Tal vez, los recuerdos principales de la Seccional, en sus primeros años corresponden a las malas condiciones locativas y de trabajo para los funcionarios.
Inicialmente funcionó en un garaje alquilado en el barrio Latino, cerca de la cervecería Bavaria, en donde se atendía a los usuarios en muy precarias condiciones, mientras que se utilizaba la morgue del Hospital San Juan de Dios (Pamplona) para la práctica de las necropsias.
Uno de los comentarios obligados de quienes conocieron esta sede se refiere a las goteras que se presentaban en las épocas de lluvias.
Posteriormente, la oficina fue trasladada al Hospital San Juan de Dios, edificación centenaria, con un marcado deterioro locativo.
Al igual que la oficina, la morgue presentaba las mismas condiciones y sin las especificaciones propias, estando los peritos y técnicos expuestos a enfermedades infecciosas y a los riesgos de salud ocupacional.
Tras la construcción del edificio del Palacio de Justicia en Cúcuta se asignó una oficina (en un espacio de 72 m2) a la Seccional. El traslado a esta nueva sede se hizo realidad en 1990.
Para esa época, se inauguró el Hospital Erasmo Meoz, a donde se trasladó el sitio de la práctica de necropsias a una morgue que era compartida con la sección de patología del Hospital.
La seccional de Medicina Legal en Norte de Santander está constituida por las unidades básicas de Ocaña, Pamplona y Cúcuta.
Mediante la Ley 53 de 1914 se crea la oficina de Medicina Legal en Cúcuta. Inicialmente funcionó, como ya se dijo, en un garaje alquilado en el barrio Latino.
Las condiciones de trabajo fueron precarias especialmente por la falta de espacios que impedían el desarrollo, hasta cuando se inauguró la sede propia en donde actualmente funciona.
La sede actual empezó a construirse en el 2004, se inauguró en julio del 2005 e inició labores en diciembre del mismo año.
En la actualidad se prestan los servicios de clínica forense: corresponde a los dictámenes de lesiones personales, sexológico forenses y dictámenes de edad, embarazo y de estados de salud.
También se prestan los servicios de siquiatría, sicología, laboratorio de balística, biología, bacteriología y patología forenses, que corresponde a la realización de las necropsias médico legales.
Además de la sección de histopatología en donde se emiten diagnósticos a partir de tejidos recuperados para determinar la causa de muerte.
Desde hace varios años el Instituto ha tenido una transformación representada tanto en implantación de tecnología de punta en sus laboratorios, como en la capacitación de los funcionarios, lo que ha conducido a sea un centro de referencia nacional e internacional a nivel de Latinoamérica.
En la actualidad, la unidad básica Ocaña cuenta con cuatro funcionarios, la de Pamplona con dos y en Cúcuta hay 27.
El Instituto se ha puesto a la vanguardia a nivel de Latinoamérica siendo punto de referencia y centro de entrenamiento de peritos de muchos países que en la actualidad atraviesan por violencia, que vienen a compartir y a aprender de nuestra experiencia.
Esto permite tener estudiantes de práctica de la carrera de medicina de universidades que han suscrito convenio con Medicina Legal.
La mayor causa de muerte en el Departamento corresponde a homicidios especialmente, por proyectil de arma de fuego.
En el Instituto se da atención prioritaria a las víctimas de abuso sexual, especialmente si son menores de edad. También a desplazados y a casos que necesitan ser examinados prontamente como los de embriaguez.
Las directivas nacionales están dando gran importancia en el alistamiento tanto en tecnología como en la modernización de los reglamentos técnicos para continuar prestando los servicios con eficiencia en el postconflicto y continuar como centro de referencia tanto nacional como internacional en medicina legal y ciencias forenses.
La inversión en tecnología y capacitación se ha hecho con miras a las nuevas exigencias que se avizoran en tiempos de postconflicto, para lo cual el Instituto continúa en preparación continua.
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