2187.- RECUERDAS...

Anónimo

Revive ese glorioso pasado, cuando la felicidad la encontrabas a flor de piel: ¡Tun tun! - ¿Quién es? ¡La vieja Inés con las “naguas” al revés!

¿Recuerdas aquel tiempo, cuando las decisiones importantes se tomaban mediante un simple: "Tin Marín de Do Pingüé, Cúcara Mácara, Títere fue"? Cuando se podían detener las cosas que se complicaban con un simple: "No se vale o stop o time o congelado o tacho remacho no juego más"? Cuando los errores se arreglaban diciendo simplemente: ¡Empezamos otra vez... era un ensayis!?

¿Recuerdas cuando el peor castigo y condena era que te hicieran escribir 100 veces “No debo”? Cuando, para salvar a todos los amigos bastaba con un grito de: "Cuclí, un, dos, tres por mí y por todos mis amigos? ¿¡Cuando “Policías y Ladrones” era solo un juego para el recreo, o “la Lleva”, o “A que te cojo ratón, a que no, gato ladrón”... y a correeer!?

¿Cuando las más modernas, poderosas y temibles armas que jamás se habían inventado eran “las bombas de agua”? ¿Cuando nos sorprendía aquella moneda bajo la almohada que nos dejaba el Ratón Pérez por la caída de nuestro primer diente, y era un tesoro para comprar dulces y golosinas? ¿Cuando ¡GUERRA! no significaba más que bolas de papel y pedazos de tiza durante las horas recreo en clase?

Cuando los alimentos básicos y esenciales eran: ¿Leche fría con pan dulce o galletas Saltinas? o ¿Café con leche y un coma pan? ¿Cuando quitarle las ruedas pequeñas a la bicicleta significaba un gran paso en tu vida? ¿Cuando el negocio del siglo era comprar cuentos viejos o cambiar esas barajitas de caramelos para llenar el álbum?

¿Cuando hacías "tumbis" de trompos, balines y bolas chinas? ¿Cuando todos te admiraban si lograbas cruzar la cuerda mientras saltabas hacia adelante y para atrás, o cuando durabas más de veinte minutos en el Hula Hula? ¿Cuando cualquier trozo de teja, ladrillo, tiza o cal, eran como un tesoro para poder trazar un círculo en el piso, y jugar a Stop o Goloza o trazar una Vuelta a Colombia y jugar con tapas?

¿Recuerdas cuando todas esas cosas tan simples nos hacían felices, simplemente ¡No necesitábamos nada más!?

¿Cuando un balón, una cuerda y dos amigos eran suficientes para pasarla bien tooodo el día?

Si puedes recordar la mayoría de estas cosas, y he conseguido que sonrías, significa que tuviste una infancia feliz, y que aún te queda dentro algo de ese niño que fuiste hace tiempo. ¡Nunca perdamos al niño que llevamos dentro, porque es quién le da sentido a nuestra vida!

Recopilado por: Gastón Bermúdez V.