y en cuya escuela pública adquirió la visión del mundo de las letras. Cursó en Pamplona muy tarde, estudios secundarios. Fue en el Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario en Bogotá, donde recibió el título de Bachiller, bajo la rectoría del eximio profesor Rafael María Carrasquilla. Estudió derecho durante algunos años en la Universidad Nacional sin llegar a graduarse. Pero su doctorado lo ganó con creces en el ejercicio de una vida activa, ágil, combativa y eminente. Murió el 15 de octubre de 1968, en Bogotá.

Como gratitud es memoria del corazón, unidad de la inteligencia y el amor, el más claro símbolo de lo que se pudiera profesar en la armonía de la existencia y la superación del conocimiento, la relación de lo que se aprende y se practica, he querido en esta “Cita Histórica”, como un homenaje póstumo al poeta Teodoro Gutiérrez Calderón, mi maestro y profesor, allá en ese templo de la enseñanza “Gremios Unidos”, incluir un reportaje que le hice con motivo de su coronación en un festival artístico y cultural como homenaje al poeta, el Departamento y la ciudad representados por sus gobernantes, intelectuales, artistas, educadores, estudiantes, periodistas, profesionales y gentes de todos los sectores sociales y políticos, le rindieron al poeta de nuestros valles, al intérprete fiel de la comunidad soñadora y arisca, al autor de “Suave Leyenda”, el más bello canto a la Patria y a la bandera, del “Himno del Norte”, “El Elogio de la Ignorancia”, “La Canción del Violín”, “El Lugar Preferido”, “El General Sandino”, “Cúcuta de los Ensueños”, “La Mujer de las Manos Cortadas” y tantos otros poemas, sonetos, sátiras que son joyas preciosas de lírica. Fue un homenaje del corazón, una fiesta del espíritu, una exteriorización del alma, realizado el 5 de octubre de 1964 en el “Teatro Zulima”.

 REPORTAJE

Preguntas formuladas al poeta:

1. Cuénteme poeta, cómo fue su iniciación poética y en qué año?
       R. Me inicié como poeta por allá en 1903, haciéndole la letra para cantarles, a mis vecinas sancayetaneras, Apolonia, María y Antonia Romero, con la música de otras canciones. Los temas preferidos eran el amor, la muerte y el despecho. Ellas las cantaban de noche, a la pata de un zorro loco que había frente a su casa, y mi abuela decía: “De dónde diablos sacaran esas muchachas esos versos tan bonitos?”.

2. Recibió influencia directa de algún poeta?
       R. El primer poeta que influyó en mi fue, Julio N. Vieco, a quien se le quedó un cuaderno de versos manuscrito en el patio del cuartel donde se hospedaron los soldados del General Uribe al venir vencedores de Peralonso en 1902.

 3. Mi estimado maestro, ¿Cuál ha considerado usted como su mejor poema o canto lírico?
       R. Mis mejores cantos poéticos, son Suave Leyenda, La Canción del Violín, el Elogio de la Ignorancia, La Mujer de las Manos Cortadas y el general Sandino. Eso para mí, porque muchos lectores tienen diversos gustos.

 4. Poeta, en la vida hay hechos tremendos que confunden, consternan y deprimen profundamente el ánimo y el espíritu. Qué acontecimientos y hechos graves han ocurrido en su vida que lo hayan consternado y deprimido profundamente?
       R. Les acontecimientos tremendos que han ocurrido en mi vida, fueron: El asesinato de mi tío el General Belisario Calderón, que me costeaba mis estudios en Bogotá; la muerte de mi madre, y la muerte de mi esposa Ilda Rivera, madre de mi hija Cecilia Stella Gutiérrez Rivera.

5. Dr. Teo, usted en su larga vida de escritor y de poeta, de estar trajinando y jugando pudiéramos decir, con la poesía, haciendo versos, ha escrito sátiras y cuál sería una de ellas?
       R. Mi mejor sátira para mí, fue la parodia que le hice al Tesorero del Departamento Adolfo Guarín por allá en 1920 y de la cual recuerdo muchos pedazos. El talentoso intelectual pamplonés, Carlitos Valencia, con esos versos paradió la gran poesía de Francisco Restrepo Gómez, llamada por unos El Gran Crimen, y por otros, La Ingratitud.

6. Poeta y maestro, siempre a uno en la vida, hay algo especial que le llama la atención, o que admira o le impresiona. A usted qué poeta le ha impresionado más en su vida?
       R. Son varios los poetas que me han impresionado hondamente, y los nombro por orden: el venezolano Víctor Manuel Bracamonte, el español Gustavo Reiquer, el alemán Enrique Heme, y los colombianos Julio Flórez, Guillermo Valencia, José Asunción Silva y José Eustacio Rivera.

 7. Poeta, ya para no fastidiarlo más con preguntas y más preguntas, que gracias a su gentileza y benevolencia ha tenido la paciencia de contestarme, y para terminar agradeciéndole íntimamente el haberme concedido tan gentilmente este reportaje, mi querido maestro y profesor, dígame qué es lo que más ama y quiere en su vida?
       R. Lo que más amo y quiero en mi vida, es a mi hija Stella, porque fue el mejor regalo que me hizo Dios, Padre del Universo. Después, el amor, las letras, la música y los encantos de la naturaleza. Amo a los hombres de virtud o de talento. No siento odio por nadie, y sé admirar a la mujer hermosa o al hombre que vale por sus méritos.

8. Maestro “Teo”, como usted bien lo sabe, en todo reportaje se acostumbra a hacer una pregunta sorpresa. Y, aunque esta no es sorpresa para usted, tengo la curiosidad de hacérsela. Cómo puede un hombre o mujer hacerse siquiera un regular poeta?
      R. Mi querido discípulo y periodista Luis Medina. Necesita primero tener astro natural, y luego, perfeccionarlo por el estudio de la preceptiva literario y de los grandes autores. Una buena poesía debe ser como una partitura musical, el poeta debe cantar para las mayorías poniendo en verso castizo, musical y sencillo, pero lleno de metáforas y de todas joyerías líricas lo que el pueblo quiere cantar y no puede. Todos ellos son sacerdotes del Arte y oficiantes de Dios mismo, ante el altar de la naturaleza.
 
Así concluimos el reportaje con el poeta Dr. Teodoro Gutiérrez Calderón.




Recopilado por : Gastón Bermúdez V.