La Opinión
Juan Carlos Prada Vélez fue un cucuteño emprendedor, visionario y excelente jefe y ser humano. Así lo describen sus amigos y personal que trabaja en los negocios de comida rápida conocidos como JuanK.
Tenía 61 años y se ufanaba de ir por más y mucho más, según lo dejó consignado en un video en donde reiteró que nació en Cúcuta “ha crecido en Cúcuta, para el cucuteño y por el cucuteño”. Pero el nuevo coronavirus le cortó las alas.
Su hija mayor Perla Prada asume las riendas del negocio. Sus otros dos hermanos: Juan Camilo y Gabriela, aún están pequeños, sin embargo, su papá siempre soñó que también se unieran al negocio.
Perla trabajó toda la vida con su papá. “Desde pequeños nos inculcó el amor por Juank. En vacaciones íbamos a trabajar, desde ser meseros, picar pollo, picar cebolla, hasta trabajar en las oficinas, porque nos decía que desde ahí íbamos a valorar las raíces del negocio”.
Considera que JuanK es un legado que tiene que proteger, cuidar, fortalecer y hacer más grande. “Mi papá me inculcó el amor por Cúcuta. Cuando terminé Economía y Administración de Empresas en Los Andes, mis amigos se burlaron porque dije que me devolvía para Cúcuta”. Y su papá también le dijo que una de las maneras de ayudar al país era generando trabajo de calidad y “eso fue lo que buscó mi papá que, así como JuanK crece que crezcan nuestros trabajadores.
Con ellos hay una relación muy estrecha. Mi papá era tan sencillo, tan fuerte, tan luchador que pasó de un carro de perros a tener la empresa que construyó para nosotros. Para mi papá la familia lo era todo. El decía que mi mamá (Yanet Santos) era la roca y a ella se le debe todo. Quiero honrar su nombre hasta la eternidad.
Tuve el placer de tener a un maestro que me enseñó con todo el amor, que me exigió. Y él me decía que le tengo que exigir más porque usted es la que va a manejar esto”.
Ejemplo a seguir
Hernando Hellal conoció a Juan Carlos Prada antes de ser socio en el Centro Comercial Ventura. Pero fue ahí, en la junta directiva, hace 14 años, donde se convirtió en su mejor amigo.
Los calificativos no le alcanzan para describirlo. “Era bueno, emprendedor, buen patrón, justo y muy generoso con sus empleados”.
Compartió, no solo momentos como empresario, sino también como persona, incluso lo escogió como el padrino de su hija. “Era excelente consejero. Siempre controvertía, pero para bien”.
Y Hellal comprobó ayer que Cúcuta lo quería demasiado porque “he pasado todo el día contestando llamadas”. Muchos no podían creer que un ser tan bueno y justo se hubiese ido. Juan Carlos no escatimaba nada con sus trabajadores “y para la época decembrina les compraba electrodomésticos”.
JuanK es un ejemplo a seguir. Inició con un carrito y se puede decir que es una platica bien sudada, bien trabajada. Generó empleo en la ciudad con la comida rápida y además con los domiciliarios. Es uno de los negocios mejor posicionados.
A pesar de su carácter templado era muy jovial y alegre. Fue excelente hijo, esposo, hermano, padre y jefe.
Excelente ser humano
Yurley Quiñónes Vidal cumplió nueve años trabajando en JuanK y recuerda que lo conoció cuando trabajaba en el Club Tennis. “Siempre iba a la cafetería por su café caliente”. Y cuando se quedó sin trabajo le abrió las puertas. Hoy se desempeña como jefa administrativa.
“Aprendí muchísimo. Nos enseñó siempre a ir por más. Fue un excelente jefe y ser humano. Logró, en estos tiempos de pandemia, manejar la situación sin afectarnos a nosotros ni a la empresa”.
Perseverante
Milena Araújo se desempeña como jefa de personal y desde hace 20 años labora en ese negocio de comidas rápidas. Recuerda a Juan Carlos Prada como una persona perseverante y con mucho amor.
Empezó lavando la caseta del parque donde se levanta el negocio y “él creyó en mí. Me formó en valores y profesionalmente en lo que hacemos. Siempre nos inculcó en que creyéramos en nosotros y que podíamos conseguir lo que nos propusiéramos.
Tenía la capacidad para inventar cosas y todo le salía bien”. Araújo se siente muy agradecida porque gracias a su empuje pudo construir su casa. Lo califica como “muy noble, con un corazón demasiado grande. A todos nos escuchaba y nos aconsejaba”.
Figura paternal
David Alejandro Vera llegó al negocio cuando tenía 15 años a hacer prácticas de una técnica de bachillerato de Gremios Unidos. Y cuando terminó le pidió a Juan Carlos que le diera la oportunidad para trabajar y seguir estudiando.
“Sin conocerme me apoyó y estudié auxiliar administrativo en el Sena en convenio con el colegio. Pero él se convirtió en mi figura paterna porque me preguntaba cómo me iba en clases y que no me quedara ahí, que trascendiera. Y actualmente estoy terminando el último semestre en licenciatura en matemáticas en la Universidad Francisco de Paula Santander. Esta empresa es una familia y eso se traduce en las ventas”.
El empresario cucuteño Juan Carlos Prada murió el martes 24 de noviembre de 2020 por coronavirus, en Bogotá. A tempranas horas de ese día se conoció la lamentable muerte del cucuteño Juan Carlos Prada, reconocido por sus restaurantes de comidas rápidas, quien venía luchando contra el coronavirus. Incluso, había sido trasladado a la Fundación Santa Fe de Bogotá, en donde falleció, para que recibiera atención especializada.
Hamburguesas JuanK
JuanK nació hace más de 30 años gracias al trabajo, dedicación y constancia de Prada Vélez, un emprendedor que logró consolidar su empresa como un icono de la ciudad.
El negocio de JuanK nació en 1987 porque de tenerlo todo Juan Carlos quedó sin nada a raíz del asesinato de su mamá Perla Betty Vélez, presidenta del Tribunal Superior. “Y le dijo a mi mamá que siguiera estudiando y él se dedicaría al negocio”. Dice su hija.
En sus inicios, el emprendimiento era un carrito de comidas rápidas ubicado en una esquina del parque de Ceiba. Hoy, es uno de los puntos de comida más representativos de la ciudad, con una clientela que año tras año crece.
Los clientes pueden disfrutar de hamburguesas, perros, sándwich, parrillas, ensaladas de frutas y jugos naturales.
“Mi lema durante muchos años ha sido mantener la verdad, esa ha sido mi fortaleza; si yo le digo a un cliente que el producto es de calidad, es porque es así. JuanK es calidad con más sabor; eso nos ha caracterizado en todos estos años de servicio”, afirmaba Juan Carlos.
En una entrevista a el empresario se logró conocer lo siguiente:
¿Cómo nace JuanK?
Nace a partir de un negocio de hamburguesas llamado ‘Las auténticas’. Mis cuñadas trabajaban con un carrito de comida rápida que les alquilé, y como yo les ayudaba en la parte organizacional, me enamoré del negocio. Inicié en 1987 en la esquina del parque de Ceiba con mi carrito de perros; con los años me di cuenta de lo importante que era que las personas identificaran el negocio, así que busqué a un especialista en desarrollo de marcas para que me ayudara. De ahí surge el nombre de JuanK.
¿De qué depende permanecer en un mercado tan competitivo como el gastronómico?
La constancia dentro de un negocio es muy importante, pero con los años aprendí que la organización es fundamental para que todo funcione.
¿Cómo debe ser la atención al cliente?
Al cliente hay que creerle todo. Les he enseñado a mis empleados que para mí es muy importante lo que el cliente diga, porque ellos le ayudan a uno a mejorar el negocio.
¿Cuál ha sido el éxito de JuanK?
La dedicación y organización con que se hacen las cosas, años de trabajo duro, de creer en los clientes, de mejorar e innovar para ellos. Siempre busco mejorar y que los productos sean de muy buena calidad.
¿Cuál es el secreto de una buena hamburguesa?
Para mí, el secreto de una buena hamburguesa está en la calidad y el amor con el que se prepare.
¿Come hamburguesas?
Claro, desde que abrí el negocio tuve claro que no la iba a comer todos los días porque me cansaba, pero cuando me como una es porque tengo ganas, la disfruto y me deleito con su sabor.
¿Cree que Cúcuta se ha vuelto una plaza apetecida para los restauranteros?
Cúcuta es una ciudad bendita para cualquier restaurante, aquí no nos meten gato por liebre, la gente conoce y sabe lo que es una buena hamburguesa. Para mí el cucuteño es un buen catador de hamburguesas.
¿Es fácil abrir un restaurante en Cúcuta?
Pienso que es igual de difícil que en otra ciudad. Cada vez es más complicado hacer empresa, el gobierno agobia con los impuestos y existe más presión; pero la gente sigue montando sus negocios porque hay que salir adelante.
¿Hay buen personal de cocina en la ciudad?
Sí, aquí existen buenas academias en las que preparan a los profesionales de estas áreas. Del Sena sale gente muy preparada y Amalthea (academia de cocina) ofrece personal muy capacitado para la demanda de la ciudad.
¿Qué les recomienda a los empresarios que le están apostando al mercado culinario?
Para mí los elementos que no le pueden
faltar a una persona cuando está empezando es la organización, planeación y
dedicación en lo que está desarrollando.
Recopilado por: Gastón Bermúdez V.
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