La mercancía que venía en barco para Cúcuta, vía Lago de Maracaibo, Venezuela, no llegó a tiempo y por eso hubo que aplazar el festejo para el último domingo de mayo. En eso coinciden desde dueños de almacenes hasta el transeúnte común de esta franja fronteriza.
Por ley, expedida el 16 de febrero de 1925, se estableció que en Colombia el Día de las Madres sería el segundo domingo de mayo de cada año. Así quedó consignado en la ley 28.
El 31 de mayo de 1925 se celebró por primera vez en Colombia y por supuesto Cúcuta no fue la excepción.
La programación definida para ese domingo inició a las 9:00 de la mañana con una eucaristía en el templo de San Antonio en donde se reunieron las madres de los alumnos de las escuelas oficiales urbanas y rurales de El Llano y El Callejón. La misa fue oficiada por el presbítero Daniel Jordán y presidida por el alcalde Eufemiano Moros, quien expuso “de manera delicada la misión de la madre y la gratitud filial”, según aparece registrado en el libro `50 años de historia nortesantandereana”.
En ese mismo libro de las memorias de Norte de Santander aparece que “el 10 de abril de 1931 fue restablecido el servicio de trenes entre Cúcuta y el puerto venezolano de Encontrados sobre el río Catatumbo, servicio que se había suspendido debido a los recientes acontecimientos políticos de Venezuela”. Ese episodio podría coincidir con el aplazamiento de la fecha de celebración de Día de la Madre en Cúcuta. Porque según el historiador Fernando Vega a principio del siglo XX toda la mercancía extranjera llegaba a Cúcuta por tren. “Y el tren no llegó con la mercancía para las madres”.
Desde que tienen noción la celebración del Día de la Madre en Cúcuta es el último domingo. Siempre han tenido dispuestos sus almacenes para la clientela.
Raúl Abdala Jaber, propietario del almacén `El Duque y la Duquesa`, que cumplió 35 años de estar abierto, recita la misma historia de la `atracada` mercancía en el Lago de Maracaibo. Sin embargo, le gustaría que esa fecha se unificara con el resto del mundo.
Daniel Hernández, quien cumplió 43 años gerenciando el almacén La Corona, que existe desde hace 59 años, recuerda que precisamente una de las tiendas que encargó mercancía a Europa fue Tito Abbo, que era la casa principal de Cúcuta, y ese pedido no llegó a tiempo. Por eso se aplazó el festejo.
Jorge Saad Chauvez, propietario del almacén de ropa Napoli, abierto desde hace 49 años, recuerda también que en esa época solo existían dos o tres casas, entre esas Tito Abbo y Wollner y el encargo hecho para ese domingo, Día de las Madres, se tardó en llegar. Esa celebración es atípica a nivel mundial. El cambio de fecha, recuerda, fue buena cuando a Cúcuta llegaban los venezolanos en masa.
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