David Bonells Rovira (La Opinión 60 años)
Luis Miguel Brahim, artista plástico oriundo de Norte de Santander.
Una ojeada al panorama artístico y literario de un periodo tan amplio, implica recoger en un rápido repaso, la proyección más allá de los linderos regionales, de nuestros artistas y escritores en los últimos sesenta años.
En la producción literaria, el balance de la poesía nortesantandereana es positivo y estimulante. A los nombres mayores de Eduardo Cote Lamus y Jorge Gaitán Duran, cuyas voces ocupan ya un lugar de privilegio en el conjunto de la poesía hispanoamericana contemporánea, se agrega el de Miguel Méndez Camacho el más representativo de los últimos poetas del departamento.
Con Miguel compartí la edición de mi primer libro de poemas “La Noche de Madera”, galardonado con el tercer premio en el concurso nacional de poesía “Guillermo Valencia” y recientemente, las antologías de “La Generación Sin Nombre” publicadas con motivo de la celebración de los Cincuenta años del Grupo.
Otros autores que por sus libros se hicieron acreedores a los primeros premios en prestigiosos concursos nacionales e internacionales son: Jorge Cadavid, Ramón Cote Baraibar, Manuel Iván Urbina Santafé y Saúl Gómez Mantilla.
Muchos quedan por citar, pero fuerza es destacar las obras de Cicerón Flórez Moya y Amparo Villamizar Corzo quienes ocupan ya un lugar de primera línea dentro del conjunto de la poesía de Norte de Santander.
En esta panorámica, no debemos olvidar los nombres de los narradores, dramaturgos y novelistas: Carlos Perozzo, Miguel Méndez, Arturo Laguado, Guillermo Maldonado y Gabriel Pabón.
Perozzo es autor, entre otros libros, de la novela “Hasta el Sol de los Venados” y, dos obras de teatro, galardonadas en los concursos Casa de Las Américas de Cuba y Premio Nacional de Autores de Teatro.
Méndez publico la novela “Malena”; Laguado escribió el libro de cuentos “La Rapsodia de Míster Morris” uno de los más importantes de este género, publicados en Colombia.
Pabón, fue ganador del concurso nacional de Cuentos Jorge Gaitán Duran, lo mismo que Maldonado, quien además fue galardonado en el género de teatro con el premio Casa de las Américas de Cuba.
Las décadas de 1960 y 1970 constituyen la mejor época del teatro experimental nortesantandereano. La creación del Teatro Estudio de la Casa de la Cultura de Cúcuta dirigido por Paco Barrero y German Moure, hizo de la ciudad de Cúcuta unas de las pocas en Colombia que contaban con establecimientos de Arte Dramático.
La puesta en escena de obras de García Lorca y Brech y, sus participaciones exitosas en los Festivales de Teatro en Cali y Bogotá le valieron un lugar de privilegio dentro de los grupos de teatro del país.
Carlos Duplat.
Además de Moure Ramírez, quien fuera director de la Escuela Nacional de Arte Dramático y cuyas realizaciones lo hicieron acreedor del premio Vida y Obra otorgado por el Ministerio de Cultura, otros nortesantandereanos: Carlos Perozzo y Carlos Duplat, han contribuido también al desarrollo del teatro experimental colombiano. Ambos obtuvieron el premio nacional al mejor actor de teatro.
Duplat ha escrito y dirigido varias historias para la televisión que le han valido el reconocimiento de la crítica especializada, tres premios India Catalina y dos Premios Simón Bolívar. Muy significativo dentro de las Artes Escénicas es el papel desempeñado por Margarita Acevedo al frente de su escuela de Ballet.
En el campo de la música hay que destacar la labor del maestro Pablo Tarazona, quien como director del conservatorio organizó la orquesta sinfónica del Departamento, que llegó a ser considerada entre las más importantes del país.
En los años 60 y 70 fueron numerosos los conciertos de este grupo instrumental, destacándose sus presentaciones mensuales en el Teatro Zulima. Igualmente, hay que resaltar las retretas de la banda de música dirigida por Manuel Alvarado, en los parques Colón y Santander.
No podemos dejar de mencionar el concierto de la banda nacional en Cúcuta a mediados de los 60, bajo la dirección del nortesantandereano José Rozo Contreras, autor de la versión marcial, que hoy conocemos, del Himno Nacional de Colombia y la música del Himno de Norte de Santander.
Manuel Alvarado.
Egresada del Conservatorio de Cúcuta y especializada en el de Santa Cecilia de Roma, María Elena Olivares es en el campo de la interpretación musical, la cucuteña de más valía. Sus presentaciones en el Teatro Atenas de Verona y la Escalla de Milán, la hicieron acreedora de los mejores elogios de la crítica.
Otra mujer inolvidable que ocupa un lugar especial en esta disciplina fue Ligia Ramírez de Lara. Dedicó su vida a promover la cultura, especialmente la música, sobre la que dictó numerosas conferencias. Fue titular de las Cátedras de Historia de la Música y Musical en el conservatorio. Por sus realizaciones el Ministerio de Cultura le otorgó la Medalla Nacional de la Cultura.
Lo más destacado de las Artes Plásticas en el Norte de Santander a lo largo de este periodo, es el prestigio alcanzado por Eduardo Ramírez Villamizar, precursor del arte abstracto en Colombia, tanto como pintor y como escultor. Es uno de los artistas más importantes de la historia del arte moderno en Colombia. La altura y profundidad de su obra, suscitó el reconocimiento de la crítica especializada y lo hicieron acreedor del premio único de escultura en los salones nacionales de artistas colombianos en 1962, 1964 y 1966. En 1978 el gobierno colombiano le otorgó la Cruz de Boyacá. Sus esculturas se encuentran instaladas en New York, Washington, Medellín y Bogotá. En Cúcuta realizó el Mural Precolombino para el Banco de la República y el relieve de aluminio “Frizo Precolombino” que se encuentra instalado en el parque de acceso a la gobernación.
Beatriz Daza, muerta trágicamente en accidente automovilístico, es otra de las artistas nortesantandereanas cuya labor fue decisiva en el desarrollo de las artes plástica del país, particularmente la cerámica. Por su destacada participación en el XV Salón de Artistas Colombiano obtuvo el primer premio en cerámica.
Otros artistas plásticos oriundos del departamento, cuyos trabajos revisten especial interés son: Noé León, iniciador de la pintura primitivista en el país; Julio Castillo; Jorge Riveros; Luis Paz; Sonia Gutiérrez; Edgar Silva; Manuel Guillermo Cantor; José Campos Biscardy y más recientemente Luis Miguel Brahim, Cesar Herrera y Mauricio Sánchez.
Mención
aparte merece Eduardo González, cuyas fotografías lo hicieron acreedor a varios
premios y el reconocimiento del Salón de Artistas Nacionales.
Recopilado por: Gastón Bermúdez V.
No hay comentarios:
Publicar un comentario