La situación se da por el uso ilegal de los recursos naturales de las zonas de reserva, o por la expansión de terrenos que el hombre utiliza para su beneficio, lo que ha generado daños casi que irreversibles en la naturaleza.
Valeria Ramírez, bióloga que apoya a la subdirección de recursos naturales de la Corporación Autónoma Regional de la Frontera Nororiental (Corponor), identificó 7 especies que están perdiendo la lucha al coexistir junto al hombre en Norte de Santander.
Estos animales están amenazados y en peligro de extinción por cuenta de que su hábitat cada vez está más cerca de aldeas y caseríos. Otra de las razones es la impronta humana, que hace que se acostumbren al trato del hombre y se les dificulte volver a su vida silvestre.
En el departamento aún no se reconocen prácticas de tráfico de fauna por los grupos ilegales alzados en armas, aunque sí se sabe que los cazadores de especies menores no detienen sus costumbres comerciales.
Según la Policía de Norte de Santander, los traficantes son sorprendidos con boas, tortugas, monos capuchinos o loros cabeciamarillos, pero hay animales como el mono araña, el paujil copete de piedra, el oso de anteojos, el cóndor, la guartinaja y los venados que tienen mayor riesgo de ser extinguidos.
Los campesinos se quejan porque estos animales salvajes atentan contra sus rebaños, pastizales y cultivos. Corponor está implementando acciones de conservación de algunas especies que fueron priorizadas para que puedan subsistir junto a los humanos. ¡Conózcalas!
Valor ecológico: Es el mayor controlador de carroña en el departamento.
Estado de vulnerabilidad: Alta. Está en peligro crítico de extinción.
Número de especímenes: Según el Plan Nacional de Conservación que se formuló en el año 2000, para Norte de Santander se habían registrado 10, pero se cree que hay 20.
Valor agregado: Es uno de los pocos departamentos en el país que tiene poblaciones naturales de cóndor andino.
Tipo de conflicto: Viven 9 años al cuidado de sus padres y eso los vuelve vulnerables al ataque de depredadores naturales, pero a veces en sus prácticas de primer vuelo se estrellan en cuerdas de energía y mueren; o no llegan a su edad adulta porque cazadores capturan a los padres y los polluelos mueren de hambre. La gente argumenta que muchas veces los han encontrado comiéndose las ovejas, camuros o terneros recién nacidos, pero esto es un mito porque solo son carroñeros.
Lugares donde habitan: Tienen una distribución bastante amplia. Viven en zonas altas y bajas, incluso en lugares como Cúcuta.
Valor ecológico: Son importantes en el ecosistema porque son la presa principal de los felinos y son dispersores de semillas. Todo lo que hacen es aprovechado por roedores. Cuando caen sus cuernos hay un proceso de descalcificación y los roedores lo aprovechan.
Número de especímenes: No existe censo. Ahora casi no se ven.
Tipo de conflicto: El conflicto es la cacería. El venado es perseguido y no encuentra qué comer por lo que se alimenta de cultivos de campesinos, que les disparan.
Estado de vulnerabilidad: Hay tráfico de esta especie porque la gente los usa como mascotas por su ternura y porque se dejan domesticar. Su carne es apetecida.
Lugares donde habita: Se encuentra en Toledo y Chitagá, pero hay avistamientos en Buacarasica y Ragonvalia.
Tráfico de la especie: Se vende en el Zulia donde dicen que su carne es muy rica. Aunque no debería tener precio, su valor comercial en el mercado ilegal varía entre los 50 y 100 mil pesos.
Lugares donde habita: Hay avistamientos de jaguar en Toledo y Catatumbo, pero no se han vuelto a ver. Existen registros de puma, pero son pocos los avistamientos porque son muy perseguidos. El martes fueron vistos en Palmarito (Cúcuta), el lunes en El Tarra, luego en Ragonvalia, Salazar, Arboledas, Toledo, Chitagá y Tibú.
Valor ecológico: Es el principal depredador terrestre. Son especies focales y son buenos indicadores de conservación. Cuando hay felinos se puede decir que el ecosistema está en un buen estado. Son controladores de roedores y de poblaciones de venados, pero tienen problemas porque los mamíferos son escasos.
Tipo de conflicto: Por la intervención del hombre en los ecosistemas se encuentran con ovejas de fincas y allí se presentan inconvenientes porque se las comen. Hay un fenómeno que se presenta y es que se han visto enseñando a sus crías a cazar ovejas. El mensaje es que no los maten e informen a las autoridades.
Número de especímenes: Poblaciones exactas no hay.
Valor ecológico: Es dispersor de semillas, polinizador y controlador biológico.
vulnerabilidad: Alta.
Número de especímenes: Se desconoce su número en el departamento.
Tipo de conflicto: Presenta conflicto con el ser humano por la disponibilidad de alimento y territorio.
Tipo de conflicto: Es la dieta principal de los indios Barí. Los Barí tienen permiso para su cacería. Corponor trata de identificar la cultura del consumo para entregar recomendaciones.
Valor ecológico: Son dispersores de semillas.
Estado de vulnerabilidad: Alta. Es un ave en peligro de extinción.
Número de especímenes: No existe censo. Solo se hacen registros y es complicado identificar su densidad poblacional porque se debería hacer marcaje con telemetría.
Valor ecológico: Son dispersores de semillas.
Tipo de conflicto: Son criados por los campesinos para comerlos. Hacen parte de la dieta de los indios Barí. Se ve altamente presionada por la destrucción de su hábitat y por la intensa cacería, pues le atribuyen falsas propiedades curativas al copete.
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