Gastón Bermúdez Vargas
(Información tomada del libro
¨Sociedad de Artesanos Gremios Unidos, 100 Años de Historia, Jaime Contreras
Valero)
Al reunirse el Congreso de Colombia de
1904 el general Rafael Uribe Uribe, representante del Departamento de
Santander, al cual pertenecía Cúcuta, presentó un proyecto de ley sobre la
creación de un nuevo departamento separando del Departamento de Santander las
provincias de Cúcuta, Pamplona y Ocaña. Sabemos que el general Uribe Uribe era
conocedor de todo este territorio debido a su participación en la guerra civil (Guerra
de los Mil Días) que había sufrido Colombia recientemente, por lo tanto visualizaba
la necesidad de esta división territorial. Sin embargo este proyecto fue
rechazado en el momento, inclusive por
los mismos cucuteños al brotar sentimientos patrióticos de nobleza y lealtad
hacia el territorio del gran Santander, cuya capital era Bucaramanga.
Sin embargo el presidente Rafael Reyes a
mediados de 1908, después de someter a análisis la conveniencia de una nueva
división territorial, y posteriormente ser impartida por parte de la Asamblea
Nacional Constituyente la aprobación de un proyecto presentado por los doctores
Francisco Sorzano, Luis Cuervo Márquez y el general Benito Hernández Espinosa,
se crea el Departamento de Cúcuta, según Decreto 916 el 31 de Agosto de 1908. El “Departamento Cúcuta” fue formado con las provincias de Cúcuta, Ocaña
y El Carmen, algunos sitios hoy territorios del sur del Departamento del Cesar.
La jurisdicción llegaba entonces hasta el río Magdalena, al quedar incluidos
los puertos de Gamarra y La Gloria.
Pero el Congreso de 1909 expidió la Ley 65 del
14 de diciembre, donde se restablecían desde el primero de mayo de 1910, la
antigua división territorial existente desde el primero de enero de 1905. Es
decir, anulaba los 34 departamentos que el gobierno del general Rafael
Reyes había creado, volviendo a dar vida a los primitivos departamentos de
Antioquia, Bolívar, Boyacá, Cauca, Cundinamarca, Magdalena, Nariño, Panamá,
Santander y Tolima. O sea se eliminaba el Departamento de Cúcuta y otros. La efímera vida jurídica del Departamento de Cúcuta, sin embargo, sirvió
para poner en evidencia una necesidad regional y ratificó de paso lo que con
tanto acierto y desinterés había previsto.
Al cesar las funciones del
“Departamento Cúcuta” en virtud de la ley que restableció la antigua división
de 10 Departamentos, el sentimiento regionalista herido vino por sus fueros.
Tomó conciencia de que lo ocurrido era apenas un accidente y creó las
condiciones indispensables para hacerse oír y para que se respetaran sus
derechos. Todos nuestros pueblos y todos nuestros dirigentes actuaron con
prontitud y en completa armonía para abogar por su restablecimiento.
Es de justicia destacar a
la Sociedad de Artesanos Gremios Unidos (a
la que pertenecía don Joaquín Bermúdez, mi abuelo), como la primera inconforme
institución, la abanderada, la pionera de estas justas de cucuteñismo, para
rechazar la anulación de nuestro departamento, y clamar con fuerza por no perder
lo ya obtenido. Además de los llamados a manifestaciones públicas cuando se
supo que se acabaría nuestro departamento a partir del 1º de mayo de 1910, y
volveríamos a formar parte del antiguo Departamento de Santander.
El día 13 de abril la
Sociedad se dirigió al Presidente de la República con el mensaje siguiente:
Excelentísimo Señor
General Ramón González
Valencia
Presidente de la República
Bogotá
Excelentísimo señor:
La Sociedad de
Artesanos Gremios Unidos de esta ciudad,
conocedora del dictamen de la Comisión Legislativa, adverso a la existencia del
Departamento de Cúcuta, lamenta profundamente este hecho y pide al
excelentísimo señor Presidente de la República, revisar el informe de la
Comisión y mediante las facultades que le conceden las leyes, presente a la
próxima Asamblea Nacional Constituyente, un proyecto por el cual se disponga la
subsistencia del Departamento de Cúcuta, anexándole la provincia de Pamplona,
como así lo ha solicitado la totalidad de los municipios que lo componen.
Es innegable y así lo
reconocen los habitantes de esta parte de la república, que durante el tiempo
de su elevación a mayor categoría, se ha hecho palpable el progreso en todos
los ramos de la administración pública y el motor holgado como con sus rentas
se atiende a ella, de tal manera que sus empleados están cubiertos al día. Del
conocimiento de vuestra excelencia son los perjuicios que recibirán estos
pueblos al ser reintegrados a Bucaramanga. Todavía está cubriendo el
Departamento de Cúcuta la deuda que dejó el extinto Departamento de Santander a
las provincias del norte.
Muchas otras circunstancias
nos obligan a protestar solemnemente como lo hacemos hoy, contra el proyecto de
extinción de esta entidad departamental.
No dudamos que dado la
rectitud de vuestro carácter y los deseos que indudablemente tendréis por el
progreso de este pedazo de la patria santandereana, cuna de vuestros hijos,
atenderéis a nuestra solicitud dictando una medida cónsona con nuestros
anhelos.
La paz, supremo bien a que
todos debemos aspirar, os obliga también asegurarla, y el primer deber de
nosotros los artesanos es velar por su conservación, puesto que de ella depende
la tranquilidad de nuestros hogares.
Aceptad, excelentísimo
señor, las protestas de nuestra consideración y aprecio, con que nos
suscribimos atentos y seguros servidores.
(Firmado) Justo Rosas,
Presidente, Onofre P. Atencio, Francisco Antonio Torres Casanova, José A.
Cuellar, Pastor Ontiveros, Celso N. Pérez, Manuel J. Calderón, Alberto González
Díaz, Saúl Mateus Briceño, Guillermo Moller, Víctor M. Yáñez, Elíseo Dávila, Juan
de Dios Hernández, Alejandro Colmenares, Milciades Hernández Mantilla, Víctor
M. Moros, Alberto Puna C., Bernardo Ramírez L., Manuel Morales, Hermes Atencio,
Pedro P. Rangel, Martín Briceño, Luis Rincón, Félix Arenas, Eleuterio Rojas,
Manuel Vicente Rosas, Eduardo Pérez H., Ernesto Pérez S., Pedro Yáñez, Pablo
Pérez S., Julio Pérez S., Enrique Copp, Francisco Valencia, Hernán Sánchez,
Marco Aurelio Hernández, Miguel de lis Santos Urbina, Jesús Colmenares S.,
Julio Colmenares, Oscar Meyerston, Teófilo Villamizar S., Carlos Bermúdez,
Eusebio Velasco D., Carlos G. Zambrano, Pastor Sánchez, Diego M. Báez, Efraín
Cárdenas, Ruperto Escobar, Ricardo Plazas, Demetrio Pabón B., Pedro Yáñez, José
Dolores Zapata, Isaías Gutiérrez, Guillermo Duque, Antonio María Garata,
Demetrio solano Méndez, Justiniano Méndez, Juan Luis Vega, José A. Fortuna,
Julio S. Sánchez K., Juan Mateus R., José Torres, Ramón Pelayo, Luis María
Villamizar, Anastasio rincón, Saturnino Antolínez, Luis Enrique Hernández,
Tomás B. Amaya, Froilán Dávila, Rodolfo Rodríguez, Felipe Sánchez, Felipe G.
Rangel, Pedro Contreras, Víctor M. Ontiveros, Carlos Ordóñez, Eustorgio Perozo,
Francisco A. Moros, César Aguilera, Aurelio Castro, Joaquín Bermúdez, Ruperto
Colmenares, Manuel Rodríguez, Domingo A. Clavijo, Pedro Pablo Ramírez S., Jesús
Lozada, José María Gómez, Luis A. Cuellar, Eusebio A. Hernández, Julio Sánchez, Rosario
Hernández, Víctor Manuel Galvis, Federico Ordóñez, Daniel A. Ontiveros, Pascual
Guadrón, Pablo Herrera, Silvio A. Trillos, Pablo Niño, Marco A. Ramírez, Carlos
Peñaranda, Luis E. Uribe, Rafael Uribe, Pedro Rangel C., Jesús Calderón, Cosme
D. Niño, Carlos H. Joves, Juan de Jesús, Sánchez, Luis A. Hurtado, Marcos
Ayala, Espíritu Roa, Andrés Mejía, Agustín Guarín, Pablo C. Galvis, Juan B.
Aranguren, Gerardo Torres, Luis Moros, Santiago Paz, José C. Ramírez, Eugenio
Acevedo, Felipe E. Moreno, Avelino Bernal, Olinto Báez, Salvador Hernández,
Víctor Manuel Uribe, Benito Prada, Pedro Felipe Zerpa, José Antonio Corzo, José
María Ayala, Marcos Quintero S, y otros. Fueron en total 130 socios de Gremios
Unidos los que firmaron esta valerosa y enérgica protesta.
El 14 de abril la misma
Sociedad de Artesanos Gremios Unidos, convocó de urgencia a sus socios para las
siete de la noche, y con su presidente don Justo Rosas, previo anuncio hecho al
señor gobernador doctor Julio Cote Bautista, se dirigieron a la casa de
gobierno, y pidieron comunicarle al Presidente de la República su deseo y su
decisión de luchar por la conservación del Departamento de Cúcuta. Fue un
espectáculo solemne la presencia de unos
500 socios, de semblantes exaltados por el patriotismo, en que se reflejaban la
inconformidad y el sobresalto, pidiendo a una voz, la supervivencia de nuestra
entidad departamental. El gobernador accedió a la solicitud, obligante por el
sentimiento que la inspiraba, y en efecto al día siguiente le dirigió el
mensaje solicitado al Presidente de la República.
El Abril 20, la Asociación de Artesanos Gremios Unidos
reúne más de 3000 personas en el parque Santander para protestar de manera pacífica
pero enérgica contra la eliminación del departamento. Se pidió en las
intervenciones no enviar al Departamento de Santander los recaudos de la
Tesorería del Departamento, sino mas bien utilizarlos en obras tales como la
construcción de la iglesia San José, Hospitales y Casas de Beneficencia. Otro
orador sugirió levantar una estatua a Mercedes Abrego, idea que aceptó el Club
de Comercio estableciendo casi inmediatamente una partida para tal fin. El
Concejo de Cúcuta se declaró en sesión permanente apoyando a los manifestantes
y dirigió al Presidente de La República una comunicación para que suspendiera
los efectos del Decreto Ejecutivo donde se dejaría de ser Departamento (Decreto
Nº 340 del 16 de abril), hasta que la Asamblea Nacional decidiera sobre el caso.
Merced a estos históricos
actos de solidaridad ciudadana, el proyecto de creación de Norte de Santander
fue presentado a consideración de la Asamblea Nacional el 25 de mayo de 1910
por el general Benjamín Herrera y el doctor Emilio Ferrero, en el momento presidente de la Asamblea Nacional.
PROYECTO DE LA CREACIÓN DEL DEPARTAMENTO NORTE DE SANTANDER
El 25 de mayo de 1910 fue presentado por el general Benjamín Herrera y el
doctor Emilio Ferrero el proyecto de un solo artículo sobre la creación del
departamento Norte de Santander, formado por las provincias de Cúcuta, Pamplona
y Ocaña.
Una vez leído el proyecto por la Secretaría de la Asamblea, fue sustentado por
el general Benjamín Herrera con estas palabras:
“Ruego a la Honorable Asamblea imparta su aprobación al proyecto de ley que se
acaba de leer. Para justificar mi empeño, anticipo en este debate que las
provincias de que se trata llenan súper abundantemente las condiciones que la
ley exige respecto de población y de rentas para que aquellas puedan ser
constituidas en departamentos”.
Además esas provincias poseen abundante personal idóneo para el buen servicio
público en todos los ramos de la administración, y es justo que la Asamblea
satisfaga los legítimos anhelos de esos dirigentes, enérgicos, y laboriosos
pueblos, que fundadamente acarician la esperanza de poder albergar en breve
tiempo la mayor altura, unidos y administrando ellos mismos sus propios
intereses, así como mediante el ensanche de su comercio, del mejoramiento de su
agricultura, del fomento de sus industrias, etc…y llegar a situación de muy alta prosperidad”.
Juzgo, pues, que haremos obra de justicia y que apenas cumpliremos un deber
creando, de acuerdo con la ley, el Departamento del Norte, como lo he propuesto
en asocio de mi apreciado colega el Dr. Ferrero”.
El proyecto no incluyó la provincia del Sur del Magdalena debido a que este
Departamento alegó que sin ella no alcanzaba a llenar los requisitos legales de
población. Luego de sufrir los trámites reglamentarios y de contar con
defensores que se mantuvieron siempre en estado de alerta, la Asamblea le
impartió su aprobación el 14 de julio de 1910, convirtiéndose de inmediato en
la Ley 25 de tal año, pues el Presidente de la República, Ramón González
Valencia, le estampó su firma ese mismo día, entrando en vigor el 20 de julio.
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