PORTAL CRONICAS DE CUCUTA: Estandarte cultural de historias, recuerdos y añoranzas cucuteñas…

PORTAL CRONICAS DE CUCUTA: Estandarte cultural de historias, recuerdos y añoranzas cucuteñas…

TERREMOTERO -Reconocimiento, enero 2018-

Apasionantes laberintos con inspiraciones intentan hallar rutas y permiten ubicarnos en medio de inagotables cascadas, son fuentes formadas por sudores de ancestros. Seguimos las huellas, buscamos encontrar cimientos para enarbolar desprevenidos reconocimientos en los tiempos. Siempre el ayer aparece incrustado en profundos sentimientos.

Corría finales del año 2008, Gastón Bermúdez sin advertir y sin proponerlo, inicia por designios del destino la creación del portal CRONICAS DE CUCUTA. Parecen haberse alineado inspiraciones surgidas por nostalgias. Gran cúmulo de vivencias, anécdotas, costumbres y añoranzas, fueron plasmadas en lecturas distintas.

Ya jubilado de la industria petrolera venezolana, recibió mensaje que expresaba una reunión de amigos en Cúcuta. Tenía más de cuatro décadas ya establecido de forma permanente, primero en la ciudad del puente sobre el Lago y después en la cuna del Libertador. Viajó ilusionado, acudió puntual a la cita desde Caracas. Encontró un grupo contemporáneo, conformado por amigos ex-jugadores de baloncesto y ex-alumnos del Colegio Sagrado Corazón de Jesús.

La tierra cucuteña levantada desde primeras raíces plantadas, siempre acompañó todos los hijos ausentes. Cuando encontramos distantes los afectos, creemos separarnos de recuerdos. Nos llevamos al hombro baúles de abuelos, cargamos con amigos del ayer, empacamos en maleta la infancia y juventud. Muchas veces una fotografía antigua, atrapa y confirma que nunca pudimos alzar vuelo.

Entonces por aquellos días apareció publicado ´La ciudad de antaño´, parido desde generosa pluma con sentido de identidad comprometida, fue el mártir periodista Eustorgio Colmenares Baptista dejando plasmados recuerdos de finales de los 50 y años 60. Sin querer, esas letras fueron presentación inaugural de CRONICAS DE CUCUTA. Los Inolvidables sentires viajaron al modesto grupo de amigos y abrieron compuertas para afianzar arraigos de infancia. Don Eustorgio culmina la crónica con frases retumbando las memorias: “Había muchos menos avances tecnológicos a disposición de la comunidad, pero vivíamos como si nada nos faltara. Nos bastaba con vivir en Cúcuta”.

Sentires intactos, ahora plasman recuerdos en calles transitadas por niños que fuimos. Nuevamente los arraigos hacen despejar las avenidas a los rieles del antiguo ferrocarril. Nos bastaba con vivir en Cúcuta. Asoman madrugadas entre indetenibles remembranzas y añoranzas.

Sin planificar nada, Gastón compartía vía internet las crónicas del Diario La Opinión aparecidas cada ocho días en lecturas dominicales. Sin saber, creció el portal CRONICAS DE CUCUTA. Cada acontecimiento recopilado se convertía en homenaje In Memoriam para hombres y mujeres que dejaron muy alto el Valle de Guasimales. Igualmente, exalta la dignidad con reconocimiento a grandes glorias del ámbito artístico, cívico, periodístico, religioso, deportivo, cultural, social y político.

Oficialmente se convierte en PORTAL WEB el 7 de octubre 2010. En forma admirable acumula ya 1.329 recopilaciones tipo crónicas, casi todas extractadas de periódicos y publicaciones locales, libros populares, escritos nacidos de historiadores, periodistas, inéditos autores y muchos escritores del Norte de Santander. El portal permite hallar el original ADN ancestral y ubica el sentido innato de pertenencia cucuteña. Llegó un día a la vida de todos los internautas, igual como aparecen las buenas nuevas, sin avisar, sigilosamente introduciéndose en las cortezas que somos y las venas que siempre fuimos. Su creador, nunca imaginó un buscador que tocara el alma y menos tallar imborrables despertares en ávidos ojos de lectura.

Aparece ahora como paso determinante para navegar en referencias de Cúcuta. Asegura a nuevas generaciones herramientas para afianzar valores jamás perdidos. La perspectiva futura para ámbitos históricos, culturales, sociales y deportivos, harán necesario considerar el Portal como insigne buscador de consulta e informativo. Importante archivo tecnológico para infantes en colegios y escuelas. Podrá acceder directamente cualquiera a profundos arraigos allí recopilados. Casi imperativo considerarlo como salvaguarda del sentido de identidad y pertenencia.

CRONICAS DE CUCUTA se convirtió en sugestivo repaso de acontecer histórico, recopilado en 19 capítulos o clasificaciones. Portal libre, siempre abierto a todo aquel deseoso por descubrir datos históricos, biografías, nombres de grandes personajes, fechas emblemáticas, sucesos de vida social, cultural, deportiva, religiosa, artística y política. Formidable vía adentrándose en acontecimientos del siglo XVIII hasta nuestros días. Todo expedicionario oriundo se encontrará representado en cada letra, apellido, dato, foto y fecha. Todos volverán a observar las luces de la gran ciudad en medio de rutas por hallar orígenes.

CRONICAS DE CUCUTA no debe tener como destino el olvido, deberá asegurar a nietos de nuestros nietos, inquebrantables lazos surgidos de nostalgias, recuerdos y añoranzas. CRONICAS DE CUCUTA es herramienta tecnológica para demarcar el hilo conductor entre hoy y ayer. Parece luz encontrada en días oscuros, nos abre el entendimiento. Pulsar la tecla nos lleva a destinos con encuentros pasados. Valiosa información contenida en páginas adornadas con sentimientos profundos.

CRONICAS DE CUCUTA garantiza el resurgir de valores originarios que parecían adormecidos por culpa del avasallante mundo moderno. CRONICAS DE CUCUTA llegó para quedarse, igual que mares inundados por recuerdos. CRONICAS DE CUCUTA confirmó la premisa donde las nostalgias se convierten en vehículos para transportar la historia. Una enciclopedia virtual presentada por nuestras gentes con sencillo lenguaje.

Anclados quedarán por siempre nuestros sentires, intactos los arraigos, despiertas las añoranzas y vivas las costumbres intactas. Ahora aseguramos el reguardo de raíces que retoñan desde cenizas del ayer. Dios jamás declaró desértico el Valle Arcilloso, siempre fue bendecido, tampoco declarado deshabitado para la vida del hombre.

Fueron creciendo raíces en medio de cenizas y milagrosamente reverdecieron los gigantescos árboles frondosos. CRONICAS DE CUCUTA reafirma lo que somos. Seguiremos siendo aquello que siempre fuimos, nada cambió, solo algunos pañetes y varios techos distintos.

Todo estará por volver, todo por crecer y todo por llegar. Nunca estaremos solos. Cada generación hará brotar nostalgias por siempre convertidas en historias llenas de arraigos.

Nos bastaba con vivir en Cúcuta…

sábado, 11 de diciembre de 2021

1982.- SAN MIGUEL, HORMA DE LA INDUSTRIA DEL CALZADO

La Opinión


El barrio San Miguel, en la comuna 9 de Cúcuta, antes de constituirse con personería jurídica en el año 1967, primero vivió dos grandes eventos a los que sus habitantes más antiguos han denominado ‘Primera y Segunda Migración’.

Carlos Julio Cordero, delegado de la Junta de Acción Comunal (JAC) del barrio, es uno de los amantes de su historia, quien, durante 12 largos años, se ha dedicado a recopilar cada detalle de San Miguel con entrevistas a vecinos, amigos y familiares.

En 1918, cuentan que existía una finca llamada Santa Bárbara, que fue reclamada por el gobierno municipal, y una vez en su poder, sufrió un lento deterioro hasta el punto de convertirse en un terreno invadido por la maleza.

Ahí inició la ‘Primera Migración’. Familias asentadas alrededor de donde hoy es el Parque Mercedes Ábrego, se trasladaron a este sitio y, con pala y machete, le dieron forma al relieve para construir sus casas en bahareque y techos de paja. La economía se basaba en la cría de aves de corral y cabras y cultivaban trigos y maíz en sus parcelas.

Con los años, llegó la ‘Segunda Migración’, ocasionada por la época de ‘La Violencia’, cuando liberales y conservadores se desplazaron desde los barrios de occidente.

Fueron ellos quienes trajeron objetivos empresariales que impulsaron el movimiento económico en el barrio. Alzaron tiendas, ventas de carbón que transportaban desde el Tonchalá y chircales que funcionaron hasta los 90; la arcilla la recolectaban de cerros aledaños y el agua del sector Miraflores, en El Contento, y fabricaban en hornos artesanales a base de leña.


Los tres nombres

Las casas evolucionaron y el barrio también. Evidencia de ello son los tres nombres que ha tenido en el transcurso de su historia. El primero fue Benjamín Herrera, en fervor político al entonces candidato a la presidencia de la República por el partido Liberal.

Luego, inaugurados los puentes del Canal Bogotá sobre las calles 9 y 10, este último conocido como 11 de Noviembre, en 1936, visitantes y vecinos lo llamaron barrio Bogotá, en honor a estas estructuras que marcaron el inicio de una trayectoria de progreso y valor.

Hasta que llegó el definitivo. Cada miércoles, el padre Pedraza llevaba la imagen del arcángel San Miguel para la adoración de los feligreses. A raíz de este evento que congregaba multitudes, los habitantes ----le pidieron al primer presidente de la JAC, Irme Tenorio, que lo rebautizaran en honor al ícono religioso que identificaba a la comunidad.

El auge de los zapateros

En la década de los 70, surgió la industria del calzado. Desde entonces, la producción de los zapateros se convirtió en el activo económico más importante de los habitantes, de tal manera que, hoy, San Miguel es un referente nacional en este sector de la industria.

Al principio, el proceso era completamente artesanal. Pero ante limitaciones tecnológicas que disminuían la productividad, un grupo de visionarios zapateros viajaron a Bogotá y Caracas para traer nuevas tecnologías que, una vez regresaron, implementaron con un éxito total.

Eduardo Pineda y Raúl y Orlando Ortega fueron unos de los más grandes, y motivo por el que son recordados en el barrio como los ‘mecenas del calzado’ en San Miguel.

Virgen de Fátima


Coronada en la parte más alta de San Miguel, se erige en el trono de una loma el monumento a la Virgen de Fátima, un emblema religioso elaborado en la casa del escultor Misael Gutiérrez. El 13 de mayo de 1952, inauguraron el santuario en réplica al mismo que se encuentra en Portugal.

Desde hace 15 años, cada primer sábado de mes, los habitantes suben a celebrar una tradicional misa campal. Pese a esto, asisten con inseguridad por temor a una caída de la cancha de la loma hacia una casa donde se congrega una iglesia cristiana.

“Estamos en alto riesgo y las administraciones pasadas nos han tenido en tomadera de pelo”, manifestó Luz Marina Ruiz, edil y presidenta de la JAC.

La lideresa agregó que en este sector algunas familias aún no cuentan con el servicio de gas domiciliario, pero que gracias a una solicitud atendida oportunamente, lograron que se les hiciera la extensión del servicio.

Problemas constantes

De acuerdo con la presidenta de la JAC, la gran lucha del barrio ha sido por la recuperación de los tres escenarios deportivos. También cuentan con un polideportivo, pero no en condiciones dignas en la que jóvenes, asociaciones de mujeres y grupos de adultos mayores puedan acudir.

Desde hace varias administraciones piden una cubierta y mejoras a este lugar, debido a accidentes que se han presentado por una pared a punto de colapsar. Ante esto, la Secretaría de Gestión del Riesgo de la actual administración ya inició las medidas de estudio para una pronta intervención.

“Solicitamos también que nos tengan en cuenta en el reparcheo de calles, porque San Miguel es un barrio donde nunca han invertido un peso en el arreglo de vías principales”.

Tampoco cuentan con un centro de salud, sino que deben trasladarse al de Cundinamarca o la Loma de Bolívar.

Además, su parque principal, Ramírez Calderón, o Los Aburridos, como es más conocido, carece de alumbrado público e inversión desde la administración del exalcalde Manuel Guillermo Mora.


Inseguridad, otro tema

Sin un puesto de policía que los proteja, por acción de los empresarios de calzado es que lograron que se les instalara un CAI cerca de las microindustrias, pues el robo de contadores de agua que ha asediado a Cúcuta y su área metropolitana, también ha llegado a esta zona.

Y cuando los delincuentes no los dejan sin suministro, se valen de la soledad de la madrugada para robarse las rejas de las casas.

Personajes

Los vecinos destacan la obra de personajes como Arnulfo Briceño, compositor de ‘Ay, mi llanura’; Manuel Alvarado, fundador de la reconocida Orquesta Manuel Alvarado; Víctor Gutiérrez, árbitro profesional de fútbol; y Chiquinquirá Burgos de Díaz, la ‘nona del barrio’, matrona reconocida por prestar su oficia de partera y acertar siempre en el sexo de los bebés y el día de nacimiento.




Recopilado por: Gastón Bermúdez V.

jueves, 9 de diciembre de 2021

1981.- PRESIDENTE LOPEZ PUMAREJO VISITA A CUCUTA EN 1938

Gerardo Raynaud (La Opinión)


Alfonso López Pumarejo emprendió viaje, primero a Pamplona donde fue recibido por el gobernador Miguel Durán Durán, para continuar a la ciudad capital del departamento donde se le esperaba finalizando la tarde.

Finalizando su primer mandato presidencial, Alfonso López Pumarejo emprendió su último periplo por las agrestes regiones del gran Santander, como ha sido costumbre entre políticos cuando están terminando su periodo.

Luego de su llegada a Bucaramanga el viernes 14 de enero, donde se le tributó un impresionante recibimiento, ese mismo día emprendió viaje, primero a Pamplona donde fue recibido por el gobernador Miguel Durán Durán para continuar a la ciudad capital del departamento donde se le esperaba finalizando la tarde.

Al presidente lo acompañaba una nutrida comitiva entre los que estaban, además de su esposa, sus hijos Fernando y María Mercedes, los ministros de Gobierno y de Relaciones Exteriores, Alberto Lleras Camargo y Gabriel Turbay, los gobernadores de Antioquia, Caldas y Cundinamarca, el ministro venezolano Zérega Fombona y el político cucuteño Luis Buenahora, entre otros.

Una visita presidencial en aquellos tiempos era más que una fiesta nacional, razón por la cual, todos los habitantes que tenían sus casas sobre el recorrido presidencial, prometieron izar el pabellón nacional, así como en las casas de la ciudad como signo de bienvenida al primer mandatario.

Dentro del rigor que exigía una visita de esta clase, el gobernador expidió un decreto en el que se nombraba Jefe de Protocolo al doctor Manuel Guillermo Cabrera, exministro de Colombia en Caracas como Jefe de Protocolo y de quien se decía que, como hombre de exquisita cultura y envidiable disciplina mental, prestará su valioso contingente como organizador del homenaje al señor presidente.

De igual manera, el presidente de Venezuela, general Eleazar López Contreras, designó una comisión especial de saludo a su homólogo colombiano y viajará a la población de San Antonio con el ánimo de encontrarse con su par en el puente internacional. El cónsul venezolano en la ciudad, Encarnación Centeno, confirmó la noticia de la presencia del presidente venezolano quien dijo que vendría acompañado de una comisión especial integrada por algunos ministros y gobernadores de su país.

Una de sus primeras actividades, antes de iniciar el protocolo oficial, era conocer de primera mano los trabajos que venían desarrollándose en la selva del Catatumbo previa la explotación petrolera, licencia que su gobierno había otorgado a las compañías gringas Colombian Petroleum Company y Texas Oil Company, que por esos días estaban listas a iniciar sus operaciones productivas.

El viaje se realizó en el avión presidencial, que para ese entonces era un trimotor, que se identificaba con el número 625 y que despegó del aeropuerto de Los Patios. El viaje duró dos horas y el sobrevuelo dejó satisfechos a todos los miembros de la comitiva, quienes confirmaron el avance de las obras, tal como había sido proyectado por las empresas.

El domingo 16 comenzó la programación con una visita a la casa natal del general Santander y al templo de Villa del Rosario, donde el Centro de Historia ofreció una recepción, copa de champaña incluida. A continuación, se cumplió una profusa agenda de inauguraciones, la mayoría de ellas ejecutadas durante su administración.

Adicionalmente se cumplió una serie de visitas que tenían como objetivo mostrar el grado de avance y progreso en que se hallaba la ciudad. La primera parada fue a las instalaciones de la nueva Cárcel Modelo, para inaugurarla pues fue gracias a sus gestiones que ahora la ciudad tendría un sitio adecuado para alojar a sus detenidos. De aquí se trasladó al Dispensario Antituberculoso, para su inauguración oficial, obra realizada enteramente durante su administración y en la cual tuvo gran incidencia las donaciones del mayor benefactor de la ciudad, Rudesindo Soto y su esposa Amelia Meoz y que por esta razón y en su honor se le dio su nombre.

Terminadas las inauguraciones anteriores, el presidente y su comitiva visitaron las instalaciones del nuevo acueducto, cuya obra se inició durante su mandato. De allí se dirigieron al puente Ospina, en la carretera que conducía a Ocaña para enseñarles las proyecciones que se tenían sobre un proyecto de irrigación en los valles del rio Zulia. Más tarde, inauguraron los primeros dieciocho kilómetros de la carretera a San Faustino.

De regreso y en las horas de la tarde y noche varios homenajes le fueron tributos, primero en los salones de la gobernación, luego una copa de champaña ofrecido por el Club Deportista y otra más en el Club del Comercio.

Para terminar su recorrido de cortesías, la Asociación de Empleados del Norte de Santander, a nombre de todas las Asociaciones de Empleados del Departamento, también ofreció su infaltable copa de champaña.

El lunes 16 de enero el presidente fue invitado al recinto del cabildo local, donde se le rindió su respectivo homenaje antes de continuar con las actividades que tenía programadas. En esta sesión del Concejo Municipal y en su representación, el concejal Francisco A. Torres pronunció un elocuente discurso, que el presidente agradeció y luego de las atenciones recibidas salió rumbo al aeropuerto.

Al parecer, el encuentro con el presidente del vecino país no se llevó a cabo, pues varios inconvenientes, de última hora, se le presentaron al general López Contreras que hicieron imposibles su presencia en la vecina población; sin embargo, funcionarios de menor rango, designados para el efecto, hicieron presencia en algunos de los actos protocolarios, en los que presentaron las respectivas disculpas por su ausencia.

Terminada la visita y disipados los hervores del acontecimiento era de esperarse, tal como era costumbre por esa época, que la oposición apelara a buscarle intrigas y chanchullos a la presencia del mandatario y por ello, en uno de los periódicos opositores al régimen, se publicó una columna (”Lo que nos costó la visita del Presidente”) en la que se quejaban de los gastos excesivos que había ocasionado la venida del presidente.

Tuvo entonces que salir a explicar detalladamente, el Secretario de Hacienda que los costos de la visita habían sido de sólo $16.268.15 que todos los recibos estaban debidamente visados por el Tesorero y el Contralor, y que no hubo gastos emergentes como compra de muebles y de alquiler de la casa donde se alojó el Presidente, pues ésta había sido cedida galantemente por su propietario, tanto para su alojamiento como para la recepción que ofreció a los dignatarios.

Aclarados los hechos, la discusión se dio por terminada, no sin antes reconvenir al periodista para que primero confirmara las versiones antes de publicarla.





Recopilada por: Gastón Bermúdez V.

martes, 7 de diciembre de 2021

1980.- SAN MARTIN, FUNDADO POR CONSTRUCTORES

La Opinión


Como otros barrios de Cúcuta, lo que hoy se conoce como el barrio San Martín se remonta a invasiones planificadas en el año 1972, cuando un número importante de maestros del gremio de la construcción llegó al sector de Las Chiveras e inició una ordenada expansión urbanística desde la parte alta derecha del río Pamplonita.

Llegados de edificar casas en el CASD, Guaimaral y otros barrios, los maestros, perfectos conocedores de las últimas tendencias en obras, organizaron los límites de las casas, calles y avenidas y destinaron espacios para futuros parques, canchas y la iglesia.

Estos terrenos pertenecían al Instituto de Crédito Territorial, pero los directivos, tras reconocer el fuerte activismo cívico y comunitario de los fundadores, les repartieron legalmente linderos donde podían construir.

Desde un principio, los fundadores acordaron que las casas solo serían de ladrillo. Los ranchos no eran permitidos, y cuando pasaba el tiempo y un terreno estaba vacío, solo con cercas, la junta cívica, liderada por Emilio Ramírez, repartía el lote a otra persona interesada en edificar su vivienda con rapidez.

Para 1978, obtuvieron la personería jurídica con el señor Víctor Manuel Vega Acero, como el primer presidente de la Junta de Acción Comunal (JAC). La mayoría de calles se construyeron con el programa comunidad-Gobierno. El municipio aportó la mayor parte del presupuesto con posibles materiales, pero al ser un barrio de constructores, ellos pusieron la mano de obra para casas, vías y alcantarillado.

Hoy 2021, San Martín tiene más de 1.300 casas, 6.000 habitantes y se compone de tres sectores: Las Chiveras, Tropicana e Higuerón, junto a la parte urbana.


De acuerdo con Alfonso Parra, líder comunal, aún en sus sueños, como en los de muchos otros vecinos, sigue latente la idea de algún día ver materializado a San Martín como una ciudadela llamada Cisamar (Ciudadela de San Martín). En esta utopía harían parte de Cisamar el barrio San Martín, la Urbanización San Martín primera y segunda etapa, 13 de Marzo, Urbanización Cañafístola, Nueva Santa Clara, La Triada y Torcoroma II.

“Nosotros no nacimos desde La Libertad, sino que desde la Chivera nos extendimos hasta encontrarnos con La Libertad”, aclaró Parra.

En un inicio, los fundadores reservaron un espacio en la calle 8 con avenida 6 y 7 para algún día edificar un templo. Sin embargo, la comunidad vio más viable la construcción del santuario en la avenida 6A con 2N y 3N, por ser el sector más poblado; en su lugar, allí se construyó el parque principal: Divino Niño. La iglesia ocupa hoy un área de 4.800 metros cuadrados, alzada con recursos de la comunidad y la Diócesis, quienes convinieron como patrono a San Martín de Tours, bajo la ministración del primer sacerdote de la obra, Mario Hernández.

De acuerdo con Mariela Zapata, presidenta de la JAC, durante 40 años el salón comunal permaneció en obra negra. Ahora, se mantiene en constante movimiento al día y su apariencia ha dado un vuelco que sorprendió a los habitantes. Allí la comunidad asiste a reuniones, programas infantiles y capacitaciones organizadas por los líderes y el SENA.

Los beneficios del salón se han disparado positivamente; pasó de ser un lugar dejado de 20x30 metros a un espacio adecuado para recibir a los habitantes, gracias a gestiones con la Fundación de la Mujer y oenegés que han permitido embellecerlo. El último recurso que permitió una mejora del salón se obtuvo gracias a la participación de los miembros de la JAC en un diplomado con las empresas de servicio público.

En colaboración con el presidente de la Urbanización San Martín, fueron ganadores de un proyecto de 4 millones de pesos en material. Ya está en construcción la cocina y les donaron hornos de panadería, tabletas, lámparas y otros elementos. La líder comunal también dio a conocer que a futuro esperan acondicionar salones para lactancia y comedores para adultos mayores.

Algunos de estos recursos los obtienen gracias a El Tanque, una propiedad de la JAC alquilada a un negocio de repuestos y material metalúrgico, del que recopilan dinero para iniciativas comunitarias.

San Martín tiene cuatro parques, todos bautizados por el ingenio de la misma comunidad: Los Niños, Cacique Cúcuta, Divino Niño y La Iglesia, este último llamado así por compartir terreno con la iglesia San Martín de Tours, y si bien no es el principal, se ha convertido en el más característico por congregar a sus visitantes para celebrar la eucaristía.

Lo que provoca una alarmante angustia en la comunidad es que han pasado tres administraciones y de ninguna han llegado recursos para embellecerlos ni ejecutar arreglos necesarios como la reparación de las farolas, cuyo cableado ha sido robado por la delincuencia. “Llevamos más de 10 años donde no nos invierten en ninguna obra que beneficie al barrio. Vienen, firmamos los proyectos, nos dan contentillo, pero, a la hora de la verdad, todo queda en palabras. Necesitamos una ayuda sincera de parte de la administración municipal”, manifestó Zapata.


Dos de los personajes más queridos por la comunidad son Amistadita y Platanote, este último, recordado con especial cariño por su particular habilidad para levantar los ánimos y contagiar sabor y alegría con el toque de su armónica, mientras, con la otra mano, hace sonar la guaracha.





Recopilado por: Gastón Bermúdez V.

domingo, 5 de diciembre de 2021

1979.- COLSAG, RINDE HONOR A BOLIVAR

La Opinión


Fundado en el año 1949, el barrio Colsag fue una iniciativa de las empresas petroleras Colombian Petroleum Company (Colpet) y South American Gulf Oil Company (Sagoc) para que trabajadores y pensionados pudieran disfrutar de una vida tranquila con el apoyo de un sistema de crédito a 20 años. Es de ahí que su nombre nace por un acrónimo que toma las primeras letras de las dos compañías fundadoras: Colpet y Sagoc.

La construcción se inició con 50 casas. Al principio, fue concebido como un barrio residencial, pero, por su ubicación y características, con el tiempo se presentaron cambios en su infraestructura y el aprovechamiento de la localidad por parte de sus habitantes generó un eficaz desarrollo comercial.

Esto se evidencia en la variedad de negocios en los campos de la salud, gastronomía y hoteles. Además, su estrecha cercanía con El Malecón, inaugurado en 1986, trajo una mirada más amena hacia el desarrollo.

Por su cercanía a la Universidad Francisco de Paula Santander (UFPS), los residentes del barrio acostumbran a ofrecer habitación en arriendo a los estudiantes de otras ciudades del país.


El presidente de la Junta de Acción Comunal (JAC), Antonio Morales, llegado en los años 70 al barrio, lo recuerda como un lugar de mucha tranquilidad. En aquellos tiempos, las familias acostumbraban a organizar salidas al río Pamplonita, donde la entonces caudalosa fuente hídrica y la exquisita cantidad de árboles de mango hacían del destino una maravilla natural.

Morales recordó que en Cúcuta no existía una plaza que exaltara a Simón Bolívar, hasta que en 1982 se decidió que el parque del Colsag llevaría el nombre del Libertador de cinco naciones.

Considerado un emblema que rememora el origen del barrio, El Balacín, como lo llaman los habitantes, es un ícono de metal, pintado en amarillo, en el parque que recibe el mismo nombre. Sin embargo, no estuvo inicialmente ligado a la creación del barrio Colsag, sino que fue agregado tiempo después como un recuerdo del pasado petrolero. Durante muchos años el parque mantuvo su mismo aspecto hasta que en 2020, en las últimas semanas de mandato del exalcalde César Rojas, sufrió una remodelación que ahora hace juego con la nueva ruta de ciclovía.

En cuanto al sector salud, la ubicación, infraestructura, calidad humana y profesional de la Clínica Santa Ana, junto a otras clínicas privadas del sector, atrajo más posicionamiento del barrio como un referente regional de estética y atención médica.


En tiempos anteriores a la pandemia del coronavirus, el comité de deporte solía coordinar campeonatos, actividades culturales y representativas dentro del sector. Ahora, lo único que se mantiene activo es el Mercado Colsag, una tradición que reúne cada sábado por la mañana a vecinos propios y de otros barrios.

Según Morales, con la remodelación de la Gran Colombia en 2019, todo el tránsito lo recibió el Colsag, lo que ocasionó graves daños en las calles y avenidas, y aunque después de finalizada la obra arreglaron las principales, ahora la comunidad solicita una mejora de las calles laterales.

Además, se presentan deficiencias en alumbrado público que incitan a la inseguridad, pues, a poca luz, ocurren más robos y altas posibilidades de accidentes.

“La inseguridad se ha presentado siempre en el barrio, pero de un tiempo para acá han aumentado más las cifras de robos en el sector. Aunque hay un CAI cerca y existe un sistema de alerta con la comunidad por medio del WhatsApp, no ha sido posible mitigar el aumento de hurtos”, explicó.

En nombre del barrio, Morales hace un llamado a los integrantes del gobierno municipal para una mayor atención a estas problemáticas.





Recopilado por: Gastón Bermúdez V.

viernes, 3 de diciembre de 2021

1978.- SAN LUIS, EL PRIMER BARRIO DE CUCUTA

La Opinión


Luego de un siglo de fe, historia y ancestralidad, el objetivo principal de la comunidad es recuperar la belleza natural de la única laguna urbana del departamento.

Como primer barrio fundado en Cúcuta, San Luis, ubicado en la comuna 4, se ha mantenido firme en sus estructuras a pesar del terremoto y el inevitable paso del tiempo.

Antes de la llegada de los españoles, estas tierras eran habitadas por comunidades indígenas motilonas. Más tarde, fue aquí donde Juana Rangel de Cuéllar donó 782 hectáreas para la construcción de una iglesia y una plaza.

De ahí nació San Luis como el primer barrio de la ciudad. Sin embargo, no bajo el nombre con el que se le conoce ahora, sino como se le llamaba en antaño: ‘Pueblo de Cúcuta’. Fue hasta 1897 que el padre Demetrio Mendoza, nacido allí y párroco en aquel año, lo bautizó como San Luis en honor a San Luis Gonzaga.

También conocido por los cucuteños como ‘Pueblo de San Luis’, este lugar, por su contexto geográfico como vecino del río Pamplonita, requería viajar en canoa para llegar al otro lado. El pasaje costaba un centavo, pero el precio podía duplicarse en caso de que el caudal del afluente subiera.

Hasta que llegó el ferrocarril. Construido el Puente Araujo en el año 1893, gracias a la importación desde Inglaterra por parte de la Compañía del Ferrocarril, la estructura, que aún sigue en pie como recuerdo para generaciones presentes y venideras, servía como paso del tren.

La persistencia de la iglesia

En el corazón del barrio está ubicada la única basílica de Norte de Santander. Durante cuatro veces se ha erigido en honor a la Virgen de Chiquinquirá. Primero, en choza; luego, en ermita; después en un templo sencillo y finalmente como basílica. Ahora la iglesia se ha convertido en una emblemática estructura por su arquitectura gótica, digna de orgullo para cucuteños y seguidores de la fe católica.

El lienzo de la Virgen de Chiquinquirá es una copia del pintor Alonso de Narváez, encomendada por el conquistador Rodrigo de La Parada en 1587, quien pagó veinte pesos de oro por el cuadro y se lo dio a los indígenas como premio a su lealtad.

La primera capilla fue levantada a los costados del río Pamplonita, hasta que una terrible tempestad la arrasó. El cuadro de la Virgen fue rescatado milagrosamente en la confluencia de los ríos Pamplonita y Táchira y llevado de nuevo a San Luis, donde comenzaron a edificar un templo. La parroquia de San Luis fue fundada en 1660 y estaba ubicada en la avenida segunda entre calles 15 y 16 del barrio, pero fue destruida por el terremoto.

De nuevo, se comenzó a construir en el siglo XVIII como una estructura sencilla, esa vez en el lugar donde hoy está ubicada: avenida 3 con calle 13. Sin embargo, tuvo que ser demolida en 1950 y se comenzó a construir la actual basílica de ‘Nuestra Señora de Chiquinquirá’, donde ha permanecido hasta la fecha.


Malestar en las aguas

La laguna de San Luis es uno de los lugares que los cucuteños más desconocen, al estar ubicada en la parte trasera del sector, en límites con el barrio Alto Pamplonita, sin embargo, se trata de la única laguna urbana en Norte de Santander.

Según José Luis Parada, presidente de la Junta de Acción Comunal (JAC) de San Luis, la laguna antes era un chircal donde funcionó una ladrillera hasta los años 90, y una vez la empresa cerró, el dueño dejó la propiedad como bien al no poder indemnizar a los trabajadores. El problema es que con el paso de los años la laguna se convirtió en un foco de basuras, malos olores y un espacio que propiciaba el consumo de drogas.

Para mitigar el impacto, la Administración Municipal, Veolia, Corponor, la Policía Metropolitana de Cúcuta, y la misma comunidad, trabajan de manera articulada en la recuperación de este espejo de agua.


Seguridad y vías, principales necesidades

“La única parte de la malla vial que está bien es la avenida segunda y tercera. Necesitamos que hagan los arreglos a las calles porque eso nos está perjudicando”, manifestó el presidente de la JAC en febrero 2021.

En cuanto al tema de inseguridad, Parada dio a conocer que han pedido a la Mecuc que instalen un microcuadrante, para el barrio. Ante el amplio número de manzanas y cuadras, los efectivos policiales del cuadrante 5 llegan a ser insuficientes para atender las necesidades de seguridad de la comunidad.





Recopilado por: Gastón Bermúdez V.

miércoles, 1 de diciembre de 2021

1977.- BARRIO 11 DE NOVIEMBRE, LOS PATIOS

La Opinión


Eran las 3:00 de la mañana del 11 de noviembre de 1965 cuando don Arsenio Velandia y Alberto Castellanos decidieron, junto a 30 familias, invadir los terrenos que se encontraban frente a la fábrica ‘La Cemento’. Por esta razón, el nombre de este barrio tan emblemático del municipio de Los Patios, al sur del área metropolitana de Cúcuta.

Cada lote contaba con un promedio de 10 metros de frente por 40 de largo. Sin embargo, con el paso del tiempo los habitantes han reemplazado las fachadas antiguas por unas modernas.

El barrio se caracteriza por tener una calle de adoquín, que comunica la avenida 10, vía principal de este municipio, con el anillo vial oriental y con la fábrica de cemento que ahora pertenece a una empresa extranjera. Allí, el tránsito de carga pesada ha provocado un grave deterioro.

“El señor Arsenio Velandia es uno de los personajes más destacados que ha tenido este barrio, aparte de ser fundador y el primer presidente de la Junta de Acción Comunal, también aspiró a la Alcaldía de Los Patios; desafortunadamente, fue atropellado por una buseta que lo incapacitó por muchos años y, tiempo después, le provocó la muerte”, contó Carlos Ríos, presidente actual de la Junta de Acción Comunal (JAC).


A mediados de los años 70, los vecinos del barrio, debido Iglesia, construida por la comunidad a sus creencias religiosas, decidieron construir una iglesia con recursos propios, en la avenida 9 entre calles 17A y 18. Para ello organizaron bazares y rifas que materializaron el templo donde hoy promulgan su fe: Jesús de Nazareth.

Ahora, se conoce como la Parroquia de la Virgen de Fátima. Frente hay un pequeño parque que, según Ríos, necesita algunas mejoras por el desgate a través de los años. Aunque lo han solicitado a las diferentes administraciones municipales, no ha sido posible.


Colegio convertido en sede

El colegio, también conocido con el nombre del mismo barrio, data del 10 de octubre de 1973 por un proyecto presentado a la Asamblea, que dio su aprobación para que se estableciera en la calle 19 con avenida 8.

Los terrenos fueron donados por el señor José Alejandro Rojas. Allí se iniciaron las clases el 11 de febrero de 1974 con 60 alumnos.

Con los años, el plantel principal fue trasladado al barrio Videlso. En su lugar, permaneció una sede de primaria con el mismo nombre, donde hoy niños y jóvenes del municipio llevan a cabo sus estudios y se benefician del comedor escolar.


De tierra a sintética

Otro de los íconos del barrio es la cancha. Durante 40 años fue de tierra y sirvió de sede para escuelas de formación y encuentros deportivos. La última vez que una administración municipal la intervino, fue durante el periodo de Orlando Sandoval, quien la modernizó a gramilla sintética.

Los trabajos demoraron alrededor de un año, debido a diferentes situaciones que se presentaron durante la ejecución de esta obra.

Los mayores beneficiados fueron los vecinos que vivían alrededor del escenario, pues ya podían abrir los ventanales de sus casas sin que se levantaran nubes de polvo.

La conocida cancha de ‘micro del Once’ es otro de los escenarios deportivos que fue intervenido por el Departamento de Prosperidad Social (DPS), en el 2020, con la dotación de una cubierta para que las personas practicaran deporte en condiciones de protección de lluvia y sol.


Centro de salud, en deterioro

El barrio cuenta con un puesto de salud que, según la comunidad, está en condiciones físicas no aptas para prestar un servicio digno a los habitantes. A pesar de esto, el personal que labora allí se asegura de brindar un excelente servicio.

El centro inició funciones en 1960. Aunque se han presentado proyectos para la modernización, no se ha hecho realidad.

La familia Hernández

Esta familia es una de las más reconocidas de este sector de Los Patios, debido a que Santiago Hernández fue asambleísta y ayudó a que la jurisdicción pasara de ser una vereda de Villa del Rosario a lo que hoy se conoce como municipio.


Robos y calles sin asfaltar

El barrio 11 de Noviembre también ha sido afectado por la inseguridad que ronda a esta zona fronteriza. En el año 2021, un robo simultáneo de contadores de agua, durante horas de la madrugada, dejó a toda una cuadra sin el suministro del servicio.

Las autoridades fueron alertadas por la comunidad, y 48 horas después, lograron la captura de uno de los involucrados, en el mismo barrio, con 7 contadores en su poder.

Pero ante el temor de que este acto continúe sucediendo, los habitantes han optado por enrejar los contadores y sellar con llave las tapas.

En cuanto a vías, la calle 18 entre avenidas 7 y 6, y la avenida 7 entre calles 14 y 17 necesitan ser pavimentadas, pues están en precario estado. También la calle 19 debe ser intervenida, sus adoquines están muy deteriorados y pueden causar accidentes en peatones y motociclistas que transiten por la vía.





Recopilado por: Gastón Bermúdez V.

lunes, 29 de noviembre de 2021

1976.- SOBRE EL MONUMENTO DE LA BATALLA DE CUCUTA

Hugo Espinosa Dávila

 


Luego del fuerte sismo, sentido en Cúcuta a las 11:35 de la noche del 17 de octubre de 1981 y, a causa del cual colapsaron 291 edificaciones y otras 1231 quedaron seriamente averiadas, junto con el Monumento a la Batalla de Cúcuta (Loma de Bolívar), el cual como consecuencia del movimiento telúrico sufrió averías considerables como los agrietamientos del suelo por lo cual, en últimas, colapsaron varias viviendas de esa zona Occidental de la ciudad, en ellas el sitio-área de ubicación de dicho monumento y daños considerables a la columna del monumento e inclinación de la cabeza del también monumento Cristo Rey.

Entonces, a finales de 1981, el Ministerio de Obras Públicas de la época, Ing. Enrique Vargas Ramírez, y Aldemar Mosquera, Director de Inmuebles Nacionales, comisionaron al entonces Director Distrito de Carreteras N° 16 en Cúcuta, Ing. Rafael H. Guerrero Jaimes, para la remodelación de ese sitio histórico junto con el monumento seriamente averiado.

Para lo cual, con foto-imagen histórica obtenida de los archivos del Ministerio de Obras Públicas y Transporte, el Ing. Guerrero viajó a Barichara, famosa por sus artesanos ornamentadores de piedras de esa región, y contrató con los artesanos denominados los "Picapiedras", idóneos en esas labores, para labrar, en piedra bruta, el monumento icónico: "Batalla de Cúcuta, según foto-imagen alusiva.

Terminado el moldeado de piezas de piedra fueron armadas y pegadas sobre base de concreto en el sitio actual, para ser inaugurado el 28 de febrero de 1982 con ocasión de la celebración nuevamente de esa efeméride.

 

 

Recopilado por: Gastón Bermúdez V.