PORTAL CRONICAS DE CUCUTA: Estandarte cultural de historias, recuerdos y añoranzas cucuteñas…

PORTAL CRONICAS DE CUCUTA: Estandarte cultural de historias, recuerdos y añoranzas cucuteñas…

TERREMOTERO -Reconocimiento, enero 2018-

Apasionantes laberintos con inspiraciones intentan hallar rutas y permiten ubicarnos en medio de inagotables cascadas, son fuentes formadas por sudores de ancestros. Seguimos las huellas, buscamos encontrar cimientos para enarbolar desprevenidos reconocimientos en los tiempos. Siempre el ayer aparece incrustado en profundos sentimientos.

Corría finales del año 2008, Gastón Bermúdez sin advertir y sin proponerlo, inicia por designios del destino la creación del portal CRONICAS DE CUCUTA. Parecen haberse alineado inspiraciones surgidas por nostalgias. Gran cúmulo de vivencias, anécdotas, costumbres y añoranzas, fueron plasmadas en lecturas distintas.

Ya jubilado de la industria petrolera venezolana, recibió mensaje que expresaba una reunión de amigos en Cúcuta. Tenía más de cuatro décadas ya establecido de forma permanente, primero en la ciudad del puente sobre el Lago y después en la cuna del Libertador. Viajó ilusionado, acudió puntual a la cita desde Caracas. Encontró un grupo contemporáneo, conformado por amigos ex-jugadores de baloncesto y ex-alumnos del Colegio Sagrado Corazón de Jesús.

La tierra cucuteña levantada desde primeras raíces plantadas, siempre acompañó todos los hijos ausentes. Cuando encontramos distantes los afectos, creemos separarnos de recuerdos. Nos llevamos al hombro baúles de abuelos, cargamos con amigos del ayer, empacamos en maleta la infancia y juventud. Muchas veces una fotografía antigua, atrapa y confirma que nunca pudimos alzar vuelo.

Entonces por aquellos días apareció publicado ´La ciudad de antaño´, parido desde generosa pluma con sentido de identidad comprometida, fue el mártir periodista Eustorgio Colmenares Baptista dejando plasmados recuerdos de finales de los 50 y años 60. Sin querer, esas letras fueron presentación inaugural de CRONICAS DE CUCUTA. Los Inolvidables sentires viajaron al modesto grupo de amigos y abrieron compuertas para afianzar arraigos de infancia. Don Eustorgio culmina la crónica con frases retumbando las memorias: “Había muchos menos avances tecnológicos a disposición de la comunidad, pero vivíamos como si nada nos faltara. Nos bastaba con vivir en Cúcuta”.

Sentires intactos, ahora plasman recuerdos en calles transitadas por niños que fuimos. Nuevamente los arraigos hacen despejar las avenidas a los rieles del antiguo ferrocarril. Nos bastaba con vivir en Cúcuta. Asoman madrugadas entre indetenibles remembranzas y añoranzas.

Sin planificar nada, Gastón compartía vía internet las crónicas del Diario La Opinión aparecidas cada ocho días en lecturas dominicales. Sin saber, creció el portal CRONICAS DE CUCUTA. Cada acontecimiento recopilado se convertía en homenaje In Memoriam para hombres y mujeres que dejaron muy alto el Valle de Guasimales. Igualmente, exalta la dignidad con reconocimiento a grandes glorias del ámbito artístico, cívico, periodístico, religioso, deportivo, cultural, social y político.

Oficialmente se convierte en PORTAL WEB el 7 de octubre 2010. En forma admirable acumula ya 1.329 recopilaciones tipo crónicas, casi todas extractadas de periódicos y publicaciones locales, libros populares, escritos nacidos de historiadores, periodistas, inéditos autores y muchos escritores del Norte de Santander. El portal permite hallar el original ADN ancestral y ubica el sentido innato de pertenencia cucuteña. Llegó un día a la vida de todos los internautas, igual como aparecen las buenas nuevas, sin avisar, sigilosamente introduciéndose en las cortezas que somos y las venas que siempre fuimos. Su creador, nunca imaginó un buscador que tocara el alma y menos tallar imborrables despertares en ávidos ojos de lectura.

Aparece ahora como paso determinante para navegar en referencias de Cúcuta. Asegura a nuevas generaciones herramientas para afianzar valores jamás perdidos. La perspectiva futura para ámbitos históricos, culturales, sociales y deportivos, harán necesario considerar el Portal como insigne buscador de consulta e informativo. Importante archivo tecnológico para infantes en colegios y escuelas. Podrá acceder directamente cualquiera a profundos arraigos allí recopilados. Casi imperativo considerarlo como salvaguarda del sentido de identidad y pertenencia.

CRONICAS DE CUCUTA se convirtió en sugestivo repaso de acontecer histórico, recopilado en 19 capítulos o clasificaciones. Portal libre, siempre abierto a todo aquel deseoso por descubrir datos históricos, biografías, nombres de grandes personajes, fechas emblemáticas, sucesos de vida social, cultural, deportiva, religiosa, artística y política. Formidable vía adentrándose en acontecimientos del siglo XVIII hasta nuestros días. Todo expedicionario oriundo se encontrará representado en cada letra, apellido, dato, foto y fecha. Todos volverán a observar las luces de la gran ciudad en medio de rutas por hallar orígenes.

CRONICAS DE CUCUTA no debe tener como destino el olvido, deberá asegurar a nietos de nuestros nietos, inquebrantables lazos surgidos de nostalgias, recuerdos y añoranzas. CRONICAS DE CUCUTA es herramienta tecnológica para demarcar el hilo conductor entre hoy y ayer. Parece luz encontrada en días oscuros, nos abre el entendimiento. Pulsar la tecla nos lleva a destinos con encuentros pasados. Valiosa información contenida en páginas adornadas con sentimientos profundos.

CRONICAS DE CUCUTA garantiza el resurgir de valores originarios que parecían adormecidos por culpa del avasallante mundo moderno. CRONICAS DE CUCUTA llegó para quedarse, igual que mares inundados por recuerdos. CRONICAS DE CUCUTA confirmó la premisa donde las nostalgias se convierten en vehículos para transportar la historia. Una enciclopedia virtual presentada por nuestras gentes con sencillo lenguaje.

Anclados quedarán por siempre nuestros sentires, intactos los arraigos, despiertas las añoranzas y vivas las costumbres intactas. Ahora aseguramos el reguardo de raíces que retoñan desde cenizas del ayer. Dios jamás declaró desértico el Valle Arcilloso, siempre fue bendecido, tampoco declarado deshabitado para la vida del hombre.

Fueron creciendo raíces en medio de cenizas y milagrosamente reverdecieron los gigantescos árboles frondosos. CRONICAS DE CUCUTA reafirma lo que somos. Seguiremos siendo aquello que siempre fuimos, nada cambió, solo algunos pañetes y varios techos distintos.

Todo estará por volver, todo por crecer y todo por llegar. Nunca estaremos solos. Cada generación hará brotar nostalgias por siempre convertidas en historias llenas de arraigos.

Nos bastaba con vivir en Cúcuta…

jueves, 6 de septiembre de 2012

232.- COLEGIO CALASANZ


calasanzcucuta.edu.co




El colegio empezó a funcionar en 1954 en este inmueble ubicado en la Calle 13 entre avenidas 5ª y 6ª , el mismo donde habían funcionado la Cervecería Santander, una fábrica de hilados y tejidos de don Pedro Felipe Lara, allí donde comenzó hace cincuenta años la Universidad Francisco de Paula Santander y donde está funcionando el Colegio Departamental Integrado hoy Colegio San José de Cúcuta.

1. Fundación y primeros años

El Colegio Calasanz de la ciudad de Cúcuta surgió gracias a una iniciativa que conjugó esfuerzos del clero diocesano y el gobierno departamental. Era el año de 1952, los padres escolapios venían trabajando en Medellín desde 1950 y al mismo tiempo el Dr. Lucio Pabón Núñez oficiaba como embajador de Colombia ante Portugal. Las conversaciones iniciales fueron adelantadas por el R.P. Daniel Jordán y el Administrador Eclesiástico de Nueva Pamplona Monseñor Norberto Forero con el R.P. Eliseo Díaz, rector del Colegio Calasanz de Bogotá. En la ciudad de Madrid, los buenos oficios del Dr. Pabón y el deseo expreso de los clérigos nortesantandereanos desembocaron en la solicitud formal de la apertura de un Colegio para la capital del departamento.

Poco después, el P. Eliseo Díaz viaja a Cúcuta para entrevistarse con los promotores del proyecto, y reunidos el 19 de diciembre de 1952 en el Club del Comercio de la ciudad se conforma la “Junta de Amigos del Colegio San José de Calasanz de Cúcuta”, cuya mesa directiva se elige de la siguiente forma:

 Presidente: Miguel García Herreros
 Asistente eclesiástico: R.P. Daniel Jordán
 Vocales: Felice Torre y Gustavo Buenahora
 Secretario: José Antonio Rubio.

Miembros de la Junta de Amigos del Colegio San José de Calasanz de Cúcuta :

R.P. Daniel Jordán, R.P. Eduardo Trujillo, Dr. Oscar Verjel Pacheco, Sr. Rafael Canal Sorzano, Sr. Numa P. Guerrero, Dr. Miguel García Herreros, Dr. José Antonio Rubio, Sr. Felice Torre, Dr. Gustavo Buenahora, Dr. Ernesto Vargas Lara, Dr. Luis Alejandro Bustos, Dr. Rafael Lamus Girón, Dr. Rafael Jaramillo, Dr. Sixto Tulio Reyes Peinado, Dr. Luis Felipe Ramón, Dr. Víctor Pérez Peñaranda, Dr. Julio García Herreros.

Inicia labores la Junta conformada obteniendo el ofrecimiento del gobierno departamental del edificio ubicado en la Calle 13 entre avenidas 5 y 6, que había sido donado por don Rudesindo Soto a condición de que sirviera como establecimiento de enseñanza y donde había funcionado hasta hacía poco el Instituto Técnico Industrial. En los meses siguientes firma el P. Díaz el contrato de préstamo del edificio durante 10 años y encarga la elaboración del mobiliario y otros elementos necesarios para el funcionamiento de la nueva obra.

Al mismo tiempo que se hacen los preparativos para abrir el colegio en la sede de la calle 13, la junta entra en contacto con los señores Jorge Saieh y Ernesto Vargas Lara, propietarios de un terreno de considerable extensión situado en la Avenida de la Muralla, entre calles 19 y 20, y que con un auxilio de $10.000 entregado por el señor Gobernador del departamento Dr. Gonzalo Rivera, es comprado por la suma de $12.006 para la construcción de la sede definitiva del Colegio.

El 14 de noviembre de 1953 llegan a la ciudad los sacerdotes escolapios Miguel López Salmerón y Mario Fernández, punta de lanza del grupo de religiosos destinados por el M. R. P. Provincial para el nuevo Colegio. Tras un mes largo durante el cual se hospedan en la Casa Cural de la Parroquia de San José (Hoy Catedral de San José), regida por el R.P. Daniel Jordán, se mudan al colegio el 22 de diciembre y el 26 reciben a los religiosos enviados desde España a formar junto con ellos la primera comunidad de escolapios en tierras nortesantandereanas.

La primera comunidad de Escolapios en Cúcuta y su carga académica en el año de 1954
R.P. Miguel López de la Virgen de Guadalupe
Grado 5º y Rector
R.P. Mario Fernández de los Sagrados Corazones
Grado 1º y Procurador
R.P. José Díaz de la Santa Cruz
Grado 4º y Depositario, colector y prefecto
R.P. Ramón Vales de la Santa Cruz
Grado 3º y Revisor
R.P. Andrés labrado de Santa Teresa
Grado 2º y Ecónomo
Hno. Antolín Vega de la Virgen del Carmen
Grado de Párvulos



















El 27 se abren oficialmente las matrículas, y tras recibir a 180 niños el Colegio Calasanz de Cúcuta inicia por primera vez labores académicas el lunes 8 de Febrero de 1954.

R.P. Miguel López (1911-1956), primer Rector del Colegio

El R. P. Provincial de los escolapios, Padre Agustín Turiel viaja desde España en visita canónica y así conocer las instalaciones y el funcionamiento del nuevo plantel calasancio. Este mismo año, se celebra la primera comunión de 30 de los nuevos 180 alumnos del plantel. La celebración de la primera semana calasancia en la ciudad de Cúcuta contó con la presencia del Excmo. Señor Administrador Apostólico de la Diócesis de Nueva Pamplona, Monseñor Norberto García.

Para 1955, se renuevan algunos miembros en la comunidad de Cúcuta y el colegio hace la apertura exitosa de su primer curso de bachillerato. En el siguiente año, el colegio afronta la difícil noticia de la muerte de uno de sus fundadores y primer Rector, el P. Miguel López Salmerón, el martes 5 de junio de 1956. El 7 de noviembre toma posesión de la rectoría del colegio, el nuevo rector P. Miguel García Díaz. Año y medio después, ya con 4 de los 6 cursos de bachillerato, el Colegio Calasanz, con cerca de 400 alumnos, celebra lleno de júbilo la bendición de la primera piedra en el lote de la Avenida de la Muralla, sede definitiva del colegio. La ceremonia fue presidida por el primer obispo de la ciudad de Cúcuta, Monseñor Luis Pérez Hernández, el 28 de junio de 1958.

2. La Vida en la "Avenida de la Muralla"

Para el siguiente año de 1959, la sección de bachillerato es trasladada a la nueva sede del colegio. La primaria continuaba con su funcionamiento habitual en la sede de la calle 13. Ese mismo año, para el 13 de mayo, se iniciarían la construcción de los pabellones destinados a la comunidad y a la sección de primaria. Ubicado todo el alumnado en el Barrio Blanco, la cercanía del colegio al río Pamplonita traería más de una inundación, lo mismo que la costumbre de los infantes de primaria de buscar renacuajos a la hora de recreo.


Panorámica del Colegio en Octubre de 1963: Al fondo el edificio actual de la sección primaria y la primera cancha reglamentaria de Baloncesto


Terminando el año de 1960 el balance de los logros alcanzados por el colegio Calasanz en sus primeros 6 años no podía ser mejor: 12 cursos de estudio en los que se distribuían cerca de 620 alumnos, unas prometedoras instalaciones en uno de los sitios mas bonitos de la ciudad y nada más y nada menos que la primera promoción de bachilleres calasancios.

El P. Gonzalo Díaz inicia 1962 como rector. Bajo su batuta el colegio experimentó una notable evolución representada en la consolidación de cerca de 750 cupos y la entrega de promociones que, aparte de ser más numerosas que la primera (que solo había contado con 13 estudiantes), prometían por su historial académico ser muy exitosas.

El P. Leonardo Ordaz en el año de 1965 recibe de su antecesor un colegio con 7 sacerdotes escolapios y 6 profesores Laicos así como 878 alumnos y todo un futuro por delante. En 1968, el curso inicia el 15 de enero para recibir cerca de 846 alumnos de distribuidos así: 335 en el bachillerato y 511 en la primaria. Ese mismo año una sombra de dolor entristece los corazones calasancios cuando el 13 de febrero el niño Reinaldo Gamboa de 3º primaria fallece inesperadamente. Para el 2 de septiembre, recibimos en la comunidad el primer escolapio de nacionalidad colombiana: José Naranjo, quien fue ordenado sacerdote por Su Santidad el Papa Pablo VI en el Congreso Eucarístico celebrado en la ciudad de Bogotá.

Y así en esta nueva década el colegio conoció la prosperidad junto al nuevo rector P. Manuel Guerra, en cuyo mandato se termina la construcción del pabellón de bachillerato y se da apertura al salón múltiple y a la biblioteca del colegio. La fama del colegio se publicitaba bajo la consigna de que en kinder los niños aprendían a leer y a escribir en tres meses. Los textos escolares se importaban de España, la editorial Santillana constituía la fuente bibliográfica principal. En deportes florece el baloncesto, en la ciudad se comenta que los partidos buenos en la “Toto” eran los de la selección del Norte contra el Calasanz.


Comunidad del Colegio durante la visita del M.R.P. Provincial Agustín Turiel al colegio en Agosto de 1963

Toma impulso la pastoral juvenil, los planes de formación cristiana de original talante calasancio y con ello los retiros espirituales que aún se realizan para los jóvenes de noveno, décimo y undécimo, y también para los docentes. En el año 1975 la pastoral es encomendada al padre Manolo Jiménez Tejerizo, que posteriormente establecería en bachillerato el movimiento juvenil cristiano “Baibaj”, en el que se formarían muchos calasancios comprometidos con los valores del evangelio.

3. Tiempos de Crisis y Esperanzas

A pesar de lo prometedor de esta nueva etapa, el colegio afrontaría en esta época de buen baloncesto, liberalidad y psicodelia, la peor crisis de su historia. Hacia finales de 1975 el P. Tomás Saiz, Rector, ve amenazado el futuro de la institución: al hacer un balance del año, se encuentra con la triste situación de que debido a los altos costo del mantenimiento, de los materiales pedagógicos, de los compromisos laborales y otros factores, definitivamente es imposible el sostenimiento financiero de la institución. O se sanea financiera y administrativamente el colegio, o no queda otro camino que el cierre.

La Junta de Padres de Familia decide tomar cartas en el asunto y la administración del colegio pasa a manos de los padres familia, quienes a partir de ese momento son los encargados de llevar las riendas económicas de la institución. La fórmula mantiene en la dirección educativa y religiosa a la comunidad de los P.P. Escolapios, propietaria del colegio, y la Asociación se encarga de la dinámica económica y administrativa. Se inicia la carismática gestión de Don León Upegui, quien devuelve al colegio la seguridad, y quien finalmente fortalece las bases de la institución para iniciar con todas las de ley la próxima década de los 80. Por desgracia, los rumores de crisis motivaron a muchos padres de familia a retirar a sus hijos, perdiéndose un buen número de estudiantes y mucho de una mística escolar forjada en los crisoles de la piedad, la disciplina y la exigencia académica.

Un viaje a España realizado por fuerza mayor aleja por cerca de un año al P. Tomas Sáiz. Queda en el cargo el P. Carmelo García, por mucho tiempo rector del colegio Calasanz de Medellín. El P. Tomás regresa a tomar de nuevo las riendas de la institución para 1978.

En 1979 el Colegio Calasanz de la mano del P. Tomás celebró por todo lo alto su cumpleaños número 25. Aún están en la mente de muchos las festividades, la carrera de observación, el reinado, la olimpiada deportiva y demás eventos conmemorativos. Se reconocía en ellos una historia llena de ilusiones, esfuerzos y duros momentos que siempre enseñaron que la esperanza y la excelencia están por encima de cualquier adversidad.

Este acontecimiento tan especial contó con la presencia del padre Viceprovincial Fermín Abella así como con delegaciones de varios de los colegios Calasanz de Colombia y la presencia de los estamentos civiles, políticos y militares del departamento. En testimonio de ello, La Asamblea Departamental concede el 6 de agosto la condecoración José Eusebio Caro por 25 años de luz y fraternidad calasancia, mediante el decreto número 732 de 1979.

4. Los años de la consolidación

En 1981 el colegio se repone de los daños que sufrieran en su planta física a causa del movimiento telúrico que sacudiera a la ciudad el 17 de octubre a las 11:30 de la noche y en el que afortunadamente no hubo ni daños ni pérdidas humanas. Las reparaciones ascendieron a un costo total de $1.300.000 pesos.

En 1982 se convoca la primera Asociación de Exalumnos del Colegio Calasanz. La comunidad de los P.P Escolapios hace entrega de la Carta de Hermandad a Don León Upegui, gerente; Don Roque Fernández, profesor; y Don Javier Ramírez Cardona, prefecto de disciplina reconociéndose así la valiosísima labor de estos servidores en la vida y el desarrollo del plantel.

Hacia 1983 el colegio recibe con beneplácito la noticia de ser acreditado con el diploma de honor Andrés Bello otorgado por el Señor Ministro de Educación Rodrigo Escobar Navía, en ceremonia que se llevo a cabo en el centro de convenciones Gonzalo Jiménez de Quesada, de la ciudad de Bogotá. A partir de este año el colegio recibirá ininterrumpidamente reconocimientos por su desempeño académico a nivel nacional. Un año después el colegio adquirirá sus primeros diez computadores. En 1987, el colegio es resaltado a nivel nacional por obtener el tercer lugar en las pruebas icfes.

En 1988, asume la rectoría el P. Urbano Pesquera, quien realiza profundos cambios en el colegio y quien por su talante cordial se gana durante muchos años el cariño y aprecio de toda la comunidad escolar. Cariño que aún se mantiene intacto.

Entre sus obras se destacan el inicio de la convivencias en cursos distintos a 9º, 10º y 11º, así como la construcción del coliseo que es inaugurado en octubre de 1989.

Para 1990 se condecora a los fundadores del colegio y con beneplácito se recibe la noticia del ordenamiento del joven exalumno Jaime Ricardo Reyes Calderón, celebración a cargo del señor Obispo Monseñor Alberto Giraldo Jaramillo. En la misma ceremonia, recibe su ordenación diaconal el también joven exalumno Juan Fernando Román Hernández. Hacia 1994 el colegio queda campeón intercolegiado de fútbol, copa Coldeportes, capitalizando lo que será una nueva tradición exitosa: la figuración en justas futboleras.

En 1995 se elige el primer personero de los estudiantes, el joven de undécimo grado José Antonio Manchego. Posteriormente se concientizaría mejor al alumnado dado que no tenía nada de formativo prometer en campaña, a los votantes de primaria, la posibilidad de adquirir unas modernísimas “maquinas para hacer tareas”. En septiembre de 1995, el gobierno provincial de los P.P Escolapios nombra en la rectoría al Padre Jaime Reyes Calderón, quien abre las inscripciones a las primeras niñas que harían parte de la institución, siendo Natalia Anselmi Garcés la 1ª niña matriculada en la institución. Entre otros hechos destacados está la participación por Colombia, del alumno Andrés Ramírez en las olimpiadas mundiales de informática en Sudáfrica ; la obtención de cinco de los cincuenta diplomas Andrés Bello Categoría Nacional; la remodelación de la capilla; la pavimentación en concreto de las canchas de primaria; la apertura de la casita del preescolar ; la reforma del Manual de Convivencia y los planes de estudios.

5. Cincuenta años dejando huella


Esta fotografía corresponde al equipo de fútbol del Colegio Calasanz que salió campeón en el Torneo Intercolegiado Infantil Municipal realizado en el año de 1959. En esa época el colegio funcionaba en las instalaciones de la calle 13 entre avenidas 5 y 6 hasta cuando comenzó su traslado en 1960, a las actuales instalaciones del Barrio Blanco. En la gráfica de pie y de izquierda a derecha: Enrique Sánchez, arquero; Villalobos, Monsalvo, Antonio Páez, Carlos Eduardo Ramírez Quintana y Antonio Mojica (nótese la desproporción de tamaño para la edad); agachados en el mismo orden Hugo Márquez, “Chun” Peñaranda, Germán “Burrito” González, Gabriel Moure y Eugenio Ortega.


En 1999 y hasta el año 2003 el P. Valentín Benavente Sacristán asume la rectoría de la institución. Su administración destaca por el rigor y la exquisitez en la organización de eventos así como en la seriedad en la valoración de los procesos de desarrollo y aprendizaje. En acuerdo con la Asociación de P.P. de familia, se remodela la zona administrativa, pasándose a llamar la edificación de “León Upegui Acevedo” en homenaje a uno de los más importantes gestores en la historia de la institución. El Padre Valentín con su don organizativo inicia los preparativos para la gran fiesta de las Bodas de Oro del Colegio Calasanz. Por otra parte, el colegio recibe la calificación de “Excelente” en la evaluación institucional realizada por la Secretaria de Educación Departamental.

En el año de 2004 el P. Rector Mauricio Gaviria encabeza las celebraciones de los cincuenta años del Colegio Calasanz en Cúcuta, celebraciones que no sólo han dejado muy en alto el nombre de la institución sino que también reflejan la alegría y el talante de liderazgo que caracterizan a la comunidad educativa calasancia. Entre los eventos realizados destacan: la exposición fotográfica y las comparsas “Calasanz, dejando huella” a cargo del área de sociales; el 1er. Congreso Pedagógico, coordinado por el Departamento de Desarrollo Humano; el bingo-bazar organizado por todo el profesorado; la revista gimnástica de la sección primaria y la revista musical de la sección bachillerato; Las olimpiadas municipales de Ciencias; las olimpiadas municipales de Matemáticas. En deportes se sigue con los triunfos futboleros y por primera vez desde la gloriosa época de Hugo Álvarez, Tito Ordóñez, Entrena y demás estrellas del baloncesto local, el colegio vuelve a quedar campeón departamental de baloncesto.

Cerró el Congreso Pedagógico el reconocimiento que la Orden de las Escuelas Pías y la comunidad Escolapia local hace a Don Jorge Serrano concediéndole la Carta de la Hermandad que lo une fraternamente a la historia de los hijos de Calasanz. En el mismo acto, Presidio por el P. Provincial Juan Jaime Escobar, se entregaron reconocimientos a los rectores escolapios que han dirigido la institución: P. Tomás Sáiz, P. José Mozuelos, P. Carmelo García, P. Urbano Pesquera, Sr. Jaime Reyes Calderón, P. Valentín Benavente y P. Mauricio Gaviria. Igualmente se dio reconocimiento al Hermano Antolín Vega, miembro de la comunidad fundadora cuando esta se iniciaba en la calle 13.

En sus gestas cincuentenarias, el colegio fue condecorado por la Honorable Asamblea del Departamento de Norte de Santander con la Orden de la Gran Colombia en el grado de comendador y con la Medalla Juana Rangel de Cuellar del gobierno municipal de la ciudad de Cúcuta.

Cuenta el colegio con una verdadera carga de honores a través de su historia por la buena formación impartida; entre ellos sobresale el título de "Principe Estudiante" alcanzado por Carlos Humberto Yáñez Carvajal, quien luego alcanzaría con muchos méritos universitarios los títulos de Ingeniero Civil y Doctor en Medicina; él aunque está vivo en nuestro recuerdos ya no está con nosotros.

Destacadísima posición obtuvieron los alumnos Alvaro Villalobos y Edilberto Monsalvo como los dos mejores bachilleres "Premio Coltejer" por el Norte de Santander en 1965 y el primero elegido en concurso como mejor de Colombia. Este premio sería luego repetido en otro alumno Uribe y de allí empiezan a brotar casi sin solución de continuidad reconocimientos y honores alcanzados como resultado de esfuerzos de maestros, padres de familia pero fundamentalmente de niños y jóvenes que bien gobernados en casa y colegio han impreso a su vida la responsabilidad y condiciones que los adornan como ciudadanos de bien.



Recopilado por : Gastón Bermúdez V.

2 comentarios:

  1. Felicitaciones Gastón por ese estudio minucioso y veraz cualquiera pensaría que se tratara de un ex-calasancio y lástima que el equipo de baloncesto no contara con su refuerzo para lograr más triunfos.

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  2. Hermoso recuerdo.! .. maravillosos recuerdos. ..básicos en mi gratificante vida espiritual y profesional. .simplemente. .orgulloso de haber recibido una excelente educación. .

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