PORTAL CRONICAS DE CUCUTA: Estandarte cultural de historias, recuerdos y añoranzas cucuteñas…

PORTAL CRONICAS DE CUCUTA: Estandarte cultural de historias, recuerdos y añoranzas cucuteñas…

TERREMOTERO -Reconocimiento, enero 2018-

Apasionantes laberintos con inspiraciones intentan hallar rutas y permiten ubicarnos en medio de inagotables cascadas, son fuentes formadas por sudores de ancestros. Seguimos las huellas, buscamos encontrar cimientos para enarbolar desprevenidos reconocimientos en los tiempos. Siempre el ayer aparece incrustado en profundos sentimientos.

Corría finales del año 2008, Gastón Bermúdez sin advertir y sin proponerlo, inicia por designios del destino la creación del portal CRONICAS DE CUCUTA. Parecen haberse alineado inspiraciones surgidas por nostalgias. Gran cúmulo de vivencias, anécdotas, costumbres y añoranzas, fueron plasmadas en lecturas distintas.

Ya jubilado de la industria petrolera venezolana, recibió mensaje que expresaba una reunión de amigos en Cúcuta. Tenía más de cuatro décadas ya establecido de forma permanente, primero en la ciudad del puente sobre el Lago y después en la cuna del Libertador. Viajó ilusionado, acudió puntual a la cita desde Caracas. Encontró un grupo contemporáneo, conformado por amigos ex-jugadores de baloncesto y ex-alumnos del Colegio Sagrado Corazón de Jesús.

La tierra cucuteña levantada desde primeras raíces plantadas, siempre acompañó todos los hijos ausentes. Cuando encontramos distantes los afectos, creemos separarnos de recuerdos. Nos llevamos al hombro baúles de abuelos, cargamos con amigos del ayer, empacamos en maleta la infancia y juventud. Muchas veces una fotografía antigua, atrapa y confirma que nunca pudimos alzar vuelo.

Entonces por aquellos días apareció publicado ´La ciudad de antaño´, parido desde generosa pluma con sentido de identidad comprometida, fue el mártir periodista Eustorgio Colmenares Baptista dejando plasmados recuerdos de finales de los 50 y años 60. Sin querer, esas letras fueron presentación inaugural de CRONICAS DE CUCUTA. Los Inolvidables sentires viajaron al modesto grupo de amigos y abrieron compuertas para afianzar arraigos de infancia. Don Eustorgio culmina la crónica con frases retumbando las memorias: “Había muchos menos avances tecnológicos a disposición de la comunidad, pero vivíamos como si nada nos faltara. Nos bastaba con vivir en Cúcuta”.

Sentires intactos, ahora plasman recuerdos en calles transitadas por niños que fuimos. Nuevamente los arraigos hacen despejar las avenidas a los rieles del antiguo ferrocarril. Nos bastaba con vivir en Cúcuta. Asoman madrugadas entre indetenibles remembranzas y añoranzas.

Sin planificar nada, Gastón compartía vía internet las crónicas del Diario La Opinión aparecidas cada ocho días en lecturas dominicales. Sin saber, creció el portal CRONICAS DE CUCUTA. Cada acontecimiento recopilado se convertía en homenaje In Memoriam para hombres y mujeres que dejaron muy alto el Valle de Guasimales. Igualmente, exalta la dignidad con reconocimiento a grandes glorias del ámbito artístico, cívico, periodístico, religioso, deportivo, cultural, social y político.

Oficialmente se convierte en PORTAL WEB el 7 de octubre 2010. En forma admirable acumula ya 1.329 recopilaciones tipo crónicas, casi todas extractadas de periódicos y publicaciones locales, libros populares, escritos nacidos de historiadores, periodistas, inéditos autores y muchos escritores del Norte de Santander. El portal permite hallar el original ADN ancestral y ubica el sentido innato de pertenencia cucuteña. Llegó un día a la vida de todos los internautas, igual como aparecen las buenas nuevas, sin avisar, sigilosamente introduciéndose en las cortezas que somos y las venas que siempre fuimos. Su creador, nunca imaginó un buscador que tocara el alma y menos tallar imborrables despertares en ávidos ojos de lectura.

Aparece ahora como paso determinante para navegar en referencias de Cúcuta. Asegura a nuevas generaciones herramientas para afianzar valores jamás perdidos. La perspectiva futura para ámbitos históricos, culturales, sociales y deportivos, harán necesario considerar el Portal como insigne buscador de consulta e informativo. Importante archivo tecnológico para infantes en colegios y escuelas. Podrá acceder directamente cualquiera a profundos arraigos allí recopilados. Casi imperativo considerarlo como salvaguarda del sentido de identidad y pertenencia.

CRONICAS DE CUCUTA se convirtió en sugestivo repaso de acontecer histórico, recopilado en 19 capítulos o clasificaciones. Portal libre, siempre abierto a todo aquel deseoso por descubrir datos históricos, biografías, nombres de grandes personajes, fechas emblemáticas, sucesos de vida social, cultural, deportiva, religiosa, artística y política. Formidable vía adentrándose en acontecimientos del siglo XVIII hasta nuestros días. Todo expedicionario oriundo se encontrará representado en cada letra, apellido, dato, foto y fecha. Todos volverán a observar las luces de la gran ciudad en medio de rutas por hallar orígenes.

CRONICAS DE CUCUTA no debe tener como destino el olvido, deberá asegurar a nietos de nuestros nietos, inquebrantables lazos surgidos de nostalgias, recuerdos y añoranzas. CRONICAS DE CUCUTA es herramienta tecnológica para demarcar el hilo conductor entre hoy y ayer. Parece luz encontrada en días oscuros, nos abre el entendimiento. Pulsar la tecla nos lleva a destinos con encuentros pasados. Valiosa información contenida en páginas adornadas con sentimientos profundos.

CRONICAS DE CUCUTA garantiza el resurgir de valores originarios que parecían adormecidos por culpa del avasallante mundo moderno. CRONICAS DE CUCUTA llegó para quedarse, igual que mares inundados por recuerdos. CRONICAS DE CUCUTA confirmó la premisa donde las nostalgias se convierten en vehículos para transportar la historia. Una enciclopedia virtual presentada por nuestras gentes con sencillo lenguaje.

Anclados quedarán por siempre nuestros sentires, intactos los arraigos, despiertas las añoranzas y vivas las costumbres intactas. Ahora aseguramos el reguardo de raíces que retoñan desde cenizas del ayer. Dios jamás declaró desértico el Valle Arcilloso, siempre fue bendecido, tampoco declarado deshabitado para la vida del hombre.

Fueron creciendo raíces en medio de cenizas y milagrosamente reverdecieron los gigantescos árboles frondosos. CRONICAS DE CUCUTA reafirma lo que somos. Seguiremos siendo aquello que siempre fuimos, nada cambió, solo algunos pañetes y varios techos distintos.

Todo estará por volver, todo por crecer y todo por llegar. Nunca estaremos solos. Cada generación hará brotar nostalgias por siempre convertidas en historias llenas de arraigos.

Nos bastaba con vivir en Cúcuta…

domingo, 28 de abril de 2013

369.- INVENTARIO DEL DESMANTELAMIENTO


Cicerón Flórez Moya/Jorge Rolón G.



Estructura en hierro fundido, procedente de Inglaterra en 1.879 de la Aduana Nacional, desmantelado.

A Norte Santander le ha correspondido padecer en varias etapas de su historia no solamente desastres naturales con fuerza devastadora, sino también las violencias de despojo de bienes y de aniquilamiento de vidas impuestas por grupos armados de diferentes marcas. En estos últimos tiempos no más hay  nuevos capítulos de tales adversidades con efectos inclementes.

Las soluciones para los problemas que se han acumulado han  quedado cortas y las víctimas o los damnificados siguen cargando un pesado fardo de frustraciones. La indolencia oficial y la pasividad de los dirigentes frente a esos casos es una de las debilidades que tiene el Departamento.

Pero los males regionales no  se reducen a esos dos frentes azarosos, de por si desgarradores. Además de la degradación que muchas veces genera el ejercicio de la política con su alta dosis de corrupción,  hay una historia ostensible de desmantelamiento de parte estimable del patrimonio de la comunidad.

Hace algunos días repasábamos al vuelo con amigos preocupados por los desatinos recurrentes, los casos que configuran cierto arrasamiento de importantes bienes culturales,  unos, y de la infraestructura productiva, otros, en el ámbito regional.

En el período de la Gobernación que correspondió a Jorge García-Herreros se liquidaron de un solo plumazo, los establecimientos adscritos al Instituto de Cultura. Se le dio ladina sepultura a la Orquesta Sinfónica del Departamento y se decretó la extinción de la Escuela de Bellas Artes. Se afectó el movimiento teatral y se vinieron abajo otros espacios propios de la cultura. Mientras en la administración de Miguel García-Herreros se estimuló el desarrollo de la cultura, en la de su hijo Jorge García-Herreros fue la depredación.

En ese inventario de depredaciones entran, las salas de cine, los parques y otros bienes públicos feriados o desmantelados en Cúcuta en administraciones de no tan grata recordación como las de Manuel Guillermo Mora y Ramiro Suárez.

La extinción de bienes abarca mucho más. La Empresa Licorera y la Lotería de Cúcuta languidecieron hasta su desaparición. El hotel Cariongo cambió de dueño. En el sector privado las plantas de Coca-Cola y de Bavaria tomaron otros rumbos.

La permisividad cómplice ha consentido otros desatinos como el de la frustración de los proyectos del Parque Bavaria y del Centro Administrativo de Cúcuta.

Y si se hace mención de los proyectos olvidados o manejados con desdén, los resultados son mucho más precarios. Todo lo cual pone en evidencia la falta de  visión de los dirigentes para el manejo de los intereses regionales y su apego al beneficio particular así sea en forma ilícita.

Ahora el turno de la desaparición es para el Inem para darle paso a una iniciática incierta.



Y también Jorge Rolón G. escribió:

Haciendo memoria, son muchas las cosas que se han llevado, se han acabado o las han vendido en contravía del progreso y el desarrollo de la ciudad que cada vez luce más desmantelada.

Se acabaron el ferrocarril que hacía nexo con Venezuela y que se utilizaba para el transporte hacia el Catatumbo, la clínica Barco donde nacieron muchos cucuteños, la fábrica de muñecos Nacoral y el almacén Ley.

Se llevaron a Bavaria, Coca-Cola y la Hipinto. Se acabaron los diarios De La Frontera y Oriente Liberal, y los tradicionales teatros de la ciudad, como Santander, Guzmán Berti, Aire Libre, Astral y Miraflores, El Mercedes, Guaimaral y Atalaya.

Hasta las zonas de tolerancia, La Ínsula y El Magdalena se extinguieron para darle paso a la prostitución por toda la ciudad.

Cerraron la Empresa Licorera y la Lotería de Cúcuta.

Vendieron Termotasajero, Centrales  Eléctricas, Telecom, la estación Monitora que controlaba a las emisoras, las Empresas Municipales, Cajanal y el Seguro Social.

Trasladaron al Cúcuta Deportivo para Yopal (Casanare), se fue la Caja Agraria, eliminaron la oficina de control de precios pesas y medidas.

Ya no está La Araña de Oro, El Salón Blanco, El Almacén la Corona, ni la aerolíneas SAM y Aerotal y ahora  se acaba la Zona Franca.

Ya no nos queda nada. Solo el recuerdo y la protesta de unos cuantos que vivieron la época en la que había más orden, mas civismo y mas amor por la ciudad. Cuando los gobernantes, dirigentes y políticos ofrecían sus buenos oficios para reclamar y exigir del Gobierno nacional.

Nos volvimos conformistas e ineptos, solo importa el beneficio personal, se acabaron los buenos gestores que reclamaban pensando en el bien común. Los que verdaderamente quieren a Cúcuta añoran con nostalgia todo aquello que no fuimos capaces de conservar… O ME EQUIVOCO…?

Por eso hay necesidad de promover un nuevo rumbo en la región mediante un cambio de manejo de los asuntos de interés general.



Recopilado por: Gastón Bermúdez V.




viernes, 26 de abril de 2013

368.- HERENCIA MOTILONA


Tomado del periódico El Espectador, 17 de diciembre de 2006


La mitología quiso que los primeros habitantes de Santander del Norte fueran duendes, y la ciudad de Cúcuta, un lugar mágico de reunión de espíritus juguetones. Por eso, la visita a este sector del brazo oriental de la Cordillera de los Andes está llena de misterio.

La visita a este departamento es sin duda un encuentro con la historia nacional, con los próceres, con la belleza de sus parques naturales, con escenarios insuperables en sus alrededores, como el parque natural Los Estoraques y tradiciones únicas que sólo se pueden dar en un lugar fronterizo como lo es Cúcuta, ubicada cerca de la línea imaginaria que separa a Colombia de Venezuela.

Un recorrido por Cúcuta se puede iniciar por la Avenida Cero o Avenida Simón Bolívar, que se desarrolla de sur a norte a lo largo de la ciudad, desde el río Pamplonita. Por esta vía se pasa por prestigiosos centros comerciales y financieros, zonas recreativas, hoteles, teatros, parques y restaurantes donde se puede degustar la gastronomía propia del departamento.

Otros paseos infaltables para descubrir la magia de Cúcuta son: un recorrido por el centro urbano, donde se localizan la Catedral de San José y el Palacio de la Gobernación; la visita a los monumentos como la Columna de Bolívar, que es un homenaje a la batalla naval de Maracaibo; la Victoria de Boyacá, el Ferrocarril, Francisco de Paula Santander y Cristo Rey.

Después se debe emprender una travesía hasta la Villa del Rosario, a siete kilómetros de la capital departamental. Este municipio alberga uno de los legados históricos más importantes de Colombia, como es la casa natal del General Santander, que se encuentra en perfecto estado; el templo del Congreso, donde se redactó la primera Constitución Política de la Gran Colombia; la casa de La Bagatela, donde funcionó el Poder Ejecutivo en el año 1821, y la Capilla de Santa Ana, de la cual no quedan sino los cimientos y en la cual, según dice la historia, fue bautizado Francisco de Paula Santander.

Pero aún hay más misterios por descubrir en el departamento, como los que los duendes escondieron en Pamplona, ciudad de gran importancia tanto en la actualidad como en la época de la Independencia. Esta es una ciudad estudiantil con numerosas instituciones académicas de gran calidad en todos los niveles y atractivos de gran belleza arquitectónica como son el Templo del Humilladero, la Catedral, el Palacio Arzobispal, el Museo de Arte Religioso, que posee invaluables obras de arte colonial, el Museo de Arte Moderno y el Museo Anzoátegui.

Hay otros pueblos nortesantandereanos de insuperable belleza, con senderos tropicales, cascadas y lagunas y con cautivadora arquitectura en la que no faltan las calles empedradas, los balcones, los viejos conventos, las iglesias y las capillas, que son motivo suficiente para seguir el peregrinaje por el departamento.

Pero ese inexplicable gusto por salir del país, allí se hace más latente por estar en el límite con Venezuela, y por eso el tour reclama una salida bien sea a San Antonio del Táchira o a San Cristóbal, donde el plan es ir de compras y probar la gastronomía típica del país vecino.

GASTRONOMÍA

Las recetas más emblemáticas de Cúcuta son el masato, las arepitas fritas, las hallacas -una especie de tamal-, los callos con garbanzo -una herencia española-, el chivo y el postre cortado de leche de cabra.

Delicias que también se pueden probar en los prestigiosos restaurantes de comida criolla que se encuentran a lo largo del malecón, una calle de cinco kilómetros encajonada entre el río Pamplonita y un bosque bellamente iluminado donde hay pizzerías, heladerías y casetas populares en las que propios y extraños se deleitan con la más variada música popular, que va desde una papayera hasta un grupo vallenato.

La actividad cultural de la ciudad se desarrolla en la Casa de la Cultura, fundada en 1960 y que actualmente es sede de la Escuela de Bellas Artes de la Universidad de Pamplona. La Torre del Reloj, que además de ser la sede administrativa de la Secretaría de Cultura y Turismo, es un bello monumento donde se desarrollan actividades culturales. El Banco de la República posee salas adecuadas en su área cultural para exposiciones de arte y presentaciones artísticas.

CIUDAD DE MONUMENTOS

Cúcuta posee parques como el Mercedes Abrego, el Colón, el Santander y el Antonia Santos, que se convierten en sitio de encuentro y recreación para los habitantes de la ciudad.

Los monumentos erigidos en la ciudad y más visitados por los turistas son:

La Columna de Bolívar, un monumento de concreto de seis metros de alto que conmemora la Batalla de Cúcuta, librada por Simón Bolívar contra las huestes españolas comandadas por el coronel Ramón Correa, el 28 de febrero de 1813.

El Monumento a Padilla, un obelisco erigido en honor del Almirante Padilla en 1923.

La estatua del General Santander, ubicada en el parque que lleva el mismo nombre.

El busto de Juana Rangel de Cuéllar, la estatua del Indio Motilón en la Estación Cúcuta, frente a la Terminal de Transportes; el Monumento del Balancín, en el barrio El Colsag; el Monumento a la Locomotora, ubicado en la Terminal de Transportes; la escultura del maestro Negret que rinde homenaje a la Maternidad, en la entrada de la Fundación Barco. El Monumento al Padre Rafael García Herreros, ubicado en la redoma del puente que se construyó como prolongación de la Avenida Cero.

PARA CONOCER LA HISTORIA DE CUCUTA

Un nuevo sitio turístico, obligado para los visitantes de la ciudad, lo constituye la Biblioteca Pública Julio Pérez Ferrero. Con sus 10 mil metros cuadrados alberga un hermoso recinto para la cultura y el esparcimiento.

Allí todos sus visitantes podrán acceder al archivo histórico del departamento y del municipio de Cúcuta, los registros notariales, los más actualizados libros de consulta para grandes y pequeños y una enorme variedad de documentos para ilustrar a estudiantes, investigadores y lectores aficionados.

Para los amantes de la tecnología, la Biblioteca Julio Pérez Ferrero tiene reservada una moderna sala de consulta, dotada con equipos con tecnología de punta, acceso a Internet y servicios en red.

AUGE DE LA CONSTRUCCIÓN

Hay tres factores que han incidido en el incremento de la construcción y en la atracción de inversionistas de primer orden. El TLC, la confianza generada a nivel departamental y la amplitud del área metropolitana.

Inversionistas de la talla de Pedro Gómez y Ospinas hicieron un estudio previo de mercadeo y se dieron cuenta del potencial económico que tiene la ciudad. En la actualidad existen proyectos de gran envergadura como Ventura Plaza de Ospinas y Unicentro de Pedro Gómez abiertas sus puertas al público.

Después de varios años de estudio de la Comisiones Binacionales Fronterizas, acaba de aprobar las Zonas de Integración Fronterizas (ZIF) que permitirán el libre tráfico de personas y mercancías entre municipios de Norte de Santander y el estado Táchira.



Recopilado por: Gastón Bermúdez V.


jueves, 25 de abril de 2013

367.- CREACION DEL DEPARTAMENTO NORTE DE SANTANDER


Juan Manuel Ramírez Pérez


Se cumplieron ciento un años de la creación de nuestro departamento, aprobada por Ley 25 de la Asamblea Nacional Constituyente que convocó en 1910 el presidente Ramón González Valencia para restablecer el régimen constitucional que había sido alterado durante el mandato del general Rafael Reyes. Este último había renunciado a la Presidencia de la República y en su reemplazo el Congreso Nacional eligió al gran nortesantandereano.

Cabe recordar que entre las reformas aprobadas en esta Asamblea, por iniciativa del presidente González Valencia, está la elección popular del Presidente de la República para un período de cuatro años, norma vigente todavía.

La formación del Departamento Norte de Santander tuvo un tortuoso proceso dadas las circunstancias de la formación de la República, pero como antecedente inmediato se puede citar la creación del Departamento de Cúcuta aprobado por la Ley Primera de 1905 que luego, en mayo de 1910, fue suprimido para formar parte del antiguo Departamento de Santander con capital Bucaramanga.

El proyecto de ley para la creación del Departamento Norte de Santander fue presentando el 25 de mayo de 1910 por el General Benjamín Herrera - muy vinculado a nuestra región - y el pamplonés Emilio Ferrero, quien actuaba como presidente de la Asamblea Nacional Constituyente.

“Ruego a la Honorable Asamblea imparta su aprobación al proyecto de ley que se acaba de leer. Para justificar mi empeño, anticipo en este debate que las provincias de se trata llenan súper abundantemente las condiciones que la ley exige respecto de la población y de rentas para que aquellas puedan ser constituidas en departamentos”.

Este es un aparte de las palabras con las que el General Herrera sustentó el proyecto.

La comisión de la Asamblea que conceptuó sobre la integración de las provincias que forman el departamento afirmó: “Cúcuta, Pamplona y Ocaña pertenecen a unas hoyas hidrográficas determinadas y exclusivas que las mantienen unidas a una zona geográfica indivisible, con intereses comunes a todas; las distancias, las cordilleras y sus páramos mantienen a estas ciudades separadas de Bucaramanga”.

También fue objeto de debate el nombre que llevaría el departamento, pero triunfó el hecho que “la cuna del General Francisco de Paula se meció en los valles de Cúcuta; en el Llano de Carrillo, cercano a la ciudad, Santander libró uno de sus combates contra el poder español; en el Rosario de Cúcuta se reunió el Congreso de la Gran Colombia , que discernió a Santander el alto honor de la Vicepresidencia de la Nueva Granada, y en el parque principal de Cúcuta, que lleva su nombre, se levanta en el centro la arrogante figura del Hombre de las Leyes”. Este fue el dictamen de la comisión.

(Transcripciones tomadas del amplio estudio `50 años de vida norte santandereana`, de Guillermo Solano Benítez).




Recopilado por: Gastón Bermúdez V.

lunes, 22 de abril de 2013

366.- JUAN ATALAYA DONO SUS TERRENOS


Jennifer Katherine Rincón 

Juan Atalaya Pizano quizás nunca imagino que los predios que donó hace muchos años se convertirían en el asiento de una de las ciudadelas más grandes y extensas de San José de Cúcuta.

Este hombre de carácter fuerte, nacido en el puerto de Santamaría (España) el 13 de mayo de 1784, permitía las visitas de los jóvenes que pretendían a sus hijas hasta que el reloj marcaba las 10:00 de la noche, diciéndoles a los pretendientes: “Son las diez, deja la calle para quien es”.

Contrario a lo que sucede hoy día en estos sus antiguos predios donde hasta altas horas de la noche se  ven a jóvenes deambulando por las calles.

Don Juan desembarcó en América cuando tenía 31 años. Fue un hombre de grandes empresas comerciales en Maracaibo (Venezuela), donde atesoró un gran capital. En la década de 1830 los 30s se trasladó a Cúcuta y estableció varias compañías con buenos resultados económicos.

Juan Atalaya tuvo 10 hijos de su matrimonio con Antonia Josefa Paula María del Carmen Rodríguez Butrón. Al distribuir su fortuna, dejó ricos a sus herederos y fue generoso con su patria adoptiva, pues donó para los futuros ensanches de la ciudad los enormes terrenos donde hoy se desarrolla la ciudadela que con justicia lleva su nombre.

La Donación

El 31 de septiembre de 1869, Juan Atalaya Pizano donó por $250, cuatro estancias de tierra que compró a Antonio León, quien las había adquirido a Ignacio Carabadillo, que a su vez las obtuvo de Antonio María Peralta, quien las negoció con Juan de Dios Rueda, que las había comprado a Juana Rangel de Cuellar, quien donó parte de sus tierras para la fundación de San José de Cúcuta.

La escritura de donación no tiene número, fue fechada el 21 de septiembre de 1850, protocolizada en la Notaria Primera de Cúcuta.

La ciudadela

La ciudadela Juan Atalaya está conformada por los barrios pertenecientes a la comuna 7 y 8: Rosal del Norte, Chapinero, Claret, Comuneros, Tucunaré, Motilones, Las Américas, La Florida, Buenos Aires, El Paraiso, La Ernita, Ospina Pérez, La Primavera, La Laguna, Colombia I y II, Atalaya I,II,III etapas, El Progreso, Antonia Santos, Cerro pico, palmeras, Belisario, Cúcuta 75, Los Almendros, Niña Ceci, Carlos Ramírez París, Doña Nidia, La Victoria, o de Enero, El Rodeo, La Coralina, El Minuto de Dios, Nuevo Horizonte, Los olivos, El Desierto,7 de Agosto, Juana Rangel de Cuellar, y valles del rodeo.

Este sector ha crecido enormemente en las últimas décadas. Actualmente cuenta con una población aproximada de 400 mil habitantes.

Atalaya es un paso obligatorio para quienes desean ir para el municipio de El Zulia, Salazar u Ocaña.

Al pasar por la autopista principal los transeúntes se encuentran con más de 20 canchas de futbol, microfútbol y baloncesto. Este sector es popular por los torneos de microfútbol que se organizan constantemente.

 Canchas como La Unión, La Bombonera, 20 de Julio, El Balón, La Rojinegra, El Apóstol, La Virgen, El Polideportivo de Atalaya, La cancha Chapinero, la de tabletas, el coliseo cubierto de Claret, Las Mellas, 7 de Agosto son las protagonistas de estos torneos.

La educación se ha convertido en uno de los fuertes de esta ciudadela que cuenta con una sede del Sena, El Centro Tecnológico de Cúcuta, y más de 20 colegios con diferentes sedes. Entre los que se encuentra el Colegio Integrado Juan Atalaya con más de 5 mil alumnos.

En la parte de salud también está bien equipada. Atalaya tiene el Policlínico en la I etapa, y once puestos de salud: Claret, La Ermita, Chapinero, Comuneros, Ospina Pérez, Antonia santos, El Rodeo, Niña Ceci, Doña Nidia, Palmeras y Belisario.

El Centro de Convivencia Ciudadana, La Subestación de Bomberos Voluntarios de Cúcuta, La Estación de Policía de Atalaya, también hacen parte de esta ciudadela.

Uno de los mayores atractivos de este populoso sector es el ´Natilam´, una esquina famosa en la primera etapa de Atalaya la cual empezó en 1976 cuando doña Natividad Ardila, en compañía de su esposo Luis Alfonso Mora montaron unos pooles.

Los pooles se transformaron años después en una lonchería,  hoy son un asadero de pollos.

‘Natilam’ es hoy más de dos manzanas a la redonda llenas de comercio, donde se puede encontrar puestos de comida, fuentes de soda, karaokes, licorerías, heladerías y juegos mecánicos para los niños. 
  
La celebración    

Por medio del Decreto 074 del 9 de abril de 1999, el entonces alcalde de Cúcuta José Antonio Gélvez Albarracín  “honra la memoria de este ilustre hombre… y declara el 16 de septiembre de cada año, como el día recordatorio de la generosidad de don Juan Atalaya Pizano, y colocar en esta fecha en su monumento coronas de flores como homenaje de gratitud al ilustre ciudadano español fallecido en San José de Cúcuta”.



Recopilado por: Gastón Bermúdez V.