Carlos Eduardo Orduz
Mons. Luís
Domingo Pérez Hernández
El espíritu religioso cucuteño se remonta a la llegada
de los conquistadores españoles que siempre en sus recorridos fundando
poblaciones eran acompañados de un religioso o fraile que se encargaba de la
catequización de los sometidos y del amparo de la religión, ante los desafueros
cometidos por los conquistadores.
PRIMER PARROCO DE CUCUTA
Según el criterio de los conocedores de la historia
eclesiástica cucuteña, quien ejerció como primer párroco de Cúcuta y ofició
los primeros servicios religiosos (misa) fue Diego Antonio Ramírez Rojas el día
19 de marzo de 1734.
La construcción de la iglesia de San José se inició en
1889 y la primera misa se celebró en 1908.
PRIMER OBISPO DE CUCUTA
Luís domingo Pérez Hernández primer obispo de la
Diócesis de Cúcuta. En el libro 24 al folio 137 de la iglesia San José de
Cúcuta el día 9 de octubre de 1894 fue bautizado solemnemente Luis Domingo,
nacido el 25 de agosto del mismo año.
Fue ordenado sacerdote por monseñor Rafael Afanador y
Cadena el 10 de marzo de 1918. Fue consagrado obispo en Bogotá el 3 de agosto
de 1946 por monseñor Ismael Perdomo.
Nos legó su hermosa y célebre frase que aún hoy en día
es un postulado: ´Qué bello es nacer,
vivir y morir en Cúcuta´.
Su mayor preocupación como pastor eclesiástico fueron
los pobres y su mayor ambición una vivienda digna para los menos favorecidos
(humildes).
SACERDOTES QUE DESTACARON EN CUCUTA
Demetrio Mendoza.- Severo en la conducción de la
feligresía. Personas consultadas de su época aseguraron que durante su
administración parroquial propició que muchos cucuteños a los cuales se les
negaba el bautizo por ser hijos naturales, adquirieron su nacionalidad
venezolana en Ureña y San Antonio, en donde esto no era óbice para llegar a ser
registrados o bautizados.
Daniel Jordán Contreras.- Polémico, acatado
por unos, rechazados por otros.
Nació en Pamplona en el hogar de Pedro Luís Jordán
Gutiérrez y Josefina Contreras Luna, en el año de 1898 y murió en Cúcuta en
1979 con varias versiones al respecto y que los estudiosos de la historia darán
la versión real y verdadera.
En el año 1939 el 12 de abril publicó su libro ´Notas
de viajes´ de su recorrido por España, Roma, París y en especial de la
denominada Tierra Santa. En su escrito manifiesta que la humanidad es una misma
en todas partes del mundo ya que el placer, el dinero, la ambición la han
enloquecido.
Formuló reparos a las autoridades de la Santa Sede por
no adjudicarle a Colombia el purpurado (cardenalato) ya que cuenta con 10
millones de católicos.
Modernizó la iglesia o catedral de San José, trayendo
de Carrara, Italia, el mármol del conjunto del altar mayor, púlpito, sillas
para los sacerdotes y ayudantes de las misas, estatuas de apóstoles y santos,
así mismo hermosas lámparas de Bacarat; pinturas sobre las paredes del domo de
la nave central, hermoso órgano metálico que producía melodiosos sonidos durante
las ceremonias religiosas.
Fue considerado como uno de los mejores oradores
sagrados de la época.
Mantuvo grandes diatribas con los masones y en
especial con las directivas del colegio Gremios Unidos por la no enseñanza de
las normas de la iglesia católica (religión – catecismo).
Son de izquierda a derecha: Monseñor
Luis Alejandro Jaimes; padre Angel Cayo Atienza, párroco en la iglesia de Las Angustias; el padre Daniel Jordán, párroco
de la Catedral; el padre Matías Bermejo, tenía la
voz muy finita y hablaba muy pasito; el padre Ardanaz, uno de los propietarios
de la Academia Gran Colombia; el padre Carlos Martínez, párroco de la iglesia del Sagrado Corazón en el
Colsag, bastante
bromista y muy apreciado por la comunidad y el padre Juan Ignacio Latorre
Chacón.
Consideró la ingratitud como el peor defecto que pueda
tener el ser humano y más cuando se practica por quienes deben dar muestras de
ecuanimidad en las apreciaciones de sus colegas.
En la Academia de Historia reposa un libro, ´Historia
de la Diócesis de Cúcuta´, editado en 1993, con prólogo de Rubén Salazar, y
dirigido por el presbítero Carlos José Mendoza G., con 186 páginas y 122
ilustraciones (fotos de papas, arzobispos, curas, iglesias, etc…) y por ninguna
parte se nombra a Daniel Jordán. Por qué?
José Manuel Calderón.- Párroco de la iglesia Perpetuo Socorro
desde el 3 de noviembre de 1947 hasta que murió el 6 de junio de 1978, su amor
principal fue la educación y la niñez, fundó las escuelas Espíritu Santo, Perpetuo
Socorro y Concentración Rivera Laguado.
En una de las crisis graves del Cúcuta Deportivo,
salió a las calles a pedir la contribución del pueblo para salvarlo de la
desaparición.
Alfonso Blanco Ramírez.- Nacido en
Bochalema el 9 de junio de 1912. Ejerció su apostolado durante 20 largos años
como párroco de la iglesia de San Antonio donde fue apreciado en grado sumo por
la feligresía.
Compartí durante 3 años su amistad como miembro de la
junta reguladora de matrículas y pensiones, siempre defendía a los más
necesitados a la hora de fijar las tarifas que se debían cobrar en los colegios
oficiales y privados.
Manuel Grillo Martínez.- Manuel
Guillermo de Jesús Grillo Martínez nació en Pamplona el 9 de diciembre de 1914,
excelso poeta de la obra de María Santísima, colaborador del periódico Diario
de La Frontera, fue cooperador de la iglesia de San José durante muchos años.
Eduardo Trujillo.- Nació en Labateca el 9 de febrero de
1915, ejerció como párroco de la iglesia de San Rafael y fue miembro la Academia de Historia.
Eladio Agudelo.- Educador insigne con el ejemplo y la
palabra, historiador, escritor, siempre andaba a pie recorriendo la ciudad,
ejerciendo su apostolado con los enfermos, su misa en la capilla de las
Vicentinas duraba escasos 20 minutos.
Luis Alejandro Jaimes Ramírez.- Vicario
General de Cúcuta, capellán por muchos años del colegio Sagrado Corazón de
Jesús.
Juan Ignacio La
Torre Chacón.- Cooperador en la iglesia catedral de San José de 1961
a 1965, capellán del hospital de 1966 a 1969. Vicario General de la diócesis.
Laureano Ballestero Blanco.- Nació en
Rubio Venezuela. Su padre era colombiano, fue consagrado sacerdote el 19 de
marzo de 1972, creció y estudió en Cúcuta.
Era un cura con imagen y aceptación extraordinaria en
la juventud. Párroco del Espíritu Santo donde era muy apreciado. Profesor en la
Normal María Auxiliadora, allí irradiaba señales de vida y entusiasmo en
profesores y alumnas.
Especialista en medios de comunicación graduado en
Europa.
Creo no equivocarme, al manifestar que por
discrepancias con los superiores jerárquicos que no admitían su liderazgo tuvo
que dejar su parroquia y trasladarse a San Cristóbal donde desarrolla en forma
brillante su ejercicio sacerdotal.
Francisco Rivera Laguado.- Quien
verdaderamente cumplió la sentencia de Jesús: ´Deja los tuyos, todo lo mundano
y sígueme´, se puede decir que lo hizo, lo hace y lo seguirá haciendo, el
presbítero Francisco Rivera Laguado, mejor conocido entre la ciudadanía como el
padre Pachito.
De familia acomodada y tradicional cucuteña (su
hermano Gonzalo fue gobernador del Departamento y se recuerda por la
construcción de la cancha de básquet Rojas Pinilla, hoy coliseo ´Toto´
Hernández), fue su hogar una casona de las tradicionales que tenía Cúcuta en la
avenida 3ª con calles 9 y 10, luego frente a la hermosa quinta digna de mostrar
en la calle 5 entre avenidas 3ª y 4ª con unos jardines y piscinas para admirar
(hoy convertida en 3 casas, dañando la
estructura original).
Cuando era un niño y actuaba de acólito en la iglesia
catedral de San José, conocí al padre Pachito quien por apoyo oficial logró que
se comprara la Quinta Mutis en La Garita, para dar comienzo a su noble y loable
labor de trabajar en pro de la niñez desamparada.
Cada día se le ve recorrer las calles de Cúcuta en un
rito de más de 40 años en su vetusta camioneta Chevrolet para llenar el platón
con los víveres y demás medios de subsistencia para el grupo grande de
pelafustanes que aprende el trajinar de las labores agrícolas para convertirse
en seres útiles a sí mismos y a la sociedad.
Si los gobiernos entendieran y apoyaran obras de la
magnitud y beneficios que hacen instituciones como el Amparo de los Niños, bien
diferente sería la suerte de tanto niño abandonado que ejerce el raponeo,
inhala pegante Boxer, sirve de mula y odia a la sociedad que no le tiende la
mano a su orfandad.
El ser fiel a su juramento de lucha por los
desposeídos y llevar con orgullo la sotana que representa el símbolo de los
religiosos, lo hacen merecedor a un lugar de privilegio entre los personajes de
la región, y cuánta necesidad tenemos de curas que sigan los pasos de Cristo, en
este mundo sin conciencia y sin respeto por la dignidad humana.
Eloy Mora
Peñaranda
Eloy Mora Peñaranda.- Nació el 9 de febrero de 1942. Se ordenó
sacerdote en el Seminario de Cúcuta en el año de 1975, viajó a Roma a
especializarse. Ejerció como párroco de la iglesia San Antonio y en la catedral de San José. Se perfilaba
como candidato a obispo.
Miguel Müller.- En la década del 50 llegó de Alemania
para dirigir los destinos del colegio Salesiano en sus dos modalidades: clásico
y técnico, y su devoción a María Auxiliadora lo llevó a construir su hermoso
templo y traer de Turín, Italia, una réplica del hermoso cuadro gigante que
adorna el altar mayor.
Recopilado
por: Gastón Bermúdez V.
Es de resaltar el trabajo del profesor Orduz para recordar nuestros valores regionales.
ResponderEliminarBuscañdo nuevos escritos y personajes de Pamplona y su provincía.me he encontrado con un escrito de los Pamploneses residenciados en Cúcuta el cual me resultó de gran interes.Muchas gracias.
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