El Congreso de 1909 expidió la Ley 65 del 14 de diciembre, en donde se restablecían desde el primero de abril de 1910, la antigua división territorial existente desde el primero de enero de 1905. Es decir, anulaba los 34 departamentos que el Gobierno del general Rafael Reyes había creado y volviendo a dar vida a los primitivos departamentos de Antioquia, Bolívar, Boyacá, Cauca, Cundinamarca, Magdalena, Nariño, Panamá, Santander y Tolima.
Se dejaba de ser departamento de Cúcuta y se volvía como antes a formar parte del antiguo Santander.
La reacción no se hizo esperar. Ricardo Jordán Otero, director del periódico ´Ecos de Cúcuta´ dijo en un editorial del 18 de septiembre de 1909: “Largo tiempo fue Cúcuta integrante del departamento Santander. Jamás necesitó que se le auxiliase con recursos de ningún género para los gastos de su administración. Pero sí remesaba anualmente a Bucaramanga los sobrantes de gran consideración cuyo paradero aún se ignora. Y qué recuerdo le dejó en compensación de esos sobrantes el extinguido departamento?
En las páginas de la historia de Cúcuta se escribirán con letras de oro, en grandes caracteres, los nombres de los senadores y representantes a quienes ella resultó deudora de un voto a su favor, en la presente y cualquiera otra legislatura en que se discuta su autonomía y se juegue su provenir”.
Pero el parágrafo tercero del artículo primero de la ley 65 permitía la existencia de cualquiera de los 34 departamentos, si antes del primero de abril de 1909 probaban ante la Comisión Legislativa creada por el Congreso, que reunían las cinco condiciones:
2.-tener al menos 150.000 habitantes.
3.-gozar de un presupuesto de rentas no inferior a $150.000.
4.-que el departamento de que haya sido segregada la nueva entidad quede con una población de 150 mil habitantes y con un presupuesto de rentas no inferior a 150 mil.
5.-que cuando el nuevo departamento se formase segregando territorios a dos o más, estos conservasen las mismas condiciones prescritas en el numeral anterior.
El gobernador Víctor Julio Cote Bautista nombró, mediante decreto No.47 del 28 de febrero de 1910, a Emilio Ferrero, comisionado del departamento ante el poder ejecutivo y la comisión legislativa, con honorarios de $300, para sostener ante tales entidades nuestros derechos de existir como departamento, conforme a la misma Ley 69.
Cúcuta trató de demostrar que tenía todos los documentos completos para continuar como departamento.
Demostró que tenía 151.971 habitantes. Que su presupuesto de rentas era de $214.826,95 anuales, que más de las tres cuartas partes de los concejos de sus municipios pedían la subsistencia como departamento, además de que los municipios de la provincia de Pamplona habían solicitado su anexión al departamento de Cúcuta, a excepción de Silos que prefería anexarse al departamento de Bucaramanga.
Pamplona, se anexó el 31 de enero de 1910 a Cúcuta.
Los datos anteriores no eran reales. Por eso las subcomisiones lo descartaron como departamento. Los habitantes reales eran 128.307 y 132.122 era el dato suministrado por la Dirección General de Estadísticas.
El 1 de mayo de 1910 Cúcuta dejó de ser departamento y pasó a formar parte del antiguo Santander, con capital Bucaramanga.
El gobierno nacional, con fecha abril 16 de 1910, dictó el decreto ejecutivo No.340, dejando subsistir de los 34 departamentos solamente a los de Manizales y de Neiva, con los nombres de Caldas y de Huila, respectivamente: creando el departamento del Valle, formado por los departamentos de Buga y de Cali y anulando todos los restantes, entre los cuales estaba Cúcuta.
El mismo decreto redujo a 13 los departamentos que compondrían a Colombia. Es decir, los tres recién creados que acabamos y los 10 primitivos, incluyendo a Panamá.
Esos trece departamentos: Antioquia, Bolívar, Boyacá, Caldas, Cauca, Cundinamarca, Huila, Magdalena, Nariño, Panamá, Santander, Tolima y Valle.
La nueva división administrativa de Colombia empezó a regir el primero de mayo de 1910.
La Presidencia de la República dictó el decreto 340 de abril 16 de 1910, que anuló como entidades departamentales a Antioquia, Barranquilla, Cúcuta, el distrito capital de Bogotá, Facatativá, Ipiales, Jericó, Mompós, Quibdó, San Gil, Santa Rosa, Sincelejo, Sonsón y Zipaquirá.
Esa noticia adversa la comunicó el general Rafael Uribe Uribe, quien hacía parte de la subcomisión que valoró a cada departamento, el 9 de abril de 1910.
“Comisión conceptuó Departamento reunía condiciones presupuesto y querer municipalidades, pero no población, por necesidad devolver Magdalena municipios pertenencíale, conforme ordénalo ley, que quedar con menos 150.000 habitantes. Comisión carece facultad agregar provincia de Pamplona; sólo puede hacerlo poder legislativo. Ejecutivo corresponde revisar informe, pudiendo apartarse concepto Comisión”.
Ese mismo día los personajes más connotados de Cúcuta dirigieron a Bogotá una protesta:
“Dictamen esa honorable comisión adverso existencia departamento de Cúcuta, contraría profundamente el sentir general de sus habitantes todos.
Rechazamos con toda la fuerza de nuestros corazones la reintegración por absurda; queremos existencia propia porque departamento Cúcuta se basta por sí solo y podría hasta pagar sus empleados del ramo judicial. Tenemos el dinero y exigimos que su inversión y distribución se haga a nuestro arbitrio, porque no somos tribu de carneros que vaya mansa, estúpidamente al eterno esquilmo”.
La Sociedad de Artesanos Gremios Unidos de Cúcuta, también se unió a la reclamación ante el presidente González Valencia:
“Lamenta profundamente este hecho y pide al Excelentísimo señor Presidente revisar el informe de la comisión y mediante las facultades que le conceden las leyes, presente a la próxima Asamblea Nacional un proyecto por el cual se disponga la subsistencia del departamento de Cúcuta, anexándole la provincia de Pamplona, como así lo ha solicitado la totalidad de los municipios que la componen”.
El gobernador Víctor Cote Bautista presentó renuncia, en términos enérgicos.
La junta municipal del Centenario también presentó renuncia ante el Concejo, manifestando que lejos de hacer fiestas debía celebrarse un duelo por la muerte del departamento.
El gobernador del departamento de Bucaramanga, que era Eugenio Andrade, dejó de serlo al nombrar el Ejecutivo Nacional como gobernador de Santander a Antonio Barrera, quien a su vez designó secretario general de Gobierno al Manuel Enrique Puyana.
-El gobernador de Santander, Antonio Barrera, ofreció la secretaría de Hacienda a Manuel Guillermo Cabrera, pero rechazó el ofrecimiento.
El general José Joaquín Villamizar renunció a la Prefectura de Cúcuta y pasó a comandante de la Brigada de Cúcuta y Pamplona.
-Fue suprimido el Batalló No7 de Infantería que existía en Cúcuta siendo dada de baja toda la oficialidad.
-Oscar Pérez Ferrero fue nombrado prefecto de Cúcuta y se posesionó ese mismo 1 de mayo.
-Quedó suprimida la Jefatura Militar de Fronteras y la Comandancia del Ejército que ocupaba el general Rafael Colmenares B.
-Quedó eliminada la Administración Nacional de Correos en Cúcuta, que pasó a ser dependencia de Bucaramanga, quedando encargado de los correos de la provincia de Cúcuta el colector de Hacienda y de las oficinas de correo en cada población los tesoreros municipales, siendo en consecuencia suprimidos los servicios de giros postales y encomiendas y Arboledas, Cucutilla y San Pedro en este primero de mayo dirigen telegramas al presidente general Ramón González Valencia, protestando por la supresión del Departamento de Cúcuta.
El 25 de mayo de 1910 fue presentado por el general Benjamín Herrera y Emilio Ferrero el proyecto de un solo artículo sobre la creación del departamento Norte de Santander, formado por las provincias de Cúcuta, Pamplona y Ocaña.
El proyecto pasó ese mismo día, una vez aprobado en primer debate, al estudio de la comisión siguiente, con diez días de término: general Pedro Nel Ospina y doctores Joaquín A. Collazos, Ramón Gómez y Luis Enrique Bonilla.
El 14 de julio la Asamblea impartió en tercer debate la aprobación al proyecto de ley que creó el Departamento Norte de Santander, ley que lleva el número 25 del 14 de julio de 1910, que fue sancionada el mismo día por el Presidente de la República, Ramón González Valencia.
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