“No se cómo hizo mi papá para conseguir este ejemplar. Intuyo que se lo obsequiaron unos amigos en Bogotá, lo que sí tengo claro es que él compró la edición impresa durante más de 25 años”.
El 30 de enero de 1911 Alfonso Villegas Restrepo, fundador del diario, puso a circular cuatro páginas diagramadas a cuatro columnas y de formato tabloide. Su valor comercial fue de 3 centavos y la suscripción de cuarenta números costó 1 peso.
Con un promedio de 300 ejemplares de circulación diaria en Bogotá y 667 ediciones Villegas Restrepo vendió el medio de comunicación a Eduardo Santos Montejo, quien le proporcionó una nueva visión al diario.
En la década de los 30 llegó a Cúcuta, por primera vez, un ejemplar de este prestigioso medio de comunicación. El área de archivo de El Tiempo registró que el 12 de enero de 1933 el periódico publicó en primera página “En dos días va ahora El Tiempo a Cúcuta”.
Desde esa fecha la ciudad comenzó a recibir las principales noticias de Colombia y también empezó su aporte informativo.
El auge comercial y noticioso de la ciudad hizo que en 1968 se creara El Centro Informativo de Cúcuta, “que fue una oficina de redacción de Norte de Santander y la zona de frontera. Con ella se buscó ampliar la cobertura del servicio”, comentó Cicerón Flórez Moya, excorresponsal de El Tiempo y actual subdirector del diario La Opinión.
La información general, deportiva, social y gráfica que ha presentado El Tiempo de los principales acontecimientos de esta región y de la zona fronteriza ha estado en manos de diferentes periodistas.
Sus informes especiales fueron enviados a Bogotá por medio de un Telex, hasta que se fueron empleando nuevas técnicas para el envío de la información.
José Joaquín Vargas Barón, Blanco Suárez, Óscar Osorio, Jesús María Sepúlveda, Eugenia Soto de Bustos, Carlos Arturo Salazar, Jaime Humberto Yáñez, Hernando Escobar Vera, Eustorgio Colmenares Baptista (fundador del diario La Opinión), Cicerón Flórez Moya, Ángel Romero, Luis Ernesto Almario, José Rafael Mogollón y Diego Suárez son algunos de los profesionales que dispusieron su pluma para informar al país.
Víctor Hernández fue reportero gráfico en Norte de Santander al menos por 20 años. Fue enviado especial a competencias deportivas en los estados venezolanos limítrofes. En la actualidad, Arturo Peñaloza es el corresponsal de El Tiempo.
Voceadores
En 100 años de historia un sin número de personas se han vinculado a la promoción y venta del diario El Tiempo. En Cúcuta no hay una lista que registre la cantidad y los nombres de ellas. Sin embargo, dos personajes son íconos representativos.
Todos los días a las 9:00 de la mañana, Luis Edulfo Suárez Peñuela llega a la oficina de El Tiempo para recoger los ejemplares que ofertará durante su jornada laboral.
Desde hace 50 años se dedica a esta forma de negocio. Su sitio predilecto para vender es el Barrio Blanco. “Cuando comencé a trabajar despachaba como 150 ejemplares. Hoy las ventas han bajado y toca buscar nuevos clientes para poder subsistir”.
Orlando Rangel, conocido como ‘Chucho’, vende El Tiempo desde que tenía nueve años. Hoy, cuarenta años después, reconoce que este trabajo le ha dado todo.
Desde que inició sus labores toma su bicicleta y recorre los barrios San Rafael, Cuberos Niños, Santo Domingo y el centro de la ciudad.
Su experiencia le ha enseñado que los buenos títulos, que pueden ser de torneos deportivos o de catástrofes, motivan a los compradores. De lo contrario se poncha”.
“Cuando comencé a trabajar como voceador a la gente le interesaba más leer el periódico. Les interesaban las noticias nacionales y compraban sin tanto problema. En ese entonces me vendía 200 ejemplares”.
Datos:
- La entrega número mil se cumplió el 23 de junio de 1914 con un cuerpo de seis páginas.
- Los cinco primeros años de vida de EL TIEMPO fueron registrados por periódicos como La Unidad, que era dirigido por Laureano Gómez.
- El periódico incursionó en la internet el 22 de enero de 1996.
El Tiempo, como todos los medios de comunicación del país, ha atravesado momentos difíciles en su afán de cumplir con el deber informativo que le es inherente.
El 06 de septiembre de 1952 las instalaciones de EL TIEMPO fueron blanco de las piedras y balas de personas inconformes con su ideología política.
La destrucción prosiguió hasta iniciaron el fuego en la edificación. Las rotativas Goss y la Duplex quedaron inutilizadas. La destrucción fue parcial.
Luego del gran golpe que significó el incendio, vino otro peor: la clausura del diario durante el régimen militar del General Gustavo Rojas Pinilla, el 4 de agosto de 1955. El motivo: una nota aclaratoria que redactó Roberto García Peña y que envió al diario El Comercio de Quito.
EL TIEMPO volvió a circular el 8 de junio de 1957. Su edición número 15 mil 771 fue dedicada a los estudiantes caídos en los disturbios de Bogotá los días 8 y 9 de junio de 1954.
En esta edición, Eduardo Santos escribió: “Quiera Dios permitir que El Tiempo sea siempre digno de la tarea que lo espera, y de la confianza nacional que lo rodea y estimula”.
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