El Diario de La Frontera alternó con Comentarios y Oriente Liberal antes de la llegada de La Opinión a partir de 1.960.
El 10 de agosto de 1969 fallece en Cúcuta su propietario fundador doctor Luis Parra Bolívar quedando el Diario de La Frontera bajo la dirección de su viuda doña Ligia Echeverría.
El Diario de La Frontera cumplió sus 25 años en 1976. En la celebración estuvieron presentes personalidades y líderes políticos entre otros el liberal Otto Morales Benítez y los conservadores Alvaro Gómez Hurtado y Lucio Pabón Núñez. La dirección en ese momento estaba a cargo de Teodosio Cabezas Quiñones. El Diario fue por muchos años orientador de la sociedad cucuteña y de la vida política del Departamento.
Sin embargo en la época de los 80 por problemas económicos, se vende el periódico a la familia Salcedo, de tendencia liberal, en cabeza de Fernando, Aidé y su líder desde la parte política el senador Félix Salcedo Baldión.
Hacia finales de esa década el Diario de la Frontera alcanzó un importante desarrollo, planteando cosas diferentes para la ciudad. Sus dueños de ideología liberal, contrataron como asesor de contenidos y nueva cara del periódico al reconocido académico y periodista, Guillermo León Aguilar de la Universidad Autónoma de Bucaramanga y tenían en Jairo Matíz un jefe de Redacción sagaz, preocupado por la primicia y la investigación. En ese grupo estaba Ernesto Duarte Rojas, quien era acompañado por Roberto Ospino, Ciro Rodríguez, entre otros.
Luego fue comprado por el conservador doctor Mario Javier Pacheco, eminente poeta ocañero, dándole una orientación más que todo cultural, pero el negocio dejó de ser prospero. Pasó lo mismo que con El Comercio, La Noticia y muchos otros periódicos.
El Diario de La Frontera alternó la jefatura de redacción con Jairo Matiz, Gustavo Rojas Pérez y Juan Ricardo Gélvez.
El Diario de La Frontera le dio la oportunidad a la ciudadanía de tener suplementos literarios y páginas dedicadas a la cultura, sección liderada durante mucho tiempo por el comunicador social Javier Bosch Fossi.
En tamaño universal, el Diario de La Frontera sacaba separatas comerciales de fin de año, tuvo su unidad investigativa y batalló durante 50 años, pasando por todos los procesos: máquina de escribir, tipeo, computadores.
El paso tecnológico ayudó a realizar más páginas, apoyándose además en casas de prensa internacional con fuentes diferentes como DPA (agencia alemana) y PL (prensa Latina) desde Cuba.
Reporteros gráficos como Agustín Yáñez y Mirto Flórez, pasaron por el Diario de La Frontera, Ramón ??? con sus crónicas judiciales, Rodolfo Ogliastri (q.e.p.d.), Ciro Rodríguez fiel con su página deportiva, Claudia Cecilia Sarmiento, Laura Dúmez, Mary Stapper directora de páginas especiales, quien tuvo la oportunidad de entrevistar a personajes de la historia como Lucio Pabón Núñez, Carlos Andrés Pérez, Álvaro Gómez Hurtado, Luis Herrera Campins, Misael Pastrana Borrero, Alfonso López Michelsen, María Elena de Crovo, Juan Martín Caicedo Ferrer, Juan Agustín Ramírez Caderón, y pasaron otros comunicadores. Edgar Allan Niño Prato fundó la primera unidad investigativa del Diario de la Frontera.
Gerardo Raynaud hace recordar en una de sus crónicas de mitad del siglo pasado:
¨... la celebración de la edición 100 del Diario de la Frontera, un verdadero hito constituía la llegada a esa cifra, que para todas las publicaciones es un logro que todas esperan poder cumplir. Recibió las felicitaciones protocolarias de todos sus colegas y en especial de sus copartidarios quienes no ahorraron adjetivos para reconocer su invaluable aporte como vocero de las necesidades e intérprete de los problemas de una de las ciudades más florecientes del país, que por su situación geográfica se constituye en una avanzada de la patria en la línea de la frontera norte.
Pero además de los elogios, el Diario de La Frontera les proponía a sus lectores nuevos atractivos especialmente en sus secciones de entretenimiento. Para ello, habían contratado con la empresa americana Editor Press, las tiras cómicas de dos de los personajes más famosos del momento y que se mostraba como la publicación más atractiva y divertida que producía el agudo ingenio americano, se trataba de Benitín y Eneas, quienes de ahora en adelante y a partir de la edición 101 harían las delicias de sus lectores y para completar la dicha habían adicionado un producto que también desapareció de la publicaciones escritas y que para algunos formaba parte de su acervo diario, que preferían en lugar del conocido horóscopo, se trataba del ‘Pozo de la Dicha’, un pasatiempo que traía un mensaje diario, que dependía del nombre del lector, de la cantidad de letras de él y que era una especie de rompecabezas numérico¨.
También se recuerda el apoyo que daba el Diario de La Frontera al deporte nortesantandereano patrocinando equipos en actividades deportivas. Por ejemplo en basquetbol patrocinó en 1965 un equipo juvenil que la mayoría de sus integrantes eran del colegio Lasallista Sagrado Corazón conformado por Guillermo Yepes, Carlos González, Arturo Camperos, Luciano Aceros, Rafael Mojica, Oscar Chaustre, Jesús Lamk, Alberto D´Pablo, Gastón Bermúdez, Gabriel Moure y Fernando Morales, entrenados por Said Lamk, quienes compitieron contra Fanal, Gaseosas Hipinto, Café Galavís entre otros, quedando Diario de La Frontera Campeón Juvenil Municipal en forma invicta.
El final del gobierno Barco, el gobierno de César Gaviria y el gobierno de Ernesto Samper, los tres presidentes liberales pasaron por las páginas del Diario de la Frontera. Los nombres de Jairo Slebi, los hermanos Maldonado Jorge e Iván, Edgar Rochells Marín, hacían parte de los protagonistas del Diario de La Frontera, que no escatimó esfuerzos en hacer evidente la nueva ideología.
El matutino en 1995 volvió a las manos conservadoras pero en nombre del poeta Ocañero Mario Javier Pacheco García, logrando mantenerlo durante sus últimos siete años.
Leopoldo Vera Cristo cuenta del Diario de La Frontera, que las rotatorias fueron vendidas a Juan Carlos Quintero quien fundó El Pilón de Valledupar. Lamentable venta para el departamento la que se realizó quizás por malos consejos. Por un tiempo él trató de interesar a algunos coterráneos para adquirirlo entre todos y lograr su permanencia, pero, además de que no se obtuvo el suficiente respaldo económico, definitivamente la cultura no era la prioridad de la clase política.
La desaparición del diario a principios de siglo, 2002, después de haber cumplido sus 50 años, cerró un ciclo quedando La Opinión como único matutino de los cucuteños.
Hciendo historia... diario de la frontera.
ResponderEliminarNo sé si el comentario anterior mío se publicó. Si no, decía que me dió mucho gusto encontrar este blog. Ligia Echeverría es tía mía. Conocí a Luis Parra Bolívar, como miembro de familia muy querido por mí. Él me llevaba en vacaciones al periódico y allí yo inclusive colaboraba en el armado de la edición de navidad, antes de la rotativa. Gustavo fue conmigo un hombre paciente, porque yo seguramente no lo dejaba trabajar. Luego mi tía se casó con Teodosio (murió hace poco) y ella vive con Ligia Margarita, hija de los dos, en Cúcuta.
ResponderEliminarGracias por los recuerdos