Gerardo
Raynaud
Esta foto
del recuerdo en Pereira muestra a la mayoría de los integrantes del equipo con
su madrina, directivo Sepúlveda y algunos aficionados. Entre los jugadores
están de pie Roque ¨fiera¨ Peñaloza, Carlos ¨cabezón¨ Castillo, Hernán ¨pipo¨
Gómez, Otto ¨cicuta¨ Jiménez, Alfredo Díaz, Hilario López y agachados David
Morantes del cuerpo técnico, luego Luis Castro Lobo, Gustavo Martínez y Germán
¨patón¨ Sánchez.
Como todos los principios de año, las instituciones
acostumbran a divulgar las actuaciones y actividades que realizaron durante el
mismo periodo inmediatamente anterior, lo que hoy llamamos eufemísticamente,
‘la rendición de cuentas’, con el fin de informar a la ciudadanía o mejor aún,
a los contribuyentes, cómo fueron invertidos lo recaudado por sus impuestos.
El año 57, como sabemos, fue un año atípico en lo político y lo social,
situación que influyó necesariamente en las demás actividades de la vida diaria
y por ello, el deporte no fue la excepción.
Existía entonces, la Federación de Deportes como entidad rectora de éstos y
dependiente del Departamento y a la cabeza de ésta, el secretario que era
quien, por norma, guiaba u orientaba la actividad, algo que consideraban quienes
manejaban la gestión deportiva, como un serio inconveniente para que el papel
de esta entidad fuese siempre acertado.
En los primeros meses de ese año, el secretario de deportes era el conocido
Bonifacio Jaimes, hombre entregado al deporte durante toda su vida, aunque
fuera detrás de un escritorio.
Debido a la falta de presupuesto y a la negativa de
contribuir a su consecución, don Bonifacio perdió el apoyo de todas las ligas
deportivas, razón por la cual tuvo que retirarse del cargo y en su reemplazo se
nombró a don José García-Herreros, quien sin estar versado en deportes, supo
atender a los dirigentes y proporcionar apoyo a todos los deportes.
Por esta razón, la dirigencia deportiva en su
totalidad esperaba que para el año 58, la Federación esperaba cumplir una labor
más eficiente y como todos ansiaban ‘digna del reconocimiento general’.
Después de esta breve introducción, el informe rendido a la comunidad sobre el
desempeño de los deportistas y debidamente socializado, reflejaba la realidad del
deporte regional; escasos progresos a pesar de la mucha actividad pero sin
mayor técnica.
El informe mostraba lo que se había hecho en el campo de los deportes más
representativos como fueron el ajedrez, el atletismo, basquetbol, beisbol,
ciclismo, futbol y tejo.
Veamos entonces lo que se informaba al respecto del desempeño de nuestros
deportistas en cada una de sus especialidades.
Comenzaremos con el deporte ciencia. Mucha actividad se desarrolló en torno a
esta práctica; varios torneos fueron escenificados, tanto en los amplios
salones de la emisora La Voz de Norte, como en el Club Deportista, por entonces
el más reconocido patrocinador de las actividades deportivas de la ciudad.
Allí practicaron nuestros ajedrecistas para
representar el departamento en el campeonato nacional que se realizó en
Montería, donde ‘nuestros representativos pudieron darse cuenta cabal de la
importancia de los detalles de orden técnico, que es necesario imprimir a la
organización y el desarrollo de las actividades locales para lograr progresos y
llevar a nuestros ajedrecistas a adquirir una más sólida y efectiva
preparación.’
Era la forma diplomática de relacionar la desastrosa
participación de los integrantes de la selección local.
En el siguiente punto del informe, se trataba el tema del atletismo. La queja
fue generalizada contra la Sección de Educación Física del Departamento por
cuanto, decían, se oponían sistemáticamente a la participación de los
estudiantes de los planteles educativos, en las distintas actividades que
permitiera desarrollar talentos atléticos.
Sin embargo, la liga de atletismo programó algunas
pruebas, dentro de las limitadas suficiencias técnicas, por lo cual no se pudo
realizar el campeonato departamental.
La falta de apoyo por parte de las entidades oficiales
para efectuar el arreglo y acondicionamiento de las pistas, de las que sólo a
mediados del mes de diciembre se obtuvo alguna atención, hizo renacer la
esperanza que para este deporte se presentaría el año siguiente.
De las pocas pruebas que se realizaron, la que mayor espectacularidad mostró
fue la ‘Maratón de los Barrios’, entre otras, por el entusiasmo que mostraba el
entrenador de la liga, Natalio Molinari, que le permitía foguear a su pupilo
Carlos Alarcón con los atletas locales, con miras a su participación en el
principal evento deportivo de fin de año que era la Maratón de Girardot, como
preparación a la más famosa de las carreras de fin de año, la Carrera de San
Silvestre.
El deporte que tal vez sacaba la cara por el departamento era, sin duda el
basketbol y conste que lo escribo así, como era la costumbre en esa época,
haciendo caso omiso a las recomendaciones de la Academia, sólo para mantener el
ambiente que se vivía en los años de mediados del siglo pasado.
Durante el 57, la afición cucuteña tuvo la oportunidad de disfrutar y gozar del
espectáculo basketero en toda su intensidad, con ocasión de los partidos de la
Copa Colombia, tanto en las eliminatorias, como en su etapa final.
El equipo del Norte tuvo la fortuna de tener el respaldo general de las
instituciones del sector público, así como el patrocinio de las empresas
más representativas del sector privado local.
Para su participación en ese torneo de Copa, el equipo
contó con la ventaja de tener un entrenador propio y de innegables
conocimientos técnicos, por lo cual se logró la conquista del subcampeonato.
Luego de este trofeo, que le dio la oportunidad de
clasificarse para el Campeonato Nacional que se realizó en la ciudad de
Pereira, en donde nuevamente el equipo obtuvo, el subcampeonato nacional, pero
además, el título de campeón nacional de tiros libres, mención que recayó en la
persona del jugador y entrenador Alfredo Díaz.
Aunque desde el principio, el equipo lamentó las
ausencias de algunos de sus mejores jugadores, como fueron Carlos Díaz, Álvaro
Silva y Sergio López, siempre creyeron que lograrían mejores resultados si
hubieran estado presentes y que finalmente por razones diversas no pudieron
asistir.
El siguiente de la lista en pasar al tablero, fue el
beisbol y la dirigencia de ese deporte se quejó en primer lugar, de la falta de
apoyo gubernamental para lograr un estadio propio donde realizar la práctica de
su deporte.
A pesar de los pocos respaldos, la liga logró llevar a
cabo el campeonato departamental y unos partidos de intercambio con Santander y
el Estado Táchira.
Al ciclismo se le reconoció como el deporte de más intensa actividad, por
cuanto se ejecutaron los proyectos de la Primera Vuelta al Norte, el Campeonato
Nacional de Ruta y la participación en la Vuelta a Colombia, donde los
deportistas más representativos fueron, Bochalema Rivera, Douglas Superlano y
Gustavo Rojas quienes sembraron la semilla para los futuros ciclistas que
representarían al departamento en el futuro.
Cerraban el informe las ligas de fútbol amateur y de
tejo, las que como se dice popularmente, cumplieron su labor ‘sin pena ni
gloria’, ambas marginadas de las competencias nacionales, a pesar del
entusiasmo y de la buena fe de su dirigencia, apenas lograron que sus equipos hicieran
una labor ‘paritaria´ de aciertos y equivocaciones.
Recopilado
por: Gastón Bermúdez V.
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