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En 1935, monseñor Rafael Afanador y Cadena, arzobispo de Pamplona y varias personas preocupadas por la situación que padecían ancianos abandonados en Cúcuta, se dieron a la tarea de solicitar a la madre general de la comunidad de las “Hermanitas de los ancianos desamparados”, con sede en España, la apertura de un refugio, similar al que ya existía en Pamplona.
Dado que el tiempo transcurría y no había respuesta, la cucuteña Eva Briceño, propietaria de una pequeña casa sobre la avenida tercera entre calles 12 y 13, decidió escribir directamente a la madre general de la comunidad y poner a disposición esa vivienda para que funcionara el asilo.
ACTA DE FUNDACIÓN DE LA CASA ASILO DE LAS HERMANITAS DE LOS ANCIANOS DESAMPARADOS DE LA CIUDAD DE SAN JOSÉ DE CUCUTA NORTE DE SANTANDER COLOMBIA. AÑO 1935
Esta acta de fundación, fue grandemente deseada y pedida a la Muy Reverenda Madre General, actual SOR MARÍA DE SAN JUAN CRISOSTOMO FERRAN, residente en Valencia (España). Fue solicitada en el año 1926 por justas y razonables causas. No aceptó por entonces, y sobre todo por carecer de personal.
El Excelentísimo Señor Obispo de la Diócesis Monseñor Rafael Afanador y Cadena, que viendo la gran necesidad que había en esta población de una casa asilo para la ancianidad desvalida, se dirigió a la Muy Reverenda Madre General solicitando la fundación.
El 22 de Julio de 1935 la Señora Eva Briceño dirigió otra solicitud a la ya citada Madre General pidiendo de nuevo la fundación y ofreciéndole con escritura pública, una casa de su propiedad para la instalación del Asilo contigua a otras dos casas por valor de 10.000 pesos para la instalación del Asilo, las otras dos casas que igualmente cedieron, el Municipio y la Curia Diocesana, esta última en arrendamiento.
En esta misma fecha, varias señoras de la alta sociedad, dirigieron otra solicitud muy entusiasta con el mismo fin. El concejo municipal de Cúcuta envió también un memorial con fecha de 27 de Julio, mostrando su aprobación, y decidido apoyo. También el señor Gobernador con aprobación de todos los diputados, asignó un auxilio de 5.000 pesos para los gastos de camas, adecuaciones locativas e instalación del Asilo.
Es digno de especial mención la eficaz iniciativa del SEÑOR DOMINGO PEREZ HERNANDEZ que es el alma de esta obra, que se ha portado y continua portándose, haciéndolo como un verdadero padre de los pobres; habiendo servido a las Hermanitas de mucho apoyo para obtener del gobierno para la instalación de la nueva casa.
Una vez aceptada la fundación la Reverenda Madre General, delegó para inspeccionar la casa y nombrar el personal necesario para la misma, a la Reverenda Madre Provincial Sor María de la Asunción Indarte, quien habiendo llegado a Pamplona, el día 28 de Septiembre de 1935, dispuso la salida para Cúcuta el día 01 de Octubre; acompañada de tres Hermanitas se trasladó a la nueva casa, para tomar posesión de ella. Viendo que el local era bastante capaz y adaptado para un Asilo. Teniendo que regresar de nuevo a Pamplona, dejó en la citada casa, tres Hermanitas para los preparativos de la capilla y demás departamentos.
Reunidas ya las Hermanitas para la nueva fundación la Reverenda Madre se dirigió a la nueva casa de Cúcuta acompañada de la siguientes Hermanitas: SOR AMALIA DE SAN JOSÉ ALVAREZ, SOR CONCEPCIÓN DE LOS DESAMPARADOS PARADA, SOR MATILDE DE SAN JOSÉ VILLAMIZAR SOR ANA DE LOS DESAMPARADOS CARRILLO, SOR ANACLETA DE SANTA MARGARITA, SOR MERCEDES DE SANTA FRANCISCA PINZÓN, SOR FRANCISCA DE SAN JOSÉ PIÑEIRO, SOR EFIGENIA DE LA VISITACIÓN CARRILLO y la que suscribe.
Estando lo más necesario preparado, se designó el día 10 del mes de Noviembre para la bendición e inauguración de la nueva casa. En dicho día nos honró con su presencia, el Excelentísimo Señor Obispo. A las 8 A.M. se dio inicio a la bendición de la Capilla y la Imágenes de Nuestra Señora de los Desamparados, San José y Santa Marta; de los que fueron nombrados padrinos, los principales Señores de la Ciudad; acto seguido continuó la bendición de toda la casa.
A continuación de este acto, celebró el Santo Sacrificio de la Eucaristía el Reverendo Padre Calderón y en el momento del Evangelio el prelado, dirigió la palabra al pueblo, alabando la obra y exhortándolos a que contribuyesen con libertad sus limosnas.
El coro para la Eucaristía estuvo a cargo de los Reverendos Hermanos Cristianos.
A continuación de la Eucaristía después de entonar el Veni Creator, pronunció sus votos Perpetuos la Hermanita SOR EFIGENIA DE LA VISITACIÓN CARRILLO; recibió los votos del Excelentísimo Señor Obispo, habiendo hecho este acto honda impresión en el corazón de los fieles. Terminó este acto con el solemne TEDEUM. Al retirarse los sacerdotes del altar, el coro entonó el himno CHRISTUS VINO...
Fueron padrinos de la Hermanita, Don Domingo Pérez y su esposa Doña Marina Escalante de Pérez.
A las 4 P.M. hubo solemne bendición con el SANTÍSIMO resultando todo con orden y edificación.
Así quedo inaugurada en la Ciudad de San José de Cúcuta, el mencionado Asilo de Ancianos Rudesindo Soto de la Congregación de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, el 10 de Noviembre de 1935.
Visto Bueno: La Superiora Provincial SOR MARÍA DE LA ASUNCIÓN INDARTE
La Secretaría de Visita: SOR NATIVIDAD DE SAN PASCUAL GAMBOA
Así nació el Asilo de ancianos Rudesindo Soto. Fueron los inicios de la obra que no tardó mucho en crecer, pues don Rudesindo Soto y su esposa doña Amelia Meoz de Soto, decidieron también ayudar a esta causa y donaron buena parte de los terrenos donde hoy está ubicado.
Sor Jesusa Ibáñez, una menuda mujer de origen español quien lleva la mayor parte de su vida dedicada al cuidado de los ancianos, 42 de ellos residenciada en Colombia, hace parte del grupo de diez hermanas enfermeras, que velan por 180 ancianos, 80 hombres y 100 mujeres en el asilo de Cúcuta.
“Don Rudesindo Soto y doña Amelia Meoz fueron protectores y cofundadores de este lugar. Don Domingo Pérez y Marina Escalante, también colaboraron mucho.
Había mucha más preocupación por los demás en aquella época. Incluso, quedó un acta de la Gobernación, donde se comprometía una partida de $5.000 eso era bastantes recursos. Pero hoy día es más complicado sostenernos. Ojalá y con motivo de los 75 años las autoridades se acuerden de los ancianos de la ciudad”, dijo.
En el marco de este aniversario se celebró en el parque Colón el primer Abuelotón para recoger fondos para el Rudesindo Soto. “La iniciativa nació de un comité que organizó el Colegio Pablo Neruda y la idea fue recoger no sólo dinero para los gastos de la entidad, sino ropa, pañales, comida, elementos de lavandería, de cocina o todo lo que se quiso regalar a los ancianitos”, dijo Sor Jesusa.
Finalmente la hermana sor Jesusa Ibáñez hizo un llamado a la reflexión y a la consciencia de los cucuteños para cuidar a los abuelos. “Hoy la juventud y en general la gente desprecia al anciano, por eso el llamado es a valorarlos, a brindarles amor y protección, esa que ellos nos dieron cuando fueron jóvenes y nosotros apenas unos niños”, puntualizó.
La comunidad de las “Hermanitas de los ancianos desamparados” hace presencia en Colombia desde principios del siglo pasado y hoy día maneja asilos geriátricos en Fontibón, Bucaramanga, Cúcuta, Chiquinquirá, Duitama, Honda, Ipiales, Itagüí, Málaga, Pamplona, Piedecuesta, Popayán y Sogamoso.
Recopilado por : Gastón Bermúdez V.
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