Alfredo
Díaz Calderón
ANTECEDENTES
El 26 de abril de 1793 Don Juan Antonio de Villamizar,
juez comisionado por el señor virrey de este reino de la Nueva Granada,
establece la ´Renta de Propios´ en la Villa de San José, o sea los fondos del municipio, obedeciendo al mandamiento de
que a la nueva Villa, ¨se proporcionen las rentas que deban servir para
propios¨.
¨Se aplicaron a este objeto, los arrendamientos de
ejidos y dehesas, y los impuestos sobre tomas o acequias, que para riego de
haciendas pasan dentro de la jurisdicción de la Villa; sobre degüello; y sobre
tiendas, trucos, patios de bolas y boliches¨. Lo escribe Pedro Mª Fuentes en
Efemérides.
Como se aprecia en esta nota histórica de Pedro Mª
Fuentes, ya en el año de 1793 el espíritu de recreación era grande entre los
habitantes de la ¨Muy Noble y Leal Villa¨, y por eso los trucos, y patios de
bola y boliches, fueron incluidos dentro del presupuesto de rentas del
municipio cucuteño.
Luis Febres Cordero, en su libro ¨del Antiguo Cúcuta¨,
se refiere a la estadía del Libertador cuando se enfrentó a los realistas en
febrero de 1813, y la relaciona con el juego de trucos o billares en los
siguientes términos:
¨Desde la primera vez que Bolívar visitó estos valles,
ya era conocido de los cucuteños ese fino y lustroso mueble (se refiere al
billar), huésped indispensable de todas las botillerías y lugares de tertulia
masculina, a cuyas barandas hemos recostados todos el pecho juvenil, dedicando
los ocios a un alegre e ingenioso deporte.
Quizá desde antes, pues en 1793 gravaba el
ayuntamiento con 2 reales mensuales el juego de trucos o billares. Este juego
lo introdujo un comerciante catalán, Don José Mª Montenegro, cuya casa fue la
primera de honesto entretenimiento y recreo que había en nuestra ciudad¨.
Si bien es cierto que estas actividades eran
simplemente recreativas y ociosas, también podemos señalarlas como verdaderos
antecedentes históricos del deporte cucuteño.
El deporte nació como fórmula de paz en medio de las
guerras de la antigüedad. Con este criterio realizaron, en 1453 A.C., los
primeros juegos atléticos en Grecia. Por ello no es raro que en plena guerra de
independencia, los cucuteños jugaran bolos y billar en sus ratos de ocio.
Pero veamos que le pasó al propietario del salón de
billar a partir de aquel 28 de febrero de 1813. Don José Mª Montenegro, por ser
súbdito del rey de España y ser contrario a nuestra independencia, fue
expulsado del territorio colombiano junto con otros 20 ciudadanos españoles,
residentes hasta ese momento en nuestra Villa de Cúcuta. Después de nombrar los
21 catalanes expulsados, Luis Febres Cordero culmina este episodio histórico:
¨Todos estos individuos siguieron por la vía de
Maracaibo en donde probablemente permanecieron algunos, amparados por las armas
realistas, sostenidas allí con un gesto de gallardía con el implacable general
Morales¨.
Tan solo uno, Don José Mª Montenegro, pidió y obtuvo
permiso para salir por la vía de nuestra costa Atlántica, según se infiere de
una comunicación fechada 15 de diciembre
de 1821, dirigida al gobernador de Cartagena o Santa Marta por Domingo
Guerrero, un Teniente Coronel de la Infantería acantonado en San José, donde
además explica que la casa del señor Montenegro, donde tenía los billares, fue
rematada en pública subasta en 1813 y adjudicada a los señores José Mª
Colmenares y Domingo Torres.
Según el historiador Julio Febres Cordero, la casa de
billares se conocía como Las Cuatro Esquinas y, después del terremoto de 1875,
en ese mismo sitio se construyó la Escuela Normal de Varones del departamento.
No se supo qué se hizo el señor Montenegro si se quedó en la costa norte o si
en definitiva salió para España; y si los billares siguieron en Cúcuta o se
fueron con su legítimo dueño.
En Cúcuta el 6 de febrero de 1887 como suceso
importante, llega la primera locomotora a la ciudad. Era domingo y al acto de
arribo de la locomotora ´Cúcuta´ concurrió la ciudad entera, a la estación del
ferrocarril de Cúcuta, para darle la bienvenida con gran manifestación. Fue
tanto la aglomeración, que nadie podía moverse, y hubo varios casos de asfixia
de niños y mujeres, según dice Pedro Mª Fuentes en sus Efemérides.
Así mismo cuenta, que en diciembre de 1889 se clausura
definitivamente el cementerio de Carora. Por causa de la fiebre amarilla que
diezmó a la población de Cúcuta y a los pueblos circunvecinos. El espacio
disponible para dar sepultura a los que morían de la mortal epidemia, abarcó
todo el cementerio de Carora y hubo urgencia de habilitar el que todavía se
encuentra al servicio público en el sector suroeste de la ciudad, el cementerio
Central, habilitación que se realizó en enero de 1890.
La vecindad entre la estación del ferrocarril y el
viejo cementerio de Carora, más la presencia permanente y numerosa de los
trabajadores de nuestra gran empresa ferrocarrilera o férrea, fueron las causas
para que a partir de 1900, el deporte se tomara el abandonado cementerio y lo
convirtiera en la Plaza Deportiva Carora.
Pero también, y a pesar de la escasez de medios
informativos, muchos cucuteños ya sabían que en Nueva Orleans, Estados Unidos, se
había celebrado el 7 de septiembre de 1892, el primer combate por el campeonato
mundial de peso completo de boxeo, entre James Corvett y John Sullivan, y en el
cual Corvett ganó por KO en el 23º asalto.
También estaban enterados de que en 1896 la Primera Olimpíada Moderna, celebrada en
Atenas, Grecia, había reunido deportistas de todo el mundo, compitiendo en
varios deportes, con gran asistencia de público, sobre todo en atletismo,
gimnasia, ciclismo y fútbol, y que la final en este deporte la ganó Grecia a
Dinamarca por marcador de 16 a 0.
De modo que al concluir el siglo XIX, el espíritu
deportivo de la juventud cucuteña estaba latente, pero represado. Sólo faltaba o
necesitaba, el escenario adecuado para materializar todo ese entusiasmo
juvenil. El siglo XX ya muy cerca, se esperaba con gran optimismo por toda la
población cucuteña.
SE INICIO CON HEROES
1913
Deportista Fútbol Club.- De pie: Julio Sánchez Romero, Francisco Ruiz G., Jorge
Faría, Jesús Quintero, Segundo González, Luis Ernesto Lares, Olinto Marcucci,
Hilarión Vega Rangel, Luis A. Flórez; Sentados: Alfredo Ramírez Berti, Carlos
Soto Ramírez, Ciro Cogollo, David Maduro, Abel Castro, Honorio Rodríguez, Hugo
Duplat, Carlos Sánchez; Sentados en el suelo: Carlos Mendoza, Francisco Moros
Hevia, Mario Quintana, Saúl Ramírez, Ramón Uribe, Francisco Báez, Augusto Ruán.
Los primeros años de actividad deportiva en Cúcuta
fueron verdaderamente heroicos, se partió de cero y no había territorio
permitido para el deporte.
Por ello la primera actividad deportiva se realiza en
un cementerio abandonado, el cementerio de Carora, que había sido clausurado en
diciembre de 1889 después de que una epidemia de fiebre amarilla azotó a Cúcuta
en dicho año. Allí se dio a conocer el fútbol el 1º de enero de 1900.
Desde ese momento los jóvenes cucuteños se van
interesando en el idealismo deportivo, rompiendo barreras, liquidando
prejuicios, formando conciencia deportiva, creando equipos, clubes, medios
informativos y asociaciones rectoras y arbitrales, para finalmente establecer
relaciones deportivas con otras ciudades y regiones de Colombia y el exterior.
Esta etapa heroica fue dominada por el sexo masculino,
porque nuestras mujeres aún no sentían el idealismo deportivo. Los cinco
personajes representativos del heroísmo deportivo de estas primeras décadas
fueron:
David Maduro.- Nacido en República Dominicana y
radicado en Cúcuta desde muy joven, se dio a conocer como pionero de fútbol
cucuteño enseñando sus reglas, demarcando la cancha, fabricando y colocando las
porterías, y haciendo balones de cuero para los muchachos, cuyas ´tripas´ eran
vejigas de toro infladas.
Él organizó los primeros equipos de fútbol y en 1913 creó
el primer club deportivo de Cúcuta, el Deportivo Fútbol Club.
Federico Williams.- Venezolano radicado en Cúcuta, enseñó el
béisbol en su negocio La Isla Misteriosa, situado en lo que hoy es la avenida
7ª con calle 14, utilizando los terrenos baldíos altos y secos que circundaban
su domicilio.
Posteriormente, cuando ya tenía suficiente jugadores y
varios equipos de béisbol, trasladó toda su actividad deportiva a la plaza
´ex–cementerio´ Carora, y allí con su
amigo David Maduro, confirmaron el nacimiento de nuestro deporte, y cimentaron
en Cúcuta el desarrollo del fútbol y el béisbol.
Ciro Cogollo.- Nació el 7 de agosto de 1890 en la
vecina población de San Cayetano. Desde la edad de 18 años practicó el ciclismo
como medio de transporte y posteriormente como actividad deportiva, llegando a
ser reconocido como el mejor ciclista de Cúcuta.
En 1913 fue uno de los fundadores del Deportista
Fútbol Club y fue su tesorero hasta 1918, año en que se retiró de la práctica
deportiva porque sus actividades comerciales y empresariales no se lo
permitían.
Ya en ese momento era uno de los cucuteños más
importantes, pero siguió vinculado al Club Deportista de Cúcuta (nombre que en
1915 adoptó el Deportista Fútbol Club), que ya contaba con equipos de fútbol,
béisbol, tenis y ciclismo.
El 2 de diciembre de 1928 fue asesinado en su propio
domicilio de Cúcuta por dos extranjeros, el francés Alfredo Mignon y el
italiano Marcel Mussi, ambos prófugos de la colonia penal francesa de Cayena,
que se habían establecido en Cúcuta en esos días.
Fue tal la conmoción causada por la tragedia, que el
Club Deportista de Cúcuta se marginó del deporte y el ciclismo se apagó durante
22 años, pues solo volvió a renacer en el año 1951 gracias al entusiasmo que
despertó la primera Vuelta a Colombia en Bicicleta.
Daniel Antolínez.- A los 17 años de edad es el arquero titular
del Napoleón Sport Club que ese año, 1927, se corona campeón del IV Torneo
Municipal Cucuteño de Fútbol. A partir de ese momento Antolínez fue durante 16
años el ídolo deportivo del pueblo cucuteño.
Su calidad y portentosas capacidades físicas, lo
volvieron indispensable en las selecciones cucuteñas, y los mejores equipos de
Colombia solicitaban sus servicios para eventos importantes.
En agosto de 1932, jugando contra Cali durante los II
Juegos Nacionales de Medellín, sufrió fuerte golpe en el cráneo que lo dejó
inconsciente durante varias horas y esto lo obligó a renunciar definitivamente al
puesto de arquero.
Siguió desempeñándose exitosamente como delantero en
los equipos Latino, Concordia y Cartagena.
Jugó como ´wing´ de nuestra selección en los III
Juegos Nacionales de Barranquilla en 1935; en los IV Juegos Nacionales de
Manizales en 1936; y en el I Campeonato de Fútbol de Cali en 1939, donde Norte
fue subcampeón nacional.
Daniel Antolínez murió por herida de arma blanca en la
madrugada del 30 de septiembre de 1940. Su último partido lo jugó el día
anterior, y por circunstancias imprevistas terminó jugando los últimos minutos
como arquero de su equipo en ese torneo municipal.
´Toto´ Hernández.- Nació en Cúcuta el 31 de julio de 1919.
Su nombre completo Antonio José Hernández Mora.
´Toto´ fue el mejor jugador del I Campeonato Nacional
de Básquetbol jugado en Colombia en 1937, cuyo escenario fue la cancha del
colegio Sagrado Corazón de Jesús, de nuestra ciudad, y en la cual el equipo La
Salle, representando a nuestro departamento Norte de Santander, se tituló
campeón nacional.
En ese momento, con 18 años de edad, ya era el mejor
basquetbolista de Colombia. Su última actuación la cumplió con la selección
Norte en los V Juegos Atléticos Nacionales de Bucaramanga en 1941, pues ya era
piloto de la Fuerza Aérea Colombiana.
El 1º de diciembre de 1948 ´Toto´ Hernández murió al
estrellarse su avión cerca a Cali, cuando cumplía funciones de instructor
militar. Había cumplido 24 años de edad.
Desde 1947 sus restos reposan en el cementerio Central
de Cúcuta, y en 1957 nuestro coliseo de baloncesto, denominado coliseo Rojas
Pinillas, fue renombrado como cancha Toto Hernández.
SE CULMINO CON HEROINAS
1941, Juegos Nacionales en Bucaramanga. Equipo de norte clasificado en 3º
Puesto.
Sus mejores jugadoras: María Higuera, Nohemí Otero, Ana Francisca Corredor,
Magdalena Maldonado, Luz París, Estella Cuberos y Magola Maldonado
Las primeras décadas del siglo XX fueron
protagonizadas por verdaderos héroes deportivos. Sin querer nuestro deporte era
machista.
Al empezar la tercera década, la mujer cucuteña asume
tímidamente su presencia en el deporte. La creación del Tennis Club en 1926 les
abrió espacio como directivas y como jugadoras de tenis.
En 1938 el Club Norsander organiza equipo femenino de
baloncesto y motiva en Cúcuta la creación de otros equipos femeninos. En
septiembre de 1938 se jugó, en la cancha de Norsander, el I Campeonato
Municipal Femenino de Basquetbol, con la participación de 6 equipos.
Los primeros triunfos del deporte femenino cucuteño se
lograron en el baloncesto: Tercer puesto en los V Juegos Nacionales de
Bucaramanga en 1941; campeonas nacionales, por primera vez, en el VI Campeonato
Infantil Femenino de Baloncesto de 1976, en Cúcuta; y nuevamente campeonas en
el XII Nacional Infantil de 1985, y en el XIV de 1987.
De allí en adelante las muchachas cucuteñas
participaron y triunfaron en la mayoría de deportes que en esos 100 años se
practicaron en Cúcuta. Unicamente el boxeo, la lucha y las pesas estuvieron marginadas
de la participación femenina cucuteña.
Aunque las heroínas son muchas, y sus nombres son ya
parte de nuestra historia deportiva, me voy a referir a nuestras cinco heroínas
más sobresalientes de la última década del siglo XX:
Johana Virginia Hernández.- Desde los 9
años de edad inició su afición por la gimnasia, dirigida por el profesor
Roberto León Meneses, y a los 11 años de edad ya era la mejor gimnasta
cucuteña.
En octubre de 1991 se tituló campeona nacional en el
torneo Superestrellas 2000 y fue seleccionada por Colombia para el Suramericano
de Gimnasia en Salta, Argentina, donde se tituló campeona suramericana infantil
en la categoría 12 años.
En adelante fue gran figura de la gimnasia a nivel
nacional e internacional. En mayo de 1992, en los IV Juegos Nacionales de
Barranquilla, ganó una medalla de oro en barras asimétricas y una medalla de
plata en salto, y fue la mejor gimnasta de esos juegos con apenas 13 años de
edad; y en julio de 1996, en los XV Juegos Nacionales de Bucaramanga, ganó dos
medallas de bronce en barras asimétricas y en salto. A los 17 años de edad se
retiró de la actividad competitiva.
Susan Juliana Vélez Flórez
En 1991, con escasos 10 años de edad, representó a
Colombia en el Campeonato Suramericano de Gimnasia en Salta, Argentina. Fue
medallista constante en eventos nacionales e internacionales. En 1998 pasó a
ser la mejor gimnasta cucuteña y bajo la dirección de Roberto León Meneses,
ganó medalla de plata en los XVI Juegos Nacionales del 2000, en Nariño y
Boyacá.
Doris Liliana Lizarazo
Desde la edad de 8 años empezó a jugar ajedrez en
forma competitiva. Ganó diversos torneos infantiles escolares, a nivel municipal
y departamental.
En 1996 fue subcampeona nacional infantil sub 10; en
1998 fue subcampeona nacional infantil sub 12; y en octubre del 2000, en los
Juegos Intercolegiados de Cartagena, con 14 años de edad se tituló subcampeona
nacional al perder en la final con la caucana Astrid Mamian. Doris Liliana
representó al colegio Mercedes Abrego, donde cursaba 10ª grado.
En noviembre del año 2000 representó a Norte de
Santander en los XVI Juegos Nacionales, y a pesar de su corta edad, fue muy
ponderada su actuación en estos juegos.
Arelis Quiñónez Granja
Nacida en Cúcuta el 2 de junio de 1982, se inició en
el deporte en la categoría infantil y empezó a participar en el atletismo a
través de eventos intercolegiales.
En octubre del 2000, durante los Campeonatos
Nacionales de Atletismo en Bucaramanga, quebró el récord nacional de
lanzamiento de disco en categoría juvenil, que con 42,76 metros estaba en poder
de María Isabel Urrutia, y se proclamó campeona nacional con nuevo récord de
43, 19 metros.
El 5 de noviembre del 2000 en Bogotá, durante el XV
Campeonato Suramericano de Atletismo, se tituló campeona suramericana juvenil
en lanzamiento de disco con marca de 42,24 metros, y ganó medalla de oro. Dos
días después, el 7 de noviembre, se coronó subcampeona suramericana de
lanzamiento de bala en el mismo evento, y se adjudicó medalla de plata. Fue
distinguida como la Mejor Atleta de Colombia en ese campeonato suramericano.
En diciembre del 2000 participó en los XVI Juegos
Nacionales de Nariño y Boyacá, y ganó dos medallas de bronce en bala y disco,
compitiendo con atletas de categorías mayores, que la superaban en peso y
experiencia.
Fabiola Zuluaga Amado
Fabiola nació en Cúcuta el 7 de enero de 1979. Desde
los 10 años de edad esta ejemplar deportista se entregó a la práctica del tenis
en forma disciplinada, sacrificó su niñez y su adolescencia para tratar de
llegar a ´la meta que se propuso´ desde que aprendió a utilizar una raqueta.
En 1989 fue campeona nacional en categoría 8 a 10
años. Para el año 1990 fue campeona nacional de la categoría 10 a 12 años.
En 1993 con 14 años, ganó las 7 paradas de la Copa
Cosat jugadas en Caracas, Cali, Guayaquil, Lima, La Paz, Santiago de Chile y
Córdoba, Argentina, y se convirtió en la Mejor Tenista Suramericana categoría
14 a 16 años. En 1994 repitió sus triunfos nacionales y en la Copa Cosat.
En 1995 se convirtió en tenista profesional, con 16
años de edad, y empezó su ascenso en el escalafón mundial de la WTA. Al
culminar ese año ya era la Nº 285.
En 1996 jugó en Polonia, Hungría, Turquía, España,
Eslovaquia y República Checa, y terminó ese año en el puesto WTA Nº 124. De
allí en adelante fue subiendo cada año en el escalafón de la WTA, hasta llegar
en junio del 2000 al puesto Nº 32. Pero una lesión en el hombro la empezó a
molestar, por lo que terminó ese año en el puesto WTA Nº 42.
La meta que se había trazado la niña Fabiola, al
iniciar su carrera tenística, era la de ser ´la mejor de Suramérica´ y estar
entre las 50 mejores de la WTA, meta que con creces había logrado al concluir
el siglo XX para orgullo de sus paisanos y de toda Colombia.
EPILOGO
Al terminar el siglo había dos figuras deportivas ya
proyectadas hacia un futuro grandioso para nuestro departamento:
Fabiola Zuluaga que a pesar de su lesión, quería y podía
llegar más arriba en la WTA; y Jesús Romero, el niño prodigio de nuestra
gimnasia, que en noviembre de 1999 fue subcampeón suramericano individual en
Maracaibo, Venezuela, con dos medallas de oro, una de plata y una de bronce;
que volvió a ganar oro y plata en los Juegos Panamericanos de Curitiba, Brasil,
en noviembre del 2000 y que fue el máximo deportista nortesantandereano en los
XVI Juegos Nacionales del año 2000, en Boyacá.
Pero había también dos hazañas deportivas logradas por
deportistas nuestros, que ya no podían ser mejoradas por sus autores, y que
otros difícilmente podrían superar:
Alvaro Lozano Moncada, con más de 35 años de edad,
había sido ganador y gran protagonista durante el año 2000 en la Vuelta a
Panamá, en la Vuelta al Táchira, en la Vuelta a Venezuela y en la Vuelta a
Costa Rica, y había ganado medallas de plata y bronce en los XVI Juegos
Nacionales en Boyacá.
Y Hugo Lóndero, futbolista nacido en Argentina y
nacionalizado colombiano, pero sobre todo cucuteño. Y no sólo por adopción sino
por derecho propio, como quiera que su esposa y sus hijos son cucuteños, y que
su empresa está muy enraizada en la ciudad. Como jugador de nuestro Cúcuta
Deportivo fue el máximo goleador colombiano en los torneos profesionales de
1971 y 1972, dejando en el año 2000, la marca de 211 goles conseguidos en su
etapa profesional como futbolista de Colombia. Al finalizar el siglo XX era la
máxima cuota goleadora lograda por futbolista alguno en los 52 años de historia
del fútbol profesional colombiano.
Al finalizar el siglo un reconocimiento imperecedero
para nuestros héroes deportivos, y honor y gloria para las heroínas de nuestro
deporte.
Recopilado por: Gastón Bermúdez V.
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