167.- CARLOS RAMIREZ PARIS

Jorge Rolón G.

Carlos Ramírez París, el más grande de nuestra radio cucuteña es historia de la ciudad, dejó huella.

Sus contemporáneos lo recuerdan con nostalgia, pero con orgullo y mucho mas quienes fuimos sus alumnos y compañeros de trabajo en su “chica para grandes cosas”, Radio Guaimaral.

El mejor homenaje que se le ha podido hacer a “Trompoloco” es haber bautizado  escenarios, colegios, calles, barrios y parques con su nombre, como reconocimiento a su civismo y trabajo por la comunidad....

Un barrio de la ciudadela de Atalaya, la piscina olímpica, la redoma de San Mateo (allí estaba su estatua y la quitaron no se sabe por qué..) una sala de cine que funcionó en el barrio Galán, varias escuelas, el parque de Guaimaral entre otros, llevan el nombre de Carlos Ramírez Paris.

 CRP, era cívico, emprendedor, colaborador, líder, entusiasta y justo, por eso escogían su nombre y por ser uno de los destacados forjadores del barrio Guaimaral el parque del lugar se denomina parque Carlos Ramírez París.

Por eso, cuando nos enteramos que le querían cambiar el calificativo, protestamos, como también lo ha hecho la comunidad que no acepta que eso suceda, Por respeto no se debe permitir, no hay derecho que por un capricho particular se determine un absurdo como el que pretende hacer la junta comunal.

Hay mucho más por hacer en el sector, como limpiar el parque por ejemplo, recuperar el mercado que luce abandonado, gestionar de una u otra manera para reparar sus calles, recuperar el espacio público, integrar a quienes residen en el entorno y desarrollar actividades, cívicas, culturales y deportivas.

¿Cuál es el objetivo del cambio? ¿A dónde van a llevar la estatua?

¿Qué van a poner en su sitio....?

Definitivamente, no hay razón para que se cambie la efigie de quien sobresalió entre los mejores con ideas, iniciativas, programas y actividades que beneficiaron a los cucuteños y fomentaron el progreso y el desarrollo de su amada Cúcuta, la que amó, defendió y cuidó desde su noticiero CRP y su columna desde mi esquina.

¿O ME EQUIVOCO?

 (El  texto a continuación  es tomado del diario la opinión escrito originalmente por Jorge Meléndez Sánchez en 1978)

Reconocimiento a UN PERIODISTA PARA GRANDES COSAS don Carlos Ramírez París

Don Carlos Ramírez hizo del periodismo una actividad vivencial. A través de la radio y de la prensa su proyección tenía un tinte de autenticidad que escarbaba entre la realidad y las personas la información oportuna. Sus temas eran sencillos como su personalidad.

Era el vigía de aspiraciones elementales y necesarias que hacían de él un verdadero retratista de lo cotidiano y de lo local. Cuando las cosas debían reformarse se encontraba a don Carlos como un botafuegos desde las trincheras de la información.

De él dice Gustavo Gómez Ardila en uno de sus artículos: ¨De Carlos Ramírez París se dicen muchas cosas. Que fue un hombre cívico. Que lo llamaban “Trompoloco”, porque a semejanza de los trompos tataretos no se estaba quieto. Iba, venía, subía, bajaba, echando vaina en las oficinas, pidiendo cosas pero no para él, sino para la gente.  Y si había que pelear, peleaba. Si había que gritar, gritaba. Cuando se dio cuenta que sólo con gritar en la calle y en los parques no era suficiente, montó su propia emisora, Radio Guaimaral, y desde ella inició sus campañas cívicas, siempre en favor de los más necesitados¨.

Fundó como primer periodista la emisora Radio Guaimaral el 13 de marzo de 1952 a quien con cariño llamaba “La chica para grandes cosas” y desde donde dirigió en varias oportunidades protestas de rechazo por los temas que aquejaban en esa época a Cúcuta.

El hombre cívico que se conoció dejó un testimonio en muchas inquietudes y realizaciones que le acapararon su tiempo y energías. Quienes lo conocieron lo destacan como un amigo simpático, un colega caluroso, el hombre de acción con una grandeza infinita llena de amor por su natal Cúcuta. Además era de esos personajes que difícilmente son absorbidos por el anonimato.

El 24 de junio de 1963 fue nombrado alcalde de la ciudad por el gobernador de ese entonces, Eduardo Cote Lamus y reemplazó en el cargo a Víctor J. Chaustre. Carlos Ramírez París, fue relevado del cargo 37 días después de su posesión por el Gobernador Cote Lamus. La versión oficial de su cambio fue una presunta inhabilidad con un cargo para el que había salido electo a la asamblea departamental y por el cual el Procurador General de la Nación había pedido la nulidad del nombramiento. Sin embargo, las verdaderas razones de su salida fueron las presiones de la Curia ante el Presidente Valencia y el Gobernador Cote, a pesar de la defensa que de él hizo el padre Daniel Jordán, una de las voces más escuchadas por ese entonces en la región. Lo reemplazó en el cargo, Rafael Rincón Cabrales. Esta historia hace parte del anecdotario cucuteño.

Un hombre que sirvió a la comunidad una vez bajo la administración municipal como alcalde de esta ciudad  y la mayoría de veces bajo la sombra protectora  de la espontaneidad deja un profundo recuerdo en quienes le conocieron y un vivo ejemplo para la evaluación futura.

Falleció el 12 de diciembre de  1977 cuando dos oficiales de la policía lo encarrilaron y lo golpearon fuertemente a bolillo en la redoma San Mateo hoy reconocida en su honor como “Puente Carlos Ramírez Paris” vía a San Antonio.

Ante todo, el reconocimiento de su presencia periodística nos lleva a lamentar su partida, por cuanto formaba parte de los exponentes más místicos de la profesión en el departamento. Y como amigos recordando que él hizo de la amistad una profesión, queremos dejar nuestra condolencia para sus familiares y Cúcuta que luego de tantos años sienten la desgarradora partida de ese roble maravilloso que se llamó CARLOS RAMÍREZ PARÍS.

Obras realizadas en homenaje a   don Carlos y que llevan su nombre en reconocimiento a las labores adelantadas:

• Colegio Carlos Ramírez Paris
• Barrio Carlos Ramírez Paris fundado en 1977
• Puente Internacional Carlos Ramírez Paris
• Sala de cines Carlos Ramírez París
• Parque Carlos Ramírez París
• Entre otras como ferreterías,  premios, monumentos, bustos e innumerable torneos deportivos.

Cuando en una entrevista se le preguntó a David Bonells Rovira cómo era ´Trompoloco´ contestó:

Era un hombre exageradamente generoso, un dador. Nunca fue un avaro al bendecir, ni escatimó un elogio. Era risueño, muy parecido a mi abuelo, con una voz excepcional y un espíritu cívico formidable que le permitió a través de la primera gran emisora de la ciudad, “la chica para grandes cosas”, convocar a la gente y la gente le creía.

Le recuerda a David el apagón de la ciudad promovido por Radio Guaimaral.

Lástima que Carlos Ramírez París no pudo desarrollar su programa cívico en la Alcaldía. Cuando fue Alcalde, ya lo cívico no tenía importancia, lo que valía era la politiquería. De ‘Trompoloco’ nos queda su sonrisa, su amistad, el brandy ….

Recopilado por : Gastón Bermúdez V.