El gigantesco trofeo "Copa América" debió ser compartido por Uruguay y Paraguay.
Hubo doble campeón. Salomónicamente se dispuso que un año estará en poder de los paraguayos
y otro año estará en Montevideo.
Cúcuta, Agosto de 1955.
El tema del primer torneo suramericano que se realizaba en el país, siempre fue una cuestión que mis lectores reclamaban, por ser el deporte de mayor representación de la región, máxime cuando en los actuales momentos se ha perdido todo interés y aquel reconocimiento como “la capital basquetera de Colombia”, ha desaparecido.
La mayor dificultad para escribirla ha sido la escasa información que existe al respecto, pues pareciera que la memoria de ese año, 1955, desapareció de los anaqueles de las bibliotecas de la ciudad y las versiones de los pocos sobrevivientes de aquellos encuentros, no coinciden con los datos reales y oficiales que guardan las autoridades deportivas.
Antes de proceder al relato es preciso aclarar cuáles son estas versiones, muchas de las cuales permanecen en el imaginario colectivo: la primera de ellas corresponde a la definición de cuáles de los quintetos fue el campeón.
Al respecto se ha dicho que fueron dos los campeones, pues según dicen quienes asistieron a la final, los dos equipos, Uruguay y Paraguay, no lograron desempatar en los cuatro extra-tiempos programados y ambos tuvieron que ser reconocidos como campeones, sin embargo, en la página oficial de la FIBA, aparece como campeón Uruguay, además se le reconoce como su séptimo título.
Pero en las pocas informaciones de prensa disponibles en la ciudad se le informa al público que, “… debido a la lluvia insistente que cayó el miércoles pasado sobre la cancha Rojas Pinilla, se suspendieron los encuentros finales programados para dicha fecha, lo cual produjo trastornos que afortunadamente fueron resueltos prontamente, gracias al proyecto de modificación presentado por el delegado de Brasil, Dr. Newton Motta, ante el congreso reunido en el Palacio de la Gobernación.
En tal virtud, el día 31 que se había fijado para la clausura con actos especiales, figuraba el coctel del señor Gobernador, pasó a ser fecha final del campeonato, llevándose a cabo solamente en el Teatro Zulima, a las tres de la tarde, un acto lírico con participación de la Orquesta Sinfónica y los Coros, y por la noche, los partidos programados Perú–Chile, Ecuador-Paraguay y Colombia-Uruguay, después de los cuales se entregarán los trofeos”.
No encontré ninguna información escrita sobre el hecho de la final entre los equipos que supuestamente fueron los campeones a excepción de un noticia que da cuenta que en Asunción, la capital de Paraguay, el 2 de septiembre, les hicieron una tremenda recepción a los campeones que, “… regresaron de la ciudad de Cúcuta, Colombia, con el título de campeón suramericano de básquetbol; el entusiasmo en el pueblo es indescriptible, se paralizaron todas las actividades para recibirlos y se ha elaborado un plan de agasajos en su honor. Toda la prensa y las emisoras se ocupan con regocijo de la espléndida actuación del equipo paraguayo en el campeonato de Cúcuta”.
Por otra parte, en el libro sobre la historia del deporte en el Norte de Santander escrito por el conocido basquetbolista Alfredo Díaz, sólo narra unas cuantas líneas sobre el evento, circunstancia que me intriga dado que él fue una de las figuras de la selección que representó al país. Esto escribe sobre el tema: “… en el mes de agosto de 1955, se realizó el XVI Campeonato Suramericano de mayores y I juvenil masculino de básquet. Estas justas se jugaron en Cúcuta del 11 al 25 de agosto, en el coliseo Gustavo Rojas Pinilla. Participaron nueve equipos en categoría mayores quienes ocuparon estas posiciones finales: campeones Uruguay y Paraguay, tercero Brasil, cuarto Argentina, quinto Chile, sexto Venezuela, séptimo Colombia, octavo Ecuador y noveno Bolivia”.
Desafortunadamente, el texto anterior contiene una serie de inconsistencias que es absolutamente necesario aclarar para comprender el desarrollo de las acciones que serán narradas más adelante, en las que les haré un recuento de lo sucedido en este campeonato, tal como fueron registradas en la prensa de la época.
A la cita deportiva de Cúcuta fueron invitados los diez países hispanoparlantes de Suramérica, solo que Bolivia que pensaba asistir con un equipo juvenil no pudo hacerlo a última hora por razones que no fueron informadas, por esta razón, no es correcto asegurar que Bolivia figurara en el noveno puesto del campeonato.
El país que sí asistió en ambas categorías fue Perú. El torneo se jugó en dos rondas, una preliminar o eliminatoria en la que clasificaban los cuatro primeros. En los días programados se jugaban, en mayores, cuatro partidos y un equipo descansaba. Oficialmente no se tienen los resultados de todos los partidos, pero al final de la primera ronda los clasificados fueron Brasil, Paraguay, Uruguay y Argentina.
En los registros oficiales de la Federación tampoco quedaron registrados los resultados de todos los partidos, de manera que solo se tiene información fragmentada así: jugados los primeros doce partidos, Brasil y Paraguay habían ganado sus tres partidos, Uruguay y Perú ganaron sus dos partidos iniciales, mientras que Chile, Ecuador, Colombia y Venezuela, no tenían puntos en el escalafón.
En los seis partidos finales, Uruguay ganó dos partidos contra Brasil y Paraguay y perdió contra Argentina; marcó 186 puntos y recibió 167 para una diferencia de 19 puntos, razón para que fuera reconocido como campeón del certamen, pues Paraguay lo igualó en partidos ganados, contra Brasil y Argentina, pero perdió contra Uruguay; los marcadores fueron de 165 puntos a favor y 162 en contra, con sólo 3 puntos de diferencia lo que en la práctica le valió el título.
En tanto que Brasil y Argentina quedaron reconocidos en el tercero y cuarto puestos.
La rigurosidad que hoy impera en los torneos internacionales no aceptaría las condiciones que se presentaron en aquella época, toda vez que los imprevistos aparecidos, alteraron la programación y los compromisos que previamente habían sido adquiridos no pudieron ser solventados por las delegaciones, así que al parecer algunos encuentros no pudieron efectuarse y las decisiones se tomaron en los escritorios de los dirigentes. Detalles en la próxima entrega.
Algo hemos mencionado acerca de los inconvenientes para escribir sobre el campeonato suramericano que se realizó en esta ciudad, en el mes de agosto de 1955. Tanto las dificultades para conseguir la información como las inconsistencias que se tiene en torno a los resultados, las participaciones y las creencias arraigadas de algunos de los espectadores, han sido los problemas con los que he tenido que lidiar para mostrar la versión que fue publicada en los periódicos de la época.
Esta crónica no pretende generar polémica sobre lo acontecido en ese momento, así que bienvenidas serán las colaboraciones que tengan un real fundamento documental, así contravengan mis fuentes.
El sábado 13 de agosto, con la asistencia de los señores ministros de Gobierno y Educación Nacional, doctores Lucio Pabón Núñez y Caicedo Ayerbe, del gobernador Gonzalo Rivera Laguado y como invitado especial, el gobernador del Estado Táchira Antonio Pérez Vivas, así como el Comandante Regional de las Fuerzas Armadas de Cooperación de Venezuela, se inauguró de manera solemne el XVI Campeonato Suramericano de Basquetbol con la participación de nueve selecciones que representan igual número de países del subcontinente.
Las embajadas deportivas se concentraron en el Estadio General Santander donde realizaron un imponente desfile, dirigido por el profesor Bonifacio Jaimes y acompañadas por la Banda Militar y la del Departamento, las que ejecutaron las marchas olímpicas hasta su ingreso a la cancha que será la sede de los encuentros.
Lo más novedoso, según los informes consignados en los medios, lo constituyó el desfile de las delegaciones cuando entraban al escenario deportivo, con sus banderas y uniformes al compás de las notas de los himnos de sus respectivos países y las aclamaciones de la inmensa concurrencia que hacía presencia tanto en el interior de la cancha como en las afueras mientras pasaban del estadio al sitio de los encuentros.
El gobernador del departamento fue distinguido como Patrono del Campeonato y el Comité Organizador estuvo conformado por su presidente, el doctor Eustorgio Colmenares, el vicepresidente Francisco Scovino, el Tesorero Héctor González y los demás miembros de la Junta Directiva.
Como en ese entonces la frontera se mantenía cerrada en las horas de la noche, se le solicitó al comandante regional de la Guardia Nacional, invitado de honor, que permitiera el libre tránsito de los ciudadanos venezolanos hasta la ciudad para que animaran a su equipo, lo cual fue autorizado hasta el último día de ese mes.
La primera selección en llegar fue la de Brasil, también fue la más numerosa y la más disciplinada. Aprovecharon su llegada temprana para adelantar unos actos de diplomacia para con la ciudad y sus gentes. Llevaron sendas ofrendas florales a los próceres de la independencia, la primera al general Santander en la Plaza de su nombre y la otra a la estatua del Libertador que en ese año estaba situada en el interior del Palacio Municipal.
La delegación de Brasil estaba presidida por el doctor Newton Motta quien fue el encargado del discurso de apertura del certamen por parte de los visitantes, discurso leído en portugués (sin traducción) y que causó extrañeza entre los asistentes. A pesar de este mínimo incidente, gran parte de sus palabras fueron comprendidas por los asistentes que al final aplaudieron con entusiasmo.
Las empresas locales aprovecharon el evento para promocionar sus productos, pero Gaseosas Regional fue la que más se destacó al entregarle a la Liga, Mil Vales canjeables por cualquiera de sus gaseosas en cualquier establecimiento de la ciudad. Adicionalmente obsequió 150 discos (de 45 rpm) de la canción más representativa de nuestro folclor: Las “Brisas del Pamplonita”.
Los periodistas que cubrían la disciplina deportiva también aprovecharon la ocasión para salir de la rutina y por iniciativa del periodista Amaury Ferreira De Mattos, representante de la ‘Gazeta Sportiva’ de Sao Paulo y de la ‘Radio Tamoio’ del Distrito Federal, organizó un encuentro futbolero en el estadio Santander, entre los comunicadores acreditados, periodistas, locutores y dirigentes, quienes armaron dos equipos y como buenos deportistas se dieron a la tarea de protagonizar un atractivo encuentro que fue la delicia de quienes asistieron a las tribunas.
El gobierno municipal, a través de su oficina de turismo, expidió un decreto para mantener fijos los niveles de precios de los artículos puestos a la venta durante la temporada del campeonato. Terminado el evento no se registraron denuncias, por lo cual, el alcalde felicitó a los comerciantes por el buen comportamiento que mantuvieron durante los días del torneo.
En lo deportivo, los expertos en el deporte presentaron sus opiniones sobre el desempeño de los equipos y sus jugadores. Así escribieron sus observaciones y análisis: “Uruguay, sin duda el mejor de los equipos, su principal figura Oscar Moglia, jugador impresionantemente dotado por la naturaleza de un físico imponente, deja en la retina de los espectadores la visión de un verdadero crack”. Paraguay, pequeño en comparación con otros equipos, se destacó la figura de Arístides Isusi, siendo él, el exponente de la tranquilidad, la serenidad, la clase y el buen juego.
De Argentina se dijo que era un equipo parejo en el que se destacaba Oscar Furlong, más conocido por su apodo de ‘Mimbre’, ex jugador de equipos gringos, que con sus jugadas enrumbaba a su equipo al triunfo. En el equipo de Brasil el hombre destacado fue Algodao, sin demeritar las actuaciones de sus compañeros Wlamir, Angelim, Almir o Gedeao entre quienes es difícil seleccionar al mejor. Por su parte, Ecuador tuvo dos brillantes jugadores, sin que se pudiera saber cuál era el mejor, entre Pablo Sandiford y Marcelo Holguín, pero las lesiones del primero y su ausencia inclinaron definitivamente la balanza por Holguín.
Y por Colombia, la figura de Nemeth sobrepasó la de sus compañeros. Se dijo que era un gigante en la calidad de su juego y grandioso en los momentos decisivos y por ello, los colores de Colombia estuvieron plenamente identificados con él. En el equipo venezolano se destacó la actuación de Arcadio Silva, tomando rebotes, organizando avances y entrando con su estilo peculiar a la canasta.
No se hizo mención de jugadores de los otros equipos y al cierre, jugadores, dirigentes y periodistas agradecieron la cordialidad del trato recibido, llevándose las mejores impresiones de esta tierra.
GALERIA DE FOTOS
(https://www.cucutanuestra.com/)
Desde el Estadio General Santander y por radio Guaimaral Alberto Gómez Moreno Presidente de Adebasket acaba de informar a la afición cucuteña que nuestra ciudad
es la sede del XVI Suramericano de Basket y Primero Juvenil.
Rodean a Gómez Moreno, Eustorgio Colmenares, Presidente de la Liga; Carlos Ramírez París;
Héctor González, tesorero y Leonte Liach Castro, secretario ejecutivo de Fedeportes.
Al fondo con gorra y micrófono en mano el locutor Alfonso Sandoval Burgos
sigue comentando la primicia deportiva que acaban de lanzar al aire.
Abril 15 1955.
En la esquina de la avenida 6ª. con calle 8ª. empieza una celebración por parte de los conductores de la empresa 3366, comerciantes y vecinos de ese sector, que rápidamente se transformó en manifestación de apoyo al XVI Suramericano de Básquet para Cúcuta.
El 8 de Julio de 1955 llegaron a Cúcuta los jugadores seleccionados para representar a Colombia en el XVI Suramericano de Básquet, Carlos Ramírez París y Carlos Díaz entrevistan para Radio Guaimaral
a Carlos Flores y a Edison Cristopher que acaban de bajar del avión.
Eustorgio Colmenares, Presidente de la Liga de Basket de Norte de Santander y del Comité Organizador interviene como delegado de Colombia ante el Congreso Técnico del Suramericano, Alfonso Cuberos Porras a la izquierda, Dr. Musa Brahim Sus sentado y Humberto Ramírez
también del Comité Organizador escuchando atentamente.
Cúcuta, Agosto 11 de 1955.
La comunidad de los Hermanos Cristianos no podía estar ausente en estos actos.
El Hermano Director del Colegio Sagrado Corazón y otros hermanos profesores de este colegio
leen con interés el programa general del XVI Campeonato Suramericano de Baloncesto.
Agosto 11 de 1955.
El padre José Manuel Calderón en animado diálogo con el Dr. Musa Brahim Sus.
Detrás de ellos Fernando Ramírez y el Dr. Jorge Pérez.
Foto tomada durante la copa de champaña en el Club Cazadores.
Cúcuta 11 de Agosto de 1955.
Equipo de Colombia encabezado por Edison Cristopher, Alfonso Rugeles, Iván Villegas,
Carlos Flores y el kinesiólogo Neftalí Casadiego. Detrás de Cristopher se ve a Edmundo Luna
y detrás de Carlos Flores está Alfredo "Sandrini" González.
Agosto 13 de 1955.
Todos los participantes: jugadores, árbitros y dirigentes reciben discos de música colombiana
como recuerdo por parte de la Liga y del Comité Organizador. Eustorgio Colmenares,
Musa Brahim, Héctor González y Humberto Ramírez hacen la entrega de los recordatorios.
Madrinas de los equipos participantes en el Suramericano Juvenil 1955.
Izquierda a derecha: Consuelo Garbiras F., Gladys Díaz R., Ligia Martínez Badillo,
Amparo Canal y Marta Canal.
Pasajes del suramericano juvenil
Selección Juvenil Colombia Suramericano 1955. Chuck Davis (entrenador), Muñoz (Bogotá), López (Bogotá), Hernán ¨Pipo¨ Gómez (Norte), Joves (Norte), Sánchez (Bogotá), Ormaza (Valle),
Gustavo Martínez (Norte), ¨Pepe¨ Jiménez (Bogotá),
Roque ¨Fiera¨ Peñaloza (Norte) y Augusto López (Costa).
Hernán "Pipo" Gómez trata de tomar un rebote bajo el cesto ecuatoriano.
Arroyo Nº 4 gran jugador de Ecuador listo a intervenir.
Colombia derrotó a Ecuador con canasta de Gustavo Martínez sobre el segundo final.
Cúcuta, Agosto 13 de 1955.
Hernando Sánchez de Colombia toma un rebote bajo el cesto de Chile
ante la mirada de sus compañeros Roque Peñaloza y Pipo Gómez y de tres jugadores chilenos.
Colombia jugó un buen primer tiempo ante Chile pero en el segundo tiempo se entregó sin atenuantes.
Agosto 17 de 1955.
Francisco Muñoz de Colombia rompe con fuerza hacia el cesto de Brasil,
hostigado por dos defensores brasileños.
Los cariocas triunfaron dando espectáculo en este partido y aseguraron el
sub-campeonato en la categoría juvenil.
Agosto 19 de 1955.
Rebote defensivo de Hernando Sánchez de Colombia, en el juego con Argentina.
Roque Peñaloza de Colombia y Curí de Argentina observan la acción.
Tapado por las piernas de Sánchez está Ricardo Álix el mejor jugador del torneo juvenil.
Argentina fue Campeón invicto.
Agosto 21 de 1955.
Uruguay ganó holgadamente a Colombia en bonito partido que se caracterizó
por la fuerza y la precisión en los lanzamientos de los charrúas.
En la foto Moreira de Uruguay entra velozmente en su clásica sillita por el medio de Ormasa y López Colombia.
Molteado el gigante pivote de Uruguay en plena acción ofensiva,
es observado por Jiménez de Colombia, que a pesar de su entusiasmo fue impotente para marcarlo.
Agosto 24 de 1955.
Pérez Bolaños Nº 189 de Venezuela intenta penetrar la zona defensiva de Colombia
ante la marcación del gordo López y el hostigamiento de Roque Peñaloza.
Venezuela se impuso en gran partido a Colombia dentro del marco del Suramericano Juvenil.
Agosto 1955.
Hernando Sánchez de Colombia rompe la defensa de Venezuela y deja fuera de acción a
Cifuni y German Hostos para concretar la jugada, observado por sus compañero Jaime Ormasa.
El negrito "Pototo" fue el mejor jugador de Venezuela y dio el espectáculo
con su habilidad y pulso en la media distancia.
Ganó Venezuela porque controló mejor el balón en los minutos finales.
Agosto de 1955.
Francisco Muñoz va a convertir dos puntos para Colombia,
en el partido ganado por los nuestros a Bolivia.
Contrasta el lanzamiento de gancho correctamente ejecutado por el jugador colombiano,
con la acción defensiva que intenta el defensor boliviano que es a todas luces anti-técnica.
Sin embargo fueron muy aplaudidos por su guapeza, disciplina y honradez deportiva.
Agosto 28, 1955.
Nómina Colombiana de Mayores
Francisco Nemeth1,93 mt de estatura. Nacido en Budapest (Hungría),
jugó en Francia, Italia, España, Argentina y Brasil.
Sin embargo, este será su primer torneo oficial suramericano. Juega de pivote.
Alfonso Rugeles 1,85 mt de estatura, nació en Bucaramanga.
Juega de alero, esta es su tercera actuación con la selección Colombia.
Edisón Cristopher (el moreno), 1,96 mt de estatura, nació en San Andrés.
Es en el momento el mejor jugador de Colombia. Puede jugar como pivote, poste o alero.
Se le conoce como el " verdugo de México" por su inolvidable actuación contra ese equipo en los Juegos Centroamericanos de !954.
Con él está Edmundo Luna, 1,90 de estatura, nació en Bucaramanga
y a pesar de su juventud es uno de los titulares de Colombia.
Antonio Soler Duarte. 1,84 mt de estatura, nació en Cúcuta.
Juega por 3ª vez en la selección y se desempeña como alero o como animador.
Carlos Díaz Calderón 1,80 mt de estatura,
3ª actuación internacional. Juega como alero o armador.
Está pasando por un buen momento.
Alfredo "Sandrini" González 1,78 mt de estatura, nació en Bogotá.
3ª actuación internacional, juega como armador y como alero.
Reinel Rojas S. 1,90 mt de estatura, nació en Neiva.
4ª actuación internacional, juega de poste o de alero.
Carlos "Farolito" Gutiérrez. 1,78 mt de estatura, nació en Boyacá.
3ª actuación internacional, juega de armador.
Iván Villegas. 1,80 mt de estatura, nació en Medellín.
2ª actuación en la selección Colombia, juega de alero, de pivote
y actualmente es el armador titular del equipo.
Carlos Flores. 1,68 mt de estatura, nació en Purificación, Tolima.
1ª actuación internacional, juega de armador.
Es el más pequeño del equipo.
Alfredo Díaz Calderón 1,82 mt de estatura, nació en Cúcuta.
4ª actuación internacional, juega alero y de armador.
Miguel Zapata. 1,82 mt de estatura, nació en Bogotá.
3ª actuación internacional, juega de armador.
Fue traído para la selección Colombia desde México país donde reside actualmente.
Perú vs Colombia
Nemeth alcanza a cachetear el balón hacia la cesta a pesar de la acción defensiva del peruano Chocano, mientras observan sin poder intervenir el colombiano Rugeles Nº 5 y Carlos Alegre Nº 14 del Perú,
al igual que su compañero Ramírez Nº 7.
Cúcuta, 23 de Agosto de 1955.
Llueve en la cancha pero la jornada basquetera sigue y el programa se cumple.
Aquí los locutores Álvaro Barreto, Pastor Londoño y Arnulfo Alarcón
se protegen bajo una improvisada carpa.
Los periodistas Carlos Benavides Tusizo y Jaime Sotomayor se la ingenian
con lo que encuentran a mano para protegerse de la lluvia en la cancha Toto Hernández.
Cúcuta, Agosto de 1955.
Abdénago Moros y Moisés Barroso tuvieron destacada actuación en la mesa de control
durante las largas jornadas del suramericano.
Aquí están acompañados por varios de los técnicos de otros países
que actuaron en la conducción del torneo.
Ha terminado el partido entre Colombia y Paraguay, los encargados del tablero
empiezan a cambiar los nombres de los jugadores por los de los uruguayos y argentinos
que van a jugar el siguiente partido.
El partido concluyó 45 a 44 a favor de los paraguayos, la canasta del triunfo la anotó el paraguayo
Jorge Bogado, faltando 2 segundos para que sonara la chicharra.
Hasta el popular Jorge ‘’Manino’’ Escobar se fundió de cansancio en una de las maratónicas programaciones del XVI Campeonato Suramericano de Básquet.
El periodista Alejandro Gutiérrez Calderón intenta despertar a un niño que duerme en la gradería, cuando ha concluido algún juego del campeonato y las tribunas se están quedando sin espectadores.
La sinfónica dirigida por el maestro Pablo Tarazona Parada interpreta los himnos de los paises triunfadores en la ceremonia de clausura del XVI Suaramericano de Básquet.
Cúcuta, Agosto de 1955.
Ha caído el telón. Termina la larga jornada del XVI suramericano y I juvenil de Baloncesto;
pero el público sigue en la tribuna.
Hay satisfacción porque todos saben que Cúcuta cumplió a cabalidad con el certamen;
pero también hay tristezas por la despedida de los deportistas suramericanos;
muchos de los cuales no volverán a encontrarse ni a verse;
y hay nostalgia porque se cierra una página inolvidable para el baloncesto nortesantandereano.
Cúcuta, Agosto 1955.
Conjuntos musicales y bailarines espontáneos surgen en las tribunas de la Toto Hernández para alegrar el ambiente cuando ya se están despidiendo las delegaciones participantes
Mientras las luces de la cancha Toto Hernández se apagan y sus puertas se cierran;
mientras los basquetbolistas inician su fiesta de despedida en diferentes sitios de la ciudad. "Trompoloco" organiza una tomata en los estudios de Radio Guaimaral con los trabajadores
de su empresa y varios de los más famosos narradores que vinieron a Cúcuta a cubrir el suramericano. El cansancio durante esos días fundió a Pastor Londoño, menos mal
que encontró una silla apropiada para dar rienda suelta al sueño.
Cúcuta, Agosto 1955.
Recopilado por: Gastón Bermúdez V.
Apreciado Gastón:
ResponderEliminarQué formidable la crónica del Doctor Garardo Raynaud sobre el XVI Suramericano y eI juvenil de basket ball de 1955, ciertamente uno de los eventos internacionales de mayor envergadura en la historia cucuteña de la época.
Increíblemente, a pesar de que todos estábamos muy inmersos en el evento, yo por ejemplo con gran amistad con los jugadores cucuteños que participaron en el juvenil, (Roque Peñaloza, Pipo Gómez, Gustavo Martínez y Juan de Dios Joves) con los cuales llegué a entrenar, no puedo recordar "detallitos", como quién o quienes quedaron campeones.
Recuerdo cosas importantes como que, (sin ánimo de reproche y mucho menos de irrespeto) los de 16 años quedamos un poco escandalizados porque las señoritas unos años mayores, usualmente muy recatadas y vigiladas en sus casas, rápidamente entablaron amistad con los recién llegados jugadores de los equipos internacionales y salían en gran camaradería con ellos a las heladerías e inclusive a cenar (esto último siempre en grupo y con algún mayor, hasta donde supe) como si hubieran sido grandes amigos desde la infancia.
Desde luego en cuanto nos era posible, no nos perdíamos partidos. Muchos años después recordábamos con Roque, Gustavo y Pipo que los resultados (escores, los llamábamos copiando mal el inglés) eran notoriamente bajos, como puede deducirse del que señala el artículo para el partido entre Colombia y Paraguay (45-44). En el caso de los juveniles el promedio de los que ganaban no pasó de 30 para el ganador, que algunas veces sólo llegó a menos de veinte. .
Hasta donde recuerdo Bolivia sí participó y quedó de último. Lo que no trajo fue equipo juvenil. El delegado más reconocido y respetado fue Newton Motta, el brasilero, que resolvía todos los problemas y todos considerábamos un poderoso director. Desde luego el uruguayo Oscar Moglia era el ídolo de la ciudad.
Pero nos sentíamos muy honrados porque los únicos hermanos que había entre todos los equipos de mayores eran Carlos y Alfredo Díaz, ambos de Cúcuta. Con Antonio Soler, que en ese entonces ya vivía en Bogotá, creo que era la ciudad con más representantes en el equipo colombiano de mayores. Igualmente nos enorgullecía que en el equipo juvenil de Colombia había nada menos que 4 cucuteños.
Ha sido agradable recordar a Nemeth que había desaparecido de mi mente. Pero el jugador más popular de Colombia era el boyacense "Farolito" Gutiérrez, que ya para esa época había sido internacional varias veces. Además de los hermanos Díaz, por supuesto.
Permítaseme una palabra sobre la foto de los Hermanos Cristianos. El segundo de izquierda a derecha es el Hermano Félix, para esa época Prefecto del colegio, que antes fue titular de tercero bachillerato y el que le sigue es el Hermano Alfredo, que fue por varios años titular de sexto de Bachillerato, siempre elegantísimo a pesar de que tenía una prótesis de miembro inferior, creo que izquierdo. Ambos inolvidables profesores.
El rector ese año era el Hermano Adolfo o Rodulfo, (no logro recordar bien su nombre) que ya había estado por años como profesor y acababa de suceder como rector al legendario hermano Rodulfo Eloy. Ninguno de ellos aparece en la foto, cuya leyenda dice que el rector está allí. Muy curiosamente no puedo reconocer a ninguno de los jóvenes hermanos aun cuando debía, porque en ese momento yo era alumno de quinto bachillerato.
Ha sido bellísimo leer la crónica del Doctor Raynaud y recordar apreciados y respetados mayores de nuestra adolescencia. Ojalá pudiera colaborar con recuerdos más precisos. Y varios de los que podrían, acaban de irse . Quizás vale la pena seguir insistiendo detenidamente con los que quedan.