PORTAL CRONICAS DE CUCUTA: Estandarte cultural de historias, recuerdos y añoranzas cucuteñas…

PORTAL CRONICAS DE CUCUTA: Estandarte cultural de historias, recuerdos y añoranzas cucuteñas…

TERREMOTERO -Reconocimiento, enero 2018-

Apasionantes laberintos con inspiraciones intentan hallar rutas y permiten ubicarnos en medio de inagotables cascadas, son fuentes formadas por sudores de ancestros. Seguimos las huellas, buscamos encontrar cimientos para enarbolar desprevenidos reconocimientos en los tiempos. Siempre el ayer aparece incrustado en profundos sentimientos.

Corría finales del año 2008, Gastón Bermúdez sin advertir y sin proponerlo, inicia por designios del destino la creación del portal CRONICAS DE CUCUTA. Parecen haberse alineado inspiraciones surgidas por nostalgias. Gran cúmulo de vivencias, anécdotas, costumbres y añoranzas, fueron plasmadas en lecturas distintas.

Ya jubilado de la industria petrolera venezolana, recibió mensaje que expresaba una reunión de amigos en Cúcuta. Tenía más de cuatro décadas ya establecido de forma permanente, primero en la ciudad del puente sobre el Lago y después en la cuna del Libertador. Viajó ilusionado, acudió puntual a la cita desde Caracas. Encontró un grupo contemporáneo, conformado por amigos ex-jugadores de baloncesto y ex-alumnos del Colegio Sagrado Corazón de Jesús.

La tierra cucuteña levantada desde primeras raíces plantadas, siempre acompañó todos los hijos ausentes. Cuando encontramos distantes los afectos, creemos separarnos de recuerdos. Nos llevamos al hombro baúles de abuelos, cargamos con amigos del ayer, empacamos en maleta la infancia y juventud. Muchas veces una fotografía antigua, atrapa y confirma que nunca pudimos alzar vuelo.

Entonces por aquellos días apareció publicado ´La ciudad de antaño´, parido desde generosa pluma con sentido de identidad comprometida, fue el mártir periodista Eustorgio Colmenares Baptista dejando plasmados recuerdos de finales de los 50 y años 60. Sin querer, esas letras fueron presentación inaugural de CRONICAS DE CUCUTA. Los Inolvidables sentires viajaron al modesto grupo de amigos y abrieron compuertas para afianzar arraigos de infancia. Don Eustorgio culmina la crónica con frases retumbando las memorias: “Había muchos menos avances tecnológicos a disposición de la comunidad, pero vivíamos como si nada nos faltara. Nos bastaba con vivir en Cúcuta”.

Sentires intactos, ahora plasman recuerdos en calles transitadas por niños que fuimos. Nuevamente los arraigos hacen despejar las avenidas a los rieles del antiguo ferrocarril. Nos bastaba con vivir en Cúcuta. Asoman madrugadas entre indetenibles remembranzas y añoranzas.

Sin planificar nada, Gastón compartía vía internet las crónicas del Diario La Opinión aparecidas cada ocho días en lecturas dominicales. Sin saber, creció el portal CRONICAS DE CUCUTA. Cada acontecimiento recopilado se convertía en homenaje In Memoriam para hombres y mujeres que dejaron muy alto el Valle de Guasimales. Igualmente, exalta la dignidad con reconocimiento a grandes glorias del ámbito artístico, cívico, periodístico, religioso, deportivo, cultural, social y político.

Oficialmente se convierte en PORTAL WEB el 7 de octubre 2010. En forma admirable acumula ya 1.329 recopilaciones tipo crónicas, casi todas extractadas de periódicos y publicaciones locales, libros populares, escritos nacidos de historiadores, periodistas, inéditos autores y muchos escritores del Norte de Santander. El portal permite hallar el original ADN ancestral y ubica el sentido innato de pertenencia cucuteña. Llegó un día a la vida de todos los internautas, igual como aparecen las buenas nuevas, sin avisar, sigilosamente introduciéndose en las cortezas que somos y las venas que siempre fuimos. Su creador, nunca imaginó un buscador que tocara el alma y menos tallar imborrables despertares en ávidos ojos de lectura.

Aparece ahora como paso determinante para navegar en referencias de Cúcuta. Asegura a nuevas generaciones herramientas para afianzar valores jamás perdidos. La perspectiva futura para ámbitos históricos, culturales, sociales y deportivos, harán necesario considerar el Portal como insigne buscador de consulta e informativo. Importante archivo tecnológico para infantes en colegios y escuelas. Podrá acceder directamente cualquiera a profundos arraigos allí recopilados. Casi imperativo considerarlo como salvaguarda del sentido de identidad y pertenencia.

CRONICAS DE CUCUTA se convirtió en sugestivo repaso de acontecer histórico, recopilado en 19 capítulos o clasificaciones. Portal libre, siempre abierto a todo aquel deseoso por descubrir datos históricos, biografías, nombres de grandes personajes, fechas emblemáticas, sucesos de vida social, cultural, deportiva, religiosa, artística y política. Formidable vía adentrándose en acontecimientos del siglo XVIII hasta nuestros días. Todo expedicionario oriundo se encontrará representado en cada letra, apellido, dato, foto y fecha. Todos volverán a observar las luces de la gran ciudad en medio de rutas por hallar orígenes.

CRONICAS DE CUCUTA no debe tener como destino el olvido, deberá asegurar a nietos de nuestros nietos, inquebrantables lazos surgidos de nostalgias, recuerdos y añoranzas. CRONICAS DE CUCUTA es herramienta tecnológica para demarcar el hilo conductor entre hoy y ayer. Parece luz encontrada en días oscuros, nos abre el entendimiento. Pulsar la tecla nos lleva a destinos con encuentros pasados. Valiosa información contenida en páginas adornadas con sentimientos profundos.

CRONICAS DE CUCUTA garantiza el resurgir de valores originarios que parecían adormecidos por culpa del avasallante mundo moderno. CRONICAS DE CUCUTA llegó para quedarse, igual que mares inundados por recuerdos. CRONICAS DE CUCUTA confirmó la premisa donde las nostalgias se convierten en vehículos para transportar la historia. Una enciclopedia virtual presentada por nuestras gentes con sencillo lenguaje.

Anclados quedarán por siempre nuestros sentires, intactos los arraigos, despiertas las añoranzas y vivas las costumbres intactas. Ahora aseguramos el reguardo de raíces que retoñan desde cenizas del ayer. Dios jamás declaró desértico el Valle Arcilloso, siempre fue bendecido, tampoco declarado deshabitado para la vida del hombre.

Fueron creciendo raíces en medio de cenizas y milagrosamente reverdecieron los gigantescos árboles frondosos. CRONICAS DE CUCUTA reafirma lo que somos. Seguiremos siendo aquello que siempre fuimos, nada cambió, solo algunos pañetes y varios techos distintos.

Todo estará por volver, todo por crecer y todo por llegar. Nunca estaremos solos. Cada generación hará brotar nostalgias por siempre convertidas en historias llenas de arraigos.

Nos bastaba con vivir en Cúcuta…

miércoles, 12 de junio de 2024

2441.- LOS PADRES DEL GENERAL SANTANDER

Gerardo Raynaud (La Opinión)


El historiador Luis Eduardo Pacheco se dio a la tarea, en 1921, de recopilar una extensa información sobre la genealogía del general Santander, para publicarla como un homenaje a la ciudad y darla al conocimiento público en la conmemoración de los cien años de la reunión del Primer Congreso de la Gran Colombia reunido por esa fecha en el Templo de la Villa del Rosario. La tarea de divulgación la realizó el interdiario El Trabajo y fue editado en varias entregas a partir del mes de junio del año en mención.

La investigación abarca la ascendencia directa del general desde sus bisabuelos hasta sus padres en documentos que fueron encontrados en los archivos eclesiásticos y civiles de San Cristóbal, Táriba y Caracas en Venezuela y en la Villa del Rosario de Cúcuta, así como en los mismos de las notarías primera y segunda de Cúcuta.

Debido a lo extenso de los documentos esta crónica tratará de compendiar al máximo la información y extraer de ella sus apartes más significativos. Comencemos con sus padres, don Juan Antonio Santander y Colmenares y doña Manuela Antonia Omaña y Rodríguez.

Nacido en San José de Cúcuta, Juan Antonio supo conservar los bienes heredados de sus padres que fueron incrementándose a medida que fuera contrayendo ventajosos enlaces, al punto que, en el año de su muerte, en 1808, poseía un capital de más de veinte mil pesos representado en las extensas tierras fértiles ubicadas en los valles del Táchira, San Faustino y de Cúcuta, sin contar con los bienes muebles, joyas y alhajas.

Se había casado en primeras nupcias, el 2 de mayo de 1767, con Paula Petronila de Vargas. Luego de enviudar, se casó en segundas nupcias con doña Justa Rufina Ferreira García y sin más información, se sabe que casó por tercera ocasión, en 1788 con la viuda del doctor Nicolás de Tobar y Guzmán.

Fue un hombre emprendedor dedicado a la ganadería, pero especialmente a la agricultura de añil, cacao y cañas.

Era de carácter práctico franco y llano, características que se deducen de las cartas que escribía a sus parientes, entre ellos al general Pedro Fortoul, su primo.

Tuvo una importante actuación durante la Revolución de los Comuneros en 1781, en la que Cúcuta, en un principio, fue desafecta a la sublevación, finalmente constituyó su Junta de la que hizo parte don Juan Antonio.

Terminado el movimiento, las autoridades hispanas entablaron los respectivos procesos en contra de los rebeldes, en los que se vio envuelto, sufriendo el embargo de todos sus bienes, los que sólo le fueron devueltos en 1782, cuando se acogió al indulto publicado por el arzobispo Virrey Caballero y Góngora.

Tenía don Juan Antonio influyentes relaciones en la Capital, pues no de otro modo se explica que el gobierno español requiriera de sus servicios llamándolo a desempeñar la importante Gobernación de San Faustino, a pesar de la reciente participación en aquel célebre levantamiento y los nexos con sus más caracterizados rebeldes. Fue el Virrey Ezpeleta quien firmó el Título de su nombramiento el 31 de julio de 1790, por renuncia de su primo José Ignacio Fortoul y Santander. Además del cargo de gobernador, a la vez ejercía como Juez Cartulario en el cabildo de su jurisdicción.

Tuvo una meritoria labor, pues durante su gobierno atendió la pacificación de los Motilones y en abril de 1793, sirvió de verificador de los linderos de la jurisdicción territorial del vecindario de San José de Cúcuta al ser erigida como Villa.

Así mismo, durante su gobierno, se trató la demarcación de los límites del nuevo Obispado de Maracaibo, con sede en Mérida, dando lugar a un largo litigio referente a la agregación de los pueblos de Pamplona, Cúcuta y sus términos, incluyéndose San Faustino.

Murió en la Villa del Rosario, residencia de su familia y allí otorgó testamento el 5 de enero de 1808. En su testamento y por razones de parentesco con don Juan Jacinto de Colmenares, con quien había fundado en 1786 una Capillanía*, dejó establecido en una de sus cláusulas, que designaba en primer término para el goce de dicha Capellanía a su hijo Francisco de Paula, que entonces seguía la carrera de estudios en la Capital de Santafé, habitó en el Rosario, según nos cuenta el historiador Luis Eduardo Pacheco, en la casa alta situada en la extremidad de la Villa, camino para San José, histórica morada donde vino a la vida su ilustre hijo y que es la misma a que se refiere don Juan Agustín en la cláusula II° de su testamento que textualmente se cita guardando la ortografía original:

“…It declaro por bienes míos esta casa de habitación que es de tapia y texa con su altillo a la esquina y la Hazienda arboleda de cacao, plataneras y tierras bacías, cuya Hazienda está contigua a la misma casa y se compone como de diez mil árboles de cacao comenzando a disfrutar”.

Su progenitora, Manuela Antonia de Omaña y Rodríguez, según se sabe y está consignado en los archivos, fue casada en primeras nupcias, el 18 de abril de 1784 con el abogado de la Real Audiencia y magistrado de alto rango en la Colonia, don Nicolás de Tobar y Guzmán, de encumbrada familia tunjana descendiente del conquistador Gonzalo Suárez Rondón y con entronques con los Condes de Tobar y de Molina de Herrera y el cual desempeñó los destinos de Fiscal de Real Hacienda de Tunja y Administrador de la Real Renta de Correos en Tocaima.

De este primer matrimonio nació Miguel de Tobar, literato y prócer de la Independencia, miembro del Colegio Electoral de Cundinamarca y del Primer Congreso General de la Gran Colombia, reunido en la Villa del Rosario de Cúcuta en 1821.

Casada posteriormente con Juan Antonio Santander fueron sus hijos Pedro José, Josefa Teresa, Francisco de Paula y Josefa Dolores.

Las crónicas consultadas no muestran más información sobre fechas y datos que permitan establecer relaciones de los padres del general Santander; hay que recordar que, por esa época, las mujeres no tenían mayor figuración, razón por la cual existe poca información al respecto.


*Capellanía: La Capellanía o beneficio eclesiástico, es una institución hecha con autoridad de Juez Ordinario y fundación de rentas competente, con obligación de misas y algunas con asistencia a las Horas Canónicas, establecida por una persona que adscribe algunos de sus bienes al pago de una pensión a un clérigo para que celebre misas u otros cultos en una capilla determinada (Wikipedia).




Recopilado por: Gastón Bermúdez V.

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