El pueblito fue testigo de las peripecias y las hazañas de un grupo de muchachos selectos que hoy brillan como profesionales en el ámbito nacional y regional y que recuerdan y suspiran al recorrer sus calles y avenidas los programas que eran lo que hoy llaman zanahorios.
Disfrutar de un partido de fútbol en la Cancha América (hoy Club del Comercio) o en el Tamarindo (actualmente Hotel Tonchalá).
Asistir los martes a la misa de 6 de la tarde en la Iglesia de San Antonio y oír la retreta dando vueltas al parque, piropeando a las cocas colas que se sentían bellas y vanidosas.
Hacer tertulias en la esquina de Tony (hoy lo hacen un poco de ‘viejos verdes’ sin oficio, para matar el tiempo, tumbar gobernadores, alcaldes y arreglar el país).
Organizar melcochas bailables de 2 a 7 p.m., y a las cuales la mayoría de los estudiantes iban voladas, ya que los padres con su severidad y poder autocrático las mantenían cuidadas, vigiladas y sometidas (ahora, cuan diferente es la cosa).
De vez en cuando armar una camorra con los alumnos de los otros colegios por la rivalidad existente y querer ser el mejor de la ciudad en presentaciones de Banda de Guerra, revistas gimnásticas, deportes, desfiles, en los cuales nos hacían poner el saco de paño y sudar 5 o más horas, pero se soportaba y a la vez se gozaba.
Los sábados en las tardes llegar a la Estación Cúcuta y ver arribar el tren con los petroleros (que genio ordenó acabar con el ferrocarril). Asistir los domingos a Matinal en la Galería de Guzmán Berti o del Santander en donde la entrada era muy económica y cuya función duraba varias horas porque presentaban series de 31 rollos.
¿Qué tiempos tan bellos aquellos, verdad don Simón?
Así encontramos que es fácil identificar en todos los estamentos de la ciudad a sus personajes y aunque parece ilógico es una realidad; muchas veces estos son más conocidos por sus apodos que por su nombre verdadero.
Estos se identifican en el argot popular por la manera de ser, sus oficios, sus parecidos con artistas de cine, y cantantes, en la clase media y alta por sus gustos, debilidades, actuaciones y son más sofisticados.
Existe así en el balompié del zoológico sazonando con minerales y vegetales con tarzán a la cabeza, la rata, chita, el burro, el mico, el culebro, palomo, panchero, gorilo, perico, la pulga, adobados con el tomate, el frijolito y patehierro, orientados por manino. Y en el baloncesto, Capi, Sute, Toto, Bombero, Primor, Pipo, Fosforito, Mico, Patón, Mono, Fiera, Pacho, Cabezón, Perica, Perico, Pote, Pretérito, Chancharal, Flecho, Tuerto, Turco, Pollo, Tripa, Kiko, Colombia, Boligoma, Candado, Turco, Garra, Chombo, Cundo, Mano e´gancho, Cicuta, Indio, Carajote, Vivico, Conejo.
Los personajes típicos de la región son numerosos: Pedrito de la Cruz, siete machos o abogado de las ánimas, puntillón, la cucaracha, carapeto, comunista, España, escorpión (la de los madrazos), la Loca María, Elisa la Reina, Siete Sacos, El Loco Conde, Carevieja, Conejo, Vilarete, Gardel, Luchito, Canciller, Maqueko, Meleguindo, Gobernador, Cocadita, Matecoco, Pichón de Elefante, Risitas, la Turra Petra, Manguera, Entrega Inmediata, Carbón, la Campesina, la Sorda, la Coja Delia, Media Hacienda, Media Libra, Casildo, Melomasco, Toche de Oro, Bujía, Pamplona, Carequeso, Caremapa, Pan Grande, Pizco, Toza, Pinocho, Carajote, Capulina, Carlos Julio, Cristo Rey, Tres Patas, Candelo, Macumba, Cuca, Mica, Flaca, Crispín, Monseñor, Gregorio Rojas, Camello, La Mil Quinientos, El Zorro, Careteta, Enrique la marrana.
Entre los conductores: Relojito, El Diablo, Cogollito, Juan sin Miedo, Tamal, Resortes, Millas, Cují, Palito, Bombita, Rampuche, Petecloch, Careculata, Chocolate, Benitín, Trompebuque, Coca Cola, Lengua de Trapo, Ovejo, Condorito, Pantera Rosa, Tribilín, Gorgojo, Microbio, Meteoro.
En radio y prensa: Trompoloco, el Mocho, Doctor Vitrina, Toro Loco, Totumita, el Perro, el Cantarín, el Cura, Prensapelo, Bozolas, Viejito, el Vampiro, Mentiritas, Garganta de Lata, Topolino, Tortorielo, Eneas, Pájaro Madrugador, Pollo Hermoso.
No se escapa la política: Bom-bom-bum, Pototó, Taconazo, el Obispo, Gallo Basto, Rabanito, Diputado 17, el Pato, el Maestro, Santo Quebrado, Galileo, Remington, Pancho Pistolas, Africano, Pluma Blanca, Tartajo, Terremoto, Mentira Fresca, Hayaca, Jaleo, Potro Salvaje, Niño Dios, Ñeque, Trapito, Pollino, Cascarrabias, Hormigón.
El tercer sexo: Joseíto, Pauso, Don Isidro, y su Mollón, la Canalera, la Cachi-Flaca, Martiña, Lilí, Claudio, Pelo Lindo, la Juana, la Rita, Trinita, Angelita, Carmelita, Pocholo, Valentina, Macañón, María Bonita, Cagarruta.
Si usted estimado lector no se encontró en la anterior lista, es señal que carece de imagen popular y de caché, debe buscar la manera de integrarse entre los personajes célebres de la ciudad y no pasar desapercibido, y aquellos que tienen su apodo y no fue colocado en la lista, fue sin intención el olvido.
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