Luis
Armando Albarracín Pinto (Imágenes)
El edificio está ubicado en la avenida 6ª entre calles 10 y 11. Tiene una gran importancia en su contexto urbano al
estar ubicado en el Parque Santander. Existe una correlación con la Alcaldía, el
Teatro Municipal, el edificio San José e incluso con el edificio del Banco de
Colombia (actualmente Bancolombia).
En el contexto histórico fue uno de los primeros
bancos de la ciudad, donde muchos de los habitantes sacaron los créditos que
les ayudaron a concretar sus negocios y sus viviendas.
En cuanto a su estilo arquitectónico y al espíritu de la época, fue diseñado
a finales de la década del 40 e inaugurado en 1950 siendo gerente el doctor
Efraín Vásquez Ronderos. Construido por el ingeniero Víctor Pérez Peñaranda,
quien trabajaba con arquitectos ilustres como José Faccini Andrade y Herbert
Rauprich Jung.
Su diseño está influenciado por los conceptos del
llamado estilo Internacional (su mayor exponente en la época fue el arquitecto
suizo francés Le Corbusier) con aires Art Deco y Bauhaus. La tipología de uso
del edificio es de carácter mixto: banco, oficinas y vivienda.
La composición geométrica es moderna. Entradas
independientes para el Banco y los otros pisos. El punto fijo (escalera) marca
verticalidad y es muy interesante el manejo del Vitriblock. Su estructura en pilotes
de concreto armado es visible en sus cinco pisos. La ventanería corrida con
perfiles metálicos y sistema basculantes fue vanguardia en su momento, además
de generar una gran espacialidad interior de ventanales con vista al parque
Santander. Fue el primer edificio con ascensor en la ciudad.
Se observa
el Edificio Banco Comercial Antioqueño en 1962, cuando se iniciaron las
demoliciones de las casas comerciales tradicionales para dar paso a las
construcciones modernas.
En el último piso se construyó un apartamento con una
hermosa vista sobre el parque, tal vez uno de los más sofisticados ´penthouse´
de la ciudad en su época. Por cierto
dicho apartamento fue ocupado inicialmente por el doctor Efraín Vásquez
Ronderos y hacia finales de los años 50 del siglo XX, por el reconocido
arquitecto y empresario Alvaro Riascos a su llegada a Cúcuta, luego de ser en
1955 de las primeras promociones de arquitectos
graduados de la Universidad de Los Andes
en Bogotá y haber trabajado un par de años en los campos petroleros de Tibú.
La materialidad del edificio es de piedra muñeca o
también llamada piedra bogotana, utilizada en la colonia en los edificios especiales,
como iglesias, palacios y pórticos. Y luego retomada por la arquitectura
moderna.
La doble altura del banco marca una jerarquía espacial muy especial propia de
edificios y palacios públicos y recuerda algunas escenas de películas clásica ambientadas en bancos.
En este contexto un cuadro del maestro Santiago Martínez Delgado en su interior con un motivo de la
participación de los principales héroes de la independencia, el
nortesantandereano Francisco de Paula Santander con el libertador Simón Bolívar,
se vuelve protagonista de la percepción espacial al igual que la escalera y el
mezzanine donde se encontraban las oficinas del gerente.
Santiago Martínez Delgado (Bogotá, 1906 – Cajicá, 1954) Artista Colombiano, alumno del
arquitecto maestro norteamericano Frank Lloyd Wright y representante de la
corriente art deco y del muralismo latinoamericano al igual que los artistas
colombiano Pedro Nel Gómez y el mexicano Diego Rivera. En Cúcuta realizó otras
obras en el Edificio Santander (Palacio Nacional) 1940, Palacio Municipal 1948,
entre otros encargos. Uno de sus murales más reconocidos en Colombia es el del
“Congreso de Cúcuta” ubicado en el Capitolio Nacional en Bogotá y realizado en
1948.
El futuro pesimista para el edificio. Se prevé una intervención que no realzará
sus valores estéticos, históricos ni simbólicos, como ya ha pasado con muchos
edificios y casas emblemáticos de la ciudad. Pero si miramos en forma optimista, serviría para consolidar la ciudad
en el espacio tiempo. Siendo Cúcuta una ciudad moderna y no colonial, estos vestigios
a futuro consolidarán la ciudad y se sumarán a otros esfuerzos de preservar la
historia como han sido entre otros, la actual Biblioteca Julio Pérez Ferrero,
La Quinta Teresa y El Teatro Zulima de trascendencia nacional.
Otros edificios que están en el mismo proceso son el
Edificio Santander y Parque Nacional, Antiguo Edificio del Banco de la
República, Edificio Rosetal, el Hotel Tonchalá y el Edificio San José, entre
otros.
Podemos ver otros referentes positivos nacionales: La actual renovación del
centro de Barranquilla, la recuperación del centro histórico de Santa Marta, el Centro internacional de Bogotá y el Campus
de La Universidad Nacional de Colombia. Bienes de Interés Cultural.
El Edificio del Banco Comercial Antioqueño está en una
LICBIC (Lista de Candidatos a Bienes de Interés Cultural) planteada para el POT
de Cúcuta y que se espera se tenga en cuenta.
En este tipo de ejercicios arquitectónicos se pueden trabajar desde
restauración, adecuación funcional,
liberación, restitución, reforzamiento estructural y también el reciclaje para proteger
un posible cambio de uso. Puede ser educativo, cultural e institucional. Puede
ser incluso una mediateca sostenible.
Para este tipo de procesos se debe mediar tanto con el
sector oficial como con el privado, como ya viene sucediendo en la renovación
urbana del centro de Bogotá. Además de impulsar incentivos para que estos
bienes de interés cultural de la ciudad sean sostenibles ambiental y
económicamente.
Recopilado
por: Gastón Bermúdez V.
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