PORTAL CRONICAS DE CUCUTA: Estandarte cultural de historias, recuerdos y añoranzas cucuteñas…

PORTAL CRONICAS DE CUCUTA: Estandarte cultural de historias, recuerdos y añoranzas cucuteñas…

TERREMOTERO -Reconocimiento, enero 2018-

Apasionantes laberintos con inspiraciones intentan hallar rutas y permiten ubicarnos en medio de inagotables cascadas, son fuentes formadas por sudores de ancestros. Seguimos las huellas, buscamos encontrar cimientos para enarbolar desprevenidos reconocimientos en los tiempos. Siempre el ayer aparece incrustado en profundos sentimientos.

Corría finales del año 2008, Gastón Bermúdez sin advertir y sin proponerlo, inicia por designios del destino la creación del portal CRONICAS DE CUCUTA. Parecen haberse alineado inspiraciones surgidas por nostalgias. Gran cúmulo de vivencias, anécdotas, costumbres y añoranzas, fueron plasmadas en lecturas distintas.

Ya jubilado de la industria petrolera venezolana, recibió mensaje que expresaba una reunión de amigos en Cúcuta. Tenía más de cuatro décadas ya establecido de forma permanente, primero en la ciudad del puente sobre el Lago y después en la cuna del Libertador. Viajó ilusionado, acudió puntual a la cita desde Caracas. Encontró un grupo contemporáneo, conformado por amigos ex-jugadores de baloncesto y ex-alumnos del Colegio Sagrado Corazón de Jesús.

La tierra cucuteña levantada desde primeras raíces plantadas, siempre acompañó todos los hijos ausentes. Cuando encontramos distantes los afectos, creemos separarnos de recuerdos. Nos llevamos al hombro baúles de abuelos, cargamos con amigos del ayer, empacamos en maleta la infancia y juventud. Muchas veces una fotografía antigua, atrapa y confirma que nunca pudimos alzar vuelo.

Entonces por aquellos días apareció publicado ´La ciudad de antaño´, parido desde generosa pluma con sentido de identidad comprometida, fue el mártir periodista Eustorgio Colmenares Baptista dejando plasmados recuerdos de finales de los 50 y años 60. Sin querer, esas letras fueron presentación inaugural de CRONICAS DE CUCUTA. Los Inolvidables sentires viajaron al modesto grupo de amigos y abrieron compuertas para afianzar arraigos de infancia. Don Eustorgio culmina la crónica con frases retumbando las memorias: “Había muchos menos avances tecnológicos a disposición de la comunidad, pero vivíamos como si nada nos faltara. Nos bastaba con vivir en Cúcuta”.

Sentires intactos, ahora plasman recuerdos en calles transitadas por niños que fuimos. Nuevamente los arraigos hacen despejar las avenidas a los rieles del antiguo ferrocarril. Nos bastaba con vivir en Cúcuta. Asoman madrugadas entre indetenibles remembranzas y añoranzas.

Sin planificar nada, Gastón compartía vía internet las crónicas del Diario La Opinión aparecidas cada ocho días en lecturas dominicales. Sin saber, creció el portal CRONICAS DE CUCUTA. Cada acontecimiento recopilado se convertía en homenaje In Memoriam para hombres y mujeres que dejaron muy alto el Valle de Guasimales. Igualmente, exalta la dignidad con reconocimiento a grandes glorias del ámbito artístico, cívico, periodístico, religioso, deportivo, cultural, social y político.

Oficialmente se convierte en PORTAL WEB el 7 de octubre 2010. En forma admirable acumula ya 1.329 recopilaciones tipo crónicas, casi todas extractadas de periódicos y publicaciones locales, libros populares, escritos nacidos de historiadores, periodistas, inéditos autores y muchos escritores del Norte de Santander. El portal permite hallar el original ADN ancestral y ubica el sentido innato de pertenencia cucuteña. Llegó un día a la vida de todos los internautas, igual como aparecen las buenas nuevas, sin avisar, sigilosamente introduciéndose en las cortezas que somos y las venas que siempre fuimos. Su creador, nunca imaginó un buscador que tocara el alma y menos tallar imborrables despertares en ávidos ojos de lectura.

Aparece ahora como paso determinante para navegar en referencias de Cúcuta. Asegura a nuevas generaciones herramientas para afianzar valores jamás perdidos. La perspectiva futura para ámbitos históricos, culturales, sociales y deportivos, harán necesario considerar el Portal como insigne buscador de consulta e informativo. Importante archivo tecnológico para infantes en colegios y escuelas. Podrá acceder directamente cualquiera a profundos arraigos allí recopilados. Casi imperativo considerarlo como salvaguarda del sentido de identidad y pertenencia.

CRONICAS DE CUCUTA se convirtió en sugestivo repaso de acontecer histórico, recopilado en 19 capítulos o clasificaciones. Portal libre, siempre abierto a todo aquel deseoso por descubrir datos históricos, biografías, nombres de grandes personajes, fechas emblemáticas, sucesos de vida social, cultural, deportiva, religiosa, artística y política. Formidable vía adentrándose en acontecimientos del siglo XVIII hasta nuestros días. Todo expedicionario oriundo se encontrará representado en cada letra, apellido, dato, foto y fecha. Todos volverán a observar las luces de la gran ciudad en medio de rutas por hallar orígenes.

CRONICAS DE CUCUTA no debe tener como destino el olvido, deberá asegurar a nietos de nuestros nietos, inquebrantables lazos surgidos de nostalgias, recuerdos y añoranzas. CRONICAS DE CUCUTA es herramienta tecnológica para demarcar el hilo conductor entre hoy y ayer. Parece luz encontrada en días oscuros, nos abre el entendimiento. Pulsar la tecla nos lleva a destinos con encuentros pasados. Valiosa información contenida en páginas adornadas con sentimientos profundos.

CRONICAS DE CUCUTA garantiza el resurgir de valores originarios que parecían adormecidos por culpa del avasallante mundo moderno. CRONICAS DE CUCUTA llegó para quedarse, igual que mares inundados por recuerdos. CRONICAS DE CUCUTA confirmó la premisa donde las nostalgias se convierten en vehículos para transportar la historia. Una enciclopedia virtual presentada por nuestras gentes con sencillo lenguaje.

Anclados quedarán por siempre nuestros sentires, intactos los arraigos, despiertas las añoranzas y vivas las costumbres intactas. Ahora aseguramos el reguardo de raíces que retoñan desde cenizas del ayer. Dios jamás declaró desértico el Valle Arcilloso, siempre fue bendecido, tampoco declarado deshabitado para la vida del hombre.

Fueron creciendo raíces en medio de cenizas y milagrosamente reverdecieron los gigantescos árboles frondosos. CRONICAS DE CUCUTA reafirma lo que somos. Seguiremos siendo aquello que siempre fuimos, nada cambió, solo algunos pañetes y varios techos distintos.

Todo estará por volver, todo por crecer y todo por llegar. Nunca estaremos solos. Cada generación hará brotar nostalgias por siempre convertidas en historias llenas de arraigos.

Nos bastaba con vivir en Cúcuta…

sábado, 4 de mayo de 2013

372.- VECINOS DE CUCUTA II (Gramalote, Chinácota, Bochalema, Labateca)


Revista Epika/Leopoldo J. Vera Cristo/La Opinión

GRAMALOTE, AHORA Y SIEMPRE...

Panorámica de Gramalote

Ha transcurrido un tiempo de esta tragedia y todavía no dimensionamos las repercusiones que de toda índole traerá, no sólo a los gramaloteros sino a Norte de Santander en general. Se acabó todo y no hubo un solo muerto. Parece un milagro….un designio de nuestro padre celestial.

Las imágenes hablan por sí solas de la dimensión de la tragedia, pero las he querido acompañar de una breve síntesis del proceso poblacional de este pueblo nortesantandereano que seguirá vivo en el corazón de todos nosotros.

¿CÓMO NACIÓ GRAMALOTE?

Salazar soportó la onda poblacional que poco a poco fue ocupando montes y laderas en aquél amplio territorio que hoy comprenden los municipios de Gramalote, Lourdes, Sardinata y Bucarasica. El motor fue el café, desarrollado en el sector desde 1840.

La vida social y familiar se dinamizó en forma notable con la economía y cultura cafetera en estos pueblos. Actividades colaterales al café como la producción de equinos y mulares para componer las recuas de mulas que sirvieran de transporte al café fueron importantes en la dinámica productiva y comercial.

Expidió entonces el Estado Soberano de Santander la Ley de 7 de octubre de 1864, por medio de la cual se erigió con el nombre de Galindo el Distrito Parroquial solicitado.

Correspondió al ayuntamiento del Distrito de Salazar formar una lista o padrón de los ciudadanos habitantes de los partidos deslindantes, para verificar quienes eran los verdaderos pobladores y ciudadanos del nuevo Distrito de Galindo. Luego procedieron a nombrar jurados electorales para realizar la primera elección de dignatarios en Galindo, comicios que se realizaron el 1º de enero de 1865.


Sin embargo, faltaba el orden eclesiástico, la parroquia, para muchos era más importante que lo estatal. Entonces, aquel aguerrido y entusiasta campesinado, de fuertes raíces religiosas y reconocido sentimiento conservador, a pesar de hallarse en pleno furor el laicismo liberal, continuaron con el fortalecimiento de su comunidad de San Rafael de Galindo, e iniciaron la construcción de una capilla para el culto católico, al tiempo que pedían para que se les erigiera en parroquia diocesana.

Las gestiones por la institucionalidad eclesiástica se adelantaron desde el 17 de noviembre de 1862. Dos razones fundamentales esgrimían en la propuesta: Una, “la larga distancia para poder llamar el cura a una confesión, que muchas veces muere sin confesión aunque lo deseen”; y dos, que a “consecuencia de la guerra existen enemistades i odios entre los hijos de esta fracción de Salazar, siendo éste un motivo para no poder salir a celebrar nuestras festividades”.

Toda población, quiere tener un fundador y Gramalote no fue la excepción. La historiografía tradicional le asignó este honor a Gregorio Montes, uno de los gestores del proyecto de institucionalidad, tanto pública como eclesiástica. Sin embargo, por tratarse de unos procesos colectivos o comunitarios no podría hablarse de un fundador, sino de unos fundadores. Si ese honor se le dio a Gregorio Montes, por haber donado un lote para asentar la Parroquia y adelantar ingentes esfuerzos en procura de la erección de la municipalidad; resultaría injusta la historia con los demás vecinos que de igual manera hicieron sus aportes. Es el caso de Joaquín Peñaranda y José Berti, ciudadano francés, quienes donaron tierras para el templo, la casa cural y el cementerio.

Una vez protocolizada la escritura de donación de tierras para la dotación e implementación de la parroquia de San Rafael, segregada de la de Salazar y ubicada en los términos del Distrito Parroquial Civil de Galindo, los vecinos fundadores volvieron a insistir al Obispo sobre la erección de la parroquia.


Finalmente la diócesis de Nueva Pamplona aceptó los argumentos expuestos por los aspirantes y verificó que existía un crecido caserío y suficiencia económica para sostener el cura, así como lo adelantado y suficiente de la fábrica del Templo Parroquial. De tal modo que procedió a erigir la nueva parroquia de San Rafael de Galindo.

El 8 de enero de 1866, Bonifacio Antonio Toscano, Obispo de Pamplona en el exilio, expidió el nombramiento de cura en propiedad para la parroquia de San Rafael de Galindo en la persona de José Secundino Jácome. El Padre Secundino Jácome administró con competencia la Parroquia desde 1866 hasta 1895.


Institucionalizada la comunidad de San Rafael de Galindo, tanto en lo civil como en lo eclesiástico, se afectó la municipalidad con el Decreto Ejecutivo de 7 de agosto de 1866, del Estado Soberano de Santander que rehízo el orden jurídico de los asentamientos urbanos de su territorio. Así, el naciente de Galindo pasó a la categoría de “aldea”, con la pérdida de su original condición jurídica de Distrito Parroquial.

Esta medida no duró mucho. La Asamblea Legislativa del Estado Soberano de Santander expidió la Ley 27, del 24 de octubre de 1878, con la cual se erigieron nuevamente en Distrito Parroquial las aldeas de Arboledas, Bochalema y Galindo.

Una vez demolido el sistema federal de los Estados Unidos de Colombia y en consecuencia, el Estado Soberano de Santander convertido en Departamento de Santander de la República de Colombia, centralista y unitaria, que se fundara con la Constitución de 1886, el Distrito de Galindo fue asimilado al nuevo orden territorial con el nombre de Gramalote, cambiado según disposición de la Asamblea departamental en 1888.


Además, en aquella misma década, el asentamiento parroquial y municipal de Galindo, situado en el Caserío originario de San Rafael, fue trasladado a un sitio más adecuado, con la debida nueva traza de plaza y calles, así como la construcción de un nuevo Templo Parroquial, casa de gobierno, cárcel y demás edificios institucionales como privados.

El poblamiento y posterior creación de los municipios Lourdes, Sardinata y Bucarasica, fue soportado e impulsado desde Gramalote. Ello le reportó a Gramalote un singular desarrollo con abundante actividad comercial. Por otro lado, la construcción de la carretera entre Gramalote y Sardinata y por ella una salida a la Costa por la vía Ocaña, le permitió a este municipio ser paso de viajeros y mercancías en ambos sentidos. La pérdida de protagonismo de esta vía en la década de los sesenta, merced a la construcción de la carretera La Ye - Sardinata, fue determinante en el estancamiento de las finanzas y progreso de Gramalote, el cual experimentó una nueva reactivación en la década de los 60, con la apertura y construcción de una nueva vía, la carretera al corregimiento salazareño de El Carmen de Nazareth y posterior enlace vial con el municipio de Villacaro. En los últimos años también ha visto algún beneficio con el paso o tránsito de personas y mercaderías hacia el municipio de Cáchira

SALUD Y ESCOLARIDAD

Siguiendo esta estela productiva de la Iglesia, contemos que en 1938 la Hermanas Vicentinas llegaron a Gramalote y se encargaron con devoción del hospital. Muy pronto , con planos del Dr. Víctor Pérez Peñaranda y la construcción material de Don José Ascensión Santafé Parada, se construyó el nuevo hospital, el más completo de la región donde trabajaron con dedicación eminentes médicos hasta el día de su destrucción.

Mucho antes, en 1921, Gramalote se había congregado jubilosa para recibir la Comunidad de las Hermanas Bethlemitas, por invitación del ilustre Pbro. Samuel Jaimes. Las Hermanas se encargaron del colegio María Auxiliadora, manejado hasta entonces por las Hermanas Dominicas, cambiando su nombre por el de Sagrado Corazón de Jesús. Para 1931 ya habían consagrado un templo y en 1.943 los ingenieros Pérez y Faccini construyeron para ellas el imponente edificio del colegio por el que pasaron más de 15.000 estudiantes.

Es difícil precisar la fecha de la fundación del Colegio Simón Bolívar pero podría remontarse al año 1.946. Don Fernando Quirós transformó entonces la existente escuela del Espíritu Santo, que funcionaba en el popular sitio llamado Puerto Guayabo, en el Colegio Simón Bolívar. Funcionó luego en diferentes ubicaciones hasta ocupar en 1.962 el local contiguo al estadio municipal. Siempre fue el orgullo de la región y por sus aulas pasaron eminentes figuras de la política, de las artes y del clero.

PERSONALIDADES

Las calles de Gramalote, desde el estadio hasta La Lomita, sintieron los pasos de gigantes de la talla de Abelardo Madariaga, primer alcalde, el poeta Luis Vargas Rangel, Francisco Peñaranda Ordóñez, Rafael Arturo Bueno, Rodrigo Peñaranda Yáñez, Carlos Humberto Yáñez P., Gonzalo Canal Ramírez y tantos otros que olvido ahora. Sin embargo, fueron las gestas guerreras las que pusieron a Gramalote en la agenda histórica colombiana; gestas en defensa del azul cuando pasaba por ser el municipio más conservador del país. Sospecho que por eso mi papá solía decir que … “me había mandado allí a hacer medicatura rural porque notó que me estaba destiñendo”. El General Eusebio Rojas, hijo legítimo de la montaña gramalotera, es su estrella indiscutible en el campo militar. Desde la guerra civil de 1860 hasta su muerte en batalla en el Alto de Rojas, junto a Gabriel París, este valiente luchador ondeó la bandera del Batallón Gramalote en campos sagrados como los de Tulcán, Peralonso, La Humareda, Tasajero, la toma de Cúcuta, La Donjuana y tantos otros. A pesar de ser tierra de coraje, Gramalote no ha producido desde su muerte alguien que lo supere en pundonor y genio militar.

Y LA HISTORIA SE DETUVO ASI

El 16 de diciembre de 2.010 asomó con el clamor de las campanas llamando a misa de aguinaldos, vieja tradición sin la cual no se ambientaba la temporada navideña. Se rumoraba desde la capital que había razones para pensar en algún tipo de desastre. La gente murmuraba que se escuchaba un ruido sordo subterráneo, semejante al de un tren que espantaba los pájaros y alertaba los perros callejeros. Después de misa los vecinos se sentaron en el atrio de la iglesia como lo venían haciendo por años, aprovechando el “hielo” mañanero de finales de año. Podía notarse un aire de tensión en el ambiente que pronto contagió al párroco y aguzó los sentidos de los presentes. A la nueve de la mañana ya había una notable concurrencia alrededor del sacerdote preguntándole insistentemente si sería cierto que todo se acabaría y si habría necesidad de dejar el pueblo. El Padre opinaba que seguramente nada pasaría y que no creía en la evacuación. Las caras se fueron entristeciendo y hasta el rostro de la estatua de Laureano Gómez pareció tener esa mueca de susto que no se le había vuelto a ver desde que en su famosa visita del 11 de octubre de 1.938, una hermosa viejita gramalotera le dijo: “Dr. Gómez, si fuera más joven le cogía una cría…”.

Cercanos a las 10 A. M., se escucharon los primeros gritos y empezó a verse bajar del cerro gente llorando. Las miradas confluyeron en la montaña que parecía caminar hacia el pueblo y se pudo observar cómo la tierra de su ladera se tragaba las vaquitas que pastaban desprevenidamente. Los árboles se descuajaban como débiles ramas y tembló con furia el piso que hasta ese momento parecía seguro. La gente corría sin rumbo, consciente de que no existía refugio seguro. Por primera vez se pensó en evacuar y el desorden cundió por las calles que asomaban a las vías de salida. La plaza estaba llena de carros, unos nativos y muchos enviados desde Cúcuta por familiares preocupados.

Haría falta haber vivido esos momentos para entender la angustia de los pobladores y, aún más, haber nacido allí para comprenderla. Gramalote tiene una tasa muy alta de pobladores de la tercera edad; veteranos que nacieron, se criaron, se formaron y que tenían en su ADN todo el sabor que da lo nativo. Muchos de ellos ni siquiera habían salido más de 24 horas del pueblo y jamás imaginaron que su pueblo se acabaría antes que ellos. Imposible pensar en empezar una nueva vida transitando por la séptima, la octava y hasta la novena década. Resulta aplastante sentir que no habrá ninguna esperanza de volver nunca al terruño que nos vio nacer y, sobre todo, saber que ya no se tienen las fuerzas para valernos solos y que tendremos que depender de los demás, quién sabe dónde.

Pero quién puede pensar remotamente en no volver a ver su pueblo; en sentirse sin piso ni encontrar apoyo; en la posibilidad de perderlo todo sin chance de recuperarlo. Es un momento de soledad absoluta, de terror inimaginable, donde no cabe el raciocinio ni la lógica. Sobrecogidos por el espanto cada cual escogió el rumbo que su instinto le señaló, y así muchos pensaron en sus casas pero la mayoría huyó a la carretera con o sin carro. Paradójicamente, la huida repentina se acompañaba de una seguridad ficticia de que todo terminaría mañana y entonces habría retorno próximo, lo que finalmente dio aliento a los damnificados. Por eso dicen algunos gramaloteros que los únicos que no pensaron en volver fueron las autoridades que, efectivamente, no volvieron cuando se generalizó el pillaje.

Una semana después, un mes después, se materializó la realidad: no volverían jamás al pueblo querido, no recuperarían lo perdido y nadie les diría qué hacer, a dónde ir ni cómo mitigar su tristeza. Desde entonces se han muerto muchos, unos naturalmente, otros porque no resistieron el trauma de la soledad y el desentendimiento. La caridad y el acompañamiento de muchos de sus coterráneos radicados afuera y de algunos nortesantandereanos solidarios, no logran mitigar tanto sufrimiento de quiénes no comprenden porqué ni hasta cuándo.

Y así han pasado casi cuatro años. La tragedia de los lugareños crece y crece; su desgracia se ha convertido en refugio de campañas políticas y en trampolín electoral. Está de moda hacer promesas con fechas dilatoria para su reconstrucción sin pensar que el pedir perdón por semejante vejamen, no resulta consuelo alguno para las víctimas y en cambio parecería una afrenta.

Gramalote eterno, tu perennidad está asegurada en la mirada triste de tus afligidos ancianos , de tu juventud expectante y de tus incrédulos niños. Pero sobre todo en la admiración que profesamos los colombianos por tus hijos, testigos estoicos de tan inmerecida prueba. Colombia siempre estará contigo.
 
EPILOGO



Se acabó la espera



Así luce el nuevo Gramalote.

El nuevo Gramalote ya es una realidad, el 20 de diciembre de 2016, el presidente Juan Manuel Santos, con una inversión superior a los 450 mil millones de pesos, entregó oficialmente el 65 % de las obras que permiten la creación del nuevo municipio de Gramalote, Norte de Santander. Ya hay 350 casas terminadas en cinco barrios.

Entre las obras que se inauguraron estuvo la plaza de mercado, la plaza principal, 260 casas terminadas y el Centro Administrativo Municipal (CAM), donde quedarán las sedes de la Alcaldía, el Concejo, el Juzgado, la Notaría, la Registraduría, la Personería y la Agencia de Empleo del Sena.

También las plantas de tratamiento de agua potable y de aguas residuales, el molino de viento para reutilizar agua de pozos y la estatua restaurada de Laureano Gómez.

Asistieron el gerente del Fondo de Adaptación Iván Mustafá, el ministro del Interior Juan Fernando Cristo, el obispo de la Diócesis de Cúcuta Monseñor Víctor Ochoa Vidal, el alcalde de Gramalote Tarcisio Celis, el gobernador William Villamizar, entre otras personalidades nacionales y locales.

Y es que esa semana, cuando se cumplieron seis años de la evacuación del pueblo por una falla geológica que causó deslizamientos de tierra y grietas en terrenos y viviendas, los gramaloteros volverán paulatinamente a su nuevo hogar, el cual pretende constituirse desde ese momento como un sitio turístico en Norte de Santander. Se estima que en febrero de 2017 llegarán los primeros habitantes al nuevo casco urbano, y terminarán todas las obras en un año.

Paralelo a la visita presidencial, la comunidad volvió a celebrar la tradicional novena navideña en la plaza principal para revivir su colorida tradición.

Esta vez, habitantes de Gramalote se congregaron al mediodía en el parque principal para rezar en familia la novena navideña, que contó con la presencia del mandatario del país.

En medio de la celebración religiosa hubo un espacio para recordar cómo el 16 de diciembre de 2010, empezaron los primeros deslizamientos que posteriormente desaparecieron el pueblo y obligaron a cientos de familias del casco urbano a vivir por meses en albergues en Cúcuta y en la zona rural de Gramalote.


Un largo camino

Aunque para muchos la reconstrucción de Gramalote se demoró, el gerente del Fondo Adaptación Iván Mustafá, aseguró en su última visita al pueblo que el proyecto se ha ejecutado en tiempo récord, y que es un ejemplo a nivel mundial porque se tuvo en cuenta a la gente del municipio para los detalles de su reconstrucción.

Desde abril de 2012 se creó la Mesa de Trabajo para el Reasentamiento de Gramalote, conformada por la Alcaldía, la Gobernación de Norte de Santander, el Concejo, la parroquia, la Personería y el Fondo, a la que posteriormente se sumaron un representante de la comunidad, el representante de las juntas de acción comunal y la veeduría municipal.

Este escenario permitió la interlocución y diálogo de las acciones del Fondo Adaptación con las autoridades y los líderes de la comunidad.

Y es que una de las mayores demoras en la ejecución de esta obra tuvo que ver con la elección del terreno donde se reconstruiría el pueblo, pues aunque en un principio se habló de reasentarse en el sector de Pomarroso, estudios posteriores hicieron que se descartaran estos terrenos y se escogiera el sector de Miraflores como el más apto.

A principios del mes de diciembre de 2016 se realizó la asignación de las viviendas en los 16 barrios que constituirán el nuevo pueblo. Gracias a un consenso entre el Fondo Adaptación y los gramaloteros las nuevas casas conservarán su ubicación anterior, por lo que los mismos vecinos se reencontrarán en las nuevas construcciones.

El nuevo Gramalote contará con 1.006 casas. A finales del año 2016 quedarían listas 250 viviendas. Además contará con 11,9 kilómetros de vías entre Campo Alegre y Miraflores y Miraflores-Lourdes.

CHINÁCOTA, HIDALGA Y TURÍSTICA

Chinácota

Cuando el general Ramón González Valencia decidió instalarse en compañía de su numerosa familia en la Hacienda Iscalá y comenzar desde allí a planear todas las acciones civiles y militares que engrandecieron su vida, lo hizo porque estaba convencido que era, como alguna vez lo expresó un poeta, ‘un lugar para soñar’.

El calor humano, el entorno maravilloso y la bondad del clima han convertido a este municipio en uno de los destinos preferidos para los nortesantandereanos y los turistas nacionales y de la frontera colombo-venezolana, que cada fin de semana, lo ‘abarrotan’, buscando descansar de los agites citadinos y de ese clima fresco que añoramos los calentanos.

El Páramo de Mejué, el Cerro de la Vieja, los monumentos a la Virgen de la Paz y a Margarita, la del cerro, junto con la hacienda Iscalá, el templo parroquial San Juan Bautista, la capilla de Nuestra Señora del Carmen, en la vereda Iscalá; la plaza de toros ‘San Nicolás de Chinácota’, la plaza de mercado, el callejón de Cuéllar y un sin número se sitios que invitan a la recreación y el turismo, es la carta de presentación que tiene Chinácota, para que propios y visitantes, lo visiten.

Aunque ya no se realizan las Ferias y Fiestas de San Nicolás con ‘la pompa’ de antes, éstas siguen siendo el centro de las festividades municipales y de atracción para el sin número de visitantes que bajo ningún pretexto ‘se las pierden’.


Alrededor del parque principal ‘Ramón González Valencia’, donde hay una estatua del ‘chitaguense’, quien siendo Presidente de Colombia, dio vida administrativa al departamento Norte de Santander, aquel 14 de julio de 1910, los turistas pueden saborear lo mejor de la comida típica o adquirir un suvenir, que en cantidad y calidad, elaboran los artesanos chinacotenses.

Por la ruta al Páramo de Mejué, hay, al lado y lado de la vía, un sin número de restaurantes y estaderos que ofrecen lo mejor de la comida criolla y nacional, ha precios que están al alcance de todos.

Ah…no olvide saborear las deliciosas fresas con crema o esas ‘morcillas’ chitareras que las abuelas del pueblo saben preparar con la habilidad y calidad que sus ancestros les enseñaron. Y si es amigo de los deportes extremos, libérese del estrés y láncese a realizar ‘un vuelo’ en parapente, como Chinácota lo ofrece, con todas las normas de seguridad y protección.

BOCHALEMA, HISTÓRICO Y TURÍSTICO

Bochalema

Bochalema es un municipio con una gran riqueza histórica-cultural; sus calles han permitido dar fe de un legado arquitectónico colonial, que lo convierte en atractivo para los turistas a la hora de elegir un lugar para visitar.

Esta tierra que entre sus montañas guarda grandes epopeyas, caracterizan el arranque y la pujanza de los habitantes, quienes abren las puertas de las casas para recibir a los visitantes y ofrecerles gratos momentos familiares, conociendo los diferentes lugares y atractivos turísticos del municipio.

En la cabecera municipal se puede apreciar la belleza arquitectónica del templo parroquial, consagrado al Sagrado Corazón de Jesús – primero en Colombia y segundo en el mundo-, la riqueza espiritual que encierra la capilla de la Virgen de la Cueva Santa, patrona del municipio, el legendario Samán, principal ícono municipal, la Plaza de Toros, la Casa de la Cultura municipal que lleva el nombre de José Rozo Contreras, en honor al músico que entre otras muchas realizaciones, hizo los arreglos para banda del Himno nacional de Colombia, la música del himno departamental de Norte de Santander y más de un centenar de obras y partituras que lo hacen merecedor al título de ‘el músico de Bochalema’.

Fue sembrado en 1888 cuando Cebero Olarte, quien pertenecía al Ejército, trajo su semilla al municipio. Una vez plantado, el sacerdote Ramón García se dedicó a cuidarlo y se convirtió en un árbol inmenso. Es hijo del Samán de Táriba y nieto del Samán de Güere.

Además del legado indígena, Bochalema tiene fama de tener una tierra inmensamente rica para el cultivo de diferentes productos agrícolas, cantidad de frutas y hermosas flores. La riqueza del campo ha dado origen a manifestaciones artesanales que se representan en elementos tejidos con cabuya, o elaborados con arcilla como cenefas, enchapes o vajillas.

Bochalema tiene dos fortalezas turísticas: la riqueza y abundancia de las aguas termales y azufradas que hay en su territorio y a las que se les atribuyen poderes curativos y relajantes y, el sendero ecológico de Aguablanca, donde además de un contacto directo con la naturaleza, se pueden apreciar atractivos naturales como la laguna de Capote (vereda Buenavista), el Pozo de los 10 minutos y diversas Cascadas.

Cuando visite a éste municipio nortesantandereano, le recomendamos refrescarse con la brisa que ofrece el histórico Samán que está en el centro del parque principal y ‘echarse una pasadita’ por L’Orquideal, para que disfrute saboreando lo mejor de la comida francesa que su propietario sabe preparar y conozca el mejor y más variado cultivo de orquídeas del departamento.


Los balnearios de la Chiracoca, Aguablanca y Villa Luz, están dispuestos a recibirlos y ofrecerles lo mejor de Bochalema, al igual que los monumentos a Cristo Rey, y, a las madres muertas.

La patrona de Bochalema

Para cualquier bochalemero es una tradición visitar el santuario de La Virgen de la Cueva, un lugar sagrado donde se congregan los fieles creyentes del pueblo para orar por sus seres queridos, hacer promesas o pedir por algún milagro.

En el pueblo se desconoce la época en que la capilla fue construida, pero algunos se atreven a decir que aproximadamente fue entre los años 1500 a 1600.

Esa fecha se menciona porque fue en 1756 cuando se inauguró la iglesia del pueblo y antes de esto ya existía la capilla de la virgen.

La patrona de Bochalema, como es conocida entre sus habitantes, está acompañada de ángeles que la adornan y enaltecen su belleza.


Su historia empieza cuando un vendedor llegó al pueblo ofreciendo la imagen de la virgen y tocó a la puerta de Eusebio Gonzales, un hombre que se encontraba enfermo.

Ante el insistente llamado del vendedor, Gonzales decidió comprarla con una condición: si él se curaba de la enfermedad que estaba padeciendo y la virgen le hacía el milagro, entonces le pagaba la imagen.

El vendedor aceptó y con el tiempo don Eusebio mejoró y en agradecimiento por el milagro le pagó la virgen al comerciante y se dispuso a levantar el templo.

En el pueblo, historiadores aseguran que fue él quien tuvo la iniciativa de construir la capilla a la Virgen de la Cueva de Bochalema.

Decídase ir, Bochalema los espera, los quiere atender, como usted se lo merece…

LABATECA, EL ANTIGUO VALLE DE LOS LOCOS

Labateca

Visitar este municipio, es estar dispuesto a conocer una de las devociones marianas con más arraigo en el departamento, la de Nuestra Señora de las Angustias, cariñosamente llamada ‘La Morenita’, y disfrutar de una belleza natural, la cascada Siscatá, que con 165 metros de caída, es la mayor en el departamento.

Bateca es un vocablo indígena, del dialecto chitaro-tunebo que significa ‘Volcanes de Dios’ y que sirvió para que los nacidos en esta tierra, pródiga y bendita, sean llamados ‘labatequenses’.

Valle de los locos’ o ‘Valle de Labateca’, como fue llamada inicialmente, fue habitada por los españoles en el siglo XVII, aproximadamente a partir de 1560. Documentos históricos registran que fue Pedro Alonso de los Ríos el primer español en pisar estas tierras y comenzar el proceso de ‘choque’ con los indígenas que las dominaban - Batecas, Leutas, Balsas y Bochagás-, todas bajo el mando del gran cacique Bateca.

Un hecho trascendental en la historia de este pueblo fue la aparición de la virgen, bajo la advocación de Nuestra Señora de las Angustias, hecho sucedido entre 1560 y 1563, en Bochagá, jurisdicción del vecino municipio de Toledo, pero que para la época, no tenía la actual división administrativa y de límites. Cuenta la historia que mientras la indiecita María Berbesí, lavaba ropa, en compañía de Francisco, su esposo, vieron ‘bajar’ un pedazo de tela ‘raída’, pero que les llamó la atención por la luminosidad que de él resplandecía. El lienzo de 1.10 metros de alto por 1.00 de ancho, fue recogido por este par de laboriosos esposos y con el transcurrir del tiempo, se inició la propagación de los milagros que cumplía a sus fervorosos devotos.

Cuando decida visitarlo, no se puede perder un recorrido por el interior del templo parroquial, que con el ‘camarín’ de la virgen, la histórica ‘pila’ bautismal, y las magníficas tallas en madera con la que fueron hechos los confesionarios, el altar mayor y la mesa eucarística, que sobresale por la magnífica representación de la última cena, es sin lugar a dudas un lugar de inmensa belleza artística y religiosa.


Caminar hasta puente Balsa, en la vereda San Bernardo de Balsa, sobre la quebrada La Balsa, es disponerse a conocer el puente con mayor altura en el departamento, 45 metros, y que para los labatequenses es sinónimo de orgullo ya que fue construido por habitantes del municipio, y que en la actualidad sirve para la práctica de deportes extremos como el ‘rappel’.

Los puentes ‘La Cabuya y Puerto Rico, que sirve de límite con el municipio de Toledo, las instalaciones de la fábrica de vinos ‘TK’, y el ‘inmenso’ parque principal ‘Simón Bolívar’, son otras de las atracciones que el visitante encontrará cuando decida visitar la tierra de ‘La Morenita’, anímese, no se arrepentirá.



Recopilado por: Gastón Bermúdez V.










1 comentario:

  1. Porque siempre para mostrar un pueblo tienen que mostrar una capilla, parece que no hay nada más representativo.

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