El Puente Internacional sobre el Río Táchira debía construirse en acuerdo diplomático y técnico entre Colombia y Venezuela. Después de las formalidades pertinentes la obra se inició y fue construida por los ingenieros AURELIO BEROES por Venezuela y FABIO GONZÁLEZ TAVERA por Colombia.
El Puente Internacional Simón Bolívar tiene antecedentes en su construcción en el gobierno del presidente Pedro Nel Ospina.
Construido por la ley 54 de 1.919 en unión con Venezuela, en ese entonces su presidente el General Juan Vicente Gómez, quien esmerado por ésta obra según sus propias palabras, "Uniría los países como un gaje de cordialidad que realiza con la nación hermana. Uno de los ideales de nuestro Libertador y que sería el férreo eslabón que conservará unido para siempre los dos pueblos de aquel genio y la misma lucha gloriosa de la independencia".
El presidente de Colombia al momento de su inauguración era el excelentísimo señor Doctor Miguel Abadía Méndez. Fue dado al servicio este puente el 24 de julio de 1927 y estuvo abierto hasta 1962.
Se dice que campesinos riberanos y usuarios de las aguas del Táchira advirtieron a los constructores que cuando el río creciera como lo sabía hacer, el agua no iba a caber por debajo de ese puente, observación que no tuvieron en cuenta los ilustres constructores, toda vez que según sus cálculos de sección hidráulica y caudal acumulado de aguas no eran necesarios más gálibo ni luces adicionales.
Terminada la obra con la calidad, plazo y condiciones exigidas, la ciudadanía de Cúcuta ofreció una recepción, en el Club del Comercio, la noche anterior a la inauguración oficial. Estando en tal recepción cayó sobre toda la zona un torrencial aguacero que produjo la creciente anunciada por los campesinos a los constructores.
El Doctor FABIO GONZÁLEZ TAVERA tomó la gasolina que tenía a su disposición para movilizarse «carro sobre rieles propulsado por motor a gasolina» por la ruta del ferrocarril que iba por la carretera antigua hacia Villa del Rosario y se dirigió a su obra recién terminada y a escasas horas a ser inaugurada oficialmente.
Ya las aguas cubrían la placa del puente de lado a lado y sobre ellas se encaminó el pundonoroso ingeniero hasta la mitad, exactamente en la frontera de los dos países, y apoyando su pie izquierdo en Venezuela y el derecho en Colombia exclamó:
si las aguas se llevan este puente, también se debe ir con él quien no lo supo construir.
Parece que las aguas obedecieron al genio de la ingeniería colombiana y descendieron a su cauce normal sin hacer estragos y practicando la mejor prueba de carga.
El Dr. González Tavera, cucuteño, fue un experto en ferrocarriles, carreteras, puentes y en general en vías de comunicación. Intervino en la ejecución del empalme internacional con el ferrocarril del Táchira en Venezuela, y en asocio del ingeniero venezolano Aurelio Beroes construyó como ya se ha dicho el puente sobre el rio de mismo nombre entre Cúcuta y San Antonio.
Fue hábil administrador de grandes empresas de transporte, catedrático de renombre en varias materias, profesor emérito de la Universidad Nacional, publicista de cuestiones técnicas de interés, e investigador de valía.
Quienes tuvieron el privilegio de conocer al doctor González Tavera pudieron apreciar en él al ingeniero ciento por ciento, modesto, técnico y de una extraordinaria rectitud.
Debido a nuevas necesidades y en desarrollo del acuerdo de los gobiernos de Colombia y Venezuela en 1960 se inició la construcción del nuevo puente internacional de San Antonio que lleva el nombre de puente Simón Bolívar y fue inaugurado el 24 de febrero de 1962, con asistencia de los presidentes de Colombia y Venezuela, Alberto Lleras Camargo y Rómulo Betancourt, respectivamente, y sus ministros de Obras.
El Puente de doble vía, calificado como un nuevo vínculo físico entre ambas naciones hermanas, sustituyó al estrecho construido en 1927, se incorporaron áreas verdes, parques dedicados a los héroes y a los símbolos, así como mayores espacios y cómodas instalaciones para las autoridades de control fronterizo. Tiene unos 315 metros de largo, 2 carriles y un ancho de 7,3 metros.
Hoy día ya es insuficiente este puente para el número de vehículos que circulan diariamente por lo que se están estudiando alternativas para ampliarlo. Diariamente atraviesan el puente ocho mil vehículos y cerca de 200 mil personas en una y otra vía que hacen la verdadera integración de estos dos pueblos.
El puente que contribuyó a desarrollar el eje fronterizo, con un mercado internacional por el cual han transitado miles de millones de dólares a lo largo del tiempo, en una y otra vía, es reconocido como un hito en la historia de dos pueblos hermanados por sangre, historia y cultura.
Debemos prepararnos para una conmemoración digna de un acontecimiento muy especial, pues se celebrarán los cincuenta años de la puesta en funcionamiento de una obra de grandes dimensiones que contribuyó al despegue del desarrollo comercial de los dos países. Se trata de una efeméride muy especial y significativa para las dos fronteras.
Interesante la historia del puente actual y al mismo tiempo es una lastima que hubieran demolido el anterior. La fotografia donde se aprecian los dos puentes remarca la tecnica constructiva de epocas anteriores y una estetica que fue al mismo tiempo que industrial una experiencia cultural. Los puentes, los barcos y los trenes de esa epoca eran el medio por el cual los paises se nutrian de las experiencias de otros lugares.
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