Aprender a vivir entre el aroma y la belleza que ofrecen rosas, claveles, girasoles y las demás clases de flores, le permitió a Elfido Guerrero, de 40 años, sobrevivir del negocio de la venta de flores desde hace 19 años.
“Acá toca estar regándoles agua a las flores y cortando las hojas secas, porque si no, se dañan las demás; así mantenemos con vida los arreglos florales que hacemos, para extender el tiempo de conservación”, dijo Guerrero, quien recordó sus inicios como empleado en una tienda fundadora de la denominada ‘calle de las flores’, en la Avenida Cero.
Desde hace 27 años, en la Avenida Cero se empezó a extender las ventas de flores, luego de que se abrieran dos nuevos puestos de venta.
“La mayoría de dueños de los negocios de ahora, fuimos empleados de los fundadores de esta calle de las flores”, afirmó Guerrero.
Xiomara Quiñonez, administradora desde hace dos años de una de las ventas más reconocidas y, además fundadora de la ‘calle de las flores’, afirmó que la variedad y la calidad que ofrece su negocio le han permitido posicionarse entre los mejores lugares entre este negocio.
“Desde hace 27 años estamos aquí... nosotros les ofrecemos todo tipo de flores a nuestros clientes para satisfacer cada evento o reconocimiento que quieren hacer”, dijo Quiñonez.
Además, afirmó que las fechas especiales como el día de las madres, del padre, de amor y amistad, entre otras, sus ventas aumentan un 100 por ciento, lo que les genera bastante trabajo, hasta altas horas de la noche y, también buenos ingresos.
Algo que los diferencia de los demás negocios que están extendidos por toda la calle, es que traen flores que muy poco se ven en Cúcuta, como la Orquídeas, entre otras.
Por su parte, Guerrero comparte su negocio en compañía de su esposa y su hija, quienes pasan los días laborales en su pequeño local, adornándolo con las mejores flores que tienen.
“Uno aprende el arte de organizar un arreglo floral muy llamativo para poder enamorar al cliente y, así, mantenernos durante las temporadas bajas”, afirmó el hombre.
Según Edilfo Guerrero, durante sus 19 años viviendo de este negocio en el mismo sitio, donde aprendió del arte de las flores como el mismo lo llama, muchas veces trae pérdidas, debido a que la duración de un ramo de flores puede ser hasta de ocho días.
“Muchas veces toca botar los ramos, porque a pesar de que uno los cuide muy bien y se le esté cortando las flores secas, no duran más de ocho días y, si no se ha vendido, pues toca echarlo a la basura”, explicó, mientras saca unas hojas secas de uno de sus arreglos florales.
Por esto, la mayoría de estos negocios viven de los adornos de fiestas, o de arreglos florales para el cementerio, o funerales.
“Hay gente que a veces manda a hacer adornos de 800 mil pesos; pero también hay arreglos mucho más económicos entre 100 y 300 mil”, aseguró Guerrero.
Cuando la flor se convierte en la protagonista de eventos, fiestas, fechas especiales, o de conquistas a una mujer, el punto exacto que buscan los cucuteños es esta reconocida calle, ubicada en la Avenida Cero, con una tradición que no termina, sino que al contrario, continúa extendiéndose a lo largo de este corredor comercial.
Variedad de colores, clases, precios y, además, entre naturales y artificiales, se puede encontrar en los más de 10 locales comerciales dedicados a solo la venta de flores.
Al recorrer esta calle se pueden encontrar mujeres y hombres, cortando tallos, dándole el toque armonioso a un arreglo, poniendo el mensaje correcto para enamorar, reconquistar, y amenizar cualquier fiesta o evento familiar o social.
“Para mis bodas de oro llevé un adorno con flores blancas muy hermoso que encontré en esta calle”, comentó una de las clientas que frecuenta este lugar.
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