Gustavo Contreras (La Opinión)
La nostalgia, justo en este mes de diciembre y más en este año 2020, embarga el sentir de la gente. En Cúcuta, la terrible pandemia sigue ensañada día a día por la irresponsabilidad de muchos ciudadanos y la inseguridad y la economía, tampoco es que vayan bien.
A estos males se le sumó uno que aqueja a miles de fervorosos hinchas del Cúcuta Deportivo, un equipo que históricamente ha brindado muchas más tristezas que alegrías, y que hoy pareciera estar al borde de su extinción.
Sin reconocimiento deportivo activo, inmerso en el proceso de liquidación judicial y desafiliado de la Dimayor, su futuro es incierto y hasta poco alentador para los seguidores que confían en que Arturo Acosta Villaveces, el liquidador y representante legal de la institución, ponga a funcionar al club, como lo prometió hace unas semanas en una visita a la ciudad.
En medio de toda esa lluvia de desgracias ocasionadas por el anterior presidente, los miles de rojinegros recuerdan hoy, 20 de diciembre, como la fecha más preciada por la alegría brindada por el club motilón.
Hace 14 años, en Ibagué, el doblemente glorioso, el equipo de la frontera que estuvo cerca de ser campeón en 1964, alcanzó su primera y única estrella en la primera división colombiana.
Encabezados por Jorge Luis Pinto, el santandereano más querido en estas tierras, la tribu empató con el Deportes Tolima 1-1 en el Murillo Toro por la final de vuelta, pero su triunfo 1-0 en el General Santander, en la ida, le dio el campeonato.
Un antecedente que ilusionaba
Cúcuta llegó a la primera división en el 2006 luego de pasar nueve años en segunda. En diciembre de 2005, el director técnico Álvaro de Jesús Gómez, le devolvió esa alegría a los cucuteños. Su misión era esa, la cumplió y salió de la institución. En su remplazo llegó Jorge Luis Pinto, un recio entrenador fiel amante de la disciplina y el trabajo.
Pinto llamó
a Germán ‘El Burrito’ González para que fuera su asistente. Armó un equipo con
piezas importantes como Macnelly Torres, Lin Carlos Henry y Roberto Peñaloza;
tres costeños que no venían en su mejor momento, pero en Cúcuta ‘revivieron’ y
sellaron sus nombres en la historia. Se conservó parte de los jugadores
campeones de la B como Walter Moreno, Willers Valencia, Braynner García, Joe
Luis Ragua¸ Yesid Trujillo, David Córdoba, Camilo Uribe, entre otros.
Además, se reforzó con Pedro Portocarrero, Charles Castro, Elvis González, Roberto Bobadilla, Nelson Flórez, Jorge ‘La Babilla’ Díaz, Leonardo Mina Polo, William Zapata, entre otros.
El primer semestre fue magnifico. En el todos contra todos el motilón fue segundo con 37 puntos de 54 posibles. Clasificó a los cuadrangulares finales y estuvo en el grupo con Deportivo Pasto, Atlético Nacional y Millonarios. Nuevamente, el segundo lugar le aguaba la fiesta al equipo de Pinto.
Para el segundo semestre, el goleador del primer campeonato del año, Jorge Díaz deja la institución. En su remplazo llegó proveniente del Deportivo Cali el panameño Blas Pérez. Al arco se sumó Robinson Zapata, llegó Rodrigo Saraz, Ruberth Morán, Julio Caicedo, y otros más.
El camino de la gloria
En la tabla de la reclasificación, 47 puntos ubicaban al rojinegro como el mejor equipo del campeonato ilusionando a la hinchada fronteriza de poder participar en una competencia internacional para el 2007.
La primera jornada fue contra Nacional, en Medellín, el 15 de julio del 2006. Antes de ese encuentro, los dos equipos se encontraron tres veces con un saldo de tres victorias para el Cúcuta. La tarde fue para el verde antioqueño con un marcador de 2-1, luego de que el onceno de Pinto iniciara ganando el compromiso con un gol de Lin Carlos Henry.
En la segunda fecha el Cali se llevó un punto del General Santander en un juego que terminó 1-1, y el cual quedó para la historia de José Luis Bueno, pues anotó su primer tanto como profesional.
El clásico ante Atlético Bucaramanga era su siguiente reto. El partido, que se disputó en Barrancabermeja, fue ganado por el motilón 1-0 con gol de Pepe Portocarrero, que significó la primera victoria en el semestre.
En la cuarta jornada, Real Cartagena, club que era odiado por la hinchada rojinegra tras el amaño con Valledupar en la B en el 2004, visitó el Coloso de Lleras e igualó 1-1. Braynner García marcó por el rojinegro. Pero ese duelo es recordado por un puño que Julio Comesaña (DT visitante) le propinó a Pinto.
“Siempre dele y dele con los árbitros. Si no le gusta que no dirija más, que se vaya para Costa Rica o a otro lado”, afirmó Comesaña tras el incidente.
En la
quinta, Blas Pérez marcó el único tanto del Cúcuta en su visita a Pereira (0-1)
y su primero como motilón. En la sexta, Millonarios sufrió el infierno que
formaban los miles de aficionados en el General y perdió 2-1. Blas y Lin Carlos
fueron los autores.
La segunda caída llegó en Pasto. El volcánico, por la séptima, lo superó 2-1 con un gol al minuto 90 de Carlos Villagra. Roberto Bobadilla, de tiro libre, descontó por el fronterizo.
La racha de Blas y Lin Carlos volvería en la octava. 3-0 a Quindío. Aquella tarde también marcó Yesid Trujillo.
En el ombligo de campeonato, el rojinegro celebró su cumpleaños 82 ante los leopardos en el General. La fiesta fue total. Lin Carlos en dos oportunidades y Macnelly en otra, le dieron el triunfo al futuro campeón 3-2.
En la décima, otra amarga visita al Atanasio Girardot. Medellín derrotó 2-0 en un duelo en el que Nelson ‘El Rolo’ Flórez, salió expulsado.
Walter Moreno y Roberto Bobadilla mandaron al diablo al América en la jornada once. 2-0 en el General. En la doce, Blas anotó en el empate a 1-1 con Huila en el Plazas Alcid de Neiva.
Roberto Peñaloza fue verdugo de su ex-equipo, el Junior, en la fecha trece disputada en el Metropolitano. 1-0 para el rojinegro que comandaba tranquilamente la reclasificación.
El Once Caldas por poco se lleva un triunfo de la Perla del Norte. Rufay Zapata atajó una jugada a Nondier Romero al 89’ en un encuentro que quedó 1-1. Lin Carlos, el autor para el local.
La peor caída del semestre fue propinada por Santa Fe en la jornada quince. La expulsión de Rufay fue clave para la derrota 4-1 en la que Blas había empatado.
Deportes Tolima se toparía con el motilón en la dieciséis. El triunfo fue para el Cúcuta (1-0) con gol de Lin Carlos. “Hay que reconocer que fue un partido mano a mano, bravo, intenso, de gran exigencia, de buen fútbol”, afirmaba Pinto tras la victoria.
La fría Tunja no perdonó al rojinegro y en la diecisiete cayó 1-0 con Chicó.
En el
cierre de la fase todos contra todos, Envigado descendió en el General luego de
perder 1-0 con un tanto de Blas, quien años antes jugó en el equipo naranja. El
rojinegro terminó sexto con 31 puntos, tres menos que Tolima quien fue el
líder.
Un sufrido paso a la final
Huila, Medellín y Millonarios, fueron los acompañantes de grupo del Cúcuta. El inicio no pudo ser mejor: victoria 0-1 en Neiva con gol de Blas tumbando un invicto de 9 fechas a los opitas.
El pase parecía asegurado al ganarle 2-0 a Millonarios (Bobadilla y Blas) y 2-1 a Medellín (Blas y Braynner) en la segunda y tercera fecha.
De forma impensada llegaron dos derrotas en hilo. El poderoso le ganó 2-1 (en el Cúcuta fueron expulsados David Córdoba, Charles Castro y Pinto) y el embajador lo superó 1-0 en la quinta fecha.
El cupo a la final se lo jugaban Cúcuta y Millonarios que llegaban con nueve puntos a la última jornada. El motilón debía enfrentar a Huila mientras que el azul a Medellín.
En el General, el rojinegro pudo igualar pero en el Atanasio, Medellín goleó 4-0 al capitalino poniendo a celebrar a la frontera.
Final de tribus
El Tolima de Jorge Bernal sería el rival de final. Pijaos y motilones medían en un duelo de tribus.
El anhelo de la primera estrella inició el 17 de diciembre del 2006 en la capital nortesantandereana. El once de Pinto: Zapata; García, Peñaloza, Moreno, González; Flórez, Castro, Jarín Asprilla, Torres; Saraz y Blas.
Saraz anotó el único tanto del local al minuto 23 en un juego que terminó 1-0. Fue su único gol en el campeonato y el que daba una leve ventaja para la vuelta.
“Vamos a ir a muerte. Somos los mejores visitantes del país y lo vamos a ratificar”, decía Pinto Afanador.
Por su parte Bernal dijo que “el 1-0 en contra tiene la posibilidad de remontarse en Ibagué, sin menos preciar al Cúcuta”.
El 20 de diciembre, el fervoroso deseo de ser campeones se hizo una realidad. Pinto tan solo sustituyó a Saraz por Bobadilla, Portocarrero por Peñaloza y Ragua por González en la formación inicial.
Tolima, por medio del cucuteño Yulián Anchico, igualó la serie al minuto 61 poniendo a los miles de fanáticos tensos de que le pudieran remontar al rojinegro.
Pero al 77, una pared entre Blas y Macnelly que terminó este último con un remate grabado en la memoria de los motilones, sentenció el campeonato al igualar el compromiso y aventajar en la serie 2-1.
En la campaña gloriosa, Blas Pérez fue el mayor artillero del motilón con nueve anotaciones y el premio de incrustarse en el corazón de todos los seguidores del maltratado Cúcuta Deportivo.
El equipo
de sus 26 partidos disputados en el segundo semestre ganó 13, empató 6 y perdió
7. Marcó 31 goles y recibió 23.
Recopilado por: Gastón Bermúdez V.
No hay comentarios:
Publicar un comentario