Juan Pabón Hernández (Imágenes)
No habían podido llegar la mayoría de delegados y, hacía poco, el vicepresidente de Colombia, doctor Juan Germán Roscio, fallecía en Villa del Rosario el 13 de marzo, sustituido por Luis Azuola, quien murió a los pocos días, por lo cual el Libertador decidió irse a Achaguas, en Venezuela.
Allí coincidió con Antonio Nariño, quien venía de un periplo largo e incansables jornadas de liderazgo patriota, de las cuales salió ileso y libre de las cadenas españolas por intermediación de algunos de sus allegados que habían sido vinculados a la monarquía.
El presursor Nariño, después de buscar refugio en diferentes lugares, en la propia España, en Gibraltar, Londres y Francia, optó por ir a Achaguas, Venezuela, donde coincidió con Bolívar y fue entonces cuando nombrado Vicepresidente de Colombia, en reemplazo del doctor Juan Germán Roscio.
Fiel a su compromiso de reunir el Congreso, a pesar de no contar con la mayoría necesaria de diputados (sólo 57), en Villa del Rosario de Cúcuta, el 6 de mayo de 1821, Nariño lo inauguró: “No basta, señores, ser independientes para ser felices; a vosotros os está encargada la obra de nuestra regeneración, de nuestra libertad y de nuestra libertad futura…”
Las primeras acciones determinaron no aceptar la renuncia a Bolívar como presidente de Colombia y tampoco a Santander como vicepresidente de Cundinamarca. Además, proveyó los cargos directivos del Congreso, así: presidente, doctor José Félix de Restrepo (Antioquia), Vicepresidente, Doctor Fernando Peñalver (Caracas) y como secretarios los diputados Miguel Santamaría y Francisco Soto.
Comenzaron las labores de la Comisión Legislativa para el bosquejo de la Constitución, en especial de la propuesta de Antonio Nariño, con una idea de centralización actual pero, en un futuro, con una proyección federalista, un proyecto novedoso para la época.
Sin embargo, se presentaron inconvenientes y diferencias con el Congreso, además de la desavenencia por la orden de arresto de Nariño contra el general D’Evereux, que lo condujeron a renunciar a la Vicepresidencia y, en su lugar, fue designado el diputado José María del Castillo y Rada.
Avanzado el mes de julio, el 12 se logró firmar la Ley Fundamental de la Unión, la cual integraba la Nueva Granada con Venezuela como sistema unitario, en una nación llamada República de Colombia cuya capital sería Bogotá, absolutamente libre de España, la cual contaría con poderes legislativo con Senado y Cámara de Representantes, ejecutivo con Presidente (período de cuatro años), vicepresidente y un Consejo de Gobierno y judicial con la Alta Corte de Justicia, tribunales y juzgados.
Las determinaciones administrativas dividieron la república en departamentos gobernados por un Intendente, provincias dirigidas por gobernadores y cantones orientados por jueces políticos.
La bandera de la República de Colombia fue la tricolor que se usó en un comienzo en Venezuela y los símbolos la cornucopia y el sello republicano.
Los departamentos de Venezuela fueron Orinoco, Venezuela y Zulia, con diez provincias, y los de Nueva Granada Boyacá, Cundinamarca, Cauca y Magdalena, con trece provincias.
Es interesante la revisión de las Actas del Congreso, detalladas y puntuales, de las cuales surgieron iniciativas en todo sentido, desde la soberanía nacional, el sistema de gobierno y las facultades de los poderes, hasta temas como la libertad de imprenta y la Ley de Prensa, los derechos de aduana, los estancos, las tierras baldías, obligaciones recíprocas entre amos y esclavos, libertad de vientres, mejoramiento de las condiciones de los indígenas, la educación pública, el sufragio y la abolición del Tribunal de la Inquisición.
El 7 de septiembre de 1821 se eligió a Simón Bolívar como Presidente de la República y a Francisco de Paula Santander como Vicepresidente, quienes el 3 de octubre tomaron posesión de sus cargos. Bolívar recibió formalmente la Carta Fundamental e inició su ejecución.
El 6 de octubre se sancionó la Constitución.
El 13 de octubre de 1821
clausuró sesiones el memorable Congreso de Cúcuta, con el legado memorable de
una Constitución que el presidente del cuerpo constituyente, doctor José Félix
de Restrepo denominó, emotivamente, “Depósito Santo” al entre-garla en manos de
Simón Bolívar.
Recopilado
por: Gastón Bermúdez V.
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